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Antros e Indigenas
Antros e Indigenas
Antros e Indigenas
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L B 7R 6I L
2002
La equidad y la exclusin
de los pueblos indgenas y
afrodescendientes en
Amrica Latina y el Caribe
Alvaro Bello
Marta Rangel
Consultores,
Divisin de Desarrollo Social,
CEPAL
alvarobello_m@hotmail.com
martarangel@hotmail.com
nas y afrodescendientes en Amrica Latina y el Caribe. A travs del anlisis de factores como el racismo y la discriminacin, se intenta interpretar las causas que han determinado que
millones de personas de la regin, provenientes de diversos
orgenes tnico-raciales, vivan en la pobreza y la marginacin.
Para enfrentar esta problemtica, se plantea la necesidad de
transformar las bases de los sistemas (culturales, econmicos,
legales y polticos) de exclusin y discriminacin, diseando
estrategias que vayan desde el reconocimiento formal de las
identidades y derechos colectivos hasta la formulacin de polticas pblicas, fortalecimiento de programas de cooperacin
regional e internacional y profundas reformas estatales. El
principio activo para la aplicacin de estas medidas debiera ser
el de una nueva ciudadana, basada en la promocin de la
diferencia y la diversidad cultural.
A B INDIGENAS
R I L 2 0 0 2 Y AFRODESCENDIENTES EN AMERICA LATINA
LA EQUIDAD Y LA EXCLUSION DE LOS PUEBLOS
Y EL CARIBE ALVARO BELLO Y MARTA RANGEL
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I
Introduccin
En Amrica Latina y el Caribe la discriminacin y el
racismo son parte constitutiva de los problemas de la
regin, lo que ha trado secuelas de pobreza, exclusin
y desigualdad a la vida de millones de personas, principalmente entre los indgenas y los afrodescendientes.
El propsito de este trabajo es contribuir al debate,
aportando antecedentes para una discusin que debiera involucrar al conjunto de la sociedad. Las causas y
efectos del racismo y la discriminacin estn en la base
de nuestras sociedades y culturas latinoamericanas; no
se trata slo de un problema de especialistas o de quienes son vctimas y se sienten afectados por este flagelo. Superar la discriminacin tnico-racial es parte de
la tarea de construir una opcin de ciudadana a travs
de la cual ms de un tercio de la poblacin regional
acceda a condiciones de respeto por sus derechos colectivos y a mejores condiciones de vida. Definir conjuntamente, en clave de equidad e igualdad, el futuro
de los pueblos indgenas y afrodescendientes es, sin
exagerar, definir las posibilidades futuras de gobernabilidad e integracin regional. La magnitud de los
problemas de esos pueblos impone desafos no slo al
mercado, sino tambin al avance democrtico y a la
reforma del Estado, lo cual supone un compromiso
activo de los gobiernos de la regin. De ah la necesidad de superar los marcos analticos discursivos y entrar de lleno al problema del debate y la propuesta. Esto
es en parte lo que intenta el presente artculo.
1.
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Nacional en los siglos XIX y XX, as como en el funcionamiento de las estructuras sociales y econmicas
operantes hasta nuestros das. En cambio, el color de
la piel, la cultura o la religin como razones de la
exclusin y el racismo obedecen a mecanismos social
y culturalmente creados por la sociedad para justificar de manera seudocientfica tal exclusin. En muchos pases se sigue considerando a los negros e indgenas como seres inferiores o de segunda categora, por
ello se les excluye del sistema educacional y se les relega a los peores trabajos. La consecuencia directa de
este fenmeno es la pobreza en que estn sumidos
millones de indgenas y afrodescendientes.
La evolucin econmica reciente ha incrementado
el dficit social, producto de un crecimiento econmico inferior al desempeo histrico de la regin y de
serias falencias en materia distributiva (CEPAL, 1997),
lo que ha profundizado la brecha que hay que salvar
para alcanzar una mayor equidad. La pobreza se ha
acentuado durante la ltima dcada, afectando con
mayor fuerza a sectores especficos de la poblacin,
como los pueblos indgenas y afrodescendientes, que
presentan un dficit histrico respecto de sus posibilidades de acceso a los beneficios econmicos y de reconocimiento de sus identidades y derechos colectivos.
La discriminacin tnico-racial de hoy, heredera
en gran medida del colonialismo luso-criollo e hispano-criollo, es la manifestacin de formas renovadas de
exclusin y dominacin constituidas en regmenes de
colonialismos internos que contradicen el mito de
una integracin real. Al contrario, la integracin de los
pueblos indgenas y afrodescendientes ha tenido ms
bien un carcter simblico en el discurso y negador en
la prctica.
La pobreza, la marginalidad y la exclusin se han
convertido en una caracterstica estructural para los
pueblos indgenas y afrodescendientes. En los escasos
estudios comparativos existentes, las cifras de pobreza desagregadas por origen tnico-racial muestran diferencias de varios puntos con respecto al resto de la
poblacin. En los casos ms extremos, como Guatemala, Mxico y Per, la diferencia entre indgenas y
no indgenas puede alcanzar de 20 a 30 puntos porcentuales (Psacharopoulos y Patrinos, 1994).
La situacin actual de los pueblos indgenas no
es comparable a la de unas dcadas atrs, cuando un
porcentaje mayoritario resida en zonas rurales y eran
percibidos por el Estado y la mayora de las personas
como campesinos pobres. A partir de la dcada de 1970
la situacin comenz a cambiar drsticamente. Por una
parte, subsisten amplias reas y territorios indgenas,
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las denominadas tierras ancestrales; por otra, la migracin hacia las ciudades ha creado nuevas reas de residencia en las que habitan grandes conglomerados
indgenas de origen rural, as como las descendencias
sucesivas de las migraciones ms antiguas.
En el caso de los afrodescendientes, si bien una
parte importante de ellos reside en los sectores urbanos, especialmente en las grandes metrpolis de la
regin, un sector creciente de su poblacin rural reclama en la actualidad que se les incorpore a los procesos de titulacin de sus tierras y proteccin de sus territorios.
La educacin formal es otro ncleo de inequidad,
no tan slo por los problemas de acceso y cobertura,
sino porque los sistemas educativos han pretendido que
a travs de la educacin, y en un plano opuesto al reconocimiento de la diversidad y el respeto a sus derechos colectivos, se consiga la asimilacin e integracin
de los distintos grupos tnico-raciales a la cultura e
identidad nacional.
En contraste con las posturas asimilacionistas y
tendientes a la dominacin, en los ltimos aos ha
surgido un conjunto de estrategias para abordar el problema de la educacin entre los indgenas. Se trata de
experiencias basadas en los principios de la interculturalidad y el bilingismo.2 La difusin de estos modelos educativos ha sido lenta, aunque en pases como
Guatemala, Ecuador y Bolivia han adquirido importancia nacional. Los avances actuales se deben en gran
medida a la promocin y apoyo a la interculturalidad
y a los derechos de los pueblos indgenas y afrodescendientes que han llevado a cabo las propias organizaciones indgenas, as como organismos de las Naciones Unidas, la Organizacin de los Estados Americanos (OEA) y agencias de cooperacin internacional.
Dichos avances han sido posibles por el establecimiento de un marco regulatorio internacional que ha
permitido dar un tratamiento ms global al problema
del racismo, la discriminacin y el multiculturalismo
en los foros internacionales y en el seno de numerosos Estados. La mayor influencia la han tenido los instrumentos generados en el seno de las Naciones Unidas, desde la Carta de 1948 hasta la aprobacin por la
Asamblea General de los Pactos Internacionales de
2 Esta estrategia consiste en la implementacin del mtodo de bialfabetizacin integral (alfabetizacin bilinge simultnea) para
adultos sobre temas de desarrollo productivo y microempresariales,
proteccin del medio ambiente, equidad de gnero, derechos civiles y salud comunitaria con nfasis en salud reproductiva
(Hernndez, 1999).
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II
Panorama general: la situacin actual de
los pueblos indgenas y afrodescendientes
El panorama que a continuacin presentamos intenta
mostrar, a grandes rasgos, algunos de los principales
elementos de caracterizacin demogrfica y socioeconmica de los pueblos indgenas y afrodescendientes.
A travs de l se espera dar cuenta de los aspectos que,
por razones de equidad, deben ser abordados con ms
urgencia por los pases de la regin.
1.
a)
Poblacin
Un acercamiento a la situacin actual de los pueblos indgenas de la regin es el de determinar su cuanta y ubicacin espacial. La primera dificultad para
establecer el tamao y estructura de la poblacin indgena4 es que los censos que se han levantado hasta aho-
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Pobreza y marginalidad
La mayor parte de los indgenas vive en extrema
pobreza. Adems de la discriminacin y el racismo, las
principales causas de esta situacin son atribuidas a las
reformas liberales del siglo XIX, que al introducir la
nocin de propiedad privada de las tierras generaron
una prdida progresiva de tierras y un quiebre de las
economas comunitarias. A estos procesos se sumaron,
como agravantes, la migracin campo-ciudad y la insercin laboral (Psacharopoulos y Patrinos, 1994; Plant,
1998).
En Chile, a principios de la dcada de 1990 la
inequidad vivida por los indgenas era tan evidente que
fueron considerados grupo prioritario en las polticas
de gobierno. En Bolivia, 75 nios de cada mil nacidos
vivos mueren antes de cumplir el primer ao de vida,
siendo la mayor parte de origen indgena (Schutter,
1994). En Mxico ms del 50% de las viviendas ubicadas en regiones indgenas carece de electricidad,
68% carece de agua entubada, 90% no tiene drenaje y
en el 76% el piso es de tierra. El Censo de 1990 revel que en las localidades con 30% y ms de indgenas
el 26% de los habitantes entre 6 y 14 aos no acudi
a la escuela. Slo el 59% de los mayores de 15 aos
saba leer y escribir y el 37% no haba asistido nunca
a la escuela (Enrquez, 1998).
c)
Migracin
La migracin entre los indgenas constituye uno
de los fenmenos ms importantes en la actualidad.
Aunque sus orgenes se remontan a la historia colonial
sus mayores efectos aparecieron en el siglo XX. El
deterioro de las economas campesinas, la prdida y
disminucin de las tierras comunitarias, la carencia
general de recursos productivos, el crecimiento de la
poblacin, la salarizacin, la pobreza y la atraccin
cultural de las ciudades son algunas de las causas de
la migracin, casi siempre del campo a la ciudad.
En Ciudad de Mxico, Bogot, Santiago o Lima
se han formado verdaderos barrios indgenas que reci-
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Empleo y trabajo
El perfil ocupacional de los indgenas es difcil de
determinar, dada la escasez de informacin sobre el
tema. No obstante, cabe suponer que ellos ocupan nichos similares a los de migrantes no indgenas. En
Mxico, Guatemala, Per y Chile, por ejemplo, hay una
cierta segregacin de los indgenas en empleos y ramas especficas, como en el comercio (muchas veces
informal), el trabajo por cuenta propia y el servicio
domstico (en el caso de las mujeres).7 Debido a las
difciles condiciones laborales que enfrentan, los indgenas establecen un conjunto de estrategias en las que
combinan ocupaciones propias de la ciudad con la
7 En Chile, la proporcin de mujeres mapuches en el trabajo domstico alcanzaba en 1992 al 28% de la poblacin econmicamente activa femenina.
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Educacin
La exclusin de los indgenas de los sistemas educativos se manifiesta claramente en los altos ndices de
analfabetismo, sobre todo entre los grupos de mayor
edad, y en el bajo promedio de aos de estudio alcanzado, especialmente en los niveles de educacin media y superior. En Ecuador, por ejemplo, slo el 53%
de los indgenas accede a la educacin primaria, 15%
a la secundaria y 1% a la universitaria o superior (OPS,
1998). En Panam la proporcin de analfabetismo,
segn el censo de 1990, era de 15% en el sector rural,
de 3.3% en el urbano y de 44.3% entre los indgenas.
En Mxico, el analfabetismo en las regiones con mayor nmero de indgenas duplica y en muchos casos
triplica al del resto de la poblacin.
A los problemas de acceso y cobertura educativa
se agregan los de pertinencia pedaggica. Hasta principios de la dcada de 1990 los pases de la regin,
salvo algunas excepciones, no haban abordado el tema
de la interculturalidad y el bilingismo. Hasta ahora,
la educacin para los indgenas ha sido un instrumento que la cultura dominante ha utilizado para intervenir las culturas indgenas bajo el paraguas de la cultura nacional. Sin embargo, diversos estudios han
demostrado el fracaso de esta propuesta y la necesidad de buscar alternativas que permitan que las sociedades indgenas puedan incorporarse al manejo de
los cdigos de la modernidad sin que ello signifique
una prdida de su identidad tnica, su lengua y su
cultura.
En los planteamientos actuales se pone de relieve la necesidad de superar los antiguos enfoques por
los cuales se ha intentado asimilar a quienes son
culturalmente diferentes. Los nuevos enfoques pretenden establecer un puente entre culturas en contacto que
slo actan en trminos de dominacin y subordinacin. La estrategia es pensar que la eficacia pedaggi-
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Salud
Aunque no se cuenta con informacin muy precisa al respecto, las minoras tnicas muestran un deterioro en sus condiciones de salud superior a la media de la poblacin general, estando excluidas en casi
todos los pases de la regin, en diferentes grados y
formas, de la proteccin social en salud (OIT/OPS, 1999).
La discriminacin tnica es una de las principales causas de la inequidad en salud, lo que resulta en
una situacin de extrema pobreza, precariedad sanitaria y subalimentacin. De otra parte, la discriminacin
de la medicina tradicional en favor de la medicina
occidental ha hecho descuidar o negar durante dcadas la posibilidad de contar con la rica tradicin mdica que poseen los indgenas. En el futuro la gestin
comunitaria participativa en salud, los programas de
aprendizaje compartido y la validacin y rescate de la
medicina tradicional pueden ser estrategias viables para
mejorar los indicadores de salud entre los indgenas
(OPS/CEPAL, 1997).
En Bolivia, las provincias con mayor nmero de
indgenas son las que exhiben los peores indicadores
de salud del pas. Mientras en La Paz la mortalidad
infantil lleg a 106 por mil nacidos vivos, en todas las
provincias aymaras de Oruro y Potos se mantuvo entre 120 y 135 por mil nacidos vivos. En provincias con
menor cantidad de indgenas el 70% de la poblacin
accede a los servicios de salud, pero en provincias
quechuas como Tapacar slo lo hace el 11%. Entre
los grupos guaranes se encuentran las ms altas tasas
de incidencia de enfermedades transmisibles, cinco a
ocho veces ms altas que la media nacional (OPS, 1998,
vol. II).
En Venezuela los indgenas tambin presentan
indicadores negativos de salud, particularmente entre
los grupos que habitan la selva y los indgenas
inmigrantes. Entre un 58.3% y un 84% de los indgenas yanomamis que habitan este pas se infecta de
hepatitis B en algn momento de su vida, siendo sta
la tercera causa de muerte despus de la malaria y de
la desnutricin. En las zonas selvticas, pese a que se
han organizado algunos programas de vacunaciones
masivas en comunidades indgenas, enfermedades como la tuberculosis afectaban a 167.9 por 100 000 habitantes entre los indgenas, mientras que entre los no
indgenas esta cifra era de 27.7 (OPS, 1998, vol. II).
En Panam, las provincias con mayor nmero de
indgenas son las que muestran los peores ndices de
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g)
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Los afrodescendientes
a)
Poblacin
Al intentar establecer el tamao de la poblacin
afrodescendiente, al igual que en el caso de la indgena, aparecen varias dificultades de las cuales se mencionarn dos. En primer lugar, los censos demogrficos no investigan esta caracterstica en todos los pases. En segundo lugar, cuando se investiga la variable
raza/color la respuesta del entrevistado est condicionada por diversos factores, como los niveles de ingreso y educacionales, la conciencia de la negritud, la
necesidad de emblanquecerse, etc. Todo ello dificulta
la comparabilidad de los datos de los distintos pases.
Pese a tales dificultades, se ha hecho un intento
de contabilizar a los afrodescendientes. Uno de los
problemas que enfrenta tal intento de estimacin es que
la antigedad de los porcentajes de negros y mulatos
de la mayora de los pases provoca distorsiones en el
cmputo final. Esto porque las dinmicas demogrficas de los grupos raciales no son iguales, es decir, las
tasas de fecundidad, mortalidad, etc., son distintas segn el origen tnico-racial.9 Aun as, el cuadro 1 sirve
para dar una idea, aunque gruesa, de la poblacin
afrodescendiente en los distintos pases de la regin.
9 En Brasil, por ejemplo, pese a que la mortalidad infantil ha descendido, entre los negros slo en 1980 alcanz el mismo nivel que
haba alcanzado entre los blancos en 1960. En cuanto a la mortalidad adulta, en 1950 la esperanza de vida de los blancos y de los
negros/mestizos era respectivamente de 47.5 aos y 40 aos, y en
1980 de 66.1 aos y 59.4 aos. As, en ambos grupos la esperanza
de vida aumenta significativamente, pero se mantiene una diferencia que poco declina (Berqu, 1988).
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Educacin
En el mundo actual es cada vez ms mayor el peso
de la educacin para acceder a mejores puestos de trabajo y, por lo tanto, obtener ingresos ms elevados.
Como se sabe, la educacin es un bien que est distribuido de manera desigual en la sociedad latinoamericana, siendo el origen tnico-racial un componente que
disminuye las posibilidades de acceder a niveles educacionales ms altos. El resultado es un aumento creciente de la desigualdad y de la exclusin de los negros.
En el caso de Brasil, los negros y mulatos enfrentan mayores dificultades de acceso, progresin,11 rezago12 y permanencia en el sistema educacional, adems
de frecuentar escuelas de peor calidad, por lo cual para
ellos el ndice de reprobacin y rezago escolares es
mayor que para los blancos. Otros indicadores tambin
favorecen ms a blancos que a negros y mulatos, como
la tasa de analfabetismo13 y el porcentaje de personas
con doce aos de estudio o ms14 (PNUD/IPEA, 1996).
Otro dato contundente: en 1992, de los 50 000 estudiantes de la Universidad de So Paulo slo el 2% eran
negros (CIDH, 1997).
10 Sin poder entrar aqu en la compleja discusin sobre lo que significa ser mulato o mestizo en Amrica Latina y el Caribe, entindase por estos trminos, en este contexto, las personas que, al ser
consultadas por los censos demogrficos sobre su origen racial, se
consideran de un origen distinto al de los blancos. Se supone que
no entran en este cmputo los mestizos de indgenas.
11 Las dificultades de progresin escolar enfrentadas por los negros
se acentan en los niveles ms avanzados: mientras la probabilidad
de que un nio(a) negro(a) que ha entrado en la escuela llegue a la
segunda fase de la enseanza bsica es 15 puntos porcentuales menor
que la de un nio(a) blanco(a), la probabilidad de un estudiante
negro que ha entrado en la enseanza media llegue a la universidad
es 25 puntos porcentuales menor que la de uno blanco (PNUD/IPEA,
1996).
12 A los 14 aos de edad, 35% de los blancos, 73% de los negros
y 65% de los mestizos presentan ms de dos aos de rezago escolar. Inversamente, 28% de los blancos y slo 6% de los negros y
6% de los mestizos no presentan rezago escolar (PNUD/IPEA, 1996).
13 La de blancos es de un 15,1%, la de negros un 35,2 y la de los
mestizos un 33,6 (PNUD/IPEA, 1996).
14 La tasa para los blancos es de 11.4%, para los negros de 1,7% y
para los mestizos de 33.6% (PNUD/IPEA, 1996).
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CUADRO 1
Antigua y Barbuda
Antillas Neerlandesas
Argentina
Bahamas
Barbados
Belice
Bolivia
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Cuba
Dominica
Ecuador
El Salvador
Granada
Guadalupe
Guatemala
Guyana
Hait
Honduras
Jamaica
Mxico
Nicaragua
Panam
Paraguay
Per
Repblica Dominicana
St. Kitts y Nevis
Santa Luca
S. Vicente y Granadinas
Suriname
Trinidad y Tobago
Uruguay
Venezuela
Ao
del %
Negros
(%)
Mulatos
(%)
Poblacin
1998
1970
81.4
8.6
67
213
125
300
268
230
957
296
822
804
840
116
71
175
031
93
443
802
856
056
148
539
830
807
767
223
801
232
41
148
115
416
284
289
242
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
000
17 431 500
36
1980
1991
91.9
6.6
2.6
43.7
1995
4.9
40.1
1991
5.0
71.0
1981
1981
12.0
91.2
21.8
6.0
7
166
14
40
3
11
12
6
1980
82.2
13.3
1980
1999
30.5
95.0
11.0
1970
90.9
5.8
1991
1980
1980
1980
73.0
3.3
9.3
13.9
1980
11.0
94.3
86.8
82.0
15.0c
40.8
1991
10.0
65.0
10
Total
16.3
Poblacin
negra+mulata
8
6
2
95
4
2
5
24
8
1
3
23
60 300
b
253 260
115 690
b
74 833 200
31 011 040
3 757 208
69 012
b
b
88 815
b
355 240
7 653 200
b
2 455 213
b
b
b
b
b
6 914
40
142
110
62
733
880
016
228
285
400
164
b
Los porcentajes de poblacin negra y mulata fueron obtenidos de U.S. Bureau of the Census, International (www.census.gov), excepto
para Brasil (www.ibge.gov), Hait (www.odci.gov), y Colombia, Repblica Dominicana y Venezuela (Larousse Moderno, 1991). La poblacin
se obtuvo de CEPAL (1999).
b El censo no pregunta sobre origen racial (africano).
c Price (1995).
Otra cuestin importante que se plantea con relacin al tema educacional es la necesidad de que los
textos y currculos escolares dejen de lado los prejuicios y estereotipos respecto al negro e incorporen elementos valorizadores de la cultura afro. En resumen,
que se abran espacios para el pluralismo cultural y la
tolerancia, para respetar y preservar las culturas existentes y rechazar los procesos de asimilacin cultural.
c)
Empleo y trabajo
La precaria insercin laboral de los afrodescendientes pone en evidencia la segregacin racial en la
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Tierra y territorio
El tema de la tierra y del territorio entre los negros ha sido menos tratado que respecto a los indgenas y slo ha adquirido importancia recientemente.
Aqu se har referencia nicamente a los casos de
Brasil y Colombia.
Desde fines del decenio de 1980 y comienzos del
de 1990 las Constituciones de ambos pases dan espacio por primera vez (Brasil en 1988 y Colombia en
1991) a los derechos culturales y fundiarios (sobre tierras agrarias) de sus comunidades negras. Estas innovaciones legislativas han tenido importante repercusin
social, han impuesto nuevas cuestiones jurdicas en el
mbito nacional y en el medio acadmico y, por ltimo, han creado realidades donde slo se pretenda un
reconocimiento. Tales innovaciones, aparentemente
originales con relacin a las normas anteriores ya
que ambos pases haban ignorado la existencia y la
situacin vivida por los afrodescendientes, han dado
origen en la prctica a polticas territoriales influenciadas por la cuestin fundiaria indgena (Arruti, 1999).
De otra parte, en Colombia ya exista una literatura antropolgica significativa sobre las poblaciones
negras rurales del Pacfico, las que seran beneficiadas
por la Constitucin de 1991. Esos estudios estaban
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III
Conclusiones: ciudadana e identidad, claves
para superar la discriminacin tnico-racial
en Amrica Latina y el Caribe
La discriminacin y la exclusin por etnia y raza es
parte de un proceso histrico en la regin que, con
variantes locales y regionales, tiene hoy mucha influencia en sus procesos socioculturales, econmicos y
polticos. En este sentido, la dialctica de la negacin
del otro (Caldern, Hopenhayn y Ottone 1993;
Hopenhayn, 1998) forma parte de un proceso que ha
sido largamente construido a travs de la historia, la
cultura y la sociedad. Es, por lo tanto, un proceso dinmico que puede ser reorientado por el Estado y las
polticas pblicas en un rumbo que permita alcanzar
las condiciones bsicas de equidad para los grupos
involucrados. Por lo dems, todo planteamiento de este
tipo debiera estar inspirado en la dinmica propia de
los indgenas y afrodescendientes, en sus posibilidades
y potencial de autodesarrollo, en su lgica y en su co-
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LA
CEPAL
son algo que debe ser valorizado a la luz del reconocimiento del carcter multitnico y pluricultural de las
sociedades latinoamericanas, abandonando as el paradigma negador y homogeneizador que ha caracterizado a la regin.
Cmo pensar la integracin en el contexto indgena y afrolatino? En primer trmino, cuando hablamos de integracin es preciso tener en cuenta que para
los indgenas, por ejemplo, las polticas tradicionales
de integracin han significado el despojo de sus bienes simblicos y materiales, el desconocimiento y/o
supresin de sus derechos colectivos y la negacin de
su cultura. De este modo, la integracin para los indgenas ha sido sinnimo de asimilacin y desintegracin cultural. Slo a partir de la incorporacin de las
nuevas perspectivas y formas de integracin social se
ha llegado a un concepto ms amplio, al que se suman
otras dimensiones y formas renovadas de integracin
(Hopenhayn, 1998) sustentadas en la diversidad social
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53
Bibliografa
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