Vientos Verdes
Vientos Verdes
Vientos Verdes
Editorial
Vientos Verdes
Rubn Pesci- 2006
Coleccin de Ensayos
La Ciudad in-urbana
V
SU einte
ST ide
EN as
TA so
BIL bre
IDA la
D
La Ciudad de la Urbanidad
Rubn Pesci- 1999
La sustentabilidad Hoy
Fundacin CEPA-2005
Coleccin Proyectos
Parque Costero del Sur
01
COLECCIN SUSTENTABLE
Editorial CEPA
Editorial
Fundacin CEPA
CEPA es una organizacin no gubernamental
creada en 1974 para abordar -con la visin integradora del enfoque ambiental- proyectos y
acciones destinados al mejoramiento de la calidad de vida y el desarrollo de las condiciones
del hombre, en el marco de su necesaria articulacin con la naturaleza, su genuina identidad
cultural y el ejercicio autntico de sus libertades.
Proyectacin Ambiental
FLACAM -1995
De la Prepotencia a la Levedad
FLACAM, Paradigma y Pedagoga
para la sustentabilidad.
Ruben Pesci, Jorge Prez, Lucia Pesci-2002
Formacin y Proyecto
Otras vas para el Tercer Sector
Fundacin Gas Natural- FLACAM- 2004
Revista A/mbiente
(Edicin impresa desde N 1 a 86)
Desde 1979 hasta 2001
Rubn Pesci
www.revista-ambiente.com.ar
Pg. 1
En venta:
LIBRERIA TCNICA
Florida 683 - Local 18 - C1005AAM Buenos Aires - Argentina
Tel: 54 11 4314-6303 - Fax: 4314-7135
Email: cp67@cp67.com - www.cp67.com
FADU - Ciudad Universitaria
Pabelln 3 - Planata Baja - C1428EHA Buenos Aires - Argentina
Tel: 54 11 4786-7244
Pg. 2
Rubn Pesci
Pg. 3
PRIMERA PARTE
Pag. 7
ndice
SEGUNDA PARTE
Pg. 4
Pag. 10
Pag. 21
1 Sustentabilidad y territorio
La forma ms cnica de la exclusin
Pag. 25
2 Sustentabilidad y patrimonio
Una nueva dimensin de la conservacin
Pag. 33
Pag. 39
4 Sustentabilidad y consumo
La vida lenta
Pag. 49
Pag. 55
6 Sustentabilidad y economa
De la exclusin a la inclusin econmica
Pag. 63
7 Sustentabilidad y empleo
La crueldad laboral
Pag. 69
8 Sustentabilidad y turismo
El final del turismo o todo es turismo?
Pag. 73
9 Sustentabilidad y sociedad
La sociedad de la confianza
Pag. 79
10 Sustentabilidad y proyecto
La vida sin proyecto: Causa o efecto de
la exclusin?
Pag. 83
Pag. 87
Pag. 93
13 Sustentabilidad y planificacin
Corregir los efectos o modificar las causas?
Pag. 97
14 Sustentabilidad y mercado
Satisfacin del cliente o educacin
del soberano?
Pag. 103
15 Sustentabilidad y cultura
Hacia un nuevo humanismo
Pag. 109
Pag. 113
17 Sustentabilidad y globalizacin
La latinoamericanizacin de la ciudad
Pag. 117
18 Sustentabilidad y belleza
tica s, esttica tambin
Pag. 123
19 Sustentabilidad y arquitectura
Vamos hacia una globalizacin esttica?
20 Sustentabilidad e insustentabilidad
Katrina y Wilma, dos damas huracanadas
Pag. 127
Viento Especial
ndice
12 Sustentabilidad y gobernabilidad
Vientos contnuos, vientos de concordancia
Pag. 131
Pag. 137
Pag. 143
Pag. 145
Pg. 5
Pg. 6
Primera parte
Pg. 7
Pg. 8
Eduardo Galeano
El libro de los abrazos 1989
Pg. 9
Sergio Los
Docente de Composicin Arquitectnica, Instituto
Universitario de Arquitectura. Venecia.
Maestro impulsor de la Proyectacin Ambiental.
Prlogo
El viento posee una carga simblica que evoca el espritu,
las esencias activas, la orientacin. Los Vientos Verdes son
por lo tanto los espritus, los sentimientos, las orientaciones
verdes. En conformidad con la naturaleza primitiva del viento,
vivifica el espritu, estimula, excita e inspira.
Es esto lo que he captado del bello ttulo que
Rubn ha dado a su libro. Estos textos no describen cosas, sino que invitan a hacer cosas, y a hacerlas juntos.
Borges escribe yo dira que la amistad es la pasin de
nosotros los argentinos. Existen muchas amistades en la
literatura, que est entretejida de amistades (1). Vientos Verdes se dirige a amigos y produce amigos. Son
argumentos urbanos los que trata y, precisamente, presuponen participacin, sentido de pertenencia. Los Vientos Verdes expresan el deseo de ciudad, de ser conciudadanos. La destruccin del ambiente y la prdida de los
recursos no habran sido posibles sin la destruccin que
preliminarmente se ha hecho de las ciudades, y sta sucedi por la transformacin de conciudadanos en consumidores individuales.
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tante del campo, sino que tiene un sentido de reciprocidad como amigo; la traduccin correcta de cives es conciudadano. Si le digo a alguien, l es mi conciudadano,
presupongo que lo voy a tratar como a un amigo. Era esta
recproca amistad la que formaba la civitas, la ciudad.
Si queremos salvar el ambiente, tenemos que reconstruir la ciudad de amigos, de conciudadanos.
La cultura latina, como dice justamente Borges,
tiene an este gran patrimonio de sentimientos, que no
podemos perder colonizando sus ciudades.
Creo que ante la libertad de la soledad, que aletea en
las discusiones sobre ella, es preferible la libertad del
compartir. No creo que podamos ser libres por s mismos. Lo somos volvindonos recprocamente libres,
liberndonos juntos. La respuesta a esta exigencia de
liberarnos conjuntamente es precisamente la ciudad.
Los problemas ambientales a los que se refieren
los Vientos Verdes se pueden resolver slo compartindolos, y para compartirlos es necesario reconstruir la ciudad. Pero esta reconstruccin no presupone necesariamente la edificacin de nuevas construcciones, sino que
se refiere esencialmente a la transformacin de consumidores en ciudadanos, una transformacin que pasa a
travs de la activacin de instituciones hoy subordinadas, sobre todo la amistad y la urbanidad.
La cultura que caracteriza a las ciudades de
Amrica Latina posee todava aquel sentimiento de amistad, como dice precisamente Borges, que distingue a los
ciudadanos. Ella constituye un patrimonio para la humanidad que debe ser preservado y lo peor que podra pasar
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eficazmente, es necesario un consumo individual, una poblacin desestructurada de consumidores que no compartan los bienes de consumo adquiridos. La retrica econmica actual promete felicidades individuales, una felicidad solitaria, no felicidades compartidas. Estamos siempre atropellados individualmente por la publicidad, que
vende beneficios estrictamente individuales.
Las circularidades positivas, que distinguen los procesos
virtuosos de crecimiento, no pueden operar indefinidamente
sin alternancias con circularidades negativas, de estabilizacin: una cuestin que est ms all de nuestra capacidad de comprensin. Una circularidad positiva llevara un
termostato al aumento de la intensidad del quemador al
crecer la temperatura de la habitacin. En un determinado
momento esta circularidad hara saltar toda la instalacin.
Este descubrimiento no es considerado porque interrumpira el sueo infantil de un proceso cientfico tecnolgico
eterno, y con ello tambin el funcionamiento de la mquina de mercado. En efecto, el progreso hace sustituir productos que funcionan bien, introduciendo nuevos productos que deberan funcionar mejor. Hasta la sostenibilidad
debera colindar con el desarrollo, formando as esa contradiccin que es el desarrollo sostenible, que sera como
hablar del hielo hirviendo.
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Segunda parte
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Dorival Caymmi
Cancin O Vento
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01
1 de agosto de 2004
Sustentabilidad y territorio
La forma ms cnica
de la exclusin
El territorio es un vehculo extraordinario de inclusin social y ecolgica, y tambin puede llegar a
ser ( y ya lo est siendo) el escenario activo, el medio para procrear la exclusin ms terrible
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El suelo como soporte de instalaciones humanas, ciudades, suburbios, fraccionamiento rural, produccin
agropecuaria, forestal. El suelo como asentamientos humanos; en definitiva, como hbitat.
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La catstrofe sobrevino
Vendedores de territorio la mayora ni siquiera entendiendo el dao pudieron ms que tantos planificadores
urbanos y regionales bien ilustrados (1) que hicieron y pregonaron planes reguladores de uso del suelo bien intencionados pero ineficaces.
Por qu? Porque no provean instrumentos econmicos
de premio o castigo a los especuladores; porque no comprendieron la naturaleza poltica superior de la cuestin
(alentar, poner en discusin la propia propiedad de la tierra,
sus lmites, su monopolizacin privada, su retencin en espera de mayor valor); porque no actuaron participativamente,
y no contaron entonces con la alianza de muchos grupos
sociales en especial los excluidos de la propiedad que
hubieran defendido aquellas buenas ideas.
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humano, la economa de los centros poblados, la capacidad de empleo (generando emigracin rural) y disminucin
de biodiversidad. Todo ello deteriora la cultura e identidad
local, su patrimonio y, en consecuencia, atenta contra otras
oportunidades econmicas y sociales, como el turismo.
El territorio puede ser un vehculo extraordinario de inclusin social y ecolgica, tambin puede llegar a ser (y
ya lo est siendo) el escenario activo, el medio para procrear la exclusin ms terrible.
Pero, Quin se ocupa de evitarlo? No hay polticas ni
planes En Brasil se crearon instrumentos como el Estatuto de la Ciudad que definen por Ley Federal la funcin
social de la propiedad y sobre esa base incluyen instrumentos como operaciones concertadas, reas especiales
de inters social, reas de urbanizacin compulsiva, impuesto progresivo a la tierra urbana, transferencia de ndices constructivos, y otros, que estn all para negociar
el lmite entre el derecho privado (cuando puede ser socialmente ilegaderecho general.
Adems, impone la regularizacin de las tierras invadidas, obligando a desalojar las que estn en zonas de riesgo,
mediaoperaciones programadas y consensuadas.
Pero la cuestin va mucho ms all: cmo se proyectan esas soluciones, cmo se disean?
Cmo nos ense Ian Mc Harg, diseando con la naturaleza (3), con la sabidura de un Leonardo Da Vinci en el
manejo eficiente y bello del territorio, o con la mano dura,
enyesada, de ingenieras sectoriales que solucionan fragmentos generando externalidades negativas sobre otros?
Una carretera sin contexto, una represa sin cuenca,
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- de gran escala,
- urbanas y territoriales, incluyendo la tutela del medio rural,
- con gran cuidado del paisaje como patrimonio natural y cultural,
- con gran cuidado de los centros urbanos histricos,
- con gran cuidado de los crecimientos periurbanos, para evitar
que sean slo un mosaico de ghettos de lujo y ghettos de
marginalidad (dos formas paradjicas de exclusin).
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(1) Ver crtica a la ilustracin en: Pesci, Rubn Del Titanic al Velero, Editorial
Fundacin CEPA, 2000.
(2) En algunos casos, como La Plata recientemente, con el gremio de arquitectos aliado,
justificndose como aumento de fuente de trabajo.
(3) Mc Harg, Ian, Design with nature, John Wiley and Son, New York, 1969.
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02
28 de agosto de 2004
Sustentabilidad y patrimonio
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ra, mediante la ampliacin de criterios, para que el proceso se volviera francamente abarcativo y sustentable.
Uno de los aportes principales fue la imbricacin de
lo natural y lo cultural en la valoracin del patrimonio, y
esto ya se ha afirmado. Con esa afirmacin se superaron
dos obstculos epistemolgicos graves:
- La valoracin de monumentos construidos singulares,
no considerados en relacin a su entorno.
- La valoracin de sitios naturales puros como si esto fuera
posible , a conservar in vitro, sin comprender que la naturaleza no tiene fronteras y su articulacin con la condicin
humana tampoco.
Pero otras cuestiones tuvieron que esperar los ltimos vientos favorables, para tomar un protagonismo cierto: el patrimonio intangible, y una cuasi variante de lo
mismo, que se denomina paisajes culturales.
Claro!... tena que llegar la hora en que el tango
por ejemplo pudiera ser tan patrimonio como un buen
edificio (por no decir que podra valer a mil edificios). Me
toc trabajar en un programa de la Unin Europea sobre
la revaloracin y salvaguarda de las Huertas de Valencia, y resultaba claro para expertos y no expertos que la
famosa paella, se origin y perdura gracias a esa humilde huerta valenciana, capaz de proveer todo lo necesario para un estilo culinario prodigioso.
Y tambin tena que llegar el tiempo en que la Quebrada de Humahuaca fuera reconocida como paisaje
cultural, pues su gran valor es la articulacin de patrimonio tangible, intangible, construido, natural, cultural,
arqueolgico, reciente, y de esa manera protegemos con
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03
4 de octubre de 2004
Ciudad concentrada
o ciudad dispersa?
Vivir prximos es mucho ms compatible con la
sustentabilidad ambiental que vivir separados.
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Ciudad y Territorio
Sin embargo, si uno sube con el avin y vuela a 10.000
metros de altura a lo largo de todo ese Estado norteamericano, esa periferia se extiende hasta encontrarse
con otra periferia, y luego con otra, y otra, donde la norma es la periferia y la mnima excepcin son aquellos
centros espejeantes. Para lograr esa periferia
globalizada, el territorio se tortur de transformaciones,
muchas veces deteriorantes.
Se comi bosques, rellen humedales, borr identidades, neg la diversidad. El territorio es un suburbio, una
ciudad in-urbana, como las califiqu hace 20 aos (1) y la
esencia del paisaje (que es la alternancia de llenos y vacos, de naturaleza y cultura; en otras palabras, de diversidad y respeto por las grandes eco-formas), se sustituy
por una ocupacin indiscriminada que, como un huracn,
no deja nada sano en su lugar.
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altos presupuestos de movimientos, lo cual empeora su calidad de vida y la de su familia. Pero tambin han descubierto que entre la ciudad a donde tienen que ir a trabajar, a
encontrar cultura o amigos, servicios o auxilios y su esplndida casa en grandes lotes, hay muchos barrios de excluidos, carreteras no muy custodiadas y, en fin, amplios
mrgenes de riesgos e inseguridad.
Es que la ciudad concentrada es sinnimo de derrota de la ciudad histrica? En todo caso lo ser la mala
ciudad concentrada, all donde la contaminacin, los ruidos, el stress, consiguieron dominar las ventajas de la
vida asociada y diversificada.
Casos como el de Barcelona demuestran que una ciudad puede ser muy densa y concentrada (1.000 habitantes
por hectrea, como los sitios ms centrales de las grandes
ciudades argentinas) y vivir en sus reas centrales con altsima calidad de vida. La clave est en excelentes medios de transporte pblico, incluso subterrneos, que hacen que muchos ciudadanos opten por dejar el auto en sus
garajes, para el disfrute del turismo o miniturismo de fin
de semana. Tambin en una poltica de grandes reas verdes, a las que se llega caminando, o en medios de transporte pblico. No menos importante, es una buena conducta urbana en cuanto a ruidos, por parte de todos los
ciudadanos y de todo tipo de actividades.
Las ms recientes conquistas de la ecologa urbana
(como es el caso de la Direccin de Medio Ambiente de
Barcelona, que dirige Salvador Rueda), demuestran que
vivir prximos es mucho ms compatible con la
sustentabilidad ambiental que vivir separados.
Pg. 43
En un breve resumen, los criterios que avalan esa aseveracin, comparando los modelos de ciudad compacta y ciudad difusa desde la unidad sistema-entorno son :
consumo de
materiales
para la produccin y
el mantenimiento del
modelo urbano
>
consumo de
energa
en relacin al modelo de
movilidad
>
consumo de
energa
>
consumo de
energa
consumo de
agua
en relacin a los
servicios
en relacin a las tipologas edificatorias
>
Pg. 44
>
>
CAUSA
NIVEL
la dispersin de la edifica<
cin y las infraestructuras.
La superficie edificada / habitantes es mayor.Tipologia
edificatoria con mayor
mantenimiento.
el modelo de movilidad des- <
cansa en el vehiculo privado
CAUSA
la proximidad entre usos y funciones supone un menor consumo de
materiales.La superficie edificada/ habitantes es menor. Tipologa
edificatoria con mayor mantenimiento.
la mayoria de viajes se pueden
realizar a pie, bicicleta o en
transporte pblico
las demandas energticas en
bloques de apartamentos
se consume ms energa en
las tipologas edificatorias
unifamiliares
dispersin de las redes
<
<
consumo en jardn,
piscinas, etc
<
en edificacin plurifamiliar
es menor
<
prdida de
biodiversidad
>
impermeabilizacindelasreas
de infiltracin y otras y canalizacin de cauces.
<
emisin de gases de
efecto invernadero
>
<
>
<
conservacin de los sistemas agrcolas y naturales. Conservacin del mosaico agrcola, forestal, pastos y setos,
tpicos de Europa templada
conservacin de las reas de infiltracin y las mrgenes del cauce.
Complejidad
<
las partes del sistema urbano se simplifican. Se separan los usos y las funciones
en el espacio. En cada espacio solo contactan los portadores de informacin de
caractersticas similares:
los obreros con los obreros
en los poligonos industriales, los estudiantes con los
estudiantes en el campus
universitario.
compacidad y proximidad
entre los portadores de informacin
<
cohesin social
<
>
contaminacin atmosfrica
<
>
calidad
urbana
ruido
<
>
calidad
urbana
espacio pblico
<
>
<
>
calidad
urbana
NIVEL
NIVEL
CAUSA
>
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Pg. 46
ciudad, y fuera de ella se conserva un patrn de produccin y de vida rural, an en densidades mayores, y con
acceso fcil a los servicios de la urbanidad.
Un reciente estudio de la Escuela Superior Tcnica
de Arquitectura del Valls, en Barcelona, demostr que
el mayor impacto negativo de la construccin de esa nueva escuela en su afectacin a la capa de ozono, no fue el
tipo de materiales usados en la construccin, ni el mantenimiento del edificio, sino la contaminacin derivada
del acceso dominante en vehculos individuales que esta
Escuela, localizada en medio del verde, lejos del centro
de Barcelona, le exige a sus usuarios.
Transporte
coche
tren
bus
% de
personas
kilometraje
anual
energa
consumida
% de
personas
emisiones
CO2
44.9%
3.124.980 Km
8.565.800 MJ
89.8%
642.432,0 Kg
37.4%
2.610.894 Km
585.036 MJ
9.6%
68.536,0 Kg
2.8%
140.553 Km
54.808 MJ
0.6%
4.110,6 Kg
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04
23 de diciembre de 2004
Sustentabilidad y consumo
La vida lenta
Lentitud para vivir; ms horas para integrarnos,
solidarizarnos, leer, escribir, gozar.
Necesitamos otra sociedad, otro paradigma de desarrollo
para hacer ms sustentable la sociedad y la tierra
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A veces la velocidad viene bien, para limpiar con vientos huracanados la mugre de mil tipos de depredaciones. Pero la tempestad, luego de pasar, reinstala la calma, los vientos leves, la suavidad. Hace aos que nos
percatamos de la levedad como el principio esencial para
un mundo sustentable (1), lo opuesto de prepotencia: lo
que depreda, impone, arrasa.
Con prepotencia se aumenta la exclusin, se devora la
diversidad, se consumen los recursos no renovables, se pasa
por encima (o de largo, o de costado) todo lo que levemente, naturalmente, est all quizs desde siempre.
Claro que en la vida natural tambin hay prepotencia:
los huracanes!, las especies cazadoras Slo que conllevan procesos ecosistmicos, equilibrados, con otras
especies, otros climas, otras temporadas, y todo tiende a
la conservacin evolutiva, a los ciclos naturales.
En la condicin humana se puede perfeccionar (a travs de la educacin y la cultura) esa ciclicidad. Hace
muchos aos, divulgamos la idea el ideal de la sociedad
de flujos cclicos (2), precisamente porque nada posee la
capacidad de disear mecanismos de auto-rregulacin
como la sociedad. Ahora quiero hablarles de la lentitud
como un atributo de sustentabilidad.
BRA, EN ITALIA / Una ciudad lenta contra el stress (3)
Slow Food
Cuentan que un caracol y una tortuga tuvieron un
da la fatalidad de chocar. Cuando el caracol acudi malherido al hospital, el mdico le pregunt: Pero qu ha
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05
9 de noviembre de 2004
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Vientos de derrota?
A veces me parece que en este asunto de la vivienda
social ya estamos derrotados... o que allan vientos
fuertsimos de derrota.
En los pases ms ricos, o mejor, donde la riqueza
se distribuye ms, se inventaron soluciones dignas, acertadas o no.
Las ciudades-jardn inglesas de fines del siglo XIX, se
empearon en dar hbitat saludable y evitar los hacinados
suburbios industriales. Y ese modelo fue retomado en la
dcada del 40 al 50 en muchos pases latinoamericanos gobernados por polticas ms distributivas o populares.
El monoblock de la arquitectura del racionalismo internacional modelo de raz ms socialista colectiva intent desde
los 60 albergar a muchos, en mayor densidad y menor costo
por unidad. Se cambi el verde privado de la ciudad-jardn por
los espacios verdes pblicos de los conjuntos (Grands
ensembles). Pero la presencia del Estado se hizo ms necesaria: promoviendo, regulando e invirtiendo. No es una solucin
autogestionable por sus usuarios, requiere grandes operaciones intensivas, no es claro su proceso de mantenimiento.
Mientras la ciudad-jardn (barrio obrero) se fue reciclando en bonitos entornos de una clase social progresista, los grandes conjuntos de monobloques se deterioraron, fsica y socialmente, transformndose en ghettos
de excluidos o en refugio de alienacin e inseguridad.
Cuando se demoli el conjunto Pruit Igoe, en St. Louis,
USA, Robert Stern calific el hecho como la muerte de la
Arquitectura Moderna, sus tipos, sus utopas...
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Consecuencia: Explosin de villas miserias, favelas, barriadas en todas las grandes y medianas aglomeraciones
urbanas del continente. Y all donde el paternalismo populista sobrevivi, en lugar de tantas informalidades invasoras, se invadieron legalmente terrenos marginales,
alejados, sin servicios, y se hicieron casas como cajitas de
fsforos. Todas iguales, sin urbanismo, sin ciudad, sin ambiente o destruyndolo y consagrando la exclusin.
Sustentabilidad en la certidumbre
Sera el camino deseable. El Estado vuelve a asumir
la cuestin e invierte en vivienda social, para evitar
deseconomas en enfermedades, delincuencia, largos
desplazamientos, impactos ambientales, marginalidad y
otras yerbas malas. Pero para eso ya no puede encajar a
la gente en latas de aceite o cajas de fsforo, y sobre
todo, mal localizadas.Ya se sabe que eso tiene
externalidades negativas.
Debe hacer hbitat, ms que viviendas. Ocupando
vacos con dotacin de servicios dentro de la trama ya
urbanizada, mediante un banco de tierras propias, o me-
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Sustentabilidad en la incertidumbre
All donde perduran altas tasas de natalidad o de inmigracin interna, el crecimiento explosivo no puede ser abastecido de hbitat por un Estado a su vez empobrecido.
Muchos pases de Amrica Latina, o provincias pobres
de la misma Argentina, son impotentes para hacer hbitat
a este ritmo violento de crecimiento. Y entonces el modo de
construir de los excluidos, surgido de su propia lgica de
incertidumbre, de improvisacin, no tiene rival.
Sus patrones consagrados difieren de ambiente en
ambiente. En Brasil se invade tierra, primero se coloca
una casucha, luego se edifica algo, luego crece generalmente hacia arriba y se apian en lotes mnimos, con
mucha vida en las pequeas calles de vinculacin.
As describe el Socilogo Eber Marzulo este proceso (1).
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06
12 de Julio de 2004
Sustentabilidad y economa
De la exclusin a la
inclusin econmica
Miremos hacia adentro, hacia la hereja a la que
tememos. Exploremos una entre otras alternativas
posibles. Y no digamos de entrada que no, descredos de la posibilidad de aplicar buenas polticas
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Regiones de Desarrollo
Hemos probado este modelo en decenas de proyectos o planes de desarrollo (2).. Una de sus condiciones ms ventajosas sera la organizacin y gestin microrregional. Por ejemplo, una microrregin
de 300.000 habitantes, podra crear unas 1.000
PyMes, disponiendo de un fondo de crditos de tan
slo U$S 3 millones), que adems puede crear un
fondo rotativo de diez aos. Con lo que amortizan
los primeros beneficiarios, se atiende a otros demandantes. Se crearan as 10.000 PyMes, generando 20
30 mil empleos directos, el 25% de la poblacin
econmicamente activa de esa microrregin, ms
que los desocupados existentes en los momentos de
mayor crisis en Argentina.
En cada microrregin es ms fcil planificar el desarrollo con la participacin de los actores sociales, y
llegar por consenso a la identificacin de objetivos, alcances, proyectos y modos de organizacin. Cada
microrregin se conoce bien a s misma, tiene identidad, corresponde a un clima, a un ambiente... puede
proteger mejor su sustentabilidad!
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La Sustentabilidad
Este modelo apunta al crecimiento, pero distribuido, a
escala humana. Por lo tanto produce inclusin y equidad.
Y tiende a manejar bien los ecosistemas, por la propia escala, la diversidad y la base productiva local.
Sustentabilidad es buen manejo, econmico, social y
ecolgico.
Slo requiere honestidad y buen entendimiento. Si los
montos referenciales citados sufren mermas por coimas, demoran en llegar a destino, o se echa mano de ellos para
tapar errores en otras reas, no se producir el cambio. Pero
tampoco si se centraliza esta poltica, y se la dictamina desde algunos iluminados, sin disearla para cada regin o
microrregin, y con sus propios autores locales.
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(1) Yunus, Muhammed Hacia un mundo sin pobreza, Editorial Andrs Bello, 1997.
(2) Se refiere a planes estratgicos de desarrollo local o microrregional realizados
por la Fundacin CEPA, como el de la microrregin de Salto Grande
en Entre Ros, Argentina, 2000/2001.
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07
3 de febrero de 2006
Sustentabilidad y empleo
La crueldad laboral
Habr que buscar nuevas formulas de
articulacin entre creatividad y seguridad laboral
que en realidad pueden ser reeinterpretaciones
de prcticas ancestrales...
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Cuando pareca que faltaban vientos para motivar estas breves reflexiones, me surgen nuevos vendavales.
Vi en un film, como de comedia americana, no exento
de simpata y humor, cuando sent un desprecio no desconocido, que ya me haba provocado antiguas nuseas frente a uno de los episodios del tema de la pelcula.
Un padre de familia de 50 aos recibe el mismo da
dos noticias que cambiarn el curso de su vida. Su esposa, espera un hijo, cuando es ya una mujer madura y esa
circunstancia lo llena de bros juveniles. Pero en el trabajo, siendo jefe de publicidad de una importante revista, es despedido para ser remplazado por un jovencito e
inexperto de 26 aos.
A ese despido le seguirn varios de antiguos colegas de
oficina, y siempre de manera despiadada, sin resguardos
sociales. Surge en todos ellos, y en especial en el protagonista, el terror de la inseguridad laboral, pues sin empleo
con ms de 50 aos se es, para ese tipo de sociedad, algo a
si como un viejo prematuro, un exilado en su casa.
Claro que a veces las polticas de proteccin laboral,
como las que desarroll el Estado de Bienestar, desde las
huelgas de inicio de siglo hasta la introduccin del neoliberalismo en los 80 y 90, provocaron excesos de proteccionismo. Creando injusticias tambin para la parte patronal,
ante empleados de baja calidad, o promoviendo vicios de
falta de creatividad y escasa productividad, en algunos empleados pocos dedicados a su trabajo.
Pero el extremo opuesto es un huracn mucho ms
maligno.
Se acaba de realizar en Davos, Suiza, uno de los fa-
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08
7 de febrero de 2005
Sustentabilidad y turismo
Pg. 73
Pg. 74
tendi en los pases ms desarrollados hasta aproximadamente 1980, con ms de un siglo de consolidacin
de la organizacin social del turismo, en la forma de enormes contingentes que comenzaron a viajar por el mundo,
y constituyeron quizs el impulso principal de la movilidad
organizada, que ms tarde cambiara el mundo. Los viajes
en tren, en vapor, luego los intercontinentales tanto por
mar como por aire, y finalmente la movilidad generalizada
en la poca de la globalizacin.
La movilidad no fue objeto de crisis profundas, pues
los sistemas organizacionales y tecnolgicos avanzaron
de tal modo, que disminuy proporcionalmente el riesgo
del viaje, su precio, y la facilidad para su adquisicin y su
concreto desempeo en la prctica. Hace ya dcadas que
viajar es fcil, seguro y relativamente barato. Pero hay
dos aspectos de verdadera alarma que se instalaron fuertemente en ese mismo lapso de tiempo: uno es de carcter socio-cultural, referido a la invasin de turistas
sobre sitios de gran patrimonio cultural, y su impacto
identitario; el otro es de carcter ambiental, referido a la
invasin de turistas sobre ecosistemas frgiles, que han
atentado contra la biodiversidad y la forma de vida de
las poblaciones locales.
Todo es turismo
Esa gran movilizacin no slo se da por motivos tursticos. Tambin realizan tours, todos los que viajan por
razones laborales o culturales. Las redes empresariales
globales, los centros de congresos y convenciones, son
algunas de las modalidades recientes, que tambin han
visto aumentar enormemente el nmero de viajes no
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de atender a tantas demandas individualizadas y por motivos tan diversos. La idea del paquete turstico organizado, se va sustituyendo por la idea de recorridos o tours,
que combinan trabajo, placer, descanso, deportes, experiencias culturales, amistad, y que requieren que la oferta
de atractivos sea ms flexible y variada, y las formas de
movilidad incorporen tambin fuertemente la movilidad
improvisada individual. El automvil alquilado, los pasajes en tren que permiten mltiples escalas en el tiempo a
libre eleccin, son algunas de estas nuevas modalidades.
Esta difcil ecuacin, donde todo es turismo, en el marco
del final del turismo organizado por paquetes preestablecidos,
nos seduce y amenaza por igual, como unos vientos muy
verdes y muy polvorientos al mismo tiempo.
La parte verde, es que emerge as la posibilidad de
una distribucin mucho ms equitativa e inclusiva de
las oportunidades de oferta turstica. Cada punto del
territorio, patrimonio o simple poblado, paisaje rural o
centro metropolitano, hoteles equipados para congresos y convenciones o pequeas posadas y habitaciones alquiladas, es posible y necesario, y est generando una gigantesca red o sistema de oportunidades, que
revolucionan el mercado de trabajo de manera tan fuerte como lo fue la revolucin industrial. Pero mejor an,
porque sta produjo migrantes del campo que abarrotaron la periferia de las ciudades, desequilibrando el
buen uso de la Casa Tierra, mientras que la movilizacin actual pesa ms levemente sobre el conjunto del
territorio y devuelve habitantes al interior, a los confines
ms puros del planeta.
La parte polvorienta, que siempre existe, es la nece-
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09
21 de marzo de 2005
Sustentabilidad y sociedad
La sociedad de la confianza
No hay sustentabilidad sin confianza.
La sustentabilidad requiere de la participacin de todos
los sectores, con esfuerzos propios y ayudas mutuas
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Recuerda el lector esa reciente pelcula La tormenta perfecta? Como en ella, donde se juntan varios ciclones, huracanes y otras formaciones perversas del cielo, uno de los vientos ms terribles que azotan nuestra sociedad y amenazan destruirla, es el viento de la desconfianza.
Est claro que la condicin humana es imperfecta
como buen sistema viviente tiende siempre a la entropa,
que en buen castellano quiere decir a la generacin de
conflictos, y todas las religiones han reconocido esa
condicin con palabras parecidas a la de pecado.
Por ello no nos vamos a sorprender, sera una ingenuidad imperdonable, de ver al prjimo como alguien
capaz de generarnos un conflicto (los pecados capitales,
y algunos otros ms provincianos pero igualmente molestos) y que, por ello, le tengamos desconfianza.
Tambin es cierto que, en parte, nuestra sociedad o
nuestras formas de vida asociada segn diferentes tipos de cultura, han creado su organizacin sobre la base
de arbitrar entre las desconfianzas de cada individuo,
para lograr un mnimo de articulacin en la confianza
colectiva. Qu otra cosa son sino las Leyes, las Constituciones Nacionales, los Acuerdos Internacionales, etc.?
Juan Jacobo Rousseau dio formato moderno, en el Siglo
XVIII, a esta bsqueda ya claramente explcita entre los griegos clsicos, cuando escribi su propuesta del Contrato Social. Que, en buena medida, dio lugar a la sociedad burguesa organizada y victoriosa que gobern el mundo occidental
durante todo el Siglo XIX y buena parte del Siglo XX.
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siempre al caos, y genera entradas o alimentaciones equilibrantes, para evitar la dispersin (los vientos arrasadores)
que pulen cruelmente toda diversidad, toda protuberancia,
todo lo que no est exactamente en su punto.
Por ello surgi el Estado benefactor, como el New Deal
de Roosevelt, que sac de la cruel crisis del 30 a Estados
Unidos. Corriente socioeconmica que seguira hasta los 70,
generando la poca de mayor crecimiento en el mundo, y que
entrara en crisis por los excesos de presencia del Estado, y la
voracidad ya incontenible de los mercados.
En la ley exclusiva de los mercados (darwinismo a la letra) todo es contienda, la regulacin se limita a la fuerza de
lo mejor o de lo mejor vendido, aunque no sea imprescindible y, lgicamente, esa competitividad descarnada, incontenida, voraz, no se mueve en un horizonte de confianza. Las
reglas econmicas de los esfuerzos cooperativos, de las redes, de la proteccin a los dbiles, desaparecen o quedan
slo minimizadas en acciones de beneficencia, y la confianza termina arrasada por una tormenta perfecta de vientos en
todas las direcciones.
No hay sustentabilidad sin confianza. La sustentabilidad requiere de la participacin de todos los sectores, con esfuerzos propios y ayudas mutuas, donde se
defiende lo local pero con responsabilidad global, donde es preferible compartir que competir, integrar que dividir, unirse al vecino que levantar muros hacia l.
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4 de julio de 2005
Sustentabilidad y proyecto
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El lunes 20 de junio de 2005, en su seccin de noticias nacionales, el Diario El Plata public a pgina entera un artculo titulado El drama de los jvenes que viven sin proyectos.
Hace ms de 30 aos que bregamos por el paradigma del proyecto como verdadero camino para una autntica y profunda liberacin de la mejor condicin humana. Nuestra entidad se fund en 1974 con el nombre
de Centros de Estudios y Proyectacin del Ambiente,
que an hoy resulta difcil de pronunciar. Desde aquel
entonces lo principal que tratamos de ensear, o de
compartir en el aprendizaje con miles de alumnos, es
la proyectacin ambiental, que hoy, ms serenos y quizs ms esenciales, podemos traducir como la pasin y
las tcnicas por proyectar integralmente las mejoras de
los sistemas socioambientales. En 1999 escrib Del
Titanic al velero, cuyo subttulo es La vida como proyecto, dejando an ms en claro que es un paradigma
no slo del conocimiento cientfico y cultural, sino de
un estilo de sociedad.
Pero estas anticipaciones, estas utopas, parecen volverse tangibles cuando uno encuentra en un diario argentino que se ha hecho un estudio en la provincia de Buenos
Aires determinando que el 21% de los jvenes de ms de
18 aos viven sin proyectos y esto genera condiciones dramticas de vida. Lgicamente, el 12% de estos jvenes
lleva aos excluido del mbito laboral.
Otros datos vuelven an ms elocuentes estos dramticos testimonios. Los jvenes no se identifican con
sus ciudades y apenas un porcentaje del orden del 15 al
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capitalista salvaje, y la corrupcin de muchas estructuras y sectores de poder, nos fueron llevando hacia el
no te mets que es una forma generalizada de no
hacer proyecto. Los hijos de esas generaciones, los jvenes de hoy, aprendieron a desconfiar, des-solidarizarse y, por ltimo, a no sentir ni la educacin ni el impulso para concebir proyectos. Para este caso histrico
donde el mundo entero se pregunta por qu Argentina est as quizs muchas veces se es excluido porque no se tiene proyecto.
Causa o efecto. La exclusin como causa o la exclusin
como efecto. En cualquier caso es un indicio terrible porque
est en la naturaleza misma de nuestros problemas ms
profundos, antes que en su fenomenologa aparente.
Sentimos un cierto orgullo en haber bregado desde siempre por la nocin proyectual como condicin bsica de la
vida, ante estos testimonios del drama de su falta. Pero
ello renueva nuestra lucha, nuestra pelea de enamorados,
por la educacin, por proyectos, porque creemos que ser
realmente el camino de la verdadera inclusin.
Es fundamental reclamar la condicin de actor social ante la necesidad de cambios profundos que la sociedad ya avizora. Pero es mucho ms importante que
todos descubran su capacidad autoral, o co-autoral,
para ser artfices de ese mismo cambio, con proyectos
propios, de grupo, y de sociedades enteras, y que ese
proceso promueva la aceleracin del cambio con brava de epopeya histrica.
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22 de julio de 2005
Lo concreto y lo virtual
Slo en los espacios pblicos, en los espacios del
no anonimato, es donde se puede construir una
sociedad con identidad y fuerza de cambio
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15 de agosto de 2005
Sustentabilidad y gobernabilidad
Vientos contnuos,
vientos de concordancia
La planificacin participativa se hace entre todos, y
se sobreentiende que se recicla a s misma, pues la
participacin abierta se renueva
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Todos sabemos al menos casi todos los que pensamos para el bien que es mejor prevenir que curar. Para
eso, hace unos 150 aos comenz a desarrollarse la ciencia de la planificacin, que quizs se estructur recin
con Patrick Geddes a inicios del siglo XX. Se consider
primordial pensar antes de actuar, entendiendo que lo
prioritarioactuar de inmediato poda ser insuficiente, apresurado y hasta contradictorio.
Nuestros vientos dainos provienen casi siempre del
actuar irreflexivo, improvisado o manipulado por conveniencias singulares - corruptas. En esta nueva mirada ms reflexiva, hasta el consagrado maquiavelismo
(el fin justifica los medios) puede resultar horroroso:
muchos huracanes destructivos tomaron forma en su
honor! La bomba atmica sobre Hiroshima ha sido quizs el ms erudito de esos horrores.
Pero tambin la planificacin clsica sabe provocar vientos persistentes de agobio, de asfixia: dirigismo, centralizacin, detenimiento arbitrario de la incertidumbre de los sistemas vivos, como los humanos y los sociales. No es casual
que el militarismo ilustrado y dominador siempre haya amado
la planificacin. En realidad, la inventaron, con sus movimientos de estrategia y tctica, con sus batallas pre-figuradas. Pero tambin les fue muy til cuando la utilizaron para
maniatar ideas y libertades.
Un viento refrescante, humectante, con olor a verde, es
la planificacin participativa. Se hace entre todos, y se sobreentiende que se recicla a s misma, pues la participacin
abierta se renueva (por naturaleza social) en lugar de perpetuarse como el poder, an el democrtico, que a veces se
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5 de octubre de 2005
Sustentabilidad y planificacin
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nos o malficos, sino de modificar las causas que provocan esos efectos. He ah la gran diferencia: planificar
para cambiar benficamente la realidad o para evitar que
los daos o efectos negativos se propaguen.
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cer y sub-urbanizarse?
Velocidad y stress: Por qu hay que facilitar la velocidad de llegada cada cual su automvil, su histeria de
falta de tiempo en lugar de actuar para acortar distancias y traslados?
Longevidad y mala vida: Por qu hay que desperdiciar
la oportunidad del aumento de la esperanza de vida, provocndonos colapsos de salud por stress, accidentes,
mala alimentacin y tantas enfermedades de la civilizacin consumista-productivista?
Naturaleza y negacin de la naturaleza: Por qu para salvar la naturaleza debemos separarla de la sociedad (prevenir sus efectos negativos habituales) en lugar de educar y articular bien la sociedad y la naturaleza (modificar
las causas)?
Esta enumeracin podra ser infinita. En muchos de los
artculos breves que denomin Vientos Verdes ya he abordado algunas de estas trascendentes cuestiones. La sociedad que construimos y heredamos de los ltimos siglos est
montada sobre algunas premisas falsas o agotadas, o al
menos parcialmente fragilizadas. Ya no basta con atenuar
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(1) Alude al libro Crnica de una muerte anunciada, de Gabriel Garca Mrquez.
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9 de septiembre de 2005
Sustentabilidad y mercado
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Escrito el 2 de octubre de 2005 desde Recanati- Italia
Sustentabilidad y cultura
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Escrito el 9 de octubre de 2005 desde la Autostrada Ancona - Miln, Italia
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Escrito el 20 de octubre de 2005 desde Barcelona - Espaa
Sustentabilidad y globalizacin
La latinoamericanizacin
de la ciudad
Creo que hay mucha inteligencia y experiencia en Amrica
Latina, surgida de sus propias crisis e impactos, y que lleg la
hora que el flujo de conocimientos y las alianzas de cooperacin sean en los dos sentidos: desde Europa hacia Amrica
Latina, y desde Amrica Latina a Europa.
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Es alucinante vivir una poca donde los pases centrales se llevan no slo nuestras riquezas sino tambin
nuestra juventud, y esa mixtura rompe las formas slo
extractivas de la dominacin. Ahora resulta un mundo
nico, con problemas diferentes en sus causas (la riqueza, la pobreza, la inclusin, la exclusin) pero con efectos similares y necesidad de desarrollar con mayor humildad las bsquedas integradas de solucin.
Vientos huracanados (a la moda): arrasan por doquier.
Cuanto ms preparados estemos, menos dainos sern. Debemos globalizar la cooperacin, para comprender las formas globalizadas de insustentabilidad (emigraciones, exclusiones, concentracin de riquezas y pobrezas, consumismo,
motorizacin y movilidad exagerada, urbanizacin desenfrenada y otras plagas de este tiempo), reconocer las formas locales de solucin y enfrentarlas sin dilacin.
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Escrito el 11 de octubre de 2005 desde Asolo - Italia
Sustentabilidad y belleza
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Mi amigo Manuel Cuadra, peruano-alemn, me recordaba hace poco que en lugar del ttulo dado a una reciente
Bienal de Venecia: More ethics, less aesthetic, l cree en
la necesidad de ms tica y ms esttica, inseparables.
En Asolo, sobre las pendientes del Monte Grappa, en
el Veneto italiano, nunca tuvieron dudas al respecto. Y desde el Palacio (Villa) ms aristocrtico a la casa ms popular, desde la Piazza del Duomo a las callecitas estrechas,
peatonales, todo es bello. Lo era hace 5 siglos, cuando la
reina Catalina Cornaro la eligi como sede. Y sigui
sindolo por siglos, cuando la descubrieron Eleonora Duse,
la gran actriz, y Robert Browning, el gran poeta.
O cuando la eligi el genial arquitecto Carlo Scarpa,
en 1960, para vivir.
Es que se puede amar y cuidar algo que no tenga alguna belleza, exterior, interior, en una mirada amistosa,
en una mano tendida, en una artesana, en un arte, en una
produccin sin alaridos de prepotencia, en una ventana
con flores humildes, en un cultivo cuidado? Todos, a coro,
en Asolo, hicieron belleza para hacerla sustentable. Y as
contina, autoconservada, con turismo para ayudarla, pero
real, verdadera, an fuera de temporada.
Me deca ayer mi an maestro Sergio Los, que el
alma estaba una vez fuera del cuerpo, y el cuerpo estaba dentro del alma (Dante). Con el alma fuera, las personas (mscaras) se encontraban, como civis (conciudadanos- estar juntos) y deban solidariamente construir el
ambiente. Por eso (sobre todo en la concentracin urbana) cada ncleo, cada familia, cada persona, giraba la
casa, retiraba la puerta, apoyaba un alero, moldeaba un
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Escrito el 20 de octubre de 2005 desde Mxico
Sustentabilidad y arquitectura
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apariencia de calma, formas de pastel o torta de crema. Tiene la seduccin de la belleza de una mujer de
mrmol. Fra, eterna, exportable, sin familia reconocida, y por lo tanto se puede comprar y vender, llevar de
Grecia a la mansin de un magnate, subastar, en definitiva, integrarse fcilmente a las reglas del mercado y
su estilo tonto de prestigio.
En la misma publicacin, ms abajo, en la misma pgina, hay una bonita foto del Barrio de la Alfama, de la
misma Lisboa, cuyo origen se remonta a los orgenes
milenarios de esta ciudad.
All no hay vientos huracanados ni sucios. Hay una suave brisa primaveral, para cada ventana florecida, de una
familia urbana musical y atrapadora como un ensueo.
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Octubre de 2005 desde Mxico
Sustentabilidad e insustentabilidad
Katrina y Wilma,
dos damas huracanadas
Pobreza, incorrecto manejo de las obras de infraestructura,
incorrecto manejo de las urbanizaciones y de la ocupacin
de las riberas, insustentables formas de turismo, son algunas
de las causas profundas que hacen posible que se sinergicen
y se vuelvan ms terribles an los efectos
de estas damas huracanadas...
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Empec a escribir estas breves reflexiones sobre vientos, y en el ferviente deseo de que se vuelvan verdes,
muchos meses antes de esta racha de terribles huracanes que han azotado al Caribe y sus pases vecinos durante el segundo semestre de 2005.
La alta recurrencia (mayor periodicidad con la cual se
producen ahora estos terribles fenmenos), y su aparente
aumento de potencia, hacen que empiece a ser una esperada tragedia de todos los aos, aquello que hasta hace
poco eran acontecimientos sorpresivos y aislados.
Estaba en Colombia, a fines de septiembre, cuando
el Katrina estaba barriendo las costas de Nueva Orleans
y provocando gigantescas tormentas tropicales a su paso
y a miles de kilmetros de distancia, como era el caso
de las cordilleras colombianas.
Todos los medios de comunicacin y la ms sencilla conversacin popular se referan permanentemente a lo que haba acontecido con el Katrina en el sur de los Estados Unidos
de Norteamrica. Frente a los daos de semejante huracn,
la defensa civil norteamericana fall gravemente, pero sobre
todo porque el mayor dao lo caus la ruptura de un cercano
dique que no soport la inusitada crecida de sus aguas.
Se pudo saber poco despus que ingenieros militares norteamericanos haban previsto que ese dique se poda romper
y solicitaron slo 10 millones de dlares para repararlo.
Esta medida no fue tomada, y segn la opinin de los
expertos el mayor dao lo caus la ruptura de ese dique
y la expansin de sus aguas sobre zonas habitadas.
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invadiendo las zonas de bordes costeros, que fueron literalmente barridos por las olas y los vientos. Mientras
tanto, otros hoteles o posadas ms modestos, y colocados a cierta distancia del mar, pudieron volver a funcionar pocos das despus.
Cancn y toda la ribera maya fue desvastada en sus
infraestructuras, pero tambin en su falsa identidad. No
es posible desarrollar un estilo de vida y unas arquitecturas tan insustentables, sin recibir alguna vez alguna
afrenta celestial.
Las hordas de pobres pobladores que saquearon supermercados, llevndose no slo comida sino electrodomsticos u otros artculos no de primera necesidad,
son una clara evidencia de que all se manifest la bronca, la rabia, de un modelo de desarrollo insustentable
y desagradable para la misma sociedad que los sostiene con su pobreza.
Pobreza, incorrecto manejo de las obras de infraestructura, incorrecto manejo de las urbanizaciones y de la
ocupacin de las riberas, insustentables formas de turismo, son algunas de las causas profundas que hacen posible que se sinergicen y se vuelvan ms terribles an
los efectos de estas damas huracanadas, que en realidad parecen matronas enojadas por las travesuras de
alguno de sus hijos, frente a los verdaderos huracanes
de dolor que causan los autores de las iniquidades humanas antes descriptas.
Ser que estamos frente a las tan famosas 7 plagas
de Egipto, que antes del Juicio Final iban a abatirse sobre este pobre mundo?
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En todo caso los tsunami, los huracanes, los terremotos, cada vez ms frecuentes (cambio climtico?) y con
consecuencias cada vez ms terribles (insustentabilidad
de la ocupacin del territorio?), parecen asemejarse a esas
bblicas plagas.
Verdes eran los vientos y verdes volvern a ser.
La insensatez humana no puede apoderarse de la condicin humana.
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5 de junio de 2005
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Ayer y hoy sent una gran intranquilidad. Vientos tristes, pesados, lentos, pasaban a mi alrededor.
Hoy al medioda me lleg de Italia la noticia de la muerte de Giancarlo de Carlo, gran maestro, mejor amigo.
Ahora el viento est ms ligero y suave. Ya habr
pasado su cortejo alado con msica de Gustav Mahler, y
como siempre, Giancarlo nos dej esperanzas.
Haba nacido en Gnova hace 83 aos, de padre italiano y madre chilena. Pero vivi y muri en Miln, que
casi nunca lo honr ni le dio trabajo.
Recuerdo que en 1989 fuimos invitados a realizar una
muestra de CEPA, nuestra entidad, en el Politcnico de
Miln. Puesto a organizar mi presentacin, prefer invitar
a Giancarlo y a Toms Maldonado como comentaristas.
Giancarlo lo hizo a pesar de ser la primera vez que era
invitado al Politcnico por m! donde nunca dio clases ni conferencias.
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Honestidad intelectual,, deslumbrante, con autoridad ilimitada, con testimonios tan emocionantes como inquietantes. Un ser humano completo, rinascimentale, mezcla de Che y Victor Hugo, de F.LI. Wright y Walter Gropius,
de Calvino y Verdi.
Italiansimo pasional, grandilocuente, de enorme cultura humanista pero amante de la prudencia intelectual
de la cultura inglesa. Antiprepotente, pero de convicciones firmsimas.
Su viento es verdsimo y muy joven. Quizs apenas
adolescente para este mundo a renacer. Y merece el epitafio de una estrofa potica de Robert Frost:
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(1) Desde 1925 el Movimiento Moderno se codific en algunas reglas inmutables, que lo
convirtieron en un estilo repetitivo, llamado precisamente como si ello fuera una virtud,
Estilo Internacional (ver Viento Verde 19 Vamos hacia una globalizacin esttica?).
(2) El Post-Modernismo tuvo su auge entre 1970 y 1990 y produjo una inteligente crtica a la
arquitectura demasiado racional, pero se desvi hacia un vale todo, de eclecticismo formal.
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Tercera parte
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Rubn Pesci
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Rubn, desde el ngulo del lder, desde el ngulo del hombre que
inspira, qu ocurrir en la subsiguiente etapa, en torno a la relacin
entre Rubn Pesci y Flacam ?
Rubn Pesci
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Bueno, de alguna manera es una consecuencia. Creo que la ciudad sigue siendo una
forjadora de pensamiento, pero en la medida que
pierde su escala, que pierde aquella levedad en
sus relaciones, que se transforma en estresante,
que es impactante, crece la desconfianza, crece
la violencia, crece la inequidad, crece la exclu-
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Lo de medio ambiente es otra mala traduccin espaola. Cuando en una oportunidad impart
una conferencia en Italia, hace 35 aos dije medio
ambiente y me respondieron: la mitad de qu?...
Esta fractura se puede corregir diciendo medio ambiente natural, medio ambiente cultural, medio ambiente social, medio ambiente poltico, pero
siempre como parte del ambiente que es una unidad. Precisamente esa es la gran riqueza del concepto ambiental que de entrada, desde su propia definicin, se plantea como una integralidad, de un sistema complejo de cosas inter ligadas: La trama de
la vida, segun F. Capra. Entonces creo que esta
distincin evidentemente est cada vez ms clara.
Pero hablemos de Ambiente y sustentabilidad que es lo que me preocupa en este momento. Nosotros seguimos insistiendo, por eso nos
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Editorial CEPA
Editorial
Vientos Verdes
Rubn Pesci- 2006
Coleccin de Ensayos
La Ciudad in-urbana
V
SU einte
ST ide
EN as
TA so
BIL bre
IDA la
D
La Ciudad de la Urbanidad
Rubn Pesci- 1999
La sustentabilidad Hoy
Fundacin CEPA-2005
Coleccin Proyectos
Parque Costero del Sur
01
COLECCIN SUSTENTABLE
Editorial CEPA
Editorial
Fundacin CEPA
CEPA es una organizacin no gubernamental
creada en 1974 para abordar -con la visin integradora del enfoque ambiental- proyectos y
acciones destinados al mejoramiento de la calidad de vida y el desarrollo de las condiciones
del hombre, en el marco de su necesaria articulacin con la naturaleza, su genuina identidad
cultural y el ejercicio autntico de sus libertades.
Proyectacin Ambiental
FLACAM -1995
De la Prepotencia a la Levedad
FLACAM, Paradigma y Pedagoga
para la sustentabilidad.
Ruben Pesci, Jorge Prez, Lucia Pesci-2002
Formacin y Proyecto
Otras vas para el Tercer Sector
Fundacin Gas Natural- FLACAM- 2004
Revista A/mbiente
(Edicin impresa desde N 1 a 86)
Desde 1979 hasta 2001
Rubn Pesci
www.revista-ambiente.com.ar