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El Alma de La Toga

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EL ALMA DE LA TOGA. QUIEN ES ABOGADO.

NGEL OSORIO Y GALLARDO.

El autor menciona que urge reivindicar el concepto de abogado, ya que en muchas ocasiones se es participe de honores que no nos corresponde y de vergenza que no nos afectan, de igual manera pone como ejemplo la concepcin que se tiene del abogado en Espaa , en donde l hace mencin en que hay que acabar con ese equivoco concepto, merced al cual la calidad de abogado ha venido a ser algo tan difuso, tan ambiguo, tan incoercible; la abogaca no es una consagracin acadmica, sino una concrecin profesional, nuestro ttulo universitario no es de abogado, sino de licenciado en derecho, que autoriza para ejercer la profesin de abogado. Hace una descripcin de la universidad donde se sale sabiendo poner garbanzos de pega en los rieles del tranva, acosar modistas, organizar huelgas, etc. En el abogado la rectitud de la conciencia es mil veces ms importante que e tesoro de los conocimientos. Primero es ser bueno; luego, ser firme; despus, ser prudente; la ilustracin viene en cuarto lugar; la pericia en ultimo. No se hacen con el ttulo de licenciado, sino con las disposiciones psicolgicas, adquiridas a costa de trozos sangrantes de la vida. Abogado es, en conclusin, el que ejerce permanentemente la abogaca, los dems sern licenciados, pero licenciados en derecho nada ms. LA FUERZA INTERIOR. El hombre, cualquiera que sea su oficio, debe fiar principalmente en si. La fuerza que en s mismo no halle no la encontrara en parte alguna. Fuera de nosotros estn todas las sugestiones, el doctrinarismo contradictorio para sembrar la duda, el sensualismo para perturbar nuestra moral, la crtica para desorientarnos, el adversario para desconcertarnos, la injusticia para enfurecernos. Nosotros somos los nicos que no ejercemos a solas como el mdico, el ingeniero o el comerciante, sino que vivimos en sistemtica contradiccin, hemos de afrontar constantemente el peso de la injusticia, injusticia hoy en el resultado de un concierto donde pudo ms la fuerza que la equidad; injusticia maana en un fallo torpe; injusticia otro da en el cliente desagradecido o insensato; injusticia a toda hora n la critica apasionada o ciega. En cuanto estas injusticias nos preocupen, perderemos la brjula para lo porvenir o caeremos rendidos por una sensacin de asco.

Frente a tan multiplicadas agresiones, la receta nica: fiar en s, vivir la propia vida, seguir los dictados que uno mismo se imponga y desatender lo dems. Ninguna de las cuatro virtudes cardinales podra darse sin el aderezo del desdn para con todo aquello que las contradice. El abogado tiene que comprobar a cada minuto si se encuentra asistido de aquella fuerza interior que ha de hacerle superior al medio ambiente; y en cuanto le asalten dudas en este punto debe cambiar de oficio. LA SENSACIN DE LA JUSTICIA. Un literato ha dicho que el derecho es como una mujer casquivana que se va detrs de cualquier hombre que haga sonar espuelas. Los atributos de usar y disponer que en lo antiguo aparecieran como cosa sagrada, yacen ahora hechos pedazos por las leyes de expropiacin forzosa, por las de cultivo adecuado y aun por simples ordenanzas municipales. Postulado: que lo que el abogado importa no es saber derecho, sino conocer la vida. El derecho positivo esta en los libros, se busca, se estudia y en paz. Pero lo que la vida reclama no est escrito en ninguna parte. Quien tenga previsin, serenidad, amplitud de miras y de sentimientos para advertirlo, ser abogado; quien no tenga ms inspiracin ni ms gua que las leyes, ser un desventurado ganapn. Por eso digo que la justicia no es fruto de un estudio, sino de una sensacin. Smmum jus sumiria injuria, lo bueno, lo equitativo, lo prudente, lo cordial no ha de buscarse en la gaceta. Viene de mucho ms lejos, de mucho mas alto.. LA MORAL DEL ABOGADO. Alguien teme que existan profesiones caracterizadas por una inmoralidad inrinseca e inevitable, y que, en tal supuesto, la nuestra fuese la profesin tipo. La abogaca no se cimenta en la lucidez del ingenio, sino en la rectitud de la conciencia. Esa es la piedra angular: lo dems, con ser muy interesante, tiene caracteres adjetivos y secundarios. Apartmoslo como excepcionales y vengamos a los mas ordinarios, que, por lo mismo, son los ms delicados y vidriosos. 1. Duda sobre la moralidad intrnseca del negocio. 2. Pugna entre la moral y la ley.

3. Moralidad de la causa e inmoralidad de los medios inevitables para sostenerla. 4. Licitud o ilicitud de los razonamientos. 5. Oposicin entre el inters del letrado y el de su cliente. 6. Queda por considerar una sabrosa adivinanza que Colette Iver plantea en su originalista novela les dames du palais. nuestro oficio es hacer triunfar a la justicia o a nuestro cliente? iluminamos al tribunal o procuramos cegarle?. Cuando un abogado acepta una defensa es porque estima que la pretensin de su tutelado es justa; y en tal caso al triunfar el cliente triunfa la justicia, y nuestra obra no va encaminada a cegar sino a iluminar. EL SECRETO PROFESIONAL. Todos sabemos que el abogado esta obligado a guardar secreto y sabemos muy bien que el no guardarlo es un delito. Con saber esto parece que lo sabemos todo. Pero no sabemos nada, para algunos la abogaca es un servicio pblico por que la administracin de justicia lo es y el abogado es un auxiliar de la justicia. La equivocacin tambin es aqu evidente. La funcin del abogado fue en sus primeros orgenes, de alto patronato, de proteccin, de confidencia. El hecho de que entonces fuera gratuita y despus haya venido a hacer remunerada no quita nada a su singular dignidad ni a su grandsima elevacin, de igual manera que el sacerdote no rebaja su condicin aunque reciba un estipendio por decir misa. El abogado debe guardar el secreto a todo trance, cueste lo que cueste. El abogado en la guarda del secreto profesional, puede encontrarse en tres conflictos: conflicto con su propia conveniencia, conflicto con el inters particular ajeno y conflicto con un grave inters social. LA CHICANA. Chicana = triquiuela = enredo= arteria =mentira= embuste. El abogado debe de abstenerse en absoluto de la realizacin de todo tramite innecesario y en especial de toda articulacin puramente dilatoria, cuidndose de no entorpecer el normal desarrollo del juicio. El empleo de los recursos y formas legales, como medio de obstruccin o dilacin del procedimiento, es uno de los ms condenables excesos del ejercicio profesional, porque afecta a un tiempo la conducta del letrado que los emplea y el concepto publico de la abogaca.

La chicana es lo ms vergonzoso de la administracin de justicia, el abogado que acude a una chicana sabe que usndola se juega su prestigio y puede incurrir en el desprecio de la opinin. Si a pesar de todo la recomienda o practica, habr dado un ejemplo de abnegacin. Todo secreto est en determinar para que se use la chicana. El abogado podr dormitar la competencia cientfica, pero lo que tiene que estar siempre alerta y en centinela, es la conciencia. Lo mismo habr que enjuiciar la chicana: cosa mala en s, pero que puede tener excusa satisfactoria o puede merecer un castigo severo, todo secreto est en vivir la vida y no las frases hechas. LA SENSIBILIDAD. Puede un abogado ser frio de alma? No. Puede ser emocionable? Tampoco. El abogado acta sobre las pasiones, las ansias, los apetitos en que se consume la humanidad. Si su corazn es ajeno a todo ello. El que sabe que ganara ms o menos segn la solucin que obtenga, tiene ya nublada la vista por la codicia, pierde su serena austeridad, participa de la ofuscacin de su defendido, y lejos de ser un canal, es un torrente. Prestado el esfuerzo, otorgada la compaa cordial, ni se puede ni se debe dar otra cosa. El triunfo como el fracaso han de hallarnos no solo tranquilos, sino emancipados de su imperio. La razn es clara. Cada cliente tiene derecho a disfrutar de la plenitud de nuestras facultades, y no puede ser disculpa de nuestras torpezas la emocin de que seamos presa por el resultado de otros asuntos. El cliente tiene derecho a nuestra cultura, a nuestra palabra y, sobre todo, a nuestra prudencia en el consejo y a nuestra serenidad en la accin. El abogado es como la balanza de precisin de un laboratorio: en separndose un milmetro del fiel, origina la intoxicacin o el fraude. Hay que preparar la batalla con pasin y recibir impertrrito la noticia del resultado, tener ardor y no tener amor propio, amar y no preocuparse por el destino del objeto amado tiene caracteres de una dramtica paradoja. No es sencilla, no, la urdimbre sentimental del abogado. EL DESDOBLAMIENTO PSQUICO.

El abogado se compenetra con el cliente de tal manera, que pierde toda postura personal, pues como el actor de escena, olvida la propia personalidad, y a la realidad de semejante olvido une la positiva de ensimismarse en el papel desempeado por l. La virtud que el abogado necesita no es un verdadero y propio valer. El hombre tiene partes ms nobles que esas de pura conveniencia. El criterio, el sentimiento, las convicciones y eso no puede supeditarse a las necesidades de la defensa ni a la actitud d cada interesado. Los patrimonios del alma no se alquilan ni se venden. El abogado no es un proteo, cuyas cualidades varan cada da el asunto en que ha de intervenir. Es un hombre que ha de seguir su trayectoria a travs del tiempo y que ha de poseer y mantener una ideologa, una tendencia, un sistema, como todos los dems hombres.

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