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LA REBELIÓN DE TUPAC AMARU II
LA REBELIÓN DE TUPAC AMARU II
LA REBELIÓN DE TUPAC AMARU II
INVESTIGACIÓN
Enero de 1781: La rebelión se extiende por gran parte del sur andino,
incluyendo Cusco, Puno y Arequipa. Miles de indígenas se unen al
movimiento.
Marzo de 1781: Los rebeldes asedian la ciudad del Cuzco, pero
fracasan en tomarla debido a la resistencia de los españoles y la falta de
organización militar.
Abril de 1781: Túpac Amaru y su familia son capturados tras ser
traicionados cerca de Langui.
Consecuencias
Fuente: chatgpt
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Antecedentes
Consecuencias
Fuente: chatgpt
En el corazón de los Andes, en 1780, el pueblo indígena vivía bajo una pesada
carga de explotación y abusos de impuestos por el régimen colonial español. El
sistema de mita , los tributos obligatorios y los repartos forzosos empujaron a
las comunidades hacia la miseria, mientras que las reformas borbónicas
agravaban aún más su sufrimiento. En medio de esta realidad, un líder se alzó
para desafiar la injusticia: José Gabriel Condorcanqui, conocido como Túpac
Amaru II, descendiente del último inca.
La expansión y la traición
La Ejecución y el Sacrificio
-La rebelión de Túpac Amaru II, que inició el 4 de noviembre de 1780, fue la
primera gran revolución acontecida dentro del proceso emancipador que tuvo
lugar en el virreinato del Perú y significó un precedente para las guerras de
independencia que emergerían en América a inicios del siglo XIX.
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La región andina, desde Jujuy por Mendoza, fue la que sintió más hondamente
la sacudida profunda emanada de Tinta. El movimiento revolucionario fue en
ella tanto más intenso cuanto menos estaba alejado del foco principal de la
rebelión. Frente a las altiplanicies jujeñas, con su población indígena ya antes
de la conquista, influenciada por la civilización incaica, y débil en Mendoza
donde llegó el grito libertador ahogado, no tanto por la lejanía, como por la falta
de una capa social portadora directa y entusiasta de las ideas reivindicadoras.
Esta capa, en cambio, existía, como dijimos, en la Puna de Jujuy, donde los
indígenas padecían de los mismos males que sus hermanos de todas partes.La
obligación de mitar en la minería del Alto Perú y en las minas de oro de
Cochinoca en la región misma, había disminuido de manera pavorosa la
cantidad de indios de Santa Catalina. El rey, informado de este hecho, como
dice Cosme Bueno, ordenó no se cumpliera esta obligación. (…)El aumento de
los gravámenes, tan sentido por la población criolla, tuvo también lugar en el
actual territorio argentino. Pero de lo que más sufría la población de la antigua
gobernación del Tucumán, y especialmente la de Jujuy y Salta, era del cese de
las exportaciones a causa de la guerra con Gran Bretaña, porque la ruta
comercial del Alto Perú, riquísimo en metales, pasaba por ellas. También el
comercio de mulas pasaba por una aguda crisis a causa de la sublevación de
Túpac Amaru. Esto favoreció la labor de los núcleos revolucionarios en la
región de Jujuy, capitaneados por el mestizo José Quiroga. Quiroga, intérprete
en la reducción de San Ignacio de indios tobas, aprovechó sus relaciones para
sellar una alianza con ellos y con los indígenas del Chaco no reducidos. (…) Se
hablaba…de expulsar a los españoles y de tomar las riendas del poder por los
nacidos en suelo americano, haciendo solamente una excepción para el
sacerdocio peninsular que debía conservar sus prerrogativas.En la sublevación
de Jujuy, como en todo el actual territorio argentino, se nota la participación
muy activa de criollos en el movimiento revolucionario. (…) De manera muy
parecida como en otras partes, también en Jujuy las autoridades se llegaron a
enterar a tiempo de los preparativos para la sublevación, gracias a la denuncia
de un cura: el maestro Albarracín.(…)La Puna estaba en contacto directo con el
centro de la sublevación en el corregimiento de Chichas, Alto Perú, lindante
con Jujuy, donde el sargento criollo Luis Lasso de la Vega, el 3 de marzo de
1781, dio muerte al corregidor y se declaró gobernador de las provincias de
Chichas, Lipes y Cinti, en nombre de José Gabriel Túpac Amaru. Las
autoridades se apoderaron de las convocatorias de Dámaso Catari en los
pueblos de Rinconada, Cochinoca, Santa Catalina y Casabindo, todos ellos en
la Puna. Además, en Santa Catalina fue publicado un edicto de Túpac
Amaru.La organización del movimiento estaba planeada de acuerdo con el
centro principal del mismo y previsto su estallido para marzo, como en casi
todas las regiones altoperuanas. Pero ya a mediados de febrero los indios
tobas de la reducción de San Ignacio sellaron la alianza con los matacos no
reducidos de Chaco, de la que hablamos más arriba.Se sobreentiende que las
autoridades, al enterarse de lo que se tramaba, tomaron todas las medidas
para conjurar el peligro. (…) …nos consta que con el fracaso del ataque a Jujuy
del día 28 de marzo, señalado como fecha de la sublevación general, ésta
estaba lejos de extinguirse. El comandante militar de la ciudad, Gregorio
Zegada, habiendo convocado las milicias para enviar socorro al fuerte de Río
Negro, atacado también el día 28 de marzo, constató que no se presentaron
muchos de ellas. (…)Zegada…en aquel momento aún no conocía los lugares
donde se reunían los rebeldes. Tuvo noticia de ellos el 30 de marzo. (…) Al día
siguiente (31 de marzo) los atacó sorpresivamente tomándoles 27 prisioneros;
los restantes, como dice, “se huyeron cerro arriba, y dieron aviso a otra
cuadrilla que se hallaba allí inmediata, la que escapó sin poderlo remediar…”.
(…)Zegada…se dirigió al gobernador de la provincia Andrés Mestre, pidiéndole
socorro con el fin de castigar a los indios. Pero en aquel momento éste no
estaba en condiciones de enviárselo, porque se habían sublevado los indios de
Casco y de todo el Chaco lindante con Salta. El gobernador del Tucumán se
vio obligado a despachar las fuerzas disponibles al fuerte del Río del Valle
“para contener cualquier insulto, poniendo los destacamentos correspondientes
en las bocas de las quebradas” por donde pudiera introducirse el enemigo.
(…)Durante el mes de abril, la sublevación se extendía por toda la provincia del
Tucumán (en su antigua conformación territorial) y el apremio militar fue cada
vez mayor. (…) La movilización de las milicias de toda la vasta gobernación del
Tucumán, ordenada por Mestre, permite apreciar la amplitud del movimiento
revolucionario en el actual territorio argentino. (…)Además de la rebelión de los
milicianos riojeños, tenemos noticias de la sublevación de una compañía de
milicianos de la provincia de Salta (Belén, jurisdicción del Río del Valle),
acaecida en la misma época.
Fin de la sublevación
No menos cruel y no menos bárbara que en otras partes fue la represión del
movimiento tupamarista en el actual territorio argentino, a la sazón bajo el
mando del americano y liberal Juan José de Vértiz. (…)Juan María
Gutiérrez…, al hablar de la sublevación de 1780-1781, encuentra para ella
solamente palabras de condenación más enérgicas y para el virrey los elogios
más contundentes. He aquí lo que dice Gutiérrez (…): “Vértiz distante del teatro
de los sucesos, nombró sin demora un jefe militar apto para hacer frente a una
situación tan crítica. La elección fue siempre acertada. Valiente, sesudo,
conciliador, gallardo de presencia, insinuante de maneras, era el coronel
americano Ignacio Flores, gobernador de Mojos; este fue el que recibió la
ardua misión de vencer por la fuerza o por la templanza a los indios”.…al
coronel Flores le fue encomendada la ardua tarea; pero la ejecutó el teniente
coronel Ignacio Reseguín, segundo comandante de la expedición del virreinato
del Río de la Plata, como consta de los documentos. Flores, como presidente
de la Audiencia, naturalmente no pudo en persona capitanear todas las
expediciones, ni exclusivamente dedicarse a ellas.Reseguín desplegó su
actividad en los focos de la rebelión en el Alto Perú (hoy Bolivia), que constituía
una parte integral del virreinato del Río de la Plata. En la región andina, donde
se sublevaron los indios y los criollos, le tocó actuar al gobernador y coronel de
los “reales ejércitos de la provincia de Tucumán”, Andrés Mestre. Precisamente
del informe de Mestre del 24 de abril, dirigido a Vértiz, entresacamos el
siguiente párrafo, que constituye un testimonio elocuente del “humanitarismo”
de los altos funcionarios españoles en el Plata: “Estas novedades –dice
Mestre- me hicieron apresurar mi salida de Salta, y habiendo llegado a esta
(Jujuy), el 16, se me dio noticia que el Comandante D. Cristóbal López y el
Gobernador de armas D. Gregorio Zegada, habían logrado avanzar a dichos
Matacos y apresar el número de 65 bien armados, 12 pequeños y 12 mujeres,
la vieja que traían por adivina y que los conducía a la ciudad. Pero
considerando el disgusto del vecindario, las ningunas proporciones de
asegurarlos y transportarlos al interior de la provincia, sin un crecido costo de la
real hacienda, y que en caso de traerlos era inevitable que escapándose uno u
otro se volviesen a sus países y sirviesen estos de guía para conducir a los
otros por estos caminos que hasta hoy los tienen ignorados, con lo que
tendrían en continua alteración esta ciudad, y finalmente que la intención (…)
de estos fue la de ayudar a los Tobas, y poner a la obra sus proyectos,
incurriendo en la ingratitud que otras ocasiones, sin tener aprecio de la
compasión que se les ha mirado siempre, manteniéndolos aún sin estar sujetos
a reducción, y que su subsistencia sería sumamente perjudicial, los mandé
pasar por las armas, y dejarlos pendientes de los árboles en caminos, para que
sirva de terror y escarmiento a los demás”.La muerte de noventa seres
humanos, ejecutados por Mestre, subordinado directo de Vértiz, solamente
para amedrentar a los que quisieran sublevarse, es uno de los innumerables
actos de barbarie que rara vez se menciona; se habla en cambio sin cesar del
terror indígena que, de todas maneras, fue menos cruel, aun durante el fragor
de la lucha, que el terror desencadenado por los españoles después de ella y
en los procesos instituidos con toda calma.El mismo gobernador Mestre, en su
sentencia contra los reos de Jujuy (criollos), reconociendo que su fallo no está
dictado “por los términos de derecho”, sin embargo lo dicta, y ejecuta
bárbaramente la pena capital en diez presos. Además, recurre al inhumano
expediente de quintar a los veinte reos que no condena a muerte, y a los
dieciséis que quedaron con vida les manda estampar a fuego la señal de R
(rebelde), en la parte carnosa de la cara.…Vértiz no tomó ninguna medida
contra los excesos, de acuerdo al criterio de la época, de Mestre y su violación
del Derecho indiano. Debemos suponer que elogió la actuación del gobernador
del Tucumán ante su superior jerárquico, el ministro de Indias José de Gálvez,
ya que por intermedio de éste Mestre fue cumplimentado por el rey. Escribe
Gálvez al respecto: “…ha aprobado el rey todo lo ejecutado por V.S. así en
esta ocasión como en las anteriores inquietudes de que tiene dado cuenta; y en
prueba de lo agradable que han sido a S.M. las acertadas providencias con que
V.S. ha ocurrido a que no tomen cuerpo los excesos escarmentando a los
demás con los castigos de los principales delincuentes de la conjuración, me
manda S.M. dar a V.S. como lo hago en su real nombre las más expresivas
gracias por tan señalado servicios”.Como vemos, nada menos que el rey y el
ministro de Indias aceptaron entusiastamente las medidas bárbaras de Mestre.
Fuente: https://elhistoriador.com.ar/la-rebelion-de-tupac-amaru-en-el-actual-
territorio-argentino/
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Diapositiva 1: Título
Antecedentes de la Rebelión
Primeros pasos
Golpe Devastador
de Un Simbolo Resistencia
Reconocido como un precursor de la independencia.
Su lucha es recordada como un acto de dignidad y esperanza para los
pueblos andinos.
Imagen: Monumento a Túpac Amaru II.
Reflexión final
"La rebelión de Túpac Amaru II no fue solo una lucha armada, sino una
declaración de identidad y resistencia frente
Imagen: Paisaje andino o símbolo de unidad indígena.
Guion de exposición: La Rebelión de Túpac Amaru II
Distribución de contenido:
Guion de Urpi
1. Introducción (Diapositiva 1)
Saludo:
"Buenos días/t
4o
Dijiste:
ChatGPT
Distribución de contenido:
1. Introducción (Diapositiva 1)
Inicio:
"Buenos días, compañeros y profesora. Hoy hablaremos sobre la
Rebelión de Túpac Amaru II, un evento histórico que marcó un antes y
un después en la resistencia indígena contra la opresión colonial."
Enfoque:
"Este movimiento, liderado por Túpac Amaru II, simbolizó la lucha por la
justicia social y el fin de los abusos coloniales."
Cierre parcial:
"Hasta aquí hemos visto cómo empezó la rebelión y los factores que
permitieron su expansión. Ahora, Julio nos explicará los momentos más
críticos de este movimiento."
Captura:
"En abril de 1781, Túpac Amaru II y su esposa Micaela Bastidas fueron
capturados cerca de Langui, debido a la traición de algunos aliados
indígenas."
Ejecución:
"El 18 de mayo de 1781, Túpac Amaru II, Micaela Bastidas y su familia
fueron brutalmente ejecutados en la Plaza de Armas del Cuzco. Este
acto buscaba desmoralizar a los rebeldes, pero su impacto fue el
contrario: convirtió a Túpac Amaru en un símbolo de resistencia."
Reflexión final:
"La Rebelión de Túpac Amaru II no fue solo una lucha militar, sino una
afirmación de identidad y resistencia. Nos deja una enseñanza: la
importancia de mantener nuestra dignidad y luchar por la justicia."
Despedida:
"Gracias por su atención. Esperamos que este tema los inspire tanto
como a nosotros."
Nota: