Documento Base - Descubrir20244
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Leer en Comunidad
Jornadas de Bibliotecas Escolares Abiertas 2024
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ÍNDICE
4 Introducción a las Jornadas Leer en Comunidad
2024
4
Nos volvemos a encontrar
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Objetivo general de las Jornadas
5 Sobre la organización general de las Jornadas:
18 Anexo I
25 Anexo II
25 Recursos
28 Bibliografía
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Introducción a las Jornadas Leer en
Comunidad 2024
Nos volvemos a encontrar
Volver a la escuela a redescubrir el mundo de posibilidades que esta
des- pliega: la biblioteca -y sus misterios- se presenta como ese espacio
desa- fiante donde se palpita la libertad de elegir o dejarse cautivar por
los libros. “Un espacio desafiante” se construye con alguna cuota de
“enigma” -como diría Graciela Montes-; para que esto suceda se requiere
de una mediación que suscite el deseo de leer en las y los estudiantes y
también en aquellos ámbitos donde otras personas imprimen en ellas y
ellos huellas de significa- ción hacia los bienes culturales.
Una lectura que involucre a toda la comunidad educativa:
Situados en el paradigma de la lectura y la escritura como derechos
inaliena- bles de los cuales la escuela es garante, estas jornadas buscan
ser un aporte para la formación de lectores y escritores en un contexto
social de identida- des compartidas como es la escuela y su radio de
influencia educativa.
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Este año, les proponemos profundizar los objetivos iniciales asumiendo
el desafío de incluir las tres Jornadas -que ya se encuentran sumadas al
Ca- lendario Docente y Escolar- en el Plan Anual de Biblioteca. De esta
manera, la planificación en conjunto de los tres encuentros permitirá
trazar un reco- rrido que contemple las actividades previas y
preparatorias de cada uno de ellos y las acciones que se desprendan de
cada experiencia.
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Jornada Fecha Propuesta
Descubrir. 10 de mayo Dar la bienvenida a
Descubrir los paisajes de la escucha de
la escucha: narracio- nes como
una acción
Escuchar narraciones
colectiva.
Habitar 9 de agosto Tomar la palabra
Habitar nuestra voz compartiendo
literatu- ra a viva
Contar a otros y contar con
voz. Las y los
otros
estudiantes cuentan.
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Descubrir 2024
Descubrir los paisajes de la escucha
Fundamentación
“Cada familia husihuilke conservaba un cofre, heredado por
generaciones, que los mayores tenían consigo. Aunque tenía algo menos
de dos palmos de altura, y un niño pequeño podía rodearlo con sus
brazos, en él se guarda- ban recuerdos de todo lo importante que había
ocurrido a la gente del linaje familiar a través del tiempo. Cuando llegaban
las noches de contar historias, volteaban el cofre haciéndolo dar cuatro
tumbos completos: primero hacia adelante, después hacia atrás y,
finalmente, hacia cada costado. Entonces, el más anciano sacaba del cofre
lo primero que su mano tocaba, sin vacilar ni elegir. Y aquel objeto,
evocador de un recuerdo, le señalaba la historia que ese año debía relatar. A
veces se trataba de hechos que no habían presenciado porque eran
mucho más viejos que ellos mismos. Sin embargo, lo narraban con la
nitidez del que estuvo allí. Y de la misma forma, se grababa en la me-
moria de quienes tendrían que contarlo, años después.” (Los días del
venado, Liliana Bodoc, p. 31)
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La primera Jornada invita a descubrir la escucha como condición de
aper- tura para alojar a la otra, al otro y como práctica necesaria para
que otras lecturas tengan lugar. Por eso, proponemos iniciar el año con
la puesta en valor de la oralidad y el tiempo demorado de la escucha; es
decir, provocar situaciones de disponibilidad para que alguien nos cuente
algo, pues como dijo Walter Benjamin, sin escucha no hay lectura
posible.
Escuchar anécdotas, historias, relatos, poesías y cuentos exige a quien
re- cibe el relato poner en acción la maquinaria de su imaginación
poética y, en tanto proceso creativo- activo, favorece la estructuración
del pensamiento. La escucha compartida de literatura amplía el corpus y
la forma de circula- ción de textos, además, fortalece lazos al ofrecer una
experiencia de identi- dad cultural compartida con los miembros de la
comunidad.
Objetivos específicos
1. Desarrollar la capacidad de escucha sin soporte visual de manera
pro-
gresiva.
2. Establecer relaciones entre lo que se escucha y la propia biografía
tan- to vital como lectora.
3. Instalar espacios para la escucha de literatura a lo largo del año.
Marco conceptual
Nos centraremos en el valor pedagógico de la escucha que, como toda
práctica, se construye, se aprende y se conquista con el tiempo. La
oralidad y la escucha son desde temprano la puerta de entrada a la
conquista de la lectura, y aunque la preeminencia de la oralidad se da
sobre todo en la pri- mera infancia, su valor no tiene edad. Quienes
hayan escuchado cuentos en la voz de otra persona, con mayor
frecuencia, tienen más posibilidades de convertirse en lectores que
quienes no hayan pasado por esa experiencia. Saber leer es saber mirar,
observar, hipotetizar, conjeturar, cotejar y también escuchar. Ser lectora o
lector autónomo abarca mucho más que la decodi- ficación de signos.
Proponemos descubrir los paisajes de la escucha, es decir, que quien
escu- cha encuentre en la palabra y en el silencio, la posibilidad de
asumirse como un viajero que se desplaza por paisajes conocidos y
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nuevos horizontes. “Las
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palabras viven sobre el silencio, son gracias a él, nacen de él, suenan y
vuel- ven de nuevo al silencio”, señala Estrella Ortiz (2009). Por eso,
para que la escucha tenga lugar es necesario atravesar la experiencia del
silencio como espacio interior. En esta línea, es importante precisar que
el silencio, cuyos sentidos son múltiples, no tiene su punto de partida en
la imposición de ca- llarse, sino más bien como ocasión para alojar la
escucha.
La escucha se erige así como un lugar de resistencia frente al ruido que
obstruye la imaginación, el vagabundeo y la conversación interna. De
esta manera, la voz que nos convoca construye un lugar a descubrir
hecho de palabras y silencios -lo no dicho-, de relaciones de sentido, a
través de ma- tices y entonaciones que se ofrecen para construir
sentido. Esa palabra hecha sonido que es cuerpo, ritmo, timbre y color
toma el espacio y abarca el tiempo presente para prontamente resonar
en el lector-oyente, dejando una huella imborrable en su memoria.
La escuela se presenta como un espacio privilegiado para la escucha en
un sentido amplio: no se trata solo de oír lo que se dice, sino de escuchar
como práctica que habilita un momento de encuentro con la palabra del
otro, con los sentidos que porta. Cuando estamos plenamente presentes
ante otro, aprendemos a escuchar. Acerca de la práctica de la escucha,
dice Carlos Skliar: “(…) escuchar quizá signifique reunirse con lo oído,
recogerse hacia las palabras que se nos dirigen; porque se escucha de
verdad, se escucha en serio aquello que se dice cuando en cierta forma
se prescinde de las sensa- ciones del oído y se comienza a formar parte del
decir. ‘Ser todo oídos’, ‘Pres- tar oídos’ son expresiones que no hacen más
que afirmar que el conversar -e incluso el pensar- deriva del escuchar y
no lo contrario”. (Cartas educativas, Skliar. p. 32)
La biblioteca institucional es el marco por excelencia para recrear y resignifi-
car un territorio de atención horizontal que posibilite escuchar,
escucharnos y escuchar literatura.
La escucha puede adoptar diversas formas, pero nos centraremos en
estas tres dimensiones:
1. Escuchar a una persona que narra;
2. Escuchar a una persona leer en voz alta;
3. Escucharse entre lectores;
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Escuchar a una persona que narra
Todas las culturas han tenido en la narración de historias el acto
ritualista de construir un piso común de mitos, leyendas y personajes
cuyas hazañas son parte del imaginario colectivo. El círculo de los
miembros de la comuni- dad está reunido mientras la voz del narrador
resuena en el aire,entonces las y los oyentes emprenden el viaje al mundo
ficcional. Salen a la aventura, de- rrotan al dragón y vuelven a casa.
Estas vivencias compartidas construyen comunidad. En la oralidad, la
ronda iguala. Una ronda que se recrea desde los orígenes de nuestra
especie. Donde resuenan los ecos de nuestros ante- pasados reunidos
alrededor del refugio del fuego.
Quien narra co-crea o recrea la historia, la hace suya y la comparte
dejando que la comunidad también se apropie de esta. El narrador no
tiene frente a sí el libro que media entre él y los oyentes, sino que él se
convierte en ese libro, se abre, se vuelve palabra que cuenta y tiene la
posibilidad de mirar a los ojos, de ir captando con su propia mirada, la
mirada de los otros y con su gesto, con sus movimientos, ir escribiendo la
historia en el aire. Narrar es llevar de viaje al auditorio a los mundos del
relato:
(...) un atardecer cuando se cuentan cuentos en una aldea de los in-
dios del Oeste. El emplazamiento es la choza de algún miembro
de la comunidad, frente a la cual se sientan el narrador y sus
auditorio, muchos de ellos niños, alrededor de la débil luz de
una lámpara o a la luz de la luna. “Cric- Crac” empieza
diciendo el conductor del rito, y señala a algún miembro del
grupo, que lanza un acertijo (...) La sesión ha empezado
alegremente (...).A medida que el cuento avanza, el narrador
acciona cada detalle del argumento. Su voz es elevada y
gimoteante, cuando el tramposo en situación difícil, im- plora a
quienes puedan ayudarle; y seria cuando habla el vencedor de una
lucha. Pero el auditorio con los ojos brillantes en blanco, es más
que auditorio. La fábula es interrumpida por exclamaciones, y
de tiempo en tiempo se intercala una canción cantada por uno
de los personajes: canto en el cual el auditorio participa ahora
plena- mente, actuando como el coro del narrador (Herskovits,
1981: 470- 1) - Citado en Cómo contar cuentos Daniel Mato
p:31
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Escuchar a una persona leer en voz alta
En este caso, ya no se trata de escuchar al otro cercano sino, a través
de quien lee, a un otro que vivió lejos, en el pasado, en una cultura distinta:
escri- tores y escritoras que plasmaron diferentes personajes, que tienen
mucho para decirnos. La lectora, el lector con su presencia física y la
posibilidad de evaluar la recepción del auditorio media con su voz, es el
canal que da pie a esa motivación endógena llamada “vivencia”. Para
las y los estudiantes de cualquier edad, la escucha literaria construye
estas vivencias, esas ex- periencias personales significativas, genuinas;
que con un tono emocional, quedan grabadas en la memoria. En palabras
de Laura Devetach, se suman a la textoteca interna de cada uno y desde
allí invitan a investigar, descubrir y querer repetir. Las vivencias
placenteras de relatos, a través de la lectura en voz alta, contribuyen a
configurar actitudes favorables y buena disposición a la interacción con
textos y pueden propiciar la construcción de verdaderas aficiones por la
lectura. Entonces, la fascinación provocada lleva a buscar el libro
escuchado y leerlo con la propia voz, y a partir de allí,se trazan diferen- tes
itinerarios, particulares para cada lectora, para cada lector, que amplían
sus lecturas. A su vez, la escucha de lecturas en voz alta se erige como
un patrón modelo en su expresividad y musicalidad, que aporta a la
construc- ción de una voz interior que se pondrá en juego durante la
lectura silenciosa.
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Orientaciones para la realización de la
jornada
Nos prepararnos para las jornadas
En esta edición les proponemos transitar un camino previo a la jornada,
esto es prepararnos con antelación, como quien entrena antes de un
campeo- nato o de un certamen. Para esta primera Jornada
recomendamos como actividad introductoria principal la escucha de
lecturas en voz alta (ver Con- sideraciones sobre la lectura en voz alta) y
como complemento, la realiza- ción de distintas actividades lúdicas en
las que la escucha sea protagonista en las tres dimensiones señaladas
(ver al final del documento el Anexo I de Actividades sugeridas).
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Consideraciones para la lectura en voz alta:
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los géneros empujan sus límites. Es por eso que las palabras y las
imágenes
cruzan el mapa para reunirnos ahí donde el territorio se convierte en frontera.
•Donde la ciudad termina, de Ruth Kaufman.
•El borde del agua, de Ángeles Durini.
•El mochilero científico, de Florencia Servera.
•ATP (H)arta para todo público, de Liza Porcelli Piussi.
•Señales del más acá, de Olga Drennen.
• https://continuemosestudiando.abc.gob.ar/contenido/identida-
des-bonaerenses/
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El día de la jornada
La actividad central de la Jornada consistirá en escuchar historias en la
voz de una narradora o narrador. Y, como los relatos tienen un origen,
es bueno que quien narre cuente también cómo llegó a esas historias,
si se trata de historias de la tradición oral o si es un cuento de autor. Se
sugiere incluso mostrar, exhibir -antes o después de la narración- el
libro donde se encuentra. En ese caso es deseable que sea parte de las
colecciones presentes en la biblioteca, para que las y los estudiantes
puedan ir en busca del texto para revivir algunas expresiones que
escucharon en la narración, cotejar similitudes y diferencias, y vivir la
materialidad del libro.
Así se genera un círculo virtuoso de experiencias lectoras. Entendemos
en este contexto a la narración como una de las formas de llegar a la
lectura y como tal supone dejar una puerta abierta a una búsqueda.
Se invitará a uno o varios narradores, narradores de oficio o personas
pre- dispuestas que se preparen para narrar en la jornada del 10 de
mayo frente a la comunidad. En este último caso, la preparación podrá
ser acompañada por el equipo organizador a través de la bibliotecaria o
el bibliotecario insti- tucional para realizar aportes sobre técnicas de
narración y la búsqueda del repertorio seleccionado poniéndolo en diálogo
con el acervo de la biblioteca y los recorridos lectores de las y los
estudiantes. Para eso recomendamos la lectura de textos sobre
narración o videos que compartimos en el Anexo II Recursos. Es
importante que la narradora o el narrador cuente uno, o más, relatos sin
otros recursos que su voz y su cuerpo, de esta manera, la histo- ria -
tradicional o de autor- será la protagonista, se hará lugar y se instalará
entre quienes escuchan y quien narra.
Se trata de un acontecimiento que esperamos sea transformador y
movili- zante para la comunidad, por eso recomendamos presentar el
momento de la narración con una introducción sobre el trabajo realizado
en los días previos, contando que los distintos cursos han realizado
juegos, han escuchado lec- turas en voz alta y han reflexionado sobre el
valor de escucha y del lenguaje como punto de partida para la
imaginación creadora, la imaginación poética.
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Después de la jornada
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* Los videos no deben estar editados, tienen que estar crudos, para su pos-
terior edición.
* El contenido podrá compartirse a través del Formulario Form creado para tal fin.
Recuerden que las imágenes que incluyan menores de edad o personas
adultas reconocibles, deben contar con la correspondiente autorización
de uso de imagen. Estas serán conservadas por la institución educativa.
Modelo de autorización para estudiantes:
https://drive.google.com/file/
d/1aDPTVJrMKVdtXBoD7iqtB61zyDvDwEOC/view
Modelo de autorización para docentes: https://drive.google.com/file/d/1c-
fo6sJ7JkGBQ8wgNTLdK-1vIrN-wvb_Z/view
Finalmente, si desean realizar consultas o sugerencias respecto a las
jor- nadas pueden hacerlo a través del mail
leerencomunidad@abc.gob.ar, de la siguiente manera:
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ANEXO I
Actividades sugeridas
Índice de actividades
1. Ambientes sonoros
2. La voz misteriosa
3. Bingo de animales
4. Mi archivo musical
5. “Me acuerdo de…”
6. Objetos que guardan una historia
7. Voces de Malvinas
8. Bienvenida poética
9. Palabras encadenadas
1.Ambientes sonoros
Nivel sugerido: Todos.
Desarrollo: Escuchar el ambiente del aula, hacer una lista con sus sonidos
y tratar de determinar cuál es su fuente. Se trata de llevar un registro
escrito de todo aquello que llegue a los oídos de las y los estudiantes, en
un deter- minado período de tiempo (una hora, un día, un fin de
semana). También puede realizarse por fuera del aula, dentro de la
escuela (en el patio o en el SUM) e incluso, en los hogares de las y los
estudiantes.
Una vez terminado el período de registro, se realizará un dibujo o
collage que contenga la mayor cantidad de elementos del registro, es
decir, dibujar o poner en imágenes esos sonidos detectados.
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Se puede sumar a esta propuesta la escucha de otros ambientes -ya sea
a partir de grabaciones de redes sociales, de grabaciones obtenidas en
una visita a distintos lugares significativos de la comunidad o a partir
del in- tercambio de grabaciones con otras escuelas de distintas
geografías de la provincia- para comparar los ambientes sonoros.
2. La voz misteriosa
Nivel sugerido: Inicial, Primaria
Desarrollo: Solicitar a distintos integrantes de las familias de los y las
estu- diantes que graban unas palabras contando algo sobre ellas y ellos
(las y los estudiantes), sin mencionarlas/os directamente pero de manera
tal que los relatos ofrezcan “pistas” para adivinar de quién se habla y
quién habla. Después de la escucha, se sugiere comenzar preguntando:
¿se dieron cuen- ta de quién habla? ¿Por qué?; luego se indagará para
que quien haya sido retratado en el texto que acaban de escuchar
comente qué le permitió reco- nocer a esa persona: ¿fue su voz?, ¿la
forma de hablar?, ¿aquello que contó?
Variante:
Para los niveles Secundario y Superior, se puede realizar la escucha ya
no de personas próximas o familiares a las y los estudiantes, sino de
personas famosas o personajes históricos. Se buscarán videos o
grabaciones en re- des sociales o medios de comunicación en que estas
personas no hablen de aquello que permite identificarlos rápidamente,
sino que planteen sus inte- reses, anécdotas infantiles o cualquier otra
cuestión por las que no son co- nocidas. Por ejemplo: un jugador de
fútbol hablando de sus gustos literarios.
3. Bingo de animales
Nivel sugerido: Inicial y Primario
Desarrollo: Diseñar “cartones de bingo” con figuras de animales.
Generar una lista de audio grabada con los sonidos que realizan los
animales pre- sentes en los cartones. Se sugiere incorporar animales
como la chicharra o el chajá que quizás no sean autóctonos de nuestra
provincia. Repartidos los cartones, hacer sonar las distintas pistas de
audio en forma aleatoria.
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Los y las estudiantes que reconozcan al animal por el sonido que produce
lo marcan en el cartón, si se animan, pueden imitar el sonido. En los
casos en que sean animales desconocidos, se puede hacer una breve
descripción de sus hábitos y de los lugares que habitan.
4. Mi archivo musical
Nivel sugerido: Todos
Desarrollo: Solicitar a las y los estudiantes un registro escrito de toda la
mú- sica que cada quien escucha en un determinado período de tiempo a
definir (un día, un fin de semana). No sólo la que escuchan por gusto, sino
también la que llega a sus oídos sin buscarla, sin quererlo. Luego, se
entabla una con- versación respetuosa sobre los gustos musicales de los y
las estudiantes; se conversa sobre coincidencias y novedades; también se
puede hipotetizar sobre los distintos mecanismos por los que se imponen
a ciertos auditorios determinada música y/o sonidos que no se eligen.
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6. Objetos que guardan una historia
Nivel sugerido: Primaria, secundaria, Superior, Jóvenes Adultos y
Adultos Mayores,
Desarrollo: Solicitar a las familias de las y los estudiantes que narren
breve- mente la historia de un objeto importante para ellas y ellos. Por
ejemplo, la casa donde viven, un juguete de cuando eran pequeñas,
pequeños, un acce- sorio que perteneció a una abuela o abuelo, etcétera.
Luego se comparte la escucha de las narraciones en clase.
Una variante es invitar a las familias a pasar unos minutos al ingreso o al
final de la jornada escolar, para que realicen el relato en persona.
7.Voces de Malvinas
Nivel sugerido: Secundario, Superior y Adultos
Desarrollo: Escuchar y seleccionar testimonios de combatientes en
Malvi- nas registrados en el trabajo de investigación Voces de Malvinas
del Obser- vatorio Malvinas de la Universidad Nacional de Lanús.
https://www.youtube. com/@vocesdemalvinas
El propósito será socializarlos ante un determinado auditorio que elijan (pue-
den ser estudiantes de otro año o división). Solicitarán también, a
quienes escuchen esos testimonios, que registren qué pensamientos,
sensaciones y sentimientos evoca en ellas y ellos el relato. Se conversa
en torno a las palabras que cada quien registró. Se puede hacer un
mural de palabras de Malvinas, por ejemplo, colocando en una la
palabra Malvinas e invitando a cada quien a que con pinceles o
agregando carteles agreguen las palabras que registraron; o bien se
puede armar una nube de palabras con alguna aplicación (por ejemplo:
mentimeter.com) que luego se compartirá en las redes de la escuela.
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8. Bienvenida poética
Nivel sugerido: Inicial, Primaria, Secundaria, Superior, Jóvenes Adultos
y Adultos Mayores
Desarrollo: Seleccionar un corpus de poemas que incluya distintas
autoras, autores y que aluda a la idea de recibimiento, llegada,
bienvenida. Invitar a distintas y distintos integrantes de la comunidad a
que los lean y que, en días diferentes, reciban a las y los estudiantes
con su lectura.
Otra variante, la constituye la práctica del susurro, práctica compleja
que explora y prueba las gradaciones y tonos de la voz. Para ello, se
recomienda trabajar previamente con docentes del área artística en la
confección de “susurradores” o “ruiseñores” y ensayar con docentes de
prácticas de lengua distintas posibilidades de susurrar el corpus de
poemas. Para ampliar, con- sultar: “Adorable puente. La práctica del
susurro como mediación” (2018), en la Revista Catalejos de la UNMdP,
disponible en:
https://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.php/catalejos/article/down-
load/2763/2790
9. Palabras encadenadas
Nivel sugerido: Todos
Desarrollo: Comenzar con uno de los o las integrantes del curso que
pronun- ciará una palabra en voz alta, cualquiera. El resto de los y las
participantes, ubicados en una ronda procederán, en orden, a decir otra
palabra que se relacione con esta por su sentido, pero teniendo la
precaución de mantener la relación semántica con la última palabra dicha.
Por ejemplo: Participante 1 dice: la palabra PERCHA, el participante 2:
camisa, participante 3: seda; participante 4: China; participante 5: arroz;
participante 5: risotto; participan- te 6: Italia; participante 7: Coliseo, etc etc;
cuando un participante tarda más de la cuenta se empieza otra vez el
juego. Se pueden hacer variantes e ir complejizando cada vez más a
medida que se repita el juego en diferentes ocasiones.
• Complejidad añadida:
por cada palabra se deben decir tres palabras encadenadas.
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Recomendaciones para la narración oral
La narración oral es un saber profesional que exige una formación
específi- ca. Sin embargo, presentamos un breve resumen que a modo de
guía pueda ayudar a preparar un cuento a aquellas personas que deseen
hacerlo en esta jornada poniendo el cuerpo a esta costumbre antigua de
compartir historias.
1. El cuento
La primera actividad que debe realizar un narrador es apropiarse del
texto.
La elección es fundamental a la hora de contar, debe ser una historia
que
despierte en nosotros las ganas de contarlo.
La estructura se deberá reconocer muy bien la estructura del cuento.
Para internalizarla se deberá leerlo varias veces. Es recomendable
hacer un esquema del cuento que identifique apertura, sucesión de
hechos, climas y cierre del cuento.
La memorización. No es necesario recordar palabra por palabra, si el
cuento no lo requiere. Solo en el caso que tenga una estructura de
repe- tición de algunas palabras que juntas dan sentido al relato.
Esto se da generalmente en los cuentos tradicionales, de fórmula o en
los que están escritos a la manera de estos. Por ejemplo, todas y todos
podemos reco- nocer la frase: “soplaré, soplaré y tu casa derribaré” y el
cuento sin ella no tendría el mismo efecto y sentido.
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2. El silencio
Es parte del relato. No es necesario decirlo todo, ni llenarlo todo con
pala- bras, hay que dejar espacio para el recogimiento, para el
suspenso, para el accionar de la mirada- de las miradas.
3. El cuerpo
De quien narra debe ser liviano, orgánico acompañando de manera
ama- ble el relato. No debe contradecir la atmósfera de la historia.
• La voz de quien narra no debe ser forzada al grito, ni a los cambios
de voz de los personajes si no lo siente natural. Se recomienda
reconocer las alturas y timbres de la propia voz: más fuerte o más
suave; más agudo o más grave; así, esos matices podremos
ponerlos al servicio del cuento.
• Las manos deben acompañar el relato, deben sentirse livianas y
mo- verse con la historia; no para dibujar todo sino para ofrecerse a
las y los otros como parte de la voz narradora.
• La mirada: por un lado, convoca a quienes escuchan al hacer
contacto visual y por otro, delimita los espacios del relato. Debe
acompañar lo que quien narra parece ver al contar. Por ejemplo
acompañar la direc- cionalidad de un personaje que entra o sale en
la espacialidad del relato.
4. El espacio
El ambiente donde transcurre la jornada debe estar pensado para la
na- rración. Es recomendable realizar una ronda donde quien narra
pueda ver a las y los oyentes. Se aconseja no ubicar al narrador delante
de una puer- ta o ventana, de esta forma se puede evitar que haya
distracciones que rompan la concentración de quienes escuchan, con la
entrada o salida de personas por detrás de este.
5. El público
Es importante leer lo que sucede alrededor. Se mide el grado de
implica- ción con la escucha, en consecuencia habrá que ir
flexibilizando el texto de acuerdo a ello. La complicidad con el
auditorio requiere que la narra- ción transcurra en esa construcción
compartida, en ocasiones se puede sumar la participación activa
alternando con frases que el auditorio com- plete o repita si el cuento
lo permite.
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ANEXO II
Recursos
En este apartado encontrarán una serie de recursos en distintos
formatos que pueden utilizar para distintos fines según la institución lo
considere. Se trata de una pequeña selección de materiales que, como
las lecturas, tejen constelaciones que nos llevan a otras búsquedas.
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Para nivel secundario y modalidad de jóvenes y adultos:
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Por nivel
• Inicial
Cuentos que viajan
La planta de Bartolo
• Primaria
El primer beso - Clarice Lispector audiolibro
• Secundaria - Superior
Petróleo - Tizón audiolibro
• Las invitadas- María Teresa Anduetto-
Podcast Relato Andruetto
29
BIBLIOGRAFÍA
Bibliografía citada
• Andruetto, M.T. (2015). La lectura, otra revolución. Buenos Aires.
Fondo de Cultura Económica.
• Bodoc, Liliana. (2000). Los días del venado. De bolsillo. Buenos Aires.
• Chambers, A. (2007). Dime: los niños, la lectura y la conversación.
Fon- do de Cultura Económica.
• Mato, Daniel (2020). Cómo contar cuentos. Noveduc. Buenos Aires
• Ortiz, Estrella. (2002). Contar con los cuentos. Palabras del candil. Gua-
dalajara.
• Skliar, Carlos (2023). Cartas educativas. Noveduc. Buenos Aires.
Bibliografía de consulta
• Cabrejo, Evelio, (2020). La lengua oral, destino individual y social de las
niñas y los niños. FCE. México.
• Devetach, L. (2008). La construcción del camino lector.
Comunicarte. Córdoba.
• Han, Byung Chul. (2023) La crisis de la narración. Herder editorial.
Bar- celona
• Montes (1999) La frontera indómita. En torno a la construcción y
de- fensa del espacio poético. FCE. México.
• Holzwarth, Margarita (coord.). Los docentes como mediadores de lec-
tura / Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de
Bue- nos Aires ; coordinado por Margarita Holzwarth. - 1a ed. - La
Plata : Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de
Buenos Aires, 2007. Disponible en:
http://servicios2.abc.gov.ar/docentes/ca-
pacitaciondocente/laescuelaleemas/mediadores_lectura.pdf
30
• Plan Provincial de Lecturas y Escrituras. Leer en comunidad. Terce-
ras Jornadas de Bibliotecas Abiertas. 2022. Disponible en
https://abc. gob.ar/secretarias/areas/subsecretaria-de-
educacion/plan-provin- cial-de-lecturas-y-escrituras/plan-provincial-
de-6
• Pennac, Daniel. (2014) Mal de escuela. Literatura Random House.
Bue- nos Aires.
• Sileoni, Alberto. Video institucional de Invitación a las Jornadas Leer
en comunidad 2023. Disponible en:
https://abc.gob.ar/secretarias/areas/
subsecretaria-de-educacion/plan-provincial-de-lecturas-y-escrituras/
plan-provincial-de-6
• Turkle, Sherry. (2020) En defensa de la conversación. El poder de
la conversación en la era digital. Ático de los Libros. Barcelona.
29