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Módulo 1 - Clase 1

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Módulo 1: La discapacidad como constructo social

Clase 1: Concepciones sobre Discapacidad

Temas:
1. La pluralidad terminológica: una mirada desde la perspectiva de la complejidad.
2. Diferentes culturas profesionales.
3. Evolución histórica: Paradigma tradicional, paradigma de rehabilitación y paradigma
de autonomía personal.

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Bienvenido/a a la primera clase de la Capacitación Docente “Apoyos para la Educación


Inclusiva”, antes de comenzar te recomendamos tener a mano la definición de discapacidad
que escribiste junto a tu tribu en el encuentro de lanzamiento. Si no pudiste asistir te
propongo hacer el siguiente ejercicio: Escribí en una hoja suelta lo que para vos significa la
palabra Discapacidad. Una vez que finalizaste, vas a doblar esa hoja y guardarla hasta que
hayas terminado de leer toda esta clase.

Ahora sí, ¡Empecemos!

Mucha gente se incomoda cuando tiene que hablar de discapacidad o no sabe cómo
referirse a una persona. Al respecto, si hoy nos pusiéramos a pensar y querer definir lo que
significa la palabra discapacidad o lo que ello implica, no sería tarea sencilla de hacer ya que
el término Discapacidad es un constructo social, en primera instancia, y no abarca un grupo
homogéneo de personas sino todo lo contrario. Es un grupo de personas altamente
heterogéneo. El proceso sobre las concepciones en torno a las personas con discapacidad,
además, ha ido fluctuando a lo largo de la historia y este cambio se dio de manera paralela
con los términos utilizados.

Entender la Discapacidad, en tanto constructo social, implica desplazar la mirada y el eje


central de la radicación del problema ubicándolo en los actores que componen la sociedad
que fue “pensada por y para personas sin discapacidad” (Red por los Derechos de las
Personas con Discapacidad, 2011, p. 18). Esto lleva a cuestionar y reflexionar las prácticas en
relación al colectivo de personas con discapacidad. Actitudes que fueron instaladas
socialmente y replicadas de manera sistemática sin reparar en que terminan siendo
excluyentes per se. En este sentido y siguiendo en la línea de repensar nuestras prácticas
como comunidad, resulta importante tener en cuenta la afirmación de Edgar Morin:

“Todo conocimiento opera mediante la selección de datos significativos y


rechazo de datos no significativos: separa (distingue o desarticula) y une
(asocia, identifica); jerarquiza (lo principal, lo secundario) y centraliza (en
función de un núcleo de nociones maestras). Estas operaciones, que
utilizan la lógica, son de hecho comandadas por principios «supralógicos»
de organización del pensamiento o paradigmas, principios ocultos que
gobiernan nuestra visión de las cosas y del mundo sin que tengamos
conciencia de ello” (Morin, 2009, p. 28).

La discapacidad es un concepto que evoluciona y, como tal, evidencia cierta plasticidad al


momento de definirla. Y es el conocimiento de la misma que fue replicado atribuyéndole un
significado socialmente aceptado, sin tener conciencia de ello. Afirma Sosa (2009) “su
significado ha estado condicionado en el tiempo y en el espacio por la ideología que lo
determina, y en su cobertura designativa, pudiendo quebrarse su significación, ante nuevos
paradigmas” (Sosa, 2009, p. 58).
Entendiendo el concepto de discapacidad como “un concepto que evoluciona y que resulta
de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al
entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de
condiciones con los demás” (Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, Preámbulo), identificamos tres tipos de barreras: físicas, comunicacionales y
actitudinales:
Descripción de la imagen: Ilustración de una persona utilizando un bastón canadiense, parada frente a unas escaleras. Fuente:
Copidis, imagen propia.

Descripción de la imagen: Descripción de imagen: Ilustración de una persona sentada detrás de un mostrador con un cartel de
INFORMACIÓN. De la persona se desprende un globo de diálogo que dice “bla bla bla”. Del otro lado del mostrador, se encuentra
una persona con un audífono levantando el dedo índice y un globo de pensamiento con un signo de pregunta. Fuente: Copidis,
imagen propia.
Descripción de la imagen: Ilustración de un restaurante, en el que ingresan dos personas. Una de ellas se encuentra agarrando el
hombro de la otra y utilizando un bastón blanco. La persona que recepciona se dirige a la persona que guía y le pregunta “¿dónde
la ponemos?”, la persona con ceguera posee un globo de pensamiento que dice “Hola, me llamo Silvia” y sobre su cabeza se
encuentra un símbolo de interrogación, uno de exclamación y uno numeral. Fuente: Copidis, imagen propia.

Asimismo se caracteriza por la mudanza terminológica para referirse al colectivo de


personas con discapacidad tantas veces como profesiones, perspectivas y coyunturas
se tuvieran al respecto. Se pueden identificar, de acuerdo a lo expuesto por Aguado
(1993), diferentes términos utilizados desde las diversas perspectivas:
1) Referidos a las personas con limitaciones psíquicas: idiotas, imbéciles,
oligofrénicos, subnormales, débiles mentales, disminuidos, retrasados mentales,
retardo en el desarrollo, deficientes mentales, dificultades de aprendizaje
permanentes, necesidades especiales.
2) Referidos a las personas con limitaciones físicas y/o sensoriales: lisiados,
tullidos, impedidos, inútiles, inválidos, desvalidos, mutilados, minusválidos, deficientes,
incapacitados, discapacitados.
3) Referidos al proceso de atención: beneficencia, asistencia, prevención,
reeducación, readaptación, rehabilitación, habilitación, tratamiento, educación,
recuperación profesional.
Muchos de estos términos en la actualidad continúan utilizándose a pesar de
representar concepciones que quedaron obsoletas o que resultan inadecuadas. Tal es
así que:

“la discapacidad no se puede definir por la condición médica de una


persona o un grupo de personas, sino que existe en tanto
construcción interpretativa inscrita en una cultura en la cual existe un
particular modo de definir lo “normal”” (Red por los Derechos de las
Personas con Discapacidad, 2011, p. 18).

Claramente no es plena responsabilidad de quienes utilizan el término, sino que es un


problema común en varios países y esto se debe, en su mayoría, a la reproducción
sistemática de modelos y concepciones que provienen de las formaciones académicas
e imaginarios sociales. Para ponernos de acuerdo y comenzar a utilizar los términos
correctos, en la imagen que aparece a continuación, se exponen los términos correctos
e incorrectos que se deben utilizar para referirnos al colectivo de personas con
discapacidad.
Descripción de la imagen : Vocabulario inclusivo. construyamos juntos una sociedad para todos. cuadro comparativo: términos
correctos: persona con discapacidad, persona sin discapacidad, él tiene una discapacidad, él está en situación de discapacidad,
persona con discapacidad intelectual. términos incorrectos: discapacitado, capacidades diferentes, niños especiales, él fue víctima
de discapacidad, él padece una discapacidad, mongólico. Fuente: https://es-es.facebook.com/TeletonParaguay

Respecto este tema, te propongo ver el siguiente video:


“Cómo referirse a las Personas con Discapacidad”
El link para acceder al video es https://youtu.be/Sz5EFArn-iU

Comenzaremos este recorrido por los paradigmas y concepciones, la presente clase


propone emprender un viaje al pasado transitando los diferentes momentos que
definieron la discapacidad a lo largo de la historia de la humanidad hasta la actualidad.
Veremos cómo la influencia de las distintas cosmovisiones y culturas fueron incidiendo
en la forma de concebir y tratar a las personas con discapacidad. Sin embargo, a pesar
de ser sucesivas, podrán identificar que aún en la actualidad estos paradigmas
conviven y coexisten entre sí.
Tomaremos tres paradigmas que caracterizan la génesis de la discapacidad y la
perspectiva en torno al sujeto. En parte, como afirman Abela, Ortega Ruiz y Pérez
Corbacho (2003) la discapacidad se ha definido en función de “las relaciones de poder,
marginación y dependencia” ubicando al colectivo con discapacidad en un rol de
menor valor a los ojos de la sociedad. Cada concepción es hija de su tiempo y del
momento social que atraviesa, es por este motivo que el nombre que reciba cada
paradigma tendrá estrecha relación con momento histórico y los roles sociales que les
sean asignados a las personas. Presentaremos los tres paradigmas a continuación
siguiendo la línea de tiempo:
Descripción de la imagen: Descripción de la imagen: tres flechas en dirección hacia la derecha que contiene cada una un paradigma
distinto: paradigma tradicional, paradigma de rehabilitación y paradigma de autonomía personal. Fuente: Copidis, imagen propia.

Al primero se lo llamó Paradigma Tradicional o de Prescindencia. Este modelo refiere a la


actitud mantenida de manera tradicional por la sociedad, que asignó un papel de
marginación orgánico-funcional y social a las personas con discapacidad, estancándolos en
un lugar permanente entre los atípicos y los pobres, con el denominador común de la
dependencia y el sometimiento (Puig de la Bellacasa, 1990b). Las personas con algún tipo
de déficit se consideraban innecesarias por diferentes razones, porque se estimaba que no
contribuían a las necesidades de la comunidad, poseían mensajes diabólicos, eran la
consecuencia del enojo de los dioses, o que sus vidas no merecían ser vividas (Palacios y
Romañach, 2008). Prácticas como la eugenesia, eutanasia, aborto y genocidio eran
comunes hacia las personas en condición de pobreza o con discapacidad, que eran
consideradas como un “error de la naturaleza” (Sosa, 2009). Por ejemplo, los espartanos
de la antigua Grecia arrojaban a las personas con discapacidad o primogénitas mujeres por
el Monte Taigeto, ya que no cabían en su ideal de ciudadano, destinado a ir a la guerra, a
una persona que no garantizara esa posibilidad. Hechos similares ocurrían con los
romanos, en Asia, Egipto e India que los abandonaban en el desierto, los bosques o los
mataban, en su afán de lograr una “mejora racial”. Aquí podríamos preguntarnos qué sería
lo “mejor” para una etnia o la
“perfección”, que a nuestro criterio
es una falacia en sí porque sería
imposible a la luz de que la
diversidad nos enriquece a todos y
cada uno de nosotros.

Descripción de la imagen: En esta imagen aparece un marco con una pintura antigua donde se encuentran seis personas con
discapacidad motora en situación de calle. Una de ellas está acostada en el suelo, y otras utilizan palos para poder desplazarse.
Todas ellas poseen la ropa sucia y desgastada. En el fondo, aparecen los pies de cinco personas que se encuentran circulando por la
calle. Las mismas utilizan trajes, zapatos de vestir y vestidos. Fuente: Copidis, imagen propia.
En la Edad Media, pleno auge de la Iglesia Católica, surgieron los hospitales y
conventos donde se alojaban a las personas que tenían algún tipo de déficit físico,
sensorial, intelectual o psicosocial. Muchos de ellos eran institucionalizados o
escondidos en sus casas, exhibidos en los zoológicos y espectáculos circenses,
dejándolos totalmente fuera de cualquier tipo de participación ciudadana. Afirma Di
Nasso que este rechazo y consideraciones hacia este colectivo de personas con
discapacidad contribuyó a fundar un “concepto de la anormalidad y del defecto, que
conduce al rechazo social, al temor y hasta a la persecución de estas personas, por
parte de los poderes civiles y religiosos” (Di Nasso, p. 11). Esta perspectiva de
considerarlos como “anormales” terminó siendo una excusa para despertar la caridad
en las personas supuestamente “normales”, para liberarlos del pecado a través de
actos de caridad hacia las personas con discapacidad. Fue a partir de estas prácticas
que la persona con discapacidad fue considerada un sujeto de beneficencia, con un
objetivo solapado de la sociedad.

A partir de los siglos XVI y XVII, con el cambio ideológico de la Ilustración, se comenzó a
institucionalizar a las personas por tipo de discapacidad, sobre todo las que tenían
discapacidad psicosocial, y se crearon las primeras escuelas para ciegos y sordos. A
fines del Siglo XVIII, los centros de aislamiento pasaron a ser subsidiados por el Estado,
mientras que otros eran mantenidos por la Iglesia.

Con la entrada al Neopositivismo del Siglo XIX, la persona con discapacidad comienza a
tener un fin utilitario para la ciencia, pasa a ser un objeto de estudio
psico-médico-pedagógico (Sosa, 2009, p. 61), pero a su vez se les concede la
posibilidad de ser sujetos de protección, convirtiéndose en sujetos de prevención
socio-sanitaria; así surge el sistema de seguridad entrando a la “asistencia como
seguridad social” (Sosa, 2009, p.62).
Como todo cambio, crisis y surgimiento de nuevos paradigmas, coexisten ambos
modelos mientras la nueva tendencia se va estableciendo. Ya a finales del siglo XIX y
principios del XX, se comenzaron a evidenciar los esbozos hacia el cambio de
paradigma con los intentos por estudiar las causas de la discapacidad, en tanto objeto
de la ciencia, aunque, aquellos niños que nacían con algún déficit, se continuaba
atribuyéndole la culpa a los pecados familiares.
En una época de posguerra, donde surge el segundo modelo llamado Paradigma de
Rehabilitación identificado por centrar el origen de la discapacidad en la falta de
destreza del sujeto. Buscarán la solución a ese “problema” con la intervención
profesional que se empezará a constituir como un equipo de rehabilitación. Bajo el
lema “todos tienen derecho a corregir su estado” (Sosa, 2009, p. 63). Se verá que en
este paradigma prevalece la intervención profesional sobre la demanda del sujeto
(Egea García y Sarabia Sánchez, 2004, p.1) y se les prometerá corregir o modificar su
estado; “el fin primordial que se persigue desde este modelo es normalizar a las
mujeres y hombres que son diferentes, aunque ello implique forzar a la desaparición o
el ocultamiento de la diferencia que representa la diversidad funcional” (Palacios y
Romañach, 2007, p. 2). El sujeto pasará a tener un rol de paciente a los ojos de los
profesionales y será un sujeto de asistencia a la luz de la sociedad.

Descripción de la imagen: Ilustración de una persona usuaria de silla de ruedas, entre medio de dos profesionales de la salud con
bata blanca que expresan “Vamos a rehabilitarte para que puedas superar todas las barreras”. De fondo, podemos observar una
escalera con un cartel en la parte superior que dice “Empleo”.Fuente: Copidis, imagen propia.

Con la creación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se comienza a gestar


la intención de crear y promulgar leyes y normas gubernamentales buscando proteger
los derechos de las personas con discapacidad, en promoción y desarrollo de
programas de rehabilitación profesional en el mundo. “Es imprescindible rehabilitar a
las personas y el éxito se valora según la cantidad de destrezas y habilidades que logre
adquirir el individuo” (Palacios y Romañach, 2007, p. 2), tal es así que se comenzarán a
medir los resultados de la rehabilitación en función de conceptos polarizados basados
en preceptos médicos, apto o no apto, capaz o incapaz. Los resultados de ese proceso
se medirán por el grado de destrezas funcionales logradas o recuperadas y por la
ubicación en un empleo remunerado. Invoca Di Nassio la Recomendación Nº 99 sobre
la Rehabilitación y el Empleo que:

“plantea en su esencia la necesidad de poner a disposición de las


personas con discapacidad medios de adaptación y readaptación
profesional independiente de su origen, naturaleza y edad siempre
que puedan ser preparados para ejercer un empleo adecuado y
tengan perspectiva razonables de obtener y conservar el empleo” (Di
Nassio, p. 18).

La rehabilitación implica superar lo propuesto por el modelo tradicional basado en las


actitudes de sobreprotección y/o rechazo, pero continúa evidenciando algunos
inconvenientes relativos a la figura omnipotente que tiene el profesional, quien
comanda la rehabilitación de la persona con discapacidad dejándola supeditada a un
rol de paciente o cliente. Esta situación fue contestada por un grupo de personas con
discapacidad proveniente de los Estados Unidos inspirado en movimientos de derechos
humanos, dando lugar al movimiento denominado "Independent Living", traducido
como "Vida Independiente". Estos procesos nos llevan a repensar las concepciones y
prácticas en relación a las personas con discapacidad en pos de tomarlos como Sujetos
de Derecho, reconociendo “su autonomía e independencia individual, incluida la
libertad de tomar sus propias decisiones” (Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad).

El Paradigma de Autonomía Personal nace a raíz de estos movimientos por los


Derechos Humanos impulsados por grupos minoritarios que a lo largo de la historia
sufrieron la vulneración de sus derechos de manera sistemática. Uno de los pilares de
este movimiento consiste en la autodeterminación de las personas para decidir sobre
su propia vida y proceso de rehabilitación, y se persigue como horizonte suprimir las
barreras físicas y sociales del entorno.
Descripción de la imágen: En esta imágen aparece la ilustración de cinco personas con discapacidad en una
movilización. Una de ellas es usuaria de silla de ruedas y sostiene un cartel que dice “¿Cuándo voy a decidir
dónde vivir?”, otra utiliza una prótesis en la pierna, otra un audífono, otra un bastón blanco y la última
cuenta con dos prótesis bajo rodilla y sostiene un cartel que expresa “Nada sobre nosotros y nosotras sin
nosotros y nosotras”.Fuente: Copidis, imagen propia

Desde esta perspectiva, el problema ya no reside en el individuo sino en


el entorno,

"no es la deficiencia y la falta de destreza (la discapacidad del sujeto)


el núcleo del problema, ni el objetivo final que hay que atacar, sino la
situación de dependencia ante los demás. Y ese problema se localiza
en el entorno, incluyendo en el concepto de entorno al propio proceso
de rehabilitación, pues es ahí donde a menudo se genera o se
consolida la dependencia” (Puig de la Bellacasa, 1990b, p. 83).
Descripción de la imagen: Una persona sentada detrás de un escritorio pregunta: “¿qué discapacidad tiene?”, a una persona
usuaria de silla de ruedas. Ésta responde: “sólo la obvia más la que usted crea”.Fuente: Copidis, imagen propia.

Oliver (1990), plantea como alternativa centrarse en las causas y dimensiones sociales
de la discapacidad:

"una teoría social de la discapacidad debe estar localizada dentro de


la experiencia de las propias personas con discapacidad y sus
intentos, no solo para redefinir la discapacidad sino también para
construir un movimiento político entre ellos mismos y desarrollar
servicios proporcionados con sus propias necesidades autodefinidas"
(Oliver, 1990, p.11).

En este sentido, este último paradigma dispone que las personas con discapacidad
tienen derechos y deben tener un papel importante en la planificación y desarrollo de
los mismos. Esto ayudó mucho a personas con discapacidad motora a independizarse
de instituciones y a manejarse como adultos en la vida cotidiana. Por esto, "el
paradigma médico-industrial de la rehabilitación debe revisarse a la luz del paradigma
cívico-político de la autonomía personal, aprovechando su vertiente
tecnológico-jurídica: la accesibilidad" (Puig de la Bellacasa, 1990b, p. 85). Tanto el
paradigma de Rehabilitación como el de Autonomía Personal, pueden ser armonizados
en base a los aportes actuales de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de
la Discapacidad y de la Salud (CIF, WHO, 2001), que articula los Modelos Médico y
Social de la discapacidad, y que posteriormente serán abordados para comprender un
poco más estas concepciones.
Descripción: cuadro que indica que la Discapacidad es igual al Déficit de la persona por las Barreras del Entorno.

Para finalizar, te propongo tomar el papel que escribiste al inicio de esta clase y evaluar
desde qué paradigma se encuentra posicionada tu respuesta. ¿Qué conclusiones podés
sacar al respecto? ¿Este recorrido te brindó alguna herramienta para pensar tus
prácticas en la escuela o tu percepción hacia el colectivo de personas con
discapacidad?
Tenés el Foro de Intercambio del Módulo I para compartir estas respuestas.

A modo de resumen te propongo el siguiente video:


“Discapacidad y Derechos”
El link para acceder al video es: https://youtu.be/2M7sLizClMU

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