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UNIDAD 03. MORFOLOGÍA Y ANATOMÍA - Parte 1
UNIDAD 03. MORFOLOGÍA Y ANATOMÍA - Parte 1
UNIDAD 03. MORFOLOGÍA Y ANATOMÍA - Parte 1
1. El anclaje de la planta y
Otras funciones asociadas a las raíces son el almacén de sustancias de reserva, la conducción de agua,
nutrientes, hormonas, etc. hacia la parte aérea de la planta y la síntesis de hormonas y metabolitos
secundarios.
1. Sistema radicular primario. Es el sistema de raíces que proviene directamente de la radícula del
embrión. De acuerdo a la forma de desarrollo se presentan los siguientes tipos:
a) Sistema radicular pivotante: Si predomina una raíz principal sobre otras laterales. Estas pueden
ser a su vez: típicas, leñosas o tuberosas, según sus modificaciones. Se presenta en las
dicotiledóneas y gimnospermas.
b) Sistema radicular fasciculado o fibroso: Cuando no predomina una raíz principal. Estas también
pueden ser: típicas o tuberosas. Se presenta en las angiospermas.
2. Sistema radicular adventicio. Es el sistema de raíces que no proviene directamente de la radícula del
embrión. Las raíces adventicias brotan de tallos, ramas o peciolos. También pueden tener una serie
de variantes según las adaptaciones.
1. Fúlcreas. Raíces aéreas adventicias que en algunas plantas sirven de apoyo. También conocidas como
"prop roots", como en el maíz. Estas raíces llegan a tener contacto con el suelo, se ramifican y
absorben agua y minerales.
2. Zancos. Raíces que se forman a partir de ramas y tallos en plantas tropicales como el mangle, ficus y
palmeras amazónicas. Sirven como soporte y dan estabilidad.
3. Neumatóforos. Raíces que desarrollan con un geotropismo negativo y salen, por lo tanto, fuera del
fango sirviendo como respiraderos. Característico de algunos árboles y arbustos que crecen en
lugares pantanosos como el mangle y ciertas palmeras de la amazonia peruana como huacrapona y
cachapona. Estas últimas desarrollan zonas que sirven como respiraderos, llamadas neumatozomas
y neumatorrizas.
4. Tabulares. Raíces desarrolladas a manera de alerones en la base de grandes árboles tropicales. Sirven
para dar estabilidad a árboles que crecen en suelos poco profundos, como ojé, ceibo y lupuna.
5. Velamen. En plantas epífitas, la epidermis de las raíces aéreas presenta varias capas de células, es el
llamado velamen, que brinda protección, absorción de agua y reducción de la pérdida de ésta, como
en las orquídeas. En algunas especies constituye el único órgano fotosintético.
6. Tuberosas. Raíces suculentas adaptadas para el almacén de sustancias de reserva. Estas son
producidas por diferentes motivos, así en la zanahoria se debe al predominio de células
parenquimáticas en el floema y xilema secundario; en el camote a un cambium vascular adicional en
el xilema secundario; mientras que en la betarraga a un cambium supernumerario alrededor del
cambium vascular original.
Después del crecimiento posterior del tallo, las zonas de inserción de las hojas aparecen muchas veces
engrosadas, como en las gramíneas. Son los llamados nudos, mientras que los segmentos de tallo sin
hojas entre ellos reciben el nombre de entrenudos. se puede diferenciar, sin embargo, el nudo
morfológico que es la zona abultada donde se insertan las hojas, del nudo anatómico que es el lugar
donde el tejido conductor del tallo se separa para formar el tejido conductor de las hojas.
Además, cumple otras funciones como soporte, conducción y almacén de sustancias de reserva.
Las principales formas de tallo se pueden estudiar bajo un criterio muy importante que es el hábitat en el
cual viven.
1. Aéreos. Llamados también epigeos. Son los tallos que viven fuera de la tierra. Encontramos aquí una
gran variedad de acuerdo a diferentes criterios como la consistencia, ausencia de ramas laterales
o a las modificaciones que puedan presentar. Se encuentran en la gran mayoría de las plantas.
2. Subterráneos. Llamados también hipogeos. Son los tallos que viven dentro de la tierra, como los
rizomas de los helechos o los bulbos de la cebolla.
3. Acuáticos. Son los tallos que viven en el agua, ya sea parcial o totalmente sumergidos, como en el
jacinto de agua, elodea o flor de loto.
1. Zarcillos caulinares. Tallos modificados a manera de resortes que sirven para dar soporte y trepar
como en la hiedra o en la vid, aunque en este último caso a veces se forman a partir de hojas o flores.
Es una modificación que se puede interpretar como una respuesta a la búsqueda de luz.
3. Espinas caulinares. Ramas modificadas en punta que sirven como un mecanismo de defensa como
en acacia de tres espinas y cítricos como el limón. Estas espinas tienen la anatomía similar a la de un
tallo con tejido conductor a diferencia de los aguijones característicos de las rosas que sólo son
formaciones corticales sin tejido conductor.
4. Tubérculos. Tallos subterráneos con extremos muy engrosados y carnosos que sirven como órganos
de almacén de sustancias de reserva como en papa, olluco, mashua y oreja de elefante. En estos
tallos la mayor parte corresponde a parénquima de almacén. En el caso de la papa, los “ojos” son
yemas laterales, demostrando que son tallos y no raíces.
5. Bulbos. Tallos subterráneos que almacenan sustancias de reserva como en cebolla, tulipán, lirio y
narciso. En estos casos se trata de grandes yemas de tallos cortos y hojas adaptadas para el almacén.
6. Tallos suculentos. Las llamadas plantas suculentas presentan tallos con tejidos jugosos adaptados para
el almacén de agua. En tales casos como cactus y euforbias, la habilidad para almacenar agua es
necesaria para la supervivencia ya que estas plantas viven en desiertos americanos y africanos,
respectivamente.
1. Monopodial. De mono = uno y podio = pie. Que se compone de un eje principal en cuyo ápice se halla
perdurablemente el punto vegetativo y de cuyos flancos arrancan ramificaciones secundarias, como
en las coníferas pino, árbol de Navidad y ciprés de los pantanos.
2. Simpodial. De sim = concrescencia y podio = pie. Que consiste en una serie de brotes concrescentes.
Algunos de estos cesan en el crecimiento apical, ya sea porque echan una flor, una inflorescencia o
pierden su facultad meristemática. Entonces una o varias yemas próximas prosiguen el desarrollo del
eje y constituyen un cuerpo integrado por una porción de segmentos monopódicos unidos, como en la
mayoría de árboles dicotiledóneos.
3. Dicotómica. De dico = dos. Que consiste en un tallo que se divide siempre en dos partes. Se presenta
en algunas plantas vasculares simples como psilotum, selaginela y en algunas Arecáceas como en la
palmera de manglar.
De todas éstas, las únicas que normal y vulgarmente son consideradas hojas son los nomófilos. estas
presentan las siguientes partes:
Filotaxis
De filo = hoja y taxis = ordenación. Es la parte de la morfología vegetal encargada del estudio de la
ordenación de las hojas sobre el eje caulinar. Las teorías filotácticas, que se fundaron en un principio en
el estudio de la disposición foliar en tallos o ramas completamente desarrolladas, se perfeccionaron más
tarde por medio del análisis detenido del punto vegetativo y de los primordios foliares que en él se forman.
La distribución de las hojas en el tallo obedece a reglas determinadas, las cuales es posible deducir de la
sucesión genética de las hojas en los puntos vegetativos. Los órganos laterales, en general, nacen
siempre allí donde queda el mayor espacio entre los órganos ya diferenciados.
1. Alternas. Cuando se insertan aisladamente a distintas alturas del eje formando sus bases una línea
helicoidal como en el roble, álamo, aliso, algarrobo, huarango, ceibo, lupuna, cucarda, etc. Llamadas
también esparcidas.
2. Opuestas. Cuando nacen por pares a igual altura y una enfrente de otra. Puede haber opuestas
decusadas como el clavel, saponaria, salvia, menta, orégano, muña, sanchezia, etc.
3. Verticiladas. Si se hallan en mayor número de 2 a la misma altura del eje, como en laurel rosa y cola
de caballo.
4. Dísticas. Cuando nacen en un mismo plano, debido a que la hoja rodea la mitad a más de la mitad
del tallo, de tal modo que se forma una sola hoja en cada nudo, como en las Poáceas; muchas
monocotiledóneas; chirimoya y haba.
Tipos de hojas
Los diferentes tipos de hojas pueden estudiarse en función de 2 de sus principales componentes:
1. Por el limbo: Se puede considerar el contorno; la base; el ápice; el borde; la división; las nervaduras; la
consistencia; etc. Así en cada caso se tendrá diversos tipos: acicular; acorazonada; aguda; entera;
pinnatipartida; palmatinervia; membranosa; etc., respectivamente.
2. Por el peciolo: Así por la presencia o ausencia de éste las hojas pueden ser: pecioladas o sésiles. En
cada caso también habrá tipos, como: peciolo alado; peciolo acanalado; sésil decurrente; sésil
equitante; etc.
1. Zarcillos foliares. La formación de estructuras de soporte también puede ser a partir de las hojas. Se
presentan en muchas plantas, como en las Cucurbitáceas, zapallo, caihua, melón, sandía, donde se
modifica todo el limbo, en las Fabáceas como tacón, arveja, donde la modificación corresponde a la
parte terminal de la hoja compuesta, es decir, a los folíolos, o en las Smilacáceas como la zarzaparrilla,
donde los zarcillos se forman a partir de las estípulas.
2. Espinas foliares. Algunas hojas son transformadas en espinas y son, por lo tanto, no fotosintéticas, que
sirven como mecanismo de defensa, como en los cactos y en el agracejo.
Aunque los términos spine, thorn y prickle, se usan indistintamente para referirse a las espinas, hay
una clara diferencia entre estos. Las dos primeras se traducen como espinas, pero corresponden a las
espinas foliares y caulinares, respectivamente; mientras que el tercero se traduce como aguijón, y
corresponde a una formación cortical propia de las rosas.
3. Peciolos suculentos. Los peciolos de algunas hojas llegan a ser algo gruesos y carnosos, adaptadas
para el almacén de sustancias de reserva, como en el apio.
4. Filodios. Son peciolos dilatados y laminares que sustituyen al limbo de la hoja, por lo general totalmente
abortada. Cumple, por lo tanto, funciones fotosintéticas, como en las acacias australianas y algunos
oxalis.
5. Trampas. Modificación interesante que corresponde a las hojas de las llamadas plantas carnívoras
adaptadas para atrapar insectos, como las droseras y la atrapa moscas. En nepentes, las hojas son
unas trampas en forma de jarra con tapa. Los insectos atraídos por el color y las secreciones de néctar
de las jarras, al posarse sobre ellas, resbalan y caen al interior en un líquido. Luego son digeridas por
acción enzimática y los nutrientes son absorbidos por la planta.
6. Hojas suculentas. Las hojas también pueden ser muy suculentas con abundante tejido parenquimático
no fotosintético y adaptadas para el almacén de agua, como en la cabuya, sedun, peperomia, crasula
y kalanhoe, también como una respuesta al medio árido.