Tema 5 Ade
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De alguna manera, pretende dominar el futuro desconocido y conocer por adelantado qué se desea hacer,
cómo pueden alcanzarse los objetivos establecidos, cuándo van a ejecutarse cada una de las acciones
previstas, quién va a desempeñarlas, qué recursos se utilizarán para su logro y cómo van a evaluarse los
resultados conseguidos.
La función de planificación intenta crear un puente entre la situación real actual y una situación
futura deseable, para lo cual es necesario seleccionar, de entre diversos cursos futuros de acción posibles,
aquéllos más convenientes para la empresa como un todo y para cada unidad de la misma.
En este sentido la formulación de unos principios de planificación representa una garantía de eficacia de
esta actividad. Koontz y Weihrich (1995), enumeran cuatro principios básicos que deben regir el proceso
planificador:
TEMA 5, Las funciones de planificación y control 2
En el proceso de planificación intervienen una serie de elementos y variables que son importantes
conocer. Siguiendo la relación establecida por Koontz y O´Donnell y Weihrich (1985) podemos enumerar:
- La misión o propósito como la finalidad socioeconómica básica de una actividad, ya sea ésta
empresarial o de cualquier otro tipo. Formular la misión de una organización equivale a enunciar su principal
razón de existir, es identificar la función que cumple en la sociedad y su carácter y filosofía básicos. La
declaración de la misión debe realizarse aplicando un enfoque externo más que interno, debe orientarse
hacia la amplia gama de necesidades que la organización busca satisfacer, y no hacia el producto físico o el
servicio concreto que la organización está ofreciendo actualmente.
Una vez que la empresa ha formulado su misión y desarrollado sus objetivos, es decir, sabe a
dónde quiere ir, la siguiente tarea de la dirección consiste en elaborar un diseño para llevarla ahí, en
definitiva, una estrategia.
- La estrategia, podemos decir que la estrategia es un modelo de decisión que revela la misión
y objetivos de la organización, así como los planes y políticas para lograrlos, de modo que defina
su posición competitiva respecto de en qué negocio está o quiere estar y qué quiere ser.
La estrategia puede ser definida como un proyecto unitario, general e integrado, que conecta la
empresa con el entorno y con el futuro, y que tiene como finalidad alcanzar, mantener o mejorar
TEMA 5, Las funciones de planificación y control 3
una posición competitiva permanente, frente a las distintas fuerzas competitivas del entorno.
Al formular las diferentes estrategias debemos basarnos en un diagnóstico, tanto interno como
externo, del que derivaremos nuestros puntos fuertes y débiles, así como las amenazas y oportunidades del
entorno.
- Las políticas son líneas guía generales que persiguen orientar el pensamiento y la acción
en la toma de decisiones. Son una respuesta concreta o una guía para pensar y decidir respecto a una
situación dada o a un problema específico, de forma que permita obtener la solución prevista. Las políticas
son una manifestación del sistema de valores de la empresa, de la filosofía directiva y la cultura
organizacional.
- Los procedimientos son mucho más limitativos que las políticas. Se trata de una secuencia
cronológica de acciones requeridas para operar con problemas estructurados. En las empresas, las
críticas a los procedimientos son frecuentes, porque los empleados los acusan de ser responsables de
pérdidas de tiempo, y de un exceso de burocracia y papeleo. Sin embargo, el propósito de los
procedimientos es ayudar a la dirección y a los empleados para que el trabajo se realice con eficacia.
- Las reglas son aún más estrictas que los procedimientos. Se trata de instrucciones taxativas que
ordenan se siga o no un determinado curso de acción o una acción específica. Son la expresión más
elemental de un plan, pero a la vez se erigen en mecanismos de control, ya que ajustan totalmente la
actuación de todos los empleados.
La planificación como todo proceso, consta de una serie de etapas que la configuran.
Generalmente se aceptan las siguientes fases del proceso:
se realizarán análisis internos y externos, para descubrir cuáles son los puntos fuertes y débiles.
2. Especificación de objetivos. Los objetivos de la empresa determinan la dirección de los planes
principales, y los objetivos de todos los departamentos de la empresa. Por consiguiente, habrá que determinar
los objetivos globales, para posteriormente desagregarlos jerárquicamente para cada período, para cada
unidad organizativa y para cada persona.
3. Determinación de los cursos de acción alternativos. Ésta es una fase creativa, en la que lo que
se pretende es identificar las alternativas más prometedoras, que no siempre coinciden con las más
evidentes.
4. Evaluación de las alternativas. Supone la valoración de cada una de las alternativas, mediante el
estudio de las ventajas e inconvenientes, así como el grado en que se ajustan a las premisas y objetivos
organizacionales.
5. Elección de un curso de acción. En esta fase se toma la decisión respecto al plan a seguir.
6. Formulación de planes derivados, que tienen como propósito servir de respaldo al plan principal.
7. Presupuestación. Consiste en especificar los planes en términos cuantitativos, sean éstos monetarios o
no. Además de las fases que hemos mencionado, la planificación requiere un proceso de retroalimentación
continua para facilitar el seguimiento y control de los planes.
A lo largo de todo el proceso, el compromiso del factor humano es clave. Dado que los canales de
autoridad, por lo general, serán insuficientes para conseguir la integración de todos los componentes de la
unidad empresa.
Mediante el proceso de control, los directivos regulan, miden y rectifican, las actividades de la
empresa, para asegurar que se cumplan los objetivos formulados y se desarrollen correctamente los planes
creados para su consecución. Como sistema, observa y comprueba, en primer término, cómo responde el
proceso de funcionamiento de la empresa a los acuerdos de gestión adoptados; después, revela los
resultados de la influencia directiva sobre dicho funcionamiento y las desviaciones respecto de las exigencias
de lo planificado y de los principios vigentes de organización y regulación.
Como señalaba Fayol (1916), el control en una empresa consiste en verificar si todo se realiza
conforme al programa adoptado, a las órdenes impartidas y a los principios admitidos.
Tiene la finalidad de señalar las faltas y los errores, a fin de que se puedan reparar y evitar su
repetición. Se aplica a todo, a las cosas, a las personas y a los actos.
1.- Establecimiento de estándares, señalando criterios y normas de evaluación. Los mejores serán aquellos
que fijen metas evaluables en términos cuantitativos o cualitativos. Unos estándares referidos a cualquier
aspecto vital para la empresa: recursos físicos y financieros, cuota de mercado, innovación, productividad,
rentabilidad, resultados y desarrollo de directivos y actitudes de los empleados, responsabilidad social, etc.
Atendiendo a la procedencia de estos estándares, puede hablarse de: externos o derivados de otras empresas o
unidades de la propia empresa.
2.- Medida y comparación de resultados con estándares, es decir, entre lo que es y lo que debería ser. Debe
realizarse con cierta periodicidad, no sólo al término del período de la planificación, para detectar y corregir
cualquier posible desviación. Las comunicaciones facilitadas en el proceso de control a los directivos se
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sustentan en el principio de dirección por excepción, y se facilitan sólo cuando los resultados difieren
significativamente del plan o de los estándares.
3.- Corrección de las desviaciones. No necesariamente todas las desviaciones han de ser negativas; es
posible, también, obtener superávit sobre los hechos planificados. Dentro del ámbito directivo, a modo de
ejemplo, podrían introducirse desde reasignaciones de recursos o tareas, replanteamiento de planes o
modificaciones de metas, hasta la utilización de una asesoría adicional o el desarrollo de una mejor dirección
o liderazgo.
Con todo, la efectividad del control puede reducirse, debido a la existencia de problemas tales como:
a) Asignación de una excesiva importancia a factores fácilmente medibles, frente a una escasa atención a los
que presentan relativa dificultad.
b) Falta de ajuste en el sistema de control, al modificarse factores internos o externos. Existen muchos tipos
de control. Entre las distintas clasificaciones que se barajan cabe hacer mención de las siguientes:
§ Según los medios empleados para llevarlo a cabo se diferencia entre control automático y control
humano.
§ Según el momento de actuación, los controles se clasifican en: control previo o a priori (control de nivel
de pedido de inventarios), control a posteriori (resumen estadístico de un ejercicio) y control permanente
(examen mensual de la productividad de un empleado o del ratio de liquidez o del volumen de ventas). El
primero persigue una finalidad de previsión, el segundo evalúa los resultados e informa cuándo aparecen
como diferentes a los deseados, y el tercero ajusta las actividades que se están desarrollando con los
estándares establecidos.
Para finalizar con el control, destacar que todo sistema de control debe cumplir, por lo menos, los siguientes
requisitos para ser efectivo:
1. Ser entendible. Las partes involucradas en el proceso de control deben comprender qué se pretende con
él. Para ello, el sistema de control debe diseñarse de acuerdo con el personal disponible y los objetivos,
estrategias y planes de la organización.
2. Seguir el patrón de la organización. El diseño del sistema de control debe considerar la estructura
organizativa. En particular, a medida que se descienda en la jerarquía, menor debe ser el grado de
complejidad del sistema.
3. Efectividad y rapidez. Las desviaciones deberán ser detectadas lo más rápidamente posible y la
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información deberá llegar al punto que se requiera, en el momento oportuno, con el fin de posibilitar alcanzar
los objetivos.
4. Ser flexible. El sistema de control no debe constreñir la actividad empresarial. Por ello, se aconseja la
incorporación de mecanismos capaces de adaptarse a las exigencias de entornos dinámicos.
5. Ser económico. El coste del sistema no debe superar a los beneficios que del mismo se derivan.
6. Continuidad. El control debe realizarse de manera continuada.