Imperio Bizantino
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Bizancio era un Estado cristiano multiétnico, de importante influencia cultural,
económica y política en el mundo de la época. Los bizantinos se
consideraban herederos del Imperio romano, y se llamaban a sí
mismos romanos. Sin embargo, con el tiempo se distinguió del Imperio romano
de Occidente, por sus características políticas, culturales y religiosas.
Por otro lado, hacia el siglo XI, se produjo el “Gran Cisma” dentro de la Iglesia
cristiana, y las Iglesias de Oriente y Occidente quedaron como instituciones
separadas. La Iglesia bizantina adquirió el nombre de Iglesia ortodoxa: los
bizantinos consideraban que seguían la doctrina cristiana con más fidelidad
que los cristianos occidentales. Sin bien la diferencia entre ambas iglesias se
fundamentaba en cuestiones de doctrina (es decir, sobre cómo interpretar y
practicar la fe cristiana), las razones de la separación fueron eminentemente
políticas.
Reinado de Justiniano
El templo de Santa Sophia fue un símbolo del poder imperial.
El apogeo del Imperio bizantino ocurrió durante el reinado de Justiniano I,
en el siglo VI. La victoria frente a los persas en la frontera oriental del Imperio le
permitió a Bizancio emprender una campaña de recuperación de los territorios
del antiguo Imperio romano que, luego de su desintegración, ahora se repartían
entre diversos reinos germánicos. Así, el Imperio bizantino conquistó las costas
mediterráneas del norte de África, de Italia y del sur de España.
Inestabilidad fronteriza
Los siglos VI y VII d. C. constituyen épocas de crisis para el Imperio Romano
de Oriente, asediado en múltiples fronteras por enemigos diversos:
los persas retomaron su lucha en el este, los búlgaros y eslavos hicieron lo
propio en el norte, y el Islam conquistó en el Medio Oriente los territorios más
ricos del Imperio: Siria, Palestina y Egipto.
Renacimiento macedonio
A este período siguió una recuperación importante del Imperio, regido por
una dinastía de reyes macedonios y caracterizada por el distanciamiento entre
el cristianismo oriental y occidental.
Durante el siglo XI, la influencia política en los aspectos religiosos llevó a lo que
se conoce como el “Gran Cisma” del cristianismo, con la mutua excomunión del
Papa Nicolás I y el Patriarca de Constantinopla Focio. Con ello, se dio la
separación oficial de las iglesias Oriental y Occidental.
Fuente: https://humanidades.com/imperio-bizantino/#ixzz8ZQ8sYn7w