MONOGRAFÍA - El Origen y Auge Del Imperio Bizantino
MONOGRAFÍA - El Origen y Auge Del Imperio Bizantino
MONOGRAFÍA - El Origen y Auge Del Imperio Bizantino
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ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………3
II. DESARROLLO……………………………………………………………………6
III. CONCLUSIÓN……………………………………………………………………14
IV. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………..15
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INTRODUCCIÓN
El Imperio Bizantino fue existió desde el año 330 d.C. hasta el año 1453. A
menudo se le denomina Imperio Romano de Oriente o simplemente Bizancio. La
capital bizantina fue fundada en Constantinopla por Constantino I (quien gobernó
del 306 al 337). El Imperio bizantino tuvo distintos tamaños a lo largo de los siglos,
en algún momento poseyó territorios de Italia, Grecia, los Balcanes, Levante, Asia
Menor y el norte de África.
Bizancio fue un estado cristiano, con el griego como lengua oficial. Los bizantinos
desarrollaron su propio sistema político, prácticas religiosas, arte y arquitectura.
Estos aspectos estuvieron muy influenciados por la tradición cultural
grecorromana, aunque fueron distintos y no una simple continuación de la antigua
Roma. El Imperio bizantino fue la potencia medieval más longeva, y su influencia
continúa hoy en día, especialmente en la religión, el arte, la arquitectura y las
leyes de muchos estados occidentales, de Europa Central y Oriental, y de Rusia.
El nombre "bizantino" fue acuñado por historiadores del siglo XVI, basados en el
hecho que el primer nombre de la ciudad fue Bizancio, antes de pasar a ser
Constantinopla (actualmente Estambul). Fue y sigue siendo una etiqueta
imperfecta pero conveniente, que diferencia el Imperio romano de Oriente del de
Occidente, especialmente importante tras la caída del segundo en el siglo V. De
hecho, por ese motivo, no hay un acuerdo universal entre historiadores sobre a
qué período de tiempo se refiere el término “Imperio bizantino”. Algunos sitúan la
fecha de la fundación de Constantinopla en 330, otros en la caída del Imperio
romano de Occidente en 476, otros prefieren el fracaso de Justiniano I (r. 527-565)
en la unificación de los dos imperios en 565, e incluso algunos lo vinculan con la
conquista de las provincias orientales de Bizancio por parte de los árabes, en ca.
650. La mayoría de historiadores concuerdan en que el Imperio bizantino finalizó
el martes 29 de mayo de 1453, cuando el sultán otomano Mehmed II (r. 1444-6 y
1451-81) conquistó Constantinopla. Esta discusión sobre las fechas también pone
de manifiesto las diferencias étnicas y culturales entre las dos mitades del mundo
romano y la distinción del estado medieval de su herencia romana anterior.
Política y diplomacia
Durante la vigencia del Imperio bizantino se impuso la figura del "Basileus", que
era el propio emperador, aunque con una investidura que mezclaba la política con
la religión. El basileo no solo era el máximo representante del poder terrenal, sino
que tenía una autoridad legitimada por Dios.
Los bizantinos se hicieron famosos por la expansión de sus territorios
(especialmente durante el mandato del emperador Justiniano). Sin embargo, su
práctica predilecta no era la guerra, sino las relaciones diplomáticas, ya que estas
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los mantenían a salvo de ataques y además les aseguraban intercambios
comerciales.
Religión
Cuando el Imperio bizantino aún formaba parte del Imperio romano se practicaban
múltiples religiones, como resultado de la mezcla de territorios y culturas
conquistados. Sin embargo, esto cambió progresivamente hasta que el
Cristianismo se convirtió en la religión oficial y se prohibió cualquier otra
manifestación religiosa.
Fue durante la vigencia del Imperio bizantino que surgió la Iglesia Ortodoxa, cuya
existencia se mantiene vigente hasta la actualidad, especialmente en países de
Europa Oriental.
Economía
Los bizantinos durante siglos lograron un crecimiento económico sin precedentes
gracias a tres factores:
Estudiar el “Origen y auge del imperio bizantino” tiene varios propósitos valiosos
que abarcan múltiples aspectos de la historia, la cultura, la política y la religión.
Entre los principales destacan:
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estrategias defensivas, como las murallas de Constantinopla y la famosa
batalla de Manzikert. Estudiar estas estrategias ofrece lecciones valiosas
en historia militar.
5. Reflexionar sobre la interacción cultural y económica: El Imperio
Bizantino fue un importante nexo comercial entre Oriente y Occidente. Su
estudio proporciona información sobre las rutas comerciales, la interacción
entre diferentes culturas y el intercambio de ideas y tecnologías.
6. Entender el legado en el mundo moderno: Muchos aspectos del
derecho, la religión, la arquitectura y el arte bizantinos han dejado un
legado duradero en la civilización occidental y en la ortodoxia oriental.
Conocer su origen y auge ayuda a apreciar mejor estas contribuciones.
En resumen, estudiar el origen y auge del Imperio Bizantino no solo ilumina una
parte crucial de la historia mundial, sino que también ofrece perspectivas valiosas
sobre temas contemporáneos de política, cultura y religión.
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DESARROLLO
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La fundación de Constantinopla no solo marcó el nacimiento de una nueva era,
la bizantina, sino que también consolidó el cristianismo como la religión
dominante en el imperio y sentó las bases para el esplendor cultural y político
que caracterizaría a la ciudad durante siglos.
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Reforma Legal: Justiniano es más conocido por su código legal, el Corpus
Juris Civilis, que recopilaba y codificaba las leyes romanas existentes.
Este código sentó las bases del derecho civil en Europa y fue una
contribución significativa al desarrollo del derecho moderno.
Conquistas Militares: Justiniano buscó restaurar el territorio del antiguo
Imperio Romano. Durante su reinado, las fuerzas bizantinas bajo el mando
de generales como Belisario reconquistaron grandes áreas del
Mediterráneo occidental, incluidas partes del norte de África, Italia y
España.
Construcción de Monumentos: Justiniano fue un patrocinador generoso de
la arquitectura y encargó la construcción de varios monumentos
emblemáticos en Constantinopla, incluida la Hagia Sophia, una de las
iglesias más impresionantes del mundo.
Política Religiosa: Justiniano también desempeñó un papel importante en
la política religiosa del imperio, intentando reconciliar las divisiones dentro
de la Iglesia. Sin embargo, su intento de resolver la controversia
monofisita condujo a conflictos religiosos y políticos internos.
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mosaicos de la Iglesia de San Vital en Rávena, Italia, son un ejemplo
destacado de esta forma de arte.
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Iglesia y estado: La Iglesia desempeñaba un papel importante en la
vida política y social del imperio, y estaba estrechamente vinculada al
gobierno. El emperador tenía autoridad sobre la Iglesia y utilizaba su
influencia para promover la unidad religiosa y política.
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La posición social estaba determinada por el nacimiento, la riqueza y el
estatus ocupacional.
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y establecer la supremacía bizantina en el este. La guerra fue larga y
costosa, marcada por varias batallas decisivas como la Batalla de Dara
y la Batalla de Dvin. A pesar de algunos reveses, los bizantinos
lograron importantes victorias, pero el conflicto finalizó con un tratado
de paz que restauró la situación territorial anterior al conflicto.
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tuvieron un impacto duradero en Europa y Oriente Medio, sus resultados
fueron mixtos. A corto plazo, las Cruzadas aumentaron el poder y la riqueza
de la Iglesia y de las ciudades comerciales europeas, estimularon el
intercambio cultural y tecnológico, y fomentaron el desarrollo de la caballería
y las técnicas militares. Sin embargo, también llevaron a conflictos y
tensiones entre cristianos y musulmanes, causaron división dentro de la
Iglesia y dejaron una huella de resentimiento y hostilidad en las relaciones
entre Oriente y Occidente que perduró por siglos.
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Impacto en el cristianismo: La caída de Constantinopla también tuvo
un impacto en la iglesia cristiana, con el debilitamiento de la autoridad
del patriarcado ortodoxo en el este y el aumento de la influencia de la
iglesia católica en el oeste.
CONCLUSIÓN
La monografía sobre el Imperio Bizantino abarca su origen y auge, desde su
fundación en el siglo IV hasta su esplendor en el siglo XII. El Imperio Bizantino se
desarrolló a partir de la división del Imperio Romano en dos partes en el año 395,
cuando el emperador Teodosio I el Grande separó el Imperio Romano de
Occidente del Imperio Romano de Oriente. La capital del Imperio Bizantino fue
Constantinopla, fundada por Constantino I el Grande en el año 330.
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BIBLIOGRAFÍA
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Vilches Sanchez, Jorge Alberto (2019). El Imperio Bizantino. Monografías.
https://www.monografias.com/trabajos96/el-imperio-bizantino/el-imperio-
bizantino#google_vignette
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