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Biomecanica

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Instituto de Educación y Desarrollo

profesional en Odontología
7.1 Concepto de Biomecánica en Ortodoncia.
Física
Ciencia que estudia las propiedades de los cuerpos de los fenómenos accidentales
producidos en ellos por los agentes naturales sin que haya cambios en la naturaleza
química.
Mecánica
Se usa para describir las aplicaciones de F M al movimiento dental , mediante los
aparatos fijos que se utilizan en las diferentes fases del tratamiento de ortodoncia.
Estática
Es una rama de la mecánica que se ocupa de los cuerpos en reposo o que
permanecen con una velocidad constante en magnitud dirección.
Dinámica
Estudia el estado de los cuerpos que experimentan algún tipo de aceleración.
La resistencia de los materiales
Es un área de la ciencia que se encarga de estudiar la composición , la estructura y
propiedades de los materiales con el propósito de someterlos a situaciones
específicas de carga.
Biomecánica
Área de las ciencias biológicas, principalmente de la medicina y la odontología,
encargada de desarrollar aplicaciones mecánicas para resolver problemas de
motricidad funcionalidad.
Los cambios dentofaciales se logran principalmente cuando el ortodoncista aplica
fuerzas sobre los dientes, el periodonto y el hueso. Por tanto, la base científica de la
ortodoncia es la física y la mecánica newtoniana aplicadas a un sistema biológico.
La mecánica se puede definir como la rama de la física que abarca los aspectos
mecánicos de cualquier sistema y esta se divide en dos categorías: la estática que
estudia los factores asociados a los sistemas de reposo(rígidos) y la dinámica que
estudia los factores asociados a los sistemas en movimiento. Cuando el
conocimiento y la metodología de la mecánica se aplican a la estructura y funciones
de los sistemas vivos(biología), por ejemplo un diente y su arquitectura oral
circundante se denomina biomecánica.
Etimológicamente proviene de las palabras griegas, bios que significa vida y
mekhane que significa mecánica.
La biomecánica es una parte importante de la ortodoncia y es el estudio del
equilibrio estático y los efectos de las fuerzas en los sistemas biológicos.
La visión biomecánica del tratamiento ortodóntico propiciará la planificación del
mejor sistema de fuerzas que se utilizará: tanto por su forma de aplicación, como en
la cuantificación de la carga aplicada, interpretando de qué manera ocurre la
distribución de presiones en el ligamento periodontal.
Burstone define a la biomecánica del movimiento dental como el estudio que busca
la relación de la aplicación de sistemas de fuerzas sobre los dientes con los
subsecuentes cambios cuantitativos y cualitativos que ocurren al diente y sus
estructuras circundantes.
7.2 Respuesta fisiológica a la aplicación de fuerzas sobre un diente.

a)Respuesta del ligamento periodontal a las fuerzas ortodónticas.


Estructura y función del ligamento periodontal
Cada diente está unido y separado del hueso alveolar adyacente por una estructura
de soporte de colágeno pesado, el PDL. En circunstancias normales, la PDL ocupa
un espacio aproximadamente 0,5 mm de ancho alrededor de todas las partes de la
raíz. Con mucho, el componente principal del ligamento es una red de fibras de
colágeno paralelas, que se insertan en el cemento de la superficie de la raíz en un
lado y en una placa ósea relativamente densa, la lámina dura, en el otro lado. Estas
fibras de soporte corren en ángulo, adhiriéndose más apicalmente al diente que al
hueso alveolar adyacente. Esta disposición, por supuesto, resiste el
desplazamiento del diente esperado durante la función normal.

Respuesta del ligamento periodontal a las fuerzas ortodónticas.


Si la fuerza aplicada es ligera, pero no llega a bloquear totalmente la irrigación
sanguínea del ligamento periodontal.
1.-Compresión de los vasos sanguíneos dentro del ligamento periodontal en el
área de la presión y dilatación en el área de tensión.
2.-Hay un aumento de sus elementos celulares que, como tejido conectivo joven,
tienen capacidad para diferenciarse en células formativas (osteoblastos) y resortivas
(osteoclastos).
3.-Ocurre resorción ósea en la pared alveolar en el área del lado de la
presión,acompañada de actividad osteoclástica y al eliminar la resistencia del
hueso, el diente se desplazará rápidamente en la dirección de la fuerza aplicada.
4.-Aposición de tejido osteoide en la superficie del hueso alveolar en el área de
tensión, acompañada de actividad osteoblástica. A los pocos días el tejido se
calcifica para formar el hueso maduro.
5.-El diente y el alveolo se mueven a través del hueso alveolar, ocurre el
remodelado y se restablece la integridad del alveolo. Ese proceso involucra depósito
de hueso en la superficie endosteal, vecina al área de presión y resorción en la
superficie endosteal cercana al área de la tensión, para mantener la integridad de la
cortical.
6.-Luego las fibras del ligamento se adhieren al diente y el hueso se reorganiza
progresivamente, debido posiblemente a la producción de nuevas fibras.
7.-Por último, cuando la fuerza es removida, las fibras se reorganizan y se
produce la remodelación de la pared alveolar.

Si se aplica una fuerza de intensidad tal que es capaz de producir la oclusión


vascular dejando prácticamente paralizada la actividad vital en la zona.
1.-Oclusión de los vasos sanguíneos en el área de la presión, con paralización de
la actividad celular en la zona impidiendo la resorcion del hueso alveolar de manera
frontal o directa y dilatación de los vasos sanguíneos en el área de tensión. Se
rompen los vasos produciendose una necrosis.
2.-Cambios regresivos a nivel del periodonto, que empieza a las 36 horas de
aplicada la fuerza y dura de 3 a 5 semanas. Caracterizada por la desaparición de la
organización fibrilar cesando toda la actividad celular. Fenómeno denominado
hialinización del tejido. Características de degeneración pícnica de los núcleos del
tejido conectivo, desaparición de los capilares y las fibras periodontales formado una
masa de aspecto hialino de allí su nombre.
3.-Al no producirse la resorción directa del hueso en la pared periosteal,
aparecen los osteoclastos procedentes de otras zonas lejanas que aún conservan
su viabilidad.
4.-Se observa un fenómeno histológico de resorción en túnel debido a que la
actividad de los osteoclastos, procedentes de los espacios medulares internos
socavan una verdadera mina o túneles que acaba provocando la resorción de la
zona más interna de la lámina ósea.
5.-Si la fuerza fuera demasiado intensa, que incluso impide la llegada de los
osteoblastos de emergencia, es posible que se produzca la resorción de la raíz del
diente en lugar del hueso circundante.
6.-Luego de la osteolisis de la lámina alveolar por la resorción indirecta, es
cuando se inicia el proceso reparativo a nivel del periodonto, el cual se realiza en
dos fases, una primera, para eliminar material necrótico y una segunda de
reorganización fibrilar y celular del espacio periodontal.
7.-Por último, cuando la fuerza es removida, las fibras se reorganizan y se
produce la remodelación de la pared alveolar.

b)Respuesta del hueso alveolar a las fuerzas ortodónticas.


El hueso ante la aplicación de una fuerza siempre responde con aposición y
reabsorción según el estímulo recibido sea de tensión o presión respectivamente.
Las fuerzas de menor intensidad son compatibles con la supervivencia de las
células del LPD y con una remodelación del alveolo dental mediante el fenómeno de
la ideal reabsorción frontal relativamente indolora.
Las fuerzas intensas dan lugar a la rápida aparición de dolor, a necrosis de los
elementos celular del LPD y al fenómeno de la indeseada reabsorción socavada o
basal del hueso alveolar cercano al diente afectado.

c)Respuesta de la pulpa a las fuerzas ortodónticas.


El uso de fuerzas ligeras y continuas garantiza una acción mínima sobre la pulpa
dentaria. Cuando se inicia la activación de los aparatos, el paciente puede referir
alguna sensibilidad a los cambios térmicos , o pulpitis que tienen un carácter
reversible y que dependen de la variabilidad individual. Cuando se utiliza
incontrolablemente las fuerzas ortodóncicas, sobre todo las fuertes, que provoquen
un movimiento brusco del ápice radicular, puede romperse el paquete
vasculonervioso con la consiguiente necrosis y demás alteraciones que se conocen.
En dientes con tratamiento endodóntico es posible aplicar fuerzas ortodóncicas sin
consecuencias distintas a los dientes vitales.

d)Respuesta de la estructura radicular a las fuerzas ortodónticas.


Las últimas investigaciones demuestran que no solo se reabsorbe el hueso
adyacente al LPD en las zonas donde se presiona al mismo sino que también se
reabsorbe el cemento en las mismas zonas de presión ortodóncica. Este cemento
es inmediatamente reparado, después de concluir la acción de la fuerza.
Cuando esta reabsorción se prolonga y profundiza un poco, puede comprometer
también a la dentina, que suele reponerse aunque en menor cuantía, pudiendo
observar al final del tratamiento algunas excavaciones, incluso descementadas , en
la estructura radicular del diente movido.
Pero donde la reabsorción tanto del cemento como de la dentina no parece ser
reversible, es en los ápices radiculares, que parecen redondearse y perder en
longitud radicular sobre todo cuando se realizan tratamiento prolongados, cuando el
movimiento dentario es de gran magnitud o cuando se aplican fuerzas fuertes que
incrementan la posibilidad de reabsorción radicular de la envergadura( hasta la
mitad de la raíz), pudiendo agravarse si el paciente presenta trastornos sistémicos
que compromete el metabolismo celular.

7.3 Control biológico del movimiento dentario.


A)Teoría Presión- Tensión
El movimiento dentario en respuesta a las fuerzas ortodóncicas provoca un conjunto
de modificaciones adaptativas de remodelación de los tejidos que dependen de
diversos factores externos, como la magnitud de la fuerza y su dirección, así como
de factores internos relacionados con el metabolismo del propio individuo.
Al aplicar una fuerza al diente durante un período de tiempo pueden producirse dos
tipos de reacciones. En el lado de presión, el hueso que se opone y enfrenta al
movimiento dentario será reabsorbido para permitir el desplazamiento dentro de un
neoalvéolo de las raíces del diente. En el lado opuesto, llamado de tensión, el
hueso neoformado deberá acompañar al diente sin modificar, por tanto, el espesor
del ligamento periodontal.
No hay duda de que la presión sostenida contra un diente hace que el diente cambie
de posición dentro del espacio PDL, comprimiendo el ligamento en algunas áreas y
estirándolo en otras. Los efectos mecánicos sobre las células dentro del ligamento
provocan la liberación de citocinas, prostaglandinas y otros mensajeros químicos.
Además, el flujo sanguíneo disminuye donde se comprime el PDL mientras se
mantiene o aumenta donde el PDL está bajo tensión.
Estas alteraciones en el flujo sanguíneo también crean rápidamente cambios en el
entorno químico.Estos cambios químicos, actuando ya sea directamente o
estimulando la liberación de otros agentes biológicamente activos, entonces
estimularía la diferenciación y actividad celular.
B)Efectos de la magnitud de las fuerzas

En relación a la magnitud de una fuerza, cuanto más intensa y rápida sea la fuerza
aplicada, mayor será el colapso en los vasos, cortando por completo el flujo
sanguíneo en el ligamento periodontal. De esta forma se impide la llegada a tiempo
de los osteoclastos más alejados, que serían los encargados de remover el hueso
circundante, y se provoca la reabsorción de la raíz que deja como secuela la pérdida
irreversible del cemento y, en algunas ocasiones, también de la dentina.
Una fuerza inicial ligera y un posterior incremento gradual facilitan un mayor
reclutamiento de osteoclastos y aminoran el proceso de hialinización. Evitando este
proceso, podrá obtenerse una mayor eficacia en el movimiento dentario y una
menor sensibilidad durante el tratamiento.

Efectos de la distribución de fuerzas


Los niveles óptimos de fuerza para el movimiento de los dientes de ortodoncia
deben ser lo suficientemente altos para estimular la actividad celular sin ocluir
completamente los vasos sanguíneos en el PDL. Tanto la cantidad de fuerza
aplicada a un diente como el área del LCP sobre la que se distribuye esa fuerza son
importantes para determinar el efecto biológico. La respuesta de la PDL no se
determina únicamente por la fuerza, sino por la fuerza por unidad de área o presión.
Debido a que la distribución de la fuerza dentro del PDL, y por lo tanto la presión,
difiere con los diferentes tipos de movimiento de los dientes, es necesario
especificar el tipo de movimiento del diente, así como la cantidad de fuerza al
discutir los niveles óptimos de fuerza para propósitos de ortodoncia.

7.4 Principios de la física que se aplican al movimiento dental.


El sistema de fuerza utilizado en los aparatos ortodónticos debe respetar algunos
fundamentos mecánicos, válidos para el movimiento de todos los cuerpos del
universo. Estos fundamentos fueron enunciados por Newton (1642-1727) a partir
de la observación de fenómenos de la naturaleza y se denominan Leyes de la
Dinámica.
La primera ley afirma que los cuerpos tienden a mantenerse inmóviles o en
movimiento rectilíneo uniforme, si no hay una fuerza actuando sobre ellos. En
Ortodoncia podemos afirmar que los dientes tienden a permanecer en reposo a
menos que sobre ellos incida una fuerza.

La Segunda ley de Newton postula que el desplazamiento de un cuerpo ocurre en


el sentido de la fuerza aplicada y que es proporcional a ella e inversamente
proporcional a la masa del cuerpo. Adaptada a la Ortodoncia, podemos afirmar que
el diente se mueve en el sentido de la fuerza sobre él aplicada y cuanto mayor es el
volumen radicular del elemento dentario, mayor deberá ser la fuerza utilizada para
producir su movimiento fisiológico.
La tercera, y más conocida ley de la dinámica de los cuerpos, observa que para
toda acción existe una reacción equivalente en sentido opuesto. En la práctica
clínica ésta es probablemente la característica que inspira más cuidado, pues
muestra que en correspondencia a toda acción ortodóntica existe un efecto
colateral.

Fuerza
La fuerza se define como la acción de un cuerpo sobre otro, en nuestro caso, la
acción de un dispositivo mecánico (alambre, resorte, elástico, etc.) sobre dientes o
huesos faciales.
La fuerza se clasifica como una medida vectorial, y se representa por vectores.
El vector se define gráficamente por una flecha, cuyo cuerpo indica la dirección de la
fuerza (vestibulolingual, mesiodistal, etc.), así como su línea de acción, esto es, por
dónde se prolonga la fuerza. El sentido de la fuerza (de vestibular hacia lingual, de
mesial hacia distal, de distal hacia mesial, etc.) se define por la punta de la flecha. El
vector también nos muestra la magnitud de la fuerza, que es proporcional a la
longitud del cuerpo de la flecha, y el punto de aplicación de la fuerza, que es
indicado por el origen o cola de la flecha.
La unidad de mensuración de la fuerza es el Newton (masa x aceleración), pero
usualmente empleamos el Gramo (g).

Punto de aplicación de la fuerza.


El punto de aplicación de la fuerza es el lugar donde se aplica la fuerza al objeto y
es por convención el origen de la flecha. La ubicación del punto de aplicación de la
fuerza está relacionada con el Centro de Masa, ya que esta ubicación precisa
determinará la tendencia del objeto a trasladarse o rotar cuando se somete a esta
fuerza.
En Ortodoncia no siempre se trabaja con una fuerza única, se suman
frecuentemente dos o más elementos. En estos casos podemos utilizar la Ley de los
Paralelogramos, para determinar la resultante de dos fuerzas aplicadas sobre un
mismo punto. Las dos fuerzas formarán los lados del paralelogramo y la diagonal
representará la resultante de las fuerzas aplicadas.
Si deseamos encontrar la resultante de tres o más fuerzas, se construirán sucesivos
paralelogramos hasta obtener un solo vector. Es importante destacar que esta regla
es válida solamente cuando las diversas fuerzas se aplican sobre el mismo punto.

Cuerpo
Todo cuerpo tiene un punto conocido como Centro de Masa. Este punto, como su
propio nombre lo dice es el punto central de la masa de este objeto cuando está
libre de cualquier influencia (por ejemplo si estuviese libre de la acción de la
gravedad)
Por definición, siempre que la línea de acción de una fuerza pase por el centro de la
masa de un cuerpo libre en el espacio, este cuerpo sufrirá traslación.
Cuando el cuerpo que será movido, en el caso del diente, no está libre en el
espacio, pero rígidamente fijado en su parte radicular por el periodonto, un punto
correspondiente al centro de masa es utilizado: El Centro de Resistencia. De
forma análoga al centro de masa, podemos afirmar que la fuerza cuya línea de
acción pase por el centro de resistencia resultará en traslación del diente.

Momento
Siempre que la línea de acción de una fuerza pase por sobre el C.R. de un cuerpo,
éste sufrirá movimiento paralelo, o traslación.
Sin embargo, en muchas situaciones, la línea de acción de la fuerza pasa distante
del centro de resistencia.
Podemos afirmar entonces que, siempre que la línea de acción de una fuerza pase
distante del centro de resistencia, se generará una tendencia de rotación del cuerpo
(o momento). Cuanto más intensa sea la fuerza y cuanto más distante del C.R. pase
su línea de acción, más grande será la magnitud del momento de rotación.
La unidad para la medida Momento es g - mm (gramo - milímetro) y su
representación gráfica es una flecha curva, que en diagramas bidimensionales
puede ser dibujada en sentido horario o en sentido antihorario. Definiremos si el
momento es en un sentido o en el otro, prolongando el vector de la fuerza alrededor
del C.R. Momentos de magnitud más intensa, tendrán flechas curvas con radio más
grande.Dos o más momentos pueden ser sumados o sustraídos para obtener un
único momento resultante, sea horario o antihorario.

Binario
Tendencias de rotación también se obtienen al aplicar sobre un cuerpo un Binario.
Definimos binario como dos fuerzas paralelas (no coincidentes), de igual magnitud y
sentido opuesto.
Este es el único sistema de fuerzas capaz de producir la rotación pura de un cuerpo
y la definimos como la rotación del cuerpo alrededor de su C.R.
En Ortodoncia, esta situación puede compararse a un profesional que empujase el
ápice radicular con un dedo, mientras aproxima el borde incisal con otro dedo.

Fulcro
Representa el centro de rotación del movimiento dentario. El fulcro puede ser
controlado por el ortodoncista, y es él quien define el tipo de movimiento dentario.

A)Tipos de movimiento dental

Se pueden considerar dos clases diferentes de movimientos dentarios:


1) Movimiento fisiológico.
2) Movimiento ortodóncico.

Movimiento fisiológico
Son varios los ejemplos de movimientos fisiológicos de los dientes. Uno de ellos es
el movimiento que se produce durante la erupción de las denticiones temporal y
permanente. También, el tejido óseo está en una constante reorganización,
produciendo movimiento al diente que soporta.Por otra parte, los dientes tienen un
movimiento mesial normal que hace que se desgasten los puntos proximales de
contacto tornándose en verdaderas superficies de contacto. Otro movimiento
fisiológico es el consecutivo a la pérdida de dientes contiguos o antagonistas.
Durante el movimiento mesial se presentan fenómenos de reabsorción del hueso
delante del diente y de aposición detrás de él.
Movimiento ortodóncico
Kaare Reitan diferencia tres movimientos en ortodoncia:
a) Movimiento continuo.
b) Movimiento interrumpido.
c) Movimiento intermitente.
Movimiento continuo. Es aquel en que la fuerza actúa por largo tiempo; por
ejemplo: resorte en espiral, arco seccional, técnica de alambres delgados. Se deben
tener en cuenta la intensidad del movimiento y la fuerza para disminuir el riesgo de
la reabsorción radicular.
Movimiento interrumpido. Es el movimiento efectuado por una fuerza que mueve
el diente por un espacio y que va a detenerse cuando el elemento mecánico se
inactiva, y se reinicia el movimiento cuando se vuelve a activar; ejemplo: el
movimiento que hacen las ligaduras de alambre cuando se aplican directamente al
diente desde el arco, acción del aparato de arco de canto.
Movimiento intermitente. Es el que se hace por medio de ligeros impulsos muy
repetidos que actúan durante pequeños espacios de tiempo. El ejemplo en este
caso son las placas o aparatos removibles.

Para que sea más claro, dividiremos los movimientos ortodónticos en varios tipos:
Movimiento de inclinación
Este movimiento puede ser efectuado en los cuatro sentidos: mesial, distal,
vestibular y palatino. Es el movimiento realizable por excelencia con aparatos
removibles, es muy fácil de ejecutar, ya que el punto de aplicación de la fuerza
estará en la corona clínica del diente y el centro de resistencia estará subgingival,
por tanto el movimiento será primordialmente de inclinación de la corona en la
dirección de la fuerza.
Durante el movimiento de inclinación el diente gira alrededor de su centro de
resistencia. El ligamento periodontal es comprimido próximo al ápice del diente en el
lado en que se aplica la fuerza y en la cresta ósea alveolar del lado opuesto. En este
tipo de fuerza, apenas la mitad del área del ligamento está realmente en
compresión. De esta forma, dicho movimiento requiere la aplicación de fuerzas muy
bajas. La inclinación de un diente implica que se forma un fulcro, lo que resulta en
un movimiento de raíz en la dirección opuesta. La presión se concentra en áreas
limitadas de PDL, lo que resulta en la formación de un área hialinizada debajo de la
cresta alveolar, así como en la región apical. La inclinación de un diente por
fuerzas continuas ligeras da como resultado un mayor movimiento dentro de un
tiempo más corto.

Inclinación descontrolada
Es el tipo de movimiento dentario más fácil de obtener por el profesional. También
se denomina movimiento pendular, y se origina al sumarse la acción de una fuerza
simple («un solo dedo» en la corona dentaria) aplicada distante del C.R. y del
momento de rotación resultante de esta fuerza. En este caso el fulcro se localiza
bastante próximo del centro de resistencia.
La inclinación descontrolada ocurre siempre que una fuerza simple (sin torque) se
aplica en la corona de un diente.
Inclinación controlada
En la inclinación controlada el ortodoncista mueve todo el diente, manteniendo el
ápice radicular inmóvil. Por tanto, el fulcro del movimiento dentario coincide con el
final de la raíz.
Este tipo de movimiento es necesario cuando la corona está mal posicionada, pero
lo mismo no ocurre con la región apical. Un ejemplo clásico de este tipo de
movimiento es la retracción de la batería anterior en pacientes con protrusión
dentaria y que tuvieron cuatro premolares extraídos. Al utilizar la inclinación
controlada se evita el riesgo de vestibularización del ápice radicular.
Rotación
La rotación de un diente crea dos lados de presión y dos lados de tensión y puede
causar ciertas variaciones en el tipo de reacción del tejido en el lado de la presión
(Reitan, 1967). Hialinización con reducción de la resorción ósea e incluso la
resorción de la raíz, tiene lugar en una zona de presión, mientras que la resorción
ósea directa ocurre en la otra, variaciones causadas por la anatomía de la raíz y la
magnitud de la fuerza. En el lado de la tensión, las espículas óseas se forman a lo
largo de los haces de fibras estiradas dispuestas oblicuamente. En la región
marginal, la rotación generalmente causa un desplazamiento considerable de las
estructuras fibrosas.
Extrusión
La extrusión idealmente no produce áreas de compresión dentro del PDL, solo
tensión. Variando con la reacción individual del tejido, los haces de fibras
periodontales se alargan y se deposita hueso nuevo en las áreas de la cresta
alveolar debido a la tensión ejercida por estas fibras estiradas. En individuos
jóvenes, la extrusión de un diente implica un estiramiento y desplazamiento más
prolongados de los haces de fibras supraalveolares que de las fibras principales en
los tercios medio y apical del PDL.
El movimiento de extrusión podría crear pequeñas fuerzas de tensión sobre los
tejidos periodontales, pero en la práctica también se verifican áreas de presión,
parecidas a las que aparecen cuando se aplican fuerzas de inclinación.
El movimiento de intrusión exige un control cuidadoso de la magnitud de la
fuerza, ya que, aun con algunos movimientos de inclinación, la mayor concentración
será ejercida a nivel apical. Este movimiento se acompaña de un proceso de
osteólisis que acabará por alcanzar prácticamente todas las paredes del alvéolo.

Traslación
Traslación o movimiento de cuerpo, es aquel desplazamiento en el que el diente no
sufre alteración de su eje longitudinal.
La traslación propiamente dicha - movimiento horizontal u oblicuo que preserva la
inclinación del eje longitudinal del diente - es uno de los movimientos ortodónticos
más complejos. Su obtención es posible, siempre que la línea de acción de la fuerza
cruce el centro de resistencia o cuando la tendencia a la rotación causada por una
fuerza distante del C.R. es totalmente anulada por un binario (torque).
En la traslación propiamente dicha, el ligamento periodontal del lado opuesto a la
fuerza será comprimido en toda su extensión creando una gran área de "estrés" y
alto riesgo de hialinización. Este es un motivo significativo para producir retracción
utilizando fuerzas de baja intensidad.
Corrección radicular
Es el movimiento de elección para promover el cambio del eje longitudinal del
diente, sin alterar la posición del borde incisal. El fulcro estará entonces, en la
posición más oclusal de la corona. Se indica corrección radicular en sentido
vestibulolingual para los casos Clase II división 2, donde los incisivos superiores
tienen su parte incisal bien posicionada y la raíz vestibularizada; así como después
de la retracción incisal que incidentalmente lingualizó excesivamente la corona de
los dientes anteriores.
B)Factores que intervienen en el movimiento dental
Por tratarse de un proceso bastante complejo que implica tejidos diferentes como
hueso, fibras colágenas del ligamento periodontal y vasos sanguíneos, la respuesta
del diente a la fuerza ortodóntica tendrá la influencia de diversos factores que
enumeraremos a continuación:
A - Magnitud de la fuerza
La secuencia de eventos descritos en el ítem anterior, que sucede a la aplicación de
una carga y produce la migración del diente conjuntamente con su alvéolo, es
fuertemente influenciada por la magnitud de la fuerza aplicada.

Fuerzas inocuas
Esta categoría comprende fuerzas de magnitud tan pequeña que son incapaces de
deflagrar el efecto electroquímico responsable por el movimiento ortodóntico.

Fuerzas leves
Con fuerzas de un determinado valor (M), se inicia el proceso de movimiento
dentario.En este punto la tasa de movimiento dentario (en milímetros por día) es
mínima. Sin embargo, con el aumento de intensidad de la fuerza, rápidamente se
alcanza el punto F.O. (fuerza óptima) en el cual la carga ortodóntica produce el
movimiento dentario más eficaz.
Fuerzas pesadas
Denominamos fuerzas pesadas aquellas que producen gran cantidad de áreas de
hialinización en la zona de compresión del ligamento periodontal. No habrá
entonces resorción frontal de la lámina dura del alvéolo y el diente se mantendrá
inmóvil por un largo período de tiempo. Clínicamente podemos afirmar que las
fuerzas pesadas son más patológicas que las suaves, ocasionando los siguientes
disturbios:dolor,movilidad dentaria,reacciones pulpares,alteraciones radiculares y
alteraciones en la cresta ósea alveolar
B - Ritmo de aplicación de la fuerza
El régimen de aplicación de la fuerza ortodóntica también tiene influencia sobre el
movimiento dentario, y su ritmo se puede dividir en dos categorías básicas: }
a - Fuerzas continuas
Son las fuerzas características de los aparatos fijos. Surgen en el momento en que
el dispositivo que aplica la fuerza es instalado y su acción persiste por varios días de
forma continua.
b - Fuerzas intermitentes
Son fuerzas aplicadas por aparatos removibles, por eso, su intensidad varía entre el
valor deseado y la ausencia total de presión. Un ejemplo típico es el aparato
extrabucal de uso nocturno, que el paciente usa durante 12 horas, y las otras 12
horas restantes las pasa sin ninguna fuerza ortodóntica. En esos casos, el ligamento
periodontal sufre "estrés" sólo durante una parte del día, y dispone de muchas horas
para su regeneración. Esto permite que el ortodoncista pueda emplear, de forma
intermitente, tanto fuerzas leves como fuerzas pesadas, sin producir lesiones
tisulares definitivas.
C - Condiciones anatómicas
Además de la magnitud y del ritmo, que son factores directamente relacionados a la
fuerza, hay algunas condiciones anatómicas locales que deben ser cuidadosamente
observadas al hacer la planificación mecánica :
a - Volumen radicular:
Podemos deducir que cuanto más grande es el volumen de raíz de un diente, más
grande deberá ser la magnitud de la fuerza aplicada. El hecho se torna relevante
cuando nos proponemos a mover un diente con reducida área radicular, y por tanto,
la presión sobre el periodonto podrá producir más fácilmente la necrosis estéril o
hialinización.
b - Implantación ósea:
Lo mismo ocurre en los dientes que, a pesar de tener volumen radicular normal,
presentan pérdida ósea periodontal. En estos casos, la resorción de la cresta ósea
alveolar hizo que el volumen implantado de la raíz fuese reducido, recomendándole
cuidados especiales para el movimiento ortodóntico de este diente.
c - Edad del paciente:
En el paciente de poca edad, hay una gran proliferación del ligamento periodontal,
con gran cantidad de elementos celulares y haces de fibras más delgadas y
flexibles, en contraste con el cuadro que presentan los de edad avanzada.
d - Complexión ósea:
Los pacientes con complexión ósea más robusta, espacios medulares reducidos y
corticales más densas, presentan mayor tendencia a la hialinización y como
consecuencia mayor dificultad para producir movimientos dentarios.
D - Condiciones metabólicas
a - Factores hormonales: El aumento de los niveles de parathormona, producida
por la paratiroides (hiperparatiroidismo), induce a un aumento de la cantidad de
osteoclastos con consecuente estímulo de la resorción ósea. En cambio la
calcitonina, producida por la tiroides, inhibe la actividad osteoclástica con
disminución de la resorción ósea
b - Factores nutricionales: La falta de proteínas en la dieta, produce deficiencia de
los aminoácidos necesarios para la síntesis del colágeno presente en el hueso y en
las fibras periodontales. La carencia de calcio podrá provocar, en el niño, raquitismo
(la matriz ósea no se calcifica normalmente) y en el adulto la osteomalacia u
osteoporosis, con descalcificación parcial de la matriz ósea y su consecuente
fragilidad.
c - Factores vitamínicos: La vitamina A está estrechamente relacionada a la
distribución y actividad de los osteoclastos y osteoblastos, e influye en el equilibrio
entre aposición y resorción ósea. La vitamina C interviene en la síntesis del
colágeno, y su carencia puede ocasionar reducción de la deposición ósea.
Finalmente la vitamina D, que promueve la absorción del calcio en el intestino,
cuando existe deficiencia de ésta, provoca los mismos resultados que la falta de
calcio.

7.5 Fuerzas óptimas para el movimiento dental


Las fuerzas ideales en el movimiento dental ortodóncico, de manera clásica, son
aquellas que sólo superan la presión capilar sanguínea. En esta situación la
reabsorción ósea es observada sobre el lado de presión y la aposición ósea sobre el
lado de tensión.
Los dientes rara vez se mueven de esta forma ideal. Por lo regular, la fuerza no es
aplicada de manera uniforme y los dientes se mueven mediante una serie de
movimientos de inclinación y enderezamiento. En algunas áreas la presión excesiva
provoca hialinización donde desaparece el componente celular del ligamento
periodontal. La zona hialinizada asume una apariencia de vidrio esmerilado, pero
regresa a la normalidad una vez que la presión es reducida y el ligamento
periodontal es repoblado con células normales. En esta situación es observado un
tipo diferente de reabsorción, por el cual los osteoclastos parecen socavar el hueso
en lugar de reabsorber en los bordes frontales.
Por ello, las fuerzas usadas deberán ser ligeras y ha sido reconocido que si se
utilizan niveles muy bajos son capaces de mover los dientes.
7.6 Efectos perjudiciales de las fuerzas ortodónticas.
La movilización ortodóncica de los dientes no solo requiere la remodelación del
hueso adyacente a los dientes, sino también una reorganización del propio LPD. Las
fibras se desinsertan de la superficie del hueso y el cemento y se vuelven a insertar
después. Radiográficamente, se puede observar que el espacio del LPD se
ensancha durante la movilización ortodóncica de los dientes. La combinación
de un espacio ligamentoso más amplio y un ligamento algo desorganizado implica
que los pacientes presentarán una mayor movilidad.
Una respuesta previsible al tratamiento ortodóncico es un moderado aumento de la
movilidad. No obstante, cuanto más intensas sean las fuerzas ortodóncicas,
mayores serán la reabsorción basal previsible y la movilidad. Una movilidad
excesiva es un indicio de que se están aplicando fuerzas demasiado intensas.
Si se aplica una presión intensa sobre un diente, se produce dolor de forma
casi inmediata al quedar el LPD literalmente aplastado. No existe ninguna excusa
para utilizar en la movilización ortodóncica de los dientes fuerzas que provoquen un
dolor inmediato de este tipo. Si se aplica una fuerza ortodóncica adecuada, el dolor
que percibe el paciente es muy escaso o ninguno, si bien el dolor suele aparecer al
cabo de algunas horas.
Es poco frecuente, aunque no imposible, que los pacientes ortodóncicos desarrollen
dolor e inflamación de los tejidos blandos, no como consecuencia de las fuerzas
ortodóncicas, sino a causa de una reacción alérgica. Los dos principales
culpables de que se produzca esta situación son la reacción al látex de los guantes
o de los elásticos, o una reacción al níquel de las bandas, a los brackets y a los
alambres de acero inoxidable.
Efectos sobre la pulpa
Aunque las reacciones de la pulpa al tratamiento ortodóncico son mínimas, puede
producirse una respuesta inflamatoria leve y transitoria de la misma, al menos al
inicio del tratamiento.
Efectos sobre la estructura de las raíces
El tratamiento ortodóncico requiere la remodelación del hueso adyacente a la
estructura radicular de los dientes.
Cuando se aplican fuerzas ortodóncicas suele producirse alguna remodelación del
cemento de la superficie radicular y del hueso adyacente.
Reabsorción generalizada moderada
A pesar de esta posibilidad de reparación, el examen radiológico minucioso de los
individuos que han sido sometidos a tratamiento ortodóncico revela alguna pérdida
de longitud radicular en casi todos los casos, y esa pérdida es mayor en los
pacientes cuyo tratamiento se prolonga durante más tiempo.
Reabsorción generalizada grave
Afortunadamente, que se produzca la reabsorción radicular grave de todos los
dientes es un hecho muy poco frecuente. Algunos individuos son propensos a la
reabsorción radicular, incluso sin tratamiento ortodóncico; se ha observado con
frecuencia una reabsorción generalizada grave en individuos que nunca habían
recibido tratamiento ortodóncico.
Reabsorción localizada grave
A diferencia de la generalizada, la reabsorción localizada grave (es decir, la
reabsorción significativa de algunos dientes) se debe al tratamiento ortodóncico. Se
sabe desde hace años que el empleo de una fuerza excesiva durante el tratamiento
ortodóncico aumenta el riesgo de reabsorción radicular, sobre todo si se aplican
fuerzas intensas y continuadas. La duración prolongada del tratamiento ortodóncico
también incrementa el grado de reabsorción.
Bibliografía
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