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Hombres Llamados y Hombres Escogidos

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HOMBRES LLAMADOS Y HOMBRES ESCOGIDOS

DANIEL 1: 3-6

El título de nuestro mensaje claramente nos lleva a recordar el libro de mateo


donde nos dice: “muchos son los llamados y pocos los escogidos”.
Inmediatamente nos ubica en el contexto más importante que queremos tratar
hoy y a la vez nos lleva a preguntarnos: ¿Qué prefiero ser, un llamado o un
escogido? ¿será lo mismo?

Ambas cosas son buenas. Ser un llamado por Dios, recibir un llamado de parte
de Dios es algo demasiado bueno. Significa que me ha tenido en cuenta,
seguramente es porque yo cumplo algunos requisitos que él está buscando.
Significa que él me está dando la oportunidad de audicionar para un papel muy
importante dentro de su gran elenco de actores principales. (imaginemos una
película). Entonces ser llamado por Dios resulta a fin de cuentas algo muy bueno.
Hubo otros que ni siquiera fueron llamados. Pero a mi si me ha llamado. Osea
algo bueno tengo yo.

Pero dentro de esa gente, esta otro grupo de actores importantes. Y estos son
los escogidos. Son los que ya han superado ese proceso de audición, osea, ya
van un paso más allá de los llamados.

Este tipo de personas, son las que entre todos esos llamados y que fueron
tenidos en cuenta para ser analizados a ver si cumplen con los requisitos
necesarios para ser parte de la tarea que Dios tiene; ellos fueron ya apartados,
seleccionados, preferidos, escogidos y recibieron el voto de confianza de Dios
para ejercer dicho papel principal.

Escuchando estas definiciones es muy fácil saber o pensar en cuál de estos 2


grupos yo quiero estar. Aunque ambos son buenos, hay un grupo mejor que
otro.

El versículo 4 de Daniel, se asemeja y está muy relacionado también con otro


versículo de la palabra de Dios. 1 Timoteo 3: 1 al 8, y Daniel 4, comparten la
idea de que el que anhela ser por lo menos llamado deberá reunir una serie de
requisitos importantes para ser tenido en cuenta. Usted dirá, “me parece que
son demasiados requisitos para ser un llamado”; querido hermano, hoy puedo
decir que vale la pena ser tenido en cuenta por Dios. realmente lo vale. Estar en
la casa del rey, disfrutar de sus beneficios y recibir sus honores realmente
merecen la pena.

Ahora bien, el No tener dichos requisitos o por lo menos completamente no


significa que nunca tendré una oportunidad con Dios. lo maravilloso del Dios a
quien pretendemos servir es que el mismo nos capacita y nos brinda todas las
alternativas para que crezcamos en su gracia y sabiduría a fin de hacer lo que
el tanto anhela en nosotros. Él no nos deja solos en el proceso. Dios jamás a un
hombre que llamo abandono. El conoce bien su principio y su final. Confía en el
señor.

Usted y yo vamos bien, vamos por buen camino, ya somos redimidos por su
sangre, ya él nos compró y nos hizo libres; esto significa que vamos muy bien,
solo necesitamos seguir escalando nuevos niveles con Dios. Dios siempre nos da
la oportunidad de ser mejores. La excelencia no tiene techo. Siempre se puede
ser mejor, siempre podemos anhelar más de Dios, podemos esperar algo mejor.

Se lo voy a explicar mejor:

En la época antigua y aun en la biblia encontramos que cuando la gente que


tenía (esclavos), sacaba esos esclavos para venderlos a otros amos, la gente
que se reunía alrededor tenía la opción de comprarlos o no. Y analizaba bien sus
condiciones, si era apto para el trabajo o no. Entonces, según esas
consideraciones el comprador tomaba la decisión de comprar por un precio justo
a dicho esclavo.

Pero lo compraba con la idea de que ahora ese esclavo dejara de ser un esclavo
y fuera un hombre libre quien recibiría un pago justo según su trabajo. Esto mis
amados hermanos se le conoce como Redimir. Lo hizo booz con Rut, lo hicieron
con José y, por si fuera poco, lo hizo el señor por cada uno de nosotros.

Él nos hizo libres, nos compró, por medio de su sangre nos redimió, era un precio
más que justo y ahora los que éramos esclavos del pecado, de la muerte, de
satanás, de las tinieblas, de los vicios etc. ahora somos hombres y mujeres
libres.

Resulta que ese ex esclavo, podía decidir si se iba a otro lugar a trabajar o en
un acto de gratitud y considerando si su comprador tenia buenos campos y buen
trabajo, podría ahora servir (no ser un esclavo, sino un siervo) de ese señor.

Cuando nosotros entendemos ese pago tan grande y tan maravilloso que Cristo
hizo por nosotros, y nos damos cuenta de que ahora las cadenas se nos
quitaban, y miramos todas las oportunidades que tenemos de servir, ser útiles
y ser felices, tener un futuro en la viña del señor, entonces en un acto de gratitud
y cordura, comprendemos que nos conviene ser siervos de Dios.

La palabra Cristo significa Enviado. Quiere decir que él fue enviado para
redimirnos a nosotros unos simples esclavos. Y cambiarnos ese rotulo y ahora
hacernos siervos libres.

Cuando miramos a Daniel y sus amigos, ellos al igual que muchos otros jóvenes,
fueron llamados. Y llegaron allí en calidad de esclavos todos. La diferencia estaba
en que dentro de sus corazones ya Dios les había hecho libres. Cuando Dios nos
hace libres, se nota la diferencia. Nuestro semblante es distinto al de los demás,
nuestra conducta es diferente y hasta nuestro servicio es mejor.
Según leo y entiendo, Daniel y sus amigos en todo eran superiores a los demás.
La biblia dice que Daniel tenía un espíritu superior y eso se notaba.

Cuando llega la hora de analizarlos a todos esos llamados, a ver quiénes eran
los más idóneos para ser escogidos; versículo 19 y 20 se encontró que ellos eran
10 veces mejores que los demás. La diferencia estuvo en que ellos sabían que
no estaban ahí para ser solo unos llamados sino para ser escogidos. Ellos sabían
que ya Dios los había escogido. Y que no importa en qué lugar me encuentre,
yo soy un escogido.

No interesa por quien este rodeado, o que tanto pecado haya a mi alrededor, yo
soy un escogido; y los escogidos no negocian sus principios, los escogidos no
rehúsan un llamado, los escogidos no pueden renunciar. Los escogidos siempre
son y serán 10 veces mejores que los demás.

Llegamos a este punto, y ahora entendemos el privilegio de ser un escogido de


parte de Dios. y al ser escogido también tengo que entender que día a día yo
debo demostrarle al dueño de la viña, al que me compro y me redimió, porque
fue que lo hizo. Que mi amo, mi KIRYOS se sienta orgulloso de haberme
comprado.

Es importante mantener nuestro nivel de servicio a Dios, no podemos olvidar


por mucho que Dios nos honre y por más que Dios nos exalte que siempre
tendremos una marca en nuestras vidas que dice que yo soy un redimido. Que
no nací libre, sino que alguien me hizo libre y a él le debo mi lealtad, mi respeto
y mi servicio.

Porque esa libertad y ese honor de ser escogido, también se puede perder. El
gran rey Saúl, nos puede certificar que esto es así. Fue un gran hombre, escogido
por Dios. reunía las cualidades para ser rey y mientras honró a su señor, Dios lo
mantuvo firme y estable en su reino. Mas cuando su corazón se enalteció, se
ensoberbeció y abuso de sus poderes olvidando que tan solo era un redimido
entonces su honor y su título de rey le fue quitado. Ahora era un desechado, un
reprobado.

Lo mismo le sucedió a Nabucodonosor, a él se le olvido quien es el que quita y


pone reyes y hasta el punto de comer hierba y andar con las bestias del campo
tuvo que pasar.

David en cambio, nunca olvido de donde salió. David siempre recordó quien lo
llamo y luego lo escogió. Detrás de las ovejas Dios lo llamo. Porque no importa
que tan alto nos lleve Dios, y que tan escogido haya sido yo, siempre seré un
redimido. Al servicio y a favor del que un día me compro. Amen.

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