Liderazgo de Carácter
Liderazgo de Carácter
Liderazgo de Carácter
DOCTRINA 3
ZABDY BERTH PAEZ
El carácter
Juan 3:30
Reina-Valera 1960
Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
Trabajar en el carácter es un esfuerzo constante, pero este camino nos hace dignos delante
de Dios, ya que nos ayuda a convertirnos en quien Dios desea que seamos. Y mientras más
nos enfocamos en trabajar el dominio de nuestro temperamento con la ayuda del Espíritu
Santo, más se fortalece nuestro carácter.
El manual para conocer cómo debemos moldearnos y cómo debemos llegar a ser, se
encuentra en:
1 Timoteo 3:1-7
Reina-Valera 1960
Requisitos de los obispos
3 Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2 Pero es necesario que el
obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso,
hospedador, apto para enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de
ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que
tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su
propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6 no un neófito, no sea que
envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7 También es necesario que tenga
buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
IMITADORES DE CRISTO
Esto significa que mi vida debe reflejar en todos sus aspectos el amor de Dios. Que mis
actitudes estén en armonía con el amor con que Cristo me amó. Que mi conducta esté
marcada por lo que Cristo ha hecho por mí. Para formar ese carácter perfecto debemos
andar en verdad, justicia, sabiduría, y el autodominio. Así como lo dijo Pablo tener ese nivel
de autoridad y de confianza en la cual él sabía que estaba imitando a cabalidad a Cristo
como para decirlo a la iglesia de corinto, la mejor manera de reflejar a Cristo es a través de
nuestro carácter y nuestro testimonio.
La gente aprenderá más acerca de quiénes somos más allá de nuestra predicación o servicio
a Dios, si no a través de cuatro condiciones, y juzgarán nuestro carácter por nuestro
testimonio.
1)Obediencia a la Palabra:
Ezequiel 20:19
Reina-Valera 1960
19 Yo soy Jehová vuestro Dios; andad en mis estatutos, y guardad mis preceptos, y
ponedlos por obra;
El Espíritu Santo es quien transforma nuestro carácter y la gente a nuestro alrededor espera
que tengamos el carácter del Espíritu Santo., según Gálatas 5:22-25 RV1960 nos enseña de
manera detallada el Fruto del Espíritu Santo como lo son:
El Amor: Para Dios, el amor es esencial. Todo aquel que ama a Dios también debe amar a su
prójimo. No es una sugerencia, es un mandamiento. Por lo tanto, es un amor que incluye
una decisión firme, no una emoción que viene y va. El amor impulsa a la gente a servir a su
prójimo.
EL Gozo: Como creyente, cuando llegan las dificultades sabes que la tristeza no durará para
siempre. Lo cierto es que aun en medio de ellas, puedes encontrar alegría en la seguridad de
tu salvación. Alguien lleno del Espíritu Santo es alguien alegre
La Paz: La paz solo la puede dar el Espíritu de Dios. La paz que Dios te da debe abarcar todas
las áreas de tu vida. Para poder ser de bendición a otros debemos tener Paz aún en medio
de las dificultades, y siempre mantenerla.
Benignidad: La amabilidad y suavidad hacia los demás, Dios desea transformar nuestra
relación con los demás. Él quiere que seamos más sensibles a las necesidades de los demás
y a ser más amable con ellos. La amabilidad constante nos ayudará en el trato hacia los
demás.
Bondad: La bondad surge de un corazón que se inclina hacia el bien. No somos buenos por
nuestros propios méritos, sino por la obra de Cristo en nosotros. Mientras más conscientes
estamos de la presencia de Dios en nosotros y de su obra en nuestros corazones, más
crecemos en bondad hacia los demás.Cuando entendemos todo lo bueno que Dios ha hecho
por ti, tu corazón anhela hacer cosas buenas por los demás.
Fe: Es creer, es convicción y es confianza. Como hijo de Dios, debemos mantener los ojos
puestos en él. Así es como aumenta nuestra fe, al conocer mejor a Dios y mantenernos cerca
de él.
Mansedumbre: Es la cualidad de ser manso, una persona mansa es incapaz de devolver mal
por mal, la mansedumbre nos ayuda a aceptar la voluntad de Dios y a vivir en paz con Dios y
con los demás. En lugar de buscar imponer nuestros puntos, nos esforzamos por ayudar y
servir a los demás.
Templanza: Es autocontrol, dominio propio sobre todo en los placeres carnales. Si nos
llenamos cada día más del Espíritu Santo, podremos dominar los deseos de la carne. El
dominio propio es una señal de fortaleza en el Señor. Es obedecer a Dios aun cuando
nuestros deseos carnales intentan llevarnos por otro camino.
3) Santidad:
Hebreos 12:14
Reina-Valera 1960
14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Debemos entender que nuestro carácter como cristianos debe reflejar a Cristo, en pocas
palabras nuestro carácter debe ser el carácter de Cristo. Dios coloca en nosotros dones y
talentos los cuales son irrevocables, los dones no se manifiestan de acuerdo a tu don, ellos
se manifiestan porque son un regalo de Dios, pero sí es importante que tu carácter sea
irreprensible, para llevar una correcta armonía con los dones que Dios manifiesta en ti, para
que tu ministerio sea provechoso a la vista de los que te siguen.
1. TU DON O TALENTO ATRAERÁ LA GENTE A TI, PERO TU CARÁCTER HARÁ QUE LA GENTE
PERMANEZCA CONTIGO
Este punto me llamó mucho la atención, pues muchas veces atraemos gente, por ejemplo,
en mi caso es algo fácil de hacer, pero el que permanezcan es lo difícil, ya que, no solo es por
el testimonio que uno lleve como cristiano, si no, por el amor que hay que tener para
discipular. Este punto resalta la misericordia y el amor de Cristo en la Cruz, así como el pidió
al Padre por el perdón de quienes lo crucificaban, ese mismo amor es el que debemos tener
para pedir misericordia y no juicio por lo que nos hacen, si hacemos comparación con lo que
Cristo pasó, siempre quedaremos por debajo.