Un Avivamiento de Reverencia
Un Avivamiento de Reverencia
Un Avivamiento de Reverencia
Como cristianos nuestra vida siempre está en exhibición. Como dijo el apóstol
Pablo, somos un “espectáculo al mundo, a los ángeles y a los
hombres” 1 corintios 4:9. La gente siempre nos observa. Sobretodo Dios
nos observa. Por eso, debemos profundizar nuestra motivación de honrar a Dios y
representarlo bien en todo momento.
Los ideales que contiene Tito 2:3-5, “Las ancianas asimismo sean
reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino,
maestras del bien; 4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a
sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, castas, cuidadosas
de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra
de Dios no sea blasfemada.”. Son cualidades que debemos ver cultivadas
en nuestra vida mientras el Espíritu Santo obra en nuestro corazón rendido a Él.
2. Ejemplo de Reverencia.
Ana la profetiza que había quedado viuda a los siete años de casada. La biblia
dice “y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba
del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y
oraciones” Lucas 2:37. Aquí estaba una mujer frente a todas las
tentaciones para aflorar en sus esfuerzos. Ana todavía pasaba sus horas
adorando a Dios. Era una mujer devota a la oración, disciplinada, vigilante y
positiva. Para Ana, la reverencia no estaba limitada a un determinado lugar o
momento. Se había convertido en la sustancia de su vida, desarrollada durante
toda una vida de amor y temor a Dios, de confianza en Él y deleite en su
bondad.
No somos llamadas a una vida reverente solo para nuestro propio bien. Somos
modelos, para nuestras hijas, y para otras mujeres jóvenes. Ellas necesitan
desesperadamente modelos de una vida reverente, porque ellas constantemente
están rodeadas de frialdad, mundanalidad y superficialidad. “Nuestras cartas
sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por
todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo
expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del
Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del
corazón.” 2 Corintios 3:2-4.
Se describe a una anciana que, desde joven, había vivido con intencionalidad
y propósito para Dios y los demás. Una mujer que servía, ofrendaba con
fidelidad y ayudaba a otras. Era reverente en su comportamiento y fiel a su
santo llamado. No desperdiciaba su vida en lo que no tenía importancia. Y,
como resultado su vida reflejaba la belleza del evangelio.
¿De dónde sacamos nuestra visión de Él? En cómo estamos ocupados con
Él en Su Palabra. Al estudiar la Biblia, entender y comprender lo que Él es.
REFLEXION:
La vida los cristianos siempre está en exhibición, y eso es algo bueno si vivimos
para glorificar a Cristo. ¿Hay alguna actitud o conducta que no te gustaría que la
gente vea porque sabes que al Señor no le agrada? ¿Algo que no refleje Su
carácter? Pídele al Espíritu Santo que te dé fuerzas para cambiar.
¿Qué papel desempeñan tus amistades en tu deseo de vivir una vida reverente
y santa, tanto negativa o positivamente?