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Coppertone Skin & Eye Cancer Spanish Brochure

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LUZ SOLAR Y

SUS OJOS
PASOS DE TODOS
LOS DÍAS PARA
EXPONERSE AL SOL
CON SEGURIDAD

www.cancerdepiel.org
Ya sea que los consideremos
ventanas del alma o excelentes
telones de fondo para nuestras
sombras de ojos, nuestros
ojos tienen una importancia
obviamente increíble. Para
muchos, representan el más preciado de
todos los sentidos, el que nos ofrece nuestras
más inmediatas y perdurables impresiones del
mundo.

Sin embargo, sin darnos cuenta, podemos


exponer nuestros ojos al peligro todos los días
solo con estar al aire libre. Con el transcurso
del tiempo, los rayos solares pueden dañar
gravemente los ojos o la piel que los rodea
y causar pérdida de visión y enfermedades
desde cataratas a degeneración macular,
así como cánceres de ojo y párpado. No
obstante, algunas simples estrategias de
protección practicadas a diario pueden
ayudarnos a mantener saludables por toda la
vida los ojos y la piel sensible que los rodea.
No tome el sol a la ligera
Ciertos tipos de luz del sol pueden causar muchos
daños en la zona de los ojos.
Radiación ultravioleta A y B —
Los rayos ultravioleta A (UVA) de largo alcance y
ultravioleta B (UVB) de corto alcance son las formas de
luz más peligrosas que produce el sol. Con longitudes
de 320 a 400 nm (nanómetros o milmillonésima parte
de un metro) y 290 a 320 nm respectivamente, estos
poderosos rayos tienen una longitud de onda más
corta que la luz visible, lo que los hace invisibles a
simple vista. Se los considera una de las principales
causas de cataratas, cánceres de párpado y ciertos
otros tipos de cánceres de piel. También se cree que,
la luz azul que forma parte del espectro de la luz
visible, participa en la degeneración macular, una de
las principales causas de pérdida de la visión en los
Estados Unidos en personas de más de 60 años de
edad. Además, la radiación UV puede causar arrugas y
envejecer prematuramente la piel que rodea los ojos.
Luz azul — Algunas de las más recientes
investigaciones sobre ojos han identificado la luz
azul como factor en la evolución de cataratas,
degeneración macular y otros males graves de los
ojos. La luz HEV corresponde al rango próximo a los
rayos UV, desde casi 400 a más de 500 nm en el
espectro de la luz visible.
Con el tiempo, la luz azul, que se encuentra
aproximadamente entre 440 y 490 nm dentro del
espectro HEV, puede dañar la retina y esto, causar
la degeneración macular. La retina es la membrana
ocular donde se forman las imágenes que se
transmiten al cerebro; la mácula, la región de visión
más aguda situada cerca del centro de la retina, es la
zona con más posibilidades de dañarse.

Luz visible Luz HEV Luz ultravioleta

UVA UVB

700 a 400 nm 500 a 400 nm 400 a 320 nm 320 a 290 nm


(nm = nanómetro o
milmillonésima parte
de un metro)

Longitud de onda creciente


¿Está usted en peligro?
Cuanta más blanca sea su piel, más edad tenga y
más claros sean sus ojos, tanto mayor será su riesgo
a largo plazo de sufrir lesiones en los ojos causadas
por radiación solar, especialmente si se expone a la luz
solar en forma prolongada tanto en su trabajo como
en actividades recreativas. Los ojos claros presentan
un mayor riesgo de sufrir cáncer de piel y algunas
enfermedades de los ojos porque contienen menos
cantidad de melanina, un pigmento protector.
Según la base de datos SEER del National Cancer
Institute, en 2008 se diagnosticaron cánceres de ojos
y órbitas oculares a 2.390 hombres y mujeres, de los
cuales fallecieron 240. Con sus estructuras delgadas y
delicadas, así como por su exposición al sol, superior
durante la vida a los de otras partes del cuerpo, los
ojos y las zonas que los rodean son especialmente
propensos a los cánceres.
La realidad es que todos somos susceptibles a los cán-
ceres de ojo y párpado u otras lesiones causadas por el
sol y necesitamos ayuda para protegernos diariamente
porque el daño se acumula con el tiempo.
¿Cómo daña la luz solar los ojos?
Aunque los párpados están diseñados para proteger
los ojos, su piel es extremadamente delgada y con-
tiene muchos tejidos frágiles que pueden ser dañados
por la luz UV. Dentro del ojo, el cristalino y la córnea,
ambos transparentes, filtran la radiación UV, pero
al hacerlo durante muchos años, se pueden dañar.
Esto se cumple especialmente en el caso del cristalino
que, con el paso de los años absorbiendo radiación
UV, se amarillea y vuelve cataráctico. El cristalino es
el mecanismo de enfoque transparente del ojo y se
encuentra entre el iris y el humor vítreo (gel transpar-
ente y espeso en el compartimiento posterior del ojo
que llena el espacio entre el cristalino y la retina, lo
que da su forma al ojo). La córnea, que ocupa la zona
transparente frente a la capa exterior del ojo, admite
la luz y las imágenes hacia la retina. El daño por
radiación UV es decisivo para causar:
Cánceres de párpado: Los cánceres de párpado,
como por ejemplo el carcinoma de células basales
(basal cell carcinoma, BCC) y el carcinoma de células
escamosas (squamous cell carcinoma, SCC) así como
el melanoma, representan entre el 5 y el 10 por ciento
de todos los cánceres de piel. La mayoría ocurre en
el párpado inferior, que es el más expuesto al sol. El
carcinoma BCC conforma casi el 90 por ciento y el
carcinoma SCC el 5 por ciento o más de todos los
cánceres de párpado, mientras que los melanomas son
responsables de entre el 1 y el 2 por ciento. El carcinoma
BCC de párpado afecta a aproximadamente 16,9
hombres y 12,4 mujeres por
cada 100.000 personas en los
Estados Unidos cada año y, si
bien el carcinoma BCC en otras
partes del cuerpo raramente se
expande, el carcinoma BCC de Paciente inmediatamente
párpado tiene un riesgo impor- después de una cirugía por
tante de expandirse al ojo en sí cáncer de párpado
y a las zonas que lo rodean, lo que causa grandes daños
al ojo y desfiguración del rostro.
Los carcinomas SCC tienen un ritmo de crecimiento
superior y un potencial de expansión mayor. Ambos
tipos de cáncer se encuentran principalmente en paci-
entes con historiales de exposición al sol. El melanoma
se puede expandir rápidamente en la zona del ojo y
resultar letal si no se trata a tiempo. Los melanomas
están ligados a historiales de exposición intensa e
intermitente al sol y a quemaduras solares.
Si se diagnostican y tratan a tiempo, los cánceres de
párpado usualmente responden bien a la cirugía y
al tratamiento subsiguiente y, en gran parte, el ojo y
el párpado retienen sus funciones normales. Con la
reconstrucción, generalmente permanecen cosmé-
ticamente atractivos. Pero si no reciben tratamiento,
son extremadamente peligrosos e, incluso, pueden
penetrar al cerebro. Preste atención a estas señales
tempranas de advertencia:
• bulto o protuberancia que sangra a menudo o no
desaparece
• ojo rojo persistente o inflamación de los párpados
que no responde a medicación
• nuevas lesiones pigmentadas planas o elevadas con
bordes y crecimiento irregular
• pérdida de pestañas con causa desconocida
Si tiene alguna de estas señales de advertencia,
consulte a un especialista en cáncer de piel u
oftalmólogo, aun cuando no sienta malestar.

Retina Córnea

Conjuntiva

Pupila

Cristalino

Iris
Mácula
Humor
Vítreo
Melanoma intraocular: Pese a que es poco fre-
cuente, se trata del cáncer de ojo más habitual en
personas adultas. Empieza en el tracto uveal, la capa
media del ojo que contiene el iris (la parte del ojo
responsable del color) y la pupila, que se encuentra
en el centro del iris. Los síntomas pueden incluir una
mancha oscura en el iris, visión borrosa o cambio en
la forma de la pupila. Sin embargo, algunas veces no
hay síntomas.
Cánceres de conjuntiva: En el pasado, estos
cánceres eran poco frecuentes pero, en años recientes
y según datos del NCI, su incidencia ha aumentado
rápidamente. La investigación que cubre el 10 por
ciento de la población de los Estados Unidos dem-
ostró que la incidencia aumentó especialmente entre
hombres blancos; 295 por ciento en un periodo de 27
años.
Los melanomas de la conjuntiva pueden ser más
comunes en pacientes con síndrome de lunar atípico.
Estos pacientes tienen 100 o más lunares, uno o más
lunares de 8 mm (1/3 de pulgada) de diámetro o más
grandes y uno o más lunares que son atípicos. Todos
los pacientes con melanomas cutáneos o lunares
atípicos deben hacerse exámenes oftalmológicos
anuales.
Cataratas: Enturbiamiento y amarilleamiento pro-
gresivo del cristalino que es el mecanismo de enfoque
del ojo. Al menos el 10 por ciento de los casos de
cataratas puede atribuirse directamente a exposición
a rayos UV. Tan solo en los Estados Unidos se
efectúan más de un millón de operaciones cada año
para remover las cataratas. Las cataratas son la causa
más común de ceguera tratable en el mundo y están
directamente asociadas con la radiación UVB.
Degeneración macular: A menudo denominada
degeneración macular por edad o senil, es producto
del daño causado a la retina con el paso del tiempo.
La retina es la membrana ocular donde se forman las
imágenes que se transmiten al cerebro; la mácula,
la región de visión más aguda cerca del centro de la
retina, es la zona con más posibilidades de dañarse.
La degeneración macular es una de las principales
causas de pérdida de la visión en los Estados Unidos
en personas de más de 60 años de edad. Si bien se
requiere más investigación, algunos estudios apuntan
a la radiación UVA y a la luz HEV como posibles
causas de la degeneración macular.
Crecimientos benignos de la conjuntiva: Los
problemas en la conjuntiva, la membrana protectora
que cubre las partes exterior del ojo e interior del
párpado, surgen habitualmente más tarde en la
vida. El terigión o crecimiento benigno carnoso en
la conjuntiva que finalmente puede interferir con la
visión, podría requerir una intervención quirúrgica
para su extracción. Estos desagradables crecimientos
frecuentemente ocurren en regiones donde la
radiación UV es intensa todo el año.
Queratitis o quemadura de la córnea por luz
solar: La exposición excesiva a los rayos UV del sol o
equipos para broncearse literalmente puede quemar
la córnea, la superficie de refracción transparente
del ojo que admite la luz y las imágenes hacia la
retina. Por lo tanto, los cristales con protección UV
son especialmente indispensables para todos quienes
utilizan equipos de bronceado, así como para quienes
practican ski o snowboard, ya que la radiación UV
es más intensa cuanto mayor sea la altitud y como la
nieve refleja los rayos del sol, éstos impactan en sus
ojos por segunda vez.
Prácticamente todas estas enfermedades de los ojos
relacionadas con la radiación UV pueden ser detecta-
das por profesionales calificados y especialistas en
ojos en un examen de ojos de rutina. Por lo tanto,
es importante realizarse todos los años un examen
oftalmológico completo, que incluye una oftalmosco-
pia dilatada.
Mejor protección
Los lentes que absorben y bloquean la radiación UV
son una de las más potentes protecciones contra las
lesiones de ojos y párpados, de modo que lo más
conveniente es utilizar gafas de sol (con graduación o
sin ella) todo el año, siempre que se exponga al sol. La
radiación UVA puede dañar los ojos y la piel que los
rodea todo el año e incluso en días nublados, pueden
penetrar cantidades perjudiciales de rayos UV por las
nubes y la neblina. Recuerde, sin embargo, que la
moda y los precios altos no garantizan seguridad.
Para una correcta protección, las gafas de sol deben
tener lo siguiente:
• Empaque o señales en el producto que indiquen la
capacidad para absorber y bloquear entre 99 y 100
por ciento de la radiación UVA y UVB. Lo ideal sería
que también protejan contra la luz azul.
• El tamaño suficiente para proteger los ojos, los pár-
pados y las zonas que los rodean. Cuanta más piel
cubran, tanto mejor será. Los modelos envolventes
que se ciñen cómodamente y tienen protectores
laterales con protección UV son ideales.
• Durabilidad y resistencia a impactos.
• Lentes polarizados que eliminan el reflejo, especial-
mente al conducir. También resultan más cómodos
para usar en la nieve o el agua, donde la reflexión
aumenta el reflejo. El reflejo permanente puede
causar fatiga, dolor de cabeza e, incluso, jaquecas.
También vea si los lentes cumplen las normas ANSI e
ISO con respecto al reconocimiento de las señales de
tránsito. Esto significa que permiten reconocer colores
correctamente, especialmente cuando se trata de
discriminar las señales de tránsito rojas de las verdes.
Se dispone de lentes para gafas de sol de muchos
tonos; prefiera los colores que le permitan ver mejor.
Pero, lo que es más importante, cuando compre
anteojos de sol, consulte los marbetes, las etiquetas o
el empaque para asegurarse de que los lentes tengan
la protección UV correcta. Para una garantía adicional
de seguridad, busque el sello de recomendación de
The Skin Cancer Foundation (La Fundación de Cáncer
de Piel).
Hoy en día, la absorción de rayos UV puede incorpor-
arse a la mayoría de los materiales ópticos sin impedir la
visión y con muy poco costo extra. Lo ideal es que todos
los anteojos, incluidas las gafas recetadas, las lentes de
contacto e, incluso, los implantes de lentes intraoculares,
filtren y bloqueen la radiación UVA y UVB.
Otras protecciones
Si bien las gafas de sol son esenciales
para protegerse del sol durante todo el
año, también existen otras medidas de
seguridad importantes para protegerse
de lesiones a los ojos, cánceres de piel y
envejecimiento prematuro de la piel.
Los sombreros son una estrategia especial-
mente importante. Si utiliza un sombrero
con ala todo a su alrededor de al menos
7.5 cm (3 pulgadas), puede bloquear de
sus ojos y párpados tanto como la mitad
de toda la radiación UVB recibida. Los
sombreros o las viseras coloreadas también
ayudan a bloquear los ojos de la radiación
UV que ingresa desde arriba.
Como las gafas de sol y los sombreros no
pueden cubrir todo el rostro, también es
importante usar protector solar.
Finalmente, cuando esté al aire libre,
siempre trate de quedarse a la sombra,
especialmente entre las 10 de la mañana
y las 4 de la tarde, cuando la luz solar es
más intensa.
Recuerde, practique todas estas estrategias durante
todo el año. Además, no las olvide cuando esté
de vacaciones, tanto en verano como en invierno.
Recuerde que tanto el agua como la nieve relejan más
del 80 por ciento de los rayos solares, de modo que
sus ojos y piel los reciben por segunda vez. Asimismo,
recuerde que la intensidad de la radiación UV au-
menta con la altitud, así que no deje de protegerse si
practica actividades como ski y caminatas.
Tratamiento
Si detecta síntomas de problemas en los ojos o párpa-
dos, no deje de consultar a un médico. Los oftalmólo-
gos son quienes tienen más conocimiento sobre las
enfermedades de la vista y los dermatólogos son
especialistas en la piel.
En primer lugar, el médico tal vez prefiera observar
la evolución de un problema en los ojos para
determinar si los síntomas empeoran o disminuyen.
Podrían resolverse muchos problemas menores con
estrategias simples como gotas oftalmológicas. Para
afecciones más graves, se dispone de muchas formas
de tratamiento. Por ejemplo, la cirugía es la opción
preferida para las cataratas así como para los cánceres
de ojo y párpado. Pueden utilizarse diferentes formas
de radiación para los cánceres, especialmente si se
considera que el paciente está muy enfermo o débil
para una intervención quirúrgica. Otras formas de
tratamiento pueden consistir en láser, crioterapia o
quimioterapia tópica.
El pronóstico es positivo para pacientes con tumores
pequeños sin metástasis. Por lo tanto, recuerde
que para los cánceres, así como para todas las otras
enfermedades de la vista, cuanto antes detecte y trate
el problema, tantas más posibilidades existirán para
curarse completamente.
Tus ojos se queman
así como su piel
Adquiere lo último en protección
de ojos con lentes polarizados

2x
La Protección de Luz Azul
que la competencia

100%
Protección de rayos UV
para sus ojos y la piel
alrededor de los ojos

97%
Reducción de reflejos
molestos

www.coppertonelenses.com
Recomendado como un
filtro efectivo de rayos
UV para los ojos y el
área alrededor.

Coppertone® es una marca registrada de Bayer. VISION EASE® es una marca registrada de Vision Ease, LP.
© VISION EASE. Todos los derechos reservados. CPSKBROSP116

Contenido suplido por:

www.skincancer.org

Revisor médico:
Réne S. Rodriguéz-Sains, MD

The Skin Cancer Foundation


149 Madison Ave., Suite 901, New York, NY 10016

© 2016 | The Skin Cancer Foundation. Impreso en los EE.UU.

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