Armando Scannone - Venezuela
Armando Scannone - Venezuela
Armando Scannone - Venezuela
SUSANA MARCHAN
EL ENTUSIASTA Y PROPAGADOR
DE LA
GASTRONOMIA,
APICIUS EL ROMANO
Datos biograficos
Armando Scannone (Venezuela)
Articulos
A falta de pan buenas son tortas Flan o quesillo
Aceitunas, pasas y alcaparras Foie gras
Aguacate: fruta excepcional Funche y polenta
Alcaparras Grasas: Tentación necesaria
Antipastos y hors d’oeuvres Gustoso salmón
Arroz con coco y Bienmesabe: transculturización en la Hagamos pasta pasta fresca
cocina Hervido o sancocho
Azafran Hierbas para abrir el apetito
Bocaditos Hongos y setas
Camarones de granja Injustamente olvidados, torticas, croquetas, buñuelos
Camarones y Langostinos Jamón de Trapo de Antonio Pasquali
Carne a la parrilla, carne asada y bistec Jamón: La mejor opción
Caviar: manjar de reyes La chayota
Cocina casera y cocina de restaurant La ensalada de gallina
De la comida Italiana La hallaca
Deliciosas huevas y huevos de pescado La hora de las calabazas: La auyama
Dulces y tortas de Navidad La langosta, comida de lujo
Dulcitos y golosinas La olla venezolana
El arroz La pizza
El atún La tortilla
El bacalao salado Las apreciadas negritas: El pabellón y el pistraque
El calabacín Las caraotas en el mundo
El cochino Las otras carnes
El Cordero: nueva alternativa Las Sardinas y las anchoas
El Confit Los condimentos, alma de la cocina
El Curry Los Palmeros de Chacao
El foie gras Maíz y carne molida en tiempo de crisis
El huevo, alimento versátil Manjar de grapefruit
El menú Más sobre el cerdo
El pan de cada día Mondongo de panza de res
El pavo Mondongo y sopa de rabo
El pepino Nuestra gastronomía ante el reto del turismo
El Pescado Parmigiano Reggiano
El plátano y el cambur Pasapalos
EL pollo: carne buena y barata Pasta para compartir
Ensaladas Pasta rellena
Entre pizzas y focaccias Pasteles: preparaciones clásicas
Especias: exotismo en su mesa Pescado salado en Venezuela
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 2 27/03/2006
Populares y baratos: Los granos Servicio de la mesa
Puccini, gastrónomo Sopas
Pulpo Timbalitos: un lujo olvidado
Risotto Todo sobre los revoltillos
Salsas y sabor
Recetas
Aguacates rellenos con camarones Cassoulet (caraotas blancas guisadas)
Alas de pollo asadas agridulces Catalinas
Almidoncitos Cavatelli
Arepitas fritas con chicharrón Chayotas guisadas
Arroz asopado con pollo Chivo con Coco
Arroz asopado con pollo Chuletas de cochino fritas
Arroz con bacalao Chuletas de cordero fritas
Arroz con cilantro Cochino en vinagreta (salpicón de cochino)
Arroz con Coco Conejo con mostaza
Arroz con habas Conserva de coco quemada
Arroz con moules Corbullón de pescado con vino tinto
Arroz con moules (otra) Cordero guisado
Arroz guisado con aceitunas, alcaparras y pasas Couscous (Carne guisada al estilo del Norte de Africa)
Atún en escabeche Crema "Vichyssoise"
Bacalao guisado Crema de aguacate
Besitos de Coco Crema de auyama con mandarina
Bienmesabe Crema de calabacín
Bistec caraqueño Crema de caraotas negras
Bistec con pimienta Crema de guacucos
Bistec llanero Crema de hinojo
Bizcochuelo o Pan de Saboya Crema de Hongos
Blinis de harina de centeno Crema de manzana
Blinis de harina de trigo Crema de manzana
Bolitas de carne Crema de pepino caliente o fría
Bolitas de queso Croissants
Bollos pelones con salsa de tomate Croquetas de Bacalao
Brandade (puré) de bacalao Croquetas de papas
Buñuelos de Apio Cruzado de carne de res y de gallina
Buñuelos de yuca Dulce de batata con coco
Cajitas Dulce de lechosa verde
Cajitas (Otra) Dulce de plátanos con azúcar
Calabacines con hierbas y mantequilla Empanadas
Camarones con ají dulce Ensalada César
Camarones con jengibre y salsa de soya Ensalada de aguacate
Camarones en vinagreta Ensalada de aguacate con durazno y manzana
Camarones o langostinos con jengibre y salsa de soya Ensalada de aguacate tomate y cebolla
Cambures horneados con salsa caramelo y Cointreau Ensalada de berro, tomate y aguacate
Cambures titiaros con chocolate Ensalada de cebolla
Cambures titiaros fritos Ensalada de céleri
Cambures topochos horneados Ensalada de chayotas
Cambures topochos horneados con cognac y piña Ensalada de Gallina
Cambures topochos horneados con jugo de naranja Ensalada de hongos
Camiguanas (boquerones) fritos Ensalada de lechuga y hierbas
Camiguanas fritas (Boquerones) Ensalada de papas
Canelones rellenos con guiso de cochino Ensalada de papas con vainitas
Caraotas negras con arroz fritos "moros y cristianos" Ensalada de pepinos con crema agria
Caraotas negras fritas Ensalada de tomate y aguacate con yogurt
Caraotas negras guisadas Ensalada de tomate, aguacate y cebolla
Nació en Caracas el 22 de agosto de 1922. Es ingeniero civil y fue vicepresidente y secretario del
Colegio de Ingenieros de Venezuela, así como presidente del 6° Congreso Venezolano de
Ingeniería en Barquisimeto. Ha tenido empresas de construcción, lo cual le permitió intervenir en
el desarrollo del grupo de urbanizaciones El Trigal, en la ciudad de Valencia. Es presidente
fundador de la Academia Venezolana de Gastronomía, institución que actualmente dirige. Es el
autor de "Mi Cocina a la manera de Caracas", volumen I y volumen II (1982/1994)
Don Armando Scannone es el responsable de que los venezolanos nos hayamos interesado en
nuestra comida, sobre todo en la caraqueña. Ya no se concibe una biblioteca culinaria venezolana
sin el libro de Scannone, y se ha hecho célebre la frase "quien no cocina por el libro de Scannone,
no cocina".
Relata que cuando "mamá estaba en sus últimos años, comencé a recolectar las recetas.
Hice un folleto en multígrafo que se le repartió a los miembros de la familia. Cuando hice el libro,
nadie sabía que lo estaba haciendo, porque me daba un poco de pena ya que no era costumbre
que un hombre se preocupara por la cocina".
Decidó rescatar las recetas para no volver a pasar trabajo con la comida como cuando su cocinera
salió embarazada y se fue.
"A partir de aquel folleto comenzamos a hacer todo bien codificado, yo metido en la cocina,
controlando los sabores, probando e invitando gente, cocineras que venían a cocinar, a probar.
La cocina de mi casa se fue enriqueciendo, y el sabor y la sazón se iban mejorando. Con todos
esos elementos comenzamos a hacer el libro. Yo lo que quería era hacer un recetario que me
supliera la ausencia de la cocinera, por eso se hizo con esa precisión".
Explica que fue un trabajo de laboratorio ya que no tenían proporciones y había que empezar con
el recuerdo del sabor y de texturas. Luego hacer muchas pruebas hasta llegar a lo que
recordaban.
La cocina criolla
¿Entra en la polémica de si la cocina venezolana es exportable o no, de si es ramplona o
demasiado elaborada?
- Tengo en ese sentido unos criterios bien formados. La cocina venezolana es básicamente
casera, no es de restaurante, es como la cocina familiar de cualquier país del mundo, de Francia,
España, Italia, con la diferencia que estos son países que tienen una cultura más establecida,
tienen más tradiciones, aman más su comida. Yo creo que al venezolano no le interesa su comida,
comienza a interesarle recientemente. En mi infancia sí había interés porque se sabía hacer. Eso
desapareció en una o dos generaciones, a partir del 50. La gente dejó de conocer nuestra comida,
comenzó a sentir vergüenza. La vergüenza por el pabellón por vulgar, ordinario, pero no es así.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 6 27/03/2006
En un solo plato se come el menú entero. Es un gran plato.
Agrega que se trata de una cocina familiar, casera, muy buena, gastronómica, y culinariamente
muy buena y muy inteligente, es muy elaborada, que necesita que se conozca, por eso no puede
llevarse al restaurante.
La cocina casera necesita un cierto oficio que es distinto al del restaurante. "No se pueden hacer
unas caraotas negras perfectas hasta que no las conozcas bien. Ni Robouchon, que es lo más
grande que existe, si hace unas caraotas negras, seguramente serían un desastre".
¿Tiene la cocina venezolana diferencias fundamentales con otras de América Latina?
Sí, es más cosmopolita. Tiene mucho más de europeo que la mexicana, la peruana. Venezuela
tiene una posición hacia el océano, pero, no somos sólo suramericanos, somos Caribe, pero
además Venezuela a partir del Decreto de Guerra a Muerte rompió relaciones con España, y duró
oficialmente hasta 1845 en que se restablecieron y volvió el comercio en muy pequeña escala,
porque en 1860 cuando Guzmán Blanco el comercio era relativamente pequeño. Así que nosotros
tuvimos por fuerza que tener relaciones con otros países que sí influyeron: Holanda, Dinamarca,
Francia, Alemania, Estados Unidos. Comenzamos a conocer otros sabores. Nosotros conocimos
la Salsa Inglesa tempranísimo, en 1850. Usamos pimienta. Los países latinoamericanos que
quieren exaltar el sabor de la comida, usan ají. La pimienta es más refinada, muy europea.
Multisápida
Scannone considera que la comida venezolana es difícil aún para nosotros, porque es compleja la
combinación de sabores.
Señala que en ella el sabor se hace en la olla, salvo el pabellón, el cual además de haberse hecho
en su olla con cada uno de sus ingredientes, se hace un nuevo sabor en el plato.
En ese afán, legítimo por demás, de hacer llegar la cocina venezolana a los restaurantes, hay una
pretensión de quererla "adornar" y cambiarle su presentación tradicional.
¿Está de acuerdo con eso?
Está el Cega que intenta adaptar la cocina nuestra al restaurante cambiando la presentación, pero
no estoy muy de acuerdo, porque el atractivo de un plato es el plato mismo. Yo no creo que haya
que ponerle una ramita por aquí, un pétalo de rosa por allá. No creo eso.
¿Y las hallacas presentadas en otras formas: en rueditas, timbalitos?
- Es una deformación absoluta.
¿La cocina es un arte?
- La gente piensa que la coci na es arte y eso no es verdad, es una pretensión. Es un oficio que
cuando lo quieres llamar arte es porque los oficiantes tienen un concepto muy bien establecido de
la excelencia y la buscan, pero no quiere decir que sea arte. La comida es una cosa muy efímera.
Claro que hay arte efímero: las instalaciones, pero hasta qué punto eso es arte en el sentido
estricto...
es posible que eso marque un momento en la historia del arte, como una referencia, pero no hay
permanencia.
Creo que es sobre valorar la cocina cuando se habla de arte.
Arte para mí es una cosa muy sublime y no quiero decir que la cocina no pueda sublimarse, pero
es basándose en ser exigente con uno mismo. Los artistas trascienden de otra manera, aunque
sea un arte primitivo.
En la cocina lo que trasciende es el nombre del cocinero, no su cocina".
¿Con qué plato definiría la cocina venezolana?
Con la hallaca. Por su sabor, su forma, nos representa muy bien. Nosotros somos así, no somos
tan sencillos como se cree, somos mucho más complejos y la hallaca es compleja. Ese sabor y el
perfume de la hallaca.
De que se trata:
No se trata de un jamón crudo y curado, sino de un Jamón Cocido. Es un pernil trasero con su
piel, pasado por salmuera y cocinado en caldo, el antepasado noble de los conglomerados de
carnes de cerdo compactadas al vapor y cargadas de polifosfatos, que a falta de definición legal
se venden en Venezuela y en muchísimos otros países bajo el engañoso nombre de "jamón" (de
vago parecido al llamado jambon de Paris).
Varios historiadores, cocineros y gastrónomos consideran que el jamon de coleto representa una
de las formas más excelsas de comer pernil de cerdo
Como se prepara:
Siguiendo obedientemente, en el orden dado, todos y cada uno de los pasos que se señalan a
continuación:
PASO 1,
Si se trata de un Jamón que se desea preparar para las fiestas navideñas, encargar con
antelación para una fecha entre el 10 y el 15 de diciembre, un PERNIL FRESCO ENTERO CON
SU CUERO (no siempre es fácil obtenerlo), de unos 12 Kilos máximo, asegurándose de que se
trata de un animal recién sacrificado y no previamente congelado.
PASO 2,
Es el arreglo previo de la pieza. Los perniles son generalmente vendidos con la parte superior del
muslo rematada en forma de triángulo, lo cual indica que aún traen adherido a la rótula un trozo de
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hueso y carne de hasta un par de kilos. Con un cuchillo bien afilado separar del pernil propiamente
dicho la parte superior que le es ajena, hasta dejar a la vista la rótula central; trabajando con el
pernil cuero arriba, efectuar un preciso corte semicircular hasta que la pieza presente un bonito
aspecto profesional. Si la extremidad inferior del pernil es demasiado larga y hace que la pieza no
quepa en la olla en que va a recibir la salmuera y a cocinarse, serrucharla sin miedo hasta la
medida deseada; pesar la pieza así arreglada (sirve para calcular luego el tiempo de cocción). Con
afeitadoras desechables o de hojilla, proceder a un perfecto remate del afeitado, hasta dejar el
cuero acariciable en todas sus partes.
PASO 3,
Es la preparación de la salmuera, crucial para el buen resultado final. Proveerse de una olla o
contenedor en que el pernil pueda quedar enteramente cubierto por el líquido; depositar en ella el
pernil y con un medidor - usando agua de chorro - medir el número de litros necesarios a cubrirlo
(generalmente, entre 7 y 8 litros, el agua usada se bota). Preparar la cantidad de salmuera
indicada por la medición precedente:
agua : los litros indicados por la medición
sal : 160 gramos por litro de agua
salitre : 2 gramos por litro de agua
benzoato de sodio : (facultativo), 1 gramo por litro de agua
Dejar un par de horas, removiendo de vez en cuando, para que la salmuera absorba los aromas.
Inyectar luego al pernil hasta un 15% de dicha salmuera, con la inyectadora especial (en su
defecto, una gruesa inyectadora veterinaria o médica), a través de su vena femoral; se toleran
algunas inyecciones igualmente en la grasa y masa muscular. Sumergir entonces la pieza en la
salmuera; debe quedar enteramente cubierta, y si no,emplear una pesada piedra para garantizar
la inmersión. Poner en nevera de 48 a 60 horas, volteando el pernil un par de veces al día.
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PASO 4,
es el masajeado del pernil, que los franceses llaman barattage. Sacada la pieza de su salmuera
(que ahora se bota), se le golpea con alguna fuerza por todos lados durante 10 a 15 minutos, con
un martillo de caucho, un rodillo de madera redondo de cocina u otro objeto contundente que no
deje huellas en las carnes (esta operación confiere uniformidad al rosado final de la carne y
favorece su compactación, fijando las proteinas alófilas)
PASO 5,
Es la cocción del pernil y su conversión en Jamón de Coleto, otro paso crucial. Durante las últimas
seis u ocho horas de permanencia del pernil en la salmuera, se ha preparado (exactamente en la
misma cantidad de litros que la salmuera, e incluso un poco más), un buen caldo sólo vegetal al
gusto de cada quien pero evitando el uso de feculantes (en cambio, un generoso chorro final de
jerez, madeira, málaga, marsala o porto le queda magnífico). Ese caldo debe incorporar al menos
cien gramos de gelatina neutra (previamente inflada en agua fría), la cual favorecerá en la fase
final la compactación de la pieza. Saboreado y declarado listo el caldo, dejarlo enfriar; debe estar
presto para el momento en que se termina la operación precedente de masajeo. Envolver el pernil
en trapos como una momia (cuatro trapos grandes blancos de cocina alcanzan; NO usar coletos
comerciales, sueltan el color...) y amarrarlo firmemente, apretando, con muchas vueltas de una
sólida cabulla que aguante la cocción. Preferiblemente en horas de la mañana (para controlar la
cocción), depositar la pieza en el caldo frío, asegurarse que esté totalmente cubierta del líquido,
sóla o con la ayuda de la piedra, poner a un fuego que permita una regulación fina y elevar muy
lentamente la temperatura del caldo hasta alcanzar, sin superarla nunca, una temperatura de 70°
máximo, la cual debe mantenerse todo el tiempo (un termómetro standard o electrónico con la
aguja colgando en el caldo de cocción asegura una medición perfecta); una temperatura superior
licúa las grasas, las cuales deben quedar en cambio blancas y compactas. Tener a mano unos 3
litros de agua a 70° para añadir al caldo cunado merme. Cocinar así unos 50 minutos por kilo
(para diez kilos son aprox. ocho horas y media). Hacia el final de la cocción, la introducción de la
aguja del termómetro en el corazón de la pieza debe reportar unos 62° a 65°. Apagar y dejar
enfriar el jamón en su propio caldo, por ejemplo de la noche a la mañana siguiente.
PASO 6,
al
prensarlo, no deberá botar su gelatina, pero la masa de carne deberá poderse acomodar en su
bolsa plástica algo floja ; prensarlo sin demasiada firmeza entre dos tablas de madera amarradas
con cabulla. Dejarlo así hasta 6 horas a temperatura ambiente, luego dos días en nevera. El tercer
día puede sacarse de las tablas, quitarse el envoplast, envolverlo cuidadosamente en papel
aluminio y reponerlo en nevera a madurar. El cuero se deja donde lo puso madre Naturaleza; ha
quedado muy suave y sabroso, se pierde en la finura de la rebanada pero ayuda a conservar la
forma del jamón.
Alcanza su máximo perfume a los 5/7 días. Servirlo rebanado fino con rebanadora; el cuchillo y el
grosor de la rebanada no le sientan en absoluto. Debe quedar intensamente perfumado, de un
rosado uniforme, muy compacto, de fibra completamente resblandecida. Dura así hasta 15 días,
luego comienza a perder de su perfume. Antes de que suceda, si quedan sobras, se sugiere
rebanarlas y congelarlas en paquetes de 250 gr. para usos posteriores
Es un plato que debe hacerse en etapas y que requiere cierto orden en su ejecución, mucho
tiempo y trabajo, y preferiblemente la colaboración de varias personas.
Primero se necesita cocinar sólo un poquito de maíz pilado para preparar previamente una
pequeña cantidad de masa que se debe agregar al guiso o relleno de la hallaca para hacerlo más
espeso, es decir, para cuajarlo.
Luego debe prepararse el guiso o relleno.
Al mismo tiempo debe prepararse la grasa o manteca de cochino que se usará en la preparación
de la masa para la cubierta.
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También deben alistarse los adornos que se usarán en el momento de rellenar las hallacas.
Posteriormente se cocina el maíz pilado para la preparación de la masa o cubierta de las hallacas.
Una vez hecho lo citado anteriormente se debe dejar reposar todo hasta el día siguiente o hasta
que enfríe completamente cuando se procederá a moler el maíz, a la preparación de la masa y al
llenado o preparación propiamente de las hallacas.
Este día debe comenzarse por preparar la masa, luego clasificar, lavar y secar las hojas y
posteriormente debe organizarse todo sobre una mesa grande procediendo entonces a llenar las
hallacas.
A medida que éstas van quedando listas deben cocinarse en agua hirviendo con sal, en
cantidades que dependerán de las ollas disponibles.
PREPARACION DE LA MASA
9. El mismo día que se prepara el guiso, es decir el día anterior a la preparación de la masa y de
las hallacas, se prepara la manteca de cochino con la cual se va a amasar la masa. Para ello se
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pone en un caldero el tocino picadito con 1 1/2 taza de agua y las 2 cucharaditas de sal y se
cocina hasta que dore y ya no produzca más grasa, unos 30 minutos. La grasa se cuela a través
de un colador de alambre, se deja enfriar y se deja tapada hasta el día siguiente en un lugar
fresco, no en nevera. Se obtienen unas 5 tazas de manteca.
10. El mismo día también se cocina el maíz para hacer la masa. Para ello se escoge y se lava muy
bien el maíz en agua corriente hasta que ésta salga transparente. Se pone en una olla,
preferiblemente de acero inoxidable, con suficiente agua que lo cubra unos 10 centímetros. Se
lleva a un hervor y se cocina por 25 a 28 minutos o hasta ablandar pero conservándose un poquito
duro en el centro. Se retira del fuego, se le elimina 1/4 a 1/3 del agua que todavía tenga y se le
agrega nuevamente agua fría hasta llevarla a su volumen original y se deja enfriar en sitio fresco
tapado hasta el día siguiente.
11. El día que se van a preparar las hallacas se pone el maíz en un colador grande y se lava bien,
estrujándolo bajo agua corriente. Se deja escurrir muy bien y se le quitan los picos, pedacitos
oscuros y restos de piel que todavía pueda tener y que se hacen más visibles al cocinarlo.
12. Se muele con máquina para moler maíz con el molino muy apretado pues, para las hallacas,
se desea que la masa sea muy fina. Se pone aparte.
13. Entretanto en un caldero se pone parte de la manteca, unas 2 tazas, con el onoto. Se lleva a
un hervor, se cocina brevemente y se apaga. Debe cocinarse sólo el tiempo imprescindible para
obtener un color caramelo oscuro, pues debe evitarse que se queme el onoto. Apenas llegado a
ese punto se retira del fuego y una vez obtenido el color deseado se cuela para eliminar los
granos de onoto. Parte de esa manteca va a ser usada para colorear la masa y parte para
engrasar las hojas.
14. En una mesa o tabla se pone el maíz molido y se le van incorporando, amasándolo, la
manteca, unas 3 tazas sin colorear y 1 taza coloreada dependiendo del color que se desee la
masa y la sal. Todo se une y amasa muy bien. Se pasa nuevamente por la máquina de moler maíz
para obtener una masa bien unida y compacta. Posteriormente se le incorpora el caldo de gallina,
unas 3 tazas, y se amasa nuevamente muy bien hasta que la masa quede suave y compacta. Se
pone en una bandeja grande y se tapa con un paño húmedo.
Preparacion de los adornos del relleno de las hallacas
INGREDIENTES
1 kilo de pimentones rojos; 3 cucharadas de aceite; 1/2 kilo de tocino; 150 gramos de almendras, 2
por hallaca; 1/2 kilo de cebollas más bien pequeñas; 2/3 de taza, 150 gramos, de alcaparras
pequeñas, 4 a 5 por hallaca; 2 1/2 tazas, 400 gramos, de aceitunas medíanas, 2 por hallaca; 2 1/4
tazas, 1 caja de 250 gramos, de pasas sin semillas, 8 a 10 por hallaca; 1/2 taza de encurtidos en
vinagre picaditos. Todos los adornos pueden alistarse la vispera y guardarlos separadamente en
la nevera.
INGREDIENTES
7 kilos de hojas de plátano para hallacas; 1 taza de manteca de cochino coloreada con onoto
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según se explica en el punto (13); pabilo para amarrar las hallacas; agua y sal para cocinarlas.
21. Previamente se pican las hojas clasíficándolas en tres grupos de acuerdo al tamaño. Las más
grandes de unos 40 x 30 centímetros se usarán para la parte inferior y también, sin masa, para
hacer a la hallaca una envoltura de protección contra el agua, que algunos denominan camisa;
otras un poco más pequeñas de unos 20 x 25 centímetros se usarán para la parte superior o tapas
y otras de unos 10 a 15 centímetros de ancho por el largo que da la hoja transversalmente, para
ser usadas como fajas, es decir, para la envoltura final de las hallacas antes de amarrarlas. Las
hojas deben lavarse y secarse muy bien, inmediatamente antes del llenado de las hallacas.
22. Las hojas de plátano tienen un nervio central grueso a lo largo y de él salen hacia el borde
otros nervios más delgados con apariencia de rayas que van transversalmente a la hoja y más o
menos perpendiculares al nervio central. Cuando se va a trabajar sobre las hojas, sea lavado,
secado, engrasado, enmásado o llenado, se recomienda hacerlo sobre la parte donde los nervios
son más visibles y pronunciados, envés o reverso de la hoja, dirigidas las rayas hacia la persona y
el borde de la hoja que estuvo pegado al nervio central, colocado junto a la persona.
23. Se comienza por lavar las hojas. Se lavan y enjuagan muy bien con agua. Se apilonan un poco
inclinadas para que escurran bien y se secan muy bien con un paño. Se colocan aparte en grupos,
como se ha indicado antes, de acuerdo a las diferentes medidas o usos.
24. Las hojas deben engrasarse antes de extenderles la masa, para ello se usa la manteca
coloreada con onoto. Con un pañito que se moja en la manteca se untan las hojas por su parte
menos lisa o donde tienen los nervios más visibles y pronunciados. Las hojas así engrasadas se
van poniendo aparte, una pila con las hojas de abajo, otra con las hojas de arriba o tapas. Las
fajas o cubiertas finales no se engrasan.
25. Se pone una hoja de abajo ya engrasada sobre una mesa. En el centro se le coloca una bola
de masa de unos 5 a 7 centímetros de diámetro y encima un pedazo de plástico más bien grueso,
y más o menos del tamaño de la hoja y entonces se aplasta fuertemente con una tabla como las
usadas en cocina o para cortar pan, al hacer presión con las palmás de las manos se le da a la
tabla un pequeño movimiento circular hacia cada lado para que la masa quede muy delgada, 1 a 2
milímetros, uniforme y en forma de círculo. Igual se hace con las tapas u hojas de arriba pero
usando menos masa, unas peloticas de unos 3 a 4 centímetros de diámetro, pues la masa de
arriba debe quedar un poco más pequeña y la hoja en si es más pequeña. Las hojas con masa se
van colocando aparte.
26. Sin esperar mucho para que no se agriete la masa, se pone una hoja de abajo sobre un plato
llano y con un cucharón pequeño se vierte en el centro de la masa alrededor de 1/2 taza de guiso
ya frío. Encima se colocan los adornos uniformemente distribuidos: 3 ruedas de cebollas, 2 tiritas
de pimentón, 2 tiritas de tocino, 2 aceitunas, 2 almendras, 4 alcaparras, 6 pasas y 4 a 5 pedacitos
de encurtidos en vinagre, las cantidades dependen del gusto de cada persona.
27. Se tapa con una hoja más pequeña o tapa, ya también con masa. Con las puntas de los dedos
se presióna por las orillas del guiso o relleno para pegar las dos capas de masa. Se doblan
sucesivamente los dos lados de la hoja hacia arriba y los dos extremos también hacia arriba. Se
envuelve nuevamente con la hoja grande, sin masa, que algunos denominan camisa y luego se
envuelven con una faja. Se aprieta con cuidado y se amarra con pabilo cruzándolo 3 veces en
cada dirección. Se debe terminar siempre en el centro para que el amarrado quede más seguro. Si
alguna de las hojas se rompe debe protegerse la hallaca con otra hoja extra antes de ponerle la
faja y amarrarla, con el objeto que no le entre agua al cocinarla.
28. Se van colocando las hallacas acostadas sobre una mesa, preferiblemente en una sola capa,
nunca más de dos y cuando haya suficientes se meten con cuidado en una olla con agua
hirviendo con sal de manera que queden cubiertas. Se les colocan por encima unos pedazos de
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hoja para mantenerlas sumergidas, se tapa la olla, se lleva nuevamente a un hervor y se hierven
tapadas durante 1 hora. Deben mantenerse en la olla con el agua ya hirviendo.
29. Se sacan con una espumadera y se colocan sobre una mesa, ligeramente inclinadas para que
escurran; conviene que la mesa esté también un poco inclinada. Se dejan enfriar bien y se meten
en la nevera donde se conservan hasta por 4 semanas, sin embargo después de la segúnda
semana adquiere el sabor de las hoja. Se recomienda esperar 1 ó 2 días antes de comerlas para
que adquieran su verdadero sabor.
30. Cuando se van a servir, se calientan previamente. Pueden calentarse en agua, o en el horno.
En el primer caso se pone en una olla suficiente agua con sal que las cubra. Se lleva a un hervor,
se agregan las hallacas, se lleva nuevamente a un hervor y se cocinan por 15 a 20 minutos; se
sacan del agua y colocándolas en posición vertical se dejan escurrir alrededor de 1 minuto. En el
segundo caso se recomienda envolverlas individualmente en papel de aluminio, y ponerlas en
horno precalentado a 400 grados por 30 a 35 minutos. Pueden calentarse también al vapor.
31. Para servirlas, se desatan, se les quita la faja y la hoja grande o camisa, se colocan en una
tabla con las puntas dobladas hacia abajo y se cortan las hojas por los bordes con una hojilla de
las que se usan para afeitar. Se elimina el pedazo de hoja cortado y se dejan sobre el resto de la
hoja en cada plato que va a la mesa.
INGREDIENTES
1 conejo de 1 1/4 Kilo, cortado en trozos; 1 limón: 1 cucharadita de sal; 1/8 de cucharadita de
pimienta molida; 1/2 cucharadita de tomillo seco; 1/2 cucharadita de salsa inglesa Worcestershire;
1/2 taza de aceite; otras 2 cucharadas de aceite; 3 cucharadas de jugo de cebolla; 2 dientes de ajo
machacados; 1/3 taza de vino blanco seco; 5 cucharadas de mostaza; 1/3 de taza de consomé de
carne; 2 cucharadas de crema para batir; 1 cucharada de perejil picadito.
PREPARACIÓN
1 .- Se lava el conejo, se frota con limón, se enjuaga, se seca. Se frota con la mezcla de la sal, la
pimienta, el tomillo y la salsa inglesa. Se deja aparte por 15 a 30 minutos.
2 .- En un caldero o en una sartén grande se pone el aceite a calentar, se agregan las piezas de
conejo y se fríen hasta dorar bien, unos 15 minutos.
3 .- Con una cuchara perforada, se sacan las piezas de conejo del caldero, se ponen sobre papel
absorbente, se elimina el aceite y se agregan al caldero las otras 2 cucharadas de aceite. Se
agregan al caldero el jugo de cebolla y el ajo, se cocinan unos 3 minutos.
4 .- Se vuelve el conejo al caldero. Se agrega el vino, se cocina 1 minuto. Se agregan la mostaza,
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el consomé y la crema. Se tapa el caldero, se pone a fuego suave-mediano y revolviendo de vez
en cuando, se cocina hasta ablandar, 3/4 de hora a 1 hora.
5 .- Se le revuelve el perejil picadito, se cocina 1 minuto y se retira del fuego.
INGREDIENTES
1 kilo de calabacines; agua con sal para blanquearlos; 3 cucharadas de mantequilla; 1 cucharada
de aceite; 1/2 cucharadita de sal; 1/8 de cucharadita de pimienta molida; 1 cucharada de cada una
de las siguientes hierbas picaditas finamente: eneldo, estragón, ciboulette (cebollín fino),
hierbabuena, orégano, cilantro, perejil y tomillo y 1/2 cucharada de romero.
PREPARACIÓN
1 .- Se lavan los calabacines, se cortan por la mitad y se les eliminan las semillas, se cortan en
lunitas o en bastoncitos de unos 5 centímetros de largo. En una olla al fuego se ponen en
suficiente agua con sal y se llevan a un hervor, sólo para "blanquearlos". Se retiran de fuego, se
escurren y se ponen aparte.
2 .- En una sartén se ponen la mantequilla y el aceite a calentar, se agregan las hierbas y el
calabacín y a fuego suave se cocinan unos 6 a 8 minutos, hasta quedar "al dente" y se retiran del
fuego.
INGREDIENTES
1 lechuga tipo "criolla" (Boston), 1 lechuga tipo "americana" (Iceberg) y una lechuga romana; 1
cucharada de cada una de las siguientes hierbas picaditas finamente: eneldo, estragón, ciboulette
(cebollín fino), hierbabuena, orégano, cilantro, perejil y tomillo y 1/2 cucharada de romero; 1/2 taza
de vinagreta.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 20 27/03/2006
INGREDIENTES PARA LA VINAGRETA
1/3 de taza de aceite; 3 cucharadas de vinagre; 6 cucharadas de agua 2 cucharadas de azucar; 1
cucharaditas de sal; 1/2 cucharadita de mostaza preparada.
PREPARACION DE LA VINAGRETA
1. Se prepara la vinagreta batiendo todos los ingredientes en una licuadora hasta emulsionar bien
y se pone en un envase.
PREPARACIÓN
1 .- Se eliminan las hojas estropeadas de las lechugas, se separan las hojas restantes, se cortan
en pedazos, se lavan y desinfectan. Se escurren bien.
2 .- Se pican finamente las hierbas. Se prepara la vinagreta.
3 .- En un envase se mezclan las lechugas, las hierbas y la vinagreta, se revuelve bien y queda
lista para servir.
INGREDIENTES
1 kilo de pulpa colada de mangos verdes cocinados, se necesitan unos 10 a 12 mangos verdes,
de hilacha de 2 1/2 a 3 kilos; agua para cocinarlos, unas 14 tazas; 3/4 de kilo de azúcar; 2
cucharaditas de jugo de limón.
PREPARACIÓN
1. Se lavan bien los mangos y se ponen en una olla con suficiente agua que los cubra. Se lleva a
un hervor y se cocinan hasta que la piel de los mangos se abra, unos 20 minutos.
2. Se escurren y se dejan enfriar.
3. Se les quita la piel con la mano y en un cedazo fino se frotan la parte interior de la piel y los
mangos pelados, hasta pasar toda la pulpa a través del cedazo.
4. Se pesa la pulpa, pues por cada kilo de pulpa deben utilizarse las proporciones indicadas. En
una olla pesada se ponen la pulpa, el azúcar y el jugo de limón, se mezcla bien, se lleva a un
hervor y se cocinan a fuego fuerte, revolviendo constantemente en forma no circular con cuchara
de madera para que no se pegue ni azucare. Se cocina por 10 a 12 minutos.
5. Se vierte inmediatamente en molde de vidrio refractario, previamente humedecido. Se deja
enfriar y se saca del molde sobre una bandeja.
Ingredientes:
2 cucharadas de mantequilla;
1 de taza de cebolla, picadita; una cucharadita de sal;
1/8 cucharadita de pimienta blanca, recién molida;
2 manzanas grandes, peladas, sin el corazón y las semillas, en trocitos medianos, unas 4 tazas;
1 cucharada de polvo curry;
2 cucharadas de maicena;
2 tazas de consomé de pollo o de carne;
1 cucharadita de azúcar;
1 de taza de crema gruesa, para batir;
1 cucharadita de hierbabuena picadita, para adorno.
Preparación:
(1) En una olla se pone la mantequilla a derretir. Se agregan la cebolla, la sal y la pimienta y se
cocina hasta marchitar, unos 2 ó 3 minutos. Se agregan la manzana, el polvo curry y la maicena y
se cocina, revolviendo, por unos 4 minutos.
(2) Se agregan el consomé y el azúcar, se lleva a un hervor y se cocina unos 2 ó 3 minutos.
(3) Se pasa el contenido de la olla al vaso de una trituradora y se tritura muy bien. En el momento
de servirla se lleva a un hervor y se le agrega y se le revuelve la crema.
(4) Se sirve, caliente o helada, adornada con hierbabuena por encima.
• 1/4 de taza de aceite • 1/2 taza de cebolla picadita, 3 dientes de ajo, machacados • 1/3 de taza
de la parte blanca de cebollín, picadito • 1/3 de taza de la parte blanca de ajo porro, picadito • 1/4
de taza de pimentón, picadito, sin venas y sin semillas • 2 ajíes dulces, 2 cucharadas, picaditos,
sin semillas • 2 cucharaditas de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta molida • 1/16 de cucharadita
de comino molido • 2 cucharadas de vino dulce, tipo Marsala • 1/2 cucharada de encurtidos en
mostaza, picaditos • La pulpa de 5 aceitunas, picadita • 2 cucharadas de pasas • 2 cucharadas de
alcaparras • 1/2 taza de tomate picadito, sin piel y sin semillas • 1 taza de arroz • 1/12 taza de
consomé de carne o de agua.
Preparación
1.– En un caldero o en una olla pesada, con tapa, se pone el aceite a calentar. Se agregan la
cebolla, el ajo, el cebollín y el ajo porro y se fríen hasta marchitar, unos 5 minutos.
2.– Se agregan el pimentón, el ají dulce, la sal, la pimienta, el comino, el vino, la salsa inglesa, la
salsa picante, los encurtidos, las aceitunas, las pasas, las alcaparras y el tomate. Se cocina por
unos 6 minutos o hasta secar.
3.– Se agrega el arroz, previamente lavado en un colador de alambre bajo agua corriente y
escurrido. Se revuelve y se cocina 1 minuto.
4.– Se agrega el consomé o el agua. Se revuelve, se lleva a un hervor y se cocina unos 5 minutos
o hasta casi secar. Se tapa, se pone a fuego muy suave y se cocina hasta que el arroz esté a
punto, unos 20 minutos. No se revuelve más hasta que se destape cuando se revuelve con un
tenedor. Se apaga el fuego, se tapa y se deja así unos minutos hasta que se vaya a servir.
Preparación
1.– En un caldero se ponen el aceite y la mantequilla a calentar. Se agregan las presas de
gallineta y se cocinan hasta dorar, unos 10 minutos.
2.– Se agregan la cebolla, los ajos, la escalonia, el pimentón, la pimienta y la sal. Se cocina hasta
marchitar, unos 7 minutos.
3.– Se agrega el coñac, se enciende y se cocina hasta apagarse el fuego. Se agrega el vino, se
tapa y se cocina a fuego mediano por unos 10 minutos. Se agregan las aceitunas, el laurel, el
estragón y la nuez moscada y se continúa cocinando unos 20 minutos más, hasta casi secar.
4.– Se agrega el consomé, se lleva a un hervor y se cocina hasta reducir, unos 30 minutos. Se
agrega la crema, se revuelve, se lleva a un hervor, se cocina por 2 ó 3 minutos y se retira del
fuego.
• 1/2 kilo de carne de vieiras sin la concha • 1 limón • 1/2 taza de harina, 1/2 cucharada de sal • 1/8
de cucharadita de pimienta, molida • 3 cucharadas de mantequilla • 1/4 de taza de vino blanco,
seco • 1/2 taza de consomé de pescado o de carne o de agua • 1/2 cucharadita de sal • 2
cucharadas de crema gruesa para batir 3 cucharadas de alcaparras pequeñitas • 1/2 cucharada
de jugo de limón • 1 cucharada de perejil, picadito.
Preparación
1.– Se enjuagan las vieiras en agua con limón y luego en agua corriente. Se escurren.
2.– En un envase se mezclan la harina, la sal y la pimienta y con la mezcla se cubren las vieiras.
Se sacuden bien en un colador para eliminarles el exceso de harina.
3.– En una sartén se pone la mantequilla a derretir. Se agregan las vieiras y se cocinan a fuego
mediano hasta dorar un poco, unos 6 minutos.
4.– Se agrega el vino, se cocina 1 minuto. Se agrega el consomé y el resto de la sal, se cocina
unos 3 minutos. Se agrega la crema, se cocina a fuego suave por unos 2 minutos. Se agregan las
alcaparras y el jugo de limón. Se cocina 1 o 2 minutos, se le revuelve el perejil y se retira del
fuego.
Salsa de alcaparras
(2 a 2 1/2 tazas)
• 2 cucharadas de mantequilla • 4 cucharadas de alcaparras, picaditas, 1/4 de taza de cebolla,
picadita 2 cucharadas de "ciboulette" o de lo blanco de cebollín, picaditos • 2 cucharadas de
harina • 1/3 de taza de vino blanco, seco • 2 tazas de consomé de pescado o de pollo • 1
cucharada de perejil, picadito • 1 huevo duro, picadito • 1/2 cucharada de jugo de limón
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 25 27/03/2006
Preparación
1.– En una olla se pone la mantequilla a derretir. Se agregan las alcaparras, la cebolla, la
"ciboulette" o el cebollín y se cocina hasta marchitar.
2.– Se agrega la harina, se revuelve y se cocina 1 minuto.
3.– Se agrega el vino al consomé, se cocina hasta engrosar, unos 2 ó 3 minutos.
4.– Se agregan el perejil, el huevo duro y, si se quiere, el jugo de limón y se retira del fuego.
Recomendaciones
Si una película blanca se desarrolla en la salmuera donde se conservan las aceitunas, elimínesela
y enjuáguense las aceitunas si es necesario, pero en todo caso deseche las aceitunas que se
ponen blandas.
Se recomienda revolver las pasas con harina, antes de agregarlas en la preparación de tortas,
para evitar que se vayan al fondo al hornearlas.#
Las alcaparras son un acompañamiento frecuente para el salmón y otros pescados ahumados.
• La pulpa finamente picada de 1 aguacate de unos 500 gramos • la pulpa picadita de unos 3
duraznos grandes, pelados, alrededor de 1 1/4 taza • la pulpa picadita de 1 manzana, pelada y sin
el corazón, alrededor de 1 1/2 taza.
Salsa
• 1/2 taza de salsa mayonesa • 2 cucharadas de salsa de soya • 1/2 cucharadita de jengibre, seco,
molido
Salsa de aguacate
(2 1/2 tazas)
• 4 cucharadas de vinagre, preferiblemente con estragón • 8 cucharadas de aceite • 3 cucharadas
de jugo de limón • 2 cucharaditas de salsa inglesa Worcestershire • 2 1/2 cucharaditas de sal • 1/2
cucharadita de pimienta blanca recién molida • 2 cucharaditas de mostaza preparada • 1
cucharada de azúcar • 1 1/2 cucharada de jugo de cebolla • 1 kilo de aguacates bien maduros
Preparación
1.– Se ponen todos los ingredientes, menos el aguacate, en un frasco y se bate bien para hacer
una vinagreta homogénea.
2.– Con una cuchara de madera se pasa el aguacate a través de un colador fino, para hacer un
puré.
3.– Se agrega la vinagreta al puré de aguacate y se revuelve bien y, dejando la semilla del
aguacate dentro de la salsa, se conserva ésta en la nevera hasta el momento de servirla.
NOTA:
Se recomienda utilizarla con platos fríos de pescados como áspic, etc.
Guacamole
(1 taza)
• 1 aguacate de 350 gramos • 1 diente de ajo, machacado con 2 cucharaditas de sal • 3 ajíes
dulces, verdes, picaditos finamente, sin semillas, unas 3 cucharadas • 3 cucharadas de cebolla,
picadita • 1 cucharada de jugo de limón • 1 cucharada de cilantro, picadito • 1/8 de cucharadita de
pimienta molida • 10 gotas de salsa picante, (opcional)
Ensalada de aguacate
(6 porciones)
Preparación
1.– En un frasco se ponen el aceite, el vinagre, el agua, la sal, la pimienta, el azúcar y la mostaza.
Se bate bien para preparar una vinagreta homogénea. Se pone aparte.
2.– Se pelan y se cortan en pedazos no muy grandes la cebolla y el aguacate. Se ponen en una
ensaladera. Se agrega la vinagreta y se revuelve con cuidado. Se sirve inmediatamente.
• 2 litros de agua • 2 ramas de céleri • 1 cebolla, 1 ajo porro • 3 cucharaditas de sal • 1 kilo de
camarones con su concha • 1 taza de salsa mayonesa, según receta • 6 cucharadas de salsa de
tomate ketchup • 1 cucharadita de salsa inglesa Worcestershire • 8 gotas de salsa picante • 1/4 de
cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 4 aguacates medianos
Preparación
1.– En una olla se ponen el agua, el céleri, la cebolla, el ajo porro y las 3 cucharaditas de sal. Se
lleva a un hervor y se cocina por 10 minutos.
2.– Se agregan los camarones lavados bajo agua corriente y se cocinan por 10 minutos, tapados.
3.– Se escurren, se dejan enfriar, se les quita la concha. Con un cuchillo se cortan por encima
para quitarles la tripita negra o intestino que tienen a lo largo. Se lavan y se ponen aparte.
4.– Se prepara una salsa mezclando la salsa mayonesa, la salsa ketchup, la salsa inglesa, la
salsa picante, la sal y la pimienta y se revuelve con los camarones.
5.– Se corta cada aguacate en dos, se espolvorea ligeramente con sal y cada mitad se rellena con
camarones. Se sirven individualmente.
NOTA:
Puede utilizarse también langosta en vez de camarones, para obtener un plato más lujoso y
apetitoso.
Crema de aguacate
(6 porciones)
• 2 tomates manzanos, medianos, cortados en gajos delgados con piel y sin semillas • 1 aguacate
de 1/2 kilo, cortado en trocitos
Vinagreta
• 1 yogurt • 1 1/2 cucharadita de sal • 2 ajíes dulces, picaditos • 1/2 cucharadita de orégano, seco,
molido • 1/16 de pimienta, molida • 1/2 cucharadita de mostaza preparada • 1/2 cucharada de
cilantro, picadito
Preparación
1.– Se lavan y se pelan los tomates. Se cortan en gajos delgados. Se les eliminan las semillas. Se
pela y se corta el aguacate en pedacitos.
2.–Se prepara una vinagreta mezclando todos los demás ingredientes.
3.–En un envase se ponen el tomate y el aguacate y se les mezcla la vinagreta. Se pone en la
nevera hasta el momento de servir, cuando se revolverá nuevamente.
• 1 pimentón rojo-verde, grande, en pedazos, sin venas y sin semillas • 1 cebolla mediana, en
pedazos • 1 zanahoria grande, pelada y en pedazos • 1 taza de hojas de cilantro, sin apretar • 2
tomates tipo italiano, "perita", en pedazos sin piel y sin semillas • 6 dientes de ajo; 3 ajíes dulces,
sin venas y sin semillas • 1/2 taza de vinagre • 1 cucharada de salsa inglesa Worcestershire • 1
cucharada de sal; 1/8 de cucharadita de pimienta, molida • 1 1/2 cucharadita de ají picante, molido
• 1 taza de aceite
Preparación
1.– En el envase de una trituradora se ponen todos los ingredientes menos el aceite y se tritura
bien. Se le revuelve luego el aceite con un batidor de alambre. Se pone en un frasco esterilizado y
se guarda en la nevera hasta por 1 semana. Se utiliza con carnes, pescados, yuca, papa y batata
sancochadas, etc.
• 3/4 de kilo de tomate preferiblemente del tipo manzano, 6 medianos • 2 cebollas medianas en
octavos • 1/2 kilo de aguacate, pelado y en pedazos pequeños • 1/2 taza de aceite • 2
cucharaditas de sal • 1/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1/2 cucharadita de
orégano o 1/4 de cucharadita si es seco, molido • 1/4 de cucharadita de azúcar
Preparación
1.– Se lavan, se secan y si se quiere se pelan los tomates, se cortan en octavos, se les eliminan
las semillas. Se ponen en un envase. Se pelan las cebollas, se cortan en octavos, se pasan por
agua caliente y luego se lavan con agua fría. Se agregan al envase. Se pela el aguacate, se corta
en pedazos pequeños. Se agrega al envase.
2.– Se hace una vinagreta mezclando en un frasco los demás ingredientes y se agrega de
inmediato al envase. Se revuelve cuidadosamente.
3.– Se mete a la nevera por 15 minutos antes de servir.
El arroz
Es el segundo cereal más consumido en el planeta y ha servido para suplir las necesidades
alimenticias de buena parte del mundo. En Venezuela se ingiere un aproximado de 15 kilogramos
al año por persona. Las recetas de la página dan protagonismo a este noble alimento, que es
mucho más que un acompañante
Después del trigo, el arroz (Oriza sativa) es el cereal más cultivado en el mundo. Es el principal
sustento de gran parte de la población asiática: India, China, Indonesia, Japón, Bangladesh,
Filipinas, etcétera. Se consume también en abundancia en Africa y América Latina, siendo Brasil
el principal consumidor, con 47 kilos por habitante al año.
Por eso en Italia se siembra y se consume la subespecie japónica, cuyo grano es corto y
abombado, sin puntas, es menos duro y menos vidrioso, más bien opaco, cede fácilmente el
almidón bajo la acción de la cocción. Cuando en Venezuela se importaba arroz era posible
obtener las dos clases: el grano largo o canilla y el grano redondo o bomba. Hoy día el consumidor
prefiere el de grano largo. Al venezolano le gusta mucho el arroz y su consumo ha venido
aumentando año a año, excepto el último, debido al menor poder adquisitivo de la población, pero
en todo caso su consumo casi se ha duplicado en los últimos diez años, pero lo come casi
exclusivamente en la forma de arroz blanco, como acompañante y no en platos donde sea el
ingrediente principal y que pueda constituir un bocado principal.
El arroz se denomina en general de acuerdo al tratamiento a que es sometido, así: arroz paddy
verde tierno, con la gluma o cáscara, es cosechado y transportado rápidamente a los centros de
secado y almacenaje, donde para acondicionarlo se limpia de impurezas y se le extrae un 12% de
humedad, luego se deja reposar en silos por un mes y se somete al proceso de
descascaramiento, es decir, se le elimina la gluma o cáscara, obteniéndose el arroz cargo, pardo o
integral. Con máquinas centrífugas se le elimina entonces la película de color marrón, el afrecho,
que lo recubre, para obtener el arroz blanco pulido, el que se clasifica en arroz entero y partido o
de 1ra, 2da y 3ra, los dos últimos son destinados a la industria para la elaboración de harinas
precocidas, bebidas en polvo, cereales para desayuno, harinas, espesantes, alimentos infantiles y
como alimento balanceado para animales. El arroz de primera va al consumidor, empaquetado
con la clasificación de 5% de granos partidos, más de 5% y menos de 5%, este es el premium,
que en ningún caso contienen granos no clasificados de segunda o tercerilla.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 30 27/03/2006
La cáscara o gluma es utilizada en el proceso de elaboración de láminas de aluminio para evitar
que se les queme la superficie al laminarlas. Se quema en cambio la cáscara. Los subproductos
del arroz son la cáscara, el afrecho, los granos partidos de segunda y la tercerilla, que es menos
de 1/3 del grano.
En los mercados internacionales hay otros tipos de arroz, entre los cuales vale la pena destacar: el
basmati, arroz hindú de granos muy pequeños y sabor particular; el surinam, de granos muy
largos y muy finos provenientes de la Guyana Holandesa; camolino, pulido y con una fina película
de aceite; perfumado, creado genéticamente, de granos largos, proveniente de Vietnam y
Tailandia; carolina, de ese Estado norteamericano, abombado (puffed), en India, asado y sofrito
sobre arena caliente; precocido, el más popular en Francia, poco consumidora de arroz; el arroz
salvaje, producido por otra gramínea diferente al arroz, que se da en los lagos del Norte de EEUU
y Canadá, en forma de bastoncitos negros, muy apreciados por gourmets; y otros tipos de arroz
menos usuales.
Algo de historia
Algunos sitúan el origen del arroz en India, otros en Indonesia alrededor del 7000 aC, pasando
luego a India, Indochina y China, donde era cultivado alrededor del 3000 aC, pasando luego a
Filipinas, Corea y Japón, alrededor de 1000 aC En el siglo IV se había difundido en Mesopotamia
y de allí Alejandro el Grande lo llevó a Grecia. Más tarde los árabes lo llevan a Egipto, Marruecos
y España antes del año 1000, de donde pasó a Sicilia. Los aragoneses lo llevaron de allí a la
península italiana y ya en 1498 era cultivado en la Toscana. En Lombardía era común,
difundiéndose rápidamente en todo el norte de Italia, lo que dio origen a la división gastronómica
de Italia: arroz en el norte, pasta en el centro y en el sur. Han sido los italianos los que han llevado
al máximo el refinamiento culinario del arroz, distinguiendo con claridad el tipo conveniente en
cada caso como: sopas, risotto, como acompañante, etcétera.
En Venezuela desde 1935 a 1940 hubo intentos sucesivos para producir arroz. Con la puesta en
funcionamiento del sistema de riego de Cojedes en 1942 se comenzó en la hacienda San José a
producir arroz en más de 500 hectáreas, todavía hoy en producción.
En 1946, con la llegada de 20.000 inmigrantes europeos, se comienza la siembra de arroz de
secano en los llanos de Portuguesa y en Turmero, comenzando así la siembra en gran escala,
que crece apreciablemente en 1952 cuando se desarrolla muy exitosamente el cultivo en la
colonia agrícola de Turén, por la labor de empresarios agrícolas, técnicos agrícolas e ingenieros
agrónomos, llegando inclusive a exportarse arroz de muy buena calidad.
En 1952 también se logró una excelente cosecha en el Estado Barinas. A mediados de los
cincuenta, con la puesta en funcionamiento de la represa y sistema de riego del río Guárico,
originalmente proyectado para regar 110.000 hectáreas, de las cuales lastimosamente sólo han
sido desarrolladas 30.000 bajo riego de la represa y otras 30.000 hectáreas a base de pozos.
Posteriormente se cambió la orientación original, prefiriéndose parcelas de 15 hectáreas,
alterando desfavorablemente su concepción. El sistema de riego no se continuó. La política
gubernamental, además, no ha favorecido, en ocasiones, la producción de arroz. Hoy en día se
cultivan en total en el país unas 175.000 hectáreas, con una producción, considerada como
buena, de 4,5 toneladas por hectárea, para una producción anual de 754.000 toneladas de arroz
paddy verde, de las cuales existe una oferta exportable de unas 100.000 toneladas de arroz paddy
acondicionado.
Hay aspectos especialmente negativos en la producción de arroz en Venezuela, especialmente en
Calabozo a diferencia de Portuguesa, tales como los daños graves al ambiente y el no haberse
logrado el acuerdo para el control de roedores por controles biológicos (lechuzas) y de otras
plagas, sino por medio de productos químicos muy agresivos, lo que ha producido en la región de
Calabozo un aumento en los índices de leucemia y malformaciones congénitas.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 31 27/03/2006
Arroz asopado con pollo
(6 a 8 porciones):
• 1 pollo de 1 1/2 a 2 kilos • 1 limón • 2 cdas. de aceite • 2 cdtas. de sal • 1/4 de cdta. de pimienta,
molida • 4 dientes de ajo machacados • 1 cdta. de salsa inglesa Worcestershire • 1/2 taza de
aceite para freír • 1 cebolla grande, picadita • 3 cdas. de escalonia, picadita • 1/2 taza de lo blanco
de cebollín, picadito • 1 pimentón grande picadito, sin venas y sin semillas • 3 ajíes dulces
picaditos, sin semillas • 30 hebras de azafrán o 1/2 cdta., molido • 1/2 taza de vino blanco, seco • 1
rama de orégano o 1/8 de cdta., si es seco, molido • 2 ramitas de tomillo o 1/8 de cdta., si es seco,
molido • 2 tazas de arroz • 2 cdtas. de sal • 6 tazas de consomé de pollo o de consomé de carne o
de agua, hirviendo
Preparación
Se limpia y se lava el pollo. Se corta en pedazos pequeños. Se frota con limón. Se enjuaga en
agua corriente. Se seca. Se prepara un adobo mezclando el aceite, la sal, la pimienta, el ajo y la
salsa inglesa. Se frota el pollo con el adobo y se deja aparte por 1/2 hora. En un caldero se pone
el aceite a calentar. Se agrega el pollo con el adobo y se cocina hasta dorar, unos 30 minutos en
total. Se saca el pollo de la olla y se pone aparte. Se agregan la cebolla, la escalonia y el cebollín,
se cocina unos 4 minutos. Se agregan el pimentón, el ají dulce y el azafrán, se cocina unos 4
minutos. Se agrega nuevamente el pollo y el vino. Se agregan el orégano, el tomillo, el arroz y la
sal restante y se cocina unos 2 minutos hasta que el arroz esté cubierto de grasa.
Se agrega el consomé hirviendo, se lleva a un hervor y se cocina destapado y a fuego fuerte unos
5 minutos y, todavía con una capa de líquido por encima, se revuelve, se tapa, se pone a fuego
suave y, sin revolver, se cocina por unos 13 a 15 minutos más. Se sirve de inmediato.
• 3 cdtas. de aceite • 1/2 taza de cebolla, picadita • 1 diente de ajo, pelado y entero
• 1/2 ají dulce, picadito • 1/4 de pimentón verde-rojo, cortado • 1 taza de habas frescas, sin vaina y
peladas, alrededor de 1/2 kilo con sus vainas • 1 taza de arroz • 2 tazas de agua • 1 cdta. de sal •
1/2 cda. de perejil, picadito
Preparación
En una olla pesada y de paredes gruesas, con tapa, se pone el aceite a calentar. Se agregan la
cebolla, el ajo, el ají dulce y el pimentón. Se cocinan hasta marchitar, unos 5 minutos. Se agregan
las habas, se revuelven y se sofríen por unos 4 a 5 minutos, hasta marchitar. Se agrega el arroz,
lavado y escurrido poco tiempo antes, y se cocina hasta cubrirlo completamente de grasa, 1
minuto. Se agregan el agua y la sal, se revuelve y a fuego fuerte se cocina hasta evaporarse el
agua casi completamente, unos 5 minutos. Se tapa, se pone a fuego muy suave y se cocina hasta
ablandar el arroz, unos 20 minutos más. Se eliminan el ajo y el pimentón, se le revuelve el perejil.
Luego se retira del fuego y se conserva tapado hasta el momento de llevarlo a la mesa.
• 18 tazas de agua • 1/4 de kilo de lagarto o pecho de res • 1 cebolla grande pelada cortada en dos
• 1 ajoporro limpio y lavado, cortado longitudinalmente en dos, al cual se le elimina casi toda la
parte verde • 4 dientes de ajo machacados para preparar un consomé, o 12 tazas de consomé de
carne • 500 gramos de costillitas de cochino, sin grasa, cortadas en pedazos de 2 a 3 centímetros
de largo • 1 limón • 1/4 de taza de agua • 2/3 de taza de céleri picadito • 1/2 taza de zanahoria en
cubitos pequeños • 4 tazas de repollo picadito • 1 taza de papas en cubitos • 1/3 de taza de arroz •
4 cdtas. de sal • 1/4 de cdta. de pimienta negra, recién molida • 1/4 de taza de aceite • 1/2 taza de
cebolla rallada • 1/2 taza de tomate rallado, sin piel y sin semillas • 1/4 de taza de pimentón rojo
rallado, sin piel y sin semillas • 1/3 de taza de queso parmesano, rallado, opcional
Preparación
En una olla se ponen el agua, la carne, la cebolla, el ajoporro y el ajo. Se hierve por 1 hora. Se
cuela y se eliminan las verduras. Se vuelven el consomé y la carne a la olla. Se limpian y se les
quita el exceso de grasa a las costillitas. Se frotan con limón. Se lavan. Se ponen en un caldero
pequeño con 1/4 de taza de agua. Se lleva a un hervor y se cocinan a fuego fuerte, unos 10 a 15
minutos. Se agregan a la olla, se lleva a un hervor y se cocina por 20 a 30 minutos. Se agregan el
céleri, la zanahoria, el repollo, la papa, el arroz lavado y escurrido, la sal y la pimienta. Se lleva a
un hervor y se cocina por 30 minutos. Se prepara un sofrito con la cebolla, el tomate y el pimentón.
Se agrega a la olla, colado por un colador de alambre, se cocina por unos 10 minutos más. Se
agrega el queso parmesano, se revuelve y se apaga.
El atún
Con el nombre genérico de atún son vendidos varios pescados de especies afines, en general de
gran tamaño y parecidos por el aspecto y la forma. Son migradores en bancos compactos que son
localizados hoy día por medio de helicópteros o por satélites para hacer más fácil su ubicación y
pesca. Es un pescado con un contenido de grasa muy variable de acuerdo al tipo de atún y a la
región y a la época de captura. En Venezuela el más consumido, el aleta amarilla, yellowfin,
contiene alrededor del 3% de grasa, sin embargo en algunas partes se llega a considerar al atún
hasta con (en general) 13% de lípidos. Es conveniente apuntar que enlatado en aceite su
contenido de lípidos (total de la mezcla) sube hasta 20% como los pescados en general, es rico en
proteínas, alrededor de 26%.
Es un pez con el dorso azul oscuro, que se hace azulado en los flancos y plateado en el vientre.
Con carne roja o rosada. Es vendido en ruedas pues son peces muy grandes. La calidad de su
carne es muy variable según su ubicación en el cuerpo del atún, y depende del tipo de atún del
cual provenga. Es muy apreciado en Portugal, España, Italia, Japón. Entre nosotros es más bien
reciente su uso cuando fresco, hasta hace poco sólo se consumía en conserva, enlatado. Hoy se
consume bastante el atún fresco por su precio mediano, aunque no llega a competir en calidad y
sabor con otros pescados de carne blanca de nuestros mares. Permite preparaciones diversas: a
la parrilla, a la plancha, hervido, en escabeche.
En todo caso, entre nosotros y mundialmente el atún enlatado es el más consumido. Entre los
diferentes tipos el más fino, costoso y apreciado es el llamado atún blanco, cuando enlatado,
obtenido del llamado albacora en Estados Unidos y germon en Francia. Muy superior a los demás
y poco corriente en nuestros abastos. Le sigue en importancia el yellowfin (aleta amarilla) en
inglés, albacore en francés, no tan blanco, rosado, cuando fresco, como el primero pero también
bastante claro, que es el más consumido fresco entre nosotros, luego hay otras calidades más
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oscuras, el bluefin (aleta azul), y el bonito. El atún es enlatado en tres estilos básicos: de lujo,
consistente en trozos enteros de tamaño grande, que se completan en la lata con pedacitos
pequeños, para completar el peso indicado; standar consistente en pedazos pequeños y por
último en hojuelas, algunas veces apretadas para simular un trozo grande.
Puede ser enlatado al natural, en salmuera, en aceite, siendo el de oliva el de mejor calidad
nutricional, con salsa de tomate, como hors d' oeuvre, etcétera. Es posible en algunos países
encontrar enlatados exclusivamente de la parte del vientre, "ventresca", la parte más grasa del
animal y muy apreciada por los gastrónomos y por los japoneses especialmente que la consideran
la parte más suave y delicada.
Para enlatar el atún se parte del atún congelado. Debe descongelarse, se despieza, se enjuaga y
escurre. Se cocina luego en agua o al vapor seguido por el enfriado, limpieza y enlatado a
máquina o a mano. Se llena la lata con aceite caliente de oliva, preferiblemente o de soya o
vegetal. Se agrega sal, muchas veces glutamato monosódico para exaltar el sabor y ácido
ascórbico como conservante. Finalmente la esterilización a 110-120 grados. El aceite contenido se
considera parte del producto, de manera que no es obligatorio indicar el peso neto, aunque
generalmente se hace. Una vez abierta la lata no se debe conservar en la lata abierta, debe
pasarse a un recipiente de vidrio y conservarlo en nevera cubierto de celofán. Conviene eliminarle
el aceite y usar aceite nuevo cuando se va a utilizar.
A TRAVÉS DEL TIEMPO
El atún desde la antigüedad fue muy apreciado en todo el Mediterráneo. Aristóteles cuenta que se
decía que los Fenicios, desde Cádiz, viajaban con vientos del este por cuatro días más allá de los
pilares de Hércules hasta un sitio con muchas algas y donde se encontraban en extraordinaria
cantidad atunes de increíble tamaño, que una vez pescados, los preservaban, los ponían en jarros
y los llevaban a Cartago, donde no sólo lo consumían ya que era muy apreciado como una
delicadez epicúrea, sino que de allí lo exportaban por todo el Mediterráneo.
Fue en cierto modo un catalizador de la civilización, en algunos casos los puertos sobre los
arrecifes de esas costas desde Gilbraltar hasta el Mar Negro y el Imperio Oriental de Bizancio,
donde los observadores en sitios altos podían ver las migraciones de ellos y avisaban a los
pescadores para que desplegaran sus redes, dieron origen a la formación de ciudades y fue tan
importante por su valor comercial que estaba grabado en viejas monedas Púnicas.
Sobre el atún se estableció una verdadera mitología precisamente difundida por Aristóteles que le
dedicó gran interés y que duraría por más de 1.000 años.
Decía que llegaba a pesar hasta seiscientos kilos durante su vida que duraba dos años y que
desovaba en el Mar Negro adonde el pez llegaba manteniendo la tierra a la vista con la ayuda de
la poderosa vista de su ojo derecho. Asimismo que dormía tan profundamente que ni siquiera un
arpón lo despertaría, que en ese caso, sonámbulo se hundiría para flotar y hundirse nuevamente,
lo que hacía que fuera difícil de pescar, especialmente los más jóvenes pues a los más grandes
los excitaba un pequeño gusano o escorpión, el "asillo", que se les adhería a las aletas en ciertas
épocas del año que coincidían precisamente con la época pico del desove cuando era más
vulnerable.
Otros autores, Polibius, Strabo, Plinio el Viejo aumentaron los mitos, incluso que se alimentaban
con bellotas, de allí que fuera llamado también "puerco marino", producidas por grandes encinas
que crecían en las playas y en el fondo del mar a ambos lados de los Pilares de Hércules, a las
cuales tenían acceso los atunes ayudados por su poderosa vista. Mucho más tarde entre 170 y
235 después de Cristo, Claudius Aelianus autor de una enciclopedia, "De natural animalium",
comenzó a estudiar más profundamente al atún, decía que podía conocer el cambio de las
estaciones y los solsticios, en realidad como modernamente se ha establecido, debido a su
capacidad de medir la luz mediante el aparato pineal situado en la base de su cerebro bajo una
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membrana transparente del cráneo que actúa como un exposímetro de fotógrafo y así sus
migraciones responden en cierta medida al cambio de la intensidad de la luz en diferentes
estaciones del año.
Poetas, filósofos y gastrónomos de la antigüedad se ocuparon del atún, Archestrato, Salviani,
Vitelio y Apicio se ocuparon de la parte culinaria y dieron consejos y recetas para prepararlo. Hay,
incluso, un vocabulario propio para el atún, "vocabulario tonnaresco", desarrollado en el
Mediterráneo, Italia, Sicilia y Cerdeña, especialmente, que se usa todavía en buena parte, con su
contraparte japonesa hoy, pues lo aprecian mucho para el sushi y sashimi, las muchas y
diferentes calidades que cada atún tiene en su carne, donde su carne más grasa de color rosado,
toro es la usada para el sashimi y es mucho más cara que la roja oscura, menos grasosa que se
usa envuelta en arroz o sushi. También utilizan el bonito (un tipo de atún) seco para hacer a través
de un proceso muy complicado delgadas láminas, el katsoubushi, parecidas en aspectos a virutas
de madera, que además de ser usado para sazonar caldos, vegetales, arroz, etéterac, es la base
para la sopa llamada dashi.
Hoy día los mayores pescadores y consumidores de atún son los japoneses, en el resto del
mundo, salvo en Italia, España y Portugual, el atún fresco es consumido recientemente, entre
nosotros hasta hace poco era prácticamente desconocido, pues sólo el enlatado era el de uso
común.
• 1 lata de atún de 200 gramos, en aceite • 1 1/3 taza, machacado • 125 gramos de sardinas en
aceite, 4 sardinas, machacadas • 2 cucharadas de mantequilla • 1/2 taza de cebolla, picadita; 4
cucharadas de salsa mayonesa • 1 cucharada de encurtidos en mostaza, picaditos • 5 cucharadas
de salsa de tomate Ketchup • 2 cucharaditas de salsa inglesa Worcestershire • 1 cucharada de
pepinillos dulces, picaditos • 1 cucharada de alcaparras, picaditas • la pulpa de 4 aceitunas,
picaditas • 12 gotas de salsa picante • 1.4 de cucharadita de sal • 1 ají dulce, picadito, sin semillas
y sin venas • 1 cucharadita de azúcar • 1 cucharadita de mostaza preparada; pan tostado o pan
para sandwich
Preparación
1.- Con un tenedor se trituran el atún y las sardinas a las que se les han eliminado las espinas. Se
agregan los demás ingredientes hasta formar una pasta homogénea.
2.- Se puede usar con pan tostado como pasapalo o también para sandwiches. En este caso se
tuestan, en el horno precalentado a 350 grados, tajadas de pan para sandwich enmantequilladas
por unas de sus caras, durante unos 3 minutos por lado. Se cubre la cara enmantequillada de una
tajada con una capa gruesa de la pasta y se tapa con otra tajada, con la cara enmantequillada
hacia el interior.
Atún en escabeche
(4 a 6 porciones)
• 1 trozo de atún de 1 kilo, sin piel • 1 limón • 12 tasas de agua, suficiente para cubrir 1 atún, unos
3 a 4 centímetros • 1 cebolla grande, semicortada en cuatro • la parte blanca de un ajo porro con
algo de lo verde • 2 ajíes dulces, sin semillas • 2 tallos de celerí con sus hojas • 1/2 pimentón
grande, sin semillas • 1 hoja de laurel • 3 ó 4 ramitas de cilantro • 2 ó 3 ramitas de perejil; unos 6
granos enteros de pimienta negra • 2 cucharaditas de sal.
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Vinagreta
• 1 taza de aceite • 2 tazas de cebolla, en ruedas delgadas, 1 cebolla grande • 1 pimentón rojo, sin
semillas y sin venas, en tiritas delgadas • 2 ajíes dulces, picaditos • 3 cucharadas de encurtidos en
vinagre, picaditos • 1/4 de taza de vinagre • 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién molida •
2 cucharaditas de sal • 1 cucharada de mostaza • 1 cucharada de perejil, picadito
Preparación
1.- Se le eliminan la piel y las partes oscuras al atún. Se lava, se frota con limón y se enjuaga.
2.- En una olla se pone suficiente agua como para cubrir el atún. Se agregan la cebolla, el ajo
porro, el ají dulce, el celerí, el pimentón, el laurel, el cilantro, el perejil, los granos de pimienta y la
sal. Se lleva a un hervor. Se agrega el atún y se cocina, tapado, a fuego fuerte hasta ablandar y
estar completamente cocido, unos 60 a 90 minutos. Se deja enfriar en el agua en la que se cocinó.
Una vez frío, se escurre y se corta en tajadas pequeñas. (Se puede dejar en el agua en la que se
cocinó, después de enfriar, por 1 ó 2 días en la nevera).
3.- Se prepara la vinagreta mezclando todos sus ingredientes.
4.- Se le agrega la vinagreta al atún. Se revuelve. Se pone en un envase de loza y se mete en la
nevera hasta que se vaya a servir. Puede conservarse en la nevera por 2 ó 3 días.
• 1 trozo de 400 gramos de atún, sin piel • 1 limón • 8 tazas de agua, suficiente para cubrir el atún
unos 3 a 4 centímetros • 1 cebolla mediana semicortada en cuatro • La parte blanca de un ajo
porro pequeño con algo de lo verde • 2 ajíes dulces, sin semillas • 1 tallo de celerí con sus hojas •
1/2 pimentón, sin semillas • 1 hoja de laurel, 3 ó 4 ramitas de cilantro • 2 ó 3 ramitas de perejil • 6
granos enteros de pimienta negra • 1 cucharadita de sal • 1/4 de taza de aceite • 1 taza de cebolla,
picadita • 2 dientes de ajo, machacados • 1 1/2 taza de tomate picadito, sin piel y sin semilla • 1/2
taza de pimentón rojo, picadito, sin semillas • 1 cucharada de ají dulce, picadito • 1 cucharadita de
sal • 1/8 de cucharadita de pimienta negra recién molida • 4 tazas de agua • 1 cucharadita de salsa
inglesa Worcestershire • 1/8 de cucharadita de orégano seco, molido • 1/2 cucharadita de vinagre •
1/2 cucharadita de pimentón rojo, seco, molido • 1 cucharadita de sal • 3/4 de kilo de papas
cortadas en pedazos de unos 2 centímetros, unas 4 tazas
Preparación
1.- Se eliminan las partes oscuras y la piel al atún. Se lava, se frota con limón y se enjuaga.
2.- En una olla se pone suficiente agua como para cubrir el atún. Se agregan la cebolla, el ajo
porro, el ají dulce, el celerí, el pimentón, el laurel, el cilantro, el perejil, los granos de pimienta y la
sal. Se lleva a un hervor. Se agrega el atún y se cocina, tapado y a fuego fuerte, hasta ablandar y
estar completamente cocido, unos 60 a 70 minutos. Se retira del fuego y se deja enfriar en el agua
en la que se cocinó. Una vez frío, se escurre y se corta en cubos de unos 2 centímetros. (Se
puede dejar en el agua en la que se cocinó y meterlo en la nevera después de enfriar, para
conservarlo por 1 ó 2 días en la nevera).
3.- En una olla se pone el aceite a calentar. Se agregan la cebolla y el ajo y se cocinan hasta
marchitar, unos 4 minutos. Se agregan el tomate, el pimentón, el ají, la sal y la pimienta, y se
cocina unos 15 minutos. Se agrega el atún y se cocina unos 5 minutos.
4.- Se agregan el agua, la salsa inglesa, el orégano, el vinagre, el pimentón seco molido, el resto
de la sal y las papas. Se lleva a un hervor y se cocina por unos 15 minutos tapado y a fuego
fuerte.
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5.- Se pone a fuego mediano, se tapa y se cocina hasta ablandar las papas, unos 20 a 30 minutos
más.
RECOMENDACIONES
• Conviene eliminar las pequeñas porciones de color rojo oscuro, como sangre, que tiene el atún,
un poco amargas y de menor calidad, aun cuando en Japón, llamadas chiai, a veces las comen
crudas, más por razones nutritivas para ellos que como delicadeza gastronómica
• Cuando se pesca el atún es recomendable cortar el pescado inmediatamente en el área de la
cola. Esto debe hacerse con el propósito de que se desangre por completo para que la carne sea
menos roja y tenga un mejor sabor
• Conviene frotarlo con limón y enjuagarlo antes de cocinarlo y una vez cocido el atún adquiere un
fuerte y característico sabor que gusta a unos y a otros no. Quizás la mejor manera de prepararlo
es en escabeches que gustará a todos
Los venezolanos no hemos puesto nunca especial atención a nuestra comida como parte de
nuestra cultura pues, aunque tenemos identificados algunos platos específicos como tradicionales
y algunos de ellos forman parte de nuestra alimentación corriente, nada sabemos de su origen,
poco hemos hecho por exaltarlos y poco exigimos para conservarlos en su forma más auténtica,
no habiendo sido, además, tomadas en cuenta en nuestra literatura, en nuestra música o en
nuestra pintura. En los últimos años eso ha comenzado a cambiar, quizás como consecuencia de
la proximidad que sentíamos de la desaparición de nuestra cocina, consecuencia de una actitud
de desapego hacia ella y como algo reservado para las personas que atendían su preparación.
Quizás a eso se deba la necesidad que sentimos ahora de conservar y aún más, de conocer e
identificar más profundamente nuestra cocina.
El coco, producto que no es de origen americano pero que existía en nuestras playas en el siglo
XVIII nos ofrece quizás, la posibilidad de indagar los orígenes de algunos de nuestros platos más
típicos. El bienmesabe y el arroz con coco son buenos ejemplos que nos permiten situar su origen
en España y la forma fueron transculturizados o mestizados en América, en este caso en
Venezuela por el mismo español. En ambos casos sentimos presente en ellos nuestra más
genuina identidad que va más allá de la gula, más allá de sentir la boca hecha agua al pensar en
ellos y el orgullo de que nuestro aporte los llevase a la perfección pues, sin duda, en ellos el
mestizaje mejoró el original. El arroz con coco es exactamente el arroz con leche al cual se le
cambió la leche de vaca, que a veces fue de almendras, muy utilizada en los XVIII y XIX,
especialmente en los días de ayuno cuando se evitaban los alimentos de origen animal, por leche
de coco y el azúcar por papelón. El plato ganó en sabor, en aroma, en suculencia. Así mismo la
presencia de la canela se hace más intensa con la leche de coco y con el papelón. El arroz con
leche es postre de Semana Santa en Sevilla, también se importó la tradición pues también
nosotros lo hicimos un postre de Semana Santa, especialmente del Jueves Santo.
El Bienmesabe, dulce colonial y mantuano, es otro ejemplo interesante. Con el mismo nombre y
del sur de España, incluida Andalucía, probablemente de origen árabe, es un postre hoy poco
conocido en España, donde ha quedado reducido a la población de Antequera, a unos 50
kilómetros al norte de Málaga, donde probablemente se originó, quizás en el Convento de
Clausura de Belén de las Monjas Clarisas, en esa población, donde todavía lo venden al público.
Es otro caso en el cual el coco reemplazó a la almendra con gran éxito. El Bienmesabe tradicional
de Caracas era parecido al de Antequera que no se cubre con suspiro como se lo presenta
generalmente hoy y que es como generalmente se hacía en la región de Córdoba, en Andalucía.
Bienmesabe
(8 a 10 porciones)
• 2 ó 3 cocos grandes con 500 a 600 gramos de pulpa cada uno • unas 6 tazas de pulpa ya
rallada gruesa y 2 tazas de agua caliente para sacarle la leche, o 3 a 3 1/2 tazas de leche de coco
• 18 amarillos de huevo • 1/4 de cucharadita de sal • 1 taza de agua • 3 1/2 tazas de azúcar • 1/2
kilo de bizcochuelo según receta • 4 cucharadas de coñac • 4 cucharadas de agua
Preparación
1. Se ponen los cocos, se les saca la pulpa y se ralla por el lado grueso del rallo para triturarla
posteriormente con el agua.
2. En el vaso de una trituradora se muelemuy bien por partes la pulpa de coco con el agua
caliente, luego se exprime a través de un paño no muy tupido para sacarle la leche. Se cuela la
leche por un colador fino de alambre.
3. En un envase se pone la leche de coco, se agregan los amarillos de huevo y la sal. Se revuelve
con cuchara de madera y se pone aparte.
4. En una olla gruesa se pone la taza de agua con el azúcar para hacer un almíbar. Se lleva a un
hervor y se cocina a fuego fuerte sin revolver por unos 5 minutos, hasta que las gotas de almíbar
caigan lentamente de una cuchara de madera formando una pequeña hebra. En ese momento se
apaga el fuego y se le agrega a la olla la mezcla de los amarillos con la leche de coco, revolviendo
con cuchara de madera hasta obtener una crema.
5. Se vuelve a encender el fuego muy suave y revolviendo se cocina hasta que casi va a hervir y
empiecen a salir burbujitas por los lados. Se retira del fuego, se deja enfriar un poco.
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6. Entretanto se corta el bizcochuelo en tajadas más bien pequeñas, de unos 4x8 centímetros
aproximadamente y de no más de 1 centímetro de espesor.
7. En una dulcera de vidrio se pone en el fondo una capa de la crema, luego una capa de
bizcochuelo que se rocía con la mezcla de coñac y agua; se agrega otra capa de crema y se repite
la operación hasta terminar con una capa de crema que se espolvorea con canela molida.
8. Se mete en la nevera y se sirve helado.
• La pulpa de 3 cocos secos grandes en pedacitos, aproximadamente 11 tazas ó 1 1/4 a 1 1/2 kilo
de pulpa 7 tazas de agua caliente para sacar la leche de coco, unas 8 a 9 tazas de leche de coco
• 2 tazas de arroz, 4 tazas de agua • 1 kilo de papelón en pedacitos • 2 1/2 cucharaditas de sal •
canela en polvo, alrededor de 1/2 cucharada.
NOTA:
El arroz debe ser de muy buena calidad, así mismo el papelón no debe ser muy oscuro ni salobre,
en cuyo caso puede reemplazarse con azúcar 1/4 a 1/3 del peso del papelón.
Preparación
1. Se parten los cocos con un martillo. Se desechan el agua que contienen. Se saca la pulpa de
los cocos introduciendo la punta de un cuchillo entre ella y la cáscara. Se corta la pulpa, sin pelar,
en pedazos pequeños.
2. Se saca la leche de los cocos, para ello, se ralla o se muele la pulpa de coco y luego con una
trituradora, en operaciones sucesivas, usando en total 6 de las 7 tazas de agua se tritura
finamente la pulpa de los cocos. Se pasa todo a un colador fino de alambre, colocado sobre un
envase, para colar la leche de coco. Se aprieta con las manos el coco triturado, sin oprimir contra
las paredes del colador para evitar que pase algún sólido. Se va pasando el sólido a otro envase y
allí se le agrega la taza de agua restante. Se vuelve a colar usando el mismo procedimiento para
obtener así la mayor cantidad de leche. En total se obtienen unas 8 a 9 tazas de leche de coco. Se
cuela nuevamente la leche a través de una tela rala y se pone aparte.
3. Se lava muy bien el arroz poniéndolo en un colador y estrujándolo con las manos bajo agua
corriente hasta que el agua salga transparente.
4. Se pasa el arroz a una olla gruesa y pesada y con las otras 4 tazas de agua. Se pone en la
hornilla a fuego fuerte y se lleva a un hervor. Se hierve 8 minutos o hasta que ablande el arroz,
revolviendo con frecuencia con cuchara de madera. El arroz debe quedar "al dente" es decir
cocido pero firme en el interior.
5. Se agrega la leche de coco y se lleva nuevamente a un hervor. Se pone a fuego mediano. Se
cocina de 8 a 10 minutos y se agrega el papelón en pedazos pequeños, revolviendo con
frecuencia con cuchara de madera. Se lleva a un hervor y se cocina 35 minutos más revolviendo
con frecuencia, hasta que tenga consistencia cremosa y el arroz se haga visible. Unos 10 minutos
antes de terminar se le agrega la sal.
6. Se comprueba el punto de azúcar y de sal y se corrige al gusto.
7. Se vierte en una bandeja llana de vidrio y se espolvorea por encima con canela molida. Se sirve
caliente y tan pronto como sea posible, aunque puede servírse frío si se prefiere y además puede
recalentarse en baño de María.
Preparación
1. Se corta el chivo en porciones. Se lava. Se frota con limón. Se enjuaga.
2. Se mezclan los ingredientes para el adobo y con la mezcla se frotan los pedazos de chivo en un
envase. Se deja aparte.
3. En una olla grande y pesada o en un caldero, se pone la leche de coco a fuego fuerte. Se lleva
a un hervor y se cocina revolviendo con batidor de alambre por unos 3 minutos. Se agregan la
cebolla, el pimentón, el ají dulce, el tomate, el polvo curry y el aceite coloreado con onoto y se
cocina por unos 7 minutos. Se agrega el chivo con su adobo. Se lleva a un hervor y se cocina a
fuego fuerte por unos 7 minutos más. Se pone a fuego mediano, se cocina tapado hasta ablandar,
alrededor de 90 a 100 minutos y se retira del fuego. Se debe revolver con frecuencia desde que se
empieza a cocinar la leche de coco, hasta el final para que no forme grumos.
• 1 a 2 cocos • 500 gramos de pulpa de coco rallada • 7 tazas de coco rallado, medidas sin
apretar • 4 tazas de agua • 750 gramos de papelón en trocitos • 250 gramos de azúcar • 6
clavos de especia • 1 taza de apio rallada, 150 gramos • 1/2 taza de leche
Preparación
1. Se parte el coco. Se elimina el agua. Se le saca la pulpa. Se ralla la pulpa con la piel oscura que
tiene adherida. Se pone aparte.
2. En un caldero u olla pesada se ponen el agua, el papelón, el azúcar y los clavos. Se lleva a un
hervor y se cocina unos 50 a 55 minutos o hasta que esté de color marrón oscuro. Con una
cuchara perforada se eliminan los clavos.
3. Se agregan, revolviendo, el coco, el apio y la leche. Se cocina unos 15 minutos, hasta que
despegue del fondo del caldero. Se retira del fuego y se vierte inmediatamente en una bandeja de
vidrio, o en poquitos sobre hojas de limón o naranja.
• 1/2 kilo de batata, preferiblemente blanca • 6 tazas de agua • 1 coco grande, unos 700 gramos
de pulpa de coco 2 1/4 tazas de agua caliente para sacar la leche de coco, o 2 1/2 tazas de leche
de coco • 1/2 kilo de azúcar • 1 pedacito de 2 a 3 centímetros de raíz fresca de jenjibre • 3/8 de
cucharadita de sal
Preparación
1. Se pela y se lava la batata. 2. se pone en una olla con agua que la cubra, alrededor de 6 tazas.
Se lleva a un hervor y se cocina hasta ablandar. Se escurre. Se le quitan las partes negras que se
hagan visibles después de hervir. 3. Se rompe el coco, se elimina el agua y la pulpa se corta en
trocitos. 4. Se ralla o muele el coco, se pasa al vaso de una trituradora con las 2 1/4 tazas de agua
caliente y se tritura finamente.
5. Se cuela luego a través de un colador fino de alambre, apretando con las manos pero sin
apretar contra las paredes del colador, para tratar de sacarle el máximo de leche sin que pasen
sólidos. Se descarta el sólido y se cuela el líquido.
6. Nuevamente, en el vaso de la trituradora se pone la batata y la leche de coco obtenida, unas 2
1/2 tazas y se tritura muy bien. Se cuela por un colador de alambre.
7. En una olla se pone esa mezcla, con el azúcar, la sal y el pedacito de raíz de jenjibre. Se lleva a
un hervor y se cocina a fuego fuerte revolviendo constantemente con cuchara de madera hasta
engrosar y despegar del fondo y paredes de la olla al inclinarla, de 15 a 20 minutos. Se saca el
jenjibre y se pasa a un envase de vidrio, tamizado a través de un colador fino de alambre.
8. Se deja enfriar antes de servir.
Consejos
• Cuando adquiera cocos, escójalos de color tostado obscuro exteriormente, mejor que de color
claro, pesados y con abundante agua en su interior que se nota al moverlos
• Debe probarse la pulpa del coco antes de cualquier preparación, rechazando la que se sienta
rancia, pues esto puede ser determinante en el sabor final del plato
• Deben rechazarse los cocos a los que se les despega la corteza fibrosa exterior signo de que
están pasados
• La leche de coco puede obtenerse congelada en algunos abastos
• 500 gramos de calabacín • 2 cucharadas de mantequilla • 1/2 de cebolla picada gruesa • La parte
blanca y algo de lo verde de 2 cebollines, picaditos, 1/3 de taza • 1 cucharada de maicena • 3
tazas de consomé de pollo o de carne, con sal • 1 cucharadita de sal • 1/8 de pimienta blanca,
molida • 2 ramitas de cilantro • 1 ramita de hierbabuena • 2 cucharadas de crema gruesa, para
batir
Preparación
1.- Se pelan ligeramente los calabacines. Se lavan. Se cortan en pedazos 2.- En una olla al fuego
se ponen la mantequilla, la cebolla, el cebollín y el calabacín y se cocina, revolviendo por unos 7
minutos. Se agregan la maicena, el consomé, la sal y la pimienta. Se lleva nuevamente a un
hervor y se cocina por 2 o 3 minutos más. 3.- Se pasa el contenido de la olla al vaso de una
trituradora y se tritura muy bien. Se cuela. 4.- Se vuelve a la olla limpia. Se lleva a un hervor. Se le
agregan el cilantro y la hierbabuena y se cocina unos minutos. Se le agrega la crema, se revuelve
bien y se retira del fuego. Se eliminan las ramitas antes de servirla.
• 3 pepinos grandes de unos 600 gramos, unas 4 tazas ya pelados, sin semillas y en tajaditas • 1/4
taza de jugo de cebolla • 1 1/2 cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién
molida • 2 cucharadas de azúcar • 1 cucharada de vinagre de vino • 1 cucharada de agua • 4
cucharadas de crema agria
Preparación
1.- Se pelan los pepinos. Se les eliminan las semillas. Se cortan en tajaditas. Se ponen en una
ensaladera. 2.- Se mezclan todos los demás ingredientes y se revuelve la mezcla con los pepinos.
Se mete en la nevera por 15 a 30 minutos antes de servir.
• 1 kilo de auyama • 4 tazas de agua y 1 cucharadita de sal para cocinar la auyama • 2 cucharadas
de mantequilla • 3/4 de taza de cebolla, picadita • 1/4 de cucharadita de tomillo seco, molido • 1/8
de cucharadita de pimienta negra, molida • 3 tazas de consomé de carne • 1 1/2 taza de jugo de
mandarina • 1 cucharada de maicena • 1/2 cucharada de agua • 1 cucharada de azúcar • 3/4 de
taza de crema gruesa para batir • 1 ají dulce picadito muy finamente
Preparación
1.- Se pela la auyama y se le eliminan las semillas. Se corta en pedazos. Se pone en una olla con
el agua y la sal. Se lleva a un hervor y se cocina hasta ablandar, unos 15 minutos.
2.- En una olla se pone la mantequilla a derretir. Se agregan la cebolla, el tomillo, la pimienta y se
cocina hasta marchitar, unos 4 minutos.
3.- Se agrega la auyama. Se cocina 1 minuto. Se agrega el consomé. Se le agrega y revuelve la
maicena mezclada con la 1/2 cucharada de agua. Se lleva a un hervor y se cocina unos 4 minutos.
Torta de auyama
(8 Porciones)
• 1/2 kilo de auyama con corteza • 3 tazas de agua • 1 cucharadita de sal • 1 cucharadita de
mantequilla para engrasar el molde • 3 huevos • 100 gramos, 1 1/3 taza, de queso blanco duro,
tipo llanero, rallado • 100 gramos, 1/2 taza más 1 cucharada, de pan seco molido • 125 gramos,
3/4 de taza, de azúcar • 1/4 de taza de leche • 250 gramos de papelón • 1 taza de agua • 1
cucharadita de canela molida o 2 pedazos de canela en rama de unos 5 centímetros de largo cada
uno
Preparación
1.- En una olla se pone la auyama con agua fría que la cubra completamente, unas 3 tazas, y la
sal. Se tapa, se lleva a un hervor y se cocina hasta que ablande, unos 20 minutos.
2.- Se saca la auyama, se escurre y con la pulpa y usando un tenedor se hace un puré. Se pone
aparte.
3.- Se engrasa un molde de 20 centímetros de diámetro por 7 centímetros de alto y se precalienta
el horno a 350 grados.
4.- En el recipiente de una batidora eléctrica se ponen el puré de auyama, los huevos, el queso, el
pan, el azúcar y la leche y se bate a media velocidad por 10 minutos.
5.- Se vierte la mezcla en el molde engrasado, se mete en el horno y se hornea por 30 minutos.
Se sube la temperatura del horno a 400 grados y se hornea por 25 minutos más o hasta que esté
dorada y al introducirle una aguja, ésta salga seca.
6.- Entretanto se ha preparado un melado de papelón cocinando a fuego fuerte por 7 a 8 minutos,
el papelón con la taza de agua y la canela.
7.- Se saca la torta del horno. Se pasa inmediatamente a una bandeja, donde se baña
completamente cuando se vaya a servir, con el melado de papelón caliente.
Preparación
1.- Se lavan, se pelan, se le eliminan las semillas y se cortan en pedazos los pepinos.
.- En una olla se pone la mantequilla a derretir. Se agregan la cebolla, el cebollín y la escalonia y
se cocinan hasta marchitar, unos 4 minutos. Se agregan los pepinos y se sofrien unos 2 o 3
minutos. Se agregan la harina, la sal y la pimienta. Se cocina unos 2 minutos. Se agregan el
consomé y la leche. Se lleva a un hervor y se cocina hasta ablandar el pepino, unos 10 minutos.
Chayotas guisadas
(4 a 6 porciones)
• 3 Chayotas • 6 tazas de agua • 2 cucharaditas de sal • 1/4 de taza de aceite • 1/2 taza de cebolla
rallada • 1 diente de ajo machacado • 2/3 de taza de tomate rallado, sin piel y sin semillas • 1
cucharadita de pasata de tomate • 1 taza de consomé de carne • 1 cucharadita de perejil picadito •
1 cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta negra recién molida • 1/3 taza de queso
parmesano rallado o cortado en trocitos de 1 centímetro aproximadamente, opcional
Preparación
1.- Se cortan las chayotas verticalmente en dos. Se les quita el corazón y sin pelar se ponen en
una olla con suficiente agua que las cubra, unas 6 tazas y 2 cucharaditas de sal.
2.- Se lleva a un hervor y se cocinan por 30 minutos o hasta que ablanden pero no demasiado.
3.- Se escurren y dejan enfriar un poco. Se pelan, se cortan en trocitos de 2 centímetros y se
escurren nuevamente. Se dejan aparte.
4.- En un caldero pequeño se pone el aceite a calentar. Se agregan la cebolla y el ajo y se fríen
hasta marchitar, unos 4 minutos. Se agregan el tomate y la pasta de tomate y se cocinan 5
minutos. Se agrega el consomé. Se lleva a un hervor y se cocina a fuego mediano hasta espesar
un poco, unos 10 minutos. Se agregan las chayotas, el perejil, la sal, y la pimienta. Se pone a
fuego fuerte y se cocina unos 10 a 15 minutos más, hasta que las chayotas ablanden.
5.- Se agrega el queso parmesano si se desea, se resuelve bien y se apaga.
Ensalada de chayotas
(6 porciones)
• 3 Chayotas sin pelar, 1 1/4 kilo • 6 tazas de agua • 2 cucharaditas de sal • 1/2 taza de aceite • 4
cucharadas de vinagre • 2 cucharadas de agua • 1 cebolla mediana en ruedas • 2 1/2 cucharaditas
de sal • 1/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida
Preparación
1.- Se lavan y se cortan las chayotas verticalmente en dos. Se les quita el corazón y la semillas y
sin pelar se ponen en una olla con suficiente agua que las cubra, unas 6 tazas y 2 cucharaditas de
sal.
2.- Se lleva a un hervor y se cocina 1/2 hora o hasta que ablanden pero no demasiado.
3.- Se escurren y se dejan enfriar un poco. Se pelan y se cortan en trocitos de 1 centímetro.
4.- Se prapara una vinagreta batiendo vigorosamente el resto de los ingrendientes,
preferiblemente en una frasco y se agrega a la chayota. Se revuelve bien. Se mete en la nevera a
enfriar y se revuelve nuevamente antes de servirla.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 45 27/03/2006
CONSEJOS
• Las hortalizas que se reseñan hoy son además de económicas y rendidoras, fuente de platos
excelentes. Conviene que sean ensayados por los que no los tienen en su repertorio corriente •
Conviene eliminar las semillas del pepino y del calabacín antes de cocinarlos para cualquier
preparación. A pesar de ser tiernas, un plato es más refinado cuando no las tiene • Es preferible
pelar los pepinos y calabacines, algunos no lo hacen o los raspan ligeramente • La auyama debe
cocinarse con corteza y eliminársela después, en el caso de crema o tortas, en pedazos, si va a
formar parte del plato, como en hervidos picados, etcétera
El bacalao salado
Cuando Giovanni Caboto, alias "John Cabot", navegante veneciano, regresó de su viaje al Nuevo
Mundo, patrocinado por el rey inglés Henry VII, contaba que en los grandes bancos de la costa de
Terranova los pescados eran tan abundantes que podían ser recogidos en una cesta. Los grandes
bancos son una serie de bajos o bancos de arena al sur de Newfoundland, en el norte de Estados
Unidos. Allí la coriente fría del Labrador y la tibia del Golfo, se unen creando unas condiciones
especiales que permiten la existencia de plankton abundantísimo que constituye una gran fuente
de alimento para pescados. La unión de las dos corrientes crea además una neblina constante y
espesa, lo que ha sido siempre una calamidad para los pescadores de bacalao. Desde 1.600 el
bacalao salado ha sido un alimento muy importante para la humanidad ya que, por mucho tiempo,
debido a la falta de refrigeración, fue la "carne", pues una vez desalado, conserva todas sus
propiedades y permite ser preparado de muy diversas formas: hervido, frito, a la parrilla, en
vinagreta o ensaladas y con salsas muy variadas.
Desde 1.600 hasta 1.700 el bacalao fue el soporte para el comercio de esclavos pues los barcos
hacían un viaje redondo que partiendo de Boston, descargaba el bacalao en España y Portugal,
luego seguían a la costa oeste de Africa donde cargaban esclavos, eran alimentados en parte con
bacalao durante la travesía, los esclavos eran descargados en las Antillas, donde cargaban azúcar
y molasa para suplir a las destilerías de New England en USA y allí comenzar nuevamente el
ciclo. Precisamente el bacalao es muy popular en las Antillas, especialmente preparado en la
forma de torticas o buñuelos que denominan accra o accras, su preferencia por el bacalao es
herencia de la comida que en esos viajes llevaron sus primeros pobladores. Así mismo, es el plato
nacional de Portugal, donde probablemente se puede obtener su mejor calidad, blanco y en
espesores que a veces superan los 5 ó 6 centímetros. Portugal por siglos ha sido el sitio
preferente para secar al sol el bacalao, donde además de sol tiene excelentes salinas. En Portugal
es secado al aire libre después de salado y prensado, en caneyes semitechados para evitar se
calienten demasiado.
En Europa, el bacalao es la base para platos regionales según las peculiaridades de cada país.
Por mucho tiempo fue un alimento para pobres y ricos, hoy por su alto precio ha dejado de ser
alimento para pobres. En Venezuela, hasta los años 50, no faltaba al menos un día durante la
Semana Santa.
Pescado salado en Venezuela
En Venezuela es muy restringida la utilización del pescado salado en nuestra cocina. Sólo en
Oriente, precisamente en la costa donde abunda el pescado fresco, probablemente por su
cercanía a las Antillas, donde como se dice en esta página en la parte dedicada al bacalao, el
gusto por el pescado salado es una herencia del transporte de esclavos a América. Allí el cazón
salado, utilizado preferentemente para el relleno de las empanadas, es posiblemente el pescado
salado más usado. Igualmente el chucho salado, para el pastel y guiso de chucho salado, platos
muy populares.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 46 27/03/2006
Es difícil de encontrar el chucho salado de buena calidad en otros sitios y aun en Oriente muchas
veces el chucho salado es suplantado por la raya, más abundante pero de inferior calidad,
cuestión que sólo los conocedores pueden detectar, pues, precisamente para engañar más
fácilmente al público tanto la raya como el chucho es vendido sin la piel que en el caso del chucho
tiene unos lunares claros que permiten identificarlo. También se consume el morocoto, excelente
pescado del Orinoco, muy bueno fresco y salado, el cual es difícil de conseguir fuera del Oriente
del país. Es recomendable, además, el dorado salado, que tiene muy pocas espinas.
En Caracas el pescado salado no es muy usual. No hemos formado el gusto para él. La mayoría
no lo conoce, salvo en las empanadas de cazón. No se consigue en los abastos, solamente en los
mercados municipales, donde siempre hay un puesto dedicado a esa especialidad, sin embargo
su calidad no es enteramente confiable. El pescado salado en Venezuela es en realidad un
subproducto que los pescadores obtienen de la pesca de otros ejemplares más rentables. Para el
pescado salado se utilizan pescados que frescos no son apreciados o no son rentables para la
transportista que compra el pescado al pescador y es salado para evitar que se pierda. En
general, su olor es muy fuerte, lo que contribuye a su poca difusión por la dificultad para tenerlo en
la casa.
En Venezuela el pescado salado es preparado en general por el mismo pescador y,
desgraciadamente, con poca técnica y no la más apropiada. El excesivo contenido de agua y el
contenido de sal no son los recomendados por normas universalmente aceptadas, especialmente
el porcentaje de sal para saturación del agua contenido en el pescado, que en definitiva hace que
la concentración de sal sea insuficiente y a veces se descomponga el pescado salado. Desde el
punto de vista de la calidad, el contenido de agua es importante que no debe ser excesiva y, en el
caso de nuestros mercados, es excesivamente húmedo, se puede decir que es más bien
"salpreso" como dicen en Oriente al pescado salado que no se ha secado todavía. El consumidor
paga por el peso del agua en exceso a precio de pescado, que en el caso del pescado salado, no
es barato.
En 1970 el Ministerio de Agricultura y Cría publicó un importante informe sobre el pescado salado
en Venezuela, elaborado conjuntamente con las Naciones Unidas y la FAO. Sus conclusiones son
todavía vigentes, ojalá que nuestras autoridades lo releyeran, pues teniendo, como tenemos
abundantes recursos pesqueros, la industrialización del pescado salado sería una alternativa
interesante como una fuente de ingreso para el pescador y para el país que podría exportarlo
especialmente a las islas del Caribe que lo consumen en abundancia.
Bacalao guisado
(8 porciones)
• 1 kilo de bacalao salado, seco, en pedazos • 4 a 6 tazas de agua • 1/3 de taza de aceite • 1 taza
de cebolla picadita • 2 dientes de ajo machacado • 1/2 taza de pimentón rojo, picadito • 1 taza de
tomate picadito, sin piel y sin semillas • 1 cucharada de salsa de tomate ketchup; • 1/4 de taza de
agua o mejor del agua donde se cocina el bacalao • 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién
molida
Preparación
1. Se pone a remojar el bacalao en bastante agua por 48 horas o más. Se le debe cambiar el agua
varias veces para eliminarle lo más posible la sal. Se escurre. Conviene probarlo para saber si se
ha desalado suficientemente.
Guiso de Cazón
• 1/2 kilo de cazón fresco sin cabeza y sin aletas, preferiblemente 1 ó 2 cazones pequeños enteros
o 1/2 kilo de cazón salado • agua • 2 limones • 1/2 taza de aceite y 1 a 2 cucharaditas de granos
de onoto ó 1/2 taza de aceite coloreado con onoto • 1 taza de cebolla rallada • 3 dientes de ajo
machacados • 1 1/2 taza de tomate rallado • 1/4 de pimentón rojo • 1 cucharada de ají dulce
picadito • 1 a 2 ajíes dulces • 2 cucharaditas de sal • 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién
molida • 1 cucharadita de salsa inglesa Worcestérshire • 10 ó 12 gotas de salsa picante
Preparación
1. Si el cazón es fresco. En una olla grande se pone bastante agua a calentar. Se lleva a un
hervor. Se apaga el fuego. Se sumerge el cazón por unos segundos en el agua hirviendo y se
saca de nuevo.
2. Se raspa la piel del cazón con un cuchillo, hasta eliminarla. Se le quintan las aletas y el hueso
central, se frota con limón para eliminarle el olor a amoníaco, se enjuaga y se corta en pedacitos.
3. Si el cazón es salado, se corta en pedazos. Se lava y se pone en agua a desalar. En una sartén
se pone el aceite a calentar, se agrega el onoto, se cocina hasta hervir, unos segundos, cuidando
que el onoto no se queme y se cuela luego el aceite en un caldero pequeño eliminando el onoto.
4. Se le cambia el agua varias veces y se deja desalando por 48 horas o más, cambiando el agua
varias veces. Se lava nuevamente y se pone en una olla con agua que lo cubra suficientemente.
Se lleva a un hervor y se cocina hasta ablandar, unos 12 minutos. Se le eliminan la arena y la piel.
Se enjuaga bien y se desmenuza finamente.
5. Se calienta el aceite en el caldero y se agregan la cebolla y el ajo. Se cocina hasta marchitar,
unos 4 a 5 minutos. Se agregan el tomate, el pimentón y el ají dulce y se cocina unos 5 a 7
minutos más.
6. Se agregan el pescado, la sal, la pimienta, la salsa inglesa y la salsa picante. Se lleva a un
hervor y se cocina a fuego fuerte revolviendo con frecuencia para desmenuzar el pescado, por
unos 30 minutos o hasta que seque.
• 1/2 kilo de bacalao salado, seco • agua • 3/4 de taza de leche • 1/2 cebolla • agua • 1 taza de
aceite • 1/2 taza de leche • 1/2 taza de crema gruesa para batir • sal si es necesario • 1/4 de
cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 5 gotas de salsa picante • rodajas de pan con ajo y
tostadas • aceitunas negras (opcional)
• 3/4 kilo de bacalao salado, seco, en pedazos pequeños, 4 tazas de agua • 1/2 taza de aceite • 1
cucharada de granos de onoto • 3/4 de taza de cebolla picadita • 2 dientes de ajo machacados •
2/3 de taza de tomate picadito, sin piel y sin semillas • 1/2 taza de pimentón rojo picadito • 2 tazas
de arroz • 1 1/2 taza de consomé preferiblemente de pescado, más 1 1/2 taza del agua donde se
cocina el bacalao • 1/2 cucharadita de pimienta negra, recién molida • 1 cucharadita de sal • 1
cucharada de perejil picadito
Preparación
1. Se pone a remojar el bacalao en pedazos pequeños en suficiente agua que lo cubra, por 48
horas por lo menos. Se le debe cambiar el agua varias veces para que pierda la mayor cantidad
posible de sal. Se escurre. Conviene probarlo para saber si se ha desalado suficientemente.
2. Se pone el bacalao en una olla con agua que lo cubra, unas 4 tazas. Se lleva a un hervor y se
cocina por 3 a 4 minutos. Se retira del fuego y se escurre. Se reserva 1 1/2 taza del agua donde
se cocinó el bacalao.
3. Se le eliminan la piel y las espinas y se desmenuza en pedazos pequeños. Se pone aparte.
4. En un caldero se pone el aceite a calentar. Se agrega el onoto, se fríe 2 ó 3 segundos, se retira
del fuego, se cuela el aceite y se eliminan los granos de onoto para que no se quemen. Se vuelve
el aceite al caldero. Se agregan la cebolla y el ajo y se cocinan hasta marchitar, unos 4 minutos.
Se agregan el tomate y el pimentón y se cocinan unos 5 minutos.
5. Se agrega el bacalao. Se revuelve y se agrega el arroz bien escurrido y que ha sido
previamente lavado en un colador bajo agua corriente hasta que ésta salga transparente. Se
revuelve bien.
6. Se le agrega el consomé y la 1/2 taza de agua donde se cocinó el bacalao, la pimienta y la sal.
Se lleva a un hervor y se cocina por unos 5 minutos hasta que el agua se haya consumido un
poco. Se pone a fuego suave. Se agrega el perejil, se revuelve, se tapa y se cocina tapado por
unos 20 a 25 minutos hasta que seque.
Recomendaciones
El bacalao deber ser remojado por 48 horas en agua que debe cambiarse con frecuencia.
Es preferible agregar sal a la preparación en caso necesario.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 49 27/03/2006
Igual con todo pescado salado.
Es preferible agregarle sal al prepararlo
El comprador debe estar muy atento para desechar cualquier pescado salado, crudo o cocido, que
por su olor haga sospechar que está descompuesto
Es importante tomar en consideración que el bacalao salado debe verse bastante blanco, aunque
no demasiado.
También debe ser grueso en la región cercana a la espina dorsal
• 4 bistecs de limito de res, de la parte central del lomito, de unos 4 a 5 centímetros de espesor • 2
cucharadas de cognac • 2 cucharadas de granos de pimienta • 2 cucharadas de mantequilla • sal •
2 cucharadas de cognac • 3/4 de taza de crema gruesa, para batir
• 1/2 cucharadita de salsa inglesa Worcestershire • 1/4 de cucharadita de sal • 1/2 cucharada de
perejil, picadito (opcional)
Preparación
1. Se cortan transversalmente los bistecs de unos 4 o 5 centímetros de espesor y que queden
circulares y parejos. Se dejan a temperatura ambiente unos 30 minutos. Se ponen 2 cucharadas
de cognac en un plato y se pasan los bistecs por ambos lados, se escurren y se ponen aparte.
2. En un mortero o entre dos paños y con un mazo se machacan los granos de pimienta. Se
colocan aparte en un plato. Se pasan los bistecs por la pimienta por ambos lados, apretándolos
suavemtne para que la pimienta se les adhiera abundamente. Se dejan en el envase por unos 10
a 15 minutos.
3. En una sartén se pone la mantequilla a derretir, se agregan los bistecs y se cocinan unos 2
minutos por lado, hasta dorar. se les pone la sal directamente a los bistecs por cada cara ya
dorada. Se agregan las 2 cucharadas restantes de cognac a la sartén y se flamea. Se retiran del
fuego y se pasanlos bistecs a un envase de vidrio o a la bandeja para servir, manteniéndolos
calientes. Se elimina la mantequilla de la sartén.
4. En la misma sartén se agregan la crema, la salsa inglesa, el jugo que han dejado los bistecs en
el envase y la sal; a fuego mediano se lleva a un hervor y se cocina 1 minuto. Se retira del fuego y
se vierte la salsa sobre los bistecs. Se adornan, si se quiere, con perejil picadito. Se sirven
acompañados, preferiblemente, de papas fritas.
Preparación
1. Se golpean los bistecs con un mazo para aplastarlos hasta que tengan 1 centímetro de espesor.
2. Se mezclan bien el vinagre, el aceite, los ajos, la pimienta y la sal y con esa mezcla se adoban
los bistecs. Se dejan en el adobo por 1/2 hora.
3. En una sartén se pone a calentar 1/4 de taza de aceite y allí se fríen los bistecs unos 3 minutos
por cada lado o hasta que estén dordos. Se conserven calientes.
4. En el mismo aceite se fríen las cebollas hasta que comiencen a dorar y se distribuyen encima d
elos bistecs. Luego se doran ligeramente, alrededor de 2 minuto por lado, las ruedas de tomate
que se colocan sobre las cebollas, una sobre cada bistec y así se sirven inmediatamente.
Nota:
Si se prescinde de las ruedas de tomate se tendrán Bistecs encebollados. Esta receta está
inspirada en el bistec que preparaba el restaurant de Jaime Vivas, en el antiguo Teatro Caracas,
en los años.
• Un pedazo de 2 kilos de punta de trasero de res, limpia pero con su capa de grasa • 1 taza de
cebolla rallada • 3 dientes de ajo machacados • 3 cucharadas de aceite • 2 cucharaditas de salsa
inglesa Worcestershire • 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién molida • 3 cucharaditas de
sal • 1/4 de cucharadita de orégano seco, molido
Preparación
1. Se limpia bien la carne, dejándole la capa de grasa que tiene por un lado. Se le hacen 3 o 4
cortes diagonalmente en la capa de grasa de modo que penetren unos 2 centímetros en la carne.
2. Se prepara un adobo con el resto de los ingredientes y se frota la carne con esa mezcla. Se
deja la carne en una bandeja con el adobo por 30 o 40 minutos, dándole vuelta de vez en cuando.
3. Alrededor de 1/2 hora antes de asar la carne, se enciende una parrilla con carbón. La carne se
debe asar sobre los carbones completamente encendidos, blancos, sin llamas y a una distancia de
unos 15 centímetros de los carbones.
4. Se pone la carne sobre la parrilla, primero con la grasa hacia arriba y se cocona unos 12 a 15
minutos por cada lado, unos 20 minutos por kilo, agregándole el adobo de vez en cuando por
encima. Cuando al caer grasa sobre los carbones se forman llamas, apáguense con un chorrito de
soda lanzada a distancia sacudiendo la botella. Si se tienen pueden ponerse sobre los carbones,
antes de poner la carne al fuego, algunas ramitas de romero, estragón, orégano, mejorana y
tomillo, el humo que producen al quemarse da muy buen busto a la carne.
• 4 medias pechugas sin huesos y limpias • 1/2 cebolla, rallada • 2 dientes de ajo, machacados • 1
cucharadita de salsa inglresa Worcestershire • 1/8 de cucharadita de pimienta negra, molida • 1
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 53 27/03/2006
cuchardita de aceite; 2 cucharaditas de sal • 1/16 de cucharadita de tomillo, seco, molido • 1/2
cucharada de aceite
Preparación
1. Se limpian bien las pechugas eliminándoles los huesos, la piel y la grasa completamente. Sobre
una tabla y con un cuchillo largo y afilado y paralelamente a la tabla, se cortan transversalmente
las pechugas casi completamente y que permita que se puedan abrir como un libro.
2. En un envase se prepara un adobo mezclando la cebolla, el ajo, la salsa inglesa, la pimienta, el
aceite, la sal y el tomillo. Con el adobo se frotan bien las pechugas y éstas se dejan aparte de 15 a
30 minutos.
3. Sobre fuego fuerte se pone una plancha previamente lavada y seca. Cuando esté muy caliente,
se agrega el aceite que se extiende y se limpia con un papel absorbente. Se agregan luego las
pechugas, poniéndolas completamente planas sobre la plancha y se cocinan 2 minutos por cada
lado, para servirlas de inmediato.
Bistec llanero
(6 porciones)
• 6 bistecs muy delgados de lomito o ganso de res • 1 taza de agua • 4 cucharadas de aceite• 4
cucharadas de vinagre • 1/8 de cucharadita de comino • 1/4 de cucharadita de pimienta negra,
recién molida • 1/2 cucharadita de sal • 1 cebolla grande en ruedas • 4 ó 5 ramitas de perejil.
Preparación
1. Los bistecs se cortan muy delgados y se golpean con un mazo para adelgazarlos aún más.
2. En una sartén grande se ponen el agua, el aceite, el vinagre, el comino, la pimienta, la sal, la
cebolla y el perejil. Se lleva a un hervor a fuego fuerte. Se agregan los bistec y se tapa. Se cocinan
3 a 4 minutos por lado. Nota: Esta receta que aparentemente destruye las cualidades de la carne,
corresponde técnicamente a una carne dura y de baja calidad, imperantes en la Venezuela de
antaño.
TORTICAS
Las torticas permiten además el aprovechamiento de ingredientes sobrantes o que de otra forma
no estarían adecuados para presentarlos en otra forma. A pesar que por sus ingredientes y factura
son europeos, las torticas, muy típicas de nuestra cocina y tal como las hacemos aquí no tienen,
salvo en Italia donde hay algo parecido y en Galicia las ¨Chulas¨, nada equivalente en las cocinas
europeas. En Europa no son populares las torticas, al menos en una forma tan amplia como aquí,
casi se puede decir que no existen lo que es extraño siendo un proceso de cocina tan elemental.
En Francia no son usuales, en España tampoco, sólo las de bacalao y de sesos de cochino en la
época de matanza en Galicia. En el Caribe, especialmente en Martinica y Guadalupe los acrás de
bacalao, que por su forma son más bien un buñuelo (beignet).En Italia si las hay muy parecidas a
las nuestras y muy populares, son las llamdas, "fritella", tan populares como aquí.
En Venezuela pueden ser dulces o saladas. Siempre fritas en sartén, pues son más o menos
redondeadas, de forma plana lo que se logra aplanándolas un poco mientras se fríen en
abundante aceite lo que es una de sus características y las diferencia de los buñuelos, más o
menos esféricos. La tortica dulce, quizás la forma más elemental, es simplemente la mezcla de
harina, un líquido, agua o leche, azúcar y algún aroma, para obtener una mezcla semilíquida, fritas
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 54 27/03/2006
en abundante aceite bien caliente, en sartén, luego escurridas y con azúcar por encima se servían
como acompañante de carnes. En las torticas saladas se agrega siempre otro ingrediente
generalmente vegetal o producto del mar, formando una mezcla un poco más consistente pero
nunca con la consistencia de masa y siempre fritas en abundante aceite en sartén y aplanadas.
Todas eran muy frecuentes en nuestras mesas y vale la pena recuperarlas hacerlas regresar a
ellas. En todo caso son excelentes como primer plato y especialmente como acompañantes.
Siempre se sirven calientes.
CROQUETAS
Es una preparación que se sirve caliente y de acuerdo al tamaño, como pasapalo o como
acompañante, que consiste en un alimento (papas, pollo, pescado, arroz, etcétera.), que se liga en
la mayoría de los casos a una salsa densa tipo bechamel, veluté o queso, etcétera, mezcla con la
cual se forman cilindros pequeños que a veces son empanados o cubiertos con huevo batido o
fritos simplemente de preferencia en caldero en abundante aceite. Las croquetas no deben ser ni
muy grandes ni muy pequeñas para poder ser cocidas en su interior sin que haya tiempo que se
queme o dañe el exterior. Deben ser fritas en aceite muy caliente para que rápidamente se les
forme una costra crocante que proteja su interior. Cuando se sirven sola pueden ir acompañadas
de alguna salsa.
Aun cuando nunca se denomina como tal, el postre llamado leche o crema frita puede ser
considerado una croqueta dulce. En Caracas en algunos restaurantes sirven todavía las de
bacalao especialmente, las del restaurat vasco Bar Basque, de Blanca Royo, son excelentes como
todo lo que ella amablemente nos ofrece.
BUÑUELOS
Generalmente dulces entre nosotros, también injustamente olvidados, son de los mejores postres
de nuestra cocina, los buñuelos de yuca y de apio con melado de papelón, calientes son típicos de
nuestra cocina pueden estar presentes en la mejor mesa, especialmente cuando crujientes se
bañan con el melado de papelón y calientes se llevan a la mesa. Precisamente esto se obtiene
cuando tienen una forma libre, sin amasar o redondear que quita calidad al buñuelo y que algunos
hacen tratando que aparezcan más refinados. Conviene por eso coger un poco de la masa con
una cuchara o tenedor y dejarlos caer sobre el aceite caliente. No tienen un equivalente exacto en
otras cocinas pues, aunque en España existen buñuelos, éstos son siempre dulces a base de una
pasta que se infla y rellenos con alguna crema. Tampoco los beignets (buñuelos) franceses son
iguales, en general son hechos de una pasta similar a la pasta chou y rellenos o que cubre un
relleno específico, un camarón, por ejemplo.
En Italia encontramos como en el caso de las torticas, algo parecido a nuestro buñuelo, son
llamados "castagnole", postre cuya forma recuerda vagamente la de la castaña, son frituras dulces
típicas de la Romagna durante el Carnaval. Son parte de esas pequeñas pastas fritas comunes en
Italia, desde los "zeppole" napolitanos y puglieses, a los "tortelli" milaneses, etc. En Friuli, en la
zona de Sacile y también con el nombre de castagnole hacen unos ñoquis dulces fritos a base de
harina, mantequilla, azúcar y cáscara de limón. Una mezcla muy parecida a nuestras torticas de
harina fritas, pero más bien parecidas a nuestros buñuelos de harina. Sin embargo su composición
y modo de servirlos hace los buñuelos algo típicamente venezolano. Siempre se sirven calientes.
Torticas de ocumo
(8 a 10 porciones)
• 1/2 kilo de ocumo • 1 cucharadita de sal • 4 cucharadas de queso blanco duro, tipo llanero,
rallado • 1/2 taza de aceite.
Preparación
1.- Se pela el ocumo, se lava, se seca bien y se ralla por el lado mediano de un rallo, el mismo que
se usa para rallar el queso.
2.- Usando un tenedor se mezcla con la sal y el queso.
3.- En una sartén se pone el aceite a calentar y con una cuchara se van tomando poquitos de la
masa que se vierten en el aceite caliente para freír como torticas, dándoles vuelta hasta estar bien
doradas, unos 2 a 3 minutos en total.
4.- Se sacan y se ponen sobre papel absorbente para quitarles el exceso de grasa.
Torticas de vainitas
(6 a 8 porciones)
• 4 tazas de agua • 1/2 cucharadita de sal • 2 tazas, 300 gramos, de vainitas cortadas en pedacitos
de 1 centímetro de largo • 2 cucharadas de aceite • 2/3 de taza de cebolla picadita • 3 huevos
ligeramente batidos • 2 cucharadas de queso parmesano rallado • 1/4 de cucharadita de pimienta
blanca, recién molida • 3/4 de cucharadita de sal • 2 1/2 cucharadas de harina • 1/2 taza de aceite
para freír
Preparación
1.- Se les quitan las puntas y las hebras laterales si las tienen, a las vainitas. Se cortan en
pedacitos de 1 centímetro de largo. Se lavan.
2.- En una olla se ponen las 4 tazas de agua y la sal. Se lleva a un hervor, se agregan las vainitas.
Se lleva nuevamente a un hervor y se cocinan destapadas, hasta ablandar, unos 15 minutos. Se
escurren.
3.- En una sartén se pone el aceite a calentar. Se agrega la cebolla y se fríe hasta amortiguar,
unos 3 a 4 minutos. Se pone aparte.
4.- Se mezclan las vainitas con la cebolla, los huevos, el queso, la pimienta, la sal y la harina. Se
revuelve todo muy bien.
5.- En una sartén se pone el aceite a calentar y se van vertiendo montoncitos de la mezcla con
una cuchara grande o con un cucharón pequeño. Se extienden un poco y se fríen hasta dorar,
unos 2 a 3 minutos por lado.
• 1/2 kilo de papas • 5 tazas de agua • 2 cucharaditas de sal • 1 cucharadita de perejil picadito • 4
cucharaditas de queso pecorino rallado • 4 cucharaditas de queso blanco duro, tipo llanero, rallado
• 1 huevo • 1/2 cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 11/2
taza de aceite para freír
Nota:
Es imprescindible tener todos los ingredientes listos antes de comenzar a preparar las croquetas.
Es difícil que queden perfectas, depende ello en gran parte de la calidad de las papas, que deben
ser del tipo más seco posible. Es muy importante, por eso, tratar de eliminar al máximo, el agua
que contengan las papas después de cocinadas.
Preparación
1.- Se pelan las papas, se lavan y se ponen en una olla con agua que las cubra y sal, unas 5 tazas
de agua y 2 cucharaditas de sal. Se lleva a un hervor y se cocinan hasta que estén blandas unos
25 minutos.
2.- Inmediatamente se escurren muy bien y se les saca, en lo posible, toda el agua que puedan
tener en su interior. Es corriente dejarlas en la olla destapada sin agua sobre el fuego por unos
segundos, además se ponen en un pasa-puré y se va apretando poco a poco cuidadosamente,
para eliminar el agua de las papas. Cuando no salga más agua se aprieta con más fuerza para
hacer un puré.
3.- Inmediatamente y todavía calientes, se mezcla el puré con los demás ingredientes: el perejil,
los quesos, el huevo, la sal y la pimienta, revolviendo con una cuchara de madera.
4.- Con las palmas de las manos se hacen croquetas de unos 5 x 2 centímetros. Se colocan en
una bandeja y se dejan al aire al menos por 1/2 hora. Conviene repasarlas con las palmas de las
manos cuando van a freírse.
5.- Se calienta el aceite en un caldero pequeño para que puedan flotar y se van friendo las
croquetas, dándoles vueltas para que queden uniformemente doradas unos 4 a 5 minutos en total
para cada una. El aceite no debe estar demasiado caliente. Las croquetas deben quedar tostadas
y crujientes en el exterior y suaves en el interior.
Croquetas de Bacalao
(4 a 6 porciones)
• 500 gramos de bacalao salado, seco o 250 gramos de bacalao cocido, sin piel y sin espinas,
desmenuzado finamente, unas 4 tazas, sin apretar • 1 kilo de papas • agua y sal suficientes para
cocinar las papas • 3 huevos • 2 cucharadas de perejil, picadito • 1 cucharadita de sal • 1/8 de
cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1/16 de nuez moscada, rallada • aceite para freír •
salsa ligera de tomate (opcional)
Ingredientes para la bechamel: •
3 cucharadas de mantequilla • 3/4 de taza de cebolla, picadita • 1/4 de cucharadita de sal • 3
cucharadas de harina • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1/16 de cucharadita
de nuez moscada, rallada • 1 taza de leche caliente
Preparación
1.- Se pone a desalar el bacalao en suficiente agua que lo cubra por 48 horas. El agua debe
cambiarse varias veces. Se escurre.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 57 27/03/2006
2.- Se hierve el bacalao en una olla con agua que lo cubra, durante 10 minutos.
3.- Se desmenuza finamente el bacalao. Para esto se pone en una servilleta limpia y seca, se
enrolla y se trabaja con las manos, como amasando, hasta desmenuzarlo al tamaño deseado. Se
pone aparte.
4.- Se hace un puré con las papas. Las papas deben estar muy secas. En todo caso conviene
escurrirla y volverlas a la olla vacía sobre el fuego para secarlas, sacudiendo la olla por algunos
segundos y luego hacer el puré. Se pone aparte.
5.- Para hacer la salsa bechamel se pone la mantequilla a derretir. Se agrega la cebolla y la sal y
se cocina hasta marchitar, unos 3 a 4 minutos. Se agrega la harina y, revolviendo, se cocina hasta
hacer burbujitas. Se agregan la pimienta, la nuez moscada y la leche caliente y se cocina hasta
engruesar, unos 4 a 5 minutos. Se retira del fuego y se pone aparte.
6.- Se mezclan todos los ingredientes. Con la ayuda de 2 cucharas se forman las croquetas que
se ponen aparte sobre una bandeja.
7.- En un caldero se pone el aceite a calentar y se fríen las croquetas hasta dorar. Se sacan con
una cuchara perforada y se pasan a un plato cubierto con papel absorbente para eliminar el
exceso de grasa. Se sirven solas o sobre una capa de salsa ligera de tomate.
Buñuelos de yuca
(8 a 10 porciones 25 a 30 buñuelos)
• 500 gramos de papelón en pedazos pequeños, 2 tazas de agua y 12 clavos de especia, para
preparar un melado • 3/4 de kilo de yuca • 6 tazas de agua • 3 cucharaditas de sal • 1/3 de taza de
queso blanco duro, tipo llanero, rallado • 1 huevo • 1 taza de aceite para freír • si el papelón es
muy oscuro o salobre puede reemplazarse 1/3 o 1/4 de su peso, por azúcar
Preparación
1.- Se prepara un melado de papelón. Para ello se pone en una olla grande, para que no se
derrame al hervir, el papelón en trocitos con las 2 tazas de agua y los clavos. Se lleva a un hervor
y se cocina a fuego fuerte unos 18 minutos a 20 minutos o hasta que las gotas caigan lentamente
de una cuchara de madera formando una pequeña hebra. Se retira del fuego y se cuela
inmediatamente por un colador de alambre para eliminar los clavos e impurezas y se pone aparte.
2.- Mientras tanto se pela la yuca, se parte en pedazos, se le quita la vena central y otras partes
duras. Se lava y en una olla con agua que la cubra, aproximadamente 6 tazas de agua, se pone al
fuego. Se lleva a un hervor y se cocina 30 minutos, se le agregan las 3 cucharaditas de sal y se
continúa cocinando hasta ablandar, alrededor de 30 minutos más.
3.- Se retira la yuca del fuego, se escurre y se pone aparte hasta que enfríe un poco.
4.- Se muelen juntos y finamente la yuca y el queso con una máquina de moler maíz.
5.- En un envase se le agrega el huevo y todo se mezcla muy bien hasta que el huevo se
incorpore completamente a la masa y se forme una pasta homogénica. Se comprueba la sal y se
pone aparte.
6.- En un caldero pequeño se pone suficiente aceite a calentar de modo que puedan flotar en él
los buñuelos.
7.- Para hacer los buñuelos se toma con la punta de los dedos mojados o con cuchara un poquito
de la mezcla y ayudándose con otra cuchara, se dejan caer en el aceite caliente uno a uno sin
darles forma ni alisarlos. Deben quedar de forma irregular, y no se deben freír muchos a la vez.
8.- Se fríen los buñuelos dándoles vueltas con una cuchara perforada y hasta que estén bien
dorados, unos 3 minutos en total.
Buñuelos de Apio
(8 a 10 porciones, 25 a 30 buñuelos)
• 500 gramos de papelón en pedazos pequeños, 2 tazas de agua y 12 clavos de especia, para
preparar un melado • 3/4 de kilo de apio • 3 tazas de agua • 2 cucharaditas de sal • 2 huevos • 2
cucharadas de queso blanco duro, tipo llanero, rallado • 2 tazas de aceite, para freír • si el papelón
es muy oscuro o salobre puede reemplazarse 1/4 a 1/3 de su peso, por azúcar
Preparación
1.- Se comienza por preparar un melado de papelón así; en una olla grande, para que no se
derrame al hervir, se pone el papelón con las 2 tazas de agua y los clavos de especia, a fuego
fuerte. Se lleva a un hervor y se continúa cocinando a fuego fuerte sin revolver por 18 a 20
minutos o hasta que las gotas caigan lentamente de una cuchara de madera formando una
pequeña hebra. Se retira del fuego y se cuela inmediatamente en un colador de alambre para
eliminar los clavos e impurezas y se pone el melado aparte.
2.- Mientras se prepara el melado, se pela y se lava el apio y se corta en pedazos.
3.- Se pone el apio pelado en una olla con agua que lo cubra, unas 3 tazas, y la sal. Se lleva a un
hervor y se cocina tapado por 12 minutos o hasta ablandar.
4.- Se cuela por un colador de alambre y todavía caliente se pasa el apio por un pasa-puré. Se
deja enfriar.
5.- Con una cuchara de madera se mezcla muy bien el puré con los huevos y el queso.
6.- En un caldero pequeño se pone el aceite a calentar y sucesivamente se toma con la punta de
los dedos o con una cuchara un poquito de la mezcla y ayudándose con otra cuchara, se dejan
caer los buñuelos, uno a uno, en el aceite caliente, sin darles forma ni alisarlos. Deben quedar de
forma y superficie irregular y no se deben freír muchos a la vez.
7.- Se fríen los buñuelos dándoles vueltas con cuchara de madera hasta que doren bien, unos 3
minutos en total y se pasan a un colador de alambre forrado interiormente con papel absorbente
para quitarles el exceso de grasa. Se conservan calientes en un envase aparte.
8.- Se ponen en un envase profundo y cuando se van a servir se bañan con el melado de papelón
caliente.
CONSEJOS
• Se recomienda freír las torticas en sartén con abundante aceite bien caliente, ayudándose con
una cuchara de madera para aplanarlas, para que se les forme rápidamente una costra crocante
en el exterior. Se pueden freír sin cubrir (de papas) o cubiertas con huevo y luego con pan seco
molido
• A los buñuelos y croquetas en cambio se recomienda freírlos en caldero con aceite bien caliente
para que puedan flotar. De esta manera no sólo conservarán su forma, sino que tendrán una
costra crocante en el exterior
Camarones y Langostinos
El camarón, uno de los más valiosos productos del mar, es el nombre genérico de crustáceos
decadópodos nadadores que están compuestos del carapacho que cubre el cefalotórax y el
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abdomen, también cubierto por una concha un poco menos dura y fuerte, formada por seis
segmentos separados y sobrepuestos unos a los otros, lo que les permite curvarse o estirarse.
Corrientemente el carapacho es llamado la cabeza y el abdomen, la cola, aun cuando ésta termina
a su vez en una cola compuesta de un aguijón afilado llamado el telson y dos aletas de cola.
El camarón es uno de los alimentos que aparecen en los menús de casi todos los restaurantes del
mundo, cerca o lejos del mar, pues además de ser abundantes en todos los mares y de estar
mundialmente muy bien organizada su comercialización, se prestan a multitud de excelentes
preparaciones y, aun cuando su precio varía en general con su tamaño, pueden ser relativamente
económicos o al menos de precios abordables aunque los más grandes, llamados en general y sin
razón langostinos, son más costosos y apreciados por los restaurantes. Hay cientos de especies
económicamente aprovechables, aunque todos son comestibles. En Venezuela hay básicamente
tres especies de "pesca", o que son pescados en nuestros mares y que están presentes en
nuestras pescaderías: el Penaeus brasilensis o camarón rosado con manchas, que se refiere a un
lunar o mancha natural que tienen en el tercer segmento, que no se debe confundir con melanosis
a la cual nos referimos posteriormente y que son pescados en las costas de Suramérica, no en las
de Norteamérica; el Penaeus notialis o camarón rosado sin mancha o camarón sureño y el
Penaeus schmitti o camarón blanco. También en algunas pescaderías expenden el Penaeus
vannamel, especie del Pacífico, traída y adaptada y cultivada en "granjas" en Venezuela,
básicamente para la exportación, denominado "camarón de granja", producto de acuicultura, para
diferenciarlo del "camarón de pesca".
Actualmente está bien desarrollada la acuicultura, especialmente en cuanto al camarón se refiere,
siendo Venezuela un país punta, si no en volumen de producción del camarón de "granja", sí en
cuanto a tecnología, ya que fue en nuestro país donde por primera vez se logró el "circuito
cerrado" en la producción del camarón, es decir, no depende como era y es hoy en muchas
partes, con los camarones en forma de larva que pasan del mar a piscinas de cultivo, para ser
terminados de criar. En nuestro caso los camarones son apareados o ponen sus huevos que son
fecundados en piscinas llamadas "laboratorios", son luego pasados a las piscinas de la "granja",
donde crecen y por último son cosechados o pescados y procesados en la "planta" para ser
empacados, bien para la exportación o para el mercado nacional, al cual llega en muy poca
cantidad pues casi todo es para la exportación a mercados que lo estiman y pagan mejor.
No hay ninguna diferencia, salvo las propias de la especie, entre los camarones de pesca y los de
granja. Sí se puede decir que cuando son rigurosamente bien manejados, lo que es una norma
para los de granja, así como hasta que lleguen a manos del consumidor, el camarón de granja, es
más confiable y por eso preferible, pues para el éxito en su cultivo y desarrollo debe someterse a
normas, exámenes y manejo muy cuidadosos, para ser enviados a mercados muy exigentes y que
pagan los mejores precios, como Japón, Estados Unidos y los países de la Unión Europea. Todos
los camarones que comemos o podemos adquirir, han sido o han debido ser congelados o
sometidos a temperaturas muy bajas inmediatamente después de su captura, en el propio barco,
de modo que la denominación fresco, se refiere sólo a que deben haber sido bien manejados y
sufrido ese proceso, y cuando lo adquirimos deben haber sido recientemente descongelados y
conservados posteriormente en frío con hielo por poco tiempo. En realidad, a la pescadería llega
congelado separadamente o en bloques de hielo y para expenderlo se debe descongelar sólo la
cantidad que con seguridad se espera vender ese día.
A lo largo del cuerpo del camarón, por su parte convexa o exterior, desde la cabeza a la base de
la cola y, muy cerca de la superficie, se encuentra la "vena" obscura o intestino del camarón que
contiene los desechos digestivos del camarón, desde el estómago, para su excreción, que aun
cuando no es dañina es estéticamente desagradable y repugnante para muchos encontrarla y
Preparación
1.– Se pelan y se lavan los camarones.
2.– Se mezclan el vinagre, la salsa soya, el jengibre, el ajo, el azúcar, la pimienta y la sal y con la
mezcla se adoban los camarones por unos 15 minutos.
3.– En un sartén se pone la mantequilla a derretir. Se agregan los camarones a los que se les ha
eliminado el adobo, que se pone aparte, y se fríen hasta dorar, unos 4 minutos en total. Se
agregan la escalonia y el adobo. Se fríe 2 minutos. Se agrega el consomé. Se lleva a un hervor y
se cocina unos 5 minutos. Se sacan los camarones de la sartén con una cuchara perforada y se
ponen en una bandeja al lado. Se agregan a la sartén la maicena disuelta en una cucharada de
agua y, revolviendo con cuchara de madera, se cocina 1 minuto. Se retira la salsa del fuego y se
agrega a la bandeja con los camarones.
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Camarones con ají dulce
(4 porciones)
• 3/4 de kilo de camarones o 500 gramos ya pelados y limpios • 1 limón • 2 cucharadas de aceite •
1/2 taza de cebolla picadita • 2 dientes de ajo machacado • 1/4 de taza de cebollín picadito • 1
cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 5 ajíes dulces, 5
cucharadas picaditos • 1 ramita de tomillo o 1/8 de cucharadita si es seco, molido • 1/2 tasa de
consomé de pescado • 1 cucharadita de harina • 1 cucharada de perejil picadito
Preparación
1.– Se lavan, se pelan y se les eliminan las venas negras (intestinos) a los camarones. Se
enjuagan en agua con limón y luego en agua corriente. Se secan. Se ponen aparte.
2.– En una olla se pone el aceite a calentar. Se agregan la cebolla, el ajo y el cebollín. Se fríen
hasta marchitar, unos 4 minutos. Se agregan la sal, la pimienta, el ají dulce y el tomillo. Se cocina
unos 2 minutos. Se agregan los camarones y, a fuego suave, se cocinan hasta secar, unos 15
minutos. Se mezclan el consomé y la harina, se agrega a la olla y se cocina por unos 3 o 4
minutos más. Se agrega el perejil, se revuelve y se retira del fuego.
Camarones en vinagreta
(6 porciones)
Camarones
• 2 kilos de camarones con su concha • 12 tazas de agua • 2 ramitas de tomillo fresco o una
cucharadita si es seco molido • 2 ramitas de perejil • 2 ramas de céleri • 2 cebollas pequeñas
peladas, cortada en dos; la parte blanca y algo de lo verde de un ajo porro • 1 hoja de laurel • 15
granos de pimienta negra • 2 cucharaditas de sal
Vinagreta
• 1/2 taza de aceite • 2 cucharadas de vinagre • 2/3 de taza de pimentón rojo picadito, sin semillas
y sin venas • 1/2 cucharada de ají dulce picadito, sin semillas y sin venas • 1 taza de cebolla
picadita • 1 taza de tomate picadito, sin piel y sin semillas • 1 1/4 cucharada de perejil picadito • 20
gotas de salsa picante • 1/2 cucharadita de pimienta negra, recién molida • 1 1/2 cucharadita de
sal • 3 cucharadas de encurtido en mostaza picaditos • 1 diente de ajo machacado
Preparación
1.– Se lavan los camarones en agua corriente.
2.– En una olla se ponen el agua, unas 12 tazas, el tomillo, el perejil, el céleri, las cebollas, el ajo
porro, el laurel, la pimienta y la sal. Se lleva a un hervor y se cocina por 5 minutos.
3.– Se agregan los camarones. Se lleva nuevamente a un hervor y se cocinan por 10 a 12 minutos
o hasta que estén rojos. Se escurren. Se dejan enfriar. Se pelan y se les quita la tripa negra o
intestino que tienen casi superficialmente por encima a todo lo largo. Se enjuaga bajo agua
corriente.
4.– Se prepara una vinagreta revolviendo muy bien el aceite, el vinagre, el pimentón, el ají dulce,
la cebolla, el tomate, el perejil, la salsa picante, la pimienta, la sal, el encurtido y el ajo.
5.– Se mezclan con los camarones. Se revuelven bien y se mete en la nevera por lo menos con 6
horas de anticipación.
6.– Unos 15 minutos antes de servir se sacan de la nevera. Se revuelven bien antes de llevarlos a
la mesa. Se sirven fríos.
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Risotto con azafran
INGREDIENTES
5 tazas de Consomé o Caldo de Carne; 1/2 a 1 cucharadita de sal; 1 a 1/2 cucharadita de azafrán
(no se recomienda usar onoto); 2 cucharadas de mantequilla, sin sal; 2 cucharadas de aceite
vegetal; 1 cebolla mediana, picadita, alrededor de 1/2 taza; 1 ó 2 cucharadas de tuétano de res,
(opcional); 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida; 1 taza de arroz; 1/2 taza de vino
blanco, muy seco; 1 cucharada más de mantequilla para agregar al final; 1/2 taza de queso
parmesano, rallado.
1.- En una olla se pone el consomé con la sal para calentarlo, sin llegar a hervir, manteniéndolo a
fuego suave, a punto de hervor, mientras se prepara el risotto.
2.- En una taza de ese consomé se pone aparte el azafrán seco a remojar.
3.- En otra olla pesada de acero inoxidable se ponen al fuego la mantequilla (2 cucharadas) y el
aceite a calentar. Se agrega la cebolla y se cocina hasta marchitar, unos 4 minutos. Se agregan el
tuétano picadito y la pimienta. Se cocina 2 ó 3 minutos más o hasta derretir el tuétano.
4.-Se agrega el arroz y, revolviendo constantemente para cubrir con grasa cada grano y, con
cuchara de madera para evitar partir el arroz, se cocina por 1 minuto o hasta que el arroz esté
brillante.
5.- Se agrega el vino y se cocina hasta que se consuma casi completamente.
6.- Se agrega gradualmente el consomé (1/2 taza cada vez para esta cantidad de arroz.) Al arroz
no se le debe agregar mucho líquido a la vez y se debe revolver constantemente para que no
quede completamente sumergido nunca (no es una sopa) y debe rasparse el fondo y orillas de la
olla para que no se pegue, pues puede quemarse. Se agrega más consomé cuando haya sido
completamente absorbido el que se agregó anteriormente, unos 2 minutos cada vez. El consomé
con el azafrán se debe agregar las últimas dos veces pues es mejor no cocinar demasiado el
azafrán. Se sabe que el risotto está a punto, a los 25 minutos aproximadamente después de
agregado el arroz cuando, al morder un grano, se sienta cocido, pero firme. El risotto debe
presentar un aspecto cremoso, los granos separados entre si, pero todo unido por una crema.
7.- Al retirarlo del fuego, se le revuelve vigorosamente la cucharada restante de mantequilla y
luego el queso. Debe llevarse de inmediato a la mesa. En la mesa cada uno puede agregar más
queso parmesano rallado.
Preparación
1.– Se corta la carne de camarón en pedazos más bien pequeños.
2.– En una olla se pone al fuego el agua o el consomé. Se lleva a un hervor y se mantiene a fuego
muy suave, casi a punto de hervir pues se utilizará en esa forma. En una taza de ese consomé, se
pone aparte el azafrán seco a remojar.
3.– En otra olla, donde se prepara el risotto, se ponen la mantequilla, el aceite, la cebolla, el ajo, el
tomillo, la sal y la pimienta y se cocinan hasta marchitar la cebolla, unos 3 ó 4 minutos. Se
agregan los camarones y se cocina unos 3 minutos. Se sacan los camarones del caldero con una
cuchara perforada, escu rriéndole bien la grasa y se pone aparte.
4.– Se agrega una cucharada de mantequilla o de aceite a la olla y se agrega el arroz y,
revolviendo, se cocina hasta que el arroz esté brillante y cubierto por la grasa, 1 minuto.
5.– Se agrega el vino y se cocina hasta que se consuma casi completamente, unos 2 minutos.
6.– Se agrega gradualmente el agua o el consomé caliente, 1/2 taza cada vez y se cocina,
revolviendo constantemente hasta que se consuma completamente para agregar la siguiente. Se
agregan los camarones después de agregadas y consumidas 6 porciones (3 tazas) del consomé.
El azafrán se agrega después de agregadas 7 a 8 porciones de agua o de consomé. Se
comprueba el punto de sal y de pimienta y se cocina hasta que el arroz se sienta cocido, pero
firme, unos 25 minutos desde que se agrega el arroz a la olla. Se eliminan las ramitas de tomillo si
se le ha utilizado fresco. Se apaga el fuego y se le revuelven las 2 cucharadas restantes de
mantequilla y, si se quiere, el queso parmesano. Se sirve de inmediato.
CONSEJOS
Los camarones son una fuente de hierro, calcio y niacina
Los camarones de aguas cálidas (nuestro caso) son relativamente bajos en contenido de
colesterol, 38 a 96 mg, por 100 g de su carne cocida, al contrario de los de aguas frías, alrededor
de 140 mg/100g
La grasa contenida en la carne del camarón es mayormente compuesta de ácidos grasos
poliinsaturados, alrededor de 70% de esos ácidos grasos son omega-3, que se estima favorece la
eliminación del colesterol, no siendo cierta la afirmación de que los camarones tienen excesivo
contenido de colesterol
Acaba de ser lanzado al mercado el Pomar Frizzante,de las bodegas Pomar, un nuevo vino con
sólo 10 grados de alcohol y delicadas burbujas, fresco, afrutado y de agradable aroma, para tomar
muy frío, a unos 6 grados y amenizar gratamente una relajante tertulia
Las caraotas que comemos corrientemente, semillas de plantas leguminosas, Phaseolus, son, sin
duda uno de los aportes más importantes de América a la alimentación de la humanidad. Con un
contenido apreciable de proteínas, cocidas aportan alrededor de 8,5%, son una de sus fuentes
baratas, y aunque no contienen todos los aminoácidos requeridos por el organismo, estos se
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complementan con el arroz u otro cereal, que tampoco los tiene, pero que forman una magnífica
combinación para la ingesta de proteínas. Aportan además unas 115 calorías por cada 100
gramos cocidas y contienen alrededor de 19% de carbohidratos complejos, que deben ser
desdoblados antes para ser asimilados, por lo cual no son tan engordantes como parecían ser.
Además su contenido en fibra es también importante por lo cual alivian muchos desórdenes
intestinales, evitando laxantes y la formación de hemorroides así como en la eliminación de
toxinas y contribuyendo a decrecer el colesterol. Contienen además vitaminas y microelementos, y
poca grasa, 0,3% que, sin embargo, debe agregárseles siempre en pequeña cantidad.
Desgraciadamente las caraotas no forman parte de la cesta básica, que deberían serlo, ni tienen
ninguna consideración que las haga económicamente accesibles a los más pobres, lo cual sí lo
era hasta hace algunos años, los años cincuenta, cuando las caraotas negras, el arroz y el
plátano, eran platos obligados en el almuerzo del venezolano y a veces presentes en su desayuno
con arepa, o pan, combinaciones más o menos similares y complementarias de aminoácidos, o en
la cena como un acompañante. Las caraotas nunca han sido plato elegante, pero sí favoritas de
los pueblos que son sabios por naturaleza para escoger los alimentos que les conviene cuando lo
pueden hacer en libertad y sin limitaciones económicas. Son además ricas en ácido fólico, cada
día más apreciado por los nutricionistas. Han sido alimento popular, doméstico y sustancioso de
presencia diaria no sólo en América, sino en Europa donde, en las versiones que hoy ofrezco, no
del todo ortodoxas, de Cassoulet, plato de la región de Lauguedos en el sur de Francia, donde tres
versiones, el de Castelnaudary, el padre, el de Carcassomme, el hijo, y el de Toulouse, el Espíritu
Santo, se disputan la verdadera autenticidad, pero de importancia en todo ese país. Asimismo, la
Pasga e Fagioli, célebre sopa italiana y, por último, originalmente hecha con habas, aunque
también hoy con alubias o judías (caraotas), la Fabada Asturiana, también hoy adaptada, como las
anteriores en esta página a nuestras caraotas blancas.
Platos consistentes para ser comidos especialmente de día y no tener así inconvenientes para
dormir.
Las caraotas son plato popular importante en muchos países. No hay región de España, Italia y
Francia que no las utilice en platos regionales populares. En EEUU son muy populares las Boston
Baked Beans (Caraotas horneadas al estilo de Boston) y el Chile con carne y caraotas. En México,
Brasil, el Caribe y Centro América son, asimismo, muy populares las caraotas. Para completar los
Phaseolus americanos no se puede dejar de referirse a las vainitas, que en realidad son las vainas
de las caraotas cuando están tiernas, también difundidas por todo el mundo y con las cuales se
pueden hacer excelentes preparaciones de toda clase, por sí mismas, además de que siempre
son un excelente acompañante.
Puccini, gastrónomo
Se dice que a Giácomo Puccini le gustaban mucho las caraotas, cuyos guisos en Roma se
denominan "fagiolata", de acuerdo con versiones de gastrónomos aficionados a la ópera que
creen oir un diálogo campanil en el Preludio del 3er acto de Tosca. Puccini pasó varios días en
Roma antes de escribir ese famoso Preludio, inspirándose en las madrugadas para sentir la
llegada del amanecer y así a través de su música reproducirlo en ese trozo de música. En él se
oye, a distancia, la voz de un "pastorcito" o joven vendedor callejero, que ofrece a esas horas
productos frescos de la Campiña romana, entre ellos caraotas (fagioli) frescos.
De seguidas se inicia un diálogo de campanas, muchas en Roma por la gran cantidad de iglesias
que en ellas se encuentran. Se supone que el diálogo lo inician las campanas de Santa María
Maggiore (mayor) diciendo: "abbiamo fatto le fagioli, abbiamo fatto le fagioli, abbiamo fatto le
fagioli (hemos hecho las caraotas o judías). Respondiendo las campanas de San Juan de Letrán:
"Con que, con que, con que" (Conqué?) e intervinienen las de la basílica menor de La Cruz de
Fabada
(6 porciones)
Ingredientes
250 gramos de lacón (paleta de cochino) curado • 250 gramos de codillo de cochino salado • 300
gramos de caraotas blancas • 10 tazas de agua • 3 a 4 chorizos de Extramadura • 200 gramos,
cortados en pedazos de 2 a 3 centímetros de largo • 1 cebolla grande cortada en dos, cada parte
clavada con un clavo de especia, (l clavo opcional) • 1 cabeza de ajo pequeña, semipelada y
lavada • lo blanco de un ajo porro con algo de lo verde • 1 hoja de laurel • 6 granos de pimienta
negra • 30 hebras de azafrán, (tostadas sobre la tapa de una olla al fuego) o alrededor de 1/4 de
cucharadita molido • 1 cucharadita de sal; 1/8 de cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de
pimienta, molida
Preparación:
1.- El día anterior se pasan por una llama el lacón y el codillo para eliminarles el pelo que tengan,
se cepilla y se ponen a remojar y desalar en agua que los cubra hasta el día siguiente, cambiando
el agua varias veces.
2.- También el día anterior se ponen a remojar las caraotas.
3.- Cuando se va a preparar la fabada, se ponen en una olla grande el gua, el lacón, el codillo, las
caraotas, los chorizos, la cebolla, el ajo, el ajo porro, el laurel y los granos de pimienta. Se lleva a
un hervor y se cocina por 1 hora, con la olla medio tapada.
4.- Se agregan el azafrán, la sal y la pimienta y se continúa cocinando por 45 a 60 minutos a fuego
mediano o hasta que las caraotas estén blandas. Se retira del fuego y, cuando se va a servir, se
cortan las carnes en pedazos y se presentan aparte en una bandeja.
Pasta e fagioli
(6 a 8 porciones)
Preparación:
1.- Se escogen las caraotas y, la noche anterior o con unas 8 horas de anticipación, se ponen a
remojar las caraotas en suficiente agua que las cubra. Se escurren y se enjuagan bien.
2.- En una olla pesada se pone el aceite a calentar. Se agregan la cebolla y los ajos y se cocinan
por unos 5 minutos. Se agrega el pimentón y se cocina unos 4 minutos más.
3.- Se agregan las caraotas a la olla, se revuelven y se agregan el consomé o el agua y la
pimienta. Se revuelve. Se lleva a un hervor y, a fuego mediano, se cocinan por 40 minutos. Se
agregan los chorizos, sin la piel y cortados en ruedas delgadas, y se cocina por unos 15 minutos
más.
4.- Se le agregan la sal y la pasta. Se continúa cocinando hasta que la pasta esté "al dente", unos
10 minutos. Se agregan la salsa picante y alrededor de 4 o 5 cucharadas de las caraotas
trituradas con 1 taza de liquido de la sopa, para engruesar el caldo, se cocina unos 5 minutos y se
retira del fuego. Se adorna con el perejil picadito.
• 450 gramos de papas, unas 3 tazas, en ruedas • 1 cucharadita de sal • 350 gramos de vainitas,
unas 2 1/2 tazas en trocitos de unos 3 centímetros • 3 tazas de agua • 2 cucharadas de sal, para
cocinarlas y agua con hielo, todo para conservarles el color verde • 1 cebolla mediana, unos 150
gramos, en ruedas delgadas
Vinagreta:
• 1/3 de taza de aceite • 2 cucharadas de vinagre • 1 cucharadita de mostaza preparada • 1/8 de
cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1 cucharadita de sal
Preparación:
1.- Se lavan, se pelan y se cortan en ruedas de papas. Se ponen en una olla con agua que las
cubra, unas 3 tazas y 1 cucharadita de sal. Se lleva a un hervor y se cocinan hasta ablandar, unos
15 minutos.
2.- Se les eliminan las puntas y las hebras a la vainitas. Se cortan en pedazos de unos 3
centímetros de largo y se lavan. Se ponen en una olla con agua que las cubra, unas 3 tazas, y 2
cucharadas de sal. Se lleva a un hervor y se cocinan hasta ablandar, unos 15 a 20 minutos. Se
retiran del fuego, se escurren y se pasan inmediatamente a un envase con agua y hielo y se
escurren nuevamente.
3.- En un envase se mezclan las papas, las vainitas y la cebolla y se le revuelve la vinagreta que
se ha preparado mezclando todos sus ingredientes en un frasco y batiéndola vigorosamente hasta
emulsionarla bien. Se sirve de inmediato.
Ensalada de vainitas
(6 porciones)
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 68 27/03/2006
• 1/2 kilo de vainitas tiernas, cortadas en pedazos de 2 a 3 centímetros, unas 5 tazas ya cortadas,
comprar 600 gramos • 5 tazas de agua • 2 cucharaditas de sal
Vinagreta:
• 1/3 de taza de aceite • 3 cucharadas de vinagre, 2 cucharaditas de sal • 2 cucharadas de agua •
1/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1 cebolla mediana cortada en dos y luego
en ruedas
Preparación:
1.- Se lavan y quitan las puntas a las vainitas. Se les quitan las hebras laterales si las tienen y se
cortan en pedazos de 2 a 3 centímetros. En una olla se ponen las 5 tazas de agua con la sal. Se
lleva a un hervor y se agregan las vainitas. Se lleva nuevamente a un hervor y se cocinan
destapadas por 15 minutos o hasta que las vainitas estén blandas, pero todavía firmes.
• 400 gramos, 2 tazas de caraotas blancas, ya escogidas • unos 75 gramos de tocino salado
(tocineta salada, no ahumada) • 75 gramos de cuero de cochino • 1 limón • 1 zanahoria mediana,
pelada y entera • 1 cebolla mediana clavada con 3 clavos de especia • 1/4 de cucharadita de
tomillo seco, molido • 3 dientes de ajo, pelados, enteros • 10 a 12 granos enteros de pimienta
negra • 1 hoja de laurel • 3 ramitas de perejil • 2 tallos de céleri con sus hojas • 8 tazas de agua
hirviendo • 2 o 3 cucharadas de grasa de ganso o de cochino, preferiblemente la primera • 500
gramos de carne de cochino sin grasa, en pedazos medianos • 250 gramos de carne de cordero
sin grasa • 2 cucharaditas de sal • 1/2 cucharadita de pimienta negra recién molida • 1 taza de
cebolla, picadita • 2 dientes de ajo, machacados • 1/4 taza de lo blanco del cebollín picadito • 1/2
taza de céleri, pelado y picadito • 1 taza de tomate, picadito, sin piel y sin semillas • 1 1/2 taza de
consomé de carne • 150 gramos de chorizo de cochino fresco • 150 gramos de salchicha o chorizo
de cochino con ajo • 4 piezas de confit de pato, 400 gramos (opcional) • 1 o 2 cucharaditas de
azúcar • 2 o 3 cucharadas de pan seco, tostado, molido
Preparación:
1.- Se escogen las caraotas, eliminando las malas y las impurezas. Se ponen en un envase con
agua que las cubra y se dejan en remojo hasta el día siguiente, unas 10 a 12 horas. No debe
excederse el tiempo pues se hacen indigestas. Cuando se van a preparar se escurren y se lavan.
Se ponen aparte.
2.- Se pone el tocino salado en una olla con agua que lo cubra. Se lleva a un hervor y se cocina a
fuego mediano por unos 4 a 5 minutos. Se escurre. Se lava el cuero de cochino y se frota con
limón. Se enjuaga bien. El cuero y el tocino salado se amarran con una cuerda.
3.- En una olla pesada o en un caldero se ponen el tocino salado y el cuero de cochino amarrados,
se agregan las caraotas que se tienen aparte, la zanahoria, la cebolla, el tomillo, los ajos, los
granos de pimienta y el laurel, éstos tres últimos en una bolsita para eliminarlos posteriormente,
igualmente el perejil amarrado con el céleri. Se agrega el agua de manera que cubra las caraotas.
Se lleva a un hervor, se tapa, se pone a fuego mediano y se cocina por 1 hora, hasta que las
caraotas estén tiernas.
Hace pocas semanas me referí en esta página a las caraotas bajo el título "Las caraotas en el
mundo", Producto americano, las caraotas, por sus características nutricionales y excelencia de
los platos que con ellas pueden prepararse, han pasado a ser la base de platos nacionales de
diferentes países: el "cassoulet", la "fabada", la "pasta e Gaffioli", las "baked beans" y muchos
otros. En esa página dejé fuera a las caraotas negras, por la importancia que para nosotros tienen
en la alimentación tradicional. Conjuntamente con la carne frita (a cuyas diferentes modalidades
me referiré la próxima semana) y el arroz blanco constituyen, en primer lugar, nuestro típico y
popular pabellón y el menos conocido pistraque con carne asada en forma de rostbeef en lugar de
la carne frita. Originalmente platos caraqueños, hoy difundido el primero en todo el país y el
segundo olvidado. Las caraotas negras eran uno de los productos agrícolas más cosechados en
el Valle de Caracas, antes de ser urbanizado, especialmente en Chacao donde se producían, las
mejores de todas, en lo que es hoy el Country Club, Las Castellana, Altamira, Los Palos Grandes.
También se cultivaban en regiones de los estados Miranda, Aragua y Carabobo, muy
particularmente en los Valles del Tuy.
El pabellón era plato obligado cada semana en las casas de Caracas, en la mesa de pobres y
ricos, y los otros días no faltaban las "negritas fritas" en los almuerzos, aun en restaurantes, los
populares especialmente. Actualmente, si bien es uno de nuestros platos nacionales, cada día lo
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 70 27/03/2006
vemos menos en nuestras mesas, aduciéndose que es de laboriosa preparación. Por mi parte
creo que con esa ola de "refinamiento" y buenos modales mal entendidos, en los últimos años, el
pabellón empezó a ser mal visto por la forma, aparentemente ordinaria y aparentemente poco
refinada de revolver en un plato las caraotas, la carne y el arroz para estructurar el pabellón y
agregarle tajadas de plátano fritas para el "pabellón con baranda" y aun para los más golosos
colocar encima un huevo frito, para tener entonces un "pabellón a caballo", a veces también con
un chorrito de aceite de oliva o el consabido picante en el caso de ser como sopa y hasta queso
blanco duro rallado en el caso de las caraotas fritas, lo que visto con los ojos de hoy podría ser el
alimento de todo un día o mes. Se olvidan que el pabellón es una preparación que se termina de
hacer en el plato. Esa es la forma de comerlo desde su origen. Es un aspecto de nuestra
idiosincrasia. No hay razón para avergonzarse por ello, aun delante de extranjeros que no lo
hayan comido o visto comer con anterioridad, en ese caso nos toca explicar como lo hacemos o
como nos gusta hacerlo. Hay platos internacionales que se deben comer con la mano y nadie se
avergüenza por ello. Conviene recordar que el pabellón puede ser a base de sopa de caraotas,
probablemente el tradicional que, como caraqueño por nacimiento, es mi preferido, sin que por
eso lo rechace cuando es a base de caraotas fritas, el más corriente hoy día, en ambos casos un
plato excelente y delicioso.
El pistraque es un plato originado y quizás restringido a las ricas haciendas de café del Valle de
Caracas y de las montañas de los alrededores. Era plato de los dueños y de la peonada al mismo
tiempo, cuando se hacía. En el pistraque la carne frita se reemplaza por una buena tajada de
carne asada roja, como roastbeef, de punta trasera, ganso o, cuando es lujoso, de lomito, que
cada uno lo cortaba antes de comenzar a comerlo y con el huevo frito y cebolla y ají dulce o poco
picante picaditos que se le agregaban en la mesa, todo revuelto en el plato. Constituye, como el
pabellón, una excelencia gastronómica. El pistraque tiene otras diferencias con el pabellón, las
caraotas no son ni como sopa ni fritas, son más bien caraotas guisadas (véase receta) más secas
que una sopa y más húmedas que las fritas, quizás ligeramente asopadas. Además era costumbre
que el pistraque se condimentará en la mesa con cebolla picadita y ají poco picante que puede ser
también ají dulce. Quizás el pistraque era la versión más lujosa y local del pabellón. Es
interesante decir como curiosidad, que en el Diccionario de la Lengua española, 1984, aparece:
pistraque o pistraje: (Despectivo de pisto). m.fam.Licor, condimento o bodrio desabrido o de mal
gusto. Bodrio: ... II Cosa mal hecha, desordenada, de mal gusto. No sé qué sería primero, la
impresión de ver comer el pistraque o el buen conocimiento de la lengua por nuestros hacendados
caraqueños de antaño. En Barlovento se conoce como pistraque una mezcla de harina tostada de
maíz cariaco, azúcar, leche y clavo de especia, reservando la denominación de atol para cuando
se utiliza harina de trigo, palabra que a su vez viene de atollí o atole, en México, allí denomina a
base una bebida a base de harina de maíz.
• 1/2 taza de aceite • 3/4 de taza de cebolla picadita • 4 tazas de sopas de caraotas, preparada
según receta • 8 cucharadas de papelón rallado
Preparación:
1.- En una sartén se calienta el aceite, se agrega la cebolla y se fríe hasta que esté bien dorada,
unos 8 minutos. Se agregan las caraotas y revolviendo, se continúa cocinando unos 2 ó 3 minutos.
Se agrega el papelón y se fríe a fuego lento unos 10 a 15 minutos más o hasta que sequen un
poco, pero que estén todavía jugosas. Se acompañan generalmente con arroz blanco. Servidas
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conjuntamente con arroz blanco, carne frita o carne mechada y tajadas de plátano fritas constituye
una de las formas del plato típico venezolano que se denomina pabellón.
Nota:
La sopa de caraotas a usar debe ser preparada el día anterior, por lo menos.
• 1/4 taza de aceite • 1/2 taza de cebolla picadita • 3 tazas de sopa de caraotas, preparada según
receta • 4 cucharadas de papelón rallado • 2 tazas de arroz blanco cocido, preparado según receta
Preparación:
1.- En un caldero o sartén se pone el aceite a calentar. Se agrega la cebolla y se fríe hasta que
esté bien dorada, unos 8 minutos.
2.- Se agregan las caraotas, se lleva a un hervor y se fríen por 5 minutos.
3.- Se agrega el papelón, se revuelve y se fríen por unos 2 minutos más. 4.- Por último se agrega
el arroz y revolviendo, se fríen por unos 2 ó 3 minutos. Nota: La sopa de caraotas a usar debe ser
preparada desde el día anterior, por lo menos.
• 5 tazas de sopa de caraotas negras, preparada según receta • 2 1/2 tazas de agua • 2
cucharadas de azúcar • 1/4 de taza de aceite • 1/3 de taza de cebolla rallada • 1 1/2 cucharadita
de sal • 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién molida
Preparación:
1.- En el vaso de una trituradora se ponen las caraotas, el agua y el azúcar. Se tritura muy bien
durante unos 20 a 30 segundos.
2.- Se cuela por un colador de alambre, ayudándose con cuchara de madera.
3.- Se prepara un sofrito poniendo en un caldero pequeño el aceite a calentar, se agrega la cebolla
y se fríe hasta que comienza a dorar, unos 7 minutos. Se pone aparte.
4.- Se lleva la crema de caraotas nuevamente a un hervor y se le agrega el sofrito colado por un
colador de alambre que se ha introducido en parte en la crema apretando los sólidos contra las
paredes del colador con cuchara de madera. Se le agrega también la sal y la pimienta y se cocina
a fuego lento unos 5 minutos más. Puede servirse acompañada de trocitos de pan tostado con
mantequilla.
• 1/2 kilo de caraotas negras • 10 tazas de agua • 1/8 de cucharadita de bicarbonato de sodio • 1
cebolla mediana cortada en dos • 1/2 pimentón rojo, sin venas y sin semillas • 1 ají dulce, sin
venas y sin semillas • 200 gramos de papelón en pedacitos 2 cucharadas de sal • 1/8 de
cucharadita de pimienta molida • 1/16 de cucharadita de comino molido
Sofrito
• 3/4 de taza, unos 100 gramos de tocino salado, picadito • 1/4 de taza de aceite • 3/4 de taza de
cebolla, rallada gruesa • 3 dientes de ajo, machacados
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 72 27/03/2006
Preparación:
1.- Se escogen las caraotas eliminándoles las partes malas y las impurezas.
2.- En una olla de presión se ponen las caraotas con las tazas de agua, bicarbonato, la cebolla
cortada en dos, el pimentón y el ají dulce. Se cierra la olla. Se lleva a un hervor, se pone a fuego
mediano y se cocina por 60 a 70 minutos, hasta ablandar.
3.- Se retira la olla del fuego, se deja enfriar para destaparla sin peligro y se eliminan la cebolla, el
pimentón y el ají dulce y en adelante se continuará usando la olla como una olla corriente.
4.- Entretanto en un caldero pequeño al fuego se prepara el sofrito. Se pone el tocino en el caldero
y se fríe hasta dorar, unos 8 minutos. Se eliminan los trocitos de tocino, conservando la grasa en
el caldero, alrededor de 2 cucharadas. Se agrega 1/4 taza de aceite, se pone a calentar. Se
agregan la cebolla y el ajo y se cocinan revolviendo hasta dorar, unos 8 a 10 minutos, se retira del
fuego y se pone aparte.
5.- Se agrega el sofrito a la olla con las caraotas. Se agregan también el papelón, la sal, la
pimienta y el comino, se lleva a un hervor y se cocina, revolviendo de vez en cuando, por unos 20
minutos más, hasta reducir el líquido. Se retira del fuego. Las caraotas deben quedar con poco
líquido, pero no completamente seca.
• 1/2 kilo de caraotas negras, limpias y escogidas • 3 tazas de agua • 1/2 pimentón rojo-verde • 1
cebolla mediana, cortada en dos • 3 cucharadas de aceite • 1/4 taza de cebolla, rallada finamente •
2 dientes de ajo, machacados • 1 cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta, molida • 4
cucharadas de azúcar • 1/8 de cucharadita de comino, molido (opcional) • 1/2 taza de agua donde
se cocinaron las caraotas
Preparación:
1.- Se escogen las caraotas. Se lavan. Se escurren. Se ponen en una olla a presión con el agua,
el pimentón y la cebolla. Se lleva a un hervor y se cocinan hasta ablandar, unos 60 a 70 minutos.
Se retira del fuego. Se pone la olla bajo agua corriente por unos 30 segundos para poder bajar la
presión de la olla y abrirla con seguridad. Se cuelan y se escurren las caraotas. El líquido se pone
aparte.
2.- Se ponen las caraotas en un colador fino de alambre y se trituran con un mazo para obtener un
puré.
3.- En una olla se pone el aceite a calentar, se agregan la cebolla y el ajo y se cocinan hasta
marchitar, unos 2 ó 3 minutos.
4.- Se agregan el puré, la sal, la pimienta, el azúcar, el comino, si se quiere, y la 1/2 taza de agua
donde se cocinaron las caraotas. Se bate con una cuchara de madera o con un batidor de alambre
y se cocina hasta secar, unos 5 minutos.
• 3/4 kilo de caraotas negras, unas 4 tazas • 10 tazas de agua • 1 cebolla mediana cortada en dos
• 1/2 pimentón rojo, sin venas y sin semillas • 350 gramos de papelón en pedazos pequeños • 3
1/4 cucharaditas de sal • 1/2 cucharadita de pimienta negra, recién molida • 6 a 8 tazas de agua •
1/2 taza de tocino salado cortado en pedacitos muy pequeños o 4 a 6 tajadas de tocineta picadita •
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1/3 de taza de aceite • 1 taza de cebolla rallada • 3 dientes de ajo machacados • 2 cucharadas de
aceite, opcional
Preparación:
1.- Se escogen las caraotas eliminándoles toda clase de impurezas. Se lavan en agua corriente
desechando las que floten.
2.- En una olla de presión de 10 litros de capacidad se ponen al fuego las caraotas con las 10
tazas de agua, la cebolla cortada en dos y el pimentón. Se llevan a un hervor, se baja un poco el
fuego y se cocinan hasta que ablanden, unos 60 minutos aproximadamente.
3.- Se retira la olla del fuego, se deja enfriar para destaparla sin peligro. Se le eliminan el pimentón
y la cebolla y en la misma olla, destapada y usada como una olla corriente, se le agregan el
papelón, la sal, la pimienta y unas 6 a 8 tazas de agua. Se lleva a un hervor y se cocinan por 20
minutos o hasta que estén blandas pero firmes, cuidando de quitarle la espuma que pueda
formarse.
4.- Entretanto en un caldero se fríen los trocitos de tocino o tocineta hasta que estén muy dorados,
unos 10 minutos. Se eliminan luego los sólidos conservando en el caldero la grasa, alrededor de
1/2 taza.
5.- Se agrega 1/2 taza de aceite al caldero donde se tiene la grasa del tocino o tocineta, hasta
tener en total 2/3 de taza de grasa en total. Se agregan la cebolla rallada y el ajo machacado y se
sofríen hasta que doren bien unos 7 a 10 minutos. Todo se agrega a la olla que contiene las
caraotas, que se continúan cocinando a fuego mediano hasta que el caldo espese un poco, unos
30 minutos más. Al llegar a este punto y ya cuando se van a servir, se les revuelven, si se desea,
las 2 cucharadas de aceite. Se sirven calientes como sopa, solas o acompañadas de arroz blanco,
que cada persona mezcla en su plato. Puede conservarse en la nevera por 1 semana. Nota:
Servida conjuntamente con arroz blanco, carne frita o carne mechada y tajadas de plátano fritas
constituye una de las formas del plato típico venezolano que se denomina pabellón.
CONSEJOS
• Cuando el pabellón es a base de sopa de caraotas, conviene servirlo en plato hondo, en el caso
de caraotas fritas, en plato llano. Creo preferible el primero, más tradicional, quizás por esa verdad
indiscutible: "comemos infancia"
• Las caraotas en cualquier forma se comen dulces en Caracas, con papelón o azúcar. En casi
todo el resto del país se acostumbran sin dulce
• El pistraque se servía en plato llano. Vale la pena ensayarlo
• Algunos agregan comino en la preparación de las caraotas. Es una especia difícil de usar por su
fuerte sabor. Conviene utilizarla en pequeña cantidad
• Es costumbre, particularmente en los llanos, agregar queso blanco rallado en el plato a las
caraotas fritas. En Caracas, se acostumbra agregarle aguacate en pedazos a la sopa de caraotas
y algunos un chorrito de aceite de oliva y picante
Preparación
Se piden a la carnicería los escalopes preparados. Se sazonan con sal y pimienta. Se extienden el
pan o la harina sobre un plato. Se pasan los escalopes por el pan molido o por la harina para
cubrirlos por ambos lados. Se sacuden muy bien para eliminarles el exceso. Se ponen aparte. En
una sartén grande, se ponen la mantequilla y el aceite a calentar. Se agregan las hojas de salvia.
Se fríen unos 20 segundos, se agregan los escalopes y se fríen de 1 a 2 minutos por lado. Se les
agrega el jugo de limón y se pasan a una bandeja caliente para servirlos. se adorna cada uno con
una rodaja de limón y, si quiere, se les agrega el jugo de la sartén.
Ternera horneada
• 2 dientes de ajo machacados • 1 cucharada de mantequilla • 1 cucharaditia de sal • 1/8 de
cucharadita de pimienta, molida • 1/2 cucharadita de salsa inglesa Worcestershire • 4 hojas de
salvia • 1 cucharada de aceite • 1 trozo de ternera de unos 750 gramos • 1/4 de taza de vino.
Preparación
Se precalienta el horno a 400 grados. Se mezclan el ajo, la mantequilla, la sal, la pimienta, la salsa
inglesa, la salvia y el aceite. Con la mezcla se adoba la ternera. se pone en una bandeja para
hornear, se mete el aceite. Con la mezcla se adoba la ternera. se pone en una bandeja para
hornear, se mete el envase en el horno y se hornea por uns 40 ó 45 minutos, hasta dorar un poco
por encima. Se le da vuelta a la carne, se continúa horneando por 30 minutos más. Se saca la
bandeja del horno. Se pasa la carne a un plato caliente. Se agrega el vino a la bandeja, se raspan
las partículas adheridas a la bandeja. Se cuela la salsa. Se vuelve la salsa a una orilla, se lleva a
un hervor, se cocina unos 2 ó 3 minutos y se agrega la salsa a la carne.
• 1 sobre, 1 cucharada, 7 gramos, de levadura• 1/2 taza de leche hervida y luegodejada enfriar
hasta estar tibia• 1 cucharadita de azúcar• 1 1/2 taza, 150 gramos de harinade centeno cernida• 4
amarillos de huevo• 1 1/4 taza de leche• 3 cucharadas de mantequilla,derretida después de
medidas• 1 cucharadita de sal• 3 claras de huevo batidas• 1/4 de taza de crema gruesa para batir
Preparación
1.- En un envase se ponen a remojar la levadura en l 1/2 taza de leche tibia con una cucharadita
de azúcar y se deja reposar en lugar abrigado por 20 minutos.
2.- Se le mezcla la harina, se hace una bola y se deja en un envase en lugar abrigado o en un
horno de gas apagado y con el piloto encendido hasta que doble de volumen, alrededor de 45
minutos.
3.- En un envase se baten los amarillos de huevo. Se revuelven 1 1/4 taza de leche, la mantequilla
y la sal. Se le mezcla con la bola que tiene la levadura, revolviendo con batidor de alambre hasta
que no tenga grumos. Se deja reposar en lugar abrigado hasta doblar de volumen, alrededor de
30 minutos. Se vuelve a revolver con batidor de alambre para tratar de disolver los grumos y si
hace falta se cuela a través de un colador de alambre, apretando con una espátula contra las
paredes del colador.
4.- Se pone una plancha o budare a calentar sobre la hornilla a fuego mediano. Se agrega a la
mezcla con movimiento envolvente y con batidor de alambre, pero sin batir las claras de huevo a
punto de suspiro y la crema batida. Cuando el budare esté caliente y cada vez que se van a hacer
las blinis, se engrasa ligeramente el budare con mantequilla, extendiéndola con un papel
absorbente. Inmediatamente se vierte la mezcla en el budare con un cucharón pequeño en
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 80 27/03/2006
cantidades aproximadas a 1/4 de taza para hacer blinis, pequeñas torticas o "crepes" similares a
una panqueca pequeña de unos 10 centímetros de diámetro. Se cocinan hasta formar burbujas en
toda su superficie y que estén doradas por debajo. Se les da vuelta y se doran por el otro lado. Se
mantienen calientes hasta el momento de servirlas, en una bandeja tapada en horno precalentado
a 200 grados.
2 papas grandes de unos 300 gramos,cada una, blancas, de buena calidad yen perfecto estado,
sin cortes, etcétera• Papel de aluminio• Mantequilla clarificada, (opcional)• 50 gramos de caviar•
crema agria
Preparación
1.- Se lavan las papas muy bien, cepillándolas. Se secan.
2.- Se precalienta el horno a 400 grados.
3.- Se forran las papas con papel de aluminio, se meten en el horno hasta que se puedan perforar
con una aguja, alrededor de 50 minutos.
4.- Se sacan las papas del horno con un cuchillo se les hace un corte profundo a lo largo, y
apretando las papas por los extremos se les afloja su parte inferior. Se les elimina el papel de
aluminio y se sirven muy calientes con los demás ingredientes aparte. En la mesa se les agrega
en su interior la mantequilla (si se quiere), el caviar y la crema agria.
• 3 cucharadas de mantequilla• 8 rebanadas de pan de molde• 225 gramos de queso crema• 200
gramos de caviar, aproximadamente 8 onzas.
Preparación
1.- Se precalienta el horno a 400 grados.
2.- Se le quita la corteza y se enmantequilla el pan por ambos lados.
3.- Se mete el pan en el horno en una bandeja de metal y se hornea 4 a 5 minutos por cada lado
hasta que comience a dorar.
4.- Se saca el pan del horno y se cubre cada rebanada con una capa de queso crema y luego con
una capa de caviar.
5.- Se mete nuevamente en el horno por 3 o 4 minutos sólo para calentar ligeramente el caviar y
se sirve inmediatamente caliente.
Preparación
Preparación
1.- En un envase se mezclan la levadura, el azúcar y el agua, se revuelve y se deja en reposo,
cubierto y en lugar abrigado, sin corrientes y algo tibio, por 1/2 hora.
2.- En otro envase se mezclan la levadura con el resto de los ingredientes, se revuelve y se pasa
al envase de una batidora eléctrica. Se bate con el extremo grueso por unos 2 minutos. Se pasa a
un envase limpio y se pone en reposo, igual que anteriormente, en un lugar abrigado, al menos
por 2 horas, puede ser más tiempo. Puede conservarse después en la nevera por 2 días en
perfectas condiciones. Al hacer las blinis se utiliza siempre la parte superficial de la mezcla, sin
revolver.
3.- Se pone una sartén o una plancha sobre el fuego a calentar. Usando un papel absorbente, se
unta cada vez con mantequilla la sartén y se deposita en ella, cada vez, alrededor de 1/2 taza de
la mezcla. Las blinis deben quedar de unos 10 centímetros de diámetro y alrededor de 1/2 a 1
centímetro de espesor, igual que una panqueca. Se cocina por un lado aproximadamente 1 o 2
minutos, se voltea y se repite por el otro lado. Se sirven con caviar, salmón ahumado, etcétera.
Hongos y setas
Hasta hace algunos años disponíamos en Venezuela sólo de hongos secos y enlatados, pero a
partir de los años ochenta se comenzó a cultivar y a importar los hongos denominados
Champiñones de París, comúnmente denominados simplemente champiñones en nuestros
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 82 27/03/2006
abastos y mercados, permitiendo así una mejora notable en la preparación de nuestra comida con
la posibilidad de obtener los hongos frescos, que se consideran una delicadeza. Hoy día el
champiñón de París (Agaricus sp.) es tan corriente como cualquier otro vegetal, y están a nuestro
alcance durante todo el año.
Champiñones
Los hongos, en este caso los champiñones, son vegetales que no tienen clorofila ni flores, que se
dan, generalmente, en un sitio fresco y húmedo sobre un medio o soporte alimenticio. El
champiñón de París es una variedad de hongos de cultivo del tipo agaricus, que presenta la forma
más típica de los hongos, un pequeño tallo recto coronado por un sombrerito. Son ricos en
nitrógeno, potasio, calcio y vitaminas B. 100 gramos suministran 28 calorías, 4 gramos de
carbohidratos y 3 gramos de proteínas, no contiene grasas. Por su bajo aporte de calorías se les
llama el alimento de los 90. Se distinguen dos tipos de champiñones de París, el blanco y el rubio,
éste un poco más perfumado. Sólo el primero es cultivado en Venezuela y entre nosotros, se
comienza ahora a diferenciar entre grandes y pequeños. Aun cuando el Champiñón de París, el
cultivado aquí, se cultiva desde la Edad Media, fue en 1600 que un agrónomo francés, Jean La
Quintinie, desarrolló el proceso para cultivarlo en abundancia, en tiempos de Napoleón se
producían en gran cantidad en Francia.
Es un ingrediente que además de ser de muy agradable sabor cuando se cocinan solos, son un
excelente acompañante o ingrediente en platos de carne, de aves, de pescado, de arroz, de pasta,
de huevos y en pizzas, tortillas, etc. y en ensaladas. La manera de usarlos es muy sencillo se
deben enjuagar rápidamente en agua o limpiarlos muy bien con un cepillo y luego agregarle un
poquito de jugo de limón pues tienden a ennegrecerse. Debe eliminársele la parte inferior dura del
tallo, que se debe cortar transversalmente en rueditas y el sombrero verticalmente en tajaditas, si
se deben cocinar picados, también enteros o sólo los sombreritos. Cuando los champiñones de
París están frescos son blancos y secos. Deben refrigerarse en bolsas de papel o envueltos en
una toalla de papel. No se congelan bien.
La Agrícola La Reina, también produce, secundariamente, los champiñones gigantes, excelentes
para rellenarlos, gratinarlos y servirlos como entrada o como plato principal. Una verdadera
exquisitez son los hongos secos. En Venezuela Alimentos del Sol, en Mucuchíes, produce los
Boletus edulis secos El Pino, otro tipo de hongos, que venden en pequeños paquetes. En otros
países se puede conseguir hongos diversos secos, los que deben ser hidratados antes de ser
usados. Su sabor es más intenso que el de los hongos frescos y en muchos casos se pueden
utilizar para acentuar el sabor de los frescos. Ojalá que nuestras delicateses importen esos
hongos secos pues se prestan a preparaciones exquisitas.
El cultivo del champiñón es muy complicado y requiere cuidados permanentes no sólo del medio
donde se cultivan o compost, el cual se obtiene por fermentación aeróbica de paga y otros
elementos, el que posteriormente debe ser pasteurizado, así como de las condiciones ambientales
de humedad, temperatura, etc., en los cuartos donde se cultivan en la obscuridad. Es muy
importante mantener una asepsia constante durante el período de producción. Un pequeño
descuido puede hacer que se pierda la cosecha y todo el trabajo y tener que comenzar de nuevo.
El cultivo del champiñón debe estar sometido a riguoso control e higiene y puesto que debe ser
cultivado en un medio pasteurizado y aséptico, es probablemente el vegetal y uno de los alimentos
más seguro de consumir, aun crudo, en cuanto a su estado sanitario. La Agrícola La Reina,
ubicada entre San José y San Diego, dirigida por el ingeniero Félix Galavís, produce excelentes
champiñones, alrededor de la mitad del consumo nacional, unas 50 toneladas mensuales, bajo la
denominación comercial de Don Champiñón.
• 5 tazas de consomé o de caldo de carne • 1/2 a 1 cucharadita de sal • unas 20 hebras de azafán
(no se recomienda usar onoto) 2 cucharadas de mantequilla sin sal • 2 cucharadas de aceite
vegetal • 1 cebolla mediana, picadita, alrededor de 1/2 taza • 1 ó 2 cucharadas de tuétano de res,
(opcional) • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 200 gramos de hongos
(champiñones), limpios y en tajaditas delgadas • 1 taza de arroz • 1/2 taza de vino blanco, muy
seco • 1 cucharada más de mantequilla para agregar al final • 1/2 taza de queso parmesano,
rallado
Preparación
1. En una olla se pone el consomé con la sal para calentarlo sin llegar a hervir, manteniéndolo a
fuego suave a punto de hervor mientras se prepara el risotto.
2. En una taza de ese consome caliente se pone aparte el azafrán seco a remojar.
3. En otra olla pesada se ponen al fuego la mantequilla (2 cucharadas) y el aceite a calentar. Se
agrega la cebolla y se cocina hasta marchitar, unos 4 minutos. Se agregan el tuétano picadito y la
pimienta. Se cocina 2 ó 3 minutos más o hasta derretir el tuétano.
4. Se agregan los hongos y se cocinan hasta que se evapore el líquido que sueltan.
5. Se agrega el arroz y revolviendo constantemente para cubir con grasa cada grano y con
cuchara de madera para evitar partir el arroz, se cocina por 1 minuto, o hasta que el arroz esté
brillante.
6. Se agrega el vino y se cocina hasta que se consuma casi completamente.
7. se agrega gradualmente el consomé (1/2 taza cada vez para esta cantidad de arroz). El arroz
se debe revolver constantemente para que no quede completamente sumergido nunca (no es una
sopa) y debe rasparse el fondo y orillas de la olla para que no se pegue, pues puede quemarse.
Se agrega más consomé cuando haya sido completamente absorbido el que se agregó
anteriormente, cada 2 minutos. El consomé con el azafrán se debe agregar las últimas dos veces
pues es mejor no cocinar demasiado el azafrán. Se sabe que el risotto está a los 25 minutos
aproximadamente después de agregado el arroz, cuando al morder un grano, se sienta cocido,
pero firme. El risotto debe presentar un aspecto cremoso, los granos separados entre sí, pero todo
unido por una crema.
• 3/4 de kilo de papas • 4 tazas de agua y 2 cucharaditas de sal para cocinar las papas • 150
gramos de hongos • 2 cucharadas de mantequilla • 1 cucharada de aceite • 2 cucharadas de
cebolla picadita • 2 cucharadas de cebollín, picadito y 1 cucharada de escalonia, picadita, para
freír con los hongos • 1/4 de taza de vino blanco seco • 2 cucharadas de mantequilla y 1
cucharada de aceite para freír las papas • 1 cebolla grande cortada en gajos no muy delgados •
1/2 taza de jamón cocido, picadito
NOTA:
La cucharada de escolonia puede ser reemplazada por 1 cucharada de cebolla y 1 diente pequeño
de ajo, machacado.
Preparación
1. Se pelan y se lavan las papas. Se cortan en ruedas no muy delgadas. Se ponen en una olla con
el agua que las cubra y la sal. Se lleva a un hervor y se cocinan hasta ablandar pero no
demasiado, unos 10 minutos.
2. Se limpian muy bien los hongos. Se lavan. Se enjuagan y se escurren. Se les quita el extremo
duro al tallo. Se cortan los hongos verticalmente en tajadas delgadas.
3. En una olla se ponen la mantequilla y el aceite para freir los hongos. Se agregan la cebolla, el
cebollín y la escalonia. Se fríen hasta marchitar, unos 4 minutos. Se agregan los hongos y se fríen
hasta que se evapore el líquido que sueltan. Se agrega el vino y se cocina hasta que se reduzca
casi completamente. Se pone aparte.
4. En una sartén se pone la mantequilla y el aceite para freír las papas. Se agregan las papas. Se
fríen por ambos lados hasta que comiencen a dorar, unos 5 a 7 minutos.
5. Se agregan la cebolla y el jamón, se revuelve y se agregan los hongos que se tienen aparte y
se fríe todo hasta que la cebolla se marchite, unos 5 mintuos. Se retira del fuego, se tapa y se
cocina a fuego lento por unos 10 minutos más.
Crema de Hongos
(6 porciones)
• 1/2 kilo de hongos champiñones frescos • 4 cucharadas de mantequilla • 1/2 taza de cebolla
picadita • 2 ramitas de tomillo o 1/2 cucharadita si es seco, molido • 1/4 de taza de vino blanco
seco • 1 a 1/4 cucharadita de sal • 1/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1/8 de
cucharadita de nuez moscada, rallada • 5 cucharadas de maicena • 5 tazas de consomé de carne
• 15 gotas de salsa picante • 1/2 taza de crema liviana
Preparación:
1. Se les corta el extremo duro al tallo de los champiñones. Se enjuagan y después se escurren
bien. Se cortan verticalmente en tajaditas delgadas.
2. En la olla donde se va a preparar la crema, se pone la mantequilla a calentar. Se agregan la
cebolla y el tomillo y se sofríen, revolviendo, hasta que comiencen a dorar, unos 6 minutos.
Preparación
1. Se precalienta el horno a 350 grados.
2. Se corta el extremo inferior del tallo de los champiñones. Se enjuagan rápidamente en agua con
el jugo de limón. Se escurren bien. Se cortan verticalmente en tajadas delgadas. Los tallos que se
desprenden en esta operaciónse cortan en rueditas delgadas. Se ponen aparte.
3. En una olla o sartén se ponen 4 cucharadas de la mantequilla, la cebolla, el ajo y el cebollín y
se frien hasta marchitar, unos 5 minutos.
4. Se agregan los champiñones, la cucharada de jugo de limón, el vino, la pimienta y la sal. Todo
esto se lleva a un hervor y se cocina hasta que se evapore completamente el agua que producen
los hongos, unos 15 a 17 minutos.
5. Se agregan las 2 cucharadas de mantequilla restantes y el perejil y se cocina por 2 minutos
más.
6. Entretanto se han puesto las rebanadas de pan en el horno que estaba precalentado, hasta
dorar completamente. Al sacar cada rebanada de pan del horno se unta inmediatamente con
mantequilla, encima se cubren con la preparación anterior y de esta forma se sirven de inmediato.
Ensalada de hongos
(8 a 10 porciones)
Preparación
1. Se elimina el extremo duro a los tallos de los hongos. Se enjuagan rápidamente en agua con
jugo de limón. Se escurren muy bien.
2. Se cortan finamente en sentido vertical. Si el tallo se ha separado, se corta éste
transversalmente en rueditas muy delgadas. Se ponen en un envase.
3. Se prepara una vinagreta batiendo vigorosamente en un frasco el resto de los ingredientes.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 86 27/03/2006
4. Se agrega la vinagreta a los hongos. Se revuelve bien y se meten en la nevera por 6 a 8 horas.
5. Alrededor de 1/2 hora antes de servir, se sacan de la nevera, se revuelven bien y se pasan a
una ensaladera, para servir.
NOTA:
Si se dispone de escalonias (chalotas), puede agregársele 1/3 de taza de escalonias picaditas,
eliminando 3 de los dientes de ajo.
Hongos a la Provenzal
Preparación
1. Se les elimina al extremo duro a los tallos de los champiñones. Se limpian, se enjuagan
rápidamente en agua con jugo de limón y se escurren bien.
2. En una olla se ponen la mantequilla y el aceite. Se agregan el ajo con la sal, la cebolla y la
pimienta y se cocinan hasta marchitar, unos 4 minutos. Se agregan los hongos. Se lleva a un
hervor, se ponen a fuego mediano y se cocinan unos 10 minutos hasta que el líquido que sueltan
casi se evapore. Se agregan el vino y la pasta de tomate y se cocina hasta reducir un poco, unos
5 minutos más.
CONSEJOS
• Los hongos pueden ser preparados enteros, picaditos o sólo el sombrerito. En general al tallo se
le elimina el extremo más duro y se corta en rueditas El sombrerito se corta verticalmente en
tajaditas
• Al freír los hongos producen gran cantidad de líquido. Deben cocinarse hasta que éste se
evapore y aún más si se quiere dorar más.
• Algunos recomiendan utilizarlos sin enjuagarlos, sólo limpiarlos con una toalla o con un cepillo
suave.
• En cualquier preparación el vino se agrega sólo después que se ha consumido el líquido que
producen. El vino también debe dejarse reducir hasta que quede sólo 1/3 o 1/4 de su volumen de
líquido original
El cochino
Un tanto vilipendiado por su bien ganada fama, el cerdo, cochino, marrano o como usted desee
llamarle, bien pudo ser el animal doméstico de mayor población en el mundo si se hubiesen
cumplido los deseos del líder chino Mao Tse Tung. Hoy día, sin embargo, lejos de sus pocas
agraciadas costumbres, existen en el país procesos de cría de excelente factura que han
permitido mejorar sus deficiencias. Ejemplo de ello es el cerdo de la raza Landrade, que gracias a
manejos genéticos, no sólo tiene un par de chuletas más, sino que ha disminuido
considerablemente la grasa intersticial, conservando la grasa externa. Por otro lado, el cerdo que
se consume actualmente está sometido a un meticuloso control sanitario y a normas casi
industriales de producción.
Con la Navidad ya en casa, bien vale la pena conocer algunos detalles acerca de este animal, que
seguramente estará en su mesa
Preparación
En una olla se pone el aceite a calentar. Agregar la cebolla y el ajo. Cocinar por 3 ó 4 min. Se
agregan los hongos. Se cocinan hasta que se consuma el líquido que sueltan. Se retira del fuego y
se deja enfriar. Se precalienta el horno a 350º. En una batidora se ponen los demás ingredientes,
incluyendo la fritura de hongos con su grasa, y se mezclan. Luego se vierte en un molde de vidrio.
Se aprieta, aplana y tapa con papel de aluminio. Se mete al horno un envase más grande que el
molde con unos 4 cm de agua, para hacer un baño de María donde se cocinará el paté. Se mete
el molde en el envase con agua y se hornea por 2 horas o hasta que al introducir una aguja salga
líquido. Se saca el molde y se le pone un peso encima por algunos minutos. Se sirve caliente o
frío.
1 buen pernil fresco con su piel 100 gramos de papelón 7 gramos de tomillo seco 3 gramos de
laurel 5 gramos de pimienta 3 gramos de enebro machacado 6 clavos de olor 20 gramos de ajos
machacados con su concha 2 cebollas 10 hojas de gelatina sin sabor.
Salmuera
Sal gruesa y sal de nitro
Preparación
Redondear la parte ancha del pernil y terminar de afeitarlo con una hojilla. Introducir la pieza en
una olla, con agua suficiente para taparlo. Preparar los litros de salmuera necesarios, alrededor de
1.700 gramos de sal gruesa y 5 gramos de sal de nitro por cada 10 litros de agua. Hervir y dejar
enfriar. Añadir el papelón, tomillo, laurel, pimienta, enebro, clavos de olor, ajos y cebolla. Dejar
reposar unas 6 horas. Con una jeringa adecuada inyectar 15 por ciento de la salmuera filtrad a la
masa del pernil. Sumergir la pieza en el resto de la salmuera por lo menos 48 horas, volteándola
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 89 27/03/2006
dos veces al día. Después, golpear el permil con el rodillo de amasar por 15 minutos. Preparar un
caldo aromatizado -la misma cantidad de litros de salmuera- incluyendo las hojas de gelatina.
Dejar enfriar. Sumergir el pernil envuelto en un trapo grueso amarrado con cabuya. Poner al fuego
y subir la temperatura lentamente hasta alcanzar 75 grados centígrados, que debe mantenerse
todo el tiempo. Cocinar 50 minutos por kilo de peso. Dejarlo enfriar en su caldo, mejor de la noche
a la mañana. Sacar el pernil del envoltorio, deshuesarlo con un corte lateral. Recomponer,
envolver en varias vueltas de papel plástico y comprimir entre dos tablas de madera amarradas.
Dejar seis horas a temperatura ambiente y después dos días en la nevera. Quitar las tablas y el
plástico. Envolver en hoja de aluminio. Puede consumirse en rebanadas finas a partir del cuarto
día de cocinado y consumir antes de que pasen 20 días.
Consejos
La carne de cochino debe cocinarse completamente, no debe quedar ni siquiera rosácea.
En el caso del pernil se sabe que está listo al pincharlo con una aguja o tenedor y apretando al
lado debe salir líquido completamente transparente.
Conviene frotar con limón la carne de cochino antes de prepararla, para suavizar su sabor.
Es recomendable, en general, macerarlo durante 1 ó 2 horas antes de su preparación.
El orégano y el jugo de naranja son muy buenos condimentos para la preparación del cochino, que
acepta además muy bien todos los condimentos usuales: laurel, tomillo, mejorana, ajo, pimienta e
inclusive comino en muy pequeña cantidad.
El cochino acepta múltiples acompañantes, vegetales de todas clases y muy especialmente puré
de papas y otros tubérculos; frutas como manzana, piña, durazno, mango, etc., de manera
especial los chutneys de mango y otras frutas.
Probablemente por su facilidad y rapidez en reproducirse, el cerdo fue una de las primeras carnes
consumidas de forma masiva en América y una de las fuentes de proteína animal más
importantes. Desde entonces hemos dispuesto de explotaciones de cerdo y hasta hace pocos
años se consumía tanto como la carne de res. Hoy la cría y explotación del cerdo se hace en
Venezuela por métodos muy modernos, con una estricta higiene y utilizando razas óptimamente
desarrolladas con carne que apenas tiene grasa intersticial, lo que permite que al eliminarle la
grasa exterior, su contenido calórico no exceda apreciablemente al de la carne de res. El doctor.
Oscar de Guruceaga (q.e.p.d.) uno de nuestros más emprendedores empresarios, recientemente
fallecido, fundó la Finca Los Aguacates, en las cercanías del Campo de Carabobo. Allí estableció
una cría modelo del cerdo, que permanece para orgullo de nuestra explotación de carne. La raza
escogida fue la llamada landrade la cual tiene la particularidad de haber sido desarrollada
genéticamente para tener 2 costillas (chuletas) más, además de una adecuada distribución de la
grasa, mayormente externa y poca intersticial, de acuerdo a las exigencias actuales.
Preparación
1.– El cochino horneado y frío se corta en tajadas delgadas. Se pone aparte.
2.– En una olla se ponen las papas peladas y cortadas en ruedas con el agua y las cucharaditas
de sal, se lleva a un hervor y se cocinan por 10 a 12 minutos o hasta que ablanden. Se escurren y
se ponen aparte .
3.– Se prepara una vinagreta batiendo bien en un frasco, el aceite, el vinagre, el encurtido, la
mostaza, la salsa inglesa, la sal, la pimienta y el azúcar.
4.– En un envase grande se mezcla la vinagreta con la cebolla.
5.–Se pela y se corta el aguacate en tajadas delgadas.
6.– En un envase de vidrio o porcelana se pone primero una capa de vinagreta con algo de la
cebolla y luego se continúan capas sucesivas de papas, carne y aguacate poniéndole sobre cada
capa y hasta terminar, un poquito de la vinagreta con algo de la cebolla y humedeciendo cada
tajada de cochino en la vinagreta antes de colocarla en el envase. Se adorna con los huevos.
7.– Se tapa y se mete en la nevera hasta el día siguiente. Se saca de la nevera 1/2 hora antes de
servir.
• 1 pernil de cochino de unos 6 kilos • 2 cebollas grandes, 1/2 kilo • 17 dientes de ajo machacados
• 1/2 taza de aceite • 2 cucharadas de salsa inglesa Worcestershire • 9 cucharaditas de sal • 11/2
cucharadita de pimienta negra, recién molida • 1/4 de taza de vinagre de vino • 2 cucharaditas de
orégano fresco o 1 cucharadita si es seco, molido • 1 ramita de tomillo • 1 hoja de laurel • 2 tazas
de jugo de naranja; 1 limón.Ingredientes para la salsa • 1/2 taza de vino dulce Moscatel o Madeira
• 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién molida • 1 cucharadita de salsa inglesa
Worcestershire • 1 cucharada de harina opcional.
Preparación
1.– Un día antes de hornear el pernil o con varias de anticipación, se prepara un adobo poniendo
en el vaso de una trituradora la cebolla picada, los ajos machacados y el aceite. Se tritura bien. Se
vierte en un envase y se le agregan la salsa inglesa, 7 cucharaditas de la sal, la pimienta, el
vinagre, el orégano, el tomillo, el laurel y el jugo de naranja.
2.–Se quita el exceso de grasa al cochino. Se frota con el limón. Se lava, se seca bien y se frota
con las 2 cucharaditas de sal restantes. Se frota luego con el adobo. Se deja en una bandeja
grande en la nevera hasta el día siguiente, dándole vuelta y bañándola con el adobo de vez en
cuando. El pernil debe sacarse de la nevera 1/2 hora antes de hornealo a 400 grados.
3.– Se pone el pernil en una bandeja grande para hornear. Se cubre totalmente con papel de
aluminio. Se mete en el horno y se hornea hasta ablandar y que la carne comience a despegarse
del hueso, unas 4 horas, alrededor de 40 minutos por kilo.
4.– Se sube la temperatura a 450 grados. Se descubre el pernil. Se continúa horneando,
bañándolo con su salsa de vez en cuando y dándole vuelta cuando sea necesario para dorarlo
uniformente, unos 60 minutos, unos 10 minutos más por kilo.
5.– Se saca la bandeja del horno, se saca el pernil y se pone aparte.
6.–Se elimina el exceso de grasa que queda en la bandeja y se coloca esta sobre una hornilla a
fuego mediano. Se raspan muy bien las partículas adheridas al fondo y lados de la bandeja, para
enriquecer y oscurecer la salsa. Se cocina la salsa revolviendo y agregándole el vino, la pimienta,
la salsa inglesa y la harina si se quiere espesar un poco, revolviendo bien. Se corrige la sazón si
es necesario. Se lleva a un hervor, se cocina por 10 minutos. Se cuela a través de un colador,
apretando los sólidos con cuchara de madera. Se lleva nuevamente a un hervor y se sirve caliente
al lado del cochino, cortado en tajadas delgadas, las cuales han sido espolvoreadas ligeramente
con sal. El pernil se debe dejar reposar al menos 2 horas antes de cortarlo.
• 1 cabeza de cochino, unos 3 kilos, cortada en pedazos no muy grandes y cuidando que no
queden astillas de hueso • 4 paticas de cochino • 2 1/2 kilos, cortadas a lo largo en dos • 4 rabos
de cochino, unos 400 gramos, sin exceso de grasa • 2 o 3 limones• 32 tazas de agua• 4 a 6 ramas
de céleri con algo de las hojas• 20 plantas de escarola• 125 gramos de jamón cocido en pedazos
pequeños • 4 chorizos españoles de Extremadura • 5 cucharadas de sal • 100 gramos de queso
Provolone en pedacitos • 100 gramos de queso parmesano en pedacitos muy pequeños.
Preparación
Preparación
1. Se pasan las paticas de cochino por la llama de la hornilla para eliminarles los pelos que
todavía puedan tener. Se raspan con un cuchillo, se frotan con limón y se lavan muy bien bajo
agua corriente.
2. En una olla de presión se ponen con el agua y las 3 cucharaditas de sal, se lleva a un hervor y
se cocinan por unos 30 minutos. Se deja enfriar la olla para abrirla.
3. En una olla pesada se pone el aceite a calentar, se agregan el tomate, el pimentón, el ají dulce,
la sal y la pimienta. Se lleva a un hervor y se cocina por unos 10 minutos.
4. Se agregan las paticas con 2 1/2 tazas del agua que queda en la olla al cocinarlas. Se pone a
fuego mediano y se cocinan tapadas por 30 minutos o hasta que la salsa espese un poco.
• 1/2 cabeza de cochino preferiblemente con la lengua, unos 2 kilos • 4 paticas de cochino, unos 2
kilos• 2 o 3 limones• 20 tazas de agua • 3 cucharadas de sal• 4 tazas de cebolla en ruedas
delgadas • 5 tazas de vinagre• 1 1/4 taza de agua • 1/2 cucharadita de pimienta negra recién
molida • 1 cucharada de sal• 20 gotas de salsa picante • 1 1/2 cucharadita de granos de pimienta
negra, unos 80 granos • 1 cucharadita de pimienta guayabita o dulce, unos 30 granos • 1 hoja de
laurel en pedacitos • 10 dientes de ajos pelados y cortados a lo largo en dos • 2 pimentón verde
cortado en tiritas muy delgadas • 1 ají picante, pequeño, picadito, alrededor de 1/2 cucharada,
opcional • 1 ají dulce picadito, alrededor de 1 cucharada • 10 claves de especia.
Preparación
1.– Se pasan la cabeza y paticas de cochino por la llama de una hornilla para eliminarles los pelos
que todavía tengan. Se raspan bien con un cuchillo. Se eliminan los coágulos de sangre que
pueda tener para que la carne quede muy blanca al cocinarla. Se frotan con limón y se lavan muy
bien bajo agua corriente.
2.– En una olla grande se pone el cochino con suficiente agua que lo cubra, unas 20 tazas y las 3
cucharadas de sal. Se lleva a un hervor y se cocina hasta ablandar, unas 2 a 2 1/2 horas. Se retira
del fuego, se escurre y se pone aparte a enfriar.
3.– Se le elimina la piel a la lengua y el exceso de grasa que tenga la cabeza, especialmente
debajo de la piel. Se eliminan completamente los huesos. Todo lo utilizable se corta en tajaditas
muy delgadas y se ponen aparte.
4.– En una olla se pone suficiente agua para blanquear la cebolla. Se lleva a un hervor. Se agrega
la cebolla. Se retira del fuego y se saca la cebolla con una cuchara perforada. Se pone aparte de
escurrir.
5.– En un envase se prepara una vinagreta mezclando el vinagre, el resto del agua, la pimienta
molida, la sal y la salsa picante.
6.– En una envase grande de porcelana o de vidrio con tapa, se van colocando capas de cochino
y de la cebolla, bañándolos con la vinagreta y distribuyendo uniformemente en cada capa los
demás ingredientes: los granos de pimienta negra y la guayabita, el laurel, los pimentones, el ají,
el ají dulce y los clavos. La carne debe quedar cubierta por la vinagreta.
7.– Se tapa y se deja macerando a la temperatura ambiente hasta el día siguiente. Se recomienda
meterlo después en la nevera y cada vez que se vaya a servir, sacarlo 1/2 hora antes. Se
conserva varios días en la nevera.
• 2 kilos de lomo de cochino • 1 limón, 1/3 de taza de jugo de cebolla • 2 dientes de ajo
machacados • 1/4 de hoja de laurel triturada con 1/2 cucharadita de sal • 1/4 de cucharadita de
orégano seco, molido • 1 cucharada de sal • 1/2 cucharadita de pimienta negra, recién molida • 1
cucharada de salsa inglesa Worcestershire • 1 cucharada de vinagre• 6 cucharadas de mantequilla
• 4 cucharadas de aceite• 1/2 kilo de cebolla en ruedas • 1 cebolla mediana entera con 2 clavos de
especia, clavados • 1 ramita de orégano. 1/2 hoja de laurel• 5 granos de pimienta negra • 2 ramitas
de perejil • 7 tazas de leche• 1 taza de azúcar • 1/2 taza de agua.
Preparación
1.– Si el lomo de cochino se ha recibido enrollado y amarrado de la carnicería, se recomienda
desamarrarlo previamente. Se le eliminan los pellejos y grasa que pueda tener interiormente y el
exceso de grasa exterior. Se frota con limón. Se lava y se seca con papel absorbente.
2.– Se prepara un adobo mezclando el jugo de cebolla, el ajo, el laurel triturado con sal, el
orégano, la sal, la pimienta, la salsa inglesa y el vinagre. Se adoba el cochino y se deja aparte en
un envase por 2 o 3 horas, dándole vuelta de vez en cuando.
3.– Se limpia el cochino del adobo que se deja aparte, se enrolla y se amarra el cochino en forma
de rollo, con pabilo.
4.– Se precalienta el horno a 400 grados.
5.– En un caldero grande y con fondo plano o en una olla grande y pesada, se ponen la
mantequilla y el aceite a calentar. Se agregan la cebolla en ruedas y la cebolla entera y se sofríen
hasta marchitar, unos 7 a 8 minutos. Se saca completamente la cebolla del caldero y se pone
aparte, se agrega el cochino al caldero y a fuego fuerte y dándole vueltas, se fríe el cochino hasta
dorar uniformemente, unos 10 minutos. Se agrega el adobo, la ramita de orégano, el laurel, los
granos de pimienta, el perejil y la cebolla entera y en ruedas que se sacaron antes del caldero. Se
revuelve y se agregan 4 tazas de leche hirviendo. se revuelve, se tapa y se mete en el horno y
dándole vuelta al cochino de vez en cuando, se hornea por 1 1/4 hora. se agrega el resto de la
leche hirviendo y dándole vuelta de vez en cuando se continúa horneando hasta ablandar unos 45
minutos más.
6– Se saca del horno, se deja reposar, se le elimina la grasa a la salsa, se pasan los sólidos al
vaso de una trituradora, donde se trituran con sólo un poquito de la salsa. Se vuelve a la olla. Se
raspan todas las partículas adheridas a la olla. Se pasa todo por un colador fino, apretando con
una cuchara de madera contra las paredes del colador.
7.– Entretanto se pone a cocinar 1 taza de azúcar con 1/2 taza de agua hasta hacer un caramelo
oscuro, unos 10 minutos.
8.– Se pasa la salsa colada a una olla, se le agrega 1/3 del caramelo y a fuego suave se disuelve.
9.– Se corta el cochino en ruedas delgadas, se ponen en una bandeja y se le agrega la salsa.
Ingredientes
• 2 tazas de harina
• 2 cucharadas de mantequilla helada
• 1 huevo entero más 1 amarillo de huevo
• 1/2 cucharadita de sal
• 1 cucharada de azúcar
• 5 a 6 cucharadas de agua
Preparación
1.– Se precalienta el horno a 350 grados.
2.– En un envase se mezcla todo muy bien con un mezclador de pasta.
3.– Con la pasta se forra un molde de metal de 23 centímetros de diámetro por 9 centímetros de
alto, debe tratarse de formar con los dedos una capa delgada y pareja y luego, con un tenedor, se
perfora abundantemente.
4.– Se mete el molde en el horno y se hornea hasta que dore un poco, unos 35 minutos. Se saca
del horno. Se deja reposar unos minutos y se saca del molde. Cuando se va a servir se recalienta
el timbal en horno suave, se pone sobre una bandeja y se rellena con los macarrones con pollo o
con otra forma de pasta.
Timbalitos
(40 a 45 timbalitos)
Ingredientes
• 1 taza de harina
• 1 taza de leche
• 2 huevos
• 4 cucharaditas de azúcar
• 1 cucharadita de sal
Preparación
1.– Se cierne la harina. Se mezclan la harina y la leche. Se agregan y se mezclan muy bien los
huevos, el azúcar y la sal. Se pone aparte.
2.– En un caldero pequeño, pero hondo, se pone bastante aceite a calentar, luego se pone a
fuego suave. El aceite no debe recalentarse demasiado. Se sumerge el molde por unos 10
segundos en el aceite caliente. Se saca del aceite, se escurre rápidamente y se sumerge en la
mezcla para que ésta se adhiera hasta el borde del molde o vasito. La capa adherida debe ser
muy delgada.
Se introduce de nuevo el molde en el aceite y se cocina el timbalito hasta dorar. Se saca del
aceite, se escurre sobre papel absorbente y luego ayudándose con un tenedor, con una aguja o
con la punta de un cuchillo, se despega y saca el timbalito del molde. Se ponen aparte. Pueden
hacerse con anticipación, inclusive varios días y guardarlos en una lata tapada. Para servirlos se
recalientan ligeramente en horno suave y se llevan a la mesa con el relleno deseado, tal como:
camarones en salsa de vino blanco, crema de ostras, crema de queso, ensalada de gallina,
legumbres en salsa Bechamel, etcétera, que se incluyen a continuación.
Ingredientes
• 1 pollo de 1 1/2 kilo
• 1 limón
• 1/3 de taza de aceite
• 1 taza de cebolla rallada
• 2 dientes de ajo machacados
• 1 taza de tomate rallado, sin piel y sin semilla
• 1/2 pimentón rojo, rallado, sin piel y sin semillas
• 1/3 de taza de salsa de tomate ketchup
• 1 cucharada de pasta de tomate
• 1 cucharada de salsa Worcestershire
• 2 tazas de agua o de consomé de pollo
• 2 cucharaditas de sal
• 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién molida
• La pulpa picadita de 4 aceitunas medianas
• 2 cucharadas de alcaparras pequeñas
• 2 cucharadas de pasas
• 1/2 kilo de macarrones
• 16 tazas de agua y 5 cucharaditas de sal para cocinar los macarrones
• 1 taza de queso parmesano
Preparación
1.- Se limpia el pollo, se frota con limón, se lava muy bien y se corta en presas.
2.- En un caldero se pone el aceite a calentar. Se agrega la cebolla y el ajo. Se fríen 3 a 4 minutos
hasta marchitar. Se agrega el tomate, el pimentón, la salsa de tomate, la pasta de tomate, la salsa
inglesa, el agua o consomé de pollo, la sal la pimienta y las presas de pollo. Se revuelve con
cuchara de madera y al hervir se pone a fuego mediano, se tapa y se cocina de 23 a 30 minutos
hasta que el pollo ablande.
3.- Se saca el pollo del caldero, se deja enfriar un poco, se le elimina la piel, se deshuesa, y la
carne se corta en pedazos no demasiado pequeños.
4.- Se vuelve el pollo nuevamente al caldero. Se agregan las aceitunas, las alcaparra y las pasas.
Se lleva a un hervor y se cocina a fuego mediano mediano unos 15 minutos.
5.- Entretanto en una olla se pone el agua y la sal para cocinar los macarrones. Se agregan los
macarrones, se lleva nuevamente a un hervor y se cocinan a unos 10 minutos o hasta ablandar
pero todavía firmes en su interior, es decir, "al dente". Se escurren bien y se agregan al caldero.
Se revuelven, se les agrega casi todo el queso parmesano, se revuelven bien y se sirven con el
resto del queso parmesano por encima. Son muy vistosos si se llevan a la mesa servidos dentro
de un timbal hecho previamente según receta.
ngredientes
• 3 cucharadas de cebolla picadita
• 4 cucharadas de mantequilla
• 2 cucharadas de harina
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 98 27/03/2006
• 2 tazas de leche hirviendo
• 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida
• 3/4 de cucharadita de sal
• 3 latas de ostras o moules de 140 gramos cada una
• 1 cucharada de perejil picadito
• 1/4 de taza de crema liviana
Preparación
1.– En una olla se ponen la mantequilla y la cebolla. Se cocina hasta marchitar, unos 3 a 4
mimutos. Se agrega la harina y revolviendo se cocina hasta tener consistencia de crema espesa.
Se agrega la leche hirviendo, revolviendo. Se cocina unos 5 a 6 minutos. Se agregan la pimienta,
la sal, las ostras escurridas y el perejil. Se cocina 1 a 2 minutos. Momentos antes de retirarla del
fuego se le revuelve la crema.
Ingredientes
• 4 cucharadas de mantequilla
• 2 cucharadas de harina
• 2 tazas de leche hirviendo
• 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida
• 1/2 cucharadita de sal
• 1 taza de queso parmesano rallado
• 1 taza de queso Gruyere o queso amarillo, Edam o Gouda, rallados.
Preparación
1.– En una olla se ponen la mantequilla y la harina y se cocinan revolviendo con cuchara de
madera hasta esperar, unos 3 minutos.
2.– Se agrega la leche hirviendo y revolviendo se cocina unos 2 minutos. Se agregan la pimienta,
la sal y el queso. Se revuelven bien y se retira del fuego.
Ingredientes
(Para 12 timbalitos)
• 3 cucharadas de cebolla picadita
• 4 cucharadas de mantequilla
• 2 cucharadas de harina
• 2 tazas de leche hirviendo
• 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida
• 1/2 cucharadita de sal
• 1/2 taza de jamón cocido picadito
• 1/2 taza de petit pois
• 1/4 de taza de crema.
Preparación
1.– En una olla se ponen la mantequilla y la cebolla. Se cocina hasta marchitar, unos 3 a 4
minutos. Se agrega la harina y revolviendo se cocina unos 5 a 6 minutos. Se agregan la pimienta,
Ingredientes
• 3 cucharadas de mantequilla
• 3 cucharadas de cebolla picadita
• 350 gramos de camarones, crudos, lavados, pelados,
sin tripa o intestino, picaditos, unos 750 gramos con concha
• 3/4 de cucharadita de sal
• 1/4 de cucharadita de pimienta blanca recién molida
• 1 cucharadita de jugo de limón
• 1/2 cucharada de harina, 1/4 de taza de vino blanco seco
• 4 cucharadas de crema grasa.
Preparación
1.– En una olla se ponen la mantequilla y la cebolla y se cocina hasta marchitar, 3 a 4 minutos.
2.– Se agregan los camarones, la sal, la pimienta y el jugo de limón y a fuego mediano se cocinan
unos 10 minutos.
3.– Se agrega la harina, se revuelve. Se agrega el vino y se cocina 2 a 3 minutos.
4.– En el momento de apagar el fuego se agrega la crema, se revuelve y se apaga.
Ingredientes
• 2 cucharadas de mantequilla
• 1/2 taza de cebolla
• 4 cucharadas de harina
• 1 1/2 taza de leche
• 1 cucharadita de sal
• 1/16 de cucharadita de pimienta blanca, molida
• 5 a 6 gotas de salsa picante
• 1 lata de salmón o de atún de unos 400 gramos escurridos y desmenuzados
• 1 cucharada de perejil, picadito
• 1/2 taza de queso Gruyere, rallado grueso.
Preparación
1.– En una olla se pone la mantequilla a derretir. Se agrega la cebolla y se cocina hasta marchitar,
unos 4 minutos. Se agrega la harina y, revolviendo, se cocina 1 minuto. Se agrega la leche,
revolviendo con batidor de alambre, se agregan la sal, la pimienta y la salsa picante. Se cocina
unos 5 minutos.
2.– Se agregan el salmón, el perejil y el queso, se cocina unos 4 a 5 minutos.
Ingredientes
• 1 taza de agua
• 1/4 de cucharadita de sal
• 1/2 taza de vainitas, 1/2 taza de papas,
1/4 de taza de zanahoria, todo picadito finamente
• 1 cucharada de mantequilla
• 1/2 cucharada de cebolla
• 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida
• 3 cucharadas de jamón picadito;
• Salsa Bechamel según receta al final
• 2 cucharadas de queso parmesano o amarillo, Edam o Gouda, rallados.
Ingredientes para la salsa Bechamel
• 4 cucharadas de mantequilla
• 3 cucharadas de cebolla picadita
• 2 cucharadas de harina
• 2 tazas de leche hirviendo
• 3/4 de cucharadita de sal
• 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida
Preparación
1.– En una olla se ponen 1 taza de agua y 1/4 de cucharadita de sal. Se lleva a un hervor. Se
agregan las vainitas y a fuego fuerte destapadas se cocinan hasta ablandar, pero todavía firmes,
unos 10 minutos. Se escurren y se ponen aparte.
2.– Igualmente se cocinan las papas por 9 a 10 minutos. Se escurren y se ponen aparte.
3.– Igualmente se cocinan las zanahorias durante 10 a 2 minutos. Se escurren y se ponen aparte.
4.– Entretanto se prepara una salsa Bechamel poniendo en una olla pequeña la mantequilla a
calentar. Se agrega la cebolla y se cocina hasta marchitar, unos 4 minutos. Se agrega la harina y
revolviendo se cocina hasta tener una consistencia espesa. Se agregan la leche hirviendo, la sal y
la pimienta y revolviendo continuamentese cocinan hasta espesar, unos 2 a 3 minutos. Se pone
aparte.
5.– En una olla se ponen la mantequilla y la cebolla. Se sofríe hasta marchitar a fuego muy fuerte,
unos 3 minutos. Se agregan las legumbres y la pimienta. Se cocinan unos 5 minutos. Se agrega el
jamón, la Salsa Bechamel y el queso parmesano o amarillo rallados y se revuelve bien.
Consejos
• Los días de fiesta son también una buena ocasión para hacer referencia a dos bebidas nuevas
en nuestros mercados: el ron Santa Teresa 1796, un ron antiguo de solera, madurado en barricas
de roble perennemente llenas de un ron madre o "crianza", lanzado al mercado con ocasión del
2do. centenario de la fundación de la hacienda Santa Teresa en ese año; y más recientemente el
Rhum Orange Liqueur, licor a base de ron añejo con sabor a naranja. Son magníficos productos
venezolanos elaborados con el máximo sentido de excelencia en esa área, que por su calidad
serán apreciados favorablemente por los conocedores de todo el mundo. Ambos son un ejemplo
de lo muy bueno que podemos ofrecer a nivel internacional
La olla venezolana
No es fácil determinar un condimento específico y único en la comida venezolana. Quizás porque
a pesar de ser relativamente elemental, nuestra cocina es refinada y amplia a la hora de acoger
influencias de otras cocinas, lo que la hace cosmopolita y arriesgada en combinación de sabores.
Hay algunas características locales que son más usuales en algunas regiones pero que, en
general, no están excluidas enteramente en otras: el coco en el Zulia, el ají dulce en Oriente, el
cilantro en los Andes, el comino en la región central, la pimienta, el dulce y los encurtidos en
Caracas. Por eso, si queremos resumir y referirnos a la cocina venezolana en general, habría que
citar varios elementos importantes que estén presentes en todas las regiones: pimienta, azúcar,
comino, onoto, cilantro, perejil, ají dulce, ajo porro, tomate, ají, ajo, cebolla, pimentón, papelón,
salsa inglesa, encurtidos, todos presentes en el sofrito más complejo, que podría ser la síntesis
aplicable a la cocina venezolana.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 102 27/03/2006
Ejemplos de platos venezolanos donde los condimentos prácticamente hacen el plato, son: la
hallaca y los bollos o la sopa de rabo caraqueña, los guisos para la polenta y para las empanadas,
etc., el arroz con moules, la salsa guasacaca, el pescado frío con legumbres, el escabeche de
pescado, la ensalada de gallina, el pollo pebre. Las recetas que presentamos hoy son
características de un amplio uso de condimentos para hacer el sabor en la olla, mediante una
mezcla equilibrada de ellos.
Preparación:
El día anterior a la preparación de la sopa se frota con limón el rabo, se raspa con un cuchillo y se
lava muy bien.
En una olla se pone el rabo con el agua y el resto de los ingredientes. Se tapa y se cocina a fuego
mediano hasta ablandar, unas 3 horas. Se deja enfriar un poco.
Se cuela el caldo a través de un colador de alambre. Se pone aparte. Se desechan las legumbres.
Al rabo se le quita la carne de los huesos y se corta en pedacitos de 2 centímetros
aproximadamente.
Cuando han enfriado completamente, se meten por separado el caldo y la carne a la nevera hasta
el día siguiente.
Ingredientes para la sopa:
• el caldo obtenido, unos 4 litros y la carne de rabo cocida y picadita
• 1 taza, 125 gramos de harina tostada
• 250 gramos de papelón y 1 taza de agua, o 1 taza de melado de papelón
• 1 taza de vino dulce Moscatel
• 1/2 taza de encurtidos en mostaza picaditos
• 3 cdtas. de salsa inglesa Worcestérshire
• 1 cdta. de salsa picante
• 1/2 taza de salsa de tomate Ketchup
• la pulpa picadita de 10 aceitunas medianas
• 1/4 de taza de alcaparras pequeñas enteras y escurridas
• 5 cdtas. de sal
• 3/4 de cdta. de pimienta negra recién molida
• 1 taza de agua
Ingredientes para el sofrito:
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 103 27/03/2006
• 5 cdas. de mantequilla
• 1 1/2 taza de la parte blanca con algo de lo verde de ajo porro en rueditas finas
• 1/4 de taza de cebollín picadito
• 3 tazas de cebolla picadita
• 3/4 de taza pimentón rojo picadito, sin venas y sin semillas
• 3 cdas. de ají dulce, picadito sin semillas
• unos 3 ajíes dulces
• 4 tazas de tomate picadito, sin piel y sin semillas
• 1 cda. de mantequilla
• 5 cdtas. de salsa de soya
• 2 cdtas. de salsa inglesa Worcestérshire
Preparación de la sopa:
Mientras se hace el caldo se procede a tostar la harina. Para ello en una sartén grande y a fuego
mediano se pone la harina y se revuelve constantemente con cuchara de madera. Se va tostando,
hasta que adquiera un color café con leche, unos 10 a 15 minutos. Se retira del fuego, se pasa
inmediatamente a otro envase y se sigue revolviendo constantemente hasta que enfríe. Se cierne
la harina, desechando los granitos. Se prepara un melado con el papelón y una taza de agua.
Se saca el caldo de la nevera. Se le elimina la grasa coagulada. Se pone en una olla grande y se
lleva a un hervor. Se le agregan el melado de papelón, el vino, los encurtidos, la salsa inglesa, la
salsa picante, la salsa de tomate, las aceitunas picaditas, las alcaparras, la sal y la pimienta, se
pone a fuego mediano y se cocina destapado por 35 minutos. Se le agrega el sofrito y la salsa de
soya.
Para preparar el sofrito se pone la mantequilla en un caldero a fuego mediano. Se le agregan el
ajo porro y el cebollín y se cocinan hasta marchitar. Se agrega la cebolla y se sofríe unos 3 a 4
minutos más. Se agregan el pimentón, los ajíes y el tomate y se cocina hasta espesar un poco,
unos 10 minutos. Se pasa al vaso de una trituradora, se tritura finamente y luego se cuela.
En una sartén se pone a calentar una cucharada de mantequilla, al empezar a dorar se le agrega
la salsa de soya y la salsa inglesa, se revuelve bien y se agrega a la olla.
Se agrega la carne. Se continúa cocinando por 20 minutos más. Se le agrega la harina tostada
que se ha mezclado con una taza de agua fría, la mezcla se agrega mientras se bate con batidor
de alambre y en la cantidad necesaria para llegar al espesor deseado. Se pone a fuego lento y se
cocina, revolviendo, por 15 minutos más, en total 1 hora 10 minutos aproximadamente. Se deja
reposar 10 a 15 minutos antes de servir.
Salsa guasacaca
Ingredientes: (3 porciones)
• 1 1/4 taza de tomate picadito, sin piel y sin semillas
• 1 taza de cebolla picadita
• 1 ó 2 dientes de ajo machacados
• 1/4 de taza de pimentón rojo picadito
• 1/3 de taza de pimentón verde picadito
• 1 1/2 cucharada de perejil picadito
• 1/2 taza de vinagre de vino
• 1 taza de aceite
• 2 1/2 cdtas. de sal
• 1/4 de cdta. de pimienta negra, recién molida
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 104 27/03/2006
• 1/4 de cdta. de salsa picante
• 1 1/2 taza de aguacate en forma de puré y 1 1/2 taza de aguacate picadito
Preparación:
En un envase se mezclan todos los ingredientes revolviendo cuidadosamente con cuchara de
madera y cuidando pelar y agregar el aguacate de último para evitar que se oscurezca y, con el
mismo objeto, se coloca la semilla del aguacate dentro de la salsa. Se mete en la nevera hasta el
momento de servirla.
Ratatouille
Ingredientes: (4 porciones)
• 2 cucharadas de aceite
• 1 cebolla grande, unos 200 gramos
• 2 dientes de ajo, machacados
• 1 pimentón grande, unos 200 gramos, picado grueso
• 1/2 kilo de tomates, tipo italiano, "perita", picados grueso, sin piel y sin semillas
• 1 cucharadita de sal
• 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién molida
• 2 ramitas de tomillo o 1/2 cdta. si es seco, molido
• 1 cda. de albahaca, picadita
• 1 cda. de perejil picadito
• 4 cdas. de aceite para freir la berenjena y el calabacín
• 1 berenjena mediana, unos 300 gramos, pelada y picada gruesa
• 1 calabacín mediano, unos 200 gramos, pelado, sin semillas y picado grueso
Preparación:
En una sartén grande se pone el aceite a calentar. Se agregan la cebolla y el ajo y se cocinan a
fuego mediano, unos 3 minutos. Se agrega el pimentón y se cocina unos 3 minutos. Se agregan el
tomate, la sal, la pimienta, el tomillo, la albahaca y el perejil.
En otra sartén se pone el resto del aceite a calentar, se agregan la berenjena y el calabacín y se
cocinan, unos 4 minutos. Se escurren y se ponen aparte. Se agregan la berenjena y el calabacín
al sartén con el tomate y se cocina por 2 ó 3 minutos más. Se eliminan las ramitas de tomillo y se
retira del fuego.
Comentarios
Por primera vez en Venezuela, la Pastelería Danubio en Chacao comenzó desde mediados del
mes pasado, a elaborar croissants que no tienen nada que envidiar a los mejores de Francia. No
son muchas las ciudades en el mundo que se pueden dar ese lujo fuera del país galo.
Ojalá eso sirva para que nuestras panaderías sigan el ejemplo y acepten un reto similar con la
elaboración del pan.
Disponemos de la mejor harina que existe para tal fin, no hay razón para que no tengamos
también el mejor pan.
Ya comenzó la estación de lairén y mapuey. Pruébelos cocinados en agua con sal. El lairén se
puede conseguir en algunas fruterías. El mapuey en mercados y abastos.
Ingredientes:
• 1 pernil de cordero de 1 1/2 a 2 kilos
• 1 limón
• 10 dientes de ajo
• 2 ó 3 ramitas de perejil
• 2 ó 3 ramitas de tomillo; lo blanco con algo de lo verde de un ajo porro, cortado a lo largo
• 1 cucharada de mantequilla
• 1/2 cucharadita de pimienta negra, molida
• 2 cucharaditas de sal
Preparación:
1. Se precalienta el horno a 450 grados.
2. Se limpia el pernil. Se le elimina el exceso de grasa. Se frota con limón. Se enjuaga. Se seca.
3. En un mortero se trituran conjuntamente unos 6 dientes de ajo, la pimienta y la sal. Se mezclan
luego con la mantequilla y con la mezcla se frota bien el pernil.
4. Se pone el pernil sobre una bandeja para hornear, con la grasa hacia arriba. A los lados se
ponen los ajos restantes cortados.
5. Se mete la bandeja en el horno y se hornea unos 15 a 20 minutos por kilo para carne rosada-
roja. Se debe dar varias vueltas al pernil mientras se hornea.
6. Se saca la bandeja del horno. Se pone el pernil sobre una bandeja. Se deja reposar unos 15
minutos y entre tanto se prepara la salsa.
7. Para ello se le elimina el exceso de grasa de la bandeja de hornear. Se agrega el consomé a la
bandeja. Se raspan las adherencias que tenga la bandeja hasta desprenderlas y se mezclan con
el consomé. Se pasa la salsa por un colador apretando los sólidos contra las paredes del colador y
luego la salsa a una ollita. Se lleva nuevamente a un hervor y se cocina hasta reducir un poco,
unos 2 minutos, corrigiendo la sazón si es necesario.
Ingredientes:
• 600 gramos de cordero en pedazos pequeños
• 1 limón
• 1 cucharada de aceite
• 1/2 taza de cebolla, rallada
• 5 dientes de ajo, machacados con 1 cucharadita de sal
• 1 cucharadita de salsa inglesa Worcestershire
• 1 hoja de laurel
• 1/8 de cucharadita de pimienta negra, recién molida
• 1/2 taza de aceite
• 1 cucharada de azúcar
• 1 taza de cebolla, picada gruesa
• 1/2 pimentón rojo, 1/2 taza, picadito, sin venas y sin semillas
• 1 ají dulce, picadito, sin venas y sin semillas
• 1 taza de tomate, picadito, sin piel y sin semillas
• 2 1/2 tazas de consomé de carne
• 1/2 taza de vino blanco, seco
Preparación:
1. Se limpia y se le quitan los pellejos y partes indeseables al cordero. Se frota con limón, se
enjuaga bajo agua corriente. Se corta en pedazos pequeños. Se seca con papel absorbente.
2. Se prepara un adobo mezclando el aceite, la cebolla, el ajo con la sal, la salsa inglesa, el laurel
y la pimienta, se frota el cordero con el adobo y se pone aparte por 1/2 hora ó 1 hora.
3. En un caldero se pone el aceite a calentar. Se agrega el azúcar y se cocina hasta que el azúcar
se dore sin que se queme. Se agregan los pedazos de cordero, a los cuales se les ha eliminado el
adobo que se deja aparte. Se fríen hasta dorar, unos 10 minutos.
4. Se elimina alrededor de 1/3 de taza de la grasa del caldero. Se agrega el adobo, la cebolla, el
pimentón, el ají y se cocina por 5 a 7 minutos, hasta marchitar. Se agrega el tomate y se cocina
tapado hasta que se forme una salsa un poco espesa, unos 5 a 7 minutos.
5. Se agrega el consomé y se corrige la sazón. Se lleva a un hervor, se tapa y se cocina a fuego
suave por unos 60 minutos.
6. Se agrega el vino, se revuelve y se cocina a fuego suave hasta reducir la salsa un poco, unos
30 a 60 minutos, o hasta ablandar y se retira del fuego.
Ingredientes:
• 8 chuletas de cordero (2 chuletas por persona)
• 1 limón
• sal y pimienta
• 3 cucharadas de mantequilla
• 1 diente de ajo
Ingredientes:
• 1 pernil de cordero de 1 1/2 a 2 kilos, ya limpio
• 1 limón
• 6 dientes de ajo, machacados
• 1/4 de cucharadita de pimienta, molida
• 1 1/2 cucharadita de sal
• 1 cucharada de mantequilla
• 1 taza de consomé de carne
• 1/8 de cucharadita de sal
• 1 cucharadita de azúcar
• 3 ó 4 ramitas de hierbabuena
• 1/2 cucharadita de maicena
• 1 cucharadita de consomé de carne
Preparación:
1. Se precalienta el horno a 350 grados.
2. Se limpia el pernil y se le elimina el exceso de grasa. Se frota con limón. Se enjuaga. Se seca.
3. En un mortero se trituran conjuntamente los ajos, la pimienta y la sal. Se les mezcla la
mantequilla y con la mezcla se frota muy bien el pernil.
4. Se pone, con la parte de la grasa hacia arriba, en una bandeja para hornear a la que se le ha
puesto una parrilla en el fondo. Se mete en el horno y se hornea por unos 40 minutos por kilo de
pernil, unos 60 minutos en total, o hasta que al introducirle una aguja salga líquido rosáceo. Se
enciende el asador o broiler y se continúa horneando unos 10 minutos más, hasta dorar bien.
5. Se saca el envase del horno, se pasa el pernil a una bandeja que se deja aparte. A la salsa que
queda en el envase donde se horneó el cordero, se le elimina la grasa. Se pone el envase al
fuego. Se le agrega el consomé y se raspan las partículas oscuras que han quedado adheridas al
fondo y a las paredes del envase. Se cuela la salsa a través de un colador de alambre, apretando
los sólidos contra las paredes del colador. Se pasa a una olla pequeña la salsa colada. Se pone al
fuego. Se le rectifica la sazón agregando el resto de la sal, el azúcar, las ramitas de hierbabuena y
la maicena disuelta en la cucharada de consomé, batiendo con un batidor de alambre. Se lleva a
un hervor y se cocina por unos 3 a 4 minutos. Se elimina la hierbabuena y la salsa se sirve
conjuntamente con el cordero.
Petit Pois
(4 porciones)
Ingredientes:
• 425 gramos de petit pois, de tamaño pequeño, enlatados
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 110 27/03/2006
• 4 ó 5 hojas de lechuga
• 2 1/2 cucharadas de azúcar
• 1/16 de cucharadita de pimienta molida
• 1 cucharada de mantequilla.
Preparación:
1. En una olla se ponen los petit pois con el líquido que tienen y los demás ingredientes. Se lleva a
un hervor, se cocinan por 5 minutos y se retiran del fuego.
Puré de batatas
(6 a 8 porciones)
Ingredientes
• 1 kilo de batata preferiblemente del tipo blanco
• 6 tazas de agua
• 1 cucharadita de sal
• 3 cucharadas de crema liviana
• 3 cucharadas de azúcar
• 1/4 de cucharadita de nuez moscada rallada
• 1/2 a 1 cucharadita de sal
• 1/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida
• 1 taza de leche
• 3 cucharadas de mantequilla
Preparación
1. Se pela, se corta en pedazos y se lava la batata.
2. Se pone en una olla con agua que la cubra, unas 6 tazas y la cucharadita de sal. Se lleva a un
hervor y se cocina hasta que esté blanda, unos 15 minutos.
3. Se escurre e inmediatamente se pasa por un pasa-puré.
4. Se pone el puré en la olla seca con los demás ingredientes en baño de María, es decir poniendo
la olla dentro de un envase más grande con 4 a 5 centímetros de agua y todo sobre el fuego y se
revuelve vigorosamente con cuchara de madera o con batidor eléctrico portátil. Se conserva
caliente en baño de María hasta el momento de servirlo.
Recomendaciones
• Mención aparte merece el cordero producido por el Sr. Nicolino De Sanctis (043) 41.2204 en el
Centro de Recría Los Bagres, en Villa de Cura, de excelente calidad, el mejor de los que he
probado y que, comienza a ser vendido al público en Maracay, siguiendo el esquema de cortes
franceses, por el Sr. Christian Gastón, en su magnífico frigorífico situado en el Centro de Carnes
Trébol en la avenida Las Delicias, Edf. Gioppo, frente al Polideportivo. Teléfonos (043) 42.1570 y
42.4525, compitiendo favorablemente en precio con el importado.
Dulcitos y golosinas
Así como hemos olvidado nuestros dulces más típicos y tradicionales, quizás ha sido peor con
nuestras golosinas caseras, esos dulcitos criollos que nos deleitaban cuando salíamos de clases
y, a la puertas de la escuela o en alguna esquina próxima, nos acercábamos al vendedor, algunos
con una caja con tapa de vidrio colgada por correas de sus hombros, y ávidamente, con un goce
ya intuido y jugos gástricos comenzando a producirse, escogíamos cuidadosamente la pieza
deseada de acuerdo a las limitadas posibilidades de nuestros bolsillos de escolares. Esa primera
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 111 27/03/2006
merienda, pues al llegar a casa quizás tendríamos otra más abundante, tenía algo de voluptuoso,
por la frescura, brillo y colorido de lo recién elaborado, que se nos mostraba apetitoso, que nos
invitaba a disfrutarlo y en parte por el apetito insatisfecho a esa hora o porque debía ser una
escogencia meditada, en la cual no podíamos fallar. Contamos, eso sí, con la calidad de la oferta
pues en ese entonces los vendedores ofrecían lo mejor, una calidad garantizada por su
experiencia, por el conocimiento de la tradición dulcera venezolana y, muy especialmente, por su
orgullo de ofrecer excelencia, lo que a su vez era la norma también de quien los hacía,
generalmente una cocinera o una familia de pocos recursos que se había especializado en hacer
esos dulcitos apegada a la más pura tradición, también con sentido de excelencia y que servía de
sustento a una familia pero bajo la condición que ello les produjera satisfacción más que
beneficios.
Era la época de la Venezuela semirural y teníamos orgullo, como cosa nuestra que son, en
ofrecerlos también en nuestras casas en meriendas o piñatas, básicamente donde estuvieran
niños presentes, estos a su vez no tenían la tentación de una bolsa de "alimento-basura
industrial". Era el tiempo en que las piñatas y meriendas estaban dedicadas primordialmente a los
niños, con gelatinas de varios colores, tortas y dulces de esos hoy en día también olvidados y sin
faltar un despliegue de dulcitos, también de golosinas saladas que iban más allá del sandguchón,
quizás el único sobreviviente salado en las meriendas, cuando las hay y piñatas de hoy día.
Aunque no con la facilidad de antes, también se consiguen dulcitos con el mismo nombre pero que
nada tienen que ver con los originales. Ya no están a las puertas de las escuelas o en sitios
próximos, sino en locales comerciales, encerrados en tiendas, sin renovar, son un artículo más
que se vende hasta que se acabe, aun sin brillo y sin frescura, en los cuales la excelencia
simplemente no existe. Nos ofrecen los coquitos envueltos individualmente pero expuestos
abiertamente por horas al sol y al aire contaminado y a las moscas, quizás como símbolo
engañoso de higiene, que la había mejor antes en la caja con vidrio, cerrada, donde no había
moscas y sin la necesidad de ensuciarnos excesivamente las manos al tratar de
desenvolverlos.Son dulces hechos probablemente sin conocer la tradición, quizás sin haber
conocido, visto y probado los de antes, industrializando una artesanía tradicional, lo que por sí
mismo no sólo no es objetable, sino posible, pero para lo cual hay que hacer las correcciones o
modificaciones necesarias en su preparación.
Simplemente el sentido de la excelencia no existe. No hay tampoco orgullo profesional. Además
se siente, quizás, que se dispone de una clientela suficiente, aunque pequeña, sin entusiasmo que
tampoco tiene términos de comparación y, que repetirlo, sin sentido de la excelencia. Es la
generación para la que el dulce "Tres Leches" es su máximo deseo y nada más.Nuestra dulcería y
repostería es riquísima y variada y en muchos casos plena de imaginación, no es francesa o
europea o de su estilo, corresponde a una tierra, a una cultura y a unos productos.Hacen falta
escuelas exigentes que las enseñen. Es una dulcería para ser enseñada como era antes, en
escuelas de artes y oficios, hoy desgraciadamente desaparecidas.
Quizás en el INCE, como centro de capacitación obrera o de profesiones de servicio, podría
encontrarse el sitio idóneo para iniciar su enseñanza, aparte de sus cursos de cocina que son otra
cosa y con los cuales lo que describo no tiene relación, pues se trata de dulcería que se hace en
cocinas pero que no es dependiente o estrictamente ligada a lo que llamamos "cocina". Sería una
magnífica oportunidad además, para abrir el camino a jóvenes para independizarse en una
empresa para la cual básicamente lo que se necesita es entusiasmo y sentido de empresario
independiente y para lo cual además no se requiere disponer de capital o de especial capacidad
económica.Se trataría simplemente de darle paso con todos sus honores a la tradición, la tradición
de la que nos podemos sentir orgullosos, la que con oficio no sólo se mantiene sino que a su vez
va generando nuevas tradiciones. Eso lo han hecho y lo hacen los países europeos más ricos o
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 112 27/03/2006
adelantados, también algunos países americanos, como México especialmente, países en los que
podríamos encontrar orientación, recordando siempre que en esa área hay un secreto: excelencia
sin límites, tratando de alcanzarla siempre y exigiendo siempre más.
Catalinas
(15a 20 catalinas)
Preparación
Con anticipación para que esté completamente frío cuando se vaya a usar, se prepara un melado
de papelón poniendo en una ola grande, para que no se derrame al hervir, el agua, el papelón y
los clavos. se lleva a un hervor y se cocina por 1 a 2 minutos, sólo hasta disolverse
completamente el papelón. Se obtiene 1 taza de melado. Se cuela inmediatamente para eliminar
los clavos y las impurezas.. Se precalienta el horno a 300 grados.. En un envase se pone 1 taza
menos 2 cucharadas de melado, s ele agregan la harina, el jengibre, la canela, el clavo, la
mantequilla y el bicarbonato; todo se mezcla muy bien con un mezclador de pasta y la punta de
los dedos, sin amasar demasiado.. Con la 1/2 cucharada de aceite, se engrasa una bandeja de
metal, para hornear, de unos 30 x 20 centímetros.. Con las manos se hacen bolitas de unos 3 a 4
centímetros de diámetro, se colocan sobre la bandeja y con un tenedor enharinado o con los
dedos enharinados, se aplastan hasta tener forma circular y un espesor uniforme de 1/2
centímetro. Deben quedar bastante separadas, unos 3 centímetros, pues se extienden al
hornearlas.. Se mete la bandeja en el cuarto tramo del horno de abajo hacia arriba, a unos 22
centímetros del fondo y se hornean por 30 minutos o hasta dorar.. Se saca la bandeja del horno e
inmediatamente se despegan las catalinas de la bandeja con una espátula de metal.
Besitos de Coco
(30 besitos)
• 1 taza de melado de papelón, según receta o 500 gramos de papelón en pedacitos • 2 tazas de
agua y 12 clavos de especia para prepararlo • 1 coco grande o 1/2 kilo de pulpa de coco • 1 taza
de harina cernida • 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio • 1 cucharada de aceite.ón.
Preparación
Se prepara un melado de papelón con anticipación para que esté frío en el momento de usarlo.
Para ello en una olla grande, para evitar que se derrame al hervir, se ponen a cocinar a fuego
fuerte el papelón, el agua y los clavos de especia. Se lleva a un hervor y se cocina por 18 minutos
o hasta que las gotas de melado caigan lentamente de una cuchara de madera, formando una
pequeña hebra. Se cuela inmediatamente y se pone aparte. Si el papelón es muy oscuro o salobre
puede reemplazarse 1/4 a 1/3 de su peso por azúcar.. Se precalienta el horno a 375 grados.. Se
rompe el coco con un martillo. Se saca la pulpa y se ralla por el lado mediano del rallo sin quitarle
la piel oscura que tiene adherida.. En un envase se mezclan muy bien, el coco rallado, la harina, el
bicarbonato y el melado de papelón.. Se engrasa con el aceite una bandeja de metal para hornear
y con una cuchara se van depositando montoncitos de la mezcla separados 2 ó 3 centímetros
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entre sí.. Se mete la bandeja en el horno, se coloca en el cuarto tramo de abajo hacia arriba, a
unos 22 centímetros del fondo delhorno, y se hornean por 20 a 25 minutos hasta que estén bien
dorados.. Se sacan del orno e inmediatamente se despegan los besitos de la bandeja con una
espátula de metal.
Almidoncitos
(25 a 30 almidoncitos)
• 150 gramos de papelón rallado • 270 gramos de almidón de maíz, para cocinar • 1/2 cucharadita
de canela molida • 1/4 de cucharadita de clavo de especia molido • 1/4 de cucharadita de anís
molido • 2 cucharadas de manteca de cochino, fría • 6 cucharadas de agua.
En caso de usar almidón de yuca, para la cocina, se modifican las cantidades así:
• 165 gramos de papelón rallado; • 300 gramos de almidón; • 1/2 cucharadita de canela, molida, •
1/4 de cucharadita de clavo de especia, molido; • 1/4 de cucharadita de anís molido; • 2
cucharadas de manteca de cochino, fría; • 4 a 5 cucharadas de agua.
Preparación
Se precalienta el horno a 350 grados.. En un envase se ponen el papelón, el almidón, la canela, el
clavo y el anís. Se mezclan bien. Se agrega la manteca y se mezcla bien. Por último, se agrega el
agua y se amasa muy bien hasta tener una masa compacta, consistente y bastante dura. Si es
necesario se puede agregar un poquto de almidón o de agua según el caso.. Con pequeñas
porciones de la masa se hacen cordoncitos de unos 2 centímetros de diámetro. Con un cuchillo se
parte diagonalmente pedazos de unos 5 centímetros de largo. A cada pedazo, se le hacen 2 ó 3
cortes superficiales o hendiduras y se ponen en una bandeja de metal para hornear, sin engrasar,
separados 2 a 3 centímetros.. Se mete la bandeja en el horno colocándola en el cuarto tramo de
abajo hacia arriba, unos 22 centímetros del fondo, y se hornean por 20 minutos o hasta dorar.. Se
saca la bandeja del horno. Con una espátula se despegan inmediatamente los almidoncitos de la
bandeja y se ponen a enfriar sobre papel absorbente.de horno
Pan de Horno
(20 panes de horno)
• 3/4 de kilo de maíz cariaco en grano del cual se obtienen una vez calentado, secado, molido y
colado, alrededor de unas 4 tazas • Unos 400 gramos de pulpa de maíz molido • 1 huevo, batido •
1/2 cucharadita de sal • 250 gramos, alrededor de 1 taza, sin apretar, de papelón rallado • 2
cucharaditas de anís, molido • 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
• 6 cucharadas de manteca de cochino o de aceite.
Preparación
Se escoge el maíz. Se le agrega agua hasta cubrirlo bien, unos 5 centímetros. Se lleva casi a un
hervor. Se apaga. Se cuela. se deja secar completamente y, con una máquina para moler maíz, se
muele finamente. Se cuela a través de un colador de alambre no demasiado fino. Se desecha el
sipo que queda en el colador. Se mide y se pone aparte.. Se bate el huevo con la sal. Se ralla el
papelón.Se precalienta el horno a 350 grados.. En un envase se mezclan el maíz molido, el huevo,
la sal, el papelón, el anís, el bicarbonato de sodio y la manteca o aceite y, con las manos, se
amasa hasta tener una masa compacta, no demasiado.. Sobre una mesa y tomando poquitos de
la masa, se hacen cordones de unos 2 centímetros de diámetro y unos 15 centímetros de largo.
Se unen bien las puntas haciendo un circulo o "rosca" de unos 6 centímetros de diámetro. Se
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aplasta el cordón suavemente en varios puntos para adornar las roscas y se van pasando a una
bandeja, separadas unos 3 centímetros entre sí.. Se mete la bandeja en el horno. Se hornea por
15 minutos. Cuando comienzan a dorar, se saca la bandeja del horno. Se deja enfriar, se vuelve a
meter la bandeja en el horno y se hornea por 7 a 8 minutos más, hasta dorar. Se saca la bandeja
del horno y, con una espátula, se despegan inmediatamente los pan de hornos de la bandeja.
Cajitas
(30 a 36 cajitas)
Preparación
Para hacer las cajitas se usan moldes de metal similares a los que se usan para hacer
ponquecitos pequeños. Son bandejas de metal con varios depósitos o moldes de 4 centímetros de
diámetro por 2 centímetros de profundidad, aproximadamente Se precalienta el horno a 300
grados. Se engrasan moldes en cantidad suficiente y se ponen aporte. En un envase y con
cuchara de madera se mezclan los amarillos de huevo con el azúcar hasta formar una pasta. Se
continúa mezclando con un batidor eléctrico portátil por unos 3 minutos.. Se le agregan la canela y
el vino y se continúa batiendo por unos 12 minutos, hasta que se le formen burbujitas, que se
pueden ver abriendo la mezcla con una espátula.. Usando 2 cucharaditas se vierte la mezcla en
los moldes hasta alcanzar la mitad de su altura.. Se meten las bandejas en el horno. Se colocan
en el tercer tramo de abajo arriba a unos 17 centímetros del fondo del horno. Se baja la
temperatura del horno a 250 grados y se hornean hasta que las cajitas se inflen y comiencen a
dorar, unos 45 minutos.. Se sacan los moldes del horno y con la ayuda de una aguja o la punta de
un cuchillo y, con cuidado, se sacan inmediatamente de los moldes.
Cajitas (Otra)
(alrededor de 100 merenguitos dobles)
5 claras de huevo • 1/2 kilo de azúcar • 1 taza de agua • 1/4 de cucharadita de esencia de vainilla
Preparación
Se pone una de las parrillas del horno en el tercer tramo de abajo hacia arriba, a unos 17
centímetros del fondo y se precalienta el horno a 250 grados.. En el fondo de una bandeja llana de
metal, para hornear, de unos 40 x 50 centímetros, se pone un paño doblado y bien mojado.
Encima se pone una tabla un poco más pequeña que la bandeja, encima de la tabla otro paño
doblado y bien mojado y por último encima otra bandeja, de iguales dimensiones a la anterior y
ligeramente engrasada con mantequilla.. En el recipiente de una batidora eléctrica se ponen las
claras. Se dejan aparte sin batir todavía. No deben tener ningún resto de amarillo.. En una olla se
ponen el azúcar y el agua, se revuelven, se llevan a un hervor y se cocinan a fuego fuerte sin
revolver hasta que las últimas gotas al caer lentamente de una cuchara de madera fomen una
pequeña hebra, unos 22 minutos.. Alrededor de 1 ó 2 minutos antes de que el almíbar esté a
punto, a los 19 ó 20 minutos, se comienzan a batir las claras y al retirar el almíbar del fuego, se
pone la batidora a baja velocidad y se agrega el almíbar inmediatamente en chorrito continuo a la
batidora con las claras. Se continúa batiendo hasta formar picos, unos 8 minutos, agregando la
vainilla momentos antes de terminar el batido. Se deja de batir y se deja enfriar unos 15 minutos..
Con el batido se llena una manga de pastelería o de decorar con punta circular de 1 centímetro de
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diámetro y se van depositando pequeñas cantidades en la bandeja engrasada. Cada merenguito
debe tener unos 2 centímetros de diámetro y 2 centímetros de alto. Deben estar separados unos 2
a 3 centímetros entre ellos.. Se meten las bandejas en el horno como se indica en el punto (2) y a
la altura indicada en el punto (1) se hornean 18 minutos. Se sube la temperatura del horno a 300
grados y se hornean 2 ó 3 minutos más.. Se saca la bandeja del horno e inmediatamente, con
mucho cuidado se van despegando de dos en dos los m erenguitos de la bandeja y se van
uniendo suavemente por la parte inferior que se mantiene sin endurecer.
Ensaladas
Son las reinas de la frescura. Las ensaladas se han ganado su protagonismo y en muchos casos
dejan de ser sólo aperitivos o acompañantes para convertirse en platos completos. Del verbo
arcaico italiano insalare, agregar sal, la ensalada, aunque de origen remoto e incierto, era tradición
muy antigua en varias provincias italianas en las que acostumbraban agregar aceite de oliva, de
nuez y de lino a las legumbres crudas o cocidas. Hoy día es el aceite de oliva crudo, como se usa
en las ensaladas, muy recomendable para la salud. Si bien tradicionalmente una ensalada vino a
ser eso, vegetales crudos o cocidos, especialmente las hojas de hortalizas o ensalada verde a
base de lechuga, berros, radiccio, repollo, endivias, escarola, lechuga romana, etc., aderezados
con una vinagreta fría o a temperatura ambiente, el concepto de ensalada se ha ampliado
muchísimo agregando otros vegetales distintos a los verdes (tomate, zanahoria, papas,
remolacha, etc.), para obtener las ensaladas mixtas y, recientemente, incluyendo casi cualquier
cosa en su Preparación pollo, langosta, quesos, arroz, pasta, frutos del mar, frutas, etc., dando
origen a lo que podríamos llamar ensaladas compuestas, aun con elementos tibios en su
preparación.
Se llega en algunos casos como el de nuestra ensalada de gallina, variación de la ensalada rusa,
también de la ensalada nicoise, de la ensalada César y de otras, que dejan de ser meros
aperitivos o acompañantes para constituir un plato por sí mismas, y en el caso de la ensalada de
frutas, un excelente y saludable postre, que permite utilizar, optimizándolas, las frutas que no
alcanzan la calidad que esperábamos. Todas las recomendaciones actuales sobre alimentación
aconsejan incrementar, tanto como sea posible, el consumo de vegetales y frutas, crudos o
cocidos, pues todo en ellos es calidad nutritiva en nuestras comidas de cada día, vitaminas y
fibras. Además nada más apropiado y apetitoso en nuestro clima como una buena ensalada de
vegetales frescos, teniendo como tenemos todas las opciones posibles a precios razonables en
nuestros abastos y mercados. Una ensalada es ideal para comenzar una comida aunque entre
nosotros es generalmente un acompañante. En Francia, donde el vino es de rigor en cada comida,
la ensalada abre la comida o la cierra, antes de los quesos, tambien de rigor para los franceses en
cada comida, nunca es acompañante pues el ácido del vinagre o del limón, anula o desmejora las
cualidades y calidad del vino.
Una ensalada requiere básicamente una excelente vinagreta que es posible obtenerla batiendo en
un frasco los ingredientes menos costosos. Por eso la recomendamos para el uso corriente, de
todos los días, a base de aceite de poco sabor (maíz o vegetal), aproximadamente la mitad de
vinagre blanco con otro tanto de agua, sal, algo de azúcar y pequeña cantidad de mostaza
preparada. La vinagreta puede mejorarse, en ciertos casos con la utilización de aceite de oliva
corriente de poco sabor, no virgen o extravirgen y de vinagre de vino sin llegar al excesivo costo y
excesivo sabor del vinagre balsámico, que, sin embargo, puede también utilizarse en pequeñas
cantidades para reforzar y refinar la vinagreta, pudiéndose, en algunos casos agregar alguna
hierba o condimento de acuerdo a los ingredientes de la ensalada y al gusto de cada quien. En
todo caso la intensidad del sabor de la vinagreta o de la salsa usada, debe realzar el sabor de los
ingredientes de la ensalada y nunca opacarlos u ocultarlos. Salvo casos especiales (ensalada de
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gallina, papas, pimentón, etc). las ensaladas deben consumirse recién preparadas pues es su
frescura su principal atractivo, que se pierde al marchitarse rápidamente muchos vegetales por la
acción del vinagre. En el caso de vegetales cocidos (papas, remolachas, etc.) es mejor agregarles
la vinagreta todavía tibios y dejar macerar la ensalada por pocas horas y en todo caso consumirla
en 1 ó 2 días.
La lechuga y la vinagreta
Cuando se trata de ensaladas, inmediatamente nos vienen a la mente la lechuga y la salsa
vinagreta, la combinación más elemental y más feliz para obtener la ensalada básica que puede
llegar a ser una obra maestra de sabor, de textura y de frescura. Una planta herbácea de la cual
se consumen las hojas, conocida ya por los egipcios y a la cual los griegos y romanos apreciaban
mucho y consumían cocida y a la que encontraban virtudes terapéuticas ya que su infusión es
ligeramente sedante y además por la sustancia lechosa que se produce al arrancar la macolla del
tallo, especialmente la lechuga silvestre, lo que dio origen a su nombre latino lactuca. Fue en el
siglo XVIII cuando comenzó a comerse cruda en Francia y en Inglaterra. El gastrónomo Brillat-
Savarin se refiere al caballero de Albignac, que tuvo gran éxito preparando a domicilio ensaladas
de lechuga, llevando de casa en casa, en un maletín, los ingredientes necesarios para la
preparación de la vinagreta.
A pesar de que hay muchas variedades en Venezuela son corrientes la "criolla", de excelente
gusto y textura, de hojas sueltas verdes en el exterior, las que deben desecharse y cada vez más
blancas en el interior, la "americana", o "lechuga repollo" en forma de repollo, de hojas verde claro
y más apretadas entre sí y la "lechuga romana" de hojas alargadas con nervio central grueso y de
sabor y textura agradables y ligeramente amargas. Esporádicamente se encuentran otras
variedades pero sin persistencia ni regularidad. La ensalada combinada de lechugas de diferentes
clases y eventualmente berros y otras hojas, tales como radiccio, escarola, etc., puede llegar a ser
un extraordinario plato para servir en cualquier ocasión.
Claves para garantizar la frescura
•Los vegetales, especialmente cuando van a ser consumidos crudos, deben lavarse
cuidadosamente y en el caso de las hojas, que siempre han estado en contacto con la tierra,
deben desinfectarse previamente por unos minutos en agua con vinagre o con desinfectantes
especiales, para evitar especialmente las amibas
• Algunos vegetales y frutas se ennegrecen al pelarlos (aguacate, manzana, etc.), debe
agregárseles de inmediato la vinagreta o ir añadiéndolos a la vinagreta ya preparada •Conviene
condimentar todavía caliente los vegetales cocidos para ensaladas
•Para cocinar las remolachas, después de lavadas, cortarle las hojas dejando parte de los tallos y,
preferiblemente en ollas de presión, se cocinan por unos 10 minutos. Todavía calientes se les
arranca la piel, se cortan y se les agrega de inmediato la vinagreta o condimento deseado • Se
aconseja utilizar mayonesa industrial, la que puede además condimentarse, para no correr el
riesgo de salmonella que puede ocasionalmente ser transmitida por los huevos crudos. Asimismo
evitar huevos crudos en las ensaladas que los requieran, como en la ensalada César.
•1/2 de kilo de tomate •6 medianos •2 cebollas medianas en octavos •1/2 kilo de aguacate pelado
y en pedazos pequeños •1/2 taza de aceite •2 cucharaditas de sal •1/2 de cucharadita de pimienta
blanca, recién molida •1/2 cucharadita de orégano o 1/2 de cucharadita si es seco, molido •1/2 de
cucharadita de azúcar.
•4 hojas de lechuga •4 hojas de lechuga romana •4 hojas de radicchio rojo •4 hojas de escarola
•unas 16 hojas de radicchio verde •unas 8 ramitas de berro •1/3 de taza de aceite •3 cucharadas
de vinagre •6 cucharadas de agua •1 1/2 cucharada de azúcar •1 cucharadita de sal •1/2
cucharadita de mostaza preparada.
Preparación
1. Se lavan bien las hojas. Se escurren bien a través de un colador.
2. Se cortan en pedazos las hojas de lechuga, de lechuga romana, de radicchio rojo y de escarola.
Se dejan enteras las hojas de radicchio verde y las de berro Se coloca todo en un recipiente.
3. Se hace una vinagreta batiendo vigorosamente en un frasco los ingredientes para la vinagreta.
4. Se agrega y se le revuelve bien la vinagreta a las hojas, para servir la ensalada
inmediatamente.
En cuanto a la salsa vinagreta, es el mejor complemento para una ensalada, especialmente para
una ensalada verde, de hojas. Recomendamos la receta que se incluye a continuación:
Salsa vinagreta básica
• 1/3 de taza de aceite • 4 cucharadas de vinagre • 6 cucharadas de agua • 1 cucharada de azúcar
• 1 cucharadita de sal • 1/2 cucharadita de mostaza preparada
Preparación
En un frasco que pueda taparse herméticamente se ponen todos los ingredientes y se bate
vigorosamente hasta homogeneizarla.
• 1 kilo de camarones o de langostinos • 2 cdas. de vinagre • 1 1/2 cda. de salsa soya • 1/2 cda. de
jengibre rallado o 1/4 de cdta. si es seco, molido • 2 dientes de ajo machacados • 1 cdta. de azúcar
• 1/8 de cdta. de pimienta molida • 1 cdta. de sal • 2 cdas. de mantequilla • 2 cdas. de escalonia
picadita • 1/2 taza de consomé de pescado o carne • 1/4 de cdta. de maicena • 1 cda. de agua
Preparación
Se mezclan el vinagre, la salsa de soya, el jengibre, el ajo, el azúcar, la pimienta y la sal y con la
mezcla se adoban los camarones o los langostinos pelados por unos 15 minutos. En una sartén se
pone la mantequilla a derretir. Se agregan los camarones o los langostinos sin el adobo y se fríen
hasta dorar. Se agregan la escaloria y el adobo. Se fríe 2 minutos. Se agrega el consomé. Se lleva
a un hervor y se cocina unos 5 minutos. Se sacan los camarones o los langostinos de la sartén y
se ponen en una bandeja. Se agrega a la sartén la maicena disuelta en una cucharada de agua y
se cocina 1 minuto. Se retira la salsa del fuego y se agrega a la bandeja.
Preparación
Sobre una bandeja o en un colador forrado con un paño de cocina se pone el couscous. Se
humedece con el agua salada (no demasiada) frotando los granos de couscous con las manos
para separarlos completamente, evitando se formen grumos. Se deja aparte por 20 ó 30 minutos.
Para preparar el couscous lo mejor es usar una olla especial llamada "couscoussiere" que se
puede reemplazar por una olla pesada profunda a la que se le puede adaptar arriba un colador,
donde se pondrá el couscous para cocinarlo al vapor de la carne sin que ésta toque el colador. Se
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 120 27/03/2006
pone la mantequilla en la olla a derretir. Se agregan las carnes, el ajo, las especias y la sal y se
cocina sin dorarlas, unos 10 minutos. Se agregan el consomé hirviendo y se cocina a fuego
mediano, tapado por 1 hora o hasta que las carnes estén tiernas. Se forra el colador donde se va
a cocinar el couscous con un paño, se pone encima el couscous frotándolo con las manos para
que esté bien suelto y los granos completamente separados. Se pone el colador sobre la olla sin
tocar la carne y se continúa cocinándola por unos 20 minutos. Se quita de la olla el colador con el
couscous. Se humedece con 1/2 taza de agua caliente con sal y se frota con los dedos separando
los granos. Se agregan a la olla la zanahoria, el nabo, los garbanzos y las pasas. Diez minutos
después se agregan la cebolla y el calabacín y se cocina 10 minutos. Se vuelve a poner el colador
con el couscous sobre la olla con la carne y se cocina por 10 ó 15 minutos más. En una bandeja y
usando un tenedor o un batidor de alambre, se mezclan inmediatamente el couscous todavía muy
caliente y el resto de la mantequilla, sin que se formen grumos. Se ponen encima las carnes y las
verduras, sin la salsa. Para llevar a la mesa, la salsa se llevará aparte y muy caliente para que
cada persona se la sirva a su gusto. Puede acompañarse, además, de salsa picante para
couscous.
Recomendaciones
• Las especias deben ser adquiridas en pequeñas cantidades y mantenidas en frascos muy bien
tapados pues pierden aroma con el tiempo
• Es mejor moler las especias, especialmente la pimienta, en el momento de usarlas. Así se
obtendrá su máximo aroma y gusto
• La pimienta blanca es de sabor más suave que la negra y es mejor, por ser menos visible, usarla
en las salsas blancas o de color claro
Flan o quesillo
Pocos ingredientes bastan para eleborar estos dos postres básicos. El flan es el más conocido en
el mundo, mientras que el quesillo es una versión criolla. No es fácil establecer si tienen o no
diferencias. Quizás para nosotros flan es el que sirven en los restaurantes o compramos
semipreparado en cajas, y quesillo, el que preparamos con ingredientes frescos en las casas, pero
aunque eso fuera cierto, no están claras las diferencias en su composición o en la manera de
hacerlo. En todo caso por ahora podemos decir que ambos son postres hechos a base de huevos,
azúcar, leche y algún gusto como limón, vainilla, frutas, etcétera preparados en moldes
acaramelados y desmoldados para ser servidos.
De acuerdo con Angel Rosenblat, no tiene diferencia y la palabra quesillo, es un venezolanismo
para nombrar el flan. Según el diccionario de la Real Academia Española, un flan es un postre que
se hace mezclando yemas de huevo, leche y azúcar, cocinado en baño de María en molde
cubierto de caramelo, sin embargo hoy día en España, se agregan claras de huevo al flan y aun al
tocino de cielo que teóricamente lleva sólo amarillas de huevo. Para los franceses el flan es
básicamente el equivalente del pie (pastel) de los ingleses, es decir un molde de pasta brisée
dulce o salada relleno con una crema a base de huevos que puede tener frutas, vegales, frutos de
mar, hígados de pollo, etcétera. Para ellos también secundariamente se llama flan lo que
propiamente se denomina "creme renversée", que es el equivalente a nuestro quesillo. Si se usan
pequeños moldes individuales de porcelana, denominados "rameqins" entonces son los "pots-de-
creme". Asimismo en Estados Unidos un flan es un pie o pastel que tiene una base o molde de
pasta brisée y relleno con una crema a base de huevos y otros ingredientes. Allí a nuestro flan o
quesillo se les denomina "caramel custard" que se hace horneado en baño de María.
En Italia se ha adoptado el nombre flan, en el mismo sentido que lo usan los franceses, aunque
recientemente, como ellos, comienzan a usar también el nombre flan para el postre que nosotros
llamamos flan o quesillo. La palabra flan deriva del latín medieval fladonem, es decir focaccia,
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parece que derivada a su vez de fladen estimológicamente conectado con el adjetivo italiano
"piatto" o plano, en inglés flat, lo que explicaría el uso de la palabra flan por los franceses,ingleses
e italianos para un pastel (pie) de pasta brisée relleno con una preparación a base de huevos. Sin
embargo hoy día en todas partes se admite también flan para un postre hecho a base de huevos,
leche y azúcar, en molde acaramelado, cocinado en baño de María y que se desmolda para
servirlo. Lo que nosotros denominamos con el venezolanismo quesillo. También en Francia e Italia
se usa a veces la palabra flan para un plato salado equivalente al pudín, que se puede desmoldar,
ejemplo de ello es el flan de berenjenas.
Volviendo a nuestros flan y quesillo, si queremos ser más precisos, especialmente en cuanto a
nuestras modalidades culinarias, agregaría que nuestro quesillo típico tradicional queda con
muchos agujeros en su interior, para lo cual deben utilizarse muchas claras, es decir, muchos
huevos enteros, lo que permite obtener los agujeros mencionados; que el flan es más compacto y
sería hecho con amarillas de huevo, leche y azúcar y con menos claras que el quesillo. Por último
para aclarar aún más, el tocinillo de cielo y nuestros huevos chimbos, serían a base de amarillas
de huevo, azúcar y agua, sin leche, aun cuando para facilitar su preparación se admiten una o dos
claras en la confección del tocinillo de cielo. Sobre el origen del venzolanismo quesillo, quizá se
deba a su forma y a los agujeros en su interior, lo que recuerda a nuestro típico queso blanco.
El tocino de cielo y los huevos chimbos
Paralelamente al quesillo y al flan, habría que citar el tocino de cielo y a nuestros huevos chimbos,
orgullo de la dulcería zuliana. Todos y se podrían citar muchos más, son postres que muestran la
versatilidad del huevo en la repostería, quizás, su ingrediente más importante. El tocino de cielo, lo
dice además el DRAE, es originalmente solamente a base de amarillas de huevo con azúcar y
agua en forma de almíbar, mezclados sin batir y cocinados generalmente al vapor, aunque la
receta de hoy tiene pequeñas diferencias en su composicion y en su preparación, admitiendo una
o dos claras y hecho en baño de María, que creo permiten que su confección se facilite sin que se
pierdan sus cualidades originales. Los huevos chimbos, hoy un poco olvidados, son hechos a su
vez, con amarillos de huevos muy batidos y cocinados en baño de María o al vapor resultando una
masa muy porosa que permite que al ser cocinados nuevamente en almíbar de agua y azúcar, el
almíbar penetre en el interior de la masa para que el final resulte ese postre maravilloso.
Huevos chimbos es un dulce en almíbar, que consiste en bolitas hechas con amarilla de huevo
batido cocinadas al vapor o en baño de María y después hervidas en un almíbar de agua y azúcar.
Para cocinarlos en baño de María se utilizan pequeños moldes, tacitas de café o las mismas
cáscaras de los huevos, utilizadas como moldes, en una olla o envase ancho y bajo, con un
colchón de paja u hojas secas de jojotos en el fondo y con unos 3 a 5 centímetros de altura de
agua. Sobre la paja se ponen los moldecitos a usar y todo cocina tapado. Puede usarse una olla
con fondo perforado sobre otra olla con agua, para cocinarlos al vapor.
Huevos chimbos
(8 a 10 porciones, 20 a 25 unidades)
Huevos:
• 12 amarillas de huevo • Mantequilla para engrasar los moldes
Almíbar:
• 3 tazas de agua • 2 tazas de azúcar • 1/4 cucharadita de esencia de vainilla • 3 cucharadas de
coñac o ron
Preparación
Flan
(8 a 10 porciones)
• 1 taza de azúcar • 1/2 taza de agua • 12 amarillas de huevo • 12 cucharadas de azúcar • 1 taza
de leche
Preparación
1. Se precalienta el horno a 400 grados. Se mete en el horno un envase con unos 3 a 4
centímetros de altura de agua hirviendo y más grande que el envase donde se va a hornear el
flan, para hacer un baño de María.
2. Sobre la hornilla se pone un molde de metal de 10 x 20 x 10 centímetros. En él se ponen el
agua y el azúcar para hacer un caramelo. Se lleva a un hervor y se cocina por 8 a 10 minutos
hasta que se tenga un caramelo oscuro. Una vez a punto se da vueltas al molde fuera del fuego
para extender el caramelo y formar una capa también por las paredes. Se ponen aparte.
3. En un envase y con batidor de alambre se mezclan bien los amarillos de huevo con el azúcar.
Se le añade la leche y la mezcla se vierte en el molde acaramelado. Se tapa con papel de
aluminio.
4. Se mete al molde dentro del envase que está en el horno, es decir, en baño de María y se
hornea por 1 hora, o hasta que al introducirle una aguja, esta salga seca. Se le quita el papel y se
continúa horneando por 5 minutos más.
5. Se saca el molde del horno. Se deja enfriar y se mete en la nevera hasta el día siguiente que se
saca volteando el molde sobre una bandeja. Si ha estado mucho tiempo en la nevera es posible
que al sacarlo quede caramelo adherido al molde, en ese caso se licua el caramelo rápidamente
poniendo el molde al fuego por unos momentos y se vierte sobre el flan en la bandeja.
Tocinillo de Cielo
(6 porciones)
• 1/2 taza de azúcar y 1/4 de taza de agua para acaramelar un molde de unos 18 centímetros de
diámetro • 10 amarillas de huevo • 2 huevos enteros • La piel de 1/2 limón • 3/4 de taza de azúcar •
1/2 taza de agua
Quesillo de leche
(12 a 14 porciones)
• 1 taza de azúcar • 1/4 de taza de agua • 1 limón • 12 huevos • La corteza rallada de un limón,
alrededor de 1/2 cucharadas • 4 tazas de leche • 1/2 kilo de azúcar • 1/2 cucharadita de esencia
de vainilla
Preparación
1. Se precalienta el horno a 400 grados
2. Se comienza por hacer un caramelo en un molde de metal de unos 18 centímetros de diámetro
por 10 centímetros de alto, donde se va a hacer el quesillo. Para esto se pone en el molde la taza
de azúcar y 1/4 de taza de agua. Se lleva a un hervor y se cocina por 6 a 8 minutos hasta que se
haga un caramelo oscuro, teniendo cuidado de que no se queme. Dándole vueltas al molde se
extiende, fuera del fuego, el caramelo por las paredes del molde y se pone aparte a enfriar.
3. Se mete en el horno, para hacer un baño de María, un envase llano y más grande que el molde,
con unos 5 centímetros de agua, que se lleva a un hervor, con limón. El limón es para que el
envase no ennegrezca.
4. En otro envase se ponen los huevos y la corteza del limón, se baten un poco con batidor de
alambre, se les agregan la leche, el azúcar y la esencia de vainilla y se continúa batiendo hasta
mezclar bien.
5. Se vierte la mezcla en el molde acaramelado. Se tapa el molde con papel de aluminio y se mete
en el horno dentro del envase más grande con el agua ya caliente. Se hornea por 55 minutos, se
destapa y se continúa horneando por 25 minutos más hasta que al introducirle una aguja, ésta
salga seca. Se deja 30 minutos en el horno apagado.
6. Se saca del horno. Se deja enfriar. Se mete en la nevera hasta el día siguiente que se saca y
después de 1/2 hora se desmolda en una bandeja llana pero con borde para contener el caramelo
que hay en el molde. Si ha estado mucho tiempo en la nevera es posible que al sacarlo quede
caramelo adherido al molde; en este caso se licua el caramelo poniendo el molde al fuego por
unos momentos y se vierte sobre el quesillo en la bandeja.
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Quesillo de chocolate
• 1 taza de azúcar y 1/4 de taza de agua para hacer el caramelo • 1 limón • 1 taza de agua • 120
gramos de chocolate semidulce • 8 huevos • 3 tazas de leche • 2 tazas de azúcar • 1/4 de
cucharadita de sal
Preparación
1. Se precalienta el horno a 400 grados
2. Se comienza por hacer un caramelo en un molde de metal de unos 18 centímetros de diámetro
y 10 centímetros de altura, donde se va a hacer el quesillo. Para esto se ponen el azúcar y el agua
en el molde. Se lleva a un hervor sobre la hornilla y se cocina por unos 7 a 8 minutos hasta que se
haga un caramelo oscuro, teniendo cuidado de que no se queme. Inmediatamente, fuera del
fuego, se extiende el caramelo, sobre las paredes dándoles vueltas al molde y se pone aparte.
3. En un envase más grande se ponen unos 5 centímetros de agua con el jugo de 1 limón y se
mete en el horno para hacer un baño de María. El limón es para que no se ennegrezca el envase.
4. En una olla se pone la taza de agua y el chocolate partido en trozos pequeños. Se cocina hasta
derretir completamente y se pone aparte a enfriar.
5. En un envase se ponen los huevos. Se baten con batidor de alambre. Se les mezcla la leche y
la taza de azúcar. Se le agrega el chocolate y se mezcla muy bien.
6. La mezcla se vierte en el molde acaramelado, se cubre el molde con papel de aluminio y se
mete dentro del envase que se tiene en el horno.
7. Se hornea por 1 1/2 hora, se le quita el papel de aluminio y destapado se hornea por 1/2 hora
más, o hasta que al introducirle una aguja, esta salga seca. Se apaga el horno y se deja el quesillo
en su interior por 20 minutos más.
8. Se saca del horno. Se deja enfriar y se mete en la nevera por 2 o 3 horas o hasta que esté
helado.
9. Para servirlo se voltea sobre una bandeja profunda para contener el caramelo. Si ha estado
mucho tiempo en la nevera es posible que al sacarlo quede caramelo adherido al molde, en este
caso se licua el caramelo poniendo el molde al fuego por unos momentos y se vierte sobre el
quesillo en la bandeja.
Recomendaciones
• Si se quiere un quesillo con muchos agujeritos, se debe batir vigorosamente la preparación con
un batidor de alambre, antes de verterla en el molde
Manjar de grapefruit
(6 a 8 porciones)
Preparación
1.– Se lavan y se secan los grapefruits. Se ralla la corteza verde y se pone aparte. Se saca el jugo
a los grapefruits. Se mezclan la corteza y el jugo y se dejan aparte por 15 minutos. Se cuela a
través de un colador muy fino de alambre o de un paño, para eliminar la corteza, exprimiendo al
final los sólidos contra las paredes del colador o torciendo el paño.
2.– En una olla se ponen al fuego, el jugo, el azúcar y la maicena y, revolviendo siempre, se lleva
a un hervor y se cocina por 5 a 8 minutos, desde que se pone al fuego, hasta engrosar y
despegarse de las paredes y del fondo de la olla. Se agrega el colorante, si se quiere, para darle
un color rosado y grapefruit.
3.– Se vierte en un molde de vidrio de unos 20 x 10 5 centímetros, se deja enfriar y se mete en la
nevera hasta endurecer completamente.
4.– Para servir se voltea el manjar sobre una bandeja.
• 2 cucharadas de mantequilla • 1/2 taza de azúcar, 8 cambures topochos bien maduros • 1 taza
de jugo de piña • 1/2 taza de cognac
Preparación
1.– Se precalienta el horno a 350 grados y se enmantequilla generosamente el fondo de un
envase de vidrio para hornear de unos 30 x 20 x 5 centímetros y se cubre luego con una capa de
azúcar utilizando 1/4 taza de azúcar.
2.–Se ponen encima los cambures pelados, sin hebras y con los extremos cortados. Se rocían y
cubren los topochos con el Ñ de azúcar restante. Finalmente se bañan con el jugo de piña
mezclado con el cognac.
3.–Se mete el envase en el horno y se hornea por 50 a 55 minutos. Se da vuelta a los cambures
en el envase y se continúa horneando por 25 a 30 minutos más.
Crema de guacucos
(6 porciones)
• 3 kilos de guacucos con sus conchas o 1 taza sin las conchas • 1 1/2 taza de agua • 4
cucharadas de mantequilla • 1/2 taza de cebolla picadita • 2 ramitas de tomillo fresco o 1/2
cucharadita si es seco, molido • 7 cucharadas de maicena • 1/4 de taza de vino blanco seco • 3
tazas de consomé de pescado • 3 cucharaditas de sal • 3/8 de cucharadita de pimienta blanca,
recién molida • 12 a 15 gotas de salsa picante • 1/3 de taza de crema liviana
Preparación
1.– Se lavan muy bien los guacucos bajo agua corriente.
2.– En una olla grande se ponen los guacucos con 1 1/2 taza de agua. Se lleva a un hervor y se
cocinan por 1 minuto o hasta que abran.
3.– Se cuelan sobre un envase a través de un colador de alambre. Se ponen aparte los guacucos
eliminando los que permanezcan cerrados.
4.– Se cuela el líquido obtenido a través de un colador de tela previamente humedecido. Se
obtiene alrededor de 3 tazas de líquido, o se completan las 3 tazas con agua. Se pone aparte.
5.– Se despegan los guacucos de sus conchas. Se eliminan las conchas y la carne se pone en un
colador de alambre para eliminarles la arena lavándose bajo agua corriente. Se ponen aparte. Se
obtiene alrededor de 1 taza.
6.– En una olla se pone la mantequilla a calentar. Se agregan la cebolla y el tomillo y se sofríen
hasta marchitar, unos 4 minutos.
7.– Fuera del fuego se le revuelve la maicena. Se vuelve al fuego y revolviendo bien se cocina 1 o
2 minutos hasta tener consistencia espesa.
8.– Se agrega el vino, se revuelve bien y se le agregan el consomé y el líquido que produjeron los
guacucos. Se lleva a un hervor y se cocina por 5 minutos.
9.– Se agrega la carne de los guacucos, alrededor de 1 taza, la sal, la pimienta y la salsa picante.
Se lleva nuevamente a un hervor y se cocina por 5 minutos más. Se apaga el fuego y se le agrega
inmediatamente la crema, revolviendo vigorosamente con batidor de alambre.
• 4 cucharadas de mantequilla • 1/4 de taza de zanahoria, 1/4 de taza de céleri y 1/2 taza de
cebolla, todo picadito muy finamente • 1 hoja de laurel o 1/8 de cucharadita si es seco, molido • 2 o
3 ramitas de tomillo o 1/4 de cucharadita si es seco, molido • 6 latas de moules al natural de 115
gramos, cada una • 4 cucharadas de mantequilla • 4 cucharadas de harina • 2 1/2 tazas de
consomé de pescado • 1/4 de taza de vino blanco seco • 1 cucharadita de jugo de limón • 3/8 de
cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1/2 cucharadita de sal • 2 cucharaditas de pasta
de tomate • 1 cucharada de perejil picado • 3 cucharadas de crema liviana.
• 1/2 kilo de frijolitos rojos • 17 tazas de agua • 3 plátanos maduros, pero todavía firmes, en ruedas
de 2 a 3 centímetros de espesor • 1/4 de taza de aceite • 1 taza de cebolla picadita • 1/2 pimentón
rojo rallado • 3 dientes de ajo machacados • 1/2 taza de tomate rallado, sin piel y sin semillas • 5
cucharaditas de sal • 1/4 de cucharadita de pimienta negra recién molida • 6 cucharadas de azúcar
• 2 cucharadas de aceite caliente (opcional).
Preparación
Se escogen y limpian bien los frijolitos, eliminando las impurezas y se lavan bien bajo agua. En
una olla grande se ponen a fuego fuerte el agua y los frijolitos. Se lleva a un hervor. Se tapa la olla
y se cocinan por 70 a 90 minutos o hasta ablandar. Se agregan los plátanos y se continúa
cocinando por 30 minutos más. Entretanto, en un caldero pequeño, se pone el 1/4 de taza de
aceite a calentar. Se le agregan la cebolla y los ajos y se cocinan hasta marchitar por unos 4
minutos. Se agregan el pimentón, el tomate, la sal y la pimienta y se cocinan por unos 7 minutos
más, o hasta secar un poco. Se agrega el sofrito a la olla, colándolo a través de un colador
introducido un poco en el caldo y apretando los sólidos contra las paredes del colador. Se cocina
10 minutos más. Se agrega el azúcar y en el momento de retirar la olla del fuego se le agregan, si
se quiere, las 2 cucharadas de aciete calentadas en una sartén.
• 1/2 kilo de lentejas • 13 tazas de agua. 1 cebolla cortada en dos • 1/2 kilo de costillitas de cochino
con poca grasa y cortadas en pedazos de unos 2 a 3 centímetros de largo • 1 limón • 1/4 de taza
de agua • 1/2 kilo de papas peladas y cortadas en trocitos • 5 cucharaditas de sal • 1/4 de
cucharadita de pimienta negra, recién molida • 2 cucharadas de azúcar.
Sofrito: • 1/3 de taza de aceite • 2/3 de taza de cebolla picadita • 3 dientes de ajo machacados •
1/2 taza de tomate picadito, sin piel y sin semilla • 1/4 de taza de pimentón rallado, sin piel y sin
semillas.
Preparación
Sobre una mesa se escogen las lentejas. Se lavan. Se ponen en una olla grande juanto al agua y
la cebolla. Se lleva a un hervor, se baja el fuego y se cocinan por 20 minutos o hasta ablandarse
un poco. Entretanto, se quita el exceso de grasa a las costillitas. Se frotan con limón y se lavan.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 133 27/03/2006
Se ponen en un caldero pequeño con 1/4 de taza de agua. Se cocinan a fuego fuerte revolviendo
hasta secar y se doran unos 10 a 15 minutos. Se agregan las costillitas a la olla. Se lleva a un
hervor y se continúa cocinando a fuego mediano por 30 minutos. Entretanto se prepara el sofrito
poniendo a calentar en un caldero pequeño el aceite. Se agregan la cebolla y el ajo. Se cocinan
hasta marchitar unos 5 minutos. Se agregan el tomate y el pimentón. Se lleva a un hervor y se
cocinan de 5 a 7 minutos. Se añaden el sofrito a la olla, sin colarlo. Se agregan también las papas,
la sal, la pimienta y el azúcar. Se lleva a un hervor y se continúa cocinando a fuego mediano por
20 minutos más o hasta engruesar un poco. Se saca la cebolla antes de servir.
Preparación
1.- En una olla se pone a hervir suficiente cantidad de agua, unas 12 a 14 tazas, con sal, unas 4
cucharaditas. Se lleva a un hervor. Se agregan los espaguetis, revolviéndolos y levantándolos
suavemente con un tenedor de cocina para separarlos y evitar que se peguen.
2.- Se lleva nuevamente a un hervor y se cocinan hasta que estén "al dente" unos 12 a 14
minutos.
3.- Antes de retirarlos del fuego se le agrega a la olla una taza de agua fría. Se escurren a través
de un colador y se vuelven a la olla seca que se colocará sobre la hornilla a fuego suavísimo.
4.- Por otra parte, en una sartén se ponen las 4 cucharadas de aceite y se fríen los dienes de ajo
hasta que estén dorados. Se eliminan los ajos.
5.- Se retira al sartén del fuego y se deja enfriar el aceite unos 50 a 60 grados, se agrega el
pimentón molido revolviendo rápidamente, se vierte de inmediato sobre los espaguetis y se
revuelven bien. Esta última operación se hace muy rápidamente para evitar que se queme el
pimentón.
6.- Se limpia la sartén y se le agregan las anchoas picaditas con su aceite y 2 cucharadas de
agua, se cocinan unos 5 minutos, hasta que se forme una salsa, la cual se revuelve también con
los espaguetis.
.- Se sirve inmediatamente.
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Risotto con aceite de tomate (sin mantequilla)
(4 porciones)
Preparación
1.- En una olla se pone el consomé con la sal para mantenerlo caliente sin llegar a hervir, mientras
se prepara el risotto.
2.-En una olla se ponen 2 cucharadas de aceite a calentar, se agrega el tomate, se cocina 3 a 4
minutos, se agregan la albahaca y el perejil y se continúa cocinando unos 6 a 7 minutos hasta
secar. Se pone aparte.
3.- En otra olla pesada y de paredes gruesas donde se preparará el risotto, se ponen 2
cucharadas de aceite a calentar, se agregan la cebolla, el tuétano y la pimienta y se cocinan hasta
marchitar, unos 4 minutos.
4.- Se agrega el arroz y se revuelve bien hasta estar brillante, 1 minuto. Se agrega el vino y se
cocina hasta que se consuma casi completamente, unos 2 minutos.
5.- Se comienza entonces a agregar gradualmente el consomé, alrededor de 1/2 taza cada vez
para esta cantidad de arroz. Al arroz no se le debe agregar mucho líquido a la vez y se debe
revolver constantemente, para que no quede sumergido nunca (no es una sopa) y debe rasparse
el fondo y las orilas constantemente para que no se pegue, pues puede quemarse. Se debe
agregar más consomé cuando haya sido completamente absorbido el que se agregó
anteriormente, unos 2 minutos cada vez. El tomate, que se tiene aparte, debe ser añadido, todo a
la vez, después de haber agregado completamente el consomé y revolver igualmente que con el
consomé. Se sabe que el risotto está a punto, cuando, al morder un grano, se siente cocido, pero
firme en su interior. El risotto estará en 25 minutos aproximadamente, contados desde que se
agregó el arroz. Debe presentar un aspecto cremoso, los granos separados entre sí, pero unidos
por una crema.
6.- Al apagar el fuego, se le revuelve el queso y se lleva de inmediato a la mesa donde cada uno
pueda, si lo desea, agregarle más queso.
• 1/2 kilo de espaguetis • 12 a 14 tazas de agua • 6 cucharaditas de sal • 1/2 taza de aceite • 12 a
15 dientes de ajo cortados en dos • 1 1/2 cucharada de pimentón rojo, seco, molido • 1/4 de
cucharadita de pimienta negra, recién molida. • Es imprescindible para el éxito de esta receta tener
todos los ingredientes a la mano desde el principio.
Preparación
1.- En una olla se pone a hervir suficiente cantidad de agua, unas 12 a 14 tazas con sal, unas 4
cucharaditas. Se lleva a un hervor y se agregan los espaguetis, revolviéndose y levantándolos
suavemente al comienzo con un tenedor de cocina, para evitar que se peguen.
2- Se lleva nuevamente a un hervor y se cocinan hasta que estén "al dente" unos 12 a 14 minutos.
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3.- Cuando estén listos se agrega 1 taza de agua fría, se escurren y se colocan en una bandeja
caliente o se vuelven a la olla seca, la cual se coloca sobre la hornilla a fuego suavísimo.
4.- Por otra parte en una sartén se calienta el aceite y en él se fríen los dientes de ajo hasta que
estén bien dorados. Se eliminan los ajos.
5.- Se retira la sartén del fuego y se deja enfriar ligeramente, menos de 1 minuto. Se agrega el
pimentón molido, revolviendo rápidamente, se vierte de inmediato sobre los espaguetis y se
revuelven bien.
Ensalada de céleri
(6 porciones)
• 1/2 kilo, unas 4 tazas de la parte blanca del céleri, picado en trozos de 2 a 3 centímetros de largo
• 1/4 de taza de aceite • 2 o 3 dientes de ajo cortados en dos • 1 cucharadita de sal
Preparación
1.- Se lavan y se le quitan las hojas al céleri y los tallos se cortan en trozos de unos 2 a 3
centímetros de largo. No se pelan.
2.- Se le agregan el aceite, el ajo y la sal. Se deja por 1 hora revolviendo de vez en cuando.
3.- Cuando se va a servir se eliminan los ajos y se revuelve bien.
Ensalada de cebolla
(6 porciones)
• 1/2 kilo de cebollas muy pequeñas, de 30 a 35 cebollitas, peladas y enteras • 3 tazas de agua • 2
cucharaditas de sal • 1/4 taza de aceite • 1/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida •
3/4 cucharadita sal
Preparación
1.- Se pelan y se lavan las cebollas.
2.- Se ponen en una olla con el agua y las 2 cucharaditas de sal. Se lleva a un hervor y se cocinan
por 20 minutos o hasta que estén cocidas y se puedan atravesar con una aguja, pero que estén
todavía firmes. Se escurren.
3.- En un envase se mezclan el aceite, la pimienta y el resto de la sal. Se agregan las cebollitas
todavía tibias y se revuelven bien.
4.- Se mete la ensalada en la nevera por 2 o 3 horas. Unos 20 minutos antes de servirla se saca
de la nevera y se revuelve bien.
Pulpo a la gallega
(6 a 8 porciones)
• 1 pulpo de 1 1/2 a 2 kilos • Limón • 16 tazas de agua • sal • Pimentón rojo, seco, molido
• Ají seco, molido, (opcional) • Aceite de oliva
Preparación
1.- Se lava y se limpia el pulpo, para ello se les arranca la parte dura o pico con un orificio que
tienen en su parte inferior, entre los tentáculos. Se les voltea el cuerpo o bolsa y se le elimina todo
su interior y las vísceras. Se le elimina los ojos y la arena que todavía puede tener en las
ventosas. Se enjuaga en agua con limón y luego bajo agua corriente.
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2.- En un olla grande se pone el agua a calentar. (En Galicia utilizan ollas de cobre o introducen
algunas monedas de cobre en la olla). Se lleva a un hervor y, para que quede rosado, se agarra el
pulpo por la bolsa y se mete y se saca en el agua hirviendo por 4 o 5 veces sucesivas. Finalmente
se deja en la olla, se tapa y se cocina a fuego mediano hasta ablandar, unos 30 o 40 minutos.
3.- Se saca el pulpo de la olla, se pone sobre una tabla y, con una tijera o con un cuchillo, se corta
cada tentáculo en pedazos de unos 2 centímetros. Se ponen en una bandeja y se les agrega sal,
pimentón rojo, seco, molido, ají seco, molido (opcional) y aceite de oliva. Se revuelve y se sirve.
Consejos
• Cuando se refrigera el aceite se pone turbio y más espeso. En ese caso se debe dejar un rato a
temperatura ambiente o poner su envase en otro con agua muy caliente por unos 10 minutos,
dándole vuelta de vez en cuando
• Evítese usar aceite que haya comenzado a ponerse rancio, pues puede arruinar la preparación.
El "punto de humo" de un aceite es la temperatura hasta la cual puede llegar sin producir humo.
Procure que el aceite para freír no llegue a producir humo
• Evítese botar aceites y grasas, por los desagües. Recójalo en un envase con tapa y bótenselos
bien cerrados en la basura, a menos que se tengan trampas de grasa que deben limpiarse con
frecuencia
La hallaca
Las hallacas no deben faltar en la mesa navideña de los venezolanos, porque esta es nuestra más
suculenta tradición decembrina. Este año los costos de su preparación apenas superan 443
bolívares por unidad, elaboración que incluye todos los ingredientes que se utilizan
tradicionalmente, desde el guiso hasta las almedras. Como uno de nuestros símbolos patrios,
nada une más, espiritualmente y de hecho, a los venezolanos que una hallaca, aun cuando los
separe el convencimiento de que la mejor hallaca para cada uno es la de su mamá. Es el plato
más prominente y más típico de la cocina y de la mesa del venezolano. Resultado de una gran
sabiduría culinaria y gastronómica, no de casualidades sucesivas como muchos lo piensan ante la
incertidumbre y frustración de no poder identificar su origen concreto, sino atenerse a hipótesis. Si
la analizamos hoy es, sin duda, el producto de la incorporación progresiva de la cocina y de los
ingredientes europeos a un bollo de masa de maíz envuelto en hojas de cambur, típico de la
cocina indígena, con la sazón fuerte y robusta de la cocina negra. Todos estamos presentes en la
hallaca. Cada uno la ve como suya propia.
Tan importante es la hallaca que a pesar de que la presencia de la gastronomía, de un plato
específico para una fiesta determinada, no sea muy frecuente entre nosotros, la hallaca está
indisolublemente unida a las fiestas más importantes para nosotros: la Navidad y el Año Nuevo y
además es ecuménica pues también en esas fechas forma parte también del menú de las
comunidades que profesan otras religiones diferentes a la católica y aún más, comer la hallaca por
primera vez y repetirla hasta que sea aceptada plenamente, con placer, es la prueba más
importante de amor por esta tierra que un compatriota nacido en otras tierras nos puede ofrecer y
que puede pedirse a sí mismo.
Tradición familiar
La hallaca es un plato que debe hacerse en etapas y que requiere un determinado orden en su
ejecución, mucho tiempo y trabajo, una mesa de trabajo amplia y preferiblemente la colaboración
de varias personas. Primero se necesita disponer de una pequeña cantidad de masa de maíz que
se necesitará agregar al guiso para espesarlo o "cuajarlo". Luego y, casi al mismo tiempo,
preparar el guiso o relleno, y obtener la manteca para utilizar en la preparación de la masa y para
engrasar las hojas. También alistar los adornos. El guiso se debe dejar reposar a (temperatura
ambiente) hasta enfriar completamente para proceder al "llenado" o preparación propiamente y
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 139 27/03/2006
amarrado de las hallacas, para proceder de seguidas a cocinarlas en agua con sal y después de
un apropiado reposo para las hallacas, terminar con una de las experiencias gastronómicas más
maravillosas que se pueda disfrutar como cuando la excelencia está presente en la hallaca
Se limpia el cochino. Se frota con limón. Se enjuaga bajo agua corriente y se pone al fuego
conjuntamente con el tocino que se va a usar como adorno, con suficiente agua que los cubra. Se
lleva a un hervor y se cocina de 7 a 8 minutos. El cochino debe quedar rosado. Se apaga el fuego.
Se deja enfriar, se aparta el tocino. El cochino se corta en pedazos de unos 3 centímetros,
quitándole la grasa o cualquier otra parte desechable que todavía tenga. Se pone aparte. Se
desecha el líquido.
Se limpian las gallinas. Se frotan con limón y se lavan bien. Se pone cada gallina en una olla de
presión grande con 4 a 5 tazas de agua. Se llevan a un hervor y se cocinan por 35 minutos o
hasta que ablanden, pero no demasiado. Se apaga el fuego. Se deja reposar unos 10 minutos. Se
sacan de la olla y se dejan enfriar. Se les elimina la piel. La carne se corta o desmenuza en
pedazos. El caldo que resulta del cocimiento de las gallinas se deja enfriar y se guarda en la
nevera para usarlo en la preparación del guiso y de la masa. En una olla grande preferiblemente
de acero inoxidable, se ponen el aceite, la cebolla, el ajo porro, el cebollín, y el ajo triturado con las
alcaparras. Se lleva todo a un hervor y se cocina por unos 15 minutos, hasta marchitar. Se
agregan el pimentón, el tomate, el ají dulce, la salsa picante, los encurtidos, el vino, el vinagre, la
salsa inglesa, el papelón, el pimentón seco, el ají seco, la pimienta, la sal, las 2 tazas de caldo y la
mostaza. Se lleva a un hervor y se cocina por unos 10 minutos. Se agrega el cochino. Se lleva a
un hervor y se cocina por unos 40 minutos.
Se agrega la gallina. Se lleva a un hervor y se cocina de 30 a 40 minutos, revolviendo de vez en
cuando. Se corrige la sazón, que debe ser muy fuerte. Se tritura finamente la masa con 1 1/2 taza
de caldo y se agrega a la olla, para engruesar o cuajar el guiso. Se baja del fuego y revolviendo
suavemente, se cocina a fuego lento por 30 minutos más o hasta que el guiso espese, quedando
con poco líquido sobre la superficie, de 1 a 2 centímetros. Se tapa la olla con un paño no muy
tupido y sin que quede demasiado tapado se deja enfriar en un lugar fresco hasta el día siguiente,
cuando se van a llenar las hallacas.
Masa.
5 tazas de manteca de cochino • 5 kilogramos de masa de maíz • 3 tazas del caldo donde se
cocinaron las gallinas • 5 cucharadas de sal • 6 cucharadas de semilla de onoto.
Se precalienta el horno a 350 grados. Se untan los pimentones con el aceite. Se meten en el
horno y se hornean por 50 minutos o hasta que comiencen a dorar. Se sacan del horno. Se
colocan sobre un paño húmedo. Se envuelven y al enfriar se les quita la piel y las semillas y se
cortan en tiritas de 1 centímetro de ancho. El tocino, ya cocido, se corta en tiritas delgadas de 4 a
5 centímetros de largo. Se quita la piel a las almendras. Se pelan las cebollas. Se cortan en
ruedas delgadas. Las alcaparras y aceitunas se escurren. Los encurtidos se escurren y se cortan
en pedazos pequeños. Todos los adornos se ponen separados, aparte.
7 kilos de hojas de cambur para hallacas • 1 taza de manteca de cochino coloreada con onoto •
pabilo para amarrar las hallacas • agua y sal para cocinarlas. Se pican las hojas clasificándolas en
tres grupos de acuerdo al tamaño. Las de unos 40 x 30 centímetros se usarán para la parte
inferior y también, sin masa, para hacer a la hallaca una envoltura de protección contra el agua.
Las de unos 20 x 25 centímetros para la parte superior o tapas y las de unos 10 a 15 centímetros
de ancho por el largo que da la hoja transversalmente, para las fajas o envoltura final de las
hallacas. Las hojas deben lavarse con agua y secarse bien. Las hojas deben engrasarse antes de
extenderles la masa, para ello se usa la manteca coloreada con onoto, con un pañito que se moja
en la manteca. Las fajas o cubiertas finales no se engrasan. Se pone una hoja ya engrasada sobre
una mesa. En el centro se le coloca una bola de masa de unos 5 a 7 centímetros de diámetro y
encima un pedazo de plástico grueso y más o menos del tamaño de la hoja. Se aplasta
fuertemente con una tabla como las usadas en cocina y al hacer presión con las palmas de las
manos se le da a la tabla un pequeño movimiento circular hacia cada lado para que la masa
quede muy delgada. Igual se hace con las tapas pero usando menos masa. Las hojas con masa
se van colocando aparte.
Sin esperar mucho, se pone una hoja con masa sobre un plato llano, y con un cucharón pequeño
se vierte en el centro de la masa alrededor de 1/2 taza de guiso ya frío. Encima se colocan los
adornos: 3 ruedas de cebolla, 2 tiritas de pimentón, 2 tiritas de tocino, 2 aceitunas, 2 almendras, 4
a 6 alcaparras, 6 a 8 pasas y 4 a 6 pedacitos de encurtidos en vinagre. Se tapa con una hoja más
pequeña también con masa. Con los dedos se presiona por las orillas del relleno para pegar las
dos capas de masa. Se doblan sucesivamente los dos lados de la hoja hacia arriba y los dos
extremos también hacia arriba. Se envuelve nuevamente con la hoja grande, sin masa, y luego se
envuelven con una faja. Se aprieta con cuidado y se amarra con pabilo cruzándolo 3 veces en
cada dirección. Se debe terminar siempre en el centro para que el amarrado quede más seguro. Si
alguna de las hojas se rompe debe protegerse la hallaca con otra hoja extra antes de ponerle la
faja y amarrarla, con el objeto que no le entre agua al cocinarla. Se meten con cuidado en una olla
con agua hirviendo con sal de manera que queden cubiertas. Se les colocan por encima unos
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pedazos de hoja para mantenerlas sumergidas, se tapa la olla, se lleva nuevamente a un hervor y
se hierven tapadas durante 1 hora. Se sacan y se colocan sobre una mesa, ligeramente inclinadas
para que escurran. Se dejan enfriar bien y se meten en la nevera donde se conservan hasta por 4
semanas, sin embargo después de la tercera semana adquiere mucho sabor de la hoja.
Cuando se van a servir, se calientan previamente en agua hirviendo con sal o en el horno envuelta
cada una en papel de aluminio. Para servirlas, se desatan, se les quita la faja y la camisa, se
colocan en una tabla con las puntas dobladas hacia abajo y se cortan las hojas por los bordes con
una hojilla. Se elimina el pedazo de hoja cortado y se dejan sobre el resto de la hoja en cada plato
que va a la mesa.
Para preparar el plato navideño sin problemas
•Es difícil economizar tiempo y trabajo cuando de hallacas se trata. Algunos cocinan el aliño con
anticipación y lo congelan.Cuando van a hacer las hallacas, lo llevan al fuego hasta hervir y
continúan la elaboración del guiso agregando las carnes ya semicocinadas, hasta terminar.
•Los adornos pueden prepararse el día anterior. Asimismo la masa, condimentada o no,
uardándola en la nevera cubierta con un paño húmedo, siendo recomendable pasarla por la
máquina de moler maíz antes de hacer las hallacas.
•Las carnes deben cortarse en trozos no muy pequeños y semi-cocinarlas antes de agregarlas al
guiso. Deben quedar rosadas para que no se desbaraten durante la preparación del guiso, que
después de agregado el cuajo, debe revolverse, para evitar que se pegue y probarse con
regularidad, recordando que su sazón final debe ser fuerte.
•Para cocinar el guiso lo mejor es usar ollas de acero inoxidable. No debe meterse en la nevera
antes de que haya enfriado para evitar que se descomponga y se ponga "piche".
Hervido o sancocho
Descendiente del cocido español, pero naturalizado venezolano de pura cepa al agregársele los
tubérculos que produce nuestra tierra, es uno de los más sustanciosos y reconfortables de
nuestros platos que, sin duda, puede constituir un manjar único y al mismo tiempo satisfacer
plenamente al más glotón y al gourmet más exigente. Es un plato estrella de nuestra cocina. El
sancocho o hervido ha sido incorrectamente llamado salcocho por algunos que han pretendido así
refinarlo. El sabio filólogo Angel Rosenblat dejó claro en su magistral obra "Buenas y Malas
Palabras" que por sus raíces y antecedentes históricos y geográficos, se debe decir sancocho y no
salcocho la forma correcta del llamado. En algunas partes de nuestro país se dice hervido, en
otras sancocho, pero esta última expresión se usa en toda Venezuela, preferiblemente para
designar el almuerzo informal, festivo, familiar o no, donde se servirá el sancocho, como plato
único, generalmente en sábado o domingo. El sancocho o hervido ha perdido, lastimosamente,
algo de su popularidad y ya no es algo por lo que los jóvenes muestran tanto entusiasmo como
antes, no está ya tan de moda.
Desde el punto de vista nutricional es un excelente plato, muy equilibrado, en general bajo en
colesterol y calorías. A base de alguna carne y verduras, especialmente tubérculos, hay varios
diferentes: de gallina, de pescado, de carne de res, de chivo, de pato, de guacharaca, etcétera, y
en algunas partes cruzado; así se llama cuando es de gallina y de carne de res mezcladas y
también con pescado. Las características más evidentes de nuestro hervido o sancocho son, por
una parte, que los tubérculos y verduras se cocinan y se presentan a la mesa enteros o en trozos
más bien grandes y que los vegetales y el caldo se sirven separados, a diferencia del hervido
picado, en el que todo se cocina junto en pedazos pequeños y así se presenta como sopa. Las
expresiones populares, "más duro que sancocho de pato" o de guacharaca, son de las más
representativas del hablar venezolano.
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Así como el cocido español tiene diferencias marcadas de acuerdo a la región, así mismo en
Venezuela cada sancocho o hervido es casi una versión exclusiva e individual, inclusive por la
manera como en cada casa se hace y se come; algunos le agregan en el plato picante o salsas
especiales o aguacate, para hacerlo aún más sustancioso. En casi todas las cocinas del mundo
hay platos similares, pues es un proceso básico de cocina. Lo que al venezolano lo hace diferente
son los condimentos usados y la combinación de verduras fertilizadas. Por eso es difícil dar una
versión nacional, aun cuando en cualquier caso es un gran plato. Así lo demuestra la receta de
hervido de pescado que presentamos, que era típico del litoral central, hoy un poco transformado y
que, descrito en el texto, no fue la receta que finalmente apareció en nuestra página dedicada a la
cuaresma gastronómica. Hoy reparamos esa falta. Es en realidad un sancocho básico, que puede
modificarse de acuerdo al tipo, a la región y al gusto de cada uno, como podrá leerse en la parte
titulada variaciones regionales, que aparece en esta misma página. En general, a partir de las
verduras que se utilizan para el hervido de pescado, se le agregan además otras verduras para el
de gallina y otras más para el de carne.
Cuando no conocíamos la inflación, el sancocho o hervido de gallina era a la vez el plato de más
prosapia y el más democrático, era un plato de lujo y estaba al alcance de todos, era la receta
obligada de un buen almuerzo venezolano o para un almuerzo festivo e informal, en el que un
plato único dejaba contentos a todos. Cuando nuestras gallinas eran todas picatierras y no
utilizábamos la olla de presión y el colesterol no nos preocupaba, el perfume, el sabor y los bellos
lunares dorados de grasa en la superficie del caldo de hervido eran fáciles de obtener. Hoy hay
más que sazonar más cuidadosamente y nos cuidamos de que desaparezca la grasa. En todo
caso, el hervido o sancocho, como querramos llamarlo, es un plato espectacular que, si bien por la
crisis se ha alejado de muchas mesas, vale la pena conservar como uno de los grandes aciertos
de nuestra cocina, aun con las variaciones que cada región le haga.
Variaciones regionales
Aunque parezca contradictorio el sancocho o el hervido, es uno de nuestros platos más comunes
y al mismo tiempo con más diferencias regionales. Ramón David León en su obra Geografía
Gastronómica Venezolana, distingue tres sancochos o hervidos: el sancocho margariteño, el
hervido barcelonés, el sancocho de gallina, sin contar el corbullón y otras sopas que son cercanas
al sancocho. Si comparamos sin ahondar demasiado, podemos encontrar ciertas características.
La primera de ellas es el orden de cocimiento. En el caso del sancocho de gallina y de carne, las
carnes se cocinan primero con sus aliños hasta estar semiblandas, agregando entonces las
verduras para que todo esté a punto al mismo tiempo. En el caso del pescado es al revés ya que
estará listo en menos tiempo que las verduras. En el litoral central y Caracas: se denomina
hervido. Se usa pargo para el de pescado, el mero es de introducción reciente. Como verduras se
emplean: papa, apio, yuca, mapuey y batata. Como condimentos: ajo porro, cebollín, ajo, cebolla,
laurel, perejil, cilantro y hierbabuena. Para el de gallina también se agregan auyama, repollo, jojoto
y eventualmente zanahoria. Al de carne se agregan además el ocumo y el ñame y eventualmente
el plátano pintón. A veces se le agrega un sofrito con tomate.
En Oriente: se denomina sancocho. No se agregan papas, pues dicen que le quita el sabor, en
cambio el ocumo es esencial y se utilizan además ñame, yuca, auyama y plátano o cambur
topocho verde. Se agrega mapuey cuando lo hay. Como condimentos: el culantro o cilantro de
monte, asímismo el ají dulce en abundancia y la escalonia o chalota, que se agrega con la cebolla
picaditas y el ajo. No se añade sofrito. En Barlovento: se denomina hervido al plato y sancocho a
la celebración, y extrañamente, no es muy frecuente el hervido de pescado, salvo en las
vecindades del mar. Poco usan la batata y la papa, sí utilizan ocumo, ñame, mapuey, yuca,
topocho verde, culantro y ají dulce. Lo comen con casabe, salvo en las partes vecinas al mar,
tampoco el de gallina. En Lara: se denomina hervido, sancocho tiene una connotación festiva. Allí
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no es usual el cruzado, ni el de pescado, y el más frecuente es de gallina. Se agrega sofrito al de
carne y en general se utilizan los mismos condimentos y verduras que en Caracas.
En Margarita: se denomina hervido el de gallina y sancocho el de pescado y el de carne. Todos se
condimentan con mucho ají dulce, picante, cilantro, etc. En el sancocho de pescado utilizan mero,
pargo, sardina o carite, a veces los mezclan y utilizan ocumo, auyama y topocho verde muy tierno.
Al de gallina le ponen apio, yuca, ocumo, ñame, quimbombó, pepinillo criollo, repollo, auyama,
condimentando además con hierbabuena. En Apure se denomina sancocho. Se preparan de
gallina, de hueso (carne) y cruzado. En todos los casos se cocinan las carnes con sal y cebolla, al
ablandar se agregan ocumo, yuca, auyama y topocho verde y al final los aliños verdes: ají dulce,
culantro de monte, cebollín y cebolla. Se acompaña con casabe.
En el Zulia se denomina sancocho y los más usuales son el de pescado y el de carne. El primero
con el pescado llamado allí armadillo (corroncho), yuca, papa y plátano verde, ají dulce; al de
carne le agregan auyama, repollo. Se utiliza el cilantro y se les agrega sofrito con cebolla y tomate.
En los Andes se denomina sancocho. Se hace con carne de costilla o de pecho con papa, apio,
auyama, yuca, ñame, ocumo y plátano verde. Se condimenta con cilantro y hierbabuena. El de
gallina con papa, yuca, apio, cilantro y hierbabuena. En Bolívar se denomina sancocho. Para el de
pescado se utilizan curbinata, coporo o pescado salado, morocoto especialmente con ocumo,
auyama, yuca. Al de gallina le agregan apio, ñame, jojoto y batata y al de carne ocumo chino y
topocho verde.
28 tazas de agua • 2 kilos de pecho de res • 1/2 kilo de largarto con hueso de res; la parte blanca y
algo de lo verde de 1 ajo porro grande • 2 cebollas grandes • 1 zanahoria mediana • 4 ramas de
céleri • 12 granos de pimienta negra • 1 pedazo de 1/2 kilo de repollo • 1/2 kilo de yuca • 1
zanahoria • 1 kilo de papas • 1/2 kilo de apio • 1/4 de kilo de ocumo • 1/2 kilo de batata • 3 jojotos •
1/2 kilo de mapuey • 1/2 kilo de ñame • 1/2 cucharadita de pimienta negra, recién molida • 3
cucharadas de sal • 1 pedazo de auyama de 1/4 de kilo • 1 rama de cilantro • 1 ramita de
hierbabuena (Las verduras deben ser enteras o en pedazos grandes, peladas y lavadas).
Sofrito, opcional
• Tres cucharadas de aceite • 1/2 taza de cebolla rallada • 2 o 3 dientes de ajo machacados
• 1/4 de pimentón rojo rallado, sin venas y sin semillas • 1/2 taza de tomate rallado, sin piel y sin
semilla • 1/2 taza del caldo de la olla
Preparación
1. En una olla grande se ponen el agua las carnes a las que se les ha quitado el exceso de grasa,
el ajo porro, las cebollas, la zanahoria, el célerí y los granos de pimienta. Se lleva a un hervor y se
cocina por 1 1/2 hora, quitándole al hervir la espuma que se forma en la superficie.
2. Se saca la carne, se eliminan las legumbres colando el caldo a través de un colador.
3. Se vuelven el caldo y la carne a la olla, que ha sido lavada para eliminarle la grasa y partículas
adheridas. Se lleva a un hervor y se le agregan todas las verduras excepto la auyama, se agregan
la pimienta y la sal y se cocina hasta ablandar las verduras, pero todavía firmes, alrededor de 1
hora. La auyama se agrega 1/2 hora después de las otras verduras. Unos 2 minutos antes de
apagar el fuego se agregan el cilantro y la yerbabuena que se sacan de la olla después de dejarla
reposar 10 minutos antes de servir.
4. Si se quiere con sofrito, que no es lo usual, se prepara éste poniendo el aceite a calentar en un
caldero pequeño y agregando la cebolla y el ajo que se fríen hasta amortiguar, unos 5 minutos. Se
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le agregan el pimentón y el tomate. Se cocina 8 a 10 minutos. Se le agrega 1/2 taza del caldo de
la olla, se baja el fuego y se cocina unos 10 minutos más. Se agrega este sofrito a la olla,
pasándolo a través de un colador de alambre ligeramente sumergido en el caldo y exprimiendo los
sólidos con una cuchara de madera contra las paredes del colador para sacarles todo el jugo. Se
agrega 15 minutos antes de terminar el cocimiento del hervido, punto (3). Se sirven las verduras y
carnes en una bandeja y el caldo aparte y cada persona se sirve todo junto en plato de sopa.
Algunos lo acompañan de salsa guasacaca, ajicero, mojo, o salsa clara de tomate. Véanse
recetas.
• Dos kilos de pargo o mero en ruedas de 4 a 5 centímetros de grueso • 1 kilo de cabeza del
mismo pescado en trozos • 1 limón • 1 1/2 cucharada de sal para adobar el pescado • 20 tasas de
agua • 3 hojas de culantro • 1 ajo porro grande cortado a lo largo en dos • 1 tallo de céleri • 1
cebolla grande pelada y cortada en dos • 1 pimentón, sin semillas • 2 a 3 ajíes dulces, sin semillas
• 10 a 12 dientes de ajo machacado • 1/2 kilo de mapuey • 1/2 kilo de apio • 1/2 kilo de yuca • 1/2
kilo de papas • 1/2 kilo de batatas • 2 1/2 a 3 cucharadas de sal • 1/2 cucharadita de pimienta
negra, recién molida • 7 u 8 ramitas de cilantro • 2 cucharadas de aceite, opcional (Las verduras
peladas y enteras o en pedazos grandes).
Preparación
1. Se frota el pescado con limón. Se enjuaga.
2. En una bandeja se ponen las ruedas de pescado a las que se les frota 1 1/2 cucharada de sal.
3. Se pelan y lavan las verduras, dejándolas enteras o en pedazos grandes.
4. En una olla grande se ponen el agua, el culantro, el ajoporro, el céleri, la cebolla, el pimentón, el
ají, el ajo, el mapuey, el apio, la yuca y la papa. La batata se cocina aparte en agua con sal y si se
tiene, algún pedazo de cabeza de pescado. Se lleva a un hervor, se agrega la cabeza de pescado
y se cocina por 25 a 30 minutos.
5. Se agregan las ruedas de pescado a la olla, poniéndolas encima de la verdura y sin revolver. Se
agregan 2 cucharadas de sal y la pimienta. Se lleva de nuevo a un hervor y se cocina unos 12 a
15 minutos o hasta que el pescado esté cocido, pero firme.
6. Se le agrega el cilantro y las 2 cucharadas de aceite. Se cocina por 1 o 2 minutos, se apaga y
se elimina el cilantro.
7. En una bandeja se ponen el mapuey, el apio, la yuca, la papa, la batata y el pescado.
8. Se cuela el caldo por un colador de alambre y se lleva aparte a la mesa.
9. Se sirve todo junto en plato de sopa, el mojo isleño, que es un excelente acompañamiento o
aderezo para los hervidos de pescado.
• Tres cuartos de kilo de carne de pecho de res • 3/4 de kilo de costilla de res, en pedazos
• 1/2 gallina, 1 kilo • 1 limón • 34 tazas de agua • Lo blanco de 2 ajo porros con algo de lo verde • 2
cebollas grandes • 400 gramos, cortadas en dos • 4 tallos de céleri con algo de las hojas • 10
gramos de pimienta negra • 1 hoja de laurel • Lo blanco de 2 cebollines con algo de lo verde • 1
cabeza de ajo pequeña • Un trozo de 1/2 kilo de repollo • 3/4 de kilo de batata • 3/4 de kilo de apio
• 1 kilo de papas • 1 1/4 kilo de yuca o 1 kilo ya pelada • 4 jojotos pelados y en pedazos (mazorcas
Preparación
1. Se limpia y se lava la carne. Se escurre. Se limpia la gallina, se le quita el exceso de grasa y las
glándulas que tiene en la parte posterior. Se frota con limón. Se enjuaga.
2. Se pelan y se lavan cuidadosamente los vegetales. Los tubérculos se ponen en agua para que
no se ennegrezcan.
3. En una olla grande se ponen al fuego el agua, las carnes, el ajo porro, la cebolla, el céleri, la
pimienta, el laurel, el cebollín y el ajo. Se tapa, se lleva a un hervor y se cocina por 2 horas.
4. Se agregan el resto de los vegetales, la sal y el ají dulce y se cocina hasta que los vegetales
ablanden, unos 30 minutos. Unos 5 minutos antes de retirarlo del fuego se agregan a la olla el
cilantro y la hierbabuena que se eliminan luego.
Hervido de gallina
(8 porciones)
• 1 gallina de 2 1/2 kilos aproximadamente, ya limpia • 1 limón partido en dos • 1/2 kilo de lagarto
con hueso, de res • 24 tazas de agua fría; la parte blanca y algo de lo verde de 2 ajo porros
grandes, cortados longitudinalmente en dos • 2 cebollas grandes cortadas en dos • 1/2 kilo; 2
ramas de céleri • 2 ramitas de perejil • 1/2 kilo de yuca • 1/2 kilo de papas • 1/2 kilo de batatas • 1/2
kilo de apio/ 3 jojotos grandes • 1/2 kilo de repollo • 8 dientes de ajo machacados • 2 cucharadas
de sal • 1/2 cucharadita de pimienta negra, recién molida
• 2 ramitas de yerbabuena • 4 ramitas de cilantro (Las verduras deben ser enteras o en pedazos
grandes, peladas y lavadas).
Preparación
1. Se limpia y corta la gallina en presas, eliminándole el exceso de grasa especialmente en la
parte posterior. Se frota con el limón. Se lava y se escurre. Se limpia la carne de res.
2. En una olla grande se pone al fuego el agua, con los ajo porros, la cebolla, el céleri y el perejil.
Se lleva todo a un hervor. Se agrega la gallina y se deja hervir por 1 1/2 hora o hasta que la carne
está blanda eliminando la espuma que se forma. Se eliminan el ajoporro, la cebolla, el céleri y el
perejil.
3. Se agregan las verduras en pedazos grandes o enteras, menos la batata que se cocina aparte
en agua con sal, para agregarla al final a la olla o en el plato, el ajo, la sal y la pimienta. Se lleva a
un hervor y se hierve a fuego fuerte por unos 30 minutos o hasta ablandar las verduras. En el
momento de apagar el fuego se le agrega un atado compuesto de 2 ramitas de yerbabuena y 4 de
cilantro, que se elimina antes de servir.
4. Se pasan las verduras y la gallina a una bandeja. Se cuela el caldo a través de un colador de
tela previamente humedecido y se llevan aparte a la mesa, donde cada persona se sirve todo
junto en plato de sopa.
• 1 pollo de 1 1/2 a 2 kilos • 1 limón • 2 cdas. de aceite • 2 cdtas. de sal • 1/4 de cdta. de pimienta,
molida • 4 dientes de ajo machacados • 1 cdta. de salsa inglesa Worcestershire • 1/2 taza de
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aceite para freír • 1 cebolla grande, picadita • 3 cdas. de escalonia, picadita • 1/2 taza de lo blanco
de cebollín, picadito • 1 pimentón grande picadito, sin venas y sin semillas • 3 ajíes dulces
picaditos, sin semillas • 30 hebras de azafrán o 1/2 cdta., molido • 1/2 taza de vino blanco, seco • 1
rama de orégano o 1/8 de cdta., si es seco, molido • 2 ramitas de tomillo o 1/8 de cdta., si es seco,
molido • 2 tazas de arroz • 2 cdtas. de sal • 6 tazas de consomé de pollo o de consomé de carne o
de agua, hirviendo
Preparación:
Se limpia y se lava el pollo. Se corta en pedazos pequeños. Se frota con limón. Se enjuaga en
agua corriente. Se seca. e prepara un adobo mezclando el aceite, la sal, la pimienta, el ajo y la
salsa inglesa. Se frota el pollo con el adobo y se deja aparte por 1/2 hora. En un caldero se pone
el aceite a calentar. Se agrega el pollo con el adobo y se cocina hasta dorar, unos 30 minutos en
total. Se saca el pollo de la olla y se pone aparte. Se agregan la cebolla, la escalonia y el cebollín,
se cocina unos 4 minutos. Se agregan el pimentón, el ají dulce y el azafrán, se cocina unos 4
minutos. Se agrega nuevamente el pollo y el vino. Se agregan el orégano, el tomillo, el arroz y la
sal restante y se cocina unos 2 minutos hasta que el arroz esté cubierto de grasa. Se agrega el
consomé hirviendo, se lleva a un hervor y se cocina destapado y a fuego fuerte unos 5 minutos y,
todavía con una capa de líquido por encima, se revuelve, se tapa, se pone a fuego suave y, sin
revolver, se cocina por unos 13 a 15 minutos más. Se sirve de inmediato.
Sopa de arroz
(8 a 12 porciones):
• 18 tazas de agua • 1/4 de kilo de lagarto o pecho de res • 1 cebolla grande pelada cortada en dos
• 1 ajoporro limpio y lavado, cortado longitudinalmente en dos, al cual se le elimina casi toda la
parte verde • 4 dientes de ajo machacados para preparar un consomé, o 12 tazas de consomé de
carne • 500 gramos de costillitas de cochino, sin grasa, cortadas en pedazos de 2 a 3 centímetros
de largo • 1 limón • 1/4 de taza de agua • 2/3 de taza de céleri picadito • 1/2 taza de zanahoria en
cubitos pequeños • 4 tazas de repollo picadito • 1 taza de papas en cubitos • 1/3 de taza de arroz •
4 cdtas. de sal • 1/4 de cdta. de pimienta negra, recién molida • 1/4 de taza de aceite • 1/2 taza de
cebolla rallada • 1/2 taza de tomate rallado, sin piel y sin semillas • 1/4 de taza de pimentón rojo
rallado, sin piel y sin semillas • 1/3 de taza de queso parmesano, rallado, opcional
Preparación:
En una olla se ponen el agua, la carne, la cebolla, el ajoporro y el ajo. Se hierve por 1 hora. Se
cuela y se eliminan las verduras. Se vuelven el consomé y la carne a la olla. Se limpian y se les
quita el exceso de grasa a las costillitas. Se frotan con limón. Se lavan. Se ponen en un caldero
pequeño con 1/4 de taza de agua. Se lleva a un hervor y se cocinan a fuego fuerte, unos 10 a 15
minutos. Se agregan a la olla, se lleva a un hervor y se cocina por 20 a 30 minutos. Se agregan el
céleri, la zanahoria, el repollo, la papa, el arroz lavado y escurrido, la sal y la pimienta. Se lleva a
un hervor y se cocina por 30 minutos. Se prepara un sofrito con la cebolla, el tomate y el pimentón.
Se agrega a la olla, colado por un colador de alambre, se cocina por unos 10 minutos más. Se
agrega el queso parmesano, se revuelve y se apaga.
• 3 tazas de arroz blanco, cocido • 2 huevos ligeramente batidos • 6 cdas. de queso blanco duro,
tipo llanero, rallado • 3 cdas. de queso parmesano, rallado • 1 1/2 cda. de queso pecorino, rallado •
3 cdas. de harina • 1/2 taza de leche • 2 1/2 cdas. de azúcar • 1 cdta. de sal • aceite para freír
Preparación:
Se prepara el arroz con anticipación, según receta. Se mantiene en la nevera hasta el momento
de usarlo. Usualmente se utiliza sobrante. En un envase se mezclan muy bien los ingredientes y
se deja aparte por 1/2 hora. En una sartén se pone el aceite a fuego fuerte hasta que esté caliente
y con una cuchara se van vertiendo montoncitos de la mezcla para hacer las torticas. Se fríen
hasta que estén bien doradas. Se sacan del aceite con una cuchara perforada y se ponen en un
colador de alambre forrado con papel absorbente para eliminarles el exceso de grasa.
Consejos
• El ají dulce es indispensable en la preparación del hervido, especialmente en el de pescado. Es
también importante el culantro. (Se encuentra en cualquier jardín o terreno vacío y aún en
nuestras aceras)
• El plátano o el topocho se pelan con la mano después de abrirle una pequeña rajadita con la
punta de un cuchillo. Se cortan en pedazos o rueditas que se depositan de inmediato en el caldo
hirviendo
• Una vez más se muestra la iniciativa de los larenses. El señor José Antonio Tamayo, en su finca
Yogore, cercana a la población de El Tocuyo, ha comenzado a producir pimientos de Padrón,
exclusivos hasta ahora de Galicia
Preparación:
Se lavan, se escurren y se cortan todos los ingredientes. Se mezclan bien en una ensaladera
grande. n un frasco se mezclan y se baten, hasta emulsionar, todos los ingredientes de la
vinagreta y se agrega luego a la ensaladera. Se revuelve y se sirve.
• 1 pollo de 1 1/2 kilo cortado en presas • 1 limón • 1 cucharada de aceite • 1 1/2 cdta. de sal • 1/4
de cdta. de pimienta blanca recién molida • 1 cebolla pequeña, rallada • 1 diente de ajo,
machacado • 1 cdta. de salsa inglesa Worcestershire • 50 hojitas de estragón • 1/2 taza de aceite •
1 taza de consomé de pollo, o de carne o agua • 1/2 taza de vino blanco, seco • 3/4 de taza de
crema gruesa, para batir
Preparación:
Se lava el pollo. Se corta en presas. Se le quita la piel, el exceso de grasa y las glándulas que
tienen en la parte posterior. Se frota con limón. Se enjuaga y se seca con papel absorbente. Se
hace un adobo mezclando en un envase la cucharada de aceite con la sal, la pimienta, la cebolla
rallada, el ajo, la salsa inglesa y las hojas de estragón. Con el adobo se frotan las presas de pollo
y se dejan aparte por 15 a 30 minutos. Se limpia el pollo del adobo, que se deja aparte. En una
sartén se pone la 1/2 taza de aceite a calentar. Se agrega el pollo y se fríe hasta dorar por todas
partes, uno 15 minutos. Se saca el pollo de la sartén y se pone aparte. Se elimina el aceite de la
sartén. Se agregan el consomé o agua y el vino, raspando las partículas oscuras que quedan
adheridas a la sartén. Se lleva a un hervor, se agrega el pollo, se tapa y se cocina a fuego
mediano hasta ablandar y estar bien cocido, unos 30 minutos. Se saca el pollo de la sartén y se
pone aparte. Se agrega el adobo a la sartén. Se cocina unos 2 minutos. Se pone a fuego suave y
se agrega la crema. Se lleva a un hervor, se cocina por 2 minutos más y se vierte la salsa sobre el
pollo para servirlo.
Salsa pesto
(4 porciones):
• 1 taza un poco apretada de hojas de albahaca y sin nada de tallos • 1 diente de ajo grande, 1/2
cdta. de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta molida • 3 cdas. de queso parmesano rallado • 3
cdas. de queso pecorino, rallado • 5 cdas. de aceite de oliva extra virgen
Mojo isleño
(3 tazas):
• 3 cebollas medianas peladas, 225 gramos • 16 dientes de ajo pequeños, 1/4 de taza • 3 tazas de
hojas de cilantro • 1 taza de hojas de perejil, (ambos deben ser medidos sin apretar demasiado) •
2 a 3 ajíes picantes de unos 5 centímetros de largo, o 1 1/2 cdta. si es ají seco, molido • 1/4 de
taza de pan seco, molido • 1 taza de consomé de carne • 1/2 taza de aceite • 1/2 taza de vinagre •
1/2 cdta. de pimienta negra recién molida • 2 cdtas. de sal • 1 cda. de pimentón rojo seco, molido
Nota: Se recomienda usar cilantro que no haya florecido todavía y utilizar sólo las hojas del
cilantro y del perejil, eliminando completamente los tallos y lavando las hojas después de medidas
Preparación:
Con una máquina para moler maíz, no muy apretada para que salga ligeramente grueso, se
muelen las cebollas que se han cortado en pedazos, los ajos previamente machacados, el cilantro,
el perejil y los ajíes sin venas ni semillas. Se agrega el pan seco molido y se mezcla. La mezcla se
pone en una olla y se le agregan los demás ingredientes. Se lleva a un hervor y se cocina a fuego
fuerte 12 minutos hasta que adquiera un color verde-amarillento oscuro y una consistencia
espesa.
Nota: Se sirve con pescado, papas y batatas hervidas. También con hervidos de pescado, carnes,
sopas.
• 2 cdas. de aceite • 1 cebolla mediana picadita • 1 ajo entero, pelado • 1 taza de hojas de cilantro
ligeramente apretadas • 1 1/2 tazas de consomé de carne • 1 taza de arroz • 1 cucharadita de sal
Preparación
En una olla pesada, de fondo y paredes gruesas y con tapa, se pone el aceite a calentar. Se
agregan la cebolla y el ajo a la olla y se sofríen hasta marchitar, unos 4 minutos. Se trituran las
hojas de cilantro con el consomé. Se pone aparte. Se lava el arroz frotándolo bajo agua corriente.
Se escurre. Inmediatamente se agrega el arroz a la olla y se sofríe por 1 minuto, hasta que esté
brillante y cubierto por la grasa. Se agregan las hojas de cilantro, que se han triturado previamente
con el consomé y la sal. Se revuelven bien, se lleva a un hervor y se cocina a fuego fuerte, hasta
secar casi completamente, unos 5 minutos. Se tapa y se continúa cocinando a fuego muy suave
hasta que el arroz esté cocido y seco, unos 20 minutos. Se revuelve con un tenedor, se elimina el
ajo, se tapa y se apaga el fuego. Se conserva así hasta el momento de servirlo.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 151 27/03/2006
Recomendaciones
• Las hierbas pueden congelarse guardadas en bolsitas de plástico y se utilizan directamente
sacadas del congelador
• El sabor de las hierbas frescas y secas no es igual en todos los casos, así como la intensidad de
su gusto y aroma
• En general se puede considerar que con las hierbas secas se necesita utilizar sólo la mitad de
las mismas frescas
• Algunas hierbas pueden cocinarse todo el tiempo de la preparación y otras sólo al final, tales
como: el cilantro, la albahaca y el romero
• 300 gramos de huevas frescas de pescado (lisa, pargo, mero, etc.) • 1 limón • 1 taza de vino
blanco, seco • 1/2 taza de agua • 1 cucharadita de sal • 2 cucharadas de mantequilla • 1/4 de taza
de escalonia, picadita • 1/4 de taza de cebolla, picadita • 1 cucharadita de sal • 1 1/6 de
cucharadita de pimienta blanca, molida • 1/4 de taza de vino blanco, seco • 1/2 cucharada de
harina • 1/2 taza de consomé de pescado • 2 cucharadas de crema agria • 6 gotas de salsa
picante • 1/2 cucharada de perejil, picadito.
Preparación
1.– Se lavan las huevas, se les agrega jugo de limón, se enjuagan bajo agua corriente. Se
escurren.
2.– En una olla pequeña se ponen el vino, el agua, la sal y las huevas. Se lleva a un hervor y se
cocinan unos 4 a 5 minutos. Se retiran del fuego. Se escurren.
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3.– Se cortan las huevas en pedacitos eliminándoles los pellejitos y partes indeseables.
4.– En una olla se pone la mantequilla a derretir. Se agregan la escalonia y la cebolla y se cocina
hasta marchitar, unos 3 a 4 minutos.
5.– Se agregan las huevas, la sal restante y la pimienta. Se cocina unos 2 minutos. Se agrega el
vino restante y se cocina hasta evaporar. Se agrega la harina revolviendo para que no se pegue.
Se agrega el consomé, revolviendo, se lleva a un hervor y se agrega la crema agria. Se revuelve.
Se agregan la salsa picante y el perejil. Se revuelve y se retira del fuego.
Preparación
1.– Se rocían las huevas con jugo de limón. Se lavan bajo agua corriente.
2.– En una olla se ponen las huevas con suficiente agua que las cubra unos 2 a 3 centímetros y se
agrega 1 cucharadita de sal por cada taza de agua.
3.– Se lleva a un hervor y se cocinan a fuego fuerte tapada por 25 a 30 minutos.
4.– Se les quita la piel y se sirven calientes, solas o con salsa holandesa.
• 300 gramos de huevas frescas de pescado (lisa, pargo, mero, etc.) • 1 limón; 1 taza de agua • 1
taza de vino blanco, seco • 1/2 cucharadita de sal para cocinarlas • 2 cucharadas de mantequilla •
2 escalonias, 2 cucharadas, picaditas (la escalonia puede reemplazarse por 2 cucharadas de
cebolla picadita y 1 diente de ajo machacado) • 1/4 de cucharadita de sal • 1/16 de cucharada de
pimienta, molida • 1/4 de taza de vino blanco, seco • 2 cucharadas de mantequilla • 2 cucharadas
de consomé de pescado o de agua • 1 cucharada de perejil, picadito.
Preparación
1.– Se lavan las huevas, se les agrega lugo de limón, se enjuagan en agua corriente. Se ponen en
una olla con el agua, el vino y la sal. Se lleva a un hervor y se cocina unos 4 a 5 minutos. Se
cuelan y se escurren. Se deja enfriar un poco y se cortan en pedacitos, eliminándoles los pellejitos
y partes indeseables. Se ponen aparte.
2.–En una sartén se pone la mantequilla a derretir. Se agrega la escalonia y se fríe hasta
marchitar, unos 3 a 4 minutos. Se agregan las huevas, la sal restante y la pimienta. Se agrega el
vino restante y se cocina hasta evaporar casi completamente. Se agrega la mantequilla restante y
el consomé, si se tiene, o el agua y se cocina por 1 o 2 minutos más. Se le agrega el perejil, se
revuelve y se retira del fuego.
• 100 gramos de huevas de lisa, unas 10 huevas (las huevas son dobles, unidas en uno de sus
extremos, las cuales en nuestro caso son consideradas como 2 huevas) • 1 taza de agua • 2
cucharadas de aceite • 1 cebolla mediana, 150 gramos, 1 taza, picadita • 1 cucharadita de sal • 1/8
de cucharadita de pimienta, molida • 1 cucharada de aceite • 3 huevos.
• 1/4 de taza de aceite • 2 cdas. de mantequilla • 1 taza de cebolla picadita • 1 taza de tomate
picadito, sin piel y sin semillas • 1 cdta. de sal • 1/4 de cdta. de pimienta negra, recién molida • 6
huevos
Preparación:
En una sartén grande se ponen el aceite y la mantequilla a calentar. Se le agrega la cebolla y se
fríe hasta marchitar, unos 5 minutos. Se le agrega el tomate, la sal y la pimienta y se fríe unos 7 a
8 minutos hasta secar un poco. Se agregan los huevos ligeramente batidos y se fríe revolviendo y
raspando constantemente el fondo de la sartén, unos 2 a 2 1/2 minutos, hasta que seque y al
mismo tiempo se mantenga suelto y sin aglomerar. Este perico, típico de Caracas, debe resultar
seco y bien cocido, lo que neutraliza cualquier contaminación posible.
Huevos rancheros
(6 porciones)
• 1 cda. de mantequilla • 300 gramos de jamón cocido, en tajadas muy delgadas • 12 huevos
• 1/2 cdta. de sal • 1/8 de cdta. de pimienta negra, recién molida • 10 a 12 cdas. de salsa
de tomate ketchup • 2/3 de taza de petit pois.
Preparación:
Se precalienta el horno a 400 grados. Con la mantequilla se engrasa un envase llano de vidrio
para hornear de 30 centímetros de diámetro, o si se quiere 6 envases pequeños para servirlos
individualmente. Se cubre el fondo con las tajadas de jamón, encima se colocan los huevos y
encima de estos se les pone la sal, la pimienta, por último se agragan la salsa de tomate y los
petit-pois. Se mete el envase en el horno y se hornea por unos 8 a 10 minutos o hasta que los
huevos estén cocidos, pero todavía blandos.
• 3 huevos enteros • sal • pimienta blanca recién molida • 3 tazas de consomé de carne • 1
cucharada de queso parmesano, rallado finamente
Preparación:
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Se baten los huevos sin que lleguen a hacer espuma. Se les agregan la sal y la pimienta. En una
olla se pone el consomé a calentar. Se lleva a un hervor y se le agregan los huevos batiendo
enérgicamente con batidor de alambre, de manera que los huevos no lleguen a formar grumos
grandes. Se le revuelve también el queso, se retira del fuego y se sirve.
Preparación:
Se prepara una salsa ligera de tomate poniendo en un caldero a calentar el aceite y la mantequilla,
se agregan la cebolla y el ajo y se fríen hasta marchitar, unos 4 a 5 minutos. Se agregan el
tomate, el consomé de carne, la sal y la pimienta. Se lleva a un hervor y se cocina por 10 minutos,
se pone a fuego mediano y se cocina por 6 a 8 minutos más. Se le agrega el perejil en el momento
de apagar el fuego. Se pone aparte. Se engrasa un envase llano de vidrio para hornear de 25 x 15
x 5 centímetros con 1 cucharada de mantequilla. Se pone en el fondo una capa con la mitad de la
salsa de tomate, encima se vierten los huevos. Se rocían ligeramente con sal y se cubren con el
resto de la salsa y el queso parmesano. Se tapa el envase con papel de aluminio y se mete en el
horno. Se hornea por 15 minutos. Se sirven inmediatamente.
Recomendaciones
• En huevos fértiles puede observarse un punto ligeramente oscuro, que daría origen al embrión,
el germen, que no es preciso eliminar. Asimismo si se observa algún punto sanguíneo tampoco.
• Los huevos no deben ser congelados enteros, pueden romperse; sin cáscara pueden
conservarse, tapados, por no más de 24 horas en la nevera
•Al batir claras conviene que estén a temperatura ambiente, en envase de acero inoxidable,
comenzando a batir suavemente y aumentando luego la fuerza; si hay que agregarles azúcar o
cremor tártaro, hacerlo al final
El jamón cocido, tradicional en nuestras comidas navideñas y de Año Nuevo es, carne de pernil de
cerdo con o sin hueso, entero o embutido, inyectado o tratado con salmuera, nitratos, nitritos,
condimentos y especias, y macerado para convertirlo en jamón. Luego es cocinado hasta alcanzar
72 grados centigrados de temperatura interior, para ser pasteurizado, pudiendo ser ahumado o no
y luego enfriado. Su presentación puede ser entero, con o sin hueso, o en pedazos, embutido en
tripa de plástico, prensado en molde y luego cocido en el mismo.
Pan de Jamón
El pan de jamón, típicamente caraqueño, se originó probablemente, como lo afirma Miró Popic en
El Libro del Pan de Jamón, en la Esquina de Las Gradillas, en la Panadería Ramella, en diciembre
de 1905. Al principio sólo era jamón, poco después en las Panaderías de Solís y de Altagracia le
agregaron pasas. Con el tiempo vinieron las aceitunas, tocineta y en algunos casos se le cambió
la masa por pasta de hojaldre. Es sin duda un excelente acompañamiento de la hallaca y como
ella nos hace sentir más la Navidad, son sabores de Navidad.
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Receta (1) (10 porciones)
- 45 gr., unas 3 cucharadas, de levadura en pasta o granulada - 1/2 taza de agua tibia - 1
cucharadita de azúcar - 1/2 kilo de harina, al rededor de 4 tazas - 3 cucharadas de azúcar - 3/4
de cucharadita de sal - 6 cucharadas de mantequilla - 1 huevo - 6 a 8 cucharadas de leche tibia -
Harina, para enharinar la mesa - 1 cucharada de mantequilla - 1/2 kilo de jamón planchado,
picadito - La pulpa picadita de 25 aceitunas - 3/4 de taza de pasas - 1 amarilla de huevo - 1
cucharadita de azúcar
Preparación:
En un envase pequeño se ponen la levadura, el agua tibia y la cucharadita de azúcar. Se revuelve
y se deja cubierto y en un lugar abrigado por unos 30 minutos. En un envase o sobre una mesa se
pone la harina. Se le hace un hueco en el medio y allí se agregan la levadura con el agua, el
azúcar, la sal, la mantequilla y el huevo y, progresivamente, mientras se mezcla y se amasa, se le
va agregando la leche, hasta obtener una masa suave y que se despegue del envase o de la
mesa, sin estar pegajosa. Se hace una bola, se pone en un envase enharinado y se deja reposar
aparte, cubierto con un paño y en un lugar abrigado hasta doblar de volumen, por lo menos
alrededor de 1 1/2 hora. Nota: Puede amasarse también con una batidora eléctrica equipada con
punta para amasar. Se engrasa una bandeja grande con la mantequilla. Se pone la masa sobre
una mesa enharinada, se amasa un poquito y, con un rodillo enharinado, se extiende hasta
obtener un rectángulo de unos 25 x 45 centímetros y de 1 centímetro de espesor. Encima de la
masa se extienden el jamón, las aceitunas y las pasas y luego se enrolla firmemente. Se le cierran
los extremos. Se pone sobre una bandeja engrasada con la mantequilla, teniendo cuidado que la
orilla de la masa quede hacia abajo, pisada por el rollo. Se pone la bandeja, cubierta con un paño,
a reposar en un lugar abrigado, hasta doblar de volumen, alrededor de 1 hora. Se precalienta el
horno a 400 +. Se mete la bandeja con el pan en el horno y se hornea hasta estar bien dorado,
alrededor de 20 minutos. Se bate la amarilla de huevo con el azúcar y se pone aparte. Se saca la
bandeja del horno. Con una brocha se le extiende por encima la mezcla del huevo con el azúcar,
se vuelve la bandeja al horno y se hornea 5 minutos más. Se saca el pan del horno y se deja
enfriar.
Preparación
En un envase se ponen la levadura, el agua tibia y la cdta. de azúcar. Se revuelve, se cubre con
un paño y se deja reposar en un sitio abrigado hasta que levante, unos 20 minutos. En un envase
grande se pone la leche y se le agrega la mezcla de la levadura. Se revuelve. Allí se le cierne 1/ 2
kilo de harina y se va mezclando con los dedos. Se pone en un sitio sin corrientes de aire, se
cubre con un paño y se deja reposar hasta levantar, unas 4 horas. En el mismo envase se cierne
el resto de la harina, mezclándola con los dedos, si queda muy seca la mezcla, se le agregan 2
cucharadas de leche fría. Se cubre con un paño y se mete en la nevera por 6 a 8 horas o hasta el
día siguiente. Se saca la masa de la nevera, se pone en la mesa o tabla y se le agregan la
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manteca, mantequilla, sal, azúcar y huevos uno a uno, amáasando bien, de modo que quede bien
trabajada y sin grumos. Al final, cuando la masa está bien unida, se bate levantando y dejando
caer repetidamente desde lo alto hasta que toda la masa se desprenda de la mesa y de las
manos, alrededor de 100 veces. Se divide en tres partes iguales para hacer panes. En una mesa
enharinada se extiende cada parte con un rodillo hasta quedar de 1/2 a 1 cm de grueso y en forma
rectangular. Se dividen en tres partes el jamón, las pasas y las aceitunas, y se extienden sobre la
masa ya extendida llegando a 2 ó 3 centímetros de los bordes. Se enrolla y se cierra en las puntas
y se pone cada pan sobre una bandeja de metal enmantequillada. Se cubre con un paño y se deja
reposar unas 2 horas en un sitio sin corrientes de aire. Se precalienta el horno a 400+ Se mete
una bandeja en el horno y a los 15 minutos con una brocha se cubre con una mezcla de 2
amarillas de huevo con 2 cucharadas de agua y 1/8 de cdta. de sal. Se continúa horneando por 5
minutos hasta estar dorado por encima.
Preparación
Se lava el pernil en agua corriente. Se pasa y se pone a desaguar por 12 horas en una olla grande
con agua que lo cubra, que conviene cambiar una o dos veces. Se precalienta el horno a 255 +
farenheith o 125 + centígrados. Se pone el pernil sobre una parrilla y ésta sobre una bandeja. Se
hace un corte en cruz en el cuero y se introduce hasta el centro del pernil un termómetro para
carnes, sin tocar el hueso de modo que quede visible durante el horneado. Se mete en el horno la
bandeja con el pernil y se hornea unos 60 minutos por kilo, o hasta que el termómetro marque una
temperatura interior de la carne de 170+ fh 77+ C alrededor de 7 horas. Se saca el jamón del
horno y se sube la temperatura del horno a 480 + para glasearlo.
Glaseado con salsa de parchita
- 3 tazas de jugo de parchita maracuyá obtenido con 600 gramos de parchita, - 6 parchitas y 2 1/2
tazas de agua - 1 1/2 taza de azúcar - 1 taza de papelón raspado - 3 cucharadas de mostaza
preparada.
Preparación
En una olla grande para que no se derrame al hervir, se ponen todos los ingredientes. Se lleva a
un hervor y se cocina hasta tener una salsa o jarabe espeso, unos 30 minutos. Tan pronto como
sea posible, todavía muy caliente, se le quita el cuero al jamón, se le elimina si se quiere, parte de
la grasa. Se adereza con clavos de especie, se baña con la salsa y se mete al horno y se baña de
vez en cuando. Se hornea de 10 a 15 minutos o hasta dorar. Esta salsa de parchita para glasear
el jamón es también excelente para acompañarlo y también para carnes de toda clase. Se saca el
jamón del horno y se deja enfriar completamente para cortarlo. Puede conservarse en nevera
hasta por diez días.
Preparación:
- 1 jamón sueco (pernil preparado) de 5 kilos - 1 piña - Algunas hojas de laurel - Unos 5 a 10
clavos de especie para el caldo y varios clavos para el cuero - opcional jugo de piña.
Preparación:
Se toma una olla bastante grande y se llena hasta la mitad con agua. Se pela una piña. Llevar a
hervir las conchas de la piña, unas hojas de laurel y los clavos de especie. El agua no lleva sal. Se
cocina el pernil sin lavarlo, ni quitarle el exceso del melado, en el agua hirviendo por 1 1/2 hora.
Cuidar que el agua no esté en ebullición. Se pone el pernil sobre una parrilla y esta sobre una
bandeja. Se hace un corte de unos cuadrados en el cuero y en cada cuadrado introduzca un
clavo. Se mete en el horno bien caliente la bandeja con el jamón sueco y se hornea 1 1/2 hora. Se
baña el jamón con el caldo siempre y cuando no esté salado. También lo puede bañar únicamente
con agua o jugo de piña. En la última 1/2 hora se glasea con azúcar o papelón. Jamones de 7
kilos en adelante se calcula 1 hora mas de horneado. El tiempo del horneado depende mucho de
su horno.
Conceptos y recomendaciones
•Se entiende por jamón el pernil de cochino preparado para ser conservado, crudo o cocido. El
jamón crudo, como el serrano, jabugo, o parma. Se usa especialmente como hors d'oeuvre.
•El jamón tender, se sala, macera, cocina y ahuma en horno. Una deliciosa variante es el jamón
tender con hueso. Para su ahumado se usan maderas especiales, que le dan un aroma y sabor
particular.
•El jamón sueco, tiene su origen en gestiones y recetas hechas por la Asociación Sueca de
Venezuela. Hoy en día la Charcutería Tovar, en Sabana Grande, lo fabrica y lo vende previo
pedido.
•Para los que no puedan preparar su jamón, recomendamos el jamón tender de pierna con hueso,
horneado, que vende La Pilarica en los puestos Nros. 160 y 161 del Mercado de Qta. Crespo.
•Para minimizar el desarrollo de bacterias se recomienda adquirir jamón rebanado solamente
cuando se vaya a consumir al instante, aun cuando se mantenga refrigerado.
La magia en la cocina
Hay algunas preparaciones alimenticias que parecen tener algo de magia en virtud de sus
resultados casi milagrosos. Esto resulta todavía más asombroso cuando se trata de recetas que
ya se preparaban hace cientos de años, cuando no se disponía de los elementos que hoy nos
facilitan el trabajo en la cocina y que aún así hoy son de difícil ejecución. Dos buenos ejemplos, la
pasta filo y la pasta hojaldre ocupan nuestra página hoy. En ambos casos el ingrediente básico es
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harina de trigo, cereal que quizá ha sido el mejor regalo que nos ofrece la naturaleza y que el
hombre domesticó y aprendió a utilizar plenamente hace miles de años, a base de intuición, de
inteligencia, de trabajo, de esfuerzo y de experiencia.
Pasta hojaldre
Otro acto de magia parece ser la pasta hojaldre, paté feuilletée de los franceses y pasta sfoglia en
italiano, cuando se ven los resultados, como hojas muy delgadas de pasta superpuestas y
separadas entre sí por espacios vacíos, para formar un producto delicado, crujiente y quebradizo,
vaporoso que puede llegar a ser sublime y que permite hacer múltiples preparaciones. Su
elaboración es laboriosa y larga, requiere mucha atención al elaborarla de manera que el aire
pueda aprisionarse entre las capas de grasa y pasta mediante dobleces sucesivas de la masa y al
dilatarse con el calor del horno empujen hacia arriba las capas de pasta con un proceso llamado
levitación física y al mismo tiempo la grasa al derretirse deja a su vez vacíos. Es como si los que la
inventaran hubieran tenido un conocimiento intuitivo de la física en la cocina. La pasta hojaldre, tal
como es hoy, era más o menos conocida de los griegos y los árabes, que la hacían con aceite.
Los cruzados la introdujeron en Francia y Austria. Su preparación no ha cambiado mucho, ya en
recetarios del Siglo XVI se encuentran recetas indicando los dobleces y giros que debían dársele,
pero es en el recetario de Pier Franceso La Verenne, cocinero del rey Enrique IV de Francia: Le
Patissier Francois en 1653, donde aparece por primera vez la verdadera receta del milhojas,
receta que permanece más o menos invariable hasta hoy. No se sabe a ciencia cierta quién
inventó la pasta hojaldre tal como la preparamos hoy, pero hoy día se descartan a un aprendiz de
pintor Claude Gellée, El Lorenés, así como también a un señor Feuillet, pastelero del Príncipe de
Condé y cuyo nombre fácilmente podría haber originado el nombre feuilletée con el cual se
distingue esa pasta en Francia, con quienes se la ha identificado en ocasiones. Todo hace pensar
que haya sido redescubierta y perfeccionada en el siglo XVII.
En la pasta hojaldre se comienza por envolver la grasa en la masa estirada, doblándola de modo
que siempre quede en contacto la mantequilla con una capa de masa y luego dándole vuelta,
estirando con un rodillo y doblando nuevamente la masa, proceso que se repite varias veces, para
lograr muchas capas alternadas de grasa, de masa y de aire, lo que permitirá con el calor del
honor obtener las capas alternadas de pasta ya ire que le permitirán finalmente tener esas
características peculiares que todos hemos visto en las milhojas, por ejemplo. La pasta hojaldre
puede conservarse en la nevera por dos días envuelta en papel de aluminio en la nevera y puede
también congelarse, en ese caso, ante de utilizarla finalmente, debe pasarse a la nevera por unas
6 a 8 horas para descongelarla lentamente.
Pasta hojaldre
Preparación de la pasta:
1. En un envase pequeño se ponen la levadura, el agua tibia y las 2 cucharaditas de azúcar. Se
revuelve y se deja aparte, tapado, en un lugar abrigado por unos 15 minutos, hasta disolverse la
levadura.
2. En un envase se ponen el agua con la levadura, la sal, el azúcar y la harina y se revuelven bien.
Se pasa todo al envase de una batidora. Se pone la batidora a funcionar con el gancho para
amasar y se bate hasta que la masa se desprende completamente de las paredes y del fondo del
envase y forme una bola adherida al gancho. Sobre una mesa enharinada se amasa ligeramente,
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se hace una bola y se pasa la masa a un envase de vidrio con un poquito de harina, se cubre con
un paño y se deja aparte a levantar, en un lugar abrigado hasta doblar de volumen por unos 60
minutos.
3. Entretanto se pone la mantequilla helada sobre una mesa entre dos pedazos de papel encerado
y, con un rodillo y ayudándose con una espátula o con un cuchillo hasta emparejarla y darle forma,
se hace una panela de unos 20 x 15 x 1 1/2 centímetros y, entre los dos papeles encerados se
mete en la nevera.
4. Después de doblar el volumen se pone la masa sobre una mesa enharinada y, con un rodilllo,
se extiende la masa hasta hacer un rectángulo de unos 35 x 20 centímetros, rociándole harina, si
es necesario, para que no esté pegajosa.
5. Se pone el rectángulo de mantequilla sobre el rectángulo de masa, colocándolo a unos 2
centímetros de su borde menor y con su eje mayor coincidiendo con el eje mayor de la pasta. El
bloque de mantequilla ocupará, aproximadamente, los 2/3 de la longitud de la masa. Se dobla el
tercio de masa que queda sin mantequilla sobre la misma y encima de esa masa, se dobla el resto
de la masa con la mantequilla. Queda así un rectángulo con capas alternadas de masa y de
mantequilla. Se le dan un cuarto de vuelta a la masa de modo que el lado abierto de la masa
quede junto a la persona y, con un rodillo se estira la masa y luego se dobla la masa igual que
anteriormente. Se tiene así que se ha dado a la masa 1 vuelta completa (algunos consideran 2
vueltas). Se envuelve la masa en papel encerado y se mete en la nevera por 1/2 hora. 6. Se saca
la masa de la nevera, se pone sobre una mesa enharinada y se le dan otras dos vueltas
completas (o 4 vueltas), procediendo cada vez de la misma forma que la vez anterior. Se envuelve
en papen encerado y se mete en la nevera cada vez por 1/2 hora o al final hasta el día siguiente.
Esta pasta hojaldre puede utilizarse para cualquier fin deseado, tales como: croissants, palmeras,
vol-au-vent para ser rellenados, etcétera.
Palmeras
(35 a 50 palmeras)
1 huevo ligeramente batido • azúcar • 1 receta de pasta hojaldre según la receta anterior
Strüdel de manzana
(6 a 8 porciones)
Relleno
• 2 manzanas • 2 cucharadas de jugo de limón • 1/2 taza de pasas • 1/2 taza de nueces picaditas •
3/4 taza de azúcar • 1/2 cucharadita de canela molida
Otros ingredientes para el strüdel:
• 1 cucharada de mantequilla para engrasar una bandeja • 1 paquete de pasta filo o pasta para
strüdel, del cual se utilizarán 3 hojas • 1/2 taza de mantequila clarificada • 1/2 taza de pan seco,
tostado, molido muy finamente y tamizado • azúcar pulverizado
Croissants
(8 croissants):
• 1 huevo batido con 2 cucharaditas de leche para hacer el glaseado • 1 receta pasta hojaldre
según la receta anterior.
• 1 langosta de 3/4 de kilo, cocida, o 250 gramos de carne de langosta, ya cocida, cortada en
pedazos, más bien pequeños • 5 tazas de agua o de consomé de pescado • 20 o 25 hebras de
azafrán • 2 cucharadas de mantequilla • 1 cucharada de aceite • 1 taza de cebolla, picadita • 2
dientes de ajo, machacados • 1/2 cucharadita de tomillo seco, molido o 2 ramitas, si es fresco • 1
cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1 cucharada de
mantequilla o de aceite • 1 taza de arroz • 1/2 taza de vino blanco seco • 2 cucharadas más de
mantequilla • 1/2 taza de queso parmesano rallado finamente (opcional)
Preparación:
1.- Se corta la carne de langosta en pedazos más bien pequeños.
2.- En una olla se pone al fuego el agua o el consomé. Se lleva a un hervor y se mantiene a fuego
muy suave, casi a puntor de hervir pues se utilizará en esa forma. En una taza de ese consomé,
se pone aparte el azafrán seco a remojar.
3.- En otra olla, donde se preparará el risotto, se ponen la mantequilla, el aceite, la cebolla, el ajo,
el tomillo, la sal y la pimienta y se cocinan hasta marchitar la cebolla, unos 3 ó 4 minutos. Se
agrega la langosta y se cocina unos 3 minutos. Se saca la langosta del caldero con una cuchara
perforada, escurriéndole bien la grasa y se pone aparte.
4.- Se agrega una cucharada de mantequilla o de aceite a la olla y se agrega el arroz y,
revolviendo, se cocina hasta que el arroz esté brillante y cubierto por la grasa, 1 minuto.
5.- Se agrega el vino y se cocina hasta que se consuma casi completamente, unos 2 minutos.
6.- Se agrega gradualmente el agua o el consomé caliente, 1/2 taza cada vez y se cocina,
revolviendo constantemente hasta que se consuma completamente para agregar la siguiente. Se
agrega la langosta después de agregadas y consumidas 6 porciones (3 tazas) del consomé. El
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azafrán se agrega después de agregadas 7 a 8 porciones de agua o de consomé. Se comprueba
el punto de sal y de pimienta y se cocina hasta que el arroz se sienta cocido, pero firme, unos 25
minutos después que se agrega el arroz a la olla. Se eliminan las ramitas de tomillo si se le ha
utilizado fresco. Se apaga el fuego y se le revuelven las 2 cucharadas restantes de mantequilla y,
si se quiere, el queso parmesano. Se sirve de inmediato.
• 1 1/2 kilo de langosta o 1/2 kilo de carne de langosta hervida, cortada en pedazos • 16 tazas de
agua • 4 cucharaditas de sal • La parte blanca de un ajo porro pequeño • 1 tallo de celeri • 1
cebolla pequeña • 1/2 hoja de laurel y 5 granos de pimienta negra, para cocinar la langosta • 200
gramos de calabacín • 200 gramos de zanahoria • 200 gramos de tirabeques o de vainitas; • 200
gramos de gajitos de brócoli • Agua y sal para cocinar los vegetales según se indica en la
preparación, hielo
Preparación previa:
Se cocina la langosta amarrándola de modo que no pueda moverse. Se pone en una olla con
suficiente agua que la cubra agregando la sal, el ajo porro, el celeri, la cebolla, el laurel y algunos
granos de pimienta negra. Se cocina hasta que se ponga roja, unos 20 minutos por kilo. Se saca
la langosta de la olla, se deja enfriar y se saca la carne con la ayuda de un cuchillo,
introduciéndolo y cortando en las partes blandas, se separa la carne del caparazón y se corta por
encima para poder eliminar la tripa negra o intestino que tiene a lo largo de su parte superior. Se
corta la carne de la langosta en trozos de unos 2 a 3 centímetros por lado. Se pone aparte. Los
calabacines se raspan con un cuchillo debajo del agua corriente, sin llegar a eliminarle
completamente la piel. Se les eliminan las semillas y se cortan en bastoncitos de 5 x 1/2 x 1/2
centímetros. La zanahoria también se pela y se corta igual que los calabacines. A los tirabeques o
a las vainitas se les eliminan las puntas y se cortan en pedazos. Los brócolis se dividen en gajitos
pequeños. Los vegetales se cocinan separadamente, cada vez, en 2 tazas de agua hirviendo con
3 cucharaditas de sal. El calabacín y la zanahoria se cocinan 1 minuto cada uno, las vainitas 3
minutos, los brócolis 7 minutos, siempre contados a partir de que el agua hierva de nuevo. Al
retirarlos del fuego se escurren y también por separado se ponen en agua con hielo por 2 ó 3
minutos. Se escurren y se ponen aparte: esto permite que los vegetales conserven su color.
Deben quedar "al dente", es decir, cocidos pero firmes.
• 1/4 taza de escalonia, picadita • 1/4 de taza de vinagre de vino • 1/4 de taza de consomé,
preferiblemente de pescado o de pollo • 150 gramos de mantequilla sin sal.
Preparación
En una olla pequeña se ponen a reducir a fuego suave la escalonia, el vinagre y el consomé hasta
que el líquido casi se seque y tener alrededor de 1 cucharada de líquido. Se pasa a un baño de
María sobre la hornilla ya con el agua hirviendo. Se agrega por partes la mantequilla, que se ha
cortado en trocitos pequeños y se ha mantenido en la nevera, 1/3 del total cada vez, batiendo
constantemente con batidor de alambre, hasta formar una emulsión uniforme. Utilizando dos
sartenes se ponen en cada uno, 2 cucharadas de mantequilla a calentar. En la primera se agrega
la langosta y en la segunda los vegetales. Se cocinan al mismo tiempo por unos 5 minutos,
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siempre revolviendo, evitando que se quemen. Se pasan los vegetales a la sartén con la langosta,
se revuelven y se agrega la mantequilla blanca, se revuelve bien y se pasa a una bandeja para
llevar de inmediato a la mesa.
Consejos
• Para matar la langosta se sumerge amarrada, en agua con sal hirviendo, una cucharadita de sal
por litro de agua, al volver a hervir, contar 10 a 12 minutos para una langosta de medio kilo y
agregar de 3 a 5 minutos para cada medio kilo extra
• El caparazón, que contiene caroteno, se volverá rojo fuerte y brillante al separarse, por el calor,
de la proteína a la que originalmente está unido. Algunos toman este signo para saber cuándo
está cocinada a punto. Creo mejor valerse del tiempo de cocción
• Después de cocinada y fría, se puede conservar en la nevera por uno o dos días. En congelador
no más de un mes pues disminuye el peso y la calidad de su carne, por la evaporación del agua
en la atmósfera seca del congelador
Guiso o relleno
• 1/4 taza de aceite • 1/2 taza de cebolla picadita • 1 a 2 dientes de ajo machacados • 1/2 taza de
tomate picadito, sin piel y sin semillas • 1/4 de taza de pimentón rojo rallado, sin venas y sin
semillas • 200 gramos de cochino sin grasa, molido • la pulpa picadita de 5 aceitunas medianas •
1/2 cucharadita, unas 12 alcaparras pequeñas • 2 cucharadas de pasas • 1/4 de cucharadita de
pimienta negra, recién molida • 1 cucharadita de sal • 1/2 cucharada de salsa inglesa
Worcestérshire • 1 cucharada de salsa de tomate Ketchup • 1 cucharada de vino dulce tipo
Moscatel • 1/4 de taza de consomé de carne.
Masa
• 1/2 kilo de masa • 1 cucharada de salsa producida en la preparación del guiso o relleno • 1
cucharadita de mantequilla • 2 amarillos de huevo • 1 cucharadita de sal
Salsa de tomate
• 1 taza de cebolla picadita • 2 dientes de ajo machacados • 2 tazas de tomate picadito • 1/4 de
taza de pimentón picadito • 1/4 taza de aceite para freír • 1/4 de cucharadita de pimienta negra,
recién molida • 2 cucharaditas de sal.
Bollos
• 6 tazas de consomé de carne • 1 cucharadita de sal • 1/2 taza de aceite para freír.
Polenta de masa
(12 a 14 porciones)
Preparación
1. Se precalienta el horno a 375 grados
2. Con una de las cucharadas de mantequilla se engrasa un molde refractario para hornear de 25
centímetros de diámetros por 10 centímetros de alto. Se cubre el fondo y las paredes con papel
encerado y se engrasa nuevamente con la otra cucharada de mantequilla.
3. En el recipiente de una batidora eléctrica con la pieza para amasar, se pone la masa, la
mantequilla y la sal y se baten por unos 3 a 4 minutos.
4. Se agregan los huevos y los amarillos, uno a uno, y se continúa batiendo por unos 5 minutos.
5. Se agrega el azúcar y se bate por unos 5 minutos más.
6. Se agregan alternadamente, a baja velocidad, la leche y el queso. Se mezcla bien. Se aumenta
la velocidad y se bate unos 3 a 4 minutos, raspando las paredes del recipiente de vez en cuando
con una espátula para mezclar bien.
7. Se pasa la mezcla a través de un colador de alambre no demasiado fino para eliminar cualquier
grumo, presionando con cuchara de madera o espátula contra las paredes del colador.
8. Se agregan a la mezcla el polvo de hornear y el bicarbonato. Se revuelve bien.
9. Con una cuchara se pasa al molde la mitad de la mezcla, cubriendo el fondo y un poco más alto
junto a las paredes. Luego con una cucharada se rellena con el guiso, sin llegar a las paredes del
molde. Se cubre luego con el resto de la mezcla de masa. Se alisa por encima.
10. Se mete el molde en el horno por 1 hora, se baja la temperatura del horno a 350 grados y se
hornea por 30 minutos más hasta estar bien dorada por encima y que al introducirle una aguja,
esta salga seca.
11. Se saca el molde del horno y se pone sobre una rejilla de alambre. Cuando se vaya a servir se
voltea la polenta sobre una bandeja. Se le quita el papel y se sirve caliente. Se puede conservar
en la nevera hasta por 2 días. En ese caso se deja en el molde y cuando se vaya a servir, se saca
de la nevera, se tiene fuera por 1 hora y se mete en el horno precalentado a 300 grados, por 30
minutos.
Masa dulce
• 600 gramos de masa de maíz • 1/2 taza, 75 gramos, de papelón rallado o 3 cucharadas de
melado de papelón • 2 cucharadas de queso blanco rudo, tipo llanero, rallado finamente • 1 a 1 1/2
cucharadita de sal • agua para amasar la masa 1 a 2 cucharadas.
Masa salada
• 600 gramos de masa de maíz • 1 1/2 a 2 cucharadas de aceite coloreado con onoto, según
receta • 2 a 2 1/2cucharaditas de sal • agua para amasar la masa, 2 a 3 cucharadas.
Preparación de la masa
1. Se pone la masa en una bandeja, llana y grande para permitir trabajarla con facilidad y se
amasa bien, agregándole, según el caso, el papelón o el melado, el queso y la sal, si se trata de
una masa dulce y el aceite coloreado con onoto y la sal si se trata de masa salada. En ambos
casos se agregará el agua necesaria con cuidado, humedeciéndose las manos, para amasar, sin
que la masa quede muy blanda, sino suave y compacta y que no se pegue de las manos ni de la
superficie donde se amasa. Se amasa unos 5 minutos. Si no se van a hacer las empanadas de
inmediato, se hace una bola, se envuelve con un paño húmedo y se pone aparte, debiendo
amasarse nuevamente cuando se van a hacer. Se puede también hacer las empanadas, ponerlas
en una bandeja y cubrirlas con un paño húmedo hasta que se vayan a freír.
Preparación de las empanadas
2. Sobre una superficie plana, o sobre el fondo de un plato llano puesto al revés, se extiende una
tela húmeda y encima una bolita de masa de unos 4 a 5 centímetros de diámetro, que se aplasta
con los dedos hasta tener un círculo muy delgado de unos 12 centímetros de diámetro.
3. Con una cuchara se ponen encima y en el centro 1 a 2 cucharadas del relleno que se vaya a
usar y conjuntamente se doblan la tela y la masa sobre sí mismas, por la mitad, cubriendo el
relleno, y haciendo coincidir los bordes de la masa para formar un semicírculo o empanada. Se
presionan suavemente los bordes para cerrarlos. Se aparta la tela y se terminan de cerrar los
bordes con los dedos o con un tenedor. Se debe enjuagar y exprimir la tela antes de hacer cada
emapanada. Pueden formarse también las empanadas poniendo sobre una mesa cada bolita de
masa entre dos pedazos de plástico y apretándola con una tabla pequeña de cocina para hacer un
círculo, se quita el plástico de arriba y se procede como se indicó anteriormente. Se ponen aparte
en una bandeja cubierta con un paño húmedo hasta que se vayan a freír.
4. Para freírlas se pone a calentar en un caldero suficiente aceite, donde las empanadas pueden
flotar. Cuando el aceite está caliente pero no demasiado para que se puedan cocinar
uniformemente, se van agregando una a una las empanadas y se fríen dándoles vueltas por 3 a 5
minutos en total o hasta dorar. Se sacan del aceite con una cuchara perforada y se ponen en un
colador forrado con papel absorbente para eliminarles el exceso de grasa.
Relleno de cochino
• gramos de cochino sin grasa • 1/4 de taza de aceite • 3/4 de taza de cebolla picadita • 2 dientes
de ajo machacados • 1 taza de tomate picadito, sin piel y sin semillas • 1/4 de pimentón rojo
picadito, sin semillas • 1 cucharada de ají dulce picadito • 1 ají dulce • la pulpa picadita de 6
aceitunas medianas • 1/2 cucharadita de alcaparras pequeñas picaditas, unas 10 • 2 cucharadas
de pasas • 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién molida • 1 1/2 cucharadita de sal • 1/2
cucharadita de salsa inglesa Worcestérshire • 1 cucharada de salsa de tomate Ketchup • 2
cucharadas de vino dulce Moscatel o similar • 1 cucharada de azúcar • 1/2 cucharada de
encurtidos en mostaza picaditos.
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Preparación
1. Se limpia y se muele gruesa la carne. Se pone aparte
2. En un caldero pequeño se pone el aceite a calentar. Se agregan la cebolla y el ajo, se fríen
hasta marchitar, unos 4 a 5 minutos. Se agregan el tomate, el pimentón y el ají dulce tritutados
conjuntamente. Se agregan la carne molida y los demás ingredientes. Se cocina a fuego fuerte por
20 a 25 minutos. Se pone a fuego suave, se tapa y se cocina hasta secar un poco, unos 20
minutos. Se deja enfriar antes de rellenar las empanadas.
Recomendaciones
• En Venezuela la harina de maíz tradicional (no precocida), más frecuentemente amarilla que
blanca, es denominada funche, lo mismo que la polenta italiana y diferente al gofio que utilizan los
isleños.
• En las recetas de hoy es tradicional utilizar carne de cochino, pero puede usarse otro tipo de
carne, como: pescado, pollo, res. En caso de ser de res, preferiblemente, escoger carne de
ternera, falda o pulpa.
El menú
La palabra "menú" se originó en 1718 en Francia. Hoy día se denomina "l' ardoise". Esta es
colocada en la puerta de los bistrots o en una pizarra, ubicada en el salón del restaurante, donde
se indican los platos disponibles. Palabra de origen francés, ya aceptada en castellano que abarca
la enumeración de los platos que componen una comida. Por extensión el papel o cartón donde se
enumeran los platos y bebidas propuestas para una comida. En el caso de un restaurante, el
"menú" o "carta" sería la lista de los platos y bebidas que se pueden elegir en el lugar. La palabra
"menú" se originó en 1718 en Francia, aun cuando ya existía la costumbre de indicar en la puerta
del restaurante, la lista de platos que podían ser ordenados ese día. Comúnmente, en los
pequeños restaurantes o bistrots en Francia se denomina hoy día "l' ardoise" o la pizarra donde se
indican los platos disponibles, en un lugar visible en la sala. Antes de originarse el menú, en las
comidas de gran ceremonia existía una "lista de platos" que recibía el nombre de "Ecriteau" sólo
para las personas de servicio de cocina y del comedor, con el fin de que se orientaran en cuanto al
orden de servicio, pues era tal la cantidad de platos que se servían en una gran comida, que era
difícil seguirlos ordenadamente, en vista de que cada "servicio" era en general de cinco platos más
los postres. Estos se servían en bandejas y en orden, sobre la mesa de los comensales o en otra
cercana, y se retiraban una vez que los mismos terminaban cada servicio, aunque apenas los
probaran.
A principios del siglo XIX los restaurantes situados cerca del Palais-Royal, en París, comenzaron a
adoptar la costumbre de llevar a la mesa de sus comensales una copia de la lista de platos que
ofrecían en la puerta del establecimiento, originándose así la costumbre vigente hasta hoy del
menú donde cada comensal escoge y ordena los platos que desea. La cantidad de platos en una
comida y la manera de comer ha sufrido cambios notables. Entre lo que se presentaba y se servía
en tiempos de Luis XIV (alrededor de 1655) a lo que se ofrece hoy, hay grandes diferencias, no
sólo en la cantidad de platos que se ofrecían en las grandes ceremonias sino en la constitución de
cada uno. En ese tiempo no se presentaban vegetales ni hojas; en cambio, las comidas eran
sobrecargadas de carnes, cacerías y grasas. Se tiene hoy conciencia de la relación de la comida
con la salud. Recordemos de paso, también, que Moctezuma ofreció un banquete a Hernán
Cortés en el cual se sirvieron unos 400 platos diferentes.
La confección del menú es una de las pruebas más difíciles que tiene que pasar un restaurante y
que permite un primer juicio sobre él. Se supone que debe incluir lo mejor que puede ofrecer,
equilibrando los ingredientes disponibles, las especialidades que le darán fama y harán que el
comensal no lo olvide, introduciendo cambios de vez en cuando y con originalidad, ofreciendo las
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posibilidades de complacer al que cuida su silueta y al que come copiosamente. Asimismo, se
supone que el cocinero y su tropa conocen el menú a la perfección y el personal de la sala está
completamente enterado de la mejor forma de servirlo.
En Francia, especialmente, y también en Italia, donde la comida y el acto de comer se respetan
con reverencia, se conservan registros de lo que hoy llamaríamos menú, pero que no eran otra
cosa que los platos servidos en grandes ceremonias, desde el siglo XVI en adelante. Se puede
observar que de siglo en siglo, con el tiempo el "menú" se ha venido reduciendo, aun para las
grandes ocasiones. Lo que sin embargo no ha disminuido es su importancia y, de hecho, grandes
artistas los han ilustrado y diseñado a través del tiempo: Picasso, Toulouse-Lautrec, Chagall y
Manet.
El menú en los restaurantes
Algo que en nuestros restaurantes no se ha comprendido es que el menú es como la tesis de
grado: cada plato debe ser ejecutado a la perfección y cada miembro del personal debe conocerlo
perfectamente. Un cambio o adición en el menú debe ser ejecutado, probado y perfeccionado en
la cocina, aun durante años, para lograr esa perfección. Ya casi es una costumbre que se
presente el menú y que cuando se está conversando con los amigos, llegue el jefe de la sala,
interrumpa y recite otro, casi tan largo como el escrito y que varía a diario. Así no se puede lograr
la perfección, ni siquiera una calidad aceptable. Cada persona debe salir del restaurante con el
deseo de volver algún día a repetir el recuerdo imborrable de algo que comió, lo que debe ser el
deseo y la finalidad del personal de un buen restaurante.
Criterios para la elaboración de un menú
Se puede decir que hay dos criterios o directrices para la elaboración, en general, de un menú.
Para algunos el criterio a seguir en su composición debe ser similar al que se sigue para una pieza
musical, una apertura liviana pero estimulante, para prepararnos a elaborar platos más
importantes que van a seguir, hasta llegar al momento en que ante el comensal se desplegará el
plato más importante de la comida, la pieza central o de resistencia, alrededor de la cual todo
debe ser organizado. De allí en adelante todo se desarrolla con el final a la vista, probablemente
ya satisfecho el apetito, mediante un cambio radical de gustos y textual: ensaladas, quesos y
postre y así llegar al final. Otros siguen un criterio completamente diferente, partiendo de la base
de que cada plato, por si mismo, debe tener el máximo interés, sin importar su posición a través
de la comida. Es decir, que cada uno de ellos debe dejar un recuerdo perdurable, sin tener en
cuenta su asociación con la expectativa de lo que viene o con el recuerdo de lo que pasó. Para
éstos, la comida es algo tan concreto que está más allá de la combinación de expectativas o de
recuerdos. Cada plato nos debe dejar recuerdos perdurables por sí mismo que, por cierto, es la
esencia del éxito de un restaurante, el deseo de volver para repetir ese plato que nos dejó un
recuerdo imborrable.
Sin que crea que en Venezuela hemos desarrollado un sentido claro de lo que debe ser un menú,
me inclino a pensar que, en general, seguimos la segunda tendencia. Como podemos observar en
alguna cena opulenta, más bien banquete como el de Navidad, se sirven al mismo tiempo hallaca,
pernil de cochino horneado, jamón horneado, y aun pavo con salsa.Todos estos ingredientes,
excepto la hallaca, permiten compartir espacios en el plato y ser servidos al mismo tiempo. Aparte
de esas consideraciones, más bien teóricas, algo es cierto y los que hemos vivido más de medio
siglo hemos podido comprobar. El menú, o la composición de una comida del venezolano ha
cambiado radicalmente a partir de los años cincuenta.En ese entonces el almuerzo, aun de una
familia de pocos recursos, estaba compuesta de una sopa, a veces de un primer plato que podía
ser un pudín o gratén y que no siempre era servido aparte e, inmancablemente, un plato principal
y algún acompañamiento que variaba de día a día, pero que nunca faltaba y eran de rigor,
A base de ganso
Día: 25 de noviembre de 1987
Lugar: Izcaragua Country Club
Chef: Pierre Blanchard
Menú
• Svartsoppa. Sopa negra de sangre de ganso
• Timbalitos rellenos con menudos de ganso al Muscadet
• Foie-gras fresco de ganso, Pierre Blanchard
• Cassoulet
• Quesos de cabra Carlos H. Pérez y Pierre Blanchard
Postres
• Sorbete de parchita maracuyá con Champaña
• Café
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Bebidas
• Champagne Taittinger. Brut
• Muscadet de Sevre et Maine. Aubert Frères. 1985
• Chateau Magnol. Haut-Medoc. Barton & Guestier. 1984
• Chateau Ponte-Canet. Pauillac. Cruse & Fils Frères. 1983
• Champagne Blanc de Blancs. Dom Ruinart. Brut. 1976
Todo mar
Día: 6 de agosto de 1985
Lugar: Hotel Caracas Hilton Internacional
Chef: Frank Muller
Menú
• Graved Filete de Mero con Berros Salsa de mostaza dulce
• Sopa de mejillones de Carúpano al coco y azafrán
• Filete de parguito sobre Coulis de Espinaca Sabayon de Parchita
• Papa a la remolacha
Postres
• Flan de cambur con salsa de Mocca y Ron
• Café venezolano
Bebidas
• Champagne Brut Henriot
• Aguavit
• Chateau de Selle. Cotes de Provence 1983. Domaines Ott
• Bourgogne Chardonnay 1983. Henri Laroche Niersteiner Gutes Domtal 1981. Deinhard
Academico
Día: 3 de noviembre de 1984
Lugar: Restaurant Le Groupe
Chef: Pierre Blanchard
Menú
• Reinas del Mar al Natural
• Ensalada tibia de hongos Champagne Florens-Louis 1975. Piper Heidsieck
• Vieiras en mantequilla blanca Ponilly Pumé Chateau de Tracy 1981
• Confit de conejo Salsa Rouennnaise
• Papas Suflé Chassagne Montrachet 1980. Joseph Drouchin
• Sorbete de Moras
• Confit de Pato con compotas de cebollas al vino Raussan-Seglá 1979
Postres
• Mousse de café con salsa de caramelo y ron
• Ron Gran Reserva Selecto
Bocaditos
• En Venezuela se ha hecho costumbre en las comidas, incluso en familias pudientes, reducir el
menú a un plato fuerte con sus acompañantes, además de las frutas o el postre y el café
• En términos generales, el orden de servicio de los componentes principales de un menú es el
siguiente: en primer lugar, el "antipasto" u "hors d'oeuvres", seguido por las sopas y los potajes.
Después, el turno es para los pescados o los frutos del mar, a los que siguen las carnes blancas,
Servicio de la mesa
En la página dedicada al banquete, me referí a algunas maneras de servirlo. Vale la pena, como
curiosidad, extenderse en ese aspecto. En gastronomía y en restauración al término servicio se le
da varios significados. En su origen se refería al conjunto de platos que componía cada parte de
un banquete o de una comida, que por tradición eran al menos tres cada vez. Posteriormente se
refirió también al ceremonial o a la manera de presentar los platos al comensal, y al mismo tiempo
la organización de las funciones que permiten al comensal en un restaurante, o aun
domésticamente, disfrutar del modo más correcto y racional los alimentos preparados en la cocina.
También llamamos servicio el conjunto de objetos que sirven para consumir un determinado tipo
de alimento, por ejemplo: Servicio de café, refiriéndose al conjunto de piezas utilizadas para servir
y tomar el café. Asimismo se dice, servicio de pescado, de espárragos, de caracoles, etc.
En cuanto al ceremonial utilizado para presentar los alimentos al comensal, ha variado mucho a
través del tiempo. Antiguamente se ponían todos los alimentos o los que constituían cada servicio,
de una vez sobre la mesa. Hasta el siglo XV se cubría la mesa, ya con platos, cubiertos y
alimentos, con una gran servilleta o mantel para indicar a los invitados que se habían tomado
precauciones higiénicas. Es el origen de la expresión francesa: "Servir o couvert" o servir cubierto,
asimismo "mettre le couvert" poner el cubierto, refiriéndose a poner la mesa. También, durante el
reinado de Luis XIV de las expresiones "a grand couvert", "a petit couvert" y "a tres petit couvert"
para referirse a la comida que el rey hacía solo frente a sus cortesanos, a su familia sin ceremonia
e íntimamente con sus familiares, respectivamente. Hoy día con la expresión "cubierto" se designa
además de las piezas que se utilizan para comer, el número de comensales o de puestos a la
mesa. En la terminología de restaurante, indica además, en muchos casos, una suma fija que
cada cliente paga independientemente de su consumo, como una especie de amortización de los
objetos que utiliza durante la comida. El término cubierto indica también el número de personas
que el restaurant puede atender al mismo tiempo o por turno. En Francia al hacer una reservación
al restaurant, se utiliza preferiblemente la expresión "couvert", cubierto, para indican a cada
persona y especificar su número.
A partir de Luis XIV se originó el servicio a la francesa, el cual se dividía en tres tiempos o partes,
cada una conteniendo al menos tres platos. La primera comprendía los platos calientes, desde la
sopa, varias a la vez, hasta los asados; la segunda, los diferentes asados a la vez, de aves,
carnes, pescados, platos fríos, verduras; la tercera comprendía la pastelería, helados, bombones,
frutas. La primera parte estaba ya servida al llegar los comensales, con profusión de adornos,
candelabros y piezas para mantener caliente la comida. A pesar de eso la comida se enfriaba y
todo se desarrollaba con desorden, dando origen a reglas detalladas, que regulaban aun la
duración de cada servicio. Este sistema se utilizó hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando se
impuso en Francia y en toda Europa, el servicio a la rusa, menos aparatoso y más racional,
introducido en Francia por el príncipe ruso Alexandr Borisovich Kourakine, embajador del Zar en
París ante el gobierno francés durante el Segundo Imperio.
El servicio a la rusa fue adoptado rápidamente por la alta sociedad y luego se generalizó en la
burguesía y en los restoranes y es el que generalmente se utiliza hoy. Su objetivo principal era
mejorar la calidad gastronómica, que cada comensal pudiera comer caliente y con todo su sabor,
cualquiera que fuera su número, reduciendo el tiempo necesario para la comida y eliminando al
mismo tiempo todo el aparataje con que inútilmente se adornaba la mesa, dejando sólo las flores,
frutas u otra pequeña decoración, poniendo más énfasis en la calidad de la comida. Se
establecieron de paso algunas normas que se cumplen todavía en las comidas. Las damas son
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servidas, primero, a partir de la derecha del dueño de la casa. La comida se presenta por la
izquierda. El vino se presenta y se sirve por la derecha, siempre primero una pequeña porción al
dueño de la casa para probar el estado en que se encuentra y ver si un pedazo de corcho se ha
desprendido al destaparlo. Se saca el plato por la derecha y se presenta por la izquierda. Sin
ceremonia, domésticamente, el dueño de casa corta a veces la carne o sirve algún alimento en
cada plato y pasa en ronda los platos servidos al resto de los comensales, comenzando por su
derecha.
El servicio a la rusa ha dado origen a variantes que se utilizan hoy día en restorantes,
especialmente. En el servicio simplificado, el plato se lleva ya servido al comensal o se pone el
plato sobre la mesa para que cada uno pueda servirse, la primera versión ha sido bautizada
"plateado" por nuestras agencias de festejos; en el servicio a la francesa propiamente, se da a
cada uno la posibilidad de servirse de la bandeja que es presentada por la izquierda; en el servicio
a la inglesa el camarero sirve al comensal en su plato; en el servicio con "queridón", que así se
llama en francés una pequeña mesa con tope circular de mármol y un solo eje soportado por
varios pies, probablemente porque se originó sirviéndose de mesitas de ese tipo, se presenta la
preparación a los comensales y se corta y se sirve en cada plato en una mesa al lado, llevando el
plato servido a cada comensal; en un buffet, todas las preparaciones, platos, cubiertos, servilletas,
etcétera, son puestos sobre una gran mesa y allí los comensales son servidos o se sirven ellos
mismos. Es el sistema utilizado para el brunch (desayuno tardío o desayuno o almuerzo de los
norteamericanos), en el cual se sirven al mismo tiempo, en buffet, preparaciones frías y calientes
típicas americanas para desayunos y almuerzos. También la tradición sueca que allí llaman
smorgasbord, en el cual se presentan sobre grandes mesas una abundante y variada cantidad de
platos fríos y calientes que constituyen una comida completa.
El smorgasbord significa literalmente "mesa de pan con mantequilla", nombre coloquial originado
cuando algún invitado debía permanecer en la casa que visitaba, por una gran nevada y los
dueños de la casa sin preparación previa, ponían todo lo que tenían sobre la mesa. En su forma
actual data de fines del siglo XIX. No se trata de hacerse un sandwich, es una comida muy
abundante y sustanciosa. En el smorgasbord, cada persona se sirve varias veces, en platos
diferentes, de acuerdo a su apetito, sin mezclar, según un orden tradicional. En Suecia se
comienza invariablemente con arenques en muchísimas formas diferentes, se continúa con los
pescados fríos, seguido por ensalada. La tercera parte es a base de jamón, charcutería y carnes
frías, se sigue con los platos calientes a base de pescado, aves o carnes, no faltando nunca las
albóndigas de carne suecas, swedish meat balls. En la mesa se presentan varias clases de pan y
de quesos suaves y fuertes que algunos comen al principio, otros al final, terminando todo con
frutas y postres. Los otros países escandinavos han adoptado el smorgasbord, bajo otros
nombres, pero nunca tan completos y abundantes como el sueco. Los daneses lo hacen a base
de sandwiches abiertos con algún alimento sobre una tajada de pan, sin cubrir, de los cuales
tienen una variedad interminable.
Una especialidad de algunos restaurantes en Italia, que vale la pena citar, es la mesa de
antipastos, (entremeses u hors-d'uoevres), fríos y calientes, de los cuales tienen un extenso
repertorio y con cuya vista el cliente puede disfrutar apenas entra al restaurante para "comer con
los ojos" y cuyo objeto es aplacar el apetito sin llenarse y continuar con el resto de la comida. Su
tradición viene de los banqueros romanos que lo llamaban "gustus" o "gustatio" acompañado de
"mulsum", bebida a base de vino y miel, que tenía el objeto de aplacar el apetito. Similares en la
manera de servirlos son los entremeses en los restorantes españoles, los cuales incluyen siempre
jamón, embutidos, tortillas, empanadas, mariscos, etcétera; los zakouski rusos, servicio que se
ofrece en salas adyacentes al comedor, en forma de buffet, del cual se sirven los comensales,
siempre acompañados de vodka helada y en los cuales están siempre presentes el caviar, los
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pirojiki, etc.; en el mismo estilo de servicio están los mezzés del Medio Oriente, frecuentes en
Turquía, Grecia, Egipto, Líbano, acompañados de anises locales (ouzo, saki) que incluyen
siempre enrollados de hojas de parra rellenos, dolmalles, milhojas de queso, bureck, taramasalata,
purés de semillas de ajonjolí y de garbanzos, tahina y houmis respectivamente, aceitunas, pita,
etcétera.
Crema de hinojo
(4 porciones)
• 1 hinojo, unos 250 a 300 gramos • 250 gramos de papas, 1 papa grande • 3 cucharadas de
mantequilla • 1 taza de cebolla, picadita • 2 cucharadas de escalonia, picadita • 1 1/2 cucharaditas
de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, molida • 1 cucharadita de harina o de maicena • 4
1/2 tazas de consomé de carne o de pollo • 1/2 taza de crema gruesa, para batir
Preparación
1.- Se lava el hinojo, se escurre. Se cortan en pedazos pequeños los tallos y la parte carnosa. Las
hojas menuditas se dejan aparte.
2- Se pela la papa. Se corta en pedazos pequeños. Se lava y se deja aparte.
3.- En una olla se pone la mantequilla a derretir. Se agregan la cebolla y la escalonia. Se cocinan
hasta marchitar, unos 3 a 4 minutos. Se agregan los tallos y la parte carnosa del hinojo. Se
agregan la papa, la sal, la pimienta y la harina. Se revuelve y se cocina todo por unos 5 minutos,
hasta marchitar.
4.- Se agrega el consomé. Se lleva a un hervor y se cocina a fuego fuerte, tapado, hasta ablandar
la papa y el hinojo, unos 15 minutos.
5- Se agregan las hojas menuditas del hinojo que se tienen aparte. Se revuelve y se retira del
fuego.
6- Se pasa el contenido de la olla al vaso de una trituradora y se tritura finamente.
7.- Se vuelve el líquido a una olla limpia, colándolo a través de un colador fino de alambre. Se
lleva a un hervor. Se le revuelve la crema con un batidor de alambre. Se pone a fuego suave y se
cocina 1 minuto. Se sirve inmediatamente.
• 100 gramos de hojas de berro, unas 4 tazas sin apretar • 1 cebolla pequeña, pelada, cortada
verticalmente en dos y luego transversalmente en tajadas delgadas • 3 tomates tipo italiano,
"perita", unos 250 gramos, cortados en tajaditas, con la piel, pero sin semillas
• 1 pepino pequeño, pelado, sin semillas y en trocitos, alrededor de 1 taza • 1 taza, sin apretar, de
hojas de cilantro • 1/4 taza de aceite • 2 cucharadas de vinagre • 1 cucharada de agua • 1
cucharadita de sal • 1 cucharadita de azúcar • 1/16 de cucharadita de pimienta, molida • 1/2
cucharadita de mostaza • La pulpa picadita de 1 aguacate de 1/2 kilo, unas 2 1/2 taza
Preparación
1.- Se le eliminan los tallos al berro. Se lavan las hojas muy bien. Se escurren. Se lavan y se
cortan la cebolla y los tomates. Se pela, se le eliminan las semillas y se corta en trocitos el pepino.
Se lava el cilantro, se escogen las hojas y todo se pasa a un envase.
• 1 pollo de 1 1/2 kilo cortado en presas • 1 limón • 1 cucharada de aceite • 1 1/2 cucharadita de
sal • 1/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1 cebolla pequeña, rallada • 1 diente
de ajo, machacado • 1 cucharadita de salsa inglesa Worcestershire • Unas 50 hojitas de estragón •
1/2 taza de aceite • 1 taza de Consomé de Pollo o de Carne o agua • 1/2 taza de vino blanco, seco
• 3/4 de taza de crema gruesa, para batir
Preparación
1.-Se lava el pollo. Se corta en presas. Se le quita la piel, el exceso de grasa y las glándulas que
tienen en la parte posterior. Se frota con limón. Se enjuaga y se seca con papel absorbente.
2.- Se hace un adobo mezclando en un envase la cucharada de aceite con la sal, la pimienta, la
cebolla rallada, el ajo, la salsa inglesa y las hojas de estragón. Con el adobo se frotan las presas
de pollo y se dejan aparte por 15 a 30 minutos.
3- Se limpia el pollo del adobo, que se deja aparte.
4.- En una sartén se pone la 1/2 taza de aceite a calentar. Se agrega el pollo y se fríe hasta dorar
por todas partes, unos 15 minutos. Se saca el pollo de la sartén y se pone aparte. Se elimina el
aceite de la sartén. Se agregan el consomé o agua y el vino, raspando las partículas oscuras que
quedan adheridas a la sartén. Se lleva a un hervor, se agrega el pollo, se tapa y se cocina a fuego
mediano hasta ablandar y estar bien cocido, unos 30 minutos.
5- Se saca el pollo de la sartén y se pone aparte. Se agrega el adobo a la sartén. Se cocina unos
2 minutos. Se pone a fuego suave y se agrega la crema. Se lleva a un hervor, se cocina por 2
minutos más y se vierte la salsa sobre el pollo para servirlo.
Caldo
• 2 kilos de rabo de res en trozos de unos 3 a 4 centímetros, 2 rabos • 1 limón cortado en dos • 1
cucharada de bicarbonato de soda • 20 tazas de agua • la parte blanca y algo de lo verde de 1 ajo
porro cortado longitudinalmente en dos • la parte blanca y algo de lo verde de 2 cebollines • 2
ramas de celerí con las hojas • 1 cabeza pequeña de ajo entera, unos 10 dientes o 15 gramos,
quitándole sólo la cubierta exterior • 1 cebolla grande cortada en dos y cada mitad clavada con 2
clavos de especia • 2 cucharaditas de sal
Preparación:
1.- El día anterior a la preparación de la sopa se raspa con un cuchillo, se frota con limón y con
agua con bicarbonato y se lava muy bien el rabo bajo agua corriente.
2.- En una olla grande se pone el rabo con el agua, unas 20 tazas, el ajo porro, el cebollín, el
celerí, el ajo, la cebolla clavada con los clavos de especia y la sal. Se lleva a un hervor, se le quita
la espuma que se le forma en la superficie. Se tapa y se cocina a fuego mediano hasta ablandar,
unas 3 horas. Se deja enfriar un poco en la misma olla.
• 2 kilos de panza de res • 2 cucharadas de bicarbonato de sodio • 2 patas de res, unos 21/2 kilos •
5 limones en mitades • 20 tazas de agua • 1/2 kilo de yuca • 1/4 de kilo de vainitas
• 1/4 de kilo de zanahoria • los granos de 3 o 4 jojotos grandes, unas 2 tazas de granos de maíz
tierno • 1/2 kilo de papas; 1/2 kilo de ocumo • 1/2 kilo de mapuey • 1/2 kilo de batas • 1/4de kilo de
auyama, 1 tajada pequeña • 1/2 kilo de ñame • 1/4de kilo de repollo • 1 cucharadita de pimienta
negra, recién molida • 10 cucharaditas de sal • 1 cucharada de alcaparras pequeñas • 3
cucharadas de vinagre • 2 cucharadas de mostaza preparada • 4 cucharadas de encurtidos en
vinagre picadito • 11/2 cucharada de salsa inglesa Worcestershire • 1 cucharadita de ají seco
molido • 11/2 taza de bolitas de masa de 1 cm de diámetro, preparadas a partir de la receta de
masa de maíz pilado (opcional) • 3 cucharadas de perejil picadito • 3 cucharadas de cilantro
picadito • 2 cucharadas de azúcar, opcional
Sofrito
• 1/2 taza de aceite • 3 tazas de cebolla picadita • 15 dientes de ajo machacados • 2 tazas de la
parte blanca de ajo porro picadito • 1/2 taza de lo blanco y algo de lo verde de cebollín picadito • 2
tazas de pimentón rojo picadito • 4 tazas de tomate picadito, sin piel y sin semillas • 3 cucharadas
de ají dulce picadito• 1/2 taza de salsa de tomate ketchup
Preparación:
1.- Se enjuaga la panza bajo agua corriente y se pone por 1/2 hora aparte en un envase con agua
que la cubra y la cucharada de bicarbonato de sodio.
2.- Se saca la panza del agua y se raspa con un cuchillo, primero por la parte exterior en la cual
tiene adheridos restos de peritoneo que se le eliminan y luego por la parte interior o superficie
carrasposa o como redecilla, para que los restos de peritoneo no queden adheridos a la superficie
carrasposa.
3.- Se lava nuevamente muy bien bajo agua corriente. Se frota con 3 limones en mitades. Se
enjuaga en agua con vinagre. Se lava muy bien en agua corriente.
4.- Se pelan, se raspan y se lavan muy bien las 2 patas, frotándolas con los 2 limones restantes y
bicarbonato de sodio lavándolas luego bajo agua corriente.
5.- En una olla de presión grande, se ponen la panza y las patas con 12 a 15 tazas de agua o
cada una aparte con 10 tazas de agua en dos veces sucesivas. Se lleva a un hervor, se baja un
poco el fuego y se cocina por 30 minutos. Se deja enfriar antes de destapar la olla.
6.- Entre tanto se prepara un sofrito así: en un caldero se calienta la 1/2 taza de aceite, se agregan
la cebolla y el ajo se sofríen hasta que estén traslucientes, alrededor de 4 minutos. Se continúa
cocinando y se agregan el ajo porro, el cebollín, el pimentón, el tomate, los ajíes, sin semillas ni
venas y la salsa de tomate. Se revuelve. Se cocina unos 10 a 15 minutos más o hasta que espese
un poco y se pone aparte.
7.- Entre tanto se ha colado el caldo donde se cocinaron la panza y las patas y cada cosa se pone
aparte.
8.- Se corta la panza en pedacitos de unos 2 centímetros, que da unas 6 tazas y se pone aparte.
Se le quita toda la carne y gelatina a las patas y se cortan en pedacitos.
9.- Se pelan y se cortan las verduras en pedacitos de unos 2 centímetros. Se lavan.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 185 27/03/2006
10.- En una olla bastante grande se pone los caldos donde se cocinaron la panza y las patas, la
yuca, las vainitas, la zanahoria, los granos de jojoto, las papas, el ocumo, el mapuey, la batata, la
auyama, el ñame y el repollo. Se lleva a un hervor y se cocina a fuego mediano unos 30 a 40
minutos o hasta que la verdura ablande un poco.
11.- Se agregan el sofrito sin colar, la pimienta, la sal, las alcaparras, el vinagre, la mostaza, los
encurtidos, la salsa inglesa y el ají. Se lleva a un hervor y se cocina a fuego mediano por 30 a 40
minutos.
12.- Se agregan la panza, la carne, la gelatina de las patas y las bolitas de masa. Se lleva a un
hervor y se cocina a fuego mediano por 30 a 40 minutos más o hasta que el caldo engruese un
poco. En total se cocina de 11/2 a 1à hora. Al final se le agregan el perejil y el cilantro. Se
revuelve, se cocina por 1 minuto, se retira del fuego y se sirve caliente. Si se quiere, se le puede
agregar el azúcar al final.
Consejos
• Es muy importante el orden de limpieza y lavado de la panza. Primeramente debe rasparse con
un cuchillo y lavarse la parte exterior que tiene adheridos restos del peritoneo y luego, la parte
interior o superficie carrasposa
• Asimismo, es importante frotar la panza con limón y enjuagarla en agua con vinagre y en agua
con bicarbonato de sodio para desodorizarla
• El mondongo y la sopa de rabo conviene hacerlas en dos días consecutivos para hacerlo con
más comodidad y con mejores resultados. En el caso de la sopa de rabo permitirá desgrasarla
totalmente
1/2 taza de agua tibia; 1/2 cucharada de azúcar; 15 gramos de levadura en pasta o granulada; 1/2
kilo de harina; 1 huevo; 3 cucharadas de azúcar; 1 cucharadita de sal; 1/2 taza de agua tibia; 3
cucharadas de aceite; aceite para engrasar la mesa y la bandeja; 1 huevo ligeramente batido; 1
cucharada de semillas de amapola (poppy seed).
Preparacion
1.- En un envase se revuelven el agua, el azúcar y la levadura y se pone aparte cubierto con un
paño, en lugar abrigado, sin corrientes, por 15 minutos.
2.- En otro envase se ponen la harina, el huevo, el resto del azúcar, la sal, la levadura ya
preparada y el agua y se amasa hasta obtener una masa suave. Se agrega el aceite, 1 1/2
cucharada cada vez, amasando hasta incorporarlo completamente cada vez. Se hace una bola y
se deja en el envase, tapado y en un lugar abrigado, sin corrientes, hasta doblar de volumen,
alrededor de 45 minutos.
3.- Se pasa la masa a una mesa aceitada. Con las palmas de las manos, moviendo las manos
hacia adelante y hacia atrás, se hace un rollo de unos 45 centímetros de largo. Se divide en dos
pedazos, uno de unos 30 y otro de 15 centímetros. Cada uno se vuelve a alargar con los mismos
movimientos hasta alcanzar, respectivamente, unos 65 y 30 centímetros aproximadamente. Con el
trozo más largo se una U con la curva hacia arriba. Se le pega o suelda en el centro de la curva el
pedazo más pequeño, el cual se deja en el centro de la U y, pasando los pedazos alternadamente
uno sobre otro, se hace una trenza de unos 30 centímetros de largo. La trenza puede también
hacerse con tres trozos de unos 30 centímetros de largo, colocados paralelamente sobre la mesa
con unos 2 centímetros de separación y, a partir de la mitad, hacer la trenza hacia cada extremo o
partiendo de un extremo y terminando en el otro. Se pasa la trenza a una bandeja aceitada, se
cubre con un paño y se deja levantar en un lugar abrigado por unos 45 minutos.
4.- Se precalienta el horno a 350 grados.
5.- Con la brocha se pinta el pan con el huevo batido y luego se le rocían por encima las semillas
de amapola.
6.- Se mete la bandeja en el horno y se hornea por 20 a 25 minutos, hasta dorar por encima.
Preparacion
1.- Se precalienta el horno a 400 grados.
2.- Se corta el pan en rebanadas delgadas, alrededor de 1 1/2 centímetros de espesor.
3.- Se cortan los tomates horizontalmente por la mitad.
4.- Se mete el pan en el horno y se hornea hasta secar y endurecer un poco, que apenas
comience a dorar, unos 3 minutos.
5.- Se saca el pan del horno, se frota por un lado con el tomate hasta cubrirlo con una capa rojiza
producida por el tomate, se eliminan las semillas. Se le agregan unas gotas de aceite, que se
extienden con un cuchillo y por último según el gusto se espolvorea ligeramente con sal.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 188 27/03/2006
Torta de pan con chocolate
(12 a 15 porciones)
300 gramos de pan duro de 3 a 4 días; 3 tazas de leche; 1 cucharada de mantequilla para
engrasar el molde; 150 gramos de chocolate amargo o semidulce y 1/2 taza de leche para
derretirlo; 3 huevos; 1/2 kilo de azúcar; 90 gramos, unas 6 cucharadas, de mantequilla; 135
gramos, 1 taza, de queso blanco, duro, tipo llanero, rallado; 1 cucharadita de esencia de vainilla;
1/2 taza de pasas.
Preparacion
1.- Se corta el pan en pedazos pequeños. Se pone a remojar en un envase con las 3 tazas de
leche, revolviéndolo con frecuencia. Se mezcla con un mezclador para pasta o con un mazo de
madera.
2.- Se precalienta el horno a 400 grados.
3.- Se engrasa un molde de unos 30 centímetros de diámetro por 5 centímetros de alto, con una
cucharada de mantequilla.
4.- En una olla pequeña se ponen el chocolate con la 1/2 taza de leche. Se lleva a un hervor y se
cocina hasta derretir completamente el chocolate.
5.- Al pan con la leche se agregan los huevos, el azúcar, la mantequilla, el queso, la esencia de
vainilla y el chocolate derretido y con un mezclador para pasta se revuelve bien hasta tener una
mezcla gruesa, la torta debe quedar más bien ordinaria. Se le revuelven las pasas con una
cuchara de madera y se vierte la mezcla en el molde.
6.- Se mete el molde en el horno y se hornea por 65 a 70 minutos o hasta que esté bien dorada
por encima y que al perforarla con una aguja, ésta salga seca.
7.- Se saca el molde del horno y se deja enfriar sobre una rejilla o sobre una tabla. Se saca la torta
del molde, se pone sobre una bandeja y se sirve a temperatura ambiente.
Pargo o Mero
Cada uno de los dos pescados estelares de nuestros mares tiene sus partidarios. Ambos, cuando
por el bajo precio del pescado eran accesibles a todo el mundo, <Imagen: Pez derecho>eran muy
consumidos en nuestro litoral central. No es allí lo mismo hoy día ni en el resto del país por sus
altos precios. En Caracas, siempre fue preferido el pargo por su blancura, su textura, su suavidad,
su estructura, su gusto delicado y su versatilidad y creo que en cierto modo por su bello y
provocativo aspecto y color rojo o rosado cuando lo vemos en la pescadería. El pargo siempre fue
más costoso. En general es menos abundante que el mero y menos seguro su abastecimiento
constante, debido a que el pargo es mejor cotizado en los mercados de EEUU y del Caribe y hacia
esos mercados se destina buena parte de la pesca. Las cosas han cambiado en los últimos años,
hoy día el mero es algo más costoso y su preferencia se equipara a la del pargo, en parte por las
razones expuestas anteriormente y en parte por la presencia de una mayor cantidad de
inmigrantes españoles entre nosotros, para los que es una verdad absoluta el dicho: "Del mar el
mero, de la tierra el cordero, del aire la perdiz, etcétera" y que además ha sido potenciado por los
restaurantes españoles que al mismo tiempo crearon esa pantagruélica excelencia gastronómica
caraqueña que es el churrasco de mero, cuando el mero costaba menos que el pargo y porque,
además, el tamaño del churrasco es más fácil obtenerlo con el mero, más grueso en toda su
longitud hasta la cola y con cabeza más pequeña, lo que hace que para igual peso, el pargo sea
más largo y menos rendidor. En realidad los europeos no tienen el pargo, lo que no deja de ser
una falla muy importante al juzgar los productos del mar.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 189 27/03/2006
En definitiva, ambos son excelentes y a pesar de que entre gustos y colores es difícil discutir, creo
que, conjuntamente con el salmón constituyen lo mejor que, en materia de pescados, nos ofrecen
los mares, sin que por eso se puedan desdeñar el sol o el lenguado, la merluza, el besugo, el
rodaballo, el rape etcétera; y específicamente en Venezuela, el carite sierra, el róbalo, la curvina,
la catalana, el cororoco, etcétera, pero todos en general menos versátiles que los primeros.
Quizás el más versátil de todos es el pargo, que puede ser preparado en cualquier forma con
excelentes resultados: hervido, frito en mucho o poco aceite, a la plancha, sudado, horneado, en
filetes y en papillote y acepta ventajosamente cualquier salsa con la que se lo desee acompañar.
El mero y el salmón son también muy versátiles, pero el mero se seca un poco al horno o sudado
y el salmón no se presta tanto para freírlo en ruedas sino a la plancha. Tanto del pargo como del
mero hay muchas variedades y son muy abundantes en toda la costa venezolana, desde Cabo
Codera hasta Guyana y aun más allá hasta Brasil, también en todo el mar Caribe, Florida,
Bahamas. El mero se encuentra también en el Atlántico oeste, en parte del Pacífico y aun en el
Mediterráneo donde recibe el nombre de Merou, cuya calidad no es comparable con la del mero
del océano.
La calidad de los diferentes pargos y meros es variable según la variedad de que se trate. En
general el mejor pargo es el llamado "red snapper" en inglés, simplemente pargo entre nosotros,
de color rosado rojo con aleta dorsal a lo largo color carmín y con ojos rojos a diferencia de las
otras variedades que los tienen de otro color. En cuanto al mero se consideran los mejores el gris
ligeramente marronuzco con bandas más obscuras alrededor del cuerpo y el de color marronusco
ligeramente rojizo. En general llamados simplemente mero, sin más calificativos en nuestras
pescaderías.
Algunas consideraciones sobre los pescados
1. Un pescado entero, con vísceras, tiene de 30 a 60% de desperdicios; sin cabeza en trozos, de
15 a 25% de desperdicios; en ruedas, sin aletas, alrededor de 10% y en filetes, sin piel, no tiene
desperdicio.
2.Es conveniente eliminar las vísceras tan pronto haya sido pescado, para eliminar así la mayor
fuente de contaminación bacterial.
3.Aun en neveras el pescado debe ser conservado rodeado de hielo picado. 4.Aun cuando es
difícil para el consumidor corriente valorar la frescura del pescado a comprar, se pueden seguir
varias reglas:
•Debido a que la rígidez cadavérica se instaura poco después de la muerte del pescado, si éste se
mantiene horizontalmente y permanece rígido, es porque está fresquísimo.
•Al presionarlo con el dedo, se debe sentir firme y elástico, retornando a su posición inicial.
•Los ojos deben ser claros y turgentes, saltones, abombados, no turbios y aplastados.
•Las agallas deben ser rojas y brillantes.
•Debe tener un olor "limpio", no excesivamente fuerte ni rancio, más bien como de alga marina, a
veces como a pepino. Si huele a amoníaco está alterado, debe desecharse, excepto en los
pescados cartilaginosos como el cazón que lo tiene aunque no en demasía.
•El color de la piel debe ser el característico del cada pescado, no debiendo tener manchas rojizas
en la parte ventral.
•En el caso de filetes ya cortados, éstos deben tener apariencia nítida, firme y húmeda. No debe
tener trazas secas y los bordes no deben ser amarillosos o marronuscos. Es preferible comprar el
pescado y pedir luego hacer los filetes.
•El pescado fresco es más bien bajo de sal, igual que las ostras y las almejas blandas. No así la
langosta, camarones, langostinos y las almejas duras.
Sin que sea motivo de alarma, la ciguatera es un envenenamiento causado por el consumo de
peces tropicales y subtropicales que han acumulado toxinas en su cuerpo como consecuencia de
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 190 27/03/2006
su dieta que incluye algas de las especies dinoflageladas, comunes en esas latitudes,
especialmente en los sitios coralíferos. Es relativamente frecuente en Los Roques, aunque no en
los pescados habitualmente adquiridos en las pescaderías, que en general son variedades libres
de la ciguatera. Por eso no debe ser motivo de alarma, pero sí debe evitarse comer pescados
producto de pesca deportiva. La ciguatera no es reconocible a vista, olor o sabor, sino por
exámenes toxicológicos y no se elimina ni siquiera con congelación o con el cocimiento del
pescado. Los pescados que en nuestros mares la tienen prominentemente son la barracuda o
picúa con mucha frecuencia, algunas variedades de mero, de pargo, de carite, de atún
(amberjack) y otros.
La ciguatera ocurre generalmente a las seis horas de consumido el pescado y se manifiesta con
entumecimiento, hormigueo, picazón en los dedos que se pueden extender a las extremidades,
náuseas, vómitos y diarreas muy severas, vértigo, debilidad muscular, incluso postración y
particularmente una reversión o imposibilidad de reconocer al tacto las temperaturas. Esos
síntomas persisten por días, semanas o meses y pueden recurrir con el consumo de alcohol, o
cambios de dieta. La ciguatera es más frecuente en Islas Vírgenes, Puerto Rico, República
Dominicana e islas del Caribe, Hawai, costa sureste de Estados Unidos. En general la ciguatera
se deposita en mayores cantidades en peces grandes y en sus vísceras, hígado y huevas, las que
deben evitarse de esos tipos de pescados.
Consomé:
• 1 cabeza de pescado (mero o pargo preferiblemente) de 1 kilo aproximadamente, picada en 4
pedazos
• 2 limones, cortados en dos • 12 tazas de agua, la parte blanca y algo de lo verde de un ajo porro
• 1 cebolla cortada en dos • 1 tallo de céleri • 6 granos de pimienta negra • 3 dientes de ajo enteros
• 2 ramas de cilantro • 2 ramas de perejil • 2 cucharaditas de sal.
Sopa:
• 3/4 de kilo del mismo pescado, sin piel y sin espinas (aproximadamente 1 1/4 kilo con piel y con
espinas) • 1 limón, cortado en dos • 6 cucharadas de mantequilla • 2 tazas de cebolla, picadita • 3
dientes de ajo, machacados • 1/2 taza de la parte blanca de un ajo porro • 1/2 taza de la parte
blanca de cebollín picadito• 10 cucharadas de harina • 3 cucharadas de polvo curry • El consomé
de pescado preparado anteriormente, 10 tazas, o se completan hasta esa cantidad con agua
• 1/2 taza de la parte blanca de céleri picadito • 2 tazas de tomate, picadito, sin piel y sin semillas •
5 cucharaditas de sal • 3 manzanas, picaditas, sin piel • 3/4 de kilo o 4 tazas • 1/8 de cucharadita
de pimienta blanca, recién molida • 1/2 cucharadita de salsa picante • 2 cucharadas de perejil;
picadito • 1 taza de crema liviana.
Preparación:
1. Se lava la cabeza de pescado, se frota con limón, se enjuaga. Se pone en una olla a la cual se
agregan el agua y los demás ingredientes para la preparación del consomé. Se lleva a un hervor,
se le quita la espuma que se forma y, a fuego fuerte, se cocina por 1/2 hora. Se retira del fuego.
Se cuela. Se pone el pescado aparte. Se obtienen unas 10 tazas de consomé.
2. Se lava, se frota con limón y se enjuaga el resto del pescado. Se pone aparte.
3. En una olla grande y pesada se pone la mantequilla a derretir, se agregan la cebolla, el ajo, el
ajo porro y el cebollín y se sofríen a fuego fuerte hasta marchitar, unos 12 minutos. Se agrega la
harina y, revolviendo constantemente, se cocina a fuego mediano por 2 minutos, se agrega el
polvo curry y se continúa cocinando por 1 minuto. Se agrega el consomé hirviendo que se obtuvo
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 191 27/03/2006
anteriormente. Se lleva a un hervor, se agregan el céleri, el tomate y la sal, se lleva nuevamente a
un hervor, se pone a fuego mediano y se cocina por 10 minutos. Se agregan las manzanas, la
pimienta, la salsa picante y el pescado crudo, en pedazos de unos 4 a 5 centímetros por lado. Se
lleva a un hervor y se cocina a fuego mediano por 10 minutos.
4. Se agrega el pescado desmenuzado que se haya obtenido de la cabeza después de cocida. Se
agregan también el perejil y la crema, se revuelve y se retira del fuego para servir.
Preparación:
1. En una olla pesada, en un caldero con tapa o en un envase en el horno, se pone una capa
compuesta de la cebolla, el céleri, lo blanco de los cebollines, el ají dulce, lo blanco del ajo porro,
los granos de pimienta y el agua. Se pone encima el pescado, que se le ha frotado previamente la
sal y se baña con las dos cucharadas de aceite. Se tapa la olla y se pone a fuego fuerte. Se lleva
a un hervor, se pone a fuego mediano y se cocina por 12 ó 13 minutos, dándole vuelta a la mitad
del cocimiento. Se retira del fuego. Se le eliminan la piel y las espinas y se pone aparte. Se cuela
el caldo que produce apretando los sólidos contra las paredes del colador y se pone aparte.
2. Se lavan las papas, se ponen en una olla con el agua y la sal y se cocinan hasta ablandar. Se
escurren, se dejan enfriar, se pelan y, enteras o en pedazos grandes, se ponen aparte.
3. Se preparan la cebolla picadita, el ajo, el tomate picadito y el pimentón picadito.
4. En una olla se ponen 3 cucharadas de aceite a calentar. Se agregan la cebolla, el ajo, el tomate
y el pimentón y se cocina por 8 minutos. Se agrega el caldo de pescado obtenido, se cocina 3
minutos. Se agrega el vino, se lleva a un hervor y se cocina por 10 minutos.
5. Se agregan las papas, las aceitunas, las alcaparras, el azúcar y las bolitas de masa y se cocina
por 25 a 30 minutos. Se retira del fuego. Se saca el pescado de la olla. Se divide en pedazos
grandes y se sirve en plato hondo con las papas y con la salsa, como un hervido.
Sopa de pescado
(8 personas)
• 1 kilo de pargo o mero en 2 pedazos y 1 kilo de cabeza del mismo pescado • 1 limón • 12 tazas
de agua • la parte blanca y algo de lo verde de 2 ajo porros cortados longitudinalmente en dos • 2
cebollas cortadas en dos • 2/3 de taza de zanahoria picadita • 1 taza de papa picadita • 1/2 taza de
celerí picadito • 3/4 taza de ajo porro, la parte blanca, en ruedas delgadas • 6 dientes de ajo
machacados • 4 1/2 cucharaditas de sal • 1/4 de cucharadita de pimienta blanca recién molida • 1
cucharadita de encurtidos en mostaza, picaditos • 3/4 de cucharadita de salsa picante • 1/4 de taza
de aceite • 1 taza de cebolla rallada • 3/4 de taza de tomate rallado, sin piel y sin semillas • 1/2
Preparación:
1. Se limpia y lava muy bien el pescado, se frota con limón y se enjuaga con agua corriente.
2. En una olla se pone el agua con los ajo porros y las cebollas en mitades. Se lleva a un hervor y
se cocina por 10 minutos.
3. Se agrega el pescado, se elimina la espuma que se forma en la superficie y se cocina por 15 a
18 minutos. Se saca el pescado, se pone aparte. Se continúa cocinando la cabeza por 10 a 15
minutos más.
4. Se retira del fuego, se cuela el caldo a través de un colador fino de alambre. Se pone la cabeza
aparte para sacarle la carne que tenga y se lava la olla.
5. Se vuelve el caldo a la olla y se le agregan la zanahoria, la papa, el céleri, el ajo porro en
rueditas, el ajo, la sal, la pimienta, el encurtido y la salsa picante y se cocina 15 minutos.
6. Entretanto se prepara un sofrito poniendo el aceite a calentar en un caldero pequeño, se agrega
la cebolla rallada y se sofríe hasta marchitas unos 4 minutos. Se agregan el tomate y el pimentón,
se lleva a un hervor y se cocina a fuego mediano por unos 7 minutos.
7. Se agregan la pasta y el sofrito sin colar a la olla y se cocina por 10 minutos más.
8. Se agregan el jugo de limón y el pescado en pedazos pequeños, sin piel y sin espinas y se
cocina a fuego mediano por 10 minutos. Se agrega el perejil. Se agregan el cilantro y la
yerbabuena al apagar el fuego y se eliminan antes de servir.
Preparación:
1. Se limpia y se lava el pescado, se corta en pedazos de unos 5 a 7 centímetros por lado. Se
enjuaga en agua con jugo de limón y luego en agua corriente. Se seca.
2. En un envase se mezclan la harina, la sal y la pimienta. Se cubre el pescado con la mezcla de
la harina, luego se pone en un colador y se sacude para eliminar el exceso de harina.
3. En una sartén grande se ponen a calentar la mantequilla y el aceite. Se agrega el pescado y se
cocina dándole vuelta de vez en cuando hasta dorar, unos 10 minutos. Se seca el pescado de la
sartén con una espumadera o cuchara perforada y se pasa a un plato cubierto con papel
absorbente para eliminarle el exceso de grasa.
• 1 pargo entero de 1 1/2 a 2 kilos, limpio • 1 limón • 1 cebolla grande en ruedas • 2 ó 3 hinojos
cortados en 2 ó 3 pedazos cada uno • 1 cucharada de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta molida
• 2 cucharadas de semillas de hinojo • 2 cucharadas de aceite • 1 limón pelado y cortado en
rodajas delgadas
Preparación:
1. Se limpia y se lava el pescado. Se frota con limón. Se seca con papel absorbente.
2. En una bandeja para hornear se pone una capa de cebolla en ruedas y encima una capa del
hinojo picado grueso.
3. Se precalienta el horno a 450 grados.
4. Se le hacen sendos cortes en cada lado al pescado. Se frota con la sal y la pimienta. Se le
ponen las semillas de hinojo dentro de los corte y en el interior del pescado. Se pone el pescado
en la bandeja sobre el hinojo picado y también con hinojo por encima. Se le agrega el aceite y se
le ponen encima las rodajas de limón. Se cubre con papel de aluminio y se mete en el horno. Se
hornea por unos 20 a 25 minutos. Se saca del horno. Se descubre, se voltea el pescado. Se cubre
de nuevo la bandeja, se mete en el horno y se hornea por unos 20 a 25 minutos más.
5. Se saca la bandeja del horno y se pasa el pescado, con el caldo producido, a una bandeja para
servir. Puede adornarse con el hinojo con el cual se ha horneado el pescado.
Parmigiano Reggiano
Es el rey de los quesos italianos, para algunos el mejor de los quesos y, sin duda, el más utilizado
por las posibilidades que ofrece para ser utilizado en diferentes formas y preparaciones. Es un
queso de tipo grana, duro, madurado hasta obtener una estructura granular, arenosa, en
apariencia y textura. Es una combinación de leche de vaca de dos ordeños, parcialmente
descremada y cocida, cuajo, sal y tiempo para madurar, unos 12 a 24 meses, hasta obtener la
textura peculiar llamada grana, formada no por sal, sino por aminoácidos. Los principales quesos
grana son el parmesano (parmigiano reggiano), el grana padano, el bagosso y el lodigiano. El
queso grana, especialmente el parmesano, es de especial utilidad en la cocina italiana y su uso se
ha extendido a todo el mundo, pues además de ser un excelente queso de mesa, rallado es usado
para agregar a sopas y en la preparación de otros platos, para gratinar, como aperitivo, etcétera.
Cada uno es producido en un área delimitada por ley o "zona típica". En el caso del parmesano
reggiano, incluye el valle del río Po que corre en el norte de Italia atravesando las provincias de
Lombardía, Emilia-Romagna, el Veneto y Trentino. La forma, tamaño y proceso de fabricación del
parmigiano reggiano y del grana padano son parecidos, pero en el grana padano está permitido el
uso de azafrán para darle color y el uso de antifermentantes en la alimentación de las vacas. Otros
países como Argentina y Uruguay producen el reggianito. Asimismo, Estados Unidos y otros
países incluso Venezuela, producen queso tipo parmesano, sin alcanzar siquiera la calidad del
parmesano reggiano.
Ensalada César
(6 a 8 porciones)
• 1 Kilo de lechuga romana, 2 a 3 lechugas, alrededor de 400 gramos de hojas ya cocidas •1/2
taza de pan francés tostado en trocitos pequeños "croutons" • 3 cucharadas de mantequilla • 1
cucharada de salsa inglesa Worcestershire • 2 dientes de ajo • 1 huevo • 6 cucharadas de aceite •
2 cucharadas de vinagre • 2 cucharadas de jugo de limón • 5 cucharadas de agua • 1 cucharadita
de salsa inglesa Worcestershire • 1/8 de cucharadita de mostaza preparada • 2 cucharaditas de
azúcar • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1/2 cucharadita de sal • 1 lata de
filetes de anchoas, en aceite, de 50 gramos • 3/4 de taza de queso parmesano rallado
Preparación
1. Se precalienta el horno a 300 grados.
2. Se eliminan las hojas exteriores y menos tiernas de las lechugas. Se lavan cuidadosamente. Se
cortan en pedazos de unos 5 centímetros de largo. Se escurren muy bien hasta secar.
3. Se corta el pan en trocitos muy pequeños o rebanaditas pequeñas delgadas. Se ponen en una
sartén las 3 cucharadas de mantequilla a calentar, se añade 1 cucharada de salsa inglesa y se fríe
el pan hasta dorar, revolviendo constantemente para cubrirlo completamente con la mezcla. El pan
debe estar tostado, puede meterse en el horno por unos minutos después de frito. Se deja enfriar
aparte.
4. Se meten en el horno los dientes de ajo hasta amortiguar, unos 4 a 5 minutos, se ponen aparte.
5. En una ollita se pone un poquito de agua a calentar. Se lleva a un hervor. Se agrega el huevo y
se cocina 1 minuto. Se pone a enfriar en agua con hielo.
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6. Se prepara una vinagreta poniendo en un frasco el aceite, el vinagre, el jugo de limón, el agua,
la salsa inglesa, la mostaza, el azúcar, la pimienta y la sal. Se bate bien.
7. Se frota una ensaladera, preferiblemente de madera, con los dientes de ajo. Se eliminan los
restos de ajo. Se agrega la lechuga seca. Se añade la vinagreta. Se le ponen las anchoas
cortadas en pedacitos y con su aceite. Se agrega el queso. Se bate y se añade el huevo. Se
agrega el pan tostado. Se revuelve todo muy bien y se sirve inmediatamente.
• 1 cucharada de mantequilla para engrasar una bandeja de las usadas para hornear • 75 gramos,
2/3 de taza, de queso parmesano, rallado finamente • 150 gramos, 1 taza, de harina • 1/4 de
cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 150 gramos, 10 cucharadas, de
mantequilla.Ingredientes para el relleno (opcional) • 45 gramos, 3 cucharadas, de mantequilla • 45
gramos, 8 cucharadas, de queso parmesano rallado
Preparación
1. Se precalienta el horno a 300 grados centígrados
2. Se enmantequilla una bandeja de metal para hornear de unos 40 x 50 centímetros.
3. Se ralla el queso finamente sin hacer mucha presión contra el rallo.
4. En un envase se mezcla muy bien el queso con la harina cernida y la pimienta.
5. Se le agrega la mantequilla. Se mezcla bien con la punta de los dedos y, sin amasar, se hace
una bola con la palma de la mano para unir bien.
6. Se pasa la mezcla a una mesa o tabla enharinada y, poniéndole un papel parafinado por
encima, se extiende con un rodillo hasta tener aproximadamente 1/2 centímetro de espesor.
7. Con un cortagalletas o utilizando los bordes de una copa se cortan círculos del tamaño deseado
y se colocan en la bandeja.
8. Se mete la bandeja en el horno y se hornean hasta que comiencen a dorar, unos 18 minutos.
Nota:
Si se quieren rellenar las galletas, se mezclan bien la mantequilla y el queso para el relleno, se
untan las galletas por su lado interior y se pegan dos a dos.
• 1/2 kilo de cebolla en ruedas bien delgadas • 6 cucharadas de mantequilla • 6 tazas de consomé
de carne • 1/4 a 1/2 cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1/2 cucharadita de sal • 12
rebanadas pequeñas y delgadas de pan francés, tostado • 6 cucharadas de queso Gruyére y 6
cucharadas de queso parmesano, rallados y mezclados.
Preparación
1. Se precalienta el horno a 400 grados centígrados
2. Se pelan, se lavan y se cortan en ruedas las cebollas.
3. En un caldero u olla gruesa se pone a calentar la mantequilla. Se agrega la cebolla. Se sofríe
hasta comenzar a dorar.
4. Se le agrega el consomé, se lleva a un hervor y se cocina por 10 minutos.
5. Se corrige la sazón agregando la pimienta y la sal.
• 1/2 kilo de espárragos frescos • 6 tazas de consomé de carne, de las cuales se usarán sólo 5
tazas para la preparación del risotto propiamente • 2 cucharadas de mantequilla sin sal • 2
cucharadas de aceite • 2 cucharadas de tuétano de hueso de res • 1/2 taza de cebolla, bien
picadita • 1/2 a 1 cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta negra, preferiblemente recién
molida • 1 taza de arroz • 1/2 taza de vino blanco; seco • 2 hojas de salvia o 1/8 de cucharadita, si
es seca molida • 2 cucharadas de mantequilla sin sal • 1/2 taza de queso parmesano, rallado
Preparación
1. Se cortan las puntas de los espárragos (la parte que tiene escamas). Se ponen aparte. Se
cortan y se eliminan los extremos inferiores y duros de los espárragos. El resto se pela finamente
y se corta en pedazos de unos 2 centímetros de largo.
2. En una olla al fuego se ponen esos pedazos de espárragos con el consomé. Se lleva a un
hervor y, a fuego lento, se cocina por 20 minutos para que el consomé adquiera el sabor de los
espárragos. Se escurren y se ponen aparte. Se mantiene el consomé, del que se utilizarán sólo 5
tazas, a fuego muy suave.
3. En otra olla se ponen la mantequilla, el aceite, el tuétano, la cebolla, la sal y la pimienta y se
cocina hasta marchitar, unos 3 a 4 minutos.
4. Se agrega el arroz y, revolviendo, se cocina hasta que esté brillante y cubierto por la grasa, 1
minuto.
5. Se agrega el vino y se cocina hasta que se consuma casi completamente, unos 2 minutos.
6. Se agrega gradualmente el consomé a punto de hervor, 1/2 taza cada vez. Se cocina
revolviendo constantemente y raspando el fondo y orillas de la olla hasta que se consuma cada
porción para agregar la siguiente. Cuando se hayan agregado y consumido 2 tazas (4 porciones)
del consomé, se agregan los pedazos de espárragos, no las puntas, que se añadirán después de
haber agregado y consumido 3 tazas (6 porciones) del consomé. La salvia se añadirá con la última
media taza de consomé. Se comprueba el punto de sal y de pimienta. Se cocina hasta que el
arroz se sienta cocido, pero firme, en total unos 25 minutos contados desde que se echa el arroz a
la olla. Se apaga el fuego y se le revuelve el resto de la mantequilla y el queso parmesano y se
sirve inmediatamente. En la mesa cada persona puede agregar, si lo desea, más queso
parmesano.
Nota:
Del grueso de los espárragos dependerá su tiempo de cocción y el momento de agregarlos, de
manera que queden bien cocidos pero firmes.
Pasapalos
Preparaciones frías o calienes generalmente pequeñas, uno o dos bocados, para ser tomados con
los dedos o con un palillo, sin ensuciarse las manos, fáciles de comer, generalmente de pie, sin
que se ponga la ropa en peligro de ensuciarse y sin que haya que interrumpir la conversación,
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servidas fuera de la mesa, como acompañamiento a bebidas o como aperitivos. Los pasapalos,
como tales, son característicos de Venezuela. No son una tapa o entremés como usan los
españoles, que a veces debe comerse, aun de pie, en un plato y con la ayuda de cubiertos. No
son los hors d’oeuvres franceses o los antipastos italianos que básicamente son para comer en la
mesa al comienzo de una comida. El pasapalo puede tener dos propósitos, el simple
acompañamiento de una bebida para disfrutarla mejor o para despertar el apetito sin que se llegue
a sentir llenura. Pueden servirse a cualquier hora o en cualquier ocasión y con cualquier bebida y
en algunos casos pueden incluso constituir una comida ligera.
La costumbre de servir pasapalos como se utilizan hoy día, es relativamente reciente. Todavía en
los años treinta no eran muy usuales. Se utilizaban pirulíes (panecillos) rellenos de pasta de queso
o de diablito, tequeños, canapés, pequeños sandwiches: de cala, de capas, etcétera, como
merienda, en piñatas y aun como ofrecimiento a visitas, sin que estuvieran ligados a bebidas. El
repertorio de nuestros pasapalos hoy día es muy amplio, casi interminable, pues a veces es
incluso un plato minimizado como los bollitos de hallaca y aunque incluyen los canapés y
sandwiches, los pasapalos son mucho más que ellos que, originalmente fueron para comer en la
mesa, con cubiertos y luego minimizados sobre pan para poder ser tomados con la mano y comer
en uno o dos bocados, una pequeña pizza, por ejemplo.
Creo además, que de todo lo citado, tenemos la creación más simple y genial de todas: el
inigualable tequeño, pasapalo de forma cilíndrica consistente en una barra de queso blanco
semiduro, envuelto en tiras de masa de harina de trigo y luego frito, que cuando llena las
condiciones de excelencia con masa suave y tostada, semicrujiente, rellenos con un queso blanco
que tenga poca sal y que al molderlo, el queso haga hilos. Es un bocado apetecible a cualquier
hora. No cansa jamás, gusta a todo el mundo, no tiene olores fuertes y es muy fácil de comer,
pues no ensucia.
Las referencias más lejanas que tengo los dan por conocidos en Caracas en la primera década de
este siglo, su nombre podría hacer pensar que se hayan originado en la vecina población de Los
Teques, pero sin ninguna seguridad sobre su origen. También en esa época y aun mucho
después, Los Teques era ciudad donde muchas familias pudientes de Caracas pasaban largas
temporadas de vacaciones o de "temperamento". Se iba de "temperamento". No es extraño que
también en la cocina de una de esas familias se hubiera originado. En todo caso en una casa
donde se comía bien y variado, dada la presencia de la pasta hecha a mano, que indica quizás,
que fuera familia pudiente o acomodada ya que podía darse esos lujos. Su nombre, tequeño,
podría ser también un homenaje familiar a una cocinera tequeña que los hubiera hecho por
primera vez, utilizando restos de la masa utisada en la confección de pastelitos que fueron
anteriores a los tequeños. Tengo referencia de una de esas familias con casa de "temperamento"
en Los Teques, con su servicio propio, que recuerdan haber comido tequeños allí.
El tequeño originalmente se utilizó para comer en plato, en algunos casos rociados con azúcar y
también como algo para picar lo que antiguamente se llamaba un "tentempié" o un "piscolabis",
aunque algunas familias lo servían en la mesa como un primer plato, como pastelitos, torticas,
etc., aparte del plato principal. Posteriormente pasó a ser simplemente pasapalo y estar presente
en todas nuestras celebraciones. Descendiente infortunado y ordinario del tequeño es el
tequeñón, verdadero atentado a la excelencia y gastronómica y a la salud de nuestros niños que lo
encuentran en las cantinas de muchas de nuestras escuelas y que ojalá fuera desterrado de ellas.
Tequeños
• 1/2 kilo de queso blanco, semiblando, con poca sal y poca agua, para el relleno • 3 tazas de
harina • 2 cucharaditas de sal • 2 huevos • 2 cucharadas de aceite • 1/3 de taza de agua,
aproximadamente, a la temperatura ambiente • aceite para freír
Preparación:
1. Se corta el queso en trocitos de 1x1x5 centímetros, y se pone aparte.
2. Sobre una mesa o superficie lisa se pone la harina cernida con la sal. Se le hace un hueco en el
centro y allí se ponen los huevos y el aceite. Se une con los dedos y se va incorporando el agua y
• 250 gramos de masa de maíz con sal, 1 taza apretada • 40 gramos, 3 a 4 cucharadas, de
chicharrón molido fino, que se ha escogido con muy poca grasa • Aceite para freír, suficiente para
que las arepitas queden sumergidas al cocinarlas.
Preparación:
1. Se amasa bien la masa con el chicharrón molido. Humedeciéndose las manos, se forman
arepitas de unos 5 centímetros de diámetro y 1 1/2 centímetro de espesor. Se ponen en una
bandeja.
2. En un caldero pequeño se pone el aceite a calentar y se agregan las arepitas por partes, de
modo que todas queden sumergidas. Se fríen hasta dorar, unos 2 a 3 minutos. Con una cuchara
preparada se sacan las arepitas y se les elimina el exceso de grasa con papel absorbente.
Sandwiches Calas
(20 sandwiches)
• 20 rebanadas, muy delgadas, de pan de sándwich • Mantequilla • 1/2 taza de salsa mayonesa,
véase receta • 20 espárragos de lata
Preparación
1. Se elimina la corteza del pan. Se corta en rebanadas delgadas.
2. Si las rebanadas de pan son un poco gruesas, como las que se utilizan comúnmente para hacer
sandwiches, se extiende un paño bastante húmedo sobre una superficie plana, se pone encima
una capa de rebanadas de pan, se cubre el pan con otro paño bastante húmedo y así se
continúan las capas hasta que se desee. Se les pone encima una tabla que las cubra y encima un
peso. Esto se hace con el objeto de disminuir el grueso del pan y de que esté suave para poder
doblarlo.
3. Sobre una tabla se pone cada rebanada. Se unta ligeramente por una cara, primero con
mantequilla y luego con mayonesa y se le pone encima y diagonalmente un espárrago, incluida la
punta que al final quedará visible.
Bolitas de carne
(6 a 8 porciones)
• 1/4 de kilo de carne magra de cochino • 300 gramos de carne de res • 1 cucharada de aceite
• 1 cucharada de mantequilla • 1 taza de cebolla picadita • 6 dientes de ajo machacados • 1/3 de
taza de tomate rallado • 1/2 pimentón rojo rallado • 2 1/4 cucharaditas de sal • 1 cucharadita de
pimienta negra, recién molida • 1 cucharadita de salsa inglesa Worcestershire
• 1 huevo • 1/2 cucharada de perejil • 1 rebanada de pan fresco • 1/4 taza de leche • 1 cucharada
de encurtidos en mostaza picaditos • 5 gotas de salsa picante • 1/2 taza de pan seco molido •
Aceite para freír
Preparación:
1. Se muele la carne finamente con un molino para moler carne o con un procesador.
2. En un caldero se ponen la cucharada de aceite y la de mantequilla a calentar. Se agregan las
cebollas y el ajo. Se sofríen hasta marchitar, unos 4 minutos.
3. Se agregan el tomate, el pimentón, la sal y la pimienta. Se lleva a un hervor y se cocina hasta
secar un poco, unos 5 minutos.
4. Se retira del fuego. Se deja enfriar un poco y en un envase se mezcla bien con la salsa inglesa,
el huevo, el perejil, el pan fresco mojado en la leche, el encurtido y la salsa picante. Se hacen
bolitas de unos 2 centímetros de diámetro, se pasan por el pan molido y se ponen aparte.
5. En un caldero pequeño se pone suficiente aceite a calentar donde puedan flotar las bolitas y se
van friendo pocas a la vez hasta dorar bien. El aceite no debe estar demasiado caliente, para
permitir que se cocinen bien por dentro mientras se doran. Se sacan del aceite con una cuchara
perforada o espumadera y se les elimina el exceso de grasa con papel absorbente. Se sirven
inmediatamente, preferiblemente clavándoles un palillo.
Nota:
Pueden servirse acompañadas de salsa guasacaca en un envase para que cada persona pueda
introducir la bolita en la salsa.
• 225 gramos de queso crema • 1/4 de taza de jugo de cebolla colado obtenido de una cebolla
pequeña • 1 1/2 cucharadita de mostaza preparada • 1 1/2 cucharadita de salsa inglesa
Worcestershire • 1/2 cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 2
plátanos grandes, verdes • 2 tazas de aceite para freír • Sal
Preparación:
1. En el recipiente de una batidora eléctrica se ponen los ingredientes para hacer la crema: el
queso crema, el jugo de cebolla, la mostaza, la salsa inglesa, la sal y la pimienta. Se bate a alta
velocidad por 5 minutos, raspando de vez en cuando las paredes con una espátula para mezclar
bien. Se pone aparte.
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2. Se pelan los plátanos y se cortan trasversalmente en ruedas muy delgadas, de 1 milímetro de
espesor.
3. En un caldero se pone el aceite a calentar. Cuando esté bien caliente se agregan por partes las
ruedas de plátano y se fríen hasta dorar, unos 5 minutos. Se sacan los tostones del aceite con una
cuchara perforada y se ponen sobre papel absorbente para quitarles el exceso de grasa. Al estar
todos fritos, se rocían con sal.
4. Se pone la crema, helada si se quiere, en un envase y se sirven los tostones alrededor como
pasapalos.
Bolitas de queso
(6 a 8 porciones)
• 1/4 de kilo de queso blanco, duro tipo llanero, rallado, unas 3 tazas • 1/4 de kilo de queso
amarillo, tipo Gouda, rallado, unas 2 tazas • 3 huevos • 1 taza de aceite para freir
Preparación:
1. En un envase se ponen los quesos rallados finamente. Se mezclan bien con 2 tenedores. Se
agregan los huevos y se mezclan con las puntas de los dedos, sin amasar.
2. Con las palmas de las manos se hacen bolitas de 2 a 3 centímetros de diámetro. Se ponen
aparte.
3. En un caldero pequeño se pone el aceite a calentar a fuego mediano. En el aceite no muy
caliente se van agregando una a una la bolitas y se fríen hasta dorar. Se sacan del aceite con una
cuchara perforada o espumadera y se les elimina el exceso de grasa con papel absorbente. Se
sirven inmediatamente.
Recomendaciones
•Los mejores tequeños que se sirven hoy día son los ofrecidos por Festejos Mar, que además de
tener excelente pasta, utilizan queso llanero fresco, con muy poca agua, hecho especialmente en
el Estado Apure para esta agencia
•Festejos Mar calcula la cantidad de pasapalos de la siguiente manera: Matrimonio o fiesta de 5 a
6 horas de duración, sin comida, 30 por persona; matrimonio o fiesta con buffet, 10 por persona;
coctel sin comida, de 10 a 15 por persona y merienda, de 5 a 8 por persona.
• 1/2 kilo de harina • 5 huevos • 1 1/2 cucharadita de sal • 1 cucharadita de aceite • 1 cucharadita
de agua, dependiendo del tamaño de los huevos, lo que hace que se pueda requerir más o menos
agua. Esta receta es para huevos de 60 gramos cada uno.
Salsa:
• 1 taza de cebolla picadita • 2 tazas de tomate picadito, sin piel y sin semillas • 1/4 de taza de
pimentón picadito • 2 cucharadas de aceite • 2 cucharadas de mantequilla • 1 cucharadita de sal •
1/2 cucharadita de pimienta negra, recién molida • 1 taza de consomé de carne • 2 cucharaditas
de perejil picadito.
Preparación de la pasta:
1.– En un envase se ponen los huevos con el aceite y la sal. Se les va agregando la harina y el
agua necesaria, mezclando primero con los dedos y luego amasando hasta incorporar toda la
harina. Se pasa la masa a una mesa o tabla y se amasa muy bien, hasta que despegue de la
mesa y de las manos. Se pone la pasta en un envase limpio, se tapa y se deja reposar por 15
minutos.
2.– Con la máquina para hacer pasta y usando los rodillos para amasar, se va pasando la pasta
en pedazos pequeños hasta tener una tela fina. Se pasa luego por los rodillos para hacer las
cinticas más finas para obtener la pasta llamada "cabello de ángel". Al salir las cinticas de los
rodillos se van recogiendo con las manos y procurando que no se enreden o peguen. Se enrolla
en forma de nido y se ponen en una bandeja con suficiente harina. Se rocían además con
bastante harina. Se dejan en la bandeja cubiertas con un paño hasta el momento de usarlas.
Nota: si se quieren cinticas (tagliatelle) o cualquier otro tipo de pasta plana, se deben pasar por el
rodillo correspondiente. En ese caso se recomienda especialmente prepararlas con salsa ragú,
cuya receta aparece en esta página o con mantequilla y queso o con la salsa que se desee.
Preparación de la salsa:
3.– En el vaso de una trituradora se ponen la cebolla, el tomate, el pimentón y se trituran
finamente.
4.– En una olla se ponen el aceite y la mantequilla a calentar. Se agrega la mezcla triturada
anteriormente. Se agregan la sal y la pimienta. Se lleva a un hervor y se cocina a fuego mediano
hasta secar un poco, unos 7 minutos. Se agrega el consomé, se lleva a un hervor y se cocina a
fuego mediano por 7 a 10 minutos más hasta espesar un poco. Se agrega el perejil, se cocina 1
minuto, se retira del fuego y se pone aparte.
5.– En una olla se pone suficiente agua, unas 16 tazas, con 4 cucharaditas de sal,. Se lleva a un
hervor. Se sacuden un poco los nidos de pasta de la harina y se agregan a la olla. Se lleva
nuevamente a un hervor y se cocinan hasta estar "al dente", unos 3 a 4 minutos y se agrega 1
taza de agua fría. Se cuelan. Se les añade la salsa y se sirven inmediatamente.
• 1/2 kilo de harina, 4 tazas • 1 1/2 cucharadita de sal • 1 huevo entero y 2 amarillas de huevo • 3
cucharadas de mantequilla • 1 cucharada de azúcar • 3/4 de taza de agua.
Preparación de la pasta:
Cavatelli
(6 a 8 porciones)
• 1/2 kilo de harina (4 tazas) • 1 taza de agua caliente • 1/2 cucharadita de sal • 2 tazas de salsa
ragú para pasta, según receta • 1 taza de queso parmesano rallado.
Preparación:
1.– En un envase grande o sobre una mesa se pone la harina
2.– En una olla se pone el agua con la sala y se calienta sin hervir hasta que se pueda soportar en
las manos.
3.– Se agrega poco a poco el agua a la harina, mezclando con los dedos al principio y luego
amasando hasta que despegue completamente de la superficie donde amasa. Se puede agregar
más agua o más harina hasta que llegue a tener la consistencia apropiada. Se debe amasar muy
bien hasta que absorba toda el agua posible sin quedar ni muy seca ni muy húmeda y despegue
de las paredes del envase o de la mesa. Debe quedar suave y elástica. Se deja reposar por 30
minutos.
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4.– Tomando pedazos de pasta, se hacen cilindros o cordones de 1 1/2 a 2 centímetros de
diámetro y se cortan en pedacitos de unos 2 centímetros de largo.
5.– Sobre una tabla se presiona cada pedacito con los dedos índice, medio anular e
inmediatamente y presionando fuertemente, con los dedos cerrados como para escarbar, se hace
una conchita o caracolito de paredes delgadas o "cavatelli", raspando el trocito sobre la tabla.
Conviene ayudarse a presionar con la otra mano encima. Se pasan los "cavatelli" a una bandeja
enharinada.
6.– En una olla se pone suficiente agua con sal para cocinar los "cavatelli". Se lleva a un hervor.
Se agrega la pasta. Se lleva nuevamente a un hervor y se cocina por 17 a 18 minutos hasta estar
"al dente". Se apaga el fuego y se agrega a la olla una taza de agua fría. Se cuela la pasta y se
revuelve en una olla o en una bandeja con 1 1/2 a 2 tazas de salsa ragú y queso parmesano (1
taza). Se sirven inmediatamente.
• 1/4 taza de aceite • 1 cebolla mediana cortada en cuartos • 1/2 kilo de carne de res, pulpa negra •
1/4 de pollo, opcional • 1/2 taza de consomé o agua • 1/4 de taza de pasta de tomate • 6
cucharadas de mantequilla • 1 kilo de tomate tipo italiano, perita, triturado sin piel y sin semillas • 2
ramitas de tomillo • 1 hoja de laurel • 4 hojas de albahaca • 1 ramito de perejil; 1/2 cucharada de
sal • 1/4 de cucharadita de pimienta negra • 3 ó 4 hongos secos, opcionales • unos 10 centímetros
de salchicha italiana, opcional.
Preparación:
1.– En un caldero se pone el aceite a calentar. Se agrega la cebolla y se fríe hasta dorar, unos 15
minutos. Se desecha la cebolla.
2.– Se agregan las carnes al caldero y se fríen dándoles vueltas hasta dorar muy bien por todas
partes, unos 20 a 25 minutos.
3.– Se agregan el consomé o el agua, la pasta de tomate y la mantequilla, se tapa, se lleva a un
hervor y se cocinan por 15 minutos.
4.– Se agregan el tomate, las hierbas amarradas, la sal y la pimienta. Se lleva a un hervor, se
tapa, se pone a fuego lento y se continúa cocinando por 1 1/2 hora, hasta espesar.
5.– Se le sacan las hierbas y se le elimina el exceso de grasa. La carne se pone aparte. La salsa
se cuela por un colador de salsas apretando los sólidos con una cuchara de madera contra las
paredes del colador. La carne cortada en pedazos puede agregarse con la salsa a la pasta, o
puede servirse aparte.
Nota:
Si se quiere se le pueden agregar 3 ó 4 hongos secos previamente remojados en agua al agregar
las hierbas, también un pedazo de salchicha italiana, sin freír, al agregar las carnes.
Consejos
•La pasta fresca, sin huevos, también es utilizada en muchas preparaciones regionales. Los
cavatelli, típica de la Basilicaba, provincia del sur de Italia, es un buen ejemplo que recomendamos
probar
•Si se utiliza la máquina, no es necesario amasar mucho la pasta sino que, enharinada, pasarla
dos o tres veces por el punto de mayor separación y luego disminuyendo la abertura,
enharinándola siempre, pasarla otras tantas veces por cada espacio hasta tenerla del espesor
deseado (muy fino) , en general el penúltimo o el último espacio
Pasta rellena
Término que en general designa la forma particular de pasta que se rellena al fabricarla, con
carne, queso, etc. Es la pasta que está ya rellena en el momento de comprarla o de cocinarla,
tales como raviolis, capeletti, tortellini o agnolotti, entre otros. Sin embargo, incluiremos bajo esa
denominación los platos de pasta que son rellenos durante la preparación del plato final, tales
como el pasticho y los canelones. En todo caso lo más frecuente es que sean platos a base de
pasta fresca, aunque es posible encontrar en el mercado pasta rellena fabricada industrialmente y
aún artesanalmente. En este último caso son productos considerados como pasta fresca,
generalmente congelados. Siempre las normas italianas para la fabricación de la pasta rellena
clásica son las mismas que para la pasta fresca o para la pasta alimenticia en general. Si el
relleno contiene carne, u otro ingrediente perecedero, que también lo es la pasta, debería
indicarse claramente la fecha de producción y de vencimiento así como el modo cómo debe ser
conservada, y los conservantes utilizados, lo cual es también válido y quizás más importante en el
caso de la pasta artesanal, que corre más riesgos de descomponerse o de perder sus cualidades
organolépticas.
En Italia, donde la pasta es la comida más importante, se distinguen muchísimos tipos diferentes
de pasta rellena, para los cuales están definidos de acuerdo a la región donde se han originado o
son preferidos, el tipo de relleno. Las más populares son los raviolis, quizás la forma más
conocida, envoltorios de pasta al huevo, de forma cuadrada, rellenos de carne, queso, ricotta,
vegetales especialmente auyama, hierbas, frutos del mar, etc., la mayoría de las veces hechos
con pasta fresca y preparados con salsa de tomate, mantequilla o crema. Hoy con rellenos muy
variados y a veces elaborados con la pasta de los dim-sum chinos, más delgada que la pasta de
los raviolis italianos, hecha con harina y agua, sin huevo. Los raviolis eran en su origen rellenos de
ricotta y hojas de nabo, rapa en italiano, de la cual tomaron su nombre original, rabiola. Aparecen
por primera vez en el medioevo, en 1.243, como una especialidad de Cremona. Rapidamente se
difundieron en toda Italia. Hoy son típicos de la comida regional de la Liguria italiana, sea rellenos
con carne o con una mezcla de ricotta y espinaca.
Cuando la pasta rellena se hace en forma de media luna o empanada criolla, se denomina
anolino, tradicional de Parma, con forma de anillo, distintos de los agnolini especialidad de Mantua
con forma similar a los cappelleti, que recuerdan un peinado del medioevo italiano y son
originarios de la Emilia-Romagna italiana. Son parecidos, aunque más grandes, a los tortellini,
tradicionales de Bologna, donde la imaginación popular los ve como derivados de la forma del
ombligo de Venus. Los anolinis se preparan generalmente con salsa, mientras que los cappelleti,
los agnolini y los tortellini son preferiblemente preparados con caldo en forma de sopa, "tortellini in
brodo", aunque tambien se preparan con salsa, especialmente cuando son agnoloti, especialidad
primontesa y tortelloni, ambos de la misma forma que los tortellini pero más grandes. Aunque
menos corrientes, el calzone, especie de pizza doblada que queda como una empanada de pasta
de pan o de pizza rellena, típicos del sur de Italia y los panzeroti, pasta generalmente al huevo,
con relleno dulce o salado y fritos. Habría que agregar como se ha dicho al comienzo y aunque no
estén dentro en la denominación clásica italiana de pasta rellena, algunos platos populares entre
nosotros como: el pasticho, los canelones y los gratenes de pasta.
El pasticho, para los venezolanos, preparación con ingredientes diversos, en capas con láminas
de pasta, llamadas lasagna, cocidas y luego armadas en un envase con el relleno para ser
horneado. El "pasticcio" de los italianos, puede hacerse con otros tipos de pasta, corta o larga,
formando lo que llamamos gratén o timbal en Venezuela. Por último, los canelones, generalmente
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pasta seca industrial en forma de tubo grueso, que se cocinan, rellenan y luego con la salsa
escogida se gratinan. Pueden también hacerse con la pasta en láminas que se cocinan, se rellena
y se enrolla en forma de tubo, para luego acomodarlos en el envase y ser gratinados. El repertorio
en Italia de pastas rellenas es interminable, me he limitado a los más conocidos y corrientes entre
nosotros.
Relleno
200 gramos de hojas de espinacas o alrededor de 3/4 de kilo de espinacas con tallo 1 ricota, unos
600 gramos 2 huevos 1/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida 1 1/4 cucharadita de
sal 1 cucharada de perejil picadito.
Pasta
1/2 kilo de harina 1 1/2 cucharadita de sal 1 cucharadita de aceite 5 huevos 1 cucharadita de
agua, dependiendo del tamaño de los huevos, lo que hace que se pueda requerir más o menos
agua. Esta receta supone huevos de 60 gramos cada uno
2 cucharadas de mantequilla 1/2 taza de cebolla picadita 1 cucharada de harina 3/4 de taza de
leche 1 cucharadita de sal 1/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida 2 latas de atún de
130 gramos cada una 250 gramos de cinticas o espaguetis 10 tazas de agua 3 cucharaditas de sal
2 cucharadas de mantequilla 1 taza de queso parmesano rallado
Preparación
1.- En una olla se ponen las 2 cucharadas de mantequilla. Se agrega la cebolla y se cocina hasta
marchitar unos 5 minutos. Se agrega la harina y revolviendo, se cocina hasta que se formen
burbujitas. Se agregan la leche, la sal y la pimienta. Se pone a fuego suave, se lleva a un hervor y
se cocina, revolviendo siempre, hasta engruesar, unos 2 minutos.
2.- Se agrega el atún. Se revuelve bien. Se pone aparte.
3.- Se precalienta el horno a 375 grados.
4.- En una olla grande se pone el agua con la sal. Se lleva a un hervor. Se agrega la pasta. Se
revuelve bien con un tenedor para separarla y evitar que se pegue. Se lleva nuevamente a un
hervor y se cocina por 10 minutos o hasta estar "al dente". Se escurre bien.
5.- En la misma olla se ponen las 2 cucharadas restantes de la mantequilla. Se agrega la salsa
con el atún y la mitad del queso parmesano. Se revuelve bien y se pasa a un envase de cerámica
o de vidrio para hornear. Se cubre con el resto del queso y algunos punticos de mantequilla por
encima. Se mete en el horno y se hornea por 25 a 30 minutos o hasta que dore un poco por
encima.
400 gramos de carne de cochino sin grasa, molida gruesa 1/3 de taza de aceite 1 taza de cebolla
picadita 2 dientes de ajo machacados 1/4 de taza de pimentón rojo rallado, sin piel y sin semillas 1
taza de tomate picadito, sin piel y sin semillas 1 taza de consomé de carne
2 cucharadas de salsa de tomate Ketchup 1 cucharadita de salsa inglesa Worcestershire 1/2
cucharadita de pimienta negra, recién molida 2 cucharadita de sal 2 cucharadas de vino dulce
Moscatel La pulpa de 6 aceitunas, medianas, picadita 2 cucharadas de pasas 1 cucharadita de
alcaparras pequeñas
Canelones
1 cucharada de mantequilla para engrasar el molde 16 tazas de agua 2 cucharadas de sal 1/2 kilo
de canelones de unos 2 1/2 centímetros de diámetros por 6 centímetros de largo, unos 30
2 a 2 1/2 tazas de salsa de tomate, según receta que se da al final 1 taza de queso parmesano
rallado
Salsa de tomate 3 cucharadas de mantequilla 1/3 de taza de aceite 3 tazas de cebolla en ruedas
delgadas, unas 3 cebollas grandes o 400 gramos 1 taza de zanahoria en ruedas delgadas, 1
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 210 27/03/2006
zanahora grande 1 ramita de tomillo 1 ramita de albahaca 1 ramita de perejil 1 kilo de tomate tipo
italiano, perita triturado sin piel y sin semillas 1/2 cucharadita de pimienta negra, recién molida 2
cucharaditas de sal
Preparación del relleno
1.- Se muele la carne por molino grueso para carnes. Se pone aparte.
2.- En un caldero se pone el aceite a calentar, se le agregan la cebolla y el ojo y se cocinan hasta
marchitar, unos 4 a 5 minutos. Se agregan el pimentón y el tomate, se lleva a un hervor y se
cocinan unos 7 minutos. Se agrega el consomé y se cocina por 7 a 10 minutos más.
3.- Se agrega la carne, se revuelve y se cocina 5 minutos. Se agregan la salsa de tomate, la salsa
inglesa, la pimienta, la sal, el vino, las aceitunas, las pasas y las alcaparras. Se lleva a un hervor y
se cocina hasta secar un poco, unos 5 minutos.
Preparación de los canelones
1.- Se precalienta el horno a 450 grados.
2.- Se enmantequilla un envase de vidrio para hornear de 34 x 22 x 5 centímetros.
3.- En una olla se ponen el agua y la sal. Se lleva a un hervor. Se agregan los canelones. Se lleva
nuevamente a un hervor y se cocinan 6 minutos, deben quedar un poco duros. Se retiran del
fuego. Se escurren. Se enjuagan en agua fría.
4.- Lo antes posible, se rellena cada uno de los canelones con unas 2 cucharadas del guiso y se
van colocando en una capa en el envase de vidrio enmantequillado cuyo fondo se ha cubierto con
una capa de la salsa de tomate y al final se cubren con otra capa de salsa de tomate y una de
queso parmesano rallado. Se mete el envase en el horno y se hornean por 15 minutos o hasta que
comiencen a dorar por encima.
Preparación de la salsa de tomate
1.- En un caldero se ponen la mantequilla y el aceite a calentar. Se agregan la cebolla y la
zahahoria. Se fríen hasta marchitar unos 20 minutos. Se le agregan el tomillo, la albahaca, el
perejil y el tomate triturado. Se cocina a fuego fuerte por 10 minutos. Se baja el fuego. Se agregan
la sal y la pimienta y se cocina a fuego suave por 20 minutos o hasta espesar. Si espesa mucho
puede agregársele 1 taza de consomé de carne y continuar cocinando hasta obtener el espesor
deseado. Se cuela por un colador para salsa o de alambre apretando los sólidos con cuchara de
madera contra las paredes del colador y se corrige la sazón, si es necesario.
Pasticho
(12 porciones)
2 cucharadas de mantequilla 1/4 de taza de aceite La parte blanca de 1 ajo porro pequeño,
picadito 2 cebollas grandes picaditas 2 dientes de ajo machacados 1 kilo de tomates picaditos, sin
piel y sin semillas, unos 6 tomates medianos 1/2 pimentón rojo picadito 1 ají dulce picadito, sin
semillas 1/3 de taza de salsa de tomate ketchup 1 kilo de carne magra de cochino, molida 10
alcaparras pequeñas picaditas La pulpa picadita de 10 aceitunas medianas 4 cucharadas de
pasas 1/2 cucharada de salsa inglesa Worcestérshire 3 cucharadas de encurtidos en mostaza
picaditos 1/4 de taza de vino Moscatel 2 1/2 cucharaditas de sal 1/2 cucharadita de pimienta
negra, recién molida
Salsa Bechamel
2 cucharadas de mantequilla 1 cebolla mediana picadita 2 cucharadas de harina 1 1/3 taza de
leche 1/8 de cucharadita de sal 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida
Pasta
1/2 kilo de harina 1/12 cucharadita de sal 1 cucharadita de aceite 5 huevos 1 cucharadita de agua,
dependiendo del tamaño de los huevos, lo que hace que se pueda requerir más o menos agua.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 211 27/03/2006
Esta receta supone huevos de 60 gramos cada uno, si se quiere hacer la pasta; ó 3/4 de kilo de
pasta en láminas para pasticho, (lasagna), si se compra la pasta ya elaborada.
(Preparación final del pasticho)
12 tazas de agua 4 cucharaditas del sal 2 cucharaditas de aceite la pasta, la salsa Bechamel y el
relleno preparado según las recetas dadas anteriormente 1 cucharada de mantequilla para
engrasar un molde 12 kilos de queso de mano 2 tazas de queso parmesano rallado, 200 gramos
1 cucharada de mantequilla.
• 1/2 taza de hongos secos • 1 taza de agua tibia para remojarlos • 3 cucharaditas de aceite
• 1/2 taza de cebolla, picadita • 2 dientes de ajo, machacados • 2 tazas de tomate, picadito, sin
piel y sin semillas • 1 cucharada de pasta de tomate • 1 cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de
pimienta negra, recién molida • 1 ó 2 cucharadas de albahaca, picadita
• 1 cucharada de perejil, picadito • 12 tazas de agua y 3 cucharaditas de sal, para cocinar la pasta
• 250 gramos de pasta rigatoni, espaguetis, etcétera • 1 cucharada de mantequilla (opcional) • 1/2
taza de queso parmesano, rallado finamente
Preparación:
Se ponen los hongos a remojar, en agua tibia, por unos minutos. Se enjuagan bajo agua corriente
y se escurren cuando se vaya a hacer la salsa. Se elimina el agua. En una olla se pone el aceite a
calentar. Se agregan la cebolla y los ajos. Se fríen hasta marchitar. Se agregan los hongos, se
cocinan por 1 ó 2 minutos. Se agregan el tomate, la pasta de tomate, la sal, la pimienta, la
albahaca y el perejil y se cocina la salsa hasta engrosar un poco, unos 5 minutos. Entretanto, se
pone al fuego en una olla el agua con la sal para cocinar la pasta. Se lleva a un hervor. Se agrega
la pasta. Se lleva nuevamente a un hervor y se cocina hasta estar "al dente". Se retira del fuego,
• 1/2 taza de cebolla, picadita • 1 taza, unos 100 gramos de jamón cocido, picadito • 12 tazas de
agua y 3 cucharaditas de sal, para cocinar la pasta • 250 gramos de pasta (cinticas, espaguetis,
etc.) • 12 tazas de agua y 3 cdtas, de sal para cocinar la pasta • 6 cdas. de mantequilla • 1/2 cdta.
de sal • 1/8 de cdta. de pimienta blanca molida • 3/4 de taza de crema liviana • 1/2 taza de petit
pois • 1/2 taza de queso parmesano rallado
Preparación:
Se cortan la cebolla y el jamón. En una olla se ponen el agua y la sal para cocinar la pasta. Se
lleva a un hervor. Se agrega la pasta. Se lleva nuevamente a un hervor y se cocina hasta estar "al
dente". Entretanto, en una olla se pone la mantequilla a derretir, se agrega la cebolla, se cocina
hasta marchitar, unos 4 minutos. Se agregan el jamón, la sal y la pimienta, se cocina alrededor de
1 minuto. Se agrega la crema, se revuelve con batidor de alambre, se agregan los petit pois y se
cocina la salsa a fuego suave por 1 minuto.
Se cuela y se escurre la pasta, se vuelve la pasta a la olla, se le agrega la salsa y se revuelve
bien. Se le revuelve el queso parmesano y se sirve de inmediato.
Pasta Primavera
(4 porciones)
• 200 gramos de calabacines • 200 gramos de tirabeques (llamados también vainitas chinas) o 200
gramos de gajitos pequeños de brócoli, o ambos • 150 gramos de espárragos • 250 gramos de
pasta (espaguetis, cinticas, etc.) • 12 tazas de agua y 3 cdtas, de sal para cocinar la pasta • 4
cdas. de aceite • 1 cebolla grande, picada gruesa • 3 dientes de ajo, machacados • 1/4 de taza de
leche • 1 taza de tomate, tipo italiano, "perita", picado • 3 cucharadas de perejil italiano, (no
rizado), picadito • 2 cucharadas de albahaca, picadita • 1 cucharadita de sal • 1/2 kilo de harina,
unas 4 tazas • 1 cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1/2
taza de queso parmesano, rallado
Preparación:
Se eliminan las semillas a los calabacines y se corta la pulpa en pedazos pequeños. Se les
eliminan las puntas y las hebras a los tirabeques. Se pelan los espárragos, excepto las puntas. Se
les elimina el extremo inferior duro y el resto se corta en pedazos. Se enjuagan y se escurren los
vegetales. En una olla se pone al fuego el agua con la sal para cocinar la pasta. Se lleva a un
hervor. Se agrega la pasta. Se lleva nuevamente a un hervor y se cocina hasta que la pasta esté
"al dente". Se cuela la pasta y se vuelve a la olla. Entretanto, en una sartén grande se pone el
aceite a calentar. Se agregan la cebolla y el ajo y se cocinan hasta marchitar, unos 4 minutos. Se
agregan los calabacines, los tirabeques, brócoli y los esparrágos. Se tapa y se cocina a fuego
mediano por 5 minutos. Se destapa, se revuelve bien y se agregan el tomate, el perejil y la
albahaca. Se tapa nuevamente y se continúa cocinando la salsa hasta que los vegetales estén "al
dente", unos 2 minutos más. Se le revuelven la sal y la pimienta. Se agrega la salsa a la olla con la
pasta. Se le revuelve el queso y se sirve de inmediato.
• 200 gramos de harina • 1/2 cucharadita de sal • 100 gramos de manteca vegetal helada, unas 6
1/2 cucharadas • 1 amarillo de huevo • 3 cucharadas de agua helada
Relleno
• 4 amarillos de huevo sin la membrana que los cubre • 1 taza de 400 gramos de leche
condensada dulce • 3/4 de taza de jugo de limón • 4 a 6 cucharadas de azúcar • 3 claras de
huevo • 6 cucharadas de azúcar; 1/4 de cucharadita de sal
• 1/2 kilo de ciruelas pasas, sin semilla • 2 tazas de agua • 1/2 kilo de azúcar • 1/2 cucharada de
jugo de limón
Pasta:
• 250 gramos, unas 2 tazas de harina • 1/2 cucharadita de sal • 1 cucharada de azúcar • 8
cucharadas de manteca vegetal • 4 cucharadas de agua helada
Preparación:
1.– En un envase grande se cierne la harina conjuntamente con el polvo de hornear.
2.– Se le agregan los huevos, la mantequilla, la manteca, la sal y el azúcar. Se une muy bien con
la punta de los dedos o con un mezclador de pasta.
3.– Poco a poco se le va agregando el agua y se pasa a una mesa o superficie lisa, donde se
termina de amasar con la punta de los dedos o con el mezclador de pasta.
4.– Se divide en dos partes ligeramente desiguales y se deja en sendos envases reposando por
30 a 35 minutos, cubiertos con un paño.
5.– En un envase, se mezclan con un tenedor, la ricota, los amarillos de huevo, el perejil, la
pimienta y la sal y se pone aparte.
6.– Se precalienta el horno a 375 grados.
7.– Sobre una mesa enharinada se extiende la mitad más grande de la masa con un rodillo, hasta
tener un rectángulo de unos 45 x 35 centímetros. Se enrolla en el rodillo y se extiende,
desenrollándola, sobre un envase de vidrio para hornear de 30 x 20 x 5 centímetros sin engrasar,
cuidando que sobre un poquito fuera de los bordes del molde. Se forra el molde con la pasta
apretándola con los dedos. No debe tocarse mucho con los dedos para que quede suave al
hornearla. Se deja reposar por 10 a 15 minutos. También puede colocarse en el molde
extendiendo con un rodillo la masa entre 2 papeles encerrados sobre la mesa. Se quita el papel de
arriba y con ayuda del de abajo se voltea la pasta sobre el molde.
8.– Se rellena con capas de la mezcla, de queso y de salchichón en ruedas delgadas. Se repiten
las capas y se cubre con el resto de la masa trabajada igual que la anterior. Se cierran los bordes
con los dedos o con un tenedor.
9.– Se mezcla el amarillo de huevo restante con la cucharada de agua. Con una brocha se
extiende la mezcla sobre el pastel y con un tenedor se perforan abundantes huecos con la
superficie del pastel. 10.- Se mete el molde en el horno y se hornea por 40 a 45 minutos hasta que
se vea cocido y un poco dorado por debajo.
Pastel de pollo
(8 a 10 porciones)
• 1 pollo de 1 1/2 kilo aproximadamente • 1 limón, partido en dos • 1 1/2 taza de cebolla picadita • 6
dientes de ajo machacados • 1/4 de taza de pimentón rojo picadito • 1 1/4 taza de tomate picadito,
sin piel y sin semillas • 1/2 taza de aceite • 2 cucharadas de salsa de tomate ketchup • 1/2
cucharada de salsa inglesa Worcestershire • 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién molida •
2 cucharaditas de sal • 2 cucharadas de azúcar • 1 cucharada de alcaparras pequeñas • La pulpa
picadita de 8 aceitunas • 1/2 taza de pasas • 2 cucharadas de vino dulce Moscatel
Pasta:
• 1/2 kilo de harina, 4 tazas • 2 cucharaditas de polvo de hornear • 3 amarillos de huevos • 7
cucharadas de mantequilla con sal • 7 cucharadas de manteca vegetal • 1 1/2 cucharadita de sal •
Preparación:
1.– Se limpia, frota con limón y enjuaga muy bien el pollo y se divide en presas.
2.– En el vaso de una trituradora se ponen la cebolla, el ajo machacado, el pimentón y el tomate.
Se tritura bien.
3.– En un caldero se pone el aceite a calentar, se le agrega la mezcla triturada, la salsa de tomate,
la salsa inglesa, la pimienta, la sal y el azúcar. Se lleva a un hervor. Se agregan las presas de
pollo. Se lleva nuevamente a un hervor, se baja el fuego, se tapa y se cocina a fuego lento hasta
que ablande el pollo, unos 35 minutos. Se retira del fuego, se saca el pollo, se deja enfriar, se
deshuesa y se desmenuza la carne en pedazos pequeños, desechando la piel.
4.– Se vuelve el pollo desmenuzado al caldero, se agregan las alcaparras, las aceitunas, las
pasas y el vino. Se lleva a un hervor y se cocina a fuego fuerte por 10 minutos. Se baja a fuego
mediano y se continúa cocinando unos 10 minutos más, hasta que espese un poco. Se deja
enfriar.
5.– Entretanto, se prepara una pasta cerniendo la harina conjuntamente con el polvo de hornear
sobre un envase grande. Se le agregan los huevos, la mantequilla, la manteca, la sal y el azúcar.
Se une ligeramente con la punta de los dedos o un mezclador de pasta, sin amasar mucho, hasta
obtener una mezcla arenosa. Se le va mezclando el agua hasta obtener una pasta suave. Se pasa
a una mesa o superficie lisa donde se termina de amasar con la punta de los dedos. No debe
tocarse mucho con las manos para que quede suave al hornearla. Se deja deposar por 10 a 15
minutos.
6.– Se precalienta el horno a 375 grados.
7.– Se divide la masa en dos parte un poco desiguales. La parte mayor se pone sobre un papel
encerado colocado a su vez sobre una mesa, se cubre la pasta también con papel encerado y se
extiende con un rodillo hasta tener una superficie mayor que el molde a usar. Se quita el papel, se
enrolla la pasta en el rodillo y se extiende desenrollándola sobre un molde de vidrio de 30 x 20 x 5
centímetros, cuidando que sobre un poco fuera de los bordes del molde. También puede hacerse
volteando la pasta sobre el molde con ayuda del papel. Se forra el molde con la pasta, apretándola
con los dedos, se rellena con el guiso de pollo y se tapa con el resto de la pasta extendida con un
rodillo, usando el mismo procedimiento anterior. Se unen los bordes apretándolos con los dedos o
con un tenedor.
8.– Con una brocha se unta la pasta con el huevo ligeramente batido con agua y con un tenedor o
aguja se perfora abundantemente toda la superficie del pastel.
9.– Se mete el molde en el horno y se hornea por 45 minutos hasta que esté dorado y se vea
también un poco dorado por debajo.
Pastel de polvorosa
(10 a 12 porciones)
Guiso o relleno:
• 1 pollo de 1 1/2 kilo • 1 limón • 1 cucharada de mantequilla • 1/3 de taza de jugo de cebolla • 1
cucharadita de salsa inglesa Worcestershire • 2 dientes de ajo machacados • 1 1/2 cucharadita de
vinagre • 2 cucharaditas de sal y 1/4 de cucharadita de pimienta negra, recién molida, para adobar
el pollo • 2 cucharadas de mantequilla y 1 cucharada de aceite para freír el pollo • 3 cucharadas de
mantequilla y 2 cucharadas de aceite para la preparación del guiso o relleno • 1/2 taza de ajo porro
Foie gras
Es el hígado de ganso o de pato hipertrofiado a propósito, sobrealimentando al animal a la fuerza.
Es un hígado sano de un animal sano. Es uno de los alimentos desarrollados por el hombre que
más se relaciona con la voluptuosidad y el placer de los sentidos. El foie gras sobresale por su
aspecto y color apetitosos, con aroma y sabor complejos y exquisitos, de textura untuosa y suave,
aterciopelada, que llena todas las papilas gustativas a la vez. Es la quintaesencia de las mejores
cualidades de un alimento asociadas a la sensualidad y a los mejores y más lujosos momentos.
Casanova recuerda en sus memorias la velada en la que, a su paso por Ancona, había seducido a
la bella Lia y daba gracias a Dios de haberlo conducido hacia ella, que preparaba el más exquisito
foie gras, que habían compartido acompañado de vino de Chipre en una cena para dos. Esa
noche había disfrutado la voluptuosidad más completa. Pablo Neruda en un poema que dedica al
foie gras en su libro Comiendo en Hungría, dice "¡Hígado de ángel eres! Suavísima sustancia,
¡pero puro del goce! Sacrosanto esplendor de la cocina: compacto es tu regalo: es intensa tu
estática riqueza, tu forma: un continente diminuto; tu sabor toca el arpa del paladar, extiende su
sonido en los tímpanos de gusto, y desde la cabeza hasta los pies, nos recorre una ola de delicia".
Los palmípedos migratorios tienen la capacidad de comer dos o tres veces más de lo que
normalmente ingieren, antes de emprender migraciones de miles de kilómetros. De esta manera
acumulan grasa y especialmente prótidos en su hígado, lo que hace que el órgano aumente su
tamaño—en distinta proporción según la especie para poder responder a las grandes exigencias
de tales viajes. Los egipoios desarrollaron el proceso de cebado alimentándolos hasta atiborrar]os
para ohtener un resultado controlado. Probablemente no lo hacían en busca del foie gras
propiamente, sino para engordar al animal. Asimismo lo conocieron los griegos. Y los romanos
probablemente utilizaban el hígado de gansos cebados con higos en forma especial, macerándolo
en leche con miel, llamándolo "jecur ficutum", sin descubrir las popsibilidades que hoy se nos
ofrecen con el foie gras como tal
Es en Alsacia donde el cocinero Jean Pierre Clause, del Mariscal de Contades, prepara por
primera vez el "paté de foie gras", colocando una pieza de este en un relleno de ternera y tocino
finamente picados, envuelto todo por una pasta horneada. Este plato llegó a la mesa de Luis XVI,
de quien dicen gratificó al Mariscal y al cocinero. El foie gras se origina con el hígado de ganso,
pero hoy se prefiere el de pato para su producción, cuya hembra pone más huevos que la de
ganso. De esta ave, la más utilizada es la gris de Landes, que de 31/2 kilos en éstado salvaje llega
a unos 15, alimentado por el hombre. De los patos, los más usados son el colvert y el mulard,
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 222 27/03/2006
resultado del cruce del pato de Pekín y del pato de Barbarie, nuestro pato real, domesticado por
los indios y llevado a Europa por los españoles. El foie gras de Iblouse es de color marfil y es más
cremoso que el de Alsacia, que es más rosado y firme. El de pato se ha popularizado por su gusto
más firme y acentuado para muchos.
André Daguin, cocinero de Auch, en la provincia francesa de Gers le gustaba decir en broma,
"para nosotros, foie gras es foie gras caliente y todo el mundo sabe que la calidad principal de un
bello foie gras de ganso es la de ser un hígado de pato". Es bueno aclarar los términos usados
para el foie gras en Francia, sometidos recientemente a nuevas denominaciones y regulaciones.
"Foie gras cru" el que se adquiere crudo en el mercado, especialmente para las fiestas de fin de
año, con el cual se puede hacer cualquier preparación. Hay que limpiarlo, desvenarlo y sazonarlo
para prepararlo. "Foie gras frais" es el ya desvenado, limpio, sazonado y preparado, que se
compra en las charcuterías, cocinado de diferentes maneras: al vacío, pasteurizado, cocinado en
paño (en torchón) en terrina, en baño de María, al horno o al vapor, o el que nos ofrecen, ya
preparado en un restaurante. Puede durar hasta una semana refrigerado. l "foie gras mi-cuit" o
"semi-conserva", es más conocido que el fresco, pero menos que el foie gras en conserva.
Se mantiene hasta 3 meses en el refrigerador. Se presenta en tarros de vidrio y o de cerámica, en
latas o cocido al vacío. Es sometido a estrietas regulaciones y conserva bien el gusto de foie gras
fresco. Debe tener consistencia, olor y sabor perfectos sin que exude grasa. Se presenta bajo las
denominaciones: "foie gras de ganso o de pato entero" o "foie gras de ganso o de pato entero
trufado". Todos, en general, de hígados enteros que eran llamados "foie gras al natural". E1
"parfait de foie gras" de ganso o de pato es un hígado reconstituido a partir de pequeños pedazos
de foie gras. Se le denominó "block de foie gras". El "paté de foie gras trufado" es un hígado de
ganso o de pato entero rodeado de relleno de foie gras. Corresponde a lo que se denominaba
parfait de hígado de ganso o de pato. Las denominaciones "delice", "lingot", "supreme", "timbale",
"roulade", "tombeau" designan productos rodeados de relleno o de grasa o de ambos, con un
mínimo de 20% de foie gras. Cuando se denomina trufado debe contener al menos 3% de trufa
negra.
"Foie gras en conserva", la preparación más tradicional en nuestro caso, ya que no disponemos
actualmente del foie gras fresco, es esterilizado y confitado en su grasa. Es cocido a mayor
temperatura, lo que no significa que haya perdido calidad y es el que se impone lejos de los
centros de producción de foie gras. Es como el buen vino, hasta ciertos límites y dependiendo de
su conservación, mejora con el tiempo pues reabsorbe su propia grasa y se hace más untuoso,
conservándose por años. Es el ideal para transportar sin refrigeración, para un pionic o para
lugares como Venezuela donde no se produce foie gras, pesar de que se intentó hace algún
tiempo. Hay otras denominaciones "purée de foie d'oie o de canard, que contiene de 50 a 75% de
foie gras finamente molido. Francia produce más de 8 mil toneladas por año en diversas regiones:
Suroeste (ganso o pato), la Vandée, la región del río Loira (pato), Alsacia (ganso) e importa más
de 2 mil toneladas de Israel, Hul1gria, Pulgaria, Polonia y Yugoslavia. También China ha
comenzado a producirlo a gran escala, así como Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos allí
originalmente por Ariane Daguin, del cocinero de Auch citado anteriormente— y en pequeña
escala algunos otros países como México, Cuba, Perú, Chile y otros. Ojalá se continuara
suproducción en Venezuela, que se creyó auspiciosa y que no sabemos por qué fue suspendida.
Su producción sería consumida totalmente en los restoranes de buena cocina que se han
desarrollado en los últimos años en nuestras ciudades.
El servicio del foie gras ha cambiado con el tiempo. Antes se servía al fin de la comida, antes de
los quesos, caliente en escalopes, con uvas, etcétera. Hace algunos años Joel Robuchon, el
célebre cocinero francés ya retirado, provocó asombro al servirlo como plato caliente en escalopes
y con algo tan popular omo las lentejas, con las que hace un espléndido matrimonio. Actualmente
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 223 27/03/2006
se sirve preferiblemente al principio de la comida, frío, en tajadas, con o sin áspic, con pan
campesino o brioche ligeramente tostados, acompañados con grandes vinos de acuerdo al gusto
del comensal: champaña, vino blanco con cuerpo, vinos rojos grand crus de Burdeos, Borgoña,
Cotes du Rhone, también muscat, banjuls, oporto, jerez, madeira, y sin dudarlo, para obtener su
máximo esplendor, sauternes, montbazillac, juracon o gerwurztraminer. El foie gras que aporta
518 calorias por 100 gramos, contiene 33% de agua, 7% al 4% de proteínas, 10% de glúcidos y de
42% a 50% de grasas. Por esto último era desprestigiado a nivel nutricional y médico, casi un
anatema. Hoy, después de estudios hechos en Toulouse, la ciudad de países industrializados con
la menor rata de muerte por enfermedades del sistema circulatorio y en donde no sólo se come
foie gras en abundancia, sino el pato cebado del cual es extraído el foie R gras, así como la grasa
de pato y de ganso y sus pieles fritas en tiritas, acompañado todo, además, de vino tinto. Se llegó
a la conclusión que las grasas eran sólo 28,ó% saturadas, pero 59,9% monoinsaturadas y 11,5%
polinsaturadas, las que tienen efecto anticolesterol y que el tarrino del vino, especialmente el vino
rojo, era en pequeñas e antidades un poderoso anticolesterol. Lo que permite decir que no es un
pecado para la salud y no hay que privarse cuando se tiene la ocasión de darse ese gusto
incomparable.
Preparación
1. En una olla se pone al fuego el consomé con la sal para mantenerlo caliente sin llegar a hervir,
mientras se prepara el risotto.
2. En otra olla pesada se ponen al / fuego la mantequilla y el aceite a calentar. Se agrega la
cebolla y se cocina hasta marchitar, unos 4 minutos. Entretanto, se agregan el tuétano y la
pimienta. Se cocina l ó 2 minutos hasta derretirse el tuétano.
3. Se agrega el paté previamente triturado con un tenedor. Se cocina unos 2 minutos. Se agrega
el arroz, se revuelve y se cocina por 1 minuto para cubrirlo con la grasa. Se agrega el vino y se
cocina hasta que se consuma.
4. Se comienza entonces a agregar gradualmente el consomé, alrededor de 1/2 taza cada vez,
revolviendo constantemente el arroz con cuchara de madera hasta que cada vez el consomé sea
absorbido por el arroz, alrededor de 2 minutos cada vez. Se debe revolver constantemente,
raspando el fondo y orillas de la olla para que el arroz no quede nunca completamente sumergido
y para que no se pegue a la olla. El risotto está listo a unos 25 minutos después de agregado el
arroz a la olla y que al probarlo esté cocido, pero firme.
5. Debe quedar cremoso, no muy seco, debe deslizar ligeramente en el plato y los granos
separados entre sí, pero unidos por una crema. Se débe servir inmediatamente y cada pesona, si
lo desea, puede agregarle una pequeña cantidad de queso parmesano rallado finamente.
Preparación
1. Se cocina la langosta por unos 15 minutos o hasta que se ponga roja, en suficiente agua, con la
sal, el ajoporro, el céleri, la cebolla, el laurel y los granos de pimienta, de acuerdo a la receta de
langosta hervida. Se escurre, se deja enfriar, se le quita el caparazón y el intestino o tripa negra
que tiene por encima y la carne se corta en pedacitos y se pone aparte.
2. En un envase se pone la trufa a macerar en el vino Madeira por algunos minutos.
3. En una olla se ponen la mantequilla y el aceite a calentar. Se agrega la langosta. Se cocina
hasta que comience a dorar. Se agrega la trufa con el vino Madeira y se cocina hasta casi
evaporarse el vino.
4. Se agrega la harina, revolviendo con cuchara de madera, se cocina 1 minuto. Después, la leche
caliente y se cocina unos 2 minutos.
5. Se agregan la sal, la pimienta y el paté de foie gras, triturándolo con una cuchara de madera.
Se cocina unos 3 minutos. Se agrega el vino Oporto y se cocina 2 minutos más., Se sirve de
inmediato, preferiblemente con arroz blanco.
Nota:
Es excelente para preparar pasta con langosta y paté de foie gras, esta receta es suficiente para
mezclar 250 gramos de pasta cocinadas "al dente" en 12 tazas de agua y 3 cucharaditas de
sal.(Suficiente para 6 personas).
• 1 pavo de 61/2 a 7 kilos; 2 o 3 limones; 1/2 kilo de cebolla, unas 2 tazas, li- cuada; 1/4 de taza de
vinagre; 3 cu- charadas de aceite; 12 dientes de ajo lo blanco de 4 cebollines, 1 taza, pica- dito; lo
blanco de 1 ajoporro, grande, 4 1 taza picadito; 2 hodas de laurel; 3 cu- charadas de sal, 3
cucharadas de sal- sa inglesa Worcestershire; 1 cuchara- dita de pimienta; 2 ramitas de tomi- llo o
l/4 de cucharadita si es seco, molido; 3 o 4 hojitas de salvia; 1 ramita de perejil; 1 taza de vino
blanco, seco; 3 cucharadas de cognac.
Relleno:
• 1 taza de arroz salvaje; 4 tazas de agua; 1 cucharadita de sal; 4 cucharadas de mantequilla; 2 o
3 cucharadas de escolonia, picadita; 21/2 tazas de cebolla, picadita; 1 taza de lo blanco del
cebollín, picadito; 1/2 taza de céleri, picadito; 1/2 taza de pimentón verde, picadito; 2 ramitas de
tomillo o l/4 cucharadita si es seco, molido; 2 cucharaditas de sal; 1/8 de cucharadita de pimienta,
molida; 1 cucharadita de salsa inglesa Worcestershire; 1 cucharada de perejil, picadito; 1/2 taza de
vino dulce, tipo Marsala o Moscatel; 2 cucharaditas de cognac; 3/4 de taza de pasas; 1 cucharada
de azúcar; 11/2 tazas de pulpa de duraznos pelada, picadita, unos 5 duraznos, 1/3 de taza de
piñones; 1 taza de consomé de pollo o de carne; 125 gramos de paté de foie gras.
Salsa
• La pulpa de 2 manzanas; 1/2 taza de consomé de pollo o de carne o de agua; 1 cuacharadita de
azúcar; 1/8 de cucharadita de pimienta, molida.
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Preparación
1. Se limpia el pavo, se elimina el exceso de grasa y el pescuezo, que se deja aparte. Se lava, se
frota con limón, se en- juaga y se escurre bien. Se pone aparte.
2. Se tritura la cebolla con el vinagre, el aceite y los ajos y se mezcla con el cebollín, ajoporro,
laurel, sal, salsa inglesa, pimienta, tomillo, salvia, perejil, vino y cognac para hacer un adobo con el
que se frota el pavo por dentro y por fuera. El pavo y el pescuezo se dejan aparte por 3 o 4 horas
en la nevera, hasta hornearse, dándole vuelta de vez en cuando.
3. Para el relleno se lava bien el arroz en un colador bajo agua corriente. Se escurre.
4. En una olla se ponen las 4 tazas de agua y la cucharadita de sal. Se lleva a un hervor. Se
agrega el arroz. Se lleva nue- vamente a un hervor y se cocina tapado y a fuego suave hasta que
"florée", es decir hasta que se abra, unos 45 minutos. Se escurre y se pone aparte.
5. En una olla se derrite la mantequilla y se agregan la escalonia, cebolla cebollin, céleri,
pimentón, tomillo, sal pimienta, salsa inglesa y perejil. Se cocina hasta marchitar. Se agrega y se
revuelve el arroz que se tiene aparte.
6. Se añade el vino, el cognac y se cocinan hasta evaporar.
7. Se agregan pasas, azúcar, durazno, piñones y consomé y se cocina de 5 a 7 minutos.
8. Se agrega el paté con su grasa yatriturado con un tenedor. Se revuelve bien, se cocina 1 minuto
y se retira del fuego. Se pone aparte a enfriar para poder rellenar el pavo.
9. Se precalienta el horno a 450°.
10. Se limpia el pavo del adobo que se pone aparte. Se coloca el relleno frío en la cavidad, sin
quedar muy apretado. Se cosen ambos extremos o se les pone un tapón con papel de aluminio.
Se amarran los muslos y las alas pegados al cuerpo del ave que se pone con la pechuga hacia
abajo en una "pavera" con el adobo y el pescuezo al lado. Se baña con el adobo. Se tapa y se
cubre con papel de aluminio. Se hornea por 1 1/2 hora. Se saca el envase del horno, se voltea el
pavo sobre uno de sus lados y sin cubrir, se hornea por 30 a 35 minutos. Igualmente con el otro
lado y con la pechuga, cada vez horneando hasta dorar, siempre bañandolo con la salsa.
11. Se saca el envase del horno y el pavo del envase. Se pone aparte cubierto con papel de
aluminio para conservarlo caliente y se preparara la salsa, eliminando el pescuezo y las hierbas
del envase, así como la grasa, con una cuchara o con papel absorbente. Se cuela todo a través de
un colador de alambre, apretando los sólidos contra las paredes del colador.
12. En una olla se pone la pulpa de las 2 manzanas peladas y cortadas con la 1/2 taza de
consomé. Se lleva a un hervor y se cocinan hasta ablandar. Se trituran las manzanas con el
consomé restante. Se agrega a una olla con la salsa del pavo. Se añaden el azúcar y la pimienta,
se lleva a un hervor y se cocina por 3 minutos. La salsa se sirve al lado. Se recomienda utilizar el
esqueleto del pavo para hacer un consomé de pavo, según receta.
El pavo
La presencia del pavo en nuestras cenas navideñas es relativamente reciente. En efecto en 1983
el consumo de pavo era sólo de 30 gramos por persona por año. Era el pavo negro de corral, de
crianza difícil para llevar a término por ser animales que se enferman con facilidad y requieren
cuidados especiales. La mayor parte de ese consumo era de pavo congelado importado. Original
de México, parte de Centro América y de Norte América, llamó la atención a Cortés y a sus
acompañantes en los jardines de Moctezuma. Fue escogido por los inmigrantes a Norteamérica
para celebrar su primera cena de Acción de Gracias por la primera cosecha en su nueva tierra de
libertad. Celebrado por Brillat-Savarin, como el mejor regalo del Nuevo Mundo y llevado a España
a principios del siglo XVI, no fue en España y en Latinoamérica donde se hizo más popular, sino
en el resto de Europa, en Rusia y en Estados Unidos. Una carne sin grasa y sin colesterol,
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especialmente la de la pechuga, con alto contenido de proteínas, 19% y fácil de digerir, lo que la
hace un excelente alimento.
La investigación y el manejo genético ha permitido a criadores especializados, como la British
United Turkey, a desarrollar magníficos animales productores de carne, de pechuga
especialmente, llegando los machos a pesar 20 y 25 kilos, lo que les impide su reproducción
natural con hembras de 8 a 10 kilos. Por eso se utiliza hoy día la inseminación artificial,
relativamente fácil de hacer.
Mayupan, empresa venezolana, establecida hace 20 años, con las mejores técnicas, produjo
70.000 kilos el primer año para la Navidad. Desde entonces ha llevado el consumo nacional hasta
300 gramos hoy día, por persona y por año, produciendo en la actualidad entre 5.000 y 6.000
toneladas por año de pavo blanco, entre hembras que se benefician entre las 13 y 15 semanas y
machos entre las 15 y 18 semanas, de las cuales se exportan de 500 a 1.000 toneladas por año.
En Venezuela el consumo de pavo es mayormente en embutidos y para el pavo de Navidad.
Mayupan ha comenzado a introducir otros cortes (28) en nuestro mercado en su intento de hacerlo
más accesible que un pavo entero.
Pavo horneado
(20 porciones)
1 pavo de 7 kilos • 2 ó 3 limones • 2 tazas de cebolla licuada • 1/4 de taza de vinagre • 3 cdas. de
aceite • 12 dientes de ajo • 4 cebollines picaditos (sólo lo blanco) • 1 ajoporro grande picadito (sólo
lo blanco) • 2 hojas de laurel • 3 cdas. de sal •3 cdas. de salsa inglesa Worcestershire • 1 cdta. de
pimienta molida • 2 ramitas de tomillo o 1/4 de cdta. si es seco, molido • 3 ó 4 hojitas de salvia • 1
ramita de perejil • 1 taza de vino blanco seco
• 3 cdas. de cognac • la pulpa de 2 manzanas peladas en pedacitos y sin el corazón ni las semillas
• 1/2 taza de agua • 1 cdta. de azúcar • 1/8 de cdta. de pimienta molida
Preparación:
Se limpia, se le elimina el exceso de grasa y el pescuezo, que se deja aparte, y se lava el pavo.
Se frota con limón. Se enjuaga y se escurre bien. Se pone aparte. Se tritura la cebolla
conjuntamente con el vinagre, el aceite y los ajos y se mezcla en un envase, para hacer un adobo,
con el cebollín, el ajoporro, el laurel, la sal, la salsa inglesa, la pimienta, el tomillo, la salvia, el
perejil, el vino y el cognac. Con el adobo se frota el pavo por dentro y por fuera. El adobo, el pavo
y el pescuezo del pavo se dejan aparte en la nevera, en un envase apropiado o una "pavera"
hasta que se vaya a hornear, por unas 3 ó 4 horas, dándole vuelta de cuando en cuando.Se
precalienta el horno a 450 grados. Se amarran las alas y las patas del pavo de modo que queden
pegadas al cuerpo del pavo. Se ponen en el envase para hornear, el pavo, el adobo y el
pescuezo. Se tapa o se cubre con papel de aluminio, se mete el envase en el horno y se hornea
por 1 1/2 hora, hasta dorar. Se saca el envase del horno, se voltea el pavo sobre uno de sus lados
y, sin cubrir, se hornea por 30 minutos más, hasta dorar. Se mete el pavo en el horno, se voltea
con la pechuga hacia arriba, sin cubrir y se hornea por 30 minutos más, hasta dorar. Se repite la
operación poniéndolo con el lado no dorado hacia arriba y sin cubrir se hornea por treinta minutos
más hasta dorar. En total unas 3 a 3 1/2 horas. Cada vez que se voltea debe bañarse bien con el
adobo o salsa que hay en el recipiente. Se saca el envase del horno, se saca el pavo del envase,
se pone aparte cubierto con papel de aluminio y se procede a preparar la salsa.
Salsa:
Se eliminan el pescuezo y las hierbas del envase. Se elimina la grasa con una cuchara o con
papel absorbente que se pasa varias veces sobre la superficie. Se cuela la salsa a través de un
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colador de alambre, apretando los sólidos contra las paredes del colador con un mazo de madera,
con una espátula o con una cuchara de madera. En una olla se pone la pulpa de las 2 manzanas
peladas y cortadas en pedacitos con la 1/2 taza de agua. Se lleva a un hervor y se cocinan hasta
ablandar, unos 10 minutos. Se pasan las manzanas con el líquido restante de la cocción al envase
de una trituradora; se tritura bien y se agrega a la olla con la salsa. Se agregan el azúcar y la
pimienta para rectificar la sazón, se lleva a un hervor y se cocina por unos 3 minutos. La salsa se
sirve al lado.
NOTA 1:
Se recomienda guardar la caparazón o esqueleto del pavo, para hacer un Consomé de Pavo,
según receta.
NOTA 2:
Si se quiere pavo relleno, se recomienda hacer el relleno aparte, según receta.
• 125 gramos de almendras sin piel y picaditas • 1/2 kilo de ciruelas pasas sin semillas cortadas en
cuartos • 175 gramos de mantequilla (12 cucharadas) • 1 1/2 taza de cebolla picadita • 8 a 10
dientes de ajo machacados • 1 1/3 taza de cebollín picadito (parte blanca y algo de lo verde) • 1/2
kilo de carne de cochino sin grasa (molida gruesa) • 250 gramos de hígado de pollo (limpios y
picaditos) • 1 cdta. de pimienta negra molida • 3 a 4 cucharaditas de sal • 1 cucharadita de salsa
inglesa Worcestérshire • 3 ramitas de tomillo fresco o 3/4 de cdta. si es seco molido • 2 cdas. de
cognac • 3/4 de taza de vino dulce Moscatel • 1/4 de taza de perejil picadito • 1 1/2 a 2 tazas del
consomé preparado con los menudos del pavo o pollo, o de consomé de pollo o de carne • 4 tazas
de manzanas amarillas o verdes peladas y en trocitos • 1/2 taza de pan seco molido
Preparación:
Si las almendras tienen piel, se pone en una ollita suficiente agua para cubrir las almendras. Se
lleva a un hervor. Se agregan las almendras. Se lleva nuevamente a un hervor y se retira del
fuego. Al enfriar un poco se les quita la piel. Se secan con papel absorbente y se pican
menudamente en un procesador o trituradora. Se ponen aparte. En una olla se ponen las cirue las
con agua que las cubra. Se lleva a un hervor y se cocinan por 2 a 3 minutos o hasta ablandar. Se
retiran del fuego. Se escurren y se ponen aparte. En un caldero se pone la mantequilla a calentar,
se agregan la cebolla y el ajo y se sofríen hasta marchitar unos 5 minutos. Se agrega el cebollín y
se cocina unos 7 minutos más. Se agrega el cochino, los hígados de pollo, la pimienta, la sal, la
salsa inglesa, el tomillo, el cognac, el vino, el perejil y el consomé. Se lleva a un hervor y se cocina
unos 20 minutos o hasta secar un poco. Se pone a fuego fuerte suave, se agregan las almendras,
las ciruelas pasas y las manzanas y se cocina por unos 10 minutos. Se agrega el pan molido, se
revuelve y se cocina 5 minutos más. Se retira del fuego y se pone aparte a enfriar para
conservarlo en la nevera hasta por 24 horas, si no se va a usar de inmediato. En ese caso, cuando
se vaya a servir, se calienta en el horno en una bandeja cubierta con papel de aluminio y, si se
quiere, agregándole previamente 3 ó 4 cucharadas de la salsa del pavo.
La ensalada de gallina
Nuestras cenas de Navidad y de Año Nuevo no han escapado a los cambios que se han
producido en nuestra sociedad, nuestras costumbres, nuestra alimentación y nuestras tradiciones.
Precisamente la gallina que obtenemos hoy día y que en esas cenas tradicionalmente ha estado
representada por el consomé que le da inicio y la ensalada que acompaña a las carnes, ha sufrido
cambios importantes. Antes la gallina se criaba para ser consumida como tal en su mejor
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 228 27/03/2006
momento, ahora cuando ya no es eficiente como ponedora y hay que sacrificarla para dejar
espacio a otras más jóvenes. Ello no significa que debamos prescindir de esos dos magníficos
platos, sólo que debemos cuidar un poco más su preparación. En las noches frías de diciembre y
tomando en cuenta que esas cenas se celebran tarde, nada mejor que un buen consomé caliente
para comenzar, que al mismo tiempo preparará nuestro estómago para recibir la opípara cena
coronada por la hallaca y ya que con las gallinas de hoy no obtendremos los bellos lunares de
grasa que lo adornaban, recomendamos clarificarlo y resazonarlo. Tendremos un plato más
refinado y no menos sabroso y reconfortante. La ensalada de gallina es un excelente plato por sí
misma, muy venezolano y aunque parezca redundante, es un excelente acompañamiento para las
carnes que se sirven, aun cuando se trate de otra ave como el pavo y aun para cerrar la cena si
sólo se desea la hallaca.
Hoy se han reemplazado con manzana, el nabo y la zanahoria que antes se utilizaban en ella,
obteniéndose un excelente plato, más actual. Es además conveniente observar que para evitar las
posibilidades de una infección con salmonella, muchas veces presentes en los huevos crudos,
debemos desechar la mayonesa hecha en casa y utilizar la envasada industrialmente que ha sido
pasteurizada, que si la condimentamos bien no echaremos de menos la de antes.
Ensalada de Gallina
(12 porciones)
• 1 gallina de 3 kilos ya limpia y lavada • 7 tazas de agua • 3 cucharadas de sal para cocinarla, o
unas 8 tazas de carne de gallina ya cocinada en trocitos pequeños • 1 ajoporro (la parte blanca
con algo de lo verde, ya limpio, y cortado longitudinalmente en dos) • 1 cebolla grande cortada en
dos • 1 kilo de papas peladas, cortadas en cubitos de 1 centímetro, 8 tazas • 4 tazas de agua • 2
1/2 cucharaditas de sal para cocinar las papas • 2 latas de espárragos (450 gramos cada una,
cortados en pedazos de 2 centímetros dejando algunos enteros para adornar) • 2 tazas de petit-
pois • 1 lata de 450 gramos • 2 manzanas amarillas peladas y en pedacitos • el jugo de 1 cebolla
mediana • 1/2 taza de aceite • 1 cucharadita de salsa inglesa Worcestérshire • 1/4 taza de vinagre
• 2 cucharaditas de mostaza preparada • 2 1/2 cucharadas de azúcar • 1/2 cucharadita de pimienta
blanca recién molida • 5 cucharaditas de sal • 1 1/2 taza de mayonesa • 2 huevos duros (el blanco
y el amarillo picaditos aparte para ser usados, si se desea, para adornar)
Preparación:
En una olla de presión se pone la gallina entera, el agua, la sal, el ajo porro y la cebolla. Se lleva a
un hervor y se cocina por 1/2 hora. Se retira del fuego, se deja enfriar la olla para abrirla, se saca
la gallina y se pone a enfriar aparte. En una olla aparte se ponen las papas en trocitos con las 4
tazas de agua y las 2 cucharaditas de sal. Se lleva a hervor y se cocinan por 5 a 10 minutos hasta
que ablanden pero que queden aún firmes. Se escurren y se ponen aparte. Entretanto se quita la
piel a la gallina. La piel se desecha. Se desmenuza la carne en pedacitos pequeños y se pone
aparte. En un envase grande y con una cuchara de madera se mezclan la gallina, las papas, los
espárragos en pedacitos, 1 taza de petit-pois, la manzana y una vinagreta preparada batiendo
vigorosamente, preferiblemente en un frasco, el jugo de cebolla, el aceite, la salsa inglesa, el
vinagre, la mostaza, el azúcar, la pimienta y la sal. Se revuelve muy suavemente hasta que todo
quede muy bien mezclado. Se le agrega y revuelve la salsa mayonesa. Se coloca en una
ensaladera, se alisa por encima y se adorna con los espárragos enteros, la taza restante de petit-
pois y si se quiere con el blanco y el amarillo de los huevos duros, picaditos, pero aparte. Se mete
a la nevera por lo menos 2 horas. Se sirve fría.
Recomendaciones
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• El pavo puede servirse frío con la salsa caliente
• La pechuga del pavo puede cortarse a lo largo, o transversalmente
• Con los huesos del pavo se hace un excelente consomé
• Se recomienda utilizar mayonesa industrial en la ensalada de gallina, para evitar la
contaminación con salmonellas, a veces presentes en los huevos por lo que éstos deben
cocinarse bien (huevo duro), mayonesa que puede ser mejorada condimentándola con pequeñas
cantidades de mostaza, salsa inglesa y, eventualmente,
unas gotas de limón
• Se recomienda clarificar el consomé y reforzar su sabor agregándole pequeñas cantidades de
cognac y jerez al llevarlo a un hervor antes de servirlo
El Pescado
Alimento preciado, este "fruto marino" no debería faltar en su mesa. Rico en proteínas, tanto como
la carne, su contenido en grasas es variable. De moda, dada su presencia ineludible en las dietas
contemporáneas, puede ser preparado de mil y una maneras. Hoy día el pescado es considera do
uno de los mejores y más apreciados alimentos, especialmente cuando debido a la congelación a
la que es sometido apenas sacado del mar por barcos especialmente acondicionados para ello, y
con las facilidades de hoy para el transporte refrigerado es posible que llegue a nuestra mesa, en
general, en muy buenas condiciones de conservación. Sus valores nutritivos lo hacen altamente
deseable de acuerdo a las normas nutricionales aceptadas hoy día. Es tan rico en proteínas como
la carne, entre 15 y 20%. Su contenido de grasas es variable, lo que permite clasificarlos en
magros con un míximo de 3% (pescados blancos en general), semigrasos, con 8 a 9% de grasa,
entre los que se encuentran entre otros la sardina, el atœn, el pez espada, carite y grasos con
más de 9% como el salmón. En todo caso es una grasa muy apreciada por los nutricionistas por
sus bondades. No contienen o es insignificante su contenido de glúcidos, pero es elevado su
contenido en sales minerales tales como calcio, potasio, fósforo y en el caso de los pescados de
mar sodio y flúor y cantidades discretas de algunas vitaminas. Es además fácilmente digerible,
más que la carne terrestre por su escasa cantidad de tejido correctivo.
De modo que los pescados están presentes en todas las dietas y en las mesas de los que se
preocupan por una buena alimentación; se puede decir, además, que es un alimento de moda y
muy utilizado en la corriente de nueva cocina en boga en los últimos años pues permite formas de
preparación muy variadas. Es muy importante que esté fresco y bien mantenido en frío (salvo el
caso de ahumado, salado, marinado) para evitar el desarrollo de gérmenes patógenos y el
comienzo de la descomposición. Es difícil que su precio se abarate pues debe pasar por varias
manos que lo encarecen: del pescador, que para continuar pescando, y produciendo cada día
debe ven derlo al cavero o al barco refrigerado en alta mar, que generalmente lo vende al
mercado de Coche y de allí nuevamente a las pescaderías de diferentes sitios del país para ser
vendido al consumidor. Algo que beneficiaría al pescador y al consumidor sería la instalación de
centros de acopio con buena tecnología de refrigeración, etc. en puertos cercanos a una pesca
abundante. En Venezuela se puede decir que hay tres rangos de precios del pescado, a los
precios promedios de hoy.
a) Baratos, por debajo de Bs. 500/kilo, tales como sardinas, camiguanas o boquerón, chicharro o
cataco, mojarra, etc.
b) Intermedios, hasta Bs. 1.500/kilo, tales como corocoro, roncador, picœa, panchito, perla, tajalí,
carite pintado, merluza, lebranche, aguja azul, jurel, cazón, etc.
c) Costosos, en adelante hasta Bs. 3.000/kilo, tales como: pargo, mero, robalo, catalana, curvina,
carite sierra, pez espada, dorado, parguito, etc.
Sardinas a la parrilla
(4 porciones)
Preparación:
Se vacían las sardinas. Se descarnan bajo agua corriente. Se escurren. Se frotan con jugo de
limón y sal por fuera y por dentro. Se ponen sobre la parrilla al carbón y se cocinan unos 2 ó 3
minutos por cada lado.
Nota: Algunos le agregan puntos de mantequilla mientras se cocinan.
• 1 1/2 kilo de camiguanas • 1 kilo después de limpias • 3 limones cortados en dos •1 cucharada de
sal • 1 cucharadita de pimienta negra recién molida • 1 taza de aceite • 1 taza de harina
Preparación:
Con un cuchillo afilado se cortan las camiguanas por debajo para quitarles las tripas y las agallas,
arrancándoselas con los dedos. Se dejan enteras con cabeza.
Se ponen en un envase. Se frotan con el jugo de los limones. Se lavan bajo agua corriente y se
secan con papel absorbente. Se ponen nuevamente en un envase. Se frotan con la sal y la
pimienta mezcladas. En un caldero se pone el aceite a calentar. En otro envase se pone la harina
y se van pasando las camiguanas por la harina sacudiéndoles el exceso y se agregan al caldero
• 1/2 kilo de filetes de sardinas • 1 limón • 1/2 cucharada de sal • 2 huevos ligeramente batidos •
1/2 taza de pan seco molido • 1/2 taza de aceite para freír
Preparación:
Se descaman los filetes bajo agua corriente. Se escurren. Se frotan con jugo de limón y sal. Se
secan con papel absorbente. Se pasan primero por el huevo batido y luego se aplastan contra el
pan molido para cubrirlas bien por ambos lados. En una sartén se pone el aceite a calentar bien.
Se agregan las sardinas y se fríen de 1/2 a 1 minuto por lado, hasta dorar.
• 1/2 taza de agua tibia • 1 cucharadita de azúcar • 15 gramos de levadura en pasta o granulada (1
cucharada) • 3 cucharadas de aceite • 1 cucharadita de sal •2 tazas de harina • 1 cucharada de
aceite.
Preparación
En un envase pequeño se ponen el agua tibia y el azúcar. Se le revuelve la levadura, se cubre y
se deja en reposo en un lugar abrigado por unos 15 minutos. En otro envase se mezclan el agua
con la levadura, el aceite, la sal y la harina. Se amasa hasta lograr una masa suave que no se
pegue de las manos. Se deja reposar por 1 hora, cubierta con un paño en lugar abrigado y sin
corrientes. La masa debe, al menos, doblar de volumen. Se pone la masa sobre una mesa o sobre
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 233 27/03/2006
una tabla enharinada, se amasa ligeramente, se hace una bola y se vuelve a dejar reposar en el
envase, cubierto, por 15 minutos más. Cuando se va a preparar la pizza, se pone la masa
nuevamente sobre la mesa enharinada y, con un rodillo enharinado, se estira hasta alcanzar
aproximadamente las dimensiones de la bandeja donde se va a hornear, preferiblemente de vidrio,
previamente engrasada con una cucharada de aceite. La masa se enrolla en el rodillo y se
desenrolla sobre la bandeja. Con los dedos se estira la masa hasta alcanzar a cubrir
completamente la bandeja y ya está lista para rellenarla y hornearla.
• 1/2 taza de agua tibia • 1 cucharadita de azúcar • 15 gramos de levadura en pasta o granulada,
alrededor de 1 cucharada • 3 cucharadas de aceite • 1 cucharadita de sal • 2 tazas de harina • 2
cucharadas de aceite para engrasar un molde, de unos 30 centímetros de diámetro • 2 cucharadas
de harina de maíz amarillo, funche o de harina precocida de maíz, para cubrir el molde • aceite
para cubrir la masa, preferiblemente de oliva • sal.
NOTA:
Si se quiere darle un sabor específico, se le puede agregar, al amasar la masa, por segunda vez,
1/2 cucharada de romero, o de orégano o de salvia, etc., secos, molidos, o algún otro condimento,
también 1 cucharada de semillas de hinojo, u otra semilla para condimentar.
Preparación
En un envase pequeño se ponen el agua tibia y el azúcar. Se le revuelve la levadura, se cubre y
se deja en reposo en un lugar abrigado por unos 15 minutos. En otro envase se mezcla el agua
con la levadura, las 3 cucharadas de aceite, la sal y la harina. Se amasa hasta lograr una masa
suave que no se pegue de las manos. Se deja reposar por 1 hora cubierta con un paño en lugar
abrigado y sin corrientes. La masa debe, al menos, doblar de volumen. Se pone la masa sobre
una mesa, se amasa ligeramente, se hace una bola, se pone en un envase engrasado con aceite,
se da vuelta a la bola para que se cubra con una capa de aceite y se deja reposar en el envase
cubierto por 15 minutos más. Cuando se va a preparar la focaccia, se engrasa una bandeja para
hornear de unos 30 centímetros de diámetro con las 2 cucharadas de aceite y se cubre con la
harina de maíz uniformemente distribuida. Con las manos se extiende la masa sobre una mesa,
hasta alcanzar el tamaño de la bandeja, se pone la masa en la bandeja, se ajustan los bordes y se
deja aparte a levantar, cubierta con un paño en un lugar abrigado por unos 20 minutos. Se
precalienta el horno a 400 grados. Con una brocha se extiende aceite por encima de la masa, se
agrega la sal ligeramente, se mete la bandeja en el horno y se hornea por unos 30 minutos hasta
dorar, cuando se saca del horno, para servirla caliente o a temperatura ambiente, como pan, o
como acompañamiento, o como pasapalo, en trocitos o tiritas.
Variaciones
Antes de amasarla por segunda vez, se agrega a la masa el condimento deseado hasta distribuirlo
bien dentro de la masa. Puede también condimentarse con 1 cucharada de semillas de hinojo, o
con 2 cucharadas de Salsa Pesto, o con 5 tomates secos en aceite de oliva, picaditos, o con la
pulpa picadita de unas 10 aceitunas verdes o negras, etc.
Salsa de tomate
Preparación
En una olla se pone el aceite y la mantequilla a calentar. Se agrega la cebolla y el ajo y se cocina
hasta marchitar, unos 4 minutos. Se agrega el tomate, la pasta de tomate, la sal, la pimienta y el
azúcar y se cocina unos 5 minutos. Se agrega el consomé, se lleva a un hervor, se pone a fuego
mediano y se cocina hasta engruesar, unos 10 minutos.
Masa: • 1/2 taza de agua tibia • 1 cucharadita de azúcar • 15 gramos de levadura en pasta o
granulada (1 cucharada) • 3 cucharadas de aceite • 1 cucharadita de sal • 2 tazas de harina.
Otros ingredientes: • 1 cucharada de aceite para engrasar el molde • 350 a 400 gramos de queso
de mano o de mozzarela de leche de vaca, rallados por el lado grueso del rallo (unas 3 tazas) • 2
cucharadas de albahaca picadita • 1/8 de cucharadita de pimienta, molida • 3/4 de kilo de tomate
tipo "perita" picadito sin piel y sin semillas • 1 cucharadita de azúcar • 1/8 de cucharadita de
pimienta molida • 1 cucharadita de sal • 14 cucharaditas de orégano seco molido • 2 cucharadas
de aceite.
Masa:
En un envase pequeño se pone el agua tibia y el azúcar. Se revuelve la levadura, se cubre y se
deja en reposo en un lugar abrigado por unos 30 minutos. En un envase se mezclan el agua con
la levadura, el aceite y la sal y, poco a poco, se le agrega la harina. Se amasa hasta lograr una
masa suave que no se pegue de las manos. Se deja reposar 1 hora, cubierta con un paño, en
lugar abrigado y sin corrientes. La masa debe, al menos, doblar de volumen.
Se pone la masa sobre una mesa o una tabla enharinadas, se amasa ligeramente, se hace una
bola y se vuelve a dejar reposar en el envase cubierto por 15 minutos más.
Preparación de la pizza:
Se precalienta el horno a 350 grados y se engrasa una bandeja preferiblemente de vidrio, o de
aluminio, para hornear, de las dimensiones indicadas. Se ralla el queso. Se revuelve la albahaca y
la pimienta. Se pica el tomate, se revuelve el azúcar, la pimienta y la sal y se pone en un colador
hasta que se vaya a utilizar. Se pone la masa nuevamente sobre la mesa enharinada, se amasa
un poquito y, con un rodillo enharinado, se estira hasta alcanzar, aproximadamente, las
dimensiones para cubrir la bandeja donde se va a hornear. La masa se enrolla en el rodillo y se
desenrolla sobre la bandeja Con los dedos se estira la masa hasta cubrir la bandeja y queda lista
para rellenarla. Se extiende el queso sobre la masa, encima se extiende uniformemente el tomate
y se le distribuyen por encima el orégano las 2 cucharadas de aceite. Se mete la bandeja en el
horno y se hornea hasta dorar por los bordes de la pizza, unos 35 a 40 minutos.
El plátano y el cambur
Su sabor constituye una contribución fundamental al sabor nacional. El cambur, por su alto
contenido de azúcar es normalmente ingerido como fruta, mientras el plátano, por tener más
almidón suele comerse cocido. Ambos, en sus diferentes variedades, crecen excelentemente en
nuestro suelo. Aunque las caraotas negras fritas, las "negritas", solas o con el pabellón, son
consideradas el plato nacional, conjuntamente con la hallaca, lo que el venezolano come más es
el plátano como comida y el cambur como fruta, tanto que para muchos el almuerzo no es
completo si falta el plátano preparado en alguna forma. El cambur, por su parte, siempre es bien
recibido al final de las comidas, en el desayuno, como merienda o como un buen tentempié. Es
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 235 27/03/2006
difícil que en una frutería o abasto no haya una buena existencia de plátanos y cambures; su falta
podría ser una calamidad y ciertamente el incremento de su precio ha sido quizás el más sentido
por los venezolanos; de hecho son los productos que más vemos siendo transportados por
nuestras carreteras.
El plátano es el mejor exponente de la presencia del dulce en nuestra comida, de nuestro sabor
nacional, pues aun en las regiones que aseguran que su comida no es dulce, el plátano no faltará
en el plato, acompañando otro alimento, hasta el más disímil, como cualquier pescado o incluso
bacalao. Frutos de plantas herbáceas, gramíneas, híbridos con frutos sin semilla de plantas que
nacen de su raíz rizoma casi indefinidamente, quizá por más de sesenta años, cada vez que una
planta ha fructificado y ha sido cortada para darle paso a las siguientes. No es un árbol. Crece
excelentemente en nuestro país y en el trópico. Ecuador es el principal país productor en
Suramérica. Se distinguen el cambur y el plátano, por una parte, porque el cambur se utiliza para
comerlo crudo como fruta, pues contiene más azúcar y menos almidón que el plátano, que a su
vez es más apropiado para comerlo cocido pues, contiene menos azúcar y más almidón, aunque
puede ingerirse también crudo cuando maduro.
El cambur es muy alimenticio y energético; tiene fama de engordante, lo que no es totalmente
cierto, pues suministra unas 99 calorías por 100 gramos de pulpa, cantidad relativamente
modesta, frente a otros alimentos.El cambur es rico también en potasio, en vitamina A, en
carbohidratos, alrededor de 23 gramos por 100 gramos de pulpa; es un buen alimento para el
crecimiento de los niños. También contiene pectina, que lo hace untuoso; y ácido málico, que lo
hace refrescante cuando se come crudo. Ambos sufren grandes transformaciones con la
maduración: el azúcar se transforma en almidón y la piel se adelgaza, transformándose en pulpa.
Continúan madurando aun después de cortados. Para transportarlos deben cortarse antes de
madurar y para exportarlos deben conservarse refrigerados a temperatura constante de 13 grados
centígrados, aunque una vez maduros se ennegrecen en la nevera. Crecen en racimos que
contienen unas 10 a 12 "manos", cada una con 12 a 16 frutos, para cada racimo tener entre 120 a
200 frutos.
Cultivados desde la antigüedad, originarios de la India y Asia. Se sabe que estaban en Venezuela
para 1660. Tenemos muchas variedades de cambur. Las más comunes son: cuyaco, de color
amarillo y tres aristas; guineo, el gros michel de Centroamérica; manzano, pequeño, de piel
delgada amarilla clara, muy cremoso y con un ligero olor a manzana; morado, con piel morada y
con fama de ser menos digerible; pineo, amarillo con pintas marrones negruzcas; titiaro, el más
dulce de todos y más pequeño; y todavía más pequeño, el titiarito; el topocho, que debe estar muy
maduro para comerlo crudo y muy apropiado para ser cocido.
El corazón del bosque
Robert Andrés Gómez
Caminaba por dentro del bosque, iluminado por tenues rayos de luna. La maleza, enredada entre
árboles y arbustos, no dejaba ver las maravillas de aquél enramado oscuro. Sentía que
maravillosos tesoros escapaban a sus ojos. Y él intentaba mirar hacia lo más hondo, hacia lo más
profundo, como si con ello lograra descubrir el encanto oculto en el follaje. "Sigue el sendero y no
mires atrás" había sido el consejo de los ancianos. Sentía deseos de hacerlo, de mirar por el
trecho andado, pero sabía también que ello era el fracaso de su misión. Debía continuar hasta que
diera con la fortuna de los dioses. Trató de apaciguar su ansiedad, su frenética actitud. El futuro
de sus iguales quedaba en su proceder. El fluir de la vida podía apagarse en cualquier momento.
Y allí que la responsabilidad era toda suya.
Por un momento no supo ya qué hacer. El sendero había muerto y ya tampoco hubo luna, ni
viento. "Aguarda en el confín, tú que eres puro y allí cerrarás los ojos, para mirar el corazón del
bosque. He allí que si eres digno, la Selva te mostrará su Naturaleza". El tiempo pareció eterno, y
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fue allí cuando su paciencia parecía estar desecha, sintió la brisa sobre su rostro, helada, fresca,
con un aroma dulce, agradable. Allí abrió los ojos, y allí vio que todo aquello que antes se
escondía brotaba de la nada; y así fue como vio el fruto que armado sobre sí mismo, pendía del
propio corazón del bosque. Era único, desconocido. Lo tomó con sus dos manos y allí todo volvió
a apagarse. Todo, menos el extraño fruto que incadescente, mostró el camino de vuelta; y aun
después, con el amanecer siguió brillando; hasta que la vida volvió a fluir.
• 3 plátanos maduros, con la piel negra, pelados y cortados diagonalmente en tajadas delgadas de
alrededor de 1/2 centímetro de espesor • 1/2 taza de aceite • 1/4 de kilo de queso blanco,
semiduro, en tajadas delgadas de 2 milímetros de espesor • 6 huevos • 1/2 cdta. de sal • 1/16 de
cdta. de pimienta molida
Preparación
Se pelan y se cortan los plátanos. En una sartén se pone la media taza de aceite a calentar. Se
agregan por partes las tajadas de plátano para freírlas hasta dorar, alrededor de 4 minutos. Se
ponen aparte sobre el papel absorbente para eliminarles el exceso de grasa. Se elimina parte del
aceite de la sartén, dejando sólo unas 4 cucharadas. Se corta el queso y se pone aparte. En la
sartén con el aceite, se pone en el fondo una capa de tajadas de plátanos y encima una capa de
tajadas de queso que se cubre con otra capa de tajadas de plátano. Se baten los huevos con la
sal y la pimienta y se vierten en la sartén. Se pone a fuego suave y, empujando los bordes de la
tortilla e inclinando la sartén para permitir que se cocinen bien los huevos, se cocina por unos 4
minutos. Con la ayuda de un plato llano o de una tapa plana de olla, se voltea la tortilla, se vuelve
a la sartén y se cocina del otro lado durante 2 minutos más.
• 24 cambures titiaros maduros, pero todavía firmes, pelados • 1/2 taza de harina • 1 taza de aceite
• 1 cda. de mantequilla para engrasar un molde • 150 gramos de chocolate semidulce
• 1/2 taza de leche • 1/2 taza de azúcar • 1 cda. de mantequilla
Preparación
Se revuelven los cambures con la harina y se sacuden para eliminarles el exceso. En una sartén
grande se pone el aceite a calentar y en él se doran uniformemente los cambures dándoles
vueltas. No deben estar demasiado maduros, para que conserven su forma al freírlos. Se sacan y
ponen sobre papel absorbente para eliminarles el exceso de grasa. Se precalienta el horno a 400
grados. Se engrasa un molde de vidrio para hornear de 30x20x5 centímetros con 1 cucharada de
mantequilla. Se acomodan los cambures juntos formando una capa en el molde. En una olla se
hace una salsa de chocolate poniendo a cocinar el chocolate y la leche hasta derretir bien. Luego
se les agrega el azúcar y la cucharada de mantequilla restante y se cocina todo unos 2 minutos
más hasta que espese un poco. Se cubren los cambures con esta salsa y se meten en el horno
por 10 a 15 minutos. Pueden servirse como postre y también como un excelente acompañamiento
de carnes.
Preparación
Se pelan los plátanos. Se les cortan las puntas y se cortan en pedazos grandes, 2 ó 3 pedazos
con cada plátano.
En un caldero grande de fondo plano o en una olla de fondo grueso se pone el aceite a calentar.
Se agregan los plátanos y se fríen a fuego fuerte dándoles vueltas hasta dorar uniformemente,
unos 10 minutos. Se escurren los plátanos. Se ponen sobre papel absorbente para quitarles el
exceso de grasa y se ponen aparte. Se elimina completamente el aceite al caldero. Se agregan el
agua, el azúcar, los clavos y los plátanos al caldero. Se lleva a un hervor y se cocina unos 5
minutos a fuego fuerte. Se ponen a fuego suave y se cocinan por 8 o 10 minutos más hasta tener
un almíbar.
• 3 docenas de cambures titiaros • 1/2 taza de harina • 1 taza de aceite para freír • azúcar
Preparación
Se pelan los cambures, que no deben estar demasiados maduros. En un envase se pone la
harina, se agregan los cambures y se revuelven para que la harina se les adhiera. Se sacuden
para eliminarles el exceso de harina. En una sartén se pone el aceite a calentar pero no
demasiado. Se agregan los cambures y se fríen hasta dorar un poco. Se sacan, se ponen sobre
papel absorbente para quitarles el exceso de grasa y se van pasando a una bandeja donde,
después de enfriar un poco, se rocían con abundante azúcar.
Preparación
Se precalienta el horno a 400 grados. Se unta un envase de vidrio para hornear con 1 cucharada
de mantequilla. Se pelan los topochos y se ponen en el envase. Se les ponen las 2 cucharadas
restantes de mantequilla en puntos y se espolvorea el azúcar por encima. Se cubren con papel de
aluminio, se meten en el horno y se hornean por 30 minutos. Se le quita el papel de aluminio y
continúense horneando por 15 minutos más o hasta que comiencen a dorar.
Puré de plátano
(4 porciones):
• 2 plátanos maduros • 4 tazas de agua • 1 cdta. de sal • 1 1/2 cda. de mantequilla • 1 cda. de
crema liviana o de crema agria • 1/16 de cdta. de nuez moscada rallada • 1/16 de cdta. de
pimienta molida
Preparación
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 238 27/03/2006
Se pelan los plátanos. Se ponen en una olla con agua que los cubra y la sal. Se cocinan a fuego
fuerte, tapados, hasta ablandar bien, que se puedan atravesar fácilmente con una aguja. Se
retiran del fuego. Se escurren. Se les eliminan las venas interiores a los plátanos. En el envase de
una batidora eléctrica para tortas se ponen los plátanos en pedazos, la mantequilla, la crema, la
nuez moscada y la pimienta y se bate hasta tener un puré muy suave. Este plato se debe preparar
a última hora, inmediatamente antes de servir.
• 2 cdas. de mantequilla • 1/4 de taza de azúcar • 10 cambures topochos muy maduros, con la piel
ya un poco negra • 1/2 taza de azúcar • 1 taza de jugo de naranja • 4 cdas. de licor Grand Marnier
Preparación
Se precalienta el horno a 350 grados. Con las 2 cucharadas de mantequilla, se enmantequilla el
fondo y las paredes de un molde de vidrio para hornear de unos 30x20x5 centímetros. Se cubre el
fondo del molde con 1/4 de taza de azúcar, encima se ponen los topochos pelados, adosados
unos a otros. Se les rocía la 1/2 taza de azúcar y se bañan con el jugo de naranja mezclado con el
Grand Marnier. Se mete el molde en el horno y se hornean los topochos hasta dorar por encima,
teniendo cuidado de voltearlos a los 30 minutos de cocimiento.
Se deja reposar un poquito y se sirven en el mismo envase.
• mantequilla • azúcar • 4 cambures pineos • 1/4 de taza de crema gruesa, para batir • 1/4 de taza
de azúcar moscabada • 1 cda. de mantequilla sin sal • 1 cda. de Cointreau • 1/4 de taza de nueces
picaditas
Preparación
Se precalienta el horno a 450 grados. A un envase de vidrio para hornear se le cubre el fondo con
mantequilla y azúcar. Se ponen encima los cambures y se rocían con azúcar. Se mete el envase
en el horno y se hornea hasta unos 25 minutos, se pone el horno en asador o "broiler" por unos 5
minutos más hasta dorar. Entretanto, se prepara la salsa caramelo. En una olla pequeña se ponen
la crema, el azúcar moscabada y la mantequilla. Se lleva a un hervor y a fuego mediano y
revolviendo se cocina hasta que se despegue del fondo de la olla al inclinar la misma. Se le
revuelve el Cointreau y se retira del fuego. Se saca el envase del horno, se bañan los cambures
con la salsa y se rocían con nueces picaditas por encima para servirlos calientes.
Recomendaciones
• No conviene conservar los cambures en la nevera porque se ennegrecen muy rápidamente
• El mejor momento para cocinarlos es cuando su piel está completamente negra,indicio de que
están
maduros y en su punto
• El cambur se ennegrece rápidamente al cortarlo. Es imprescindible en la ensalada de frutas, pero
debe agregarse al último momento y aun así no se puede conservar en nevera por mucho tiempo,
pues se oscurece
Pollo a la cazadora
(6 porciones):
1 pollo de 1 1/2 kilo cortado en presas • 1 limón • 1/2 taza de aceite para freírlo • 1 cebolla grande
rallada • 4 dientes de ajo machacados • 1/2 taza de vino blanco seco • 2 cdtas. de sal • 1/8 de
cdta. de pimienta molida • 1 hoja de laurel • 2 ramitas de tomillo ó 1/4 de cdta., si es seco, molido •
2 ramitas de mejorana o de orégano ó 1/4 de cucharadita, si son secos, molidos • 2 hojitas de
salvia • 1/2 kilo de tomate, unas 2 tazas picadito, sin piel y sin semillas • 2 cdas. de pasta de
tomate
Preparación
Se limpia el pollo, se le elimina la piel, se frota con limón, se corta en presas, se enjuaga y se
seca. En una olla pesada o en un caldero se pone el aceite a calentar, se agregan las presas y se
cocinan hasta dorar, alrededor de unos 30 minutos en total. Se elimina la mayor parte del aceite
de la olla, dejando sólo unas 2 cucharadas y se ponen aparte las presas. Se agregan a la olla la
cebolla y los ajos y se fríen un minuto.Se agregan nuevamente las presas de pollo a la olla, se
agrega el vino, la sal y la pimienta y se cocina hasta que el vino se reduzca a la mitad. Se agregan
el laurel, el tomillo, la mejorana y la salvia. Se agregan el tomate y la pasta de tomate. Se lleva a
un hervor, se tapa, se pone a fuego mediano y se cocina por unos 30 a 45 minutos, hasta
engruesar. Se retira del fuego para servirlo con cinticas o espaguettis con mantequilla,
aparte.Pollo con ají dulce
• 1 kilo de alas de pollo, unas 10 alas • 1 limón • 4 cdas. de miel • 4 cdas. de salsa de soya • 1/4 de
taza de vino blanco seco • 1 cdta. de sal • 1/8 de cdta. de pimienta molida • 2 dientes de ajo
machacados • 2 cdas. de jugo de cebolla • 1 cdta. de salsa inglesa Worcestershire
Preparación
Se limpian y se lavan las alas de pollo. Se les corta la punta hasta la primera articulación, se frotan
con limón, se enjuagan. Se ponen aparte. Se prepara un adobo mezclando en un envase la miel,
la salsa de soya, el vino, la sal, la pimienta, el ajo, el jugo de cebolla y la salsa inglesa. Se agregan
las alas, se frotan con el adobo y así se dejan aparte por unos 15 a 30 minutos.Se precalienta el
horno a 400 grados. Se forra una bandeja de metal con papel de aluminio y se le pone encima una
parrilla. Se retiran las alas del adobo, que se dejan aparte y se ponen sobre la parrilla. Se mete la
bandeja con la parrilla y las alas en el horno y se hornean hasta dorar, unos 35 minutos, cuidando
cada 10 minutos de untar las alas con el adobo, dándoles vuelta de vez en cuando o la mitad del
proceso, para que se doren uniformemente.Se pone el horno en asador o broiler y se cocinan por
5 minutos más para dorarlas aun más.
• 1 pollo de 1 1/2 kilo en presas • 1 limón • 1 cebolla grande rallada • 3 dientes de ajo machacados
• 1 cdta. de salsa inglesa Worcestershire • 2 cdtas. de sal • 1/8 de cdta. de pimienta molida • 1/2
cda. de aceite • 1 cda. de vinagre • 1 ramita de tomillo • 4 cdas. de aceite • 1/2 taza de lo blanco
del cebollín, picadito • 1 1/2 taza de ají dulce, picadito, sin venas y sin semillas • 18 ajíes dulces • 1
taza de agua • 1/2 cdta. de sal
Preparación
Se limpia el pollo. Se le elimina el exceso de grasa y las glándulas que tiene bajo la piel en la parte
posterior. Se le elimina la piel. Se divide en presas. Se lava. Se frota con limón. Se enjuaga. En un
envase se prepara un adobo mezclando la cebolla rallada, el ajo machacado, la salsa inglesa, la
sal, la pimienta, el aceite, el vinagre y el tomillo. Con el adobo se frota el pollo y se deja
macerando por 1 hora. En una olla pesada o en un caldero se pone el aceite a calentar. Se
agregan las presas de pollo a las que se le elimina el adobo, que se deja aparte, y se cocinan
hasta dorar. Se retiran del fuego. Se ponen aparte y se elimina parte del aceite de la olla, dejando
sólo unas 2 cucharadas. Se agregan el cebollín y el adobo que se tiene aparte, se cocina hasta
marchitar, unos 3 minutos. Se agrega el ají dulce, se cocina 2 minutos. Se agrega de nuevo el
pollo. Se agregan el agua y el resto de la sal, se lleva a un hervor, se pone a fuego mediano y se
cocina, tapado, hasta ablandarlo pollo, unos 30 minutos. Se retira del fuego y se sirve.
Pollo pebre
(6 porciones):
• 1 pollo de 1 1/2 kilo aproximadamente • 1 limón • 1/2 taza de aceite • 1 taza de cebolla rallada • 2
dientes de ajo machacados • 1 1/4 taza de tomates rallados, sin piel y sin semillas • 1/4 de cdta. de
pimienta negra, recién molida • 2 cdtas. de sal • 1/2 cdta. de salsa inglesa Worcestershire • 1 cdta.
de pimentón rojo, seco, molido • 1 1/2 taza de consomé de pollo o de carne o agua • 1/2 taza de
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 242 27/03/2006
vino dulce tipo moscatel • 10 alcaparras pequeñas enteras • 12 aceitunas pequeñas enteras • 1/4
de taza de pasas • 1 cda. de perejil picadito
Preparación
Se limpia el pollo, se corta en presas, se frota con limón, se enjuaga bien. En un caldero se
calienta el aceite, se agregan las presas de pollo y se sofríen hasta que comiencen a dorar por
todos lados, unos 20 minutos en total. Se elimina la mitad de la grasa del caldero. Se agregan la
cebolla, el ajo, el tomate, la pimienta, la sal, la salsa inglesa, el pimentón y el consomé o agua. Se
lleva a un hervor, se agregan el vino, las alcaparras, las aceitunas y las pasas. Se tapa, se baja el
fuego y se cocina a fuego suave hasta secar un poco, unos 20 a 25 minutos, se destapa y se
continúa cocinando unos 5 minutos destapado para que se seque y se espese un poco la salsa.
Se agrega el perejil, se revuelven bien y se apaga el fuego.
Recomendaciones
• Cuando se limpia debe eliminársele la "rabadilla" y el pequeño abultamiento en la parte trasera
superior
• Al comprarlo debe fijarse bien en que no tenga la piel demasiado húmeda y pegajosa
• Si se va a hornear, conviene hacerlo con la piel, para que la carne no quede demasiado seca
• Conviene frotarlo con limón por dentro y por fuera después de lavado y luego enjuagarlo antes
de la preparación
Revoltillo de cebolla
(4 porciones)
Preparación
1. En una sartén grande y a fuego mediano, más bien suave, se ponen la mantequilla y el aceite a
calentar. Se agrega la cebolla y se sofríe hasta que apenas comience a dorar, unos 5 a 6 minutos.
2. Se baten los huevos ligeramente con la sal y la pimienta, se agregan a la sartén y revolviendo y
raspando constantemente el fondo de la sartén con cuchara de madera, se cocinan hasta secar,
unos 5 minutos, quedando ligeramente húmedos.
• 1/3 de taza de aceite • 1/2 kilo de pimentón verde, unas 4 tazas, sin semillas y sin venas,
cortados a lo largo en tiritas delgadas de 1/2 centímetro de ancho • 1 taza de tomate picadito, sin
piel y sin semillas • 1/2 cucharadita de sal • 1/4 de cucharadita de pimienta negra recién molida • 6
huevos ligeramente batidos• 1/2 cucharadita de sal.
Preparación
1. En una sartén o caldero de fondo y paredes gruesas se pone el aceite a calentar. Se agrega el
pimentón el cual se cocina revolviendo por unos 10 minutos,aproximadamente, hasta que
comienza a marchitar.
2. Se le agregan el tomate, la sal y la pimienta y se continúa cocinando la mezcla a fuego mediano
por unos 10 a 15 minutos más.
3. Se baten ligeramente los huevos a los que se les agrega la 1/2 cucharadita restante de sal. Se
añaden a la preparación y se cocinan a fuego mediano, revolviendo y raspando el fondo de la
sartén constantemente, hasta que sequen, unos 5 a 7 minutos aproximadamente.
4.- Se sirve inmediatamente para evitar que se enfríen.
• 175 gramos de chucho seco, salado • Agua • 1/4 de taza de aceite vegetal • 1/2 taza de cebolla,
picadita• 1 cucharada de pimentón rojo, picadito • 1 ó 2 cucharadas de ají dulce, picadito, 2 ajíes
dulces • 1/2 taza de tomate, picadito • 1/2 a 1 cucharadita de sal • 1/8 a 1/4 de cucharadita de
pimienta negra, recién molida • 4 huevos batidos ligeramente
Revoltillo de pescado
(4 a 6 porciones)
2 tazas de pargo o mero u otro pescado blanco, sudado y desmenuzado • 1/4 de taza de aceite •
1/4 de taza de cebolla picadita • 3/4 de taza de tomate picadito, sin piel y sin semillas • 1 1/2
cucharadita de sal• 1/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 3 huevos, batidos
ligeramente.
Preparación
1. Se desmenuza el pescado en pedacitos pequeños.
2. En un caldero o sartén se pone el aceite a calentar, se agrega la cebolla y se cocina hasta
marchitar, unos 4 minutos. Se agrega el tomate. Se lleva a un hervor. Se cocina unos 7 minutos
más. Se agregan el pescado, la sal y la pimienta. Se cocinan unos 3 a 4 minutos, revolviendo. Se
pone a fuego suave, se agregan, revolviendo, los huevos batidos y se cocina raspando el fondo
del caldero o sartén por 5 minutos hasta que el revoltillo haya secado suficientemente. Debe
quedar húmedo pero no demasiado. Esta receta se hace generalmente con el sobrante de algún
pescado sudado o hervido previamente. En caso de usar pescado hervido debe rectificarse la
sazón.
Adobo
• 1/2 taza de cebolla rallada fina • 3 dientes de ajo machacados • 1 1/2 cucharadita de sal
• 1/8 de cucharadita de salsa inglesa Worcestershire • 3/4 de kilo de carne de res (ganso, lomito,
pulpa, falda, etc.).
Revoltillo
• 2 cucharadas de aceite • 1 1/2 taza de cebolla picadita • 1 taza de tomate picadito, sin piel y sin
semillas • 1 cucharadita de salsa inglesa Worcestershire • 1/2 cucharadita de sal• 1/8 de
cucharadita de comino • 10 huevos ligeramente batidos.
Preparación
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1. En un envase se mezclan todos los ingredientes para el adobo y con él se frota la carne. Se
deja adobando por 1/2 hora .
2. En un caldero se pone el aceite a calentar. Se le quita el adobo a la carne y ésta se agrega al
caldero. Se sofríe dándole vueltas con cuchara de madera, hasta dorar uniformemente. Unos 10
minutos.
3. Se agrega el adobo, se da varias vueltas a la carne. Se baja el fuego y se cocina por 5 minutos
más.
4. Se saca la carne y se pone a enfriar. Se conserva aparte el líquido del caldero.
5. Se corta la carne en pedazos que se golpean con un martillo para carnes y se corta luego en
pedacitos pequeños.
6. La carne ya picada se mezcla con el líquido del caldero.
7. En un caldero o sartén grande se ponen las 2 cucharadas de aceite a calentar a fuego fuerte.
Se agrega la cebolla picadita y se fríe hasta marchitar, unos 5 minutos. Se agrega el tomate
picadito y se cocina unos 5 minutos más, se agregan la carne y los demás ingredientes menos los
huevos y se cocina revolviendo de vez en cuando hasta que seque, unos 25 a 30 minutos.
8. Se baten los huevos ligeramente, se agregan el caldero y se continúa cocinando revolviendo y
raspando el fondo de la sartén, hasta secar, unos 10 a 15 minutos más.
Huevos revueltos
(6 porciones)
• 12 huevos • 1 1/4 cucharadita de sal • 1/2 cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 4
cucharadas de mantequilla • 2 cucharadas de crema liviana (opcional).
Preparación
1. En un envase se ponen los huevos, se les agrega la sal y la pimienta y se bate toda la mezcla
ligeramente, con la ayuda de un batidor de alambre.
2. En una sartén grande se pone la mantequilla a derretir a fuego mediano. Se agregan los huevos
y revolviendo y raspando constantemente el fondo de la sartén con una cuchara de madera, se
fríen hasta que sequen dejándolos un poco húmedos, aproximadamente por unos 3 minutos. Se
les agrega la crema liviana y se cocinan por 1 minuto más. No deben secarse demasiado.
Revoltillo de sesos
(6 porciones)
Sesos
• 1 seso de res, de 300 a 500 gramos • 3 tazas de agua; 2 cucharaditas de sal • 2 cucharadas de
vinagre• 5 granos de pimienta negra 1/2 cebolla en ruedas• 1 zanahoria pequeña en ruedas 1
hoja de laurel• 2 ramitas de tomillo fresco o 1/2 cucharadita si es seco, molido • 1 ramita de perejil•
1 rama de céleri.
Revoltillo
• 1 seso de res, de 300 a 500 gramos, cocido según se indica • 2 cucharadas de aceite• 1
cucharada de mantequilla• 2/3 de taza de cebolla picadita • 1/2 taza de tomate picadito, sin piel y
sin semillas • 2 cucharaditas de sal • 1/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 6
huevos ligeramente batidos.
Risotto
Es uno de los más afortunados platos, junto con la pasta, de la cocina italiana. El risotto se
compone esencialmente, como la pasta, de un ingrediente vehículo, el arroz, preparado
básicamente con mantequilla, vino, consomé y queso parmesano, al que se le puede agregar
cualquier sabor o cosa comestible, vegetales, productos del mar, aves, carnes, caza, vísceras,
embutidos, especies, frutas, vinos, etcétera. Los italianos lo definen como: "minestra asciutta", es
decir, sopa seca, lo que parece contradictorio sin serlo, significaría que el resultado debe ser
cremoso, pero no caldoso y para ser comido con tenedor. El risotto y, asimismo, la pasta son
platos que requieren cierta experiencia, si se desea resultados con altos niveles de excelencia,
pero una vez que se han preparado, pocas veces se convierten en algo fácil y grato de preparar
por los resultados que, aun sin llegar a la perfección, pueden satisfacer a todos por igual.
Los italianos dicen que debe ser "legato", es decir, unido, ligado, unido como un todo, lo que se
logra mejor y aunque no imprescindiblemente, con un arroz apropiado, que cede lentamente
almidón a lo largo de la cocción, de allí su método de cocimiento, agregando el líquido poco a
poco en pequeñas porciones sucesivas para que se vaya haciendo la crema que unirá los granos
enteros y al dente, formando un todo que al servirlo en el plato, se extienda suavemente sobre él
en la forma que los italianos llaman "all’onda", como una ola suave. En el risotto, el arroz se cocina
absorbiendo el líquido poco a poco, a la velocidad que la absorción lo permite y a la cual el arroz
cede el almidón, para que poco a poco se vaya formando la crema de que hablamos antes, sin
que el arroz esté en ningún momento sumergido ni que le falte líquido, por eso el líquido, siempre
a punto de hervor, debe agregarse sucesivamente por partes y en pequeñas cantidades, a fuego
mediano más bien fuerte y revolviendo constantemente, de manera que lo que no es absorbido se
evapore y el almidón (amilopectina) salga en coincidencia para hacer la crema.
Si el arroz contiene poco almidón o se cocina muy rápidamente o a fuego demasiado fuerte
tenderá a separarse. Si contiene poco o se cocina a fuego muy lento tenderá a quedar pegostoso.
No debe ser ni lo uno ni lo otro. Los italianos dicen que el risotto debe quedar "mantecato", es
decir cremoso. Su aspecto final recuerda el de nuestro arroz con coco recién preparado. De las
recetas que se incluyen en esta página, la de Risotto a la Milanesa, es la más clásica y básica, la
cual una vez perfeccionada puede servir de base para cualquier otro risotto.
• 1/2 kilo de calamares pequeños con las bolsitas de tinta y los ojos • 2 paqueticos extra de tinta; •
1 limón; • 5 tazas de agua; • 2 cucharadas de aceite para freír; • 1/2 a 1 cucharadita de sal; • 2
cucharadas de mantequilla y 2 cucharadas de aceite para la preparación del risotto; • 1 cebolla
mediana picadita, alrededor de 1 taza; • 1 diente de ajo, machacado; • 1/8 de cucharadita de
pimienta, molida; • 1 taza de arroz; • 1 taza de vino blanco seco; • 1 cucharada más de mantequilla
para agregar al final; • 1 taza de queso parmesano rallado.
Preparación
1. Se arranca la cabeza a los calamares y se elimina el interior y los ojos que no se utilizan. La
bolsa de tinta se pone aparte. Se lavan muy bien los calamares, arrancándoles la piel violácea y
limpiándolos por dentro, dándoles vuelta como a una tripa. Eliminar el pico que tienen entre los
tentáculos. Frotarlos con limón, enjuagar y secar. Cortar los tentáculos en pedazos si son muy
largos y el cuerpo en rueditas de 1 centímetro de ancho. Se ponen aparte.
2. En una ollita con 1 taza del agua se ponen los ojos, las bolsitas de tinta y la tinta extra. Se lleva
a un hervor y se cocina 1 minuto. Se escurre el contenido en un envase con un colador de
alambre, apretando los sólidos contra las paredes del colador para extraer toda la tinta. Se
eliminan los sólidos y el líquido obtenido se mezcla con las 4 tazas de agua restante hasta
completar 5 tazas.
3. En un sartén se calientan las 2 cucharadas de aceite para freír. Se agregan los calamares y se
cocinan por 3 a 4 minutos hasta que se evapore el agua que sueltan y se pongan rojizos. Se
ponen aparte.
4. Se pone al fuego la olla con el agua entintada. Se agrega la sal. Se lleva a un hervor. Se pone a
fuego suave, manteniéndola casi a punto de hervir, para usarla así en la preparación.
5. En una olla pesada se ponen las 2 cucharadas de mantequilla y las 2 cucharadas de aceite a
calentar.
6. Se agregan la cebolla, el ajo y la pimienta y se cocinan hasta marchitar, unos 4 a 5 minutos.
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6. Se agrega el arroz, se revuelve constantemente para cubrir bien de grasa cada grano, se cocina
hasta estar brillante, aproximadamente 1 minuto.
7. Se agregan a la olla el vino y los calamares y se cocinan hasta que el vino se consuma casi
completamente. 8. Añadir gradualmente el agua, 1/2 taza cada vez para esta cantidad de arroz,
que debe revolverse constantemente con cuchara de madera, raspando el fondo y las orillas, para
que no quede completamente sumergido nunca (no es una sopa) y para que no se pegue al fondo
y orillas de la olla, ya que puede quemarse. Se agrega agua cada vez que se absorba
completamente. El risotto está a los 25 minutos, aproximadamente, después de agregar el arroz a
la olla, cuando el morder un grano se lo sienta cocido, pero firme. Debe presentar un aspecto
cremoso, los granos separados entre si, pero unido por una crema. 9. Al retirarlo del fuego, se le
revuelve 1 cucharada de mantequilla y luego el queso parmesano rallado. Se sirve
inmediatamente. En la mesa cada persona puede, si lo desea, agregar más queso parmesano
rallado.
• 1 langosta de 3/4 de kilo, cocida, ó 250 gramos de carne de langosta cocida, cortada en
pedazos, más bien pequeños; • 5 tazas de agua o de consomé de pescado; unas 20 a 25 hebras
de azafrán; • 2 cucharadas de mantequilla; • 1 cucharada de aceite; • 1 taza de cebolla, picadita; •
2 dientes de ajo, machacados; • 1/2 cucharadita de tomillo, seco, molido, ó 2 ramitas, si es fresco;
• 1 cucharadita de sal; • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida; • 1 cucharada de
mantequilla o de aceite; • 1 taza de arroz; 1/2 taza de vino blanco, seco; 2 cucharadas más de
mantequilla; • 1/2 taza de queso parmesano, rallado finamente (opcional).
Preparación
1. Se corta la carne de langosta en pedazos pequeños. Aun cuando la receta supone langosta
cocida, se puede usar langosta, langostinos o camarones crudos, después de quitarles la concha
o la vena que tienen en su parte superior. Se cortan en pedazos pequeños, se lavan, se cocinan
hasta que se pongan rojos y se continúa la misma preparación que sigue con la carne de la
langosta cocida, y luego habrá que agregarla un poco antes que el arroz, para que la langosta,
langostinos o camarones se cocinen mejor.
2. En una olla se pone al fuego el agua o el consomé. Se lleva a un hervor y se mantiene a fuego
muy suave, a punto de hervir pues se utilizará en esa forma. En una taza de ese consomé se pone
aparte el azafrán seco a remojar.
3. En la olla donde se preparará el risotto se ponen la mantequilla, el aceite, la cebolla, el ajo, el
tomillo, la sal y la pimienta y se cocinan hasta marchitar la cebolla, unos 3 ó 4 minutos. Se agrega
la langosta y se cocina unos 3 minutos. Se saca la langosta con una cuchara perforada,
escurriéndole bien la grasa y se pone aparte.
4. Se agrega una cucharada de mantequilla o de aceite a la olla y se agrega el arroz, y
revolviendo, se cocina hasta que esté brillante y cubierto por la grasa, 1 minuto.
5. Se agrega el vino y se cocina hasta que se consuma casi completamente unos 2 minutos.
6. Se agrega gradualmente el agua o el consomé caliente, 1/2 taza cada vez y se cocina,
revolviendo constantemente hasta que se consuma por completo. Se añade la siguiente. Después
la langosta, una vez agregadas y consumidas 6 porciones (3 tazas) del consomé. El azafrán
después de agregadas 7 a 8 porciones de agua o de consomé. Se comprueba la sal y la pimienta
y se cocina hasta que el arroz se sienta cocido pero firme, unos 25 minutos desde que se agrega
a la olla. Se eliminan las ramitas de tomillo si se ha utilizado fresco. Se apaga el fuego y se le
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revuelven las 2 cucharadas restantes de mantequilla y, si se quiere, el queso parmesano. Se sirve
de inmediato.
Preparación
1. Se limpian muy bien los hígados. Se les agrega el jugo de 1/2 limón, se enjuagan en agua
corriente y se cortan en pedazos pequeños. Se secan con papel absorbente. Se ponen aparte.
2. En una olla se pone al fuego el consomé. Se lleva a un hervor y se mantiene a fuego suave casi
a punto de hervor.
3. En la olla donde se va a preparar el risotto se ponen el aceite y la tocineta y ésta se cocina
hasta dorar. Se agregan la mantequilla, la cebolla, el tuétano, el laurel, el tomillo, la sal y la
pimienta y se cocina hasta marchitar la cebolla, unos 3 a 4 minutos. Se agregan los hígados y se
cocina hasta sólo comenzar a dorar y estar casi cocidos en su interior. Con una cuchara
perforada, para escurrirlos bien, se sacan los hígados de la olla y se ponen aparte.
4. Se agrega el arroz y, revolviendo, se cocina hasta que esté brillante y cubierto por la grasa, 1
minuto.
5. Se agrega el vino y se cocina hasta que se consuma casi completamente unos 2 minutos.
6. Se agrega gradualmente el consomé caliente, 1/2 taza cada vez y se cocina revolviendo
constantemente hasta que se consuma completamente para agregar la siguiente. Se agregan los
hígados después de haber agregado 4 tazas del consomé. Se le elimina el tomillo y la hoja de
laurel. Se cocina hasta que el arroz se sienta cocido, pero firme, unos 25 minutos después de
haberlo agregado a la olla. Se apaga el fuego. Se le revuelven las 2 cucharadas de mantequilla
restante y el queso parmesano y se sirve inmediatamente. En la mesa cada persona, si lo desea,
puede agregar más queso parmesano.
• Unos 10 gramos de hongos secos (boletos, edulis, porcini, etc), alrededor de 1/4 de taza; • 1/2
taza de agua tibia para remojarlos e hidratarlos; • 4 1/2 a 5 tazas de consomé de carne; • 1/2 a 1
cucharadita de sal; • 2 cucharadas de mantequilla sin sal; • 2 cucharadas de aceite; • 2
cucharadas de tuétano de res; • 1/2 taza de cebolla picadita, • 1/8 de cucharadita de pimienta
negra, recién molida; • 1 taza de arroz; • 1/2 taza de vino blanco, seco; • 1 cucharada de
mantequilla sin sal; • 1/2 taza de queso parmesano, rallado.
Preparación
1. Se lavan los hongos que generalmente tienen algo de tierra e impurezas. Se ponen a remojar
por 20 a 30 minutos en 1/2 taza de agua tibia. Se escurren conservando el agua aparte, que se
Risotto a la milanesa
• 5 tazas de consomé o caldo de carne • 1/2 a 1 cucharadita de sal • unas 20 hebras de azafrán
(no se recomienda usar onoto) • 2 cucharadas de mantequilla; sin sal; • 2 cucharadas de aceite
vegetal; • 1 cebolla mediana, picadita, alrededor de 1/2 taza; • 1 ó 2 cucharadas de tuétano de res,
(opcional); • 1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida; • 1 taza de arroz; • 1/2 taza de
vino blanco, muy seco; • 1 cucharada más de mantequilla para agregar al final; • 1/2 taza de queso
parmesano, rallado.
Praparación
1. En una olla se pone el consomé con la sal para calentarlo, sin llegar a hervir, manteniéndolo a
fuego suave, a punto de hervor, mientras se prepara el risotto.
2. En una taza de ese consomé se pone aparte el azafrán seco a remojar.
3. En otra olla pesada de acero inoxidable se ponen al fuego la mantequilla (2 cucharadas) y el
aceite. Se agrega la cebolla y se cocina hasta marchitar, unos 4 minutos. Se agregan el tuétano
picadito y la pimienta. Se cocina 2 ó 3 minutos más o hasta derretir el tuétano.
4. Se agrega el arroz y, revolviendo constantemente para cubrir con grasa cada grano, se cocina
por 1 minuto o hasta que esté brillante.
5. Se agrega el vino y se cocina hasta que se consuma casi completamente.
6. Añadir gradualmente el consomé (1/2 taza cada vez para esta cantidad de arroz). Al arroz no se
le debe agregar mucho líquido a la vez y se debe revolver constantemente para que no quede
completamente sumergido nunca (no es una sopa) y debe rasparse el fondo y orillas de la olla
para que no se pegue, pues puede quemarse. Se agrega más consomé cuando se haya
absorbido el que se agregó, unos 2 minutos cada vez. El consomé con el azafrán se debe añadir
las últimas dos veces pues es mejor no cocinar demasiado el azafrán. Se sabe que el risotto está
a punto, a los 25 minutos aproximadamente después de agregado el arroz, cuando al morder un
grano se siente cocido, pero firme. El risotto debe presentar un aspecto cremoso, los granos
separados, pero unidos por una crema.
7. Al retirarlo del fuego, se le revuelve vigorosamente la cucharada restante de mantequilla y luego
el queso. Debe llevarse de inmediato a la mesa. En la mesa cada uno puede agregar más queso
parmesano rallado.
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Risotto con trufas blancas
Si se dispone de trufas blancas, se les puede rallar en cada plato de risotto a la milanesa, en
hojuelas muy delgadas) y se obtendrá el risotto con tartufi o trufa blanca, el más maravillos y
lujoso de todos. En Italia usan un rallo especial para obtener hojuelas o pequeñas láminas muy
delgadas de las trufas.
Recomendaciones
• Para obtener un buen risotto debe utilizarse una olla pesada, de fondo y paredes gruesas,
esmaltada o de acero inoxidable, con bordes redondeados para evitar que se pegue el arroz
• El risotto debe revolverse constantemente para favorecer la absorción de líquido y evitar que se
pegue, preferiblemente con cuchara de madera que no rompe los granos
• Para el consomé es más apropiado usar caldo de res y en el caso del risotto hecho con frutos del
mar es preferible usar agua para no acentuar excesivamente el gusto marino
Gustoso salmón
Pescado migratorio de los mares fríos del Hemisferio Norte que pasa una parte de su vida en el
agua dulce y otra en el mar, de color gris plateado con lunares negros. La puesta de sus huevos
tiene lugar en aguas dulces poco profundas, donde nacen y donde los alevines permanecen por
unos dos años, cuando comienzan su viaje aguas abajo hasta el mar, donde crecen hasta
alcanzar su madurez sexual en un tiempo muy variable, de acuerdo a su alimentación, es
entonces cuando comienzan a volver hacia el lugar donde nacieron, aprovechando su forma
perfectamente proporcionada para moverse en el agua luchando contra la corriente, que a veces
llega a deformarle el maxilar inferior, incluso a saltos, casi volando, sobre obstáculos naturales que
encuentra en su camino para, al fin, llevarlos por una fuerte fuerza instintiva, al lugar donde
nacieron, a poner sus huevos y comenzar de nuevo el descenso al mar, cuando su carne ha
perdido todo su valor hasta ser poco atractiva para comerla. La mayoría muere antes de llegar
nuevamente al mar. Algunos que sobreviven, pueden en algunos casos repetir el ciclo. Es cuando
comienza a migrar y hace su viaje al lugar de nacimiento que su carne está en la mejor condición
y cuando es pescado.
El salmón fue uno de los pescados más abundantes en Europa, Estados Unidos, Canadá y el
Norte del Pacífico. En el Atlántico el salmón Atlántico, "Salmo solar", y en el Pacífico; el Chinook
salmón o King salmón "Oncorhyncus salmón o Silver salmón, "Oncorthyncuns kisutch", el Pink
Salmón, Oncor thyncuns gorbuscha" y el Sockeye salmón o Red salmón, "Oncor hyncunsnerka".
Sin embargo su población en estado salvaje ha disminuido considerablemente y hoy la mayoría
del salmón que comemos es criado en granjas y en algunos casos soltados cuando están en
condiciones de comenzar su migración. En Chile el proceso es diferente; a partir del desove y
fertilización artificial se procede a la incubación en ambiente controlado hasta obtener los alevines
en agua dulce, en piscinas y jaulas flotantes con corrientes de agua simuladas. Al llegar a la etapa
de Smolts, cuya estructura física le permitirá adaptarse al agua salada, son trasladados a jaulas
flotantes a los centros de mar o de "engorde" para ser cosechados una vez alcanzadas las
características apropiadas de peso y de los diferentes mercados y ser enviados a las plantas
procesadoras. Es poco probable que haya diferencias apreciables en la calidad del salmón
"cultivado" y del "salvaje", si nos atenemos, como indicamos antes, a su ciclo de vida antes de
llegar a nuestras mesas.
Han sido la sobrepesca, la contaminación de las aguas y la construcción de represas, las causas
principales de la disminución de la población de salmón en el mundo. Hoy día, en algunos países,
como en Suecia, se construyen facilidades para que los salmones puedan vadear o evitar las
dificultades que les oponen las represas para su migración al lugar de origen. Hace pocos años
fue introducido con mucho éxito en Chile, donde no había salmones, el salmón del Atlántico, que
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es el que llega a Venezuela y el coho, o salmón plateado, del Pacífico, que han comenzado a ser
apreciados en muchos mercados y que desde poco tiempo nos ha permitido obtenerlo fresco en
todo su esplendor, aun sin congelar, en algunas de nuestras mejores pescaderías y abastos, a
precios algo más altos que nuestro pargo y mero, pero posiblemente, dejando aparte las
preferencias personales, es un pescado de mejor calidad, si tomamos en cuenta diferentes
factores, como su bello color rosado o rojizo, una suculenta textura y excelente gusto, y su riqueza
en grasas bajas en colesterol y ricas en ácidos grasos que contienen el Omega-3, excelente
contra el colesterol malo.
Aun cuando su composición nutricional es variable de acuerdo a la especie, se puede considerar
que en promedio, 100 gramos de salmón aportan unos 140 calorías, unos 20 gramos de proteínas
y unos 6 gramos de grasa, parte de la cual es Omega-3. El salmón permite ser cocinado de
muchas maneras, preferiblemente hervido, a la parrilla, a la plancha, pero son los escandinavos,
especialmente los suecos, quienes lo han llevado a su máxima expresión en el plato llamado en
sueco gravad lax, en inglés gravlax, en español salmón marinado, el cual es el salmón curado con
sal, azúcar, pimienta y eneldo y cuya receta aparece en esta página, muy fácil de preparar y cuyo
resultado es un plato de verdadero lujo, especialmente cuando es acompañado, como en Suecia,
con una salsa dulce de mostaza, cuya receta también aparece en esta página. La otra forma más
conocida del salmón es ahumado del cual, de acuerdo a su origen y preparación, hay muchas
variedades: de Escocia, de Noruega, de Irlanda, de Nueva Escocia, del Pacífico norteamericano,
de Chile, y para muchos el mejor, el de Dinamarca, de color rosado muy claro, blancuzco,
húmedo, grasoso más bien cremoso y de excelente gusto natural, sin predominio de madera, que
por otra parte es el de más alto precio en el mercado y al cual, desgraciadamente, no tenemos
acceso en Venezuela y que sólo se consigue en pocos países fuera de los países escandinavos y
en mercados o abastos muy selectos.
Antes de ahumar el salmón debe primeramente ser muy bien lavado exteriormente, luego
decapitado, desviscerado, abierto como un libro, lavado por segunda vez y puesto en salmuera, lo
que le da un ligero gusto salado. Luego se procede a ahumarlo en frío sobre maderas mezcladas
(olmo, fresno, encina), y hierbas (enebro, salvia, etc). Su color final debe ser preferiblemente
rosáceo-anaranjado, de consistencia suave y untuosa. Debe ser cortado a lo largo de la fibra, con
cuchillo de lámina larga y estrecha sin punta e inclinado o semiacostado, cortando hacia la cola.
Hoy se puede comprar ya cortado y en tajadas o láminas superpuestas. En algunos países se
ahúma en caliente en hornos especiales.
Se acostumbra servirlo acompañado de cebolla picadita, alcaparras, crema agria y pan tostado.
Una buena parte del salmón, especialmente del Pacífico, es utilizado también para ser enlatado,
siendo así también una forma que permite obtener deliciosas preparaciones como ensaladas,
croquetas, pudines, etc. También sus huevos, el llamado quizás impropiamente caviar rojo o
caviar del salmón, es una delicadeza que a veces puede reemplazar al verdadero caviar, el de
esturión, cuyos huevos son sólo los acreedores al nombre específico de caviar, los otros debería
llamarse huevos, en este caso huevos de salmón, etc. En esta página se han agregado algunas
recetas que combinan muy bien con el salmón en cualquiera de sus formas, lo que permitirá
elaborar un excelente menú con algunas de ellas o con todas a la vez.
Un poco de historia
El salmón es probablemente el pescado más delicado y más apreciado en todo el mundo que
puede tener acceso a él. Era ya una delicadeza en la Prehistoria. Pinturas trogloditas de unos
25.000 años antes de Cristo, representando el salmón, se encuentran en la Cueva del Pescado,
"Abri dub Poisson" cerca de Les Eysies de Tayac, en la región de la Dordogne, en el sur de
Francia, cerca de la célebre Gruta de Lascaux en Montignac, toda una zona donde abundan las
cavernas y grutas y donde hubo una importante población de cavernícolas que las habitaba. En la
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Edad Media, en Francia fue además una fuente importante de alimento y preparado entero era
uno de los platos más espectaculares en los grandes banquetes, alcanzando su máximo
esplendor en el reinado de Luis XV, cuando era utilizado en muy diversos y complicados platos
que en cierto modo lo desnaturalizaban. Escoffier, el gran cocinero francés cambió esa tendencia
argumentando que debía ser servido de la manera más natural y sencilla posible, dado su altísimo
valor gastronómico. Hoy es un plato de lujo en los restaurantes y desde hace muy poco tiempo,
gracias a la importación de salmón desde Chile, podemos obtenerlo fresco, aun sin congelar, en
algunas de nuestras pescaderías, a un precio apenas un poco superior al mero, al pargo y al
róbalo de nuestros mares.
• 1 kilo de salmón fresco, de la parte central del cuerpo del pescado, dividido en dos filetes, sin
espinas, como se indica en la preparación • 3 cucharadas de sal • 3 cucharadas de azúcar • 1
cucharada de pimienta blanca, machacada gruesa • 2 ó 3 paquetes de eneldo
Preparación
1.– Pedir al pescadero cortar un trozo de 1 kilo, de la parte central del pescado sin escamas y sin
vísceras y pedirle lo divida por el espinazo para tener los dos lados o filetes separados. Se le
eliminan cuidadosamente las espinas y sin enjuagarlo, se seca con papel absorbente.
2.– En un envase se mezclan la sal, el azúcar y la pimienta machacada.
3.– Si se quiere, se frota el salmón con una pequeña porción de una mezcla igual a la indicada de
sal, azúcar y pimienta, pero preparada aparte, pues la indicada en los ingredientes es para hacer
una capa gruesa de la mezcla entre los dos filetes como se indica de seguidas.
4.– En un envase de vidrio para hornear se pone en el fondo una capa abundante de ramas de
eneldo. Encima se pone una de las piezas de salmón con la piel hacia abajo y se cubre
enteramente por encima con una capa gruesa de la mezcla de la sal, azúcar y pimienta y encima
de esa capa se pone otra capa abundante de eneldo. Se cubre con la otra pieza del salmón con la
piez hacia arriba y vuelta 180 grados, de tal manera que la orilla delgada de la pieza superior de
salmón coincida con la orilla más gruesa de la pieza que está debajo y viceversa, con el objeto
que las dos piezas se ajusten bien y queden lo más planas posibles por encima. Se cubre con otra
capa de rama de eneldo y se le pone un peso encima de alrededor de 3/4 kilo. Se cubre el envase
con papel de aluminio y se mete en la nevera bien fría.
5.– A las 24 horas, se elimina el líquido que contenga el envase y conservando la capa de eneldo
en el fondo del envase se le da vuelta al pescado tal como está, sin separar las dos piezas,
reservando el eneldo que está encima para ponerlo nuevamente sobre la parte que queda arriba.
Se pone nuevamente el peso por encima. Se cubre de nuevo con el papel de aluminio y se vuelve
a la nevera por 24 horas más, cuando estará listo para servirlo y comerlo.
6.– Se saca el salmón del envase y se limpia bien, eliminando todos los restos de eneldo y de la
mezcla. Se elimina la piel, que se deja aparte. Para ello se separa con un cuchillo la piel en una de
las puntas y luego sujetando la carne con el cuchillo plano contra ella, se le arranca la piel
halándola con la mano. Queda así listo para servir.
7.– Para servirlo se cortan tajadas de unos dos centímetros de ancho de arriba a abajo, en
dirección contraria al largo del pescado transversalmente. 1.– Se sirve acompañado de la salsa
dulce de mostaza, típica del gravlax.
Salmón hervido
(8 porciones)
• 1 salmón fresco o congelado de 2 kilogramos, con cabeza • 1 limón • 2 boltellas de vino blanco,
seco • 3 a 4 litros de agua • 2 cebollas medianas, peladas y en ruedas • 1 zanahoria mediana,
pelada y en ruedas • 1 tallo de célerí; lo blanco, con algo de lo verde, de un ajo porro • 1 ramita de
tomillo • Lo blanco de 2 cebollines • 2 ramitas de perejil • 12 granos de pimienta negra,
machacados; 2 cucharadas de sal • Salsa holandesa o salsa mayonesa o salsa tártara, etcétera,
para acompañarlo.
Preparación
1.– Se le eliminan las escamas al salmón. Se limpia. Se lava. Se enjuaga en agua con limón y
luego en agua corriente. La eliminación de la cola y de la cabeza, dependerá de la forma como se
quiera presentar el salmón y de la capacidad del envase, "pescadera", donde se va a cocinar.
2.– Con una servilleta o con un paño limpio se envuelve firmemente el salmón y se amarra con
una cuerda. Se pone aparte.
3.– En una pescadera o envase grande se ponen el vino, el agua, la cebolla, la zanahoria, el
célerí, el ajo porro, el tomillo, el cebollín, el perejil, la pimienta y la sal. Se ponen al fuego, se lleva
a un hervor y se cocina por 20 minutos. Se retira del fuego y se deja enfriar unos 15 minutos.
4.– Se agrega el pescado a la olla. Se lleva a un hervor y, a fuego suave, pero hirviendo, se cocina
por 1 hora, teniendo cuidado de darle vuelta a los 30 minutos. Se retira del fuego. Se deja reposar
en el líquido y, cuando se pueda manejar, se desamarra y se desenvuelve. Se pone en una
bandeja, se le elimina la piel de arriba para presentarlo. Se sirve acompañado o cubierto de salsa
holandesa, salsa mayonesa, salsa tártara, etc.
NOTA:
esta receta es igualmente válida para otros tipos de pescados.
• 3/4 de kilo de espinacas • 1 1/2 cucharada de mantequilla • 2 cucharadas de harina • 1 1/4 taza
de leche • 1/4 de cucharadita de sal • 1 /16 de cucharadita de pimienta blanca recién molida • 1/32
de cucharadita de nuez moscada, rallada (opcional).
Preparación
1.– Se le eliminan los tallos a la espinaca. Se lavan y sin escurrir las hojas se pone al fuego en
una olla. Se tapa y se cocinan por 5 minutos. Se quita del fuego. Se escurren a través de un
colador. Se cortan un poco con un cuchillo.
2.– En una olla se pone la mantequilla a calentar. Se agrega la harina y revolviendo se cocina 1 ó
2 minutos. Se agrega la leche, la pimienta, y si se quiere, la nuez moscada y revolviendo se cocina
por unos 4 ó 5 minutos. Se agrega la espinaca y se cocina hasta calentar bien.
• 1 kilo de papas • 8 tazas de agua • 3 cucharaditas de sal • 1 pepino grande, rallado, sin semillas •
1 cebolla grande, 1 1/4 taza, picadita
Vinagreta
• 6 cucharadas de aceite • 2 cucharadas de vinagre; 2 cucharadas de agua • 2 cucharaditas de sal
• 1/8 de cucharadita de pimienta, molida • 1 cucharadita de mostaza preparada • 1/2 cucharada de
azúcar
Preparación
1.– Se lavan y se cepillan las papas. Sin pelar, se ponen en una olla con el agua y la sal para
cocinarlas. Se lleva a un hervor y se cocinan hasta ablandar, unos 20 a 30 minutos. Todavía
calientes, se pelan y se cortan en tajadas delgadas.
2.– Inmediatamente se ponen las papas en un envase y se les agregan el pepino rallado y la
cebolla picadita.
3.– Se prepara una vinagreta batiendo en un frasco el aceite, el vinagre, el agua, la sal, la
pimienta, la mostaza y el azúcar, se agrega al envase con las papas y se revuelve.
4.– La ensalada se puede servir caliente o fría.
Crema "Vichyssoise"
(8 porciones)
• 5 cucharadas de mantequilla • 2 tazas de la parte blanca y algo de lo verde de ajo porro picadito
• 1/2 kilo, 2 tazas, de cebolla en ruedas • 7 tazas de consomé de pollo o de carne
• 1 kilo de papas en ruedas delgadas • 2 tazas de leche hervida • 2 tazas de crema para batir • 4
cucharaditas de sal • 3/4 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 3/8 de cucharadita de
salsa picante, opcional • 3 cucharadas de cebollín fino, "ciboulette", picadito, para adornar.
Preparación
1.– En una olla se ponen la mantequilla con el ajo porro y la cebolla y se cocinan por unos 15
minutos o hasta marchitar.
2.– Se le agregan el consomé y las papas. Se lleva a un hervor y se cocina por 30 minutos hasta
ablandar.
3.– Se pasa todo al vaso de una trituradora y se tritura finamente.
4.– Se vuelve a la olla y se le agrega la leche previamente hervida, la crema, la sal, la pimienta y
la salsa picante, y en partes, se van pasando nuevamente por la trituradora.
5.– Se mete en la nevera y se sirve helada con el ciboulette, finamente picadito, por encima.
Preparación
Salsas y sabor
Una salsa es un aliño líquido o semilíquido, caliente o frío, que acompaña a otra preparación o
alimento, carnes, pescado, vegetales y aun frutas y postres, para enriquecerlo o hacerlo más
gustoso o sabroso. La salsa puede ser producto propio de la preparación del alimento o cocinada
al mismo tiempo, como en el caso de nuestro asado negro, aun el líquido resultante de la cocción,
modificado, mejorado o no. Puede ser también preparada aparte y agregada al final al alimento
para ser servidos juntos o separadamente. En general se entiende que las salsas son saladas,
aunque también se habla de salsas dulces en el caso de frutas, como los coulis o de dulces, como
en el caso de una salsa de chocolate. La palabra salsa proviene del latín salsus, salado, porque
era en principio el condimento esencial. Más tarde los romanos usaban el garum, una especie de
salmuera a base de pescados y vísceras de pescado. El concepto simple de agregar sabor se
mantuvo hasta la Edad Media y el Renacimiento, cuando aparecen algunas salsas a base de
pimienta, de manzanilla y de caldo con vino, miel, jugo de uvas no maduras o agraz o vinagre, en
general eran agridulces y espesadas con pan tostado molido.
Las salsas como las conocemos hoy son una creación de la cocina francesa, que permitió el
desarrollo de la "alta cocina" y de la cocina de restaurante, conduciendo a la supremacía de la
cocina francesa. Al principio a partir de hongos y vegetales sin especiales condimentos, como la
duxelles y el mirepoix, respectivamente y la adición de un caldo a una base de mantequilla y
harina o roux a partir del cual nacieron la velouté, la bechamel y otras y posteriormente la
emulsión en frío, como la mayonesa. Es en el siglo XVIII, debido especialmente al famoso Caréme
y más tarde al igualmente famoso Escoffier, es cuando se comienzan a clasificar y sistematizar las
salsas frías y calientes, estas últimas en salsas oscuras y blancas, dando nacimiento a las
grandes salsas o "salsas madres", demi-glace, española y de tomate, para las oscuras y béchamel
y veluté para las claras y a partir de ellas muchas otras salsas "compuestas".
Por otra parte las salsas frías, a partir de las salsas mayonesas y de la salsa vinagreta, con
muchas derivaciones. De acuerdo al Larousse Gastronomique, la preparación de las salsas es
consecuencia de cuatro procesos básicos:
1. El más simple, la mezcla en frío de varios ingredientes sólidos y líquidos, la vinagreta por
ejemplo. 2. La emulsión, por batido, de un sólido en un líquido en el cual no es soluble
manteniéndose estable por cierto tiempo. Puede hacerse en frío, como la salsa mayonesa o en
caliente, como la salsa holandesa. 3. A partir de la mezcla en caliente de mantequilla y harina, lo
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 257 27/03/2006
que se llama roux y un líquido para dar origen a la béchamel. 4. A partir de un fondo (caldo
concentrado) de carnes o de pescado y luego adicionado de un roux claro u oscuro o de otra
preparación para dar origen a la salsa veluté, la española y muchas derivadas. En definitiva la
clasificación general de las salsas puede ser.
Salsas madres blancas: Salsa béchamel y salsa veluté, de las cuales las principales salsas
derivadas de la béchamel, la salsa de queso o Mornay, de crema, de hongos, de cebolla o
Soubise, de tomate o Aurora, de curry o indiana, de ostras o Escoffier y derivadas de la veluté: de
hongos o alemana, de limón y perejil o poulette, de hongos y crema o suprema, de tomate o
aurora, de huevo y limón o argolemono, de langosta y crema o cardenal, de mariscos o Nantua y
otras.
Salsas madres oscuras: demi-glacé, salsa española y salsa de tomate, de las cuales las
principales derivadas son: de la salsa española; la bigarade, la bordelesa, la financiére y de la de
tomate: la salsa barbecue, la boloñesa, la napolitana, la chasseur y otras.
Salsas emulsionadas calientes: Salsa bernesa y salsa holandesa, derivándose de la bernesa, la
salsa choron, la fayoy, la de trufa y de la holandesa, la muselina, etcétera.
Salsas emulsionadas frías: Salsa mayonesa y salsa vinagreta, de las cuales se derivan
respectivamente: aioli, roülle, andaluza, remoulade, tártara, rusa, etcétera., y la anchoyade,
gribiche, ravigote, etcétera.
Una salsa bien preparada debe tener una textura apropiada. Untuosa en el caso de una
mayonesa, espumosa en el caso de un sabayon, etc. Debe tener cuerpo con sabores y aromas
concentrados hasta el punto justo para completar o formar parte del gusto del resto de la
preparación. En algunos casos puede ser complementaria, en otros contrastante, pero nunca
dominante.
Asimismo su consistencia debe estar de acuerdo a los resultados deseados, puede ser
transparente, traslúcida u opaca si se quiere, en este caso, cubrir el alimento con una forma de
glaseado, pero en ningún caso debe esconder la forma de la preparación principal. Algunas
salsas, como las salsas para pastas, por ejemplo, deben adherirse suficientemente, nunca deben
ser pegostosas. La preparación de salsas es exigente y requiere equipos y procesos adecuados.
Son básicos una olla de paredes gruesas y más bien alta para obtener una buena distribución del
calor, mejor si es de cobre estañado. Indispensable un batidor de alambre y batir rápidamente lo
que permita cocinar a fuego más fuerte y obtener una consistencia más suave, evitando se formen
grumos o que se queme en el fondo. Es esencial la reducción al fuego del exceso de líquido, por
lo que conviene cocinarlas destapadas. En general, no conviene licuar las salsas calientes pues
puede alterar desfavorablemente su color y perder el control de su sabor, se recomienda pasarlas
a través de un colador de alambre o un chino, apretando los sólidos contra las paredes del colador
con cuchara o espátula de madera.
Se dice "montar" una salsa, agregarle en el último momento pedazos de mantequilla sin sal
helada, para darle brillo y sabor a mantequilla fresca. Para evitar la formación de una costra a una
salsa que va a permanecer en reposo algún tiempo antes de utilizarla, se recomienda pasarle
ligeramente por la superficie, al terminar su preparación, un trozo de mantequilla helada sujeto a
un tenedor y así formarle una tenue capa de mantequilla. Si se quiere engruesar una salsa en los
últimos momentos de preparación, aun cuando ya tenga espesantes, se le puede agregar al final,
todavía en el fuego y batiendo constantemente, pequeñas cantidades de la mezcla de un líquido
(agua, caldo, leche, etcétera.) con maicena, harina, harina de sulú o arrowroot, fécula de papas,
crema, también una mezcla de crema con amarillo de huevo, beurre-manié (mezcla de harina y
mantequilla), queso fresco y otros aditivos. Las salsas son innumerables y a partir de la "nueva
cocina" cada chef idea sus propias salsas que, en definitiva son derivaciones de las salsas madres
indicadas.
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Salsa Española
(2 1/2 tazas)
• 3 1/2 cucharadas de mantequilla • 1 taza de cebolla y 1/4 de taza de zanahoria, ambas picadas
muy finamente • 1 hoja de laurel • 2 ramitas de tomillo o 1/2 cucharadita si es seco molido • 1/3 de
taza, 50 gramos, de jamón cocido, cortado muy finamente • 5 1/2 cucharadas de harina • 4 tazas
de Consomé de Carne o de Pollo • 1 1/2 cucharadita de sal • 1/4 de cucharadita de pimienta
blanca, recién molida • 2 1/2 cucharaditas de pasta de tomate • 3/4 de taza de vino blanco seco.
Nota: Si la salsa española se va a usar con mariscos o pescados, se elimina el jamón y se
reemplaza el consomé de carne o pollo indicado anteriormente, por consomé de pescado.
Preparación
1.– En una olla y a fuego mediano se pone la mantequilla a derretir. Se agrega la cebolla y se
sofríe hasta marchitar, unos 2 minutos. Se agregan la zanahoria, el laurel y el tomillo y a fuego
suave se cocinan unos 5 minutos hasta suavizar.
2.– Se agrega el jamón y, a fuego fuerte, se cocina envolviendo de vez en cuando hasta que el
jamón empiece a dorar, unos 5 minutos.
3.– Se agrega la harina, se revuelve bien con cuchara de madera y se sofríe hasta que se pone
espumoso, alrededor de 1 minuto. Se le agrega el consomé hirviendo, la sal, la pimienta, la pasta
de tomate y el vino y a fuego suave se cocina unos 30 minutos revolviendo de vez en cuando
hasta espesar un poco. Se cuela a través de un colador de alambre, apretando bien los sólidos
con cuchara de madera contra las paredes del colador.
Salsa Bernesa
(1 taza)
• 125 gramos de mantequilla sin sal, unas ocho cucharadas • 1 cucharada de vino blanco seco, 1/4
de taza • 4 cucharadas de vinagre, preferiblemente de estragón • 1/2 cucharadita de sal • Un 1/16
cucharadita de pimienta blanca molida • 2 cucharadas de hojitas de estragón fresco o en vinagre •
4 amarillas de huevo • 1/2 cucharada de jugo de limón
Preparación
1.– En una ollita pequeña se derrite la mantequilla sin que llegue a hervir y se pone aparte a
enfriar un poco hasta estar tibia.
2.– En otra ollita se ponen el vino, el vinagre, la pimienta, la sal y las hojitas de estragón, y se
cocina hasta reducir el líquido aproximadamente a la mitad.
3.– En el envase de una trituradora se ponen las amarillas de huevo y el jugo de limón. Se agrega
la mezcla del vinagre, se enciende y se pone la trituradora a alta velocidad. Se bate unos 2
segundos y se comienza a agregar la mantequilla derretida en un chorrito fino. Se continúa
batiendo unos 4 o 5 segundos más.
Nota:
es muy apropiada para servir con bistecs, rosbif o carne a la parrilla.
Preparación
1.– En una olla se pone la mantequilla a calentar. Se agrega la cebolla y se cocina hasta
marchitar, unos 2 minutos.
2.– Se le agrega la harina revolviendo con batidor de alambre y se cocina hasta producir
burbujitas. Se mezcla bien.
3.– Se le agrega la leche, toda de una vez, la sal y la pimienta y, si se quiere, la nuez moscada,
especialmente si se va a usar con pastas. Se lleva a un hervor y, revolviendo constantemente, se
cocina hasta espesar, unos 6 a 7 minutos.
4.– Se apaga el fuego y se agrega el queso, si se quiere con queso parmesano o salsa Mornay.
Se sirve inmediatamente.
Salsa Mayonesa
(1 1/4 taza)
• 1 huevo • 1 amarillo de huevo cocido • 3/4 de cucharadita de sal • 1/4 de cucharadita de pimienta
blanca, recién molida • 1/2 cucharada de jugo de limón • 1/2 cucharadita de salsa inglesa
Worcestershire • 1 cucharadita de mostaza • 1 taza de aceite
Preparación
1.– En el vaso de una trituradora se pone todo menos el aceite. Poner a funcionar a alta velocidad
por 5 segundos, se comienza a agregar el aceite lentamente en un chorrito continuo, siempre
batiendo, hasta terminar de agregarlo y que endurezca la salsa, de 1 a 2 minutos.
Nota: El comenzar a batir los huevos con algo ácido antes de añadir el aceite, evita que la salsa
mayonesa se corte. Si se quiere que quede más dura se le agrega otro amarillo de huevo cocido.
Salsa Vinagreta
(1 taza)
Preparación
1.– En un frasco que pueda taparse herméticamente se ponen todos los ingredientes y se bate
vigorosamente hasta homogeneizar la mezcla.
Nota:
Agregar agua a la vinagreta permite obtenerla más suave, sin la acidez penetrante del vinagre.
• 9 cucharadas de mantequilla, sin sal • 3 amarillos de huevo • 3/4 de cucharada de jugo de limón •
1/8 de cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 3/8 de cucharadita de sal
Preparación
1.– Se derrite la mantequilla sin hervir.
2.– Con agua caliente, se calienta el vaso de una licuadora. Se seca.
3.– Inmediatamente se ponen en el envase los amarillos de huevo, el jugo de limón, la pimienta y
la sal.
4.– Se tapa y se pone la licuadora a alta velocidad, e inmediatamente, apenas transcurrido 1
segundo, se agrega la mantequilla en forma de chorro continuo que no pase de 10 segundos y se
apaga la licuadora.
5.– La salsa se puede conservar caliente, en baño de María.
Nota:
Si queda muy espesa, se puede corregir, revolviéndole con batidor de alambre, 1 ó 2 cucharadas
de agua tibia.
Salsa Veluté
(1 taza)
• 2 tazas de Consomé de Carne, Pollo o Pescado según el uso que se va a dar a la salsa • 2
cucharadas de mantequilla • 2 cucharadas de harina • 1/2 cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita
de pimienta blanca, recién molida.
Preparación
1.– En una olla se pone a hervir el consomé.
2.– En otra olla se pone la mantequilla a derretir, se agrega la harina revolviendo con cuchara de
madera y a fuego fuerte se cocina hasta que haga burbujitas. Se agregan el consomé hirviendo, la
sal y la pimienta. Se lleva a un hervor y, a fuego suave, revolviendo, se cocina hasta engruesar,
unos 12 minutos.
•1 kilo de sardinas en filetes, sin escamas y sin espinas • 2 limones• 3 cucharaditas de sal
• 1 taza de aceite para freír• 1/2 taza de harina• 1/2 taza de aceite • 3/4 de kilo de cebollas, en
ruedas delgadas, unas 8 tazas • 1/4 de cucharadita de pimienta molida• 2 dientes de ajo,
machacados • 1/2 kilo de pimentones rojos y verdes, en tiritas muy delgadas, sin venas y sin
semillas • 2 ajíes dulces, en tiritas • 350 gramos de hongos frescos (champiñones) en tajaditas
delgadas, unas 5 tazas • 1 limón• 1/2 taza de aceite• 3/4 de tazas de vinagre • 2 a 3 cucharaditas
de sal• 1/4 de cucharadita de pimienta, molida
Preparación
1.– Se lavan las sardinas bajo agua corriente, eliminando cuidadosamente las espinas que puedan
tener. Se les agrega y se les frota el jugo de limón. Se enjuagan. Se escurren bien. Se ponen en
una bandeja aparte y se les frota la sal.
2.– En un caldero o en una sartén grande se pone la taza del aceite a calentar. Es posible que
haya que agregar más aceite a medida que se consuma.
3.– Se seca bien cada filete y se pasa por harina. Se sacude bien. Se agregan los filetes al caldero
o a la sartén y se fríen a fuego mediano hasta dorar, unos 6 minutos, unos 3 minutos por lado. Se
escurren sobre papel absorbente para eliminarles el exceso de grasa.
4.– Se deja en el caldero o en la sartén el aceite donde se han frito los filetes. Se agregan 1/2 taza
de aceite, las ruedas de cebolla, la pimienta, el ajo, las tiritas de pimentón y los ajíes dulces y se
cocinan hasta amortiguar, unos 6 a 8 minutos. Se sacan del caldero o de la sartén con una
cuchara perforada y se ponen aparte. Se agregan los hongos en tajaditas, se fríen y se procede
igual que con la cebolla. Los hongos deben limpiarse muy bien en agua con limón, enjuagarse y
secarse antes de cortarlos.
5.– En un envase se prepara una vinagreta mezclando el aceite que quedó en el caldero con la
1/2 taza más de aceite, el vinagre, la sal y la pimienta.
6.– En un envase grande de vidrio o de loza, se acomodan en capas, las sardinas, la cebolla, el
pimentón y los hongos, distribuyendo la vinagreta por encima.
7.– Se mete el envase en la nevera y se saca 1/2 hora antes de servir. Conviene revolverlo
cuidadosamente antes de servir.
• 1/2 kilo de sardinas sin vísceras, sin escamas y a las cuales se les han eliminado las espinas,
unas 10 a 12 sardinas • 1 limón• 2 cucharaditas de sal• 1/8 de cucharadita de pimienta, molida • 1
botella de vino blanco, seco• 1 cebolla grande, pelada y cortada en ruedas • 1 zanahoria grande,
pelada y cortada en ruedas delgadas • 1 ramita de tomillo• 1 hoja de laurel • 10 granos enteros de
pimienta• 2 clavos de especia • 2 cucharadas de vinagre de vino; limón
Preparación
1.– Se limpian y se lavan las sardinas. Se frotan con el jugo de limón. Se enjuagan y se escurren.
Se frotan con la sal y la pimienta y se dejan aparte por 1/2 a 1 hora.
2.– En una olla se ponen el vino, la cebolla, la zanahoria, el tomillo, el laurel, los granos de
pimienta y los clavos. Se lleva a un hervor y se cocina por 15 minutos. Un momento antes de
• 8 sardinas, sin escamas y sin vísceras• 1 limón • 1/2 cucharadita de sal• 1/16 de cucharadita de
pimienta, molida • 2 cucharadas de mantequilla • 1/2 taza de escalonia, picadita, (puede ser
reemplazada con 1/2 taza de cebolla picadita y 3 dientes de ajo machacados)• 1/2 taza de cebolla,
picadita • 1 cucharada de jugo de limón• 1/2 taza de vino blanco, seco • 1 a 2 cucharadas de
mantequilla• 1 cucharada de perejil, picadito
Preparación
1.– Se preparan y se limpian las sardinas. Se frotan con limón. Se enjuagan y se secan. Se
sazonan con la sal y la pimienta.
2.– Se precalienta el horno a 450 grados.
3.– En una olla se pone la mantequilla a derretir. Se agregan la escalonia y la cebolla y se fríen
hasta marchitar, unos 4 minutos. Se retiran del fuego y se extienden en el fondo de un envase de
vidrio para hornear.
4.– Se ponen las sardinas, acostadas, encima de la capa de escalonias y cebollas. Se rocían con
el jugo de limón y con el vino y se les ponen encima algunos puntos de mantequilla.
5.– Se mete el envase en el horno y se hornea por unos 15 minutos. Se saca el envase del horno
y se le pone el perejil por encima para servir de inmediato.
• 1 1/2 kilo de camiguanas, 1 kilo después de limpias • 3 limones cortados en dos• 1 cucharada de
sal • 1 cucharada de pimienta negra, recién molida • 1 taza de aceite• 1 taza de harina.
Preparación
1.– Con un cuchillo afilado se cortan las camiguanas por debajo para quitarles las tripas y las
agallas, arrancándoselas con los dedos. Se dejan enteras con cabezas.
2.– Se ponen en un envase. Se frotan con el jugo de los limones. Se lavan bajo agua corriente. Se
secan con papel absorbente.
3.– Se ponen nuevamente en un envase. Se frotan con la sal y la pimienta mezcladas.
4.– En un caldero se pone el aceite a calentar.
5.– En otro envase se pone la harina y se van pasando las camiguanas por la harina
sacudiéndoles el exceso y se agregan al caldero con el aceite caliente.
6.– Se fríen hasta dorar 5 a 6 minutos y se pasan a un colador con papel absorbente para
eliminarles el exceso de grasa.
8 pimentones verdes medianos • 3 latas de anchoas de 50 gramos cada una, 150 gramos• 2
tazas de pan seco, molido • 6 dientes de ajo machacados• 1/4 taza de vinagre • 5 cucharadas de
aceite: aceite para freir, aproximadamente 1/2 taza
Preparación
1.– Se lavan los pimentones. Se secan. Se abren por la parte superior conservando la tapa. Se les
quitan las semillas y las venas.
2.– Se machacan las anchoas en su aceite con un tenedor.
3.– Se mezclan bien las anchoas con el pan, el ajo, el vinagre y las 5 cucharadas de aceite. Se
une bien.
4.– Con la mezcla se rellenan los pimentones. Se les pone la tapa que se fija con dos palillos.
5.– En un caldero o en una sartén grande se pone el aceite para freir y estando éste todavía frío
se agregan los pimentones que se fríen hasta dorar bien, unos 20 minutos en total, dándoles
vueltas con frecuencia.
6.– Se sacan del aceite, se escurren sobre papel absorbente y se sirven inmediatamente.
Preparación
1.– En una olla se pone a hervir suficiente cantidad de agua, unas 12 a 14 tazas, con sal, unas 4
cucharaditas. Se lleva a un hervor. Se agregan los espaguetis, revolviéndolos y levantándolos
suavemente con un tenedor de cocina para separarlos y evitar que se peguen.
2.– Se lleva nuevamente a un hervor y se cocinan hasta que estén "al dente" unos 12 a 14
minutos.
3.– Antes de retirarlos del fuego se le agrega a la olla una taza de agua fría. Se escurren a través
de un colador y se vuelven a la olla seca que se colocara sobre la hornilla a fuego suavísimo.
4.– Por otra parte, en una sartén se ponen las 4 cucharadas de aceite y se fríen los dientes de ajo
hasta que estén dorados. Se eliminan los ajos.
5.– Se retira la sartén del fuego y se deja enfriar el aceite unos 50 a 60 segundos, se agrega el
pimentón molido revolviendo rápidamente, se vierte de inmediato sobre los espaguetis y se
revuelven bien. Esta última operación se hace muy rápidamente para evitar que se queme el
pimentón.
6.– Se limpia la sartén y se le agregan las anchoas picaditas con su aceite y 2 cucharadas de
agua, se cocinan unos 5 minutos, hasta que se forme una salsa la cual se revuelve también con
los espaguetis. 7.– Se sirven inmediatamente.
2 kilos de panza de res; 1 cucharada de bicarbonato de sodio; 2 patas de res, unos 2 1/2 kilos; 5
limones en mitades; 20 tazas de agua; 1/2 kilo de yuca; 1/4 de kilo de vainitas; 1/4 de kilo de
zanahorias; los granos de 3 ó 4 jojotos grandes, unas 2 tazas de granos de maíz tierno; 1/2 kilo de
papas; 1/2 kilo de ocumo; 1/2 kilo de mapuey; 1/2 kilo de batata; 1/4 de kilo de auyama, 1 tajada
pequeña; 1/2 kilo de ñame; 1/4 de kilo de repollo; 1 cucharadita de pimienta negra, recién molida;
10 cucharaditas de sal; 1 cucharada de alcaparras pequeñas; 3 cucharadas de vinagre; 2
cucharadas de mostaza preparada; 4 cucharadas de encurtidos en vinagre picaditos; 1 1/2
cucharada de salsa inglesa Worcestérshire; 1/2 cucharadita de ají seco molido; 1 1/2 taza de
bolitas de masa de maíz de 1 cm de diámetro (opcional); 3 cucharadas de perejil picadito; 3
cucharadas de cilantro picadito; 2 cucharadas de azúcar, opcional.
Sofrito
1/2 taza de aceite; 3 tazas de cebolla picadita; 15 dientes de ajo machacados; 2 tazas de lo blanco
de ajo porro, picadito; 1/2 taza de lo blanco de cebollín picadito; 2 tazas de pimentón rojo picadito;
4 tazas de tomate picadito, sin piel y sin semillas; 3 cucharadas de ají dulce picadito; 1/2 taza de
salsa de tomate ketchup.
Preparación:
1. Se enjuaga la panza bajo agua corriente y se pone por 1/2 hora aparte en un envase con agua
que la cubra y la cucharada de bicarbonato de sodio.
2. Se raspa la panza con un cuchillo, primero por la parte exterior, luego por la parte interior.
Crema de manzana
(4 porciones)
Preparación:
1. En una olla se pone la mantequilla a derretir. Se agregan la cebolla, la sal y la pimienta y se
cocina hasta marchitar, unos 2 ó 3 minutos. Se agregan la manzana, el polvo curry y la maicena y
se cocina, revolviendo, por unos 4 minutos. . Se agregan el consomé y el azúcar, se lleva a un
hervor y se cocina unos 2 ó 3 minutos.
3. Se pasa el contenido de la olla al vaso de una trituradora y se tritura muy bien. En el momento
de servirla se lleva a un hervor y se le agrega y se le revuelve la crema y se cocina a fuego suave
por 1 minuto.
4. Se sirve, caliente o helada, adornada con la hierbabuena por encima
2 cucharadas de cebolla, triturada; 2 cucharadas de tomate, triturado, sin piel y sin semillas; 1
cucharada de mantequilla; 1 diente de ajo, entero; 5 tazas de consomé de carne; sal (si es
necesario); 1/32 de cucharadita de pimienta blanca, molida; 1/2 cucharadita de salsa inglesa
Worcestershire; 6 a 8 ramas de cilantro; 1 papa mediana en cubitos pequeños, 1/2 taza; 4 huevos;
1 cucharada de cilantro, picadito.
Preparación:
1. En una sartén se ponen la mantequilla, la cebolla, el tomate y el ajo y se cocinan hasta secar y
hacer un sofrito, unos 5 minutos. Se elimina el ajo.
2. En una olla se pone el consomé. Se agregan el sofrito, la sal (si es necesaria), la pimienta, la
salsa inglesa y el cilantro. Se lleva a un hervor. Se agregan las papas. Se lleva nuevamente a un
hervor, y se cocina a fuego mediano hasta que las papas ablanden pero todavía firmes. Se elimina
el cilantro.
3. Con una tacita, que se introduce un poquito en el consomé y volteándola muy suavemente, se
agregan los huevos, uno cada vez, a la olla con el consomé hirviendo, teniendo cuidado de
depositarlos separadamente en puntos separados de la superficie para que no se mezclen. Debe
actuarse con rapidez para que los huevos queden parejamente cocidos. Se cocina 4 a 5 minutos.
Los huevos deben quedar más bien duros que blandos.
4. Se retira la olla del fuego y se sirve en cada plato o taza cuidando poner 1 huevo en cada uno.
Se adorna con cilantro picadito y se sirve de inmediato.
Recomendaciones Básicas
• Si se desea que el caldo sea más sustancioso y más oscuro se ponen las carnes en el agua fría,
si al contrario se desea más claro y que la carne sea más sustanciosa, se pondrá en el agua ya
hirviendo.
• Conviene montar al fuego los granos en agua fría sin sal y si necesitan más agua durante el
cocimiento agregarles agua hirviendo.
• En sopas de pescado con verduras, se cocinan las verduras en un caldo que se ha preparado
con la cabeza de pescado, hasta casi ablandar y luego agregarle la carne obtenida de la cabeza.
• En el caso de hervido de pescado, el pescado se agrega en trozos grandes, encima de las
verduras, cuando éstas estén casi cocidas. En el caso del hervido de carne, al revés.
• Si hay que agregar harina o maicena, debe primero disolvérselas en pequeña cantidad de agua.
• Para clarificar alrededor de un litro de caldo para hacer un consomé se recomienda proceder así:
al enfriar el caldo, meterlo en la nevera por unas 8 horas con el objeto de que la grasa se
solidifique formando una capa por encima, que es fácil eliminarla con una cuchara. Se pone
nuevamente en la hornilla y todavía frío se le revuelven unas 2 claras de huevo a medio batir. Se
lleva a un hervor a fuego suave. Se le agrega 1/3 de taza de agua fría sobre la superficie. Se
hierve por 5 minutos, se retira del fuego y con una espumadera se eliminan las impurezas que se
acumulan en la superficie. Se retira del fuego y se cuela a través de un colador de tela forrado con
algodón previamente mojado con agua helada y exprimido.
• Recuerde precisar el corte de las verduras, atendiendo el tipo de sopa que desea preparar, sean
éstas a base de granos o carnes, o bien el gusto que usted prefiera.
• Para clarificar alrededor de un litro de caldo para hacer un consomé se recomienda proceder así:
al enfriar el caldo, meterlo en la nevera por unas 8 horas con el objeto de que la grasa se
solidifique formando una capa por encima, que es fácil eliminarla con una cuchara. Se pone
nuevamente en la hornilla y todavía frío se le revuelven unas 2 claras de huevo a medio batir. Se
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lleva a un hervor a fuego suave. Se le agrega 1/3 de taza de agua fría sobre la superficie. Se
hierve por 5 minutos, se retira del fuego y con una espumadera se eliminan las impurezas que se
acumulan en la superficie. Se retira del fuego y se cuela a través de un colador de tela forrado con
algodón previamente mojado con agua helada y exprimido.
• Recuerde precisar el corte de las verduras, atendiendo el tipo de sopa que desea preparar, sean
éstas a base de granos o carnes, o bien el gusto que usted prefiera.
Preparación:
1.– Se precalienta el horno a 400 grados.
2.– Se enmantequilla el molde y se agrega el azúcar dando vuelta al molde para que se adhiera al
fondo y a las paredes. Se prepara una faja de unos 6 centímetros de ancho doblando dos o tres
veces un papel de aluminio que pueda rodear completamente el molde y se amarra alrededor del
borde.
3.– En un envase se revuelve bien la leche, el azúcar, la maicena y las amarillas de huevo batidas
y revolviendo se lleva casi a un hervor. Se baja del fuego, se le revuelve la vainilla y la mantequilla
derretida, la corteza de naranja y el Grand Marnier. Se baja del fuego y se cuela a través de un
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 271 27/03/2006
colador fino de alambre sobre un envase de mayor capacidad, en el cual se le van a agregar
posteriormente las claras batidas. Se pone aparte a enfritar a la temperatura del cuarto. NOTA:
Hasta aquí se puede preparar con anticipación, para terminarlo después. Puede meterse en la
nevera, pero debe sacarse de ella con 1 hora de anticipación.
4.– Se baten las claras a punto de suspiro, se le agregan las 2 cucharadas de azúcar cuando
comiencen a formar picos y se baten hasta que al levantar el batidor, parte de las claras batidas se
mantengan dentro del batidor. Se revuelven por parte y con movimiento envolvente, pero sin
revolver demasiado, las claras a la crema base. Se vierte la mezcla en el molde, se mete el molde
en el horno, a la mitad de la altura, se cierra la puerta del horno, se baja la temperatura del horno
a 375 grados y se hornea hasta que al introducirle una aguja, ésta salga limpia, unos 30 a 35
minutos. Se sirve inmediatamente.
Suflé de Jojotos
(6 porciones)
Preparación:
1.– Se enmantequilla y enharina un molde refractario para suflé de 20 centímetros de diámetro por
10 centímetros de alto.
2.– Se pelan los jojotos y se les eliminan las barbas, se cortan los granos y éstos se muelen con
una máquina de moler maíz (ayudante de cocina). Se pone aparte.
3.– Se baten las claras a punto de suspiro y se ponen aparte.
4.– En una olla se ponen la leche y la mantequilla. Se lleva a un hervor. Se agrega el jojoto y se
cocina hasta formar una crema gruesa, unos 3 ó 4 minutos. Se retira del fuego y se le agregan y
revuelven el azúcar, el queso rallado, la sal, la nuez moscada, la pimienta, las amarillas de huevo,
ligeramente batidas, y el jamón.
Nota: Hasta este punto se puede preparar con anticipación.
5.– Se le revuelven con movimiento envolvente las claras de huevo batidas a punto de suspiro,
que hagan picos, se vierte la mezcla en el molde, se mete el molde en el horno y se hornea por 35
minutos o hasta que al introducirle una aguja, ésta salga seca. Se sirve inmediatamente.
Suflé de Chocolate
(6 a 8 porciones)
Preparación:
1.– Se precalienta el horno a 400 grados
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 272 27/03/2006
2.– Se enmantequilla el molde y se agrega el azúcar dando vuelta al molde para que se adhiera al
fondo y a las paredes. Se prepara una faja de unos 6 centímetros de ancho doblando dos o tres
veces un papel de aluminio que pueda rodear completamente el molde y se amarra alrededor del
borde.
3.– En un envase se revuelven bien la leche, el azúcar, la maicena, el chocolate en pedacitos y las
amarillas de huevo batidas y revolviendo se lleva casi a un hervor, hasta que se disuelva
completamente el chocolate pero sin hervir. Se baja del fuego, se le revuelve la mantequilla
derretida y se cuela a través de un colador fino de alambre sobre un envase de mayor capacidad,
en el cual se le van a agregar posteriormente las claras batidas. Se pone aparte a enfriar a la
temperatura del cuarto.
Nota: Hasta aquí se puede preparar con anticipación, para terminarlo después. Puede meterse en
la nevera, pero debe sacarse de ella con 1 hora de anticipación.
4.– Se baten las claras a punto de suspiro, se le agregan las 2 cucharadas de azúcar cuando
comiencen a formar picos y se baten hasta que al levantar el batidor, parte de las claras batidas se
mantengan dentro del batidor. Se revuelven por parte y con movimiento envolvente, pero sin
revolver demasiado, las claras a la crema base. Se vierte la mezcla en el molde, se mete el molde
en el horno, a la mitad de la altura, se cierra la puerta del horno, se baja la temperatura del horno
a 375 grados y se hornea hasta que al introducirle una aguja, ésta salga limpia, unos 30 a 35
minutos. Se sirve inmediatamente.
Suflé de Espárragos
(4 porciones)
• Unos 12 a 15 espárragos delgados, frescos, para obtener unas 2 tazas ya cocinados y cortados
en trocitos de 1 a 2 centímetros de largo, y 2 tazas de agua y 1 cucharadita de sal para cocinarlos
o 1 lata mediana de espárragos, en trocitos • 1 cucharada de mantequilla para engrasar un molde
para suflé de unos 20 centímetros de diámetro por unos 10 centímetros de alto • 3 cucharadas de
mantequilla • 3 cucharadas de cebolla, picadita • 2 cucharadas de harina • 2 tazas de leche
hirviendo • 3/8 de cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta molida • 1/32 de cucharadita
de nuez moscada, rallada • 3 amarillas de huevo ligeramente batidas • 2 tazas de queso
parmesano, rallado • 3 claras de huevo batidas a punto de suspiro, hasta formar picos
Preparación:
1.– Se pelan los espárragos. Se les elimina el extremo inferior duro. Se cortan en trocitos. Se
ponen en una olla con el agua y la sal. Se lleva a un hervor y se cocinan hasta ablandar, unos 10
minutos. Se escurren y se ponen aparte.
2.– Se precalienta el horno a 400 grados y se enmantequilla un molde para suflé de unos 20
centímetros de diámetro por unos 10 centímetros de alto. .
3– En una olla se pone la mantequilla a derretir para hacer alrededor de 1 1/2 taza de Salsa
Béchamel. Se agrega la cebolla y se cocina hasta marchitar, unos 3 a 4 minutos. Se agrega la
harina y revolviendo se cocina 1 ó 2 minutos. Se agregan la leche, la sal, la pimienta y se cocina
unos 6 minutos, hasta engrosar.
4.– Se agregan las amarillas de huevo ligeramente batidas y se cocina 1 minuto, revolviendo. Se
retira del fuego, se le revuelve el queso parmesano y los espárragos. NOTA: Hasta aquí puede
prepararse con anticipación.
5.– Con movimiento envolvente se le revuelven las claras de huevo batidas a punto de suspiro. Se
vierte la mezcla en el molde, se mete en el horno y se hornea unos 30 mimutos o hasta que al
Suflé de Queso
(6 porciones)
Preparación:
1.– Se precalienta el horno a 400 grados
2.– Con 1/2 cucharada de mantequilla, se engrasa un molde para soufflé de 20 centímetros de
diámetro y 10 centímetros de alto y se mete en la nevera.
3.– En una olla y a fuego suave se ponen las 3 cucharadas de mantequilla a calentar. Al derretirse
se agrega la harina, revolviendo con cuchara de madera. Se agregan la pimienta, la nuez
moscada y sal, si ésta es necesaria. La cantidad de sal dependerá del queso. Se cocina hasta que
se mezcle bien, unos 3 minutos.
4.– Se agrega la leche revolviendo constantemente. Se lleva a un hervor y se cocina unos 2
minutos, hasta que tenga consistencia de crema no muy gruesa. Se agregan las amarillas de
huevo y a fuego muy suave y revolviendo se cocina por 1 minuto.
5.– Fuera del fuego se agrega el queso y se mezcla bien. Se pone aparte.
NOTA:
Hasta aquí puede prepararse con anticipación.
6.– Se baten las claras a punto de suspiro y con movimiento envolvente se agregan a la mezcla.
7.– Se vierte en el molde engrasado. Se mete en el horno y se hornea unos 30 minutos o hasta
que al introducirle una aguja ésta salga seca.
Suflé de Moules
(6 porciones)
Preparación:
1.– Se precalienta el horno a 350 grados
2.– Se enmantequilla y se enharina un molde de cerámica o material para hornear de unos 20
centímetros de diámetro por 8 a 10 centímetros del alto. Se pone en la nevera.
Torta negra
(12 a 14 porciones)
Debe prepararse previamente una maceración de frutas que se utilizará en la preparación de la
torta. La maceración puede conservarse por largo tiempo en la nevera.
Maceración básica:
(alrededor de 1/2 kilo de maceración, suficiente para 1 torta)
• 1/4 de taza de almendras, peladas y picaditas • 1/4 de taza de avellanas, picaditas • 1/2 aza de
nueces, picaditas 1/4 de taza de naranja abrillantadas, picaditas • 1/2 taza de ciruelas pasas sin
semillas, picadita • 1/3 de taza de ron • 2/3 de taza de cerveza negra • 1/2 cucharadita de clavos
de especia, molidos • 1/2 cucharadita de canela, molida 1/4 de cucharadita de nuez moscada,
rallada • 1/4 de cucharadita de jengibre fresco, rallado
Torta:
• 500 gramos, 2 tazas, de la maceración preparada con anticipación • 175 gramos de mantequilla
con sal, 12 cucharadas, de las que se toma la cantidad necesaria para engrasar el molde • 1/2
cucharadita de sal • 1 2/3 taza de azúcar • 5 huevos • 2 tazas de harina • 1 cucharadita de polvo
de hornear
(todo a la temperatura ambiente)
Preparación de la maceración:
Con mucha anticipación, 1 ó 2 semanas al menos, se prepara una maceración básica mezclando
bien en un envase todos sus ingredientes. La cantidades indicadas son suficientes para hacer la
maceración para 1 torta. Se tapa y se conserva en la nevera.
Preparación de la torta:
Unas 3 horas antes de comenzar la preparación de la torta se saca de la nevera la maceración y
se deja tapada hasta adquirir la temperatura del cuarto. Se precalienta el horno a 375 grados. Se
enmantequilla y enharina un molde anular de 25 centímetros de diámetro exterior y 8 centímetros
de alto. Se pone aparte. En el recipiente de una batidora se ponen la mantequilla y la sal y se
baten hasta tener consistencia de crema. Siempre batiendo se agrega el azúcar y se continúa
batiendo unos 5 minutos. Se agregan los huevos uno a uno y se baten unos 5 minutos más. Por
último, con movimiento envolvente, se agrega por partes la harina cernida con el polvo de hornear,
alternándola con parte de la maceración, terminando con la harina. Se mezcla bien y se vierte en
el molde. Se mete en el horno y se hornea por 50 minutos o hasta que al introducirle una aguja,
ésta salga seca. Puede ser necesario cubrirla al final con papel encerado para que no se dore
demasiado por encima. Se saca el molde del horno, se deja reposar unos minutos y todavía
caliente se saca la torta del molde sobre una bandeja.
Preparación:
En una olla grande de acero inoxidable se pone la lechosa con el agua que la cubra unos 3
centímetros, unas 12 tazas y el bicarbonato. Se lleva a un hervor y se cocina a fuego fuerte tapado
por unos 2 a 3 minutos. Si se puede, conviene antes de cocinarla, ponerla extendida sobre una
tabla al sol por 2 a 3 horas, aun cuando no es imprescindible. Se cuela a través de un colador de
alambre, se lava muy bien con agua fría corriente y se pone aparte. En una olla grande se ponen
las 15 tazas de agua con el papelón y el azúcar. Se lleva a un hervor y se cocina por 15 minutos.
Se pasa a un envase, se lava la olla y en ella se cuela ese líquido a través de un colador de tela.
(Sirve un colador de tela de los que en Venezuela se usan para colar café). A la olla que contiene
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 276 27/03/2006
el líquido se agrega la lechosa que se tiene aparte, los clavos y las hojas de higo (opcional). Se
lleva a un hervor y se cocina destapado por 1 hora 30 minutos hasta que el almíbar se ponga
grueso aunque no demasiado, cuando caen lentamente las gotas de una cuchara de madera y al
final forman un pequeño hilito. Las tajadas de lechosa deben estar brillantes.
Se retira el fuego, se eliminan los clavos y se deja enfriar en la misma olla. Se pasa a un envase o
dulcera de vidrio, se deja enfriar y se mete en la nevera donde se puede conservar hasta por 2
meses.
Preparación:
Se precalienta el horno a 350 grados. Con las 2 cucharadas de mantequilla se engrasan 2 moldes
de 20 x 10 x 7 centímetros. Se forran con papel encerado y se engrasa nuevamente. Se ciernen
conjuntamente la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal. En un envase grande se
mezclan bien todas las frutas y el jengibre. Se les agrega la harina en pequeñas cantidades cada
vez, revolviendo con un tenedor y con las manos hasta mezclar bien. Aparte y con un batidor de
alambre se mezclan los huevos, el azúcar, el coñac y la vainilla y se agregan a las frutas,
revolviendo bien. Se llenan los moldes con la mezcla, apretándola bien y alisándola por encima
con una espátula. Se meten los moldes en el horno y se hornea por 60 a 65 minutos o hasta que
al introducirles una aguja, ésta salga seca. Se sacan los moldes del horno e inmediatamente se
rocía cada torta con 1 a 2 cucharadas de coñac. Se dejan reposar 5 minutos y se sacan las tortas
de los moldes. Se les quita el papel encerado y se ponen las tortas a enfriar sobre una parrilla.
Torta de Navidad
(12 porciones)
• 1 taza de azúcar y 1/2 taza de agua • 250 gramos de ciruelas pasas sin semillas, picaditas
• 125 gramos de frutas abrillantadas, picaditas • 125 gramos de cerezas en marrasquino, picaditas
• 125 gramos de pasas • 1/2 taza de coñac • 1 taza de vino dulce oporto • 80 gramos, 4 pastillas,
de chocolate amargo o semidulce • 1/4 de taza de leche • 1 cucharada de mantequilla y 1
cucharada de harina para el molde • 400 gramos de mantequilla sin sal • 1/2 kilo de azúcar, unas 2
1/2 tazas • 12 amarillos de huevo • 1/2 kilo de harina, unas 4 tazas • 1 cucharadita de sal • 2
cucharaditas de polvo de hornear • 12 claras de huevo batidas a punto de suspiro
Preparación:
En una ollita, se ponen la taza de azúcar y la 1/2 taza de agua. Se lleva a un hervor y se cocina
hasta obtener un almíbar de color caramelo oscuro. En un envase se ponen las ciruelas, las frutas,
las cerezas, las pasas, el coñac y el oporto y se agregan a la olla con el almíbar al retirar éste del
fuego, se revuelve bien y se pone a macerar en la nevera por unos 4 ó 5 días. En una ollita se
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 277 27/03/2006
ponen el chocolate y la leche. Se lleva a un hervor y se cocina hasta derretir el chocolate. Se pone
aparte a enfriar. Se precalienta el horno a 350 grados, se enmantequilla y se enharina un molde
anular grande, de unos 25 centímetros de diámetro por 10 centímetros de alto. En el envase de
una batidora eléctrica, se pone la mantequilla, se bate unos 2 minutos. Se agrega el azúcar, se
bate unos 4 minutos. Siempre batiendo se agregan, una a una, las amarillas de huevo. Se
continúa batiendo unos 4 minutos. Se agregan las frutas que se tienen macerando con el líquido,
el chocolate derretido y se revuelve bien o se bate ligeramente unos 4 minutos más. Fuera de la
batidora se le revuelve la harina cernida conjuntamente con la sal y el polvo de hornear y luego, se
le revuelven las claras batidas a punto de suspiro. Se vierte la mezcla en el molde, se mete en el
horno por unos 80 a 85 minutos o hasta que al introducirle una aguja, ésta salga limpia. Se saca el
molde del horno, se deja reposar sobre una parrilla o sobre una tabla, se saca la torta del molde y
se pasa a una bandeja.
• 2 kilos de lechosa muy verde, debe estar blanca por dentro, pelada, sin semillas y cortada en
tajadas muy delgadas, de 1/2 a 1 centímetro de espesor por 10 a 12 centímetros de largo
(comprar 3 kilos de lechosa bien verde) • 12 tazas de agua • 1/2 cda. de bicarbonato de sodio • 15
tazas de agua • 1 1/2 kilo de papelón • 1/2 kilo de azúcar • 20 clavos de especia
• 3 a 4 hojas frescas de higuera
Preparación:
En una olla grande de acero inoxidable se pone la lechosa con el agua que la cubra unos 3
centímetros, unas 12 tazas y el bicarbonato. Se lleva a un hervor y se cocina a fuego fuerte tapado
por unos 2 a 3 minutos. Si se puede, conviene antes de cocinarla, ponerla extendida sobre una
tabla al sol por 2 a 3 horas, aun cuando no es imprescindible. Se cuela a través de un colador de
alambre, se lava muy bien con agua fría corriente y se pone aparte. En una olla grande se ponen
las 15 tazas de agua con el papelón y el azúcar. Se lleva a un hervor y se cocina por 15 minutos.
Se pasa a un envase, se lava la olla y en ella se cuela ese líquido a través de un colador de tela.
(Sirve un colador de tela de los que en Venezuela se usan para colar café). A la olla que contiene
el líquido se agrega la lechosa que se tiene aparte, los clavos y las hojas de higo (opcional). Se
lleva a un hervor y se cocina destapado por 1 hora 30 minutos hasta que el almíbar se ponga
grueso aunque no demasiado, cuando caen lentamente las gotas de una cuchara de madera y al
final forman un pequeño hilito. Las tajadas de lechosa deben estar brillantes. Se retira el fuego, se
eliminan los clavos y se deja enfriar en la misma olla. Se pasa a un envase o dulcera de vidrio, se
deja enfriar y se mete en la nevera donde se puede conservar hasta por 2 meses.
Torta Melosa
(10 a 12 porciones)
• 1 taza de azúcar para acaramelar el molde • 4 huevos • 1 taza de azúcar • 1 taza, 100 gramos,
de pan seco, molido (se recomienda utilizar "grissini" o "señoritas") • 2 tazas de leche • 125
gramos de queso blanco, duro, molido, alrededor de 1¼ • 1/2 cucharada de esencia de vainilla
Preparación:
1.– Se precalienta el horno a 350 grados y se pone la taza de azúcar dentro de un molde de unos
25 centímetros de diámetro por unos 5 centímetros de alto sobre la hornilla y, al fuego, se quema
el azúcar hasta estar color caramelo obscuro. Se cubren también con el caramelo las paredes del
molde. Se pone aparte.
2.– Se ponen los huevos en el envase de una batidora eléctrica, se baten muy bien y, siempre
batiendo, se le agrega, poco a poco, el azúcar. Se bate bien. Se agregan y se baten igualmente el
pan molido y luego la leche, el queso rallado y la esencia de vainilla.
3.– Se vierte la mezcla en el molde, se mete el molde en el horno y se hornea, en el segundo
tramo de abajo a arriba, por unos 45 minutos o hasta que al introducirle una aguja ésta salga
limpia.
Nota:
Se dice que esta torta era preferida por El Libertador.
• 1/2 cucharada de mantequilla para engrasar el molde • 250 gramos de harina sulú o fécula de
papas • 2 1/4 cucharadita de polvo de hornear • 1 lata pequeña, 175 gramos de mantequilla con
sal, unas 12 cucharadas • 5 amarillos de huevo • 5 claras de huevo • 3/4 de cucharadita de sal •
1/4 de kilo de azúcar • azúcar pulverizada. Todos los ingredientes a temperatura ambiente
Preparación:
1.– Se precalienta el horno a 350 grados
2.– Se enmantequilla muy generosamente un molde tubular de 25 centímetros de diámetro
exterior y 10 centímetros de alto, luego se espolvorea el molde con harina. Se sacude el exceso.
3.– Se cierne la harina conjuntamente con el polvo de hornear y se ponen aparte.
4.– Se clarifica la mantequilla. Para esto se derrite la mentequilla a fuego lento, sin hervir y se deja
enfriar aparte para poder eliminarle la parte blanca sólida que se separa. Es muy importante esta
operación. Debe eliminarse también el asiento blancuzco que se forma.
5.– En el recipiente de una batidora eléctrica se ponen los amarillos de huevo y la sal y se baten a
alta velocidad por 10 minutos. Se le agrega el azúcar y se continúa batiendo 3 minutos. Se le
agrega la mantequilla clarificada y ya fría, a la que se le eliminan todos los sólidos y el sedimento
blanco que tenga y se bate 3 minutos más, se le agrega la harina con movimiento envolvente,
asimismo sin revolver mucho y en tres partes, las claras previamente batidas hasta formar picos.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 280 27/03/2006
No debe revolverse mucho.
6.– Se vierte el batido en el molde previamente enmantequillado y se mete en el horno por 40
minutos o hasta que esté dorado por encima y que al introducirle una aguja, esta salga seca.
7.– Se apaga el horno y se deja la torta adentro por 15 minutos con la puerta del horno
entreabierta. Se saca el molde del horno se pone sobre una parrilla por 5 minutos. Se saca la torta
del molde, se pone sobre una parrilla y se espolvorea, si se quiere, con azúcar pulverizada por
encima.
Torta Bejarana
(16 a 18 porciones)
• 600 gramos de papelón en trocitos, 2 1/2 tazas de agua y 12 clavos de especia para hacer un
melado de papelón o 2 tazas de melado de papelón • 4 cucharadas de semillas de ajonjolí,
tostadas • 2 cucharadas de mantequilla para engrasar el molde • 2 plátanos maduros grandes o
1/2 kilo de pulpa, ya horneadas • 4 cucharadas de mantequilla • 2 huevos • 1/4 de cucharadita de
bicarbonato de sodio • 1 1/3 taza, 150 gramos, de pan de horno triturado • unas 8 a 10 roscas de
tamaño corriente • un molde de unos 8 a 10 centímetros de diámetro • 1 taza de pan seco molido •
1/4 de cucharadita de pimienta guayabita o dulce, molida • 1/8 de cucharadita de canela molida • 1
taza de queso blanco puro, tipo llanero, rallado fino • 1/4 de taza de vino dulce Moscatel
Preparación:
1.– Con anticipación para que esté completamente frío cuando se va a usar, se hace un melado
de papelón poniendo en una olla grande, para que se no se derrame al hervir, el papelón, a el
agua y los clavos. A fuego fuerte se lleva un hervor y se cocina hasta que las últimas gotas al caer
lentamente de una cucharada de madera formen un pequeña hebra, unos 22 minutos. Se cuela el
melado a través de un colador de alambre para eliminarle los clavos y cualquier impureza que
pueda tener el papelón y se pone aparte varias horas hasta enfriar completamente, pero no en la
nevera.
2.– Se precalienta el horno a 375 grados.
3.– Se limpia y cierne el ajonjolí a través de un colador de alambre, conviene que esté aventado
para eliminarle las impurezas. Se pone en una bandeja de metal y se mete en el horno. Se hornea
hasta tostar, de unos 8 a 10 minutos.
4.– Con 1 cucharada de mantequilla se engrasa un molde de vidrio para hornear de 25 x 15 x 5
centímetros. Se forra con papel encerdado y se vuelve a engrasar con la otra cucharda de
mantequilla. Se rocía el fondo con 1 cucharada del pan seco molido y 1 cucharada del ajonjolí
tostado. Se pone aparte.
5.– Se meten en el horno los plátanos con su piel y se hornean por 30 minutos. Se sacan del
horno y todavía calientes se les elimina la piel y las venas centrales. Se pone la pulpa en el
recipiente de una batidora eléctrica junto con las 4 cucharadas restantes de mantequilla y,
preferiblemente con la pieza para amasar, se baten agregando sucesivamente los huevos, el
bicarbonato de sodio, el pan de horno, el pan seco, la pimienta guayabita, la canela, 2 cucharada
de ajonjolí y el melado. Se bate unos 5 a 6 minutos. Se agregan el queso y el vino y se continúa
batiendo por unos 2 minutos más.
6.– Se vierte la mezcla en el molde, se alisa la superficie con una espátula y se espolvorea por
encima con la cucharada restante del ajonjolí tostado.
7.– Se mete el molde en el horno y se hornea hasta dorar bien o hasta que al introducirle una
aguja, ésta salga seca, unos 60 minutos.
Ponqué
(1 kilo, 10 a 12 porciones)
• 1/2 cucharada de mantequilla y 1 cucharada de harina para preparar el molde • 175 gramos de
mantequilla con sal, unas 12 cucharadas • 1/8 de cucharadita de sal• 1/4 kilo de azúcar • 5
huevos, separados las amarillas de las claras • la corteza de 1 limón verde, rallada • 1/4 de kilo de
harina menos 1 cucharada • 1 cucharadita de polvo de hornear • 1/2 taza de leche.
Nota: La leche puede ser reemplazada por igual cantidad de jugo de piña colado o través de una
tela rala o liencillo no muy tupido
Preparación:
1.– Se precalienta el horno a 350 grados
2.– Con la cucharada de mantequilla se engrasa un molde de 30 x 12 x 7 centímetros y luego se
espolvorea con la cucharada de harina, sacudiendo el exceso.
3.– Se ponen la mantequilla y la sal en el recipiente de una batidora eléctrica y se baten a alta
velocidad por unos 10 minutos, hasta que esté cremosa. 4.– Se baja la velocidad, se le agrega el
azúcar y se continúa batiendo a alta velocidad por unos 3 minutos, hasta mezclar bien 5.–
Siempre batiendo se le agregan las amarillas de huevo y la corteza de limón hasta que todo
mezcle bien y tenga consistencia de crema, unos 2 minutos. 6.– A muy baja velocidad, se le va
agregando poco a poco y alternadamente, la harina cernida con el polvo de hornear y la leche
hasta que todo esté bien mezclado. En el transcurso del batido, deben rasparse de vez en cuando
las paredes del envase con una espátula de goma para que se mezcle bien. Después de agregar
la harina no debe batirse mucho, sólo lo estrictamente necesario. La harina puede mezclarse
también con movimiento envolvente. 7.– Entretanto se baten las claras a punto de suspiro que
formen picos, pero sin estar secas y se agregan a la mezcla en el recipiente de la batidora con
movimiento envolvente, ayudando a mezclar con una espátula de goma. 8.– Se vierte en el molde
enmantequillado y enharinado previamente, se mete en el horno y se hornea por 50 a 55 minutos.
9.– Se saca del molde inmediatamente y se deja enfriar sobre una parrilla.
Torta de pan
(12 a 15 porciones)
• 1/2 kilo de pan duro de 3 a 4 días • 4 tazas de leche • 1 cucharada de mantequilla para engrasar
el molde • 4 huevos • 1/2 taza, 8 cucharadas, 120 gramos, de mantequilla • 3/4 de kilo de azúcar •
3 3/4 tazas • 175 gramos de queso blando duro, tipo llanero, rallado, 2 tazas • 1/2 cucharada de
esencia de vainilla • 1/2 taza de pasas
Preparación:
1.– Se corta el pan en pedazos pequeños, de unos 4 centímetros. Se pone en un envase a
remojar el pan en la leche, se revuelve con frecuencia. Se mezcla o se corta con un mezclador de
pasta. 2.– Se precalienta el horno a 400 grados. 3.– Se engrasa un molde de metal para hornear
de 30 centímetros de diámetro por 6 centímetros de alto, con 1 cucharada de mantequilla. 4.– Se
agrega el pan con la leche, los huevos, la mantequilla, el azúcar, el queso y la vainilla. 5.– Con un
mezclador de pasta se revuelve bien hasta tener una mezcla gruesa, la torta debe quedar más
bien ordinaria. 6.– Se vuelve la mezcla de nuevo a un envase y se le agregan las pasas. Se
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revuelve con cuchara de madera y se pasa al molde de metal para hornear, llenándolo hasta la
mitad. No debe quedar muy lleno, sólo unos 3 centímetros de espesor. Se alisa por encima con
una espátula. 7.– Se mete el molde en el horno y se hornea por 1 hora o hasta que la torta esté
bien dorada por encima y que al introducirle una aguja, ésta salga seca. 8.– Se saca el molde del
horno, se deja enfriar sobre una rejilla. Se saca del molde y se sirve a la temperatura ambiente.
Nota: A esta torta se le pueden hacer variaciones agregándole inmediatamente después de
sacarla del horno, por encima y por los lados, entre la torta y el molde y previamente calentados:
miel, melado de papelón, etcétera, y metiendo el molde con la torta nuevamente en el horno por
unos 2 minutos.
• 1 1/2 cucharada de mantequilla y 1/4 de taza de azúcar para preparar el molde • 6 amarillas de
huevo; 6 claras de huevo • 1 1/4 taza de azúcar, 250 gramos • 1/4 de cucharadita de sal • 1 1/2
cucharada de jugo de limón • 1 cucharada de cáscara de limón verde, rallada • 125 gramos de
harina, 1 taza
Preparación:
1.– Se precalienta el horno a 350 grados. 2.– Se enmantequilla generosamente un molde de 28 x
12 x 8 centímetros. Se espolvorea con azúcar las paredes y el fondo del molde. Para eso se pone
alrededor de 1/4 de taza de azúcar dentro del molde y se va llevando por las paredes del molde
hasta cubrir completamente la mantequilla. Se elimina el exceso de azúcar. 3.– En el recipiente de
una batidora eléctrica se ponen los amarillos de huevo, el azúcar y la sal. Se bate a alta velocidad
por 5 minutos. Se le agregan el jugo y la corteza de limón y se bate 15 minutos más. Se sabe que
está suficientemente batido cuando al raspar la superficie del envase con una cuchara de madera
se ven burbujitas dentro del batido. 4.– Un poco antes de terminar el batido de las amarillas, se
comienzan a batir aparte las claras por unos 3 minutos hasta que formen picos pero estando
todavía húmedas. 5.– Antes de terminar el batido de los amarillos se le agrega, a muy baja
velocidad y sólo por unos segundos, 1/3 de las claras batidas. 6.– Se suspende el batido y se va
agregando el resto de las claras alternadamente con la harina agregada en forma de lluvia a
través de un colador de alambre y mezclándolas con movimiento envolvente con cuchara de
madera. 7.– Se vierte la mezcla en el molde y se mete el molde en el horno. 8.– Se hornea por 30
a 35 minutos, o hasta que dore por encima y que al introducirle una aguja, ésta salga seca.
Torta de Queso
(8 porciones)
• 1/4 de kilo de queso blanco duro, tipo llanero y 1/4 de kilo de queso amarillo, tipo Gouda, ambos
finamente rallados • 1 1/2 cucharada de mantequilla para engrasar el molde • 2 cucharadas de
harina para cubrir el molde • 4 huevos • 1/2 kilo de azúcar
Preparación:
1.– Se precalienta el horno a 350 grados. 2.– Se rallan los quesos finamente y se mezcla bien. 3.–
Con la cucharada de mantequilla se engrasa generosamente un molde, preferiblemente no
adherente, (con teflón), de metal de 30 centímetros de diámetro por 5 centímetros de alto. Luego
se cubre con harina y se sacude el exceso de harina. 4.– En el recipiente de una batidora eléctrica
se ponen los huevos. Se baten unos 5 minutos. Se agrega lentamente el azúcar, se baten unos 5
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minutos más. 5.– En un envase grande se mezclan bien los quesos y el batido. Se vierte la mezcla
en el molde. Se mete el molde en el horno y se hornea por 45 a 50 minutos o hasta dorar y que al
introducirle una aguja, ésta salga limpia. Se saca el molde del horno e inmediatamente se voltea la
torta sobre una bandeja.
CONSEJOS
• Se debe preparar el molde previamente engrasándolo con mantequilla y prever el espacio para el
crecimiento de la torta, alrededor de la mitad de la capacidad del molde
• Es importante poner la rejilla en el medio del horno y precalentarlo previamente, en general a 350
grados Farenheit, para hornear la torta hasta que dore por encima o hasta que al introducirle una
aguja en el centro salga limpia o seca. Conviene controlar de vez en cuando si es correcta la
temperatura del horno mediante un termómetro para éstos
• El molde debe colocarse en el medio de la rejilla, dejando espacio por todos los lados y no se
debe abrir el horno los primeros 15 a 20 minutos. Después puede abrirse y cerrarse lentamente
La tortilla
Al referirse a ese plato a base de huevos, popular en todas partes, bueno a toda hora, fácil y
rápido de preparar, hay que hacer una distinción obligada entre sus dos tipos, la tortilla española o
fritata italiana y la tortilla francesa, omelette, sobre ésta hablaréen sección aparte. En cuanto a la
primera, o tortilla "plana" se trata de una preparación de huevos ligeramente batidos, fritos con
poca grasa en sartén, solos o mezclados con otros ingredientes muy variados y que se cocina
sucesivamente por ambos lados. La "tortilla" mexicana a base de maíz, el pan de los mexicanos,
no tiene ninguna relación, aparte de la forma, con la tortilla que motiva esta página. La sartén para
hacer tortillas es generalmente de hierro pulido, de hierro fundido o esmaltado, evitando el de
acero inoxidable, modernamente están cubiertos con teflón que permite usar menos grasa sin que
se pegue del fondo. La sartén tiene mango largo pues hay que atenderla en el fuego mientras se
hace y debe estar agarrada continuamente, también el borde debe estar un poco inclinado hacia
afuera para que la tortilla tenga mejor forma y para poder trabajarla mejor levantándole
suavemente por los bordes para dejar pasar al fondo de la sartén la parte todavía líquida no
cocida y en la parte superior y así cocinarla y también para voltearla más fácilmente cuando se
quiere terminar de cocinar por el otro lado.
Es necesario además cuando se va a hacer una tortilla disponer de un batidor de alambre para
batir los huevos (puede utilizarse un tenedor) y una espátula de hierro o madera (en el caso de
teflón) que facilita el trabajo. Se puede utilizar mantequilla o aceite para freírla, en el caso de que
se utilice mantequilla conviene agregarle un poquito de aceite que evitará se queme. Los
franceses utilizan mantequilla, los españoles e italianos aceite. El punto de cocimiento se obtiene
cuando está de color dorado claro por ambos lados, sin quemarse. La tortilla plana generalmente
no debe quedar húmeda en su interior lo que permite cortarla más fácil y nítidamente. Es difícil
precisar el tiempo, es cuestión de práctica. La mantequilla o el aceite deben calentarse
previamente, al agregar los huevos batidos debe bajarse la temperatura y continuar a fuego bajo,
sin revolver ni mover. Levantando los bordes e inclinando el sartén, se podrá ir cocinando todo el
batido y al estar prácticamente seco por arriba se voltea la tortilla sobre un plato o sobre la tapa
del sartén o de una olla para poder deslizarla de inmediato otra vez en la sartén para terminar de
cocinarla por el otro lado. La tortilla española puede comerse fría como tapa o caliente como
primer plato o plato principal. A los huevos revueltos para hacer la tortilla se le puede agregar:
1.– Cualquier vegetal, papa, cebolla, etcétera, generalmente cocido o sofrito previamente.
2.– Cualquier hierba aromática fresca, picadita y agregarla a los huevos batidos.
3.– Otros ingredientes: jamón, queso, hongos, frutos del mar, hígados de pollo, etcétera.
• 1 kilo de papas grandes • 1 taza de aceite • 1/2 kilo de cebollas grandes • 8 huevos • 2 1/2
cucharaditas de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta, molida
Preparación:
1.– Se pelan y se lavan las papas. Se secan con papel absorbente. Se cortan verticalmente en
cuatro y luego transversalmente en tajadas muy delgadas de 1 a 2 milímetros de espesor.
2.– En la sartén o en un caldero de fondo plano, se pone el aceite a calentar. Se agregan las
papas y, revolviendo de vez en cuando, se cocinan hasta estar blandas y cocidas, sin dorar, unos
10 minutos. Con una cuchara perforada se sacan las papas bien escurridas del caldero y se ponen
aparte.
3.– Entretanto, se pelan y se lavan las cebollas. Se cortan en cuartos y luego transversalmente en
tajadas muy delgadas, alrededor de 1 milímetro de espesor. Tan pronto se sacan las papas del
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 285 27/03/2006
caldero, se agregan las cebollas y se fríen hasta marchitar bien, unos 6 a 7 minutos. Se vuelven
las papas al caldero con la cebolla, se revuelve y se retiran del fuego. Se ponen aparte.
4.– En una sartén de unos 25 centímetros de diámetro y preferiblemente con fondo redondeado,
se pasa el aceite que queda en el caldero. Se calienta el aceite. Entretanto, se baten en un envase
los huevos hasta producir espuma. Se agregan la papa y la cebolla al envase con los huevos. Se
agregan la sal y la pimienta, se revuelve y se vierten en la sartén a fuego suave.
5.– Empujando los bordes de la tortilla hacia el centro de la sartén con una cuchara y perforando
en varios puntos con la cuchara para que el huevo se cocine bien, se cocina la tortilla por unos 5
minutos. Con la ayuda de un plato llano grande o de la tapa plana de una olla, se voltea la tortilla y
se desliza nuevamente a la sartén. Se regresa la sartén al fuego y se cocina unos 4 minutos más.
Se puede tapar y dejar sobre el fuego suavísimo por 1 ó 2 minutos más, antes de servir.
Preparación:
1.– Se debe tener todo lo necesario a la mano y una sartén bien curada o no adherente. Con
anticipación se pone la sartén al fuego suave la cual debe ser la que se utilizará a través de todo
el proceso, pero debe estar bien caliente.
2.– En un envase se baten bien los huevos con la sal y la pimienta utilizando un batidor de
alambre o un tenedor, hasta hacer espuma.
3.– Se agrega la mantequilla a la sartén dándole vueltas e inclinándola para engrasar bien el fondo
y las paredes de la sartén. Se debe actuar con rapidez para evitar que se queme la mantequilla.
4.– Se agregan los huevos batidos a la sartén friéndolos hasta que empiecen a cuagular,
inclinando la sartén hacia los lados y levantando los bordes para que éstos empiecen a curvarse.
5.– Cuando todavía esté húmeda la superficie, se dobla la tortilla en dos con una espátula, en el
caso que no sea rellena. Si se hace rellena, se agrega rápidamente el relleno y se dobla la mitad
de la tortilla encima del relleno previamente preparado y cocido (hongos, hígados de pollo,
pimentones con tomate, ratatouille, también mermeladas).
Nota:
Pueden mezclarse previamente a los huevos algunos ingredientes, tales como: hierbas, estragón,
ciboulette, quesos picaditos, etc., y si se quiere como postre utilizar solos los huevos batidos con
sal y si se quiere pimienta y momentos antes de doblarla agregar el relleno dulce, preferiblemente
mermelada y doblarla. En este caso puede también acompañarse con salsa de la misma fruta.
• 1/2 kilo de papas o 350 gramos a 400 gramos de papas ya cocidas • 4 tazas de agua • 1
cucharadita de sal • 2 cucharadas de mantequilla • 2 tazas de cebolla picada gruesa • 1/2
cucharada de aceite • 6 huevos • 1/4 de cucharadita de pimienta, recién molida • 1 1/2 cucharadita
de sal • 2 cucharadas de perejil picadito
• 3 plátanos maduros, con la piel negra, pelados y cortados diagonalmente en tajadas delgadas de
alrededor de 1/2 centímetro de espesor • 1/2 taza de aceite • 1/4 de kilo de queso blanco,
semiduro, en tajadas delgadas de 2 milímetros de espesor • 6 huevos, 1/2 cucharadita de sal •
1/16 cucharadita de pimienta, molida.
Preparación:
1.– Se pelan y se cortan los plátanos. En una sartén se pone la media taza de aceite a calentar.
Se agregan por partes las tajadas de plátano para freírlas hasta dorar, alrededor de 4 minutos. Se
ponen aparte sobre papel absorbente para eliminarles el exceso de grasa. Se elimina parte del
aceite de la sartén dejando sólo unas 4 cucharadas.
2.– Se corta el queso y se pone aparte.
3.– En la sartén con el aceite, se pone en el fondo una capa de tajadas de plátanos, encima una
capa de tajadas de queso que se cubre con otra capa de tajadas de plátano.
4.– Se baten los huevos con la sal y la pimienta y se vierten en la sartén. Se pone a fuego suave
y, empujando los bordes de la tortilla e inclinando la sartén para permitir que se cocinen bien los
huevos, se cocina por unos 4 minutos. Con la ayuda de un plato llano o de una tapa plana de olla,
se voltea la tortilla, se vuelve a la sartén y se cocina del otro lado durante 2 minutos más.
• 3/4 de kilo de papas • 1 taza de aceite • 250 gramos de cebolla • 1 pimentón verde, grande
• 6 huevos • 2 1/4 cucharadita de sal • 1/8 de cucharadita de pimienta, molida
Preparación:
1.– Se pelan y se lavan las papas. Se secan con papel absorbente. Se cortan verticalmente en
cuatro y luego transversalmente en tajadas delgadas de 1 a 2 milímetros de espesor.
2.– En una sartén o en un caldero de fondo plano, se pone el aceite a calentar. Se agregan las
papas y, revolviendo de vez en cuando, se cocinan hasta estar blandas y cocidas, sin dorar, unos
10 minutos. Con una cuchara perforada se sacan las papas bien escurridas del caldero y se ponen
aparte.
3.– Entretanto, se pelan y se lavan las cebollas. Se cortan en cuadros y luego transversalmente en
tajadas muy delgadas, alrededor de 1 milímetro de espesor. Se eliminan las venas y las semillas
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 287 27/03/2006
al pimentón y se corta en tiritas finas. Tan pronto se sacan las papas del caldero, se agregan la
cebolla y el pimentón y se fríen hasta marchitar bien, unos 10 minutos. Se vuelven las papas al
caldero con la cebolla y el pimentón, se revuelve, se retira del fuego, se saca todo del caldero y se
pone aparte.
4.– En una sartén profunda, de unos 25 centímetros de diámetro y preferiblemente con fondo
redondeado, se pasa el aceite que queda en el caldero. Se calienta el aceite. Entretanto, se baten
en un envase los huevos hasta producir espuma. Se agregan la papa, la cebolla y el pimentón al
envase con los huevos batidos. Se agregan la sal y la pimienta, se revuelve y se vierte en la
sartén a fuego suave.
5.– Inclinando un poco la sartén y, empujando los bordes de la orilla hacia el centro de la sartén
con una cuchara y perforando en varios puntos con la cuchara, para que el huevo se cocine bien,
se cocina la tortilla por unos 5 minutos. Con la ayuda de un plato llano grande o de la tapa plana
de una olla, se voltea la tortilla y se desliza nuevamente a la sartén. Se regresa la sartén al fuego y
se cocina unos 3 a 4 minutos más. Se puede tapar y dejar sobre el fuego suavísimo por 1 ó 2
minutos más, antes de servir.
Recomendaciones
Algunos al hacer la tortilla española, tapan la sartén por un tiempo relativamente corto después de
agregarsele el batido
En todo caso es recomendable utilizar fuego bajo, aun para calentar la sartén y la grasa que se
vaya a utilizar; para poder trabajar con más comodidad y evitar que se queme la tortilla, siendo
excelentes los resultados
Cuando la mantequilla y el aceite están calientes, conviene distribuirlos bien en la sartén y eliminar
el sobrante para evitar una tortilla demasiado grasosa
• 2 a 2 1/4 kilos de langosta viva o 650 gramos de carne de langosta ya cocida y en trocitos, lo que
equivale a unas 31/2 tazas • 20 tazas de agua • 3 cucharaditas de sal • 1 ajo porro cortado en dos
• 1 cebolla cortada en dos • 2 ramas de céleri con las hojas • 10 granos de pimienta negra • 1 hoja
de laurel y 2 ramitas de tomillo o 1/2 cucharadita si es seco, molido, todo para cocinar la langosta,
si no está cocida • 1/4 de kilo de hongos (champiñones) frescos, lavados y en ruedas delgadas • 1
limón y 3 cucharaditas de mantequilla para freírlos • 4 cucharadas de mantequilla • 3/4 de taza de
cebolla picadita • 3 dientes de ajo machacados • 31/2 cucharadas de harina • 41/3 tazas de
consomé de pescado • 1/3 de taza de vino blanco seco • 11/2 cucharadita de sal • 3/4 de
cucharadita de pimienta blanca, recién molida • 1/4 de cucharadita de nuez moscada, recién
rallada • 1/2 cucharadita de salsa picante • 11/2 a 2 cucharaditas de trufas picaditas finamente,
opcional • 16 tazas de agua y 5 cucharaditas de sal para cocinar la pasta • 1/2 kilo de espaguetis •
3/4 de taza de crema liviana • 11/2 taza de queso parmesano rallado, opcional
Preparación
1. Se amarra bien la langosta
2. En una olla se pone suficiente agua para cubrir toda la langosta, unas 20 tazas, con las 3
cucharaditas de sal. Se agregan los demás ingredientes para cocinarla. Se lleva a un hervor y se
cocina hasta que se ponga roja, durante unos 20 minutos.
3. Se saca la langosta de la olla, se deja enfriar, se rompe la concha y se saca la carne. Se le
quita la tripa negra o intestino que va a lo largo de su parte superior. El hígado o masa verdosa
que tiene en el interior del cuerpo y la hueva o masa roja que las hembras tienen a veces en su
interior, se ponen aparte para utilizarlos en la preparación de la salsa.
4. Se corta la carne de langosta en pedazos de unos 3 centímetros y se pone aparte.
5. Se lavan bien los hongos. Se les corta el extremo duro a los tallos. Se cubre con suficiente agua
y con jugo de limón. Se enjuaga bien. Se cortan en ruedas delgadas. En un sartén se ponen las 3
cucharadas de mantequilla a calentar. Se agregan los hongos y se cocinan hasta evaporarse el
agua que producen, unos 15 minutos. Se dejan aparte.
6. En una olla pesada se ponen las 4 cucharadas de mantequilla a calentar. Se agregan la cebolla
y el ajo se sofríen hasta marchitar, unos 5 minutos, revolviendo con frecuencia.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 291 27/03/2006
7. Se agrega la harina, se revuelve bien y se cocina y 1 minuto.
8. Se agregan el hígado y la hueva, se revuelve bien y se agregan el consomé y el vino. Se lleva a
un hervor. Se agregan la sal, la pimienta, la nuez moscada y la salsa picante y se cocina unos 7
minutos.
9. Se agregan los hongos y se cocina unos 4 minutos.
10. Se agregan la langosta y las trufas, se revuelve, se lleva a un hervor, se pone a fuego mediano
y se cocina por 10 minutos o hasta espesar un poco. Se pone aparte.
NOTA:
Hasta aquí puede prepararse con anticipación.
11. Entre tanto en una olla grande se pone el agua y la sal para cocinar la pasta. Se lleva a un
hervor, se agrega la pasta, se lleva nuevamente a un hervor y se cocina hasta ablandar pero
todavía firmes, "al dente", unos 12 minutos.
12. Al mismo tiempo se lleva la salsa a un hervor, se apaga el fuego y se le revuelve la crema.
13. Se escurre la pasta, se regresa a la olla, se le revuelve el queso parmesano y seguidamente
se le revuelve la salsa. Se debe servir inmediatamente.
Pulpo
Molusco sin concha, Octopus spp., poco utilizado entre nosotros a pesar de su bajo precio, buen
sabor y excelente textura. Está formado por una bolsa o cabeza en cuyo interior se encuentran
todos sus órganos, inclusive una bolsa de tinta indeleble que le sirve para esconderse de sus
atacantes y de valor gastronómico para diferentes preparaciones con o sin el pulpo, o para
colorear alimentos como pastas, risottos, etc. Alrededor de la cabeza se desprenden ocho
tentáculos, cada uno de los cuales tienen dos filas de ventosas.
Está recubierto de una fina piel que puede arrancársela después de cocido, aunque no es preciso,
ni su presencia lo desmejora gastronómicamente.
Su carne es algo dura para algunos, especialmente los de mayor tamaño, más de 25 centímetros
de largo, por lo que algunos acostumbran golpearlos antes de cocinarlos. Conviene de todos
modos golpearlos contra el fregadero para eliminar restos de arena que puedan tener en las
ventosas.
Los gallegos son especialistas en pulpo. Los domingos es de rigor la presencia de “pulperos” a las
puertas de las iglesias, que venden, para llevar, platos de pulpo cocido y en pedazos
condimentados con aceite de oliva, pimentón molido y ají molido. Ellos los cocinan, después de
sacarles las vísceras y limpiarlos, en agua hirviendo, agarrándolos por la cabeza y metiéndolos y
sacándolos por tres veces consecutivas y dejándolos la cuarta vez en el agua hirviendo, hasta
ablandar para que así conserven su color rojo, y que puedan ser perforados con una aguja de
cocina o con un tenedor.
Leopoldo López Mendoza, Alcalde del Municipio Chacao, ha tenido la iniciativa de motivarnos a
buscar entre nuestras tradiciones gastronómicas los platos que podrían servir para conformar un
menú adecuado a los días de abstinencia en la Semana Santa, menú que sería dedicado a los
Palmeros de Chacao, originalmente una cofradía religiosa, hoy además Asociación Civil,
establecida en lo que es hoy el Sector El Pedregal, en el corazón de la Urbanización La
Castellana, en el Municipio Chacao, que ha cumplido desde su inicio una promesa
tradicionalmente atribuida al Padre José Antonio García Mohedano, Cura Párroco de la Parroquia
Chacao y también caficultor en un predio ubicado en dicha Parroquia, con ocasión de la peste,
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epidemia que en los alrededores de 1770 azotaba a los habitantes del Valle de Caracas.
El Padre Mohedano ofreció al Señor enviar al Cerro del Avila a los peones de las haciendas de
esa zona, en los días previos a cada Semana Santa a recoger en las proximidades de la Silla de
Caracas, en su vertiente norte, las hojas de palma que allí crecen, para ser repartidas el Domingo
de Ramos en la Iglesia de Chacao, con la esperanza de que cesara la epidemia. Desde entonces
los Palmeros de Chacao han cumplido anualmente la promesa del Padre Mohedano y de ellos
mismos, guardando además las normas de conservación sin peligro de extinción de dichas
palmas, pues su reparto se ha extendido a otras Iglesias de Caracas.
Recuerdo haber asistido con mis padres, Antonio Scannone y Antonia Tempone y mis hermanos,
tendría unos 8 ó 10 años, a algunos opíparos almuerzos campestres celebrados bajo un bosque
de frondosos mangos en las proximidades de lo que hoy es el Sector El Pedregal, invitados por el
Señor Manuel Enrique Orta canario de origen y agricultor de frutos menores que el Señor Orta
vendía en el Mercado Principal de Caracas, situado en la Esquina de San Jacinto. Por cierto, que
las caraotas negras cosechadas en esas tierras eran consideradas insuperables y sin duda las
mejores. Recuerdo que mi padre las llevaba a casa y su origen, Chacao, era recordado por mi
madre cuando, preparado bajo su dirección, por Enoe Mosqueda, nuestra querida y extraordinaria
cocinera, nos sentábamos a la mesa a degustar ese extraordinario Pabellón que todavía evoco
claramente en mi paladar. Cuando me mudé hace muchos años a la casa que desde entonces
habito en esas cercanías, una de las primeras cosas que hice fue sembrar algunas pocas caraotas
negras por el recuerdo. La cosecha fue extraordinaria y de calidad suprema
Con referencia a la gastronomía tradicional de esos días santos en Caracas, dije a Leopoldo que
si habían platos tradicionales y que los recordaba bien, tanto, que todavía en mi casa se conserva
parte de la tradición de mi niñez y juventud
Recordemos ante todo que en esos tiempos, la Cuaresma, período comprendido entre el
Miércoles de Ceniza (después del Carnaval) y la Semana Santa, era de abstinencia, todos la
cumplían el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, otros todos los miércoles y viernes durante
ese período. Algunos observaban además ayuno en los viernes de Cuaresma y abstinencia
también el Jueves Santo. Eran días de alta cocina y extraordinaria gastronomía. El pargo, era el
pescado rey para los caraqueños, mucho mas que el mero, cuya popularidad en Caracas es
relativamente reciente; el Hervido de Pescado (de pargo) típico del Litoral Central y de Caracas,
de caldo claro, casi transparente, con papa, apio, yuca, mapuey blanco y batata (cocinada aparte),
pero sin ñame y ocumo que, como la batata y el mapuey morado alteran el color y transparencia
del caldo; Pescado en Escabeche, preferiblemente de carite sierra y también de pargo; Pescado
(pargo o mero(, con legumbres; Pescado Frito, y muchos otros platos de pescado: revoltillos,
pudines, etc., además Pescado, papas, batatas con Mojo de Cilantro y Perejil plato que a veces
incluía pescado salado (morocoto), plato de origen canario; Bacalao Guisado y en otras
preparaciones, etc., y había un plato que no podía faltar en Jueves Santo: Arroz con Coco, que
imagino estaba unido a la Semana Santa por producirse el cocotero en nuestras costas a orilla del
mar, otras veces, quizás por la misma razón, el Majarete. El coco aparecía en esos días con
frecuencia: Conservas de Coco (con papelón o con azúcar), Juan Sabroso, Bienmesabe, etc.
Es en recuerdo a esas tradiciones que he propuesto en homenaje a los Palmeros un menú de
Cuaresma, especialmente para el Viernes Santo. Estaría conformado con Hervido de Pargo
Caraqueño, acompañado con Mojo de cilantro y perejil, que le comunica un sabor extraordinario;
Ruedas de Carite Sierra en Escabeche (puede ser también Pargo) al que acompaña
excelentemente la Torta de Plátanos y Arroz con Coco. El Menú es muy copioso para las
costumbres de hoy día, también para los bolsillos, por eso puede descomponerse en dos menús,
ambos siempre con Arroz con Coco.
De la comida Italiana
A pesar de su difusión por todo el mundo a través de restoranes que ofrecen comida italiana,
esparcidos por todo el planeta, un italiano difícilmente aceptaría que hay UNA cocina italiana. Para
ellos cada región, cada pueblo y aún cada casa , aún muy cercanos tiene su propia cocina.
Cuando les hablamos entusiasmados de su especialidad mas representativa: la pasta, nos
responden que tienen muchas cosas mas que pasta. De eso no hay duda y tienen razón, además,
los restoranes de comida italiana apenas nos ofrecen una muestra del inmenso repertorio de la
cocina de italia, debido primeramente a las grandes diferencias en la geografía y climas de Italia,
que permite el desarrollo de muy diferentes cultivos y la crianza de una gran variedad de animales
domésticos, así como de productos naturales y de caza muy diversos.
Mientras en el Norte la mantequilla y la crema son ampliamente utilizados, en el Sur se prefiere el
aceite de oliva. Asimismo en el Norte se producen quesos de leche de vaca, en el Sur de leche de
oveja y de cabra. En el Norte han perfeccionado el uso del arroz y de la polenta de maíz, en el Sur
son más aficionados a la pasta, etc.
En lo que si todos están de acuerdo es en disfrutar plenamente el placer de comer, el arte de
comer bien y sabroso como parte del arte de buen vivir. Ya que tienen productos extraordinarios,
los aprecian a través de una comida sencilla sin muchos rebuscamientos, pero si con extrema
exigencia, para lograr una comida casera, saludable y substanciosa, que puede ser una gran
cocina y así llevarla al restorán atendiendo más que a reglas establecidas a la imaginación de
cada uno.
Ciertamente, si aceptamos que se puede hablar de diversas cocinas en Italia, al mismo tiempo
sentimos que todas tienen algunas características comunes en cuanto a ingredientes y
condimentos, modo de preparación, sazón y manera de servirlas, que hacen que se sienta
claramente en sus comidas, y en un restorán italiano, el “sabor italiano”.
Cuando se habla de cocina italiana hay que referirse de manera particular, al menos
someramente, a algunos platos, ingredientes o productos que por su excelencia han traspasado
sus fronteras y hoy son conocidos y populares en todo el mundo. En esta ocasión apenas
enumeraremos algunos de ellos, prefiriendo referirnos en particular a cada uno en otras
oportunidades.
En primer lugar la pasta, la pizza y el risotto. Los tres tienen una característica común: en ellos el
ingrediente principal sirve de vehículo a otros ingredientes tan variados que se puede decir que
son excelentes con cualquier cosa que se les agregue.
En el primer caso la pasta propiamente, fresca o seca, larga o corta, agujereada o no, con o sin
huevo, pero siempre cocinada “al dente” pero que se pueda comer con tenedor y con la cantidad
exacta de salsa para que esté cubierta sin estar empegostada o sumergida en ella; en la pizza,
hoy símbolo de la cocina rápida y para llevar, una simple masa para pan en forma de torta
delgadísima y crujiente; en el risotto, el arroz oryza sativa japónica, de grano redondeado, en vez
del oryza sativa indica, de grano alargado, el mas utilizado en Occidente. Arroz que permite
claramente un risotto “mantecato”, cremoso; unido como un todo, “legato”; que al servirlo se
extienda suavemente sobre el plato, “all´onda”, pero sin ser aguado, para comer con tenedor. Tres
platos que siempre gustan, satisfacen el apetito y caen bien en cualquier momento. También la
polenta, de maíz después del Descubrimiento de América, antes de diversos granos., tan popular
en el Norte que los italianos del Sur llamaban burlonamente “polentoni” a los del Norte y estos les
respondían ”mangia-maccheroni”. Es también un plato suculento y sabroso, económico y fácil de
gustar, que también acepta las salsas mas variadas.
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 294 27/03/2006
Sobre los antipastos: de presencia obligada en la carta de cualquier restorán italiano para
comenzar una comida y saciar un poco el hambre del comensal mientras llegan platos mas
importantes o consistentes. En Italia su variedad es increíble, de todas clases y de diversos
ingredientes.
Los quesos, el parmesano reggiano, que no puede faltar en ninguna casa ni restorán, la
mozzarella de búfala, el gorgonzola, el pecorino y muchos otros. Los jamones, “prosciutto”, de
Parma, San Daniele; los embutidos, “salumi”, innumerables: “lardo, coppa, bresaola, speck,
sopressata, salame”, hongos especialmente el “porcini”, las trufas blancas, delicadeza solo
comparable al caviar y al foie-gras, el aceite de oliva, el mejor según los propios italianos, el
vinagre balsámico, la extraordinaria especialidad de Modena, recientemente descubierto por
Occidente, etc., además de excelentes y peculiares vinos y grapas, el Campari, etc., sin olvidar
ese maravilloso pan campesino que se ha difundido por el mundo como pan italiano. Los italianos
son, además, los bebedores más exigentes del café expreso y hacen extraordinarios helados.
Italia tiene excelentes vegetales y quizás la mejor ternera del mundo, así como una gran variedad
de sopas substanciosas: minestrone, pasta e fagioli, minestra di trippa, etc. y algunos dulces
mundialmente conocidos: tiramisú, zabaióne, etc.
MINESTRONE.
La palabra italiana “Minestra” no es fácil de definir con precisión pues puede entenderse de varias
maneras: como un primer plato de verduras, cereales, pasta, granos, arroz en una preparación
medianamente caldosa, aunque se habla de “minestra asciutta” refiriéndose prácticamente a todo
primer plato sin caldo y “minestra in brodo” cuando tiene caldo, además se dice “minestra con....” o
“minestra de.....”. La palabra minestra viene del verbo minestrare, variante de ministrare
(administrar) refiriéndose a que era “servida” a cada comensal de una sopera o de una olla por la
persona de mas autoridad en la mesa que la “administraba”. Es un plato más o menos común a
muchas países, especialmente mediterráneos. Por otra parte “Minestrina”, designa una minestra o
sopa ligera, liviana, sin agregados que la espesen, por ejemplo una sopa juliana o con pastas de
pequeño formato, etc.
MINESTRONE, aumentativo de minestra, expresa algo más denso, con mayor abundancia de
agregados: verduras, granos, pastas, a veces de varias clases, que lo convierten en un plato
substancioso, que por si solo puede ser una comida, un plato único. Comprende siempre uno o
varios elementos vegetales que le den densidad como legumbres frescas o secas, papas, pastas,
arroz, etc. que lo distinguen de una simple sopa de vegetales, también alguna grasa como jamón,
costillitas de cochino, etc. y generalmente con una verdura que se destaca de las otras como
aroma o componente de base. Los italianos lo sirven a cualquier temperatura, frío aunque no
helado, tibio, caliente y aún recalentado al día siguiente después de conservarlo en la nevera y
siempre excelente. Sin duda una de las especialidades italianas que tienen la cualidad de
satisfacer siempre.
TIRAMI SU O TIRAMISÚ.
El Tiramisú es un postre italiano frío de creación o, al menos de difusión, bastante reciente,
aunque su origen no está establecido ni en el tiempo ni geográficamente. Para algunos en Siena,
en donde se dice recibieron al Gran Duca Cosimo de Medici III en su visita a la ciudad con el
postre que se conoció como “zuppa del duca”. Sin embargo hoy día se admite que recientemente,
siglo XX, comienza su difusión a partir de Treviso y Venecia, ambas de la Provincia del Veneto,
algunos llegan a asegurar su origen en el Restaurant “Le Beccherie” en Treviso.
MASCARPONE.
El MASCARPONE es el ingrediente más característico del tiramisú, un producto lácteo más bien
que un queso, cuyo nombre deriva de “mascherpa”, que identifica la ricotta en dialecto de Lodi
cerca de Milán, por sus semejanzas en aspecto y en el proceso de preparación. Es obtenido de la
Susana Marchán y Apicius El Romano Página 295 27/03/2006
crema de leche por adición de vinagre, limón o ácido tartárico bajo la acción del calor en baño de
maría a 190° F. y luego colado por unos 10 minutos para escurrirle el suero y luego por unas 24
horas colado por una tela bajo refrigeración para compactarlo más.
Funche y polenta
En Venezuela se conoce como FUNCHE una especie de harina, preparada moliendo muy
finamente, como harina, los granos crudos de maíz, amarillo o blanco. Es diferente a la harina
precocida de maíz, asimismo del llamado entre nosotros “gofio canario”, también harina de trigo y
otros cereales tostados.
Por extensión también llamamos FUNCHE el plato preparado cocinándolo en agua y sal y
aderezándolo con alguna salsa. Es una preparación muy popular en el pasado, hoy
lamentablemente olvidado, de nuestra cocina. “La Lucha” (*), empresa especializada en esas
harinas y hoy día en otros productos a base de cereales, produce el funche desde hace alrededor
de cien años, que se puede adquirir en cualquier abasto.
En realidad el funche es la misma polenta italiana y se prepara igual aunque requiere menos
tiempo de cocimiento, quizás por una menor granulometría, por el tipo de maíz utilizado o porque
su composición no sea a veces exactamente igual.
La POLENTA, designa una masa preparada con una harina de cereales o legumbre y agua,
también, por extensión, la harina misma. Algunos creen que su nombre deriva de “pollen”, flor de
harina.
En todo caso ya existía en la Edad Media de habas molidas, cebada, mijo, grano sarraceno,
castaña, etc. y a veces la mezcla de algunos de ellos. Era un alimento de pobres y a la llegada del
maíz a Europa después del Descubrimiento de América, el maíz reemplazó a los otros cereales
para la fabricación de la polenta que era usada como substituto del pan, como acompañante o
contorno, como primer plato, blanda o dura, con diversos condimentos o dura y posteriormente
frita en tajadas.
Por cierto entre los campesinos que se alimentaban con polenta como plato único, comenzaron a
sufrir una enfermedad desconocida, también en toda Europa, la pelagra, debida a deficiencias
vitamínicas que se convirtió en una enfermedad endémica en el siglo XIX y primeros años del siglo
XX, hasta que fue descubierto su origen.
Hoy en día la polenta en Italia es de maíz, especificándose como “polenta de....” cuando es de
grano sarraceno, castaña, etc. La polenta, como el funche, es de indudable calidad gastronómica,
por su versatilidad y capacidad de asociarse a sabores muy diversos, lo que permite una gran
variedad. Ambos, que en realidad son lo mismo, pueden prepararse blandos o duros, dependiendo
de la cantidad de agua utilizada y del tiempo de cocción. En general el funche en Venezuela se
prepara con harina de maíz amarillo, la polenta con maíz blanco o amarillo.
El funche ha devenido un plato olvidado y hoy poco común en Venezuela. Lo recomendamos
especialmente con la salsa que indicamos pues es un plato sabroso, muy económico y muy
gratificante.
CARACTERÍSTICAS.
Los menús propuestos en www.elplacerdecomer.com. conformados en general, por platos muy
sencillos, de comida esencialmente casera o doméstica acompañados de vinos también sencillos
para lograr alianzas felices, que esperamos complacerán al gourmet más exigente, nos brindan la
ocasión para referirnos mas concreta y extensamente a los criterios que tenemos sobre la cocina
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casera o doméstica y sobre la cocina de restorán.
Entendemos esencialmente como cocina casera o doméstica, a la comida sencilla y
cuidadosamente elaborada que se hace y se sirve en las casas de familia que se preocupan y
prestan atención a su preparación, no sólo desde el punto de vista alimenticio, sino para
complacer el paladar de todos sus miembros cuidando siempre su excelencia, para gratificarlos.
Es en cierto modo la cocina tradicional que se hace en las casas día a día y aun en días
especiales.En términos generales podemos aceptar como equivalentes los términos franceses:
“cuisíne bourgeoise” (cocina burguesa); “cuisine de bistrot” (cocina de café en los cuales se
expende, además, comida sencilla y vinos; “cuísine du terroir” (cocina del terruño); “cuisine
familial” (cocina de familia); etc.
La comida, tanto la doméstica como la de restorán, debe básicamente complacer, aparte de su
función primordial de alimentar. La primera a una familia con unos requerimientos alimenticios
definidos, la segunda a un público diverso y, en general, con requerimientos alimenticios y con
preferencias diferentes. Desde ese punto de vista una no tiene que ser, no lo es, superior a la otra,
pero ambas pueden y deben ser igualmente satisfactorias y placenteras, lo que para nosotros y
para “elplacerdecomer.com” es de primera importancia, sin que por eso consideremos tampoco
que sean iguales o que se puedan juzgar con la misma medida.
Una cosa tienen en común: un plato excelente de la una o de la otra, dejara siempre un recuerdo
perdurable de satisfacción y agrado, permaneciendo en nosotros a través del tiempo el deseo de
volver a comerlo. Quizás eso pueda contribuir a definir la esencia de la excelencia en cuanto a la
comida se refiere que para nosotros es esencial y lo más importante desde el punto de vista del
placer de comer.
La cocina doméstica es a base de platos cuya preparación es contínua de principio a fin, en la olla
se hace el sabor, a veces después de una larga preparación, para ser servida a una hora mas o
menos determinada a la cual come la familia, generalmente toda al mismo tiempo.
En un restorán es muy distinto, todo el personal, aún el de la sala, debe estar preparado para
servir diferentes pedidos a la vez o a horas distintas. Las preparaciones que van a la mesa deben
poder hacerse con rapidez. Frecuentemente en la preparación de un mismo plato hay que recurrir
a métodos de cocción diferentes. Algunas cosas se deben tener listas de antemano.
La preparación de un plato puede incluir fases y personal diferentes. Casi siempre se puede decir
lo mismo del sabor, éste se termina de obtener en el plato que va a la mesa. La presentación se
organiza en el plato que se lleva al comensal, a diferencia de la comida doméstica que se lleva en
una bandeja a la mesa.
En la cocina de restorán esta siempre presente el concepto de ensamblaje. De aIIí las
preparaciones a base de salsas y del uso de fondos para salsas, que continúan reinando en los
restoranes a pesar de los intentos por hacer una cocina mas individualizada con salsas basadas
en el ingrediente principal y derivadas de la preparación en si y no en fondos que sirvan para todo.
Es consecuencia de unos objetivos y organización específicos de servicios al público. En todo
caso, los caminos a seguir en la casa o en el restorán son diferentes, así como las técnicas y la
calidad y cantidad de labor requeridas y aún la organización mental de los cocineros y de todo el
personal para el cumplimiento de las exigencias, como un equipo.
En la casa se está condicionado a la preparación de un menú, en el restorán se está condicionado
siempre y en todo momento a la preparación del plato ordenado, incluido o no en el menú
COINCIDENCIAS.
Podemos decir que la cocina casera y la cocina de restorán requieren tres elementos comunes
para alcanzar su máxima expresión: imaginación, buen “paladar’ o buena “sazón”, es decir,
sabiduría en la mezcla de sabores y, sobretodo, la búsqueda permanente de la excelencia, pero la
cocina de restorán debe cumplir además otras exigencias, algunas no enteramente
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gastronómicas, que van mas allá de la cocina misma, para alcanzar la categoría de “gran cocina”
como se la denomina entonces.
Además de la imaginación, son imprescindibles y muy importantes el oficio” y la investigación
permanente para lograr la verdadera creatividad, que no se debe confundir con novedad o
improvisación, que permita no sólo avances sino alcanzar y mantener la excelencia. Son esas,
quizás, las bases de la “gran cocina”. Si el cocinero es capaz, además, de enviar a la mesa un
plato apetitoso, atractivo en todo sentido y puede hacerlo a lo largo de un menú, que no es otra
cosa que su carta de presentación al comensal, estaremos en presencia de un gran cocinero, lo
que no es fácil ni frecuente, pues en parte son dones y en parte producto de la constancia, del
oficio y del esfuerzo, de otra manera se caerá irremediablemente en la rutina que, en definitiva,
sólo puede ser superada por la excelencia. Quizás eso pueda explicar en parte porque fracasan
muchos intentos de cambio,
DIFERENCIAS.
Algunos ejemplos podrán ilustrar mejor las diferencias entre la cocina casera y la cocina de
restorán: un asado criollo o asado negro, para cuya preparación se requiere que sea previamente
dorado en un caldero (pieza que no existe en un restorán), que debe ser cocinado muy
lentamente, con poco líquido, tapado, volteado y bañado con frecuencia, para que ablande
uniformemente dado el tipo de carne requerido y en su propio jugo hasta obtener la salsa en el
punto deseado, podrá alcanzar la excelencia mas fácilmente en la casa. Igual será para una sopa
de caraotas negras, cuyo cocimiento durará mucho tiempo y en la casa pueden ser mejor vigiladas
y atendidas. Es igual en el caso de ciertos platos que requieran atención permanente y que deban
ser llevados a la mesa sin dilación, el risotto por ejemplo, que requiere una hornilla y una persona
para atender cada tipo o cada orden de risotto, una limitación por la cual habrá que desconfiar del
restorán que ofrece y sirve muchos tipos diferentes a la vez, o que nos lo sirva en poco tiempo
después de ordenado pues tendría que haber utilizado simplificaciones o atajos en detrimento de
la calidad.
Por el contrario, un hojaldre con espárragos podrá ser mejor y mas fácil de hacer en el restorán
pues en el podrán colaborar independientemente el pastelero, el salsero y el que prepara los
vegetales y, en el caso de varias órdenes al mismo tiempo, mas de una persona podrá intervenir
en el acomodo final para que sean llevadas inmediatamente a las diferentes personas.
Las diferencias se hacen más evidentes para preparaciones que requieran o se faciliten con
equipos especiales o de acción más rápida o por distribución del trabajo y, aun mas, por el olor
producido que requiera equipos especiales para controlarlo, como el olor característico de la
comida china, por esa razón poco apropiada para la casa pues, aun a los restoranes chinos con
equipos de extracción y ventilación, les es difícil librarse completamente de ese olor.
Hay otros factores a tomar en cuenta. El restorán tiene generalmente uno o varios proveedores
especializados y a ellos puede mas fácilmente pedir y exigir de acuerdo a sus necesidades.
El ama de casa debe conformarse con lo que consigue en el mercado o en su nevera y despensa.
Su cocina es realmente una cocina de mercado o del día. El chef de un restorán, por otra parte,
debe atenerse básicamente a un menú y es por eso que en la confección de éste se refleja su
profesionalismo y así ofrecerlo siempre en su máxima expresión.
En cuanto a la presentación, en la casa es global y se presenta en una bandeja para compartir, es
para toda la mesa, la decoración la hace la comida misma por lo atrayente o apetecible que
resulte de una buena preparación. En el restorán la presentación es individual, para cada
comensal, circunstancia que es aprovechada por los cocineros menos capaces para prestar mas
atención a la presentación, inseguros de seducir al comensal con la apariencia misma del plato
preparado.
Por último no se puede olvidar el factor económico.El ama de casa está limitada a unas
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posibilidades determinadas. En el restorán, si bien se debe atender a un presupuesto de costos
establecido, la fijación de los precios de cada plato debe corresponder a la máxima calidad que de
ellos se espere, el precio no es una limitación sino una consecuencia. Esa es, básicamente la
razón y justificación de las diferencias en precios de los restoranes, de allí que haya razón de
exigir la mejor relación calidad-precio al restorán.
RESCATE DEL PABELLÓN
En Venezuela hay dos platos que gozan de absoluta popularidad y que son considerados, los dos,
como platos nacionales: el PABELLÓN y la HALLACA. La hallaca, un plato muy complejo y
elaborado en términos gastronómicos es un verdadero acierto gastronómico, relativamente
costoso y laborioso de hacer y que preferiblemente se come durante el tiempo de la Navidad y del
Año Nuevo cuando unifica a todos los venezolanos a su alrededor que sienten que si falta la
hallaca la Navidad no está completa. La hallaca es además un símbolo espiritual y familiar que
reúne e integra a toda la familia para colaborar organizadamente en su preparación pues requiere
la colaboración de varias personas.
El pabellón, al contrario, es un plato económico, de todos los días, con un maravilloso valor
alimenticio por la casi perfecta suma de los diferentes aminoácidos contenidos en la carne, las
caraotas y el arroz. Sin embargo, lo comemos casi sin pensar en su nombre, no está relacionado
con fechas o eventos y quizás por eso no tiene la simbología de la hallaca, pero que cuando nos
preguntan por nuestro plato nacional, no podemos dejar de considerarlo e inmediatamente viene a
nuestra mente. Quizás también su propia esencia de alimento popular y barato lo ha llevado a ser
un plato común, pero que a todos gusta en cualquier ocasión. Es posible también, que por su
manera de servirlo y comerlo, todo en un plato para ser comido con cuchara, nos haya llevado a
considerarlo un plato ordinario, o al menos que no está dentro de los parámetros corrientes de la
elegancia, aunque acorde con sus características gastronómicas y tipicidad que mas bien
debemos valorar.
He querido rescatar en esta página su forma clásica de preparación y su forma clásica de comerlo,
para afianzar en el venezolano el orgullo por uno de los platos más valiosos de nuestra cocina. Es
importante establecer que es un plato principal, generalmente único, no es hecho con sobrantes
sino que se prepara especialmente, decimos: “hoy tendremos pabellón”, “mañana tendremos
pabellón”, sirve en plato hondo para comer con cuchara, a partir de sopa de caraotas negras,
carne frita o pisillo de carne de res, arroz blanco y tajadas de plátano maduro fritas, algunos
exageran y agregan un huevo frito o una tajada de aguacate. En la forma clásica y tradicional
nunca fue con carne mechada o desmechada, que según la tradición, debido al tomate que
contiene y a su estructura no acompaña bien la sopa de caraotas negras, que por otra parte nunca
fue de frijoles rojos y fue siempre sopa, no caraotas fritas, en ese caso una substitución para
desayuno o como plato secundario.
El Curry
El Confit
Es la preparación de una pieza de carne cocinada por largo tiempo en su propia grasa y
conservada luego en un envase herméticamente cerrado, inmersa y completamente cubierta por
esa misma grasa que le evita contacto con el aire.
Es un plato originado y consecuencia de la matanza de cerdo en ciertas épocas del año y la
necesidad de evitar las pérdidas ocasionadas por la dificultad para conservar su carne en buenas
condiciones y, en el caso del ganso y del pato, la necesidad de utilizar la carne de animales
engordados especialmente para utilizar su hígado recrecido para la confección de foie - gras.
Se hace preferiblemente con piezas de cerdo, ganso o pato, éstos dos últimos las preferidas y que
quizás son las carnes que se prestan mejor a ese método de preparación y conservación.
El confit puede comerse frío o caliente; en el primer caso quitándole completamente la grasa que
lo cubre y en el segundo calentándolo en ella.
Es una especialidad del sudoeste de Francia y es ingrediente básico en la preparación del
Cassoulet y de la Sopa de Repollo, "Garbure", y en la preparación de otros platos de carne o
cortado muy finamente en ensaladas frías, etc. y, generalmente se acompaña con caraotas
blancas, hongos, repollo, lentejas, etc.
Es un plato extraordinario por si mismo, pero siendo hecho con carnes grasas como el ganso, el
pato, etc. y embebidos siempre en grasas saturadas y abundantes en colesterol, no se
recomienda comerlo con frecuencia, aunque sin duda vale la pena probarlo pues es un plato
excelente.
Cuando se hace con pato o ganso, se utilizan los muslos enteros o medias pechugas enteras en
cuyo caso cada media pechuga es suficiente para dos personas, pues son piezas grandes de
animales engordados especialmente, de los cuales en general se utiliza el hígado como foie-gras,
o para la preparación de paté de foie-gras.
En el caso del ganso y del pato, algunos prefieren los muslos que dicen tener más sabor y
jugosidad, preferimos las pechugas por versátiles. Para la preparación del confit algunos utilizan
fuego muy lento, otros fuego fuerte, en todo caso debe ser una cocción larga para lograr que se
derrita lo más posible la abundante grasa que tienen debajo de la piel y para que las piezas
queden bien doradas. Conviene asimismo bañarlas con frecuencia con la grasa durante la cocción
lo que contribuye a que la piel quede crujiente.
El azafrán,
Crocus sativus. Fr.: safran; It.: zafferano; In.: saffron; originaria del Asia Menor, es una de las
especias cuyo conocimiento y uso es de los mas antiguos, conocida por los egipcios.
En el siglo X fue llevada por los árabes a España, que desde entonces es su principal productor,
especialmente en la región de Valencia, de ahí su uso imprescindible en la paella. Se difundió
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luego por Europa, especialmente con el regreso de los Cruzados.
Es utilizado también en la bouillabaisse francesa, el risotto alle milanese y muchos otros platos.
Tiene el aspecto de pequeños filamentos que son los pistilos de la flor, en cuyo extremo se divide
en tres estigmas, que deben ser escogidos a mano lo que se traduce en un alto precio pues se
necesitan de 60.000 a 70.000 para obtener 500 gramos de azafrán.
A veces lo venden molidos, en polvo, pero debe preferirse en filamentos o hilitos, para evitar
adquirir un producto falsificado, lo que es frecuente por el alto precio del verdadero.
Es de color rojo anaranjado, que en el alimento se traduce en un bello color amarillo fuerte.
Conviene al usarlo, ponerlo por unos 15 minutos en agua o consomé caliente y utilizarlo mas bien
hacia el final de la cocción del alimento para aprovechar su delicioso sabor cuando está bien
dosificado y evitar adquiera sabor amargo