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Gozo Inefable

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1 – Es un gozo inefable – Himnos 276 Oh, ven y bebe,

Hay agua en plenitud;


1 Encontramos a Cristo el Señ or, Dicen la novia
Nuestro todo en todo es É l; Y el Espíritu.
¡Oh, qué bendició n el invocar Oh, ven y bebe,
Su glorioso nombre fiel! Hasta tu sed calmar
Con agua de vida eternal.
Es un gozo inefable y tan glorioso,
Tan glorioso, tan glorioso; 2 Cristo el río, Cristo el agua, fluye en lo interior;
Es un gozo inefable y tan glorioso, Cristo el á rbol, Cristo el fruto es nuestro gozo hoy;
Y jamá s se ha dicho la mitad. Cristo el día, Cristo el brillo, Cristo el resplandor,
¡Cristo es lo mejor!
2 Encontramos que Cristo el Señ or
El Espíritu ahora es; 3 Hoy lavamos nuestras ropas para así comer,
É l en nuestro espíritu está ; De ese á rbol de la vida, ¡Aleluya! ¡Amén!
¡Cerca y dulce a la vez! Cuando ejercitamos nuestro espíritu se ve
¡Cuá n dulce Cristo es!
3 Encontramos hoy có mo vivir,
Por Jesú s, nuestro Señ or; 4 Ya tenemos un hogar que brilla má s que el sol,
Al comer, beber y disfrutar Donde en armonía los hermanos uno son;
Su Palabra en oració n. Al reunirnos como iglesia se muestra al Señ or
En la localidad.
4 Encontramos la iglesia local,
Y la provisió n total;
Nada en Babilonia hay que buscar, 3 – ¡Oh, el Espíritu vive en mí! – Himnos 124
Hoy la iglesia es nuestro hogar.
1 El Triuno Dios ahora habita en mí,
5 Encontramos que cada reunió n Como Espíritu morando está ;
Es de gozo sin igual; Yo mezclado estoy y unido al Señ or,
Nuestro espíritu no ha de fallar, Como Espíritu que vida da.
Nuestra vida llena está .
¡Oh, el Espíritu vive en mí!
¡Admirable Espíritu en mí!
2 – Oh, ven y bebe – Himnos 231 Dios está en el Hijo, ahora el Hijo es
¡El Espíritu de vida en mí!
1 ¡Bebe! Fluye un río desde el trono del Señ or;
¡Come el á rbol de la vida con sus frutos hoy!
¡Mira! Aquí no hay sol ni luna o luz artificial,
Pues, ¡No hay oscuridad! 2 "Abba, Padre" es el gemir en mi interior,
Del Espíritu que vive en mí. “Mi Hijo amado” te llamó ;
El Espíritu del Hijo gime a É l, Mas no te eximió de muerte,
Como Espíritu de vida en mí. Vida eterna así nos dio.

3 Jesucristo el Señ or vive en mí hoy, 5 ¡Oh, qué gozo! ¡Qué canciones!


Admirable Espíritu en mí. Cuando al fin Tu rostro ver;
Se transfiguró y le disfruto yo, Jesucristo dulce nombre,
Como Espíritu de vida en mí. Para el Padre un buen placer.

4 El Espíritu de realidad es É l, 6 Cá nticos y alabanzas,


Admirable Espíritu en mí. Himnos de eternal loor,
Hace É l real las cosas del Señ or, Salmos de gozo inefable,
El Espíritu de vida en mí. Por la eternidad de Dios.

5 Yo despertaré el don en mi interior,


Admirable Espíritu en mí. 5 – Hay momentos
Al clamar: "¡Señ or!", bulle mi espíritu,
Y el Espíritu de vida en mí. Hay momentos que mi alma
Es llena de amargura.
Preguntas sin respuesta,
4 – Congregados en Tu nombre Mas Tú me atraes.

1 Congregados en Tu nombre A ir y entrar


Hoy, Señ or Jesú s, aquí En Tu bendito santuario,
Nos da gozo Tu presencia, Y a lo alto volver mi mirar.
Al centrarnos solo en Ti. Vuelves mis persistentes dudas
En dulce oració n.
2 Así como el Padre te ama
Nos amó con tal amor. A quien tengo en los cielos
Apreciamos sus afectos Sino a ti, Señ or
Para contigo, Señ or. Mi corazó n y carne
Fallan sin cesar;
3 Todo Su descanso y gozo,
Su deleite eterno en Ti, Mas Dios es
Solo Tú puedes sondear Mi porció n y mi fortaleza;
Lo que el Padre halló en Ti. Por siempre a É l me acercaré;
Mi dulce y eterno refugio,
Mi Salvador es.
4 Puso en Ti todo Su afecto.
Vuélveme, necesito
Verte a ti, Jesú s. 1 Cantaremos con gozo a Cristo,
Aun cuando no comprendo Cantaremos desde el interior;
Tus sendas Señ or; Nuestro espíritu canta aleluyas,
Y así nos mezclamos con Dios.
Haz de mí
Un tierno lactante que alabe, 2 Muchos añ os en las religiones,
Tu bien disfrute cada vez. Mucho tiempo en la mente también,
Impá rtete en cada experiencia, Muchos añ os en las emociones,
Que en todo yo exhiba Los pasamos sin nada obtener.
Hoy Tu Ser.
3 Nuestro espíritu ejercitamos,
Nuestra vida es Cristo en verdad;
6 – Invocándole: “¡Oh, Jesús, Jesús!” Nuestro pan es Jesú s cada día,
Que nos libra del diario luchar.
1 Muertos en pecado está bamos;
Esclavos todos a un destino atroz. 4 ¡Nuestro espíritu hoy tiene vida!
¿Có mo salvos de este mundo hemos de ser? ¡Aleluya por tal novedad!
Con la mente al espíritu unida,
Invocá ndole: “¡Oh, Jesú s, Jesú s!” Sus riquezas podremos gozar.
Cada momento a É l
Invocá ndole: “¡Jesú s!”
¡Oh, qué manera es! 8 – Tenemos un Padre
¡Jesú s! ¡Señ or Jesú s!
Tenemos un Padre
2 Aunque tanto amamos al Señ or, Con un corazó n lleno de amor.
Parece no le damos atenció n. ¡Cuá nto É l nos ama!
¿Có mo salvos de esta angustia hemos de ser? Su amor no tiene límite.
Y aunque lejos esté,
3 A veces no somos auténticos, A É l siempre puedo volver.
Vivimos só lo por la emoció n. ¡Qué gran amor tiene el Padre a nos!
¿Cuá l es la manera de tratar al yo? Simplemente volver,
Y en Sus brazos permanecer.
4 Muchos salvos en el mundo hay ¡Qué gran amor tiene el Padre a nos!
Que vagan; ¿dó nde está la unidad?
¿Có mo hoy Tu novia ganará s, Señ or?

7 – Cantaremos con gozo a Cristo – Himnos 206 9 – ¡Cristo con sangre nos redimió! – Himnos 145
2 Siembra y cosecha, invierno y verano,
Esclavizado, muerto y sin fe; El orbe entero, la luna y el sol,
Creer quería, ¡No lo logré! Juntan sus fuerzas como un gran testigo
Dios se presenta, Cristo me encuentra; De Tu fidelidad, gracia y amor.
¡Dios me infundió !
¡Dios me infundió ! 3 Gozo el perdó n y Tu paz permanente;
Guía mi alma Tu gloriosa faz.
¡Cristo con sangre nos redimió ! Fuerza me das con la firme esperanza,
Fuimos comprados, dados a Dios. Mil bendiciones y aú n mucho má s.
¡No condenados, justificados!
¡Paz tenemos con Dios!
¡Paz tenemos con Dios! 11 – Por esta causa doblo mis rodillas – Efesios 3:14–19

Por nacimiento yo en Adá n Por esta causa doblo mis rodillas


Muerto estaba, ¡Qué enfermedad! Ante el Padre de nuestro Señ or,
Cristo viniendo, Adá n muriendo, De quien toma nombre toda familia
¡El murió , vivo yo! En los cielos y en la tierra también.
¡El murió , vivo yo! Para que os dé conforme a las riquezas
De Su gloria, fortalecidos ser
Hoy tengo gozo, gracia y amor; Con poder en el hombre interior
¡Oh, aleluya! ¡Ya libre soy! Por medio de Su Santo Espíritu.
Dios en mí fluye, me constituye,
¡Con Su vida eternal! Para que Cristo en vuestros corazones,
¡Con Su vida eternal! Haga Su hogar por medio de la fe,
A fin de que, en amor arraigados
Y cimentados, capaces seá is
10 – ¡Qué gran fidelidad! De comprender con todos los santos
Cuá l sea la anchura y la longitud,
1 ¡Qué gran fidelidad! Oh, Dios mi Padre, Y la altura y la profundidad,
En Ti no hay sombras, ni cambias jamá s; Y conocer de Cristo el amor.
Tus compasiones nunca han decaído;
Tal como fuiste por siempre será s. Y conocer de Cristo el amor
Que sobrepasa todo entender,
¡Qué gran fidelidad! Para que totalmente seá is llenos
¡Qué gran fidelidad! Hacia toda la plenitud de Dios.
Cada mañ ana Tu gracia se ve. Haz Tu hogar en nuestros corazones,
Tú sacias todas mis necesidades, Seamos capaces para comprender
Tu gran fidelidad hoy mía es. Tus dimensiones y Tu inmensidad,
Señ or Jesú s, toda Tu inclusividad.

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