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1322-Texto Del Artículo (Necesario) - 1325-1-10-20110704
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Vol. 187 - 749 m ayo-junio (2011) 5 13-524 I SSN: 0210-1963
doi: 10.3989/arbor.2011.749n3005
ABSTRACT: In this article we study the manuals of Hygiene, used in RESUMEN: En este artículo se realiza el estudio de los manuales de
secondary education, through content analysis of a series of texts Higiene, utilizados en la enseñanza secundaria, a través del análisis
of this nature. To achieve these objectives have been considered dif- de contenido de una serie de textos de esta naturaleza. Para la
ferent categories of analysis: the delimitation of some features of consecución de estos objetivos se han considerado varias categorías
professional and ideological profile of the authors; formal and edu- de análisis: la delimitación de algunos rasgos del perfil profesional e
cational aspects of these books; the concept of Hygiene implicit in ideológico de los autores de los libros estudiados; los aspectos for-
these manuals; the classification made of this matter; the structure males y didácticos de los mismos; el concepto de Higiene, implícito
of contents; the gender differences embedded in the transmission of en estos manuales; la clasificación que se hace de la materia; la
his teaching and the moral connotations attributed to the hygienic estructuración de los contenidos; las diferencias de género insertas
precepts. en la transmisión de su enseñanza y las connotaciones morales
atribuidas a los preceptos higiénicos.
KEY WORDS: Hygiene; texts books; secondary education; educa- PALABRAS CLAVE: Higiene; libros de texto; enseñanza secundaria;
tion; Spain. educación; España.
la industrialización, así como los avances en medicina natural y la Economía doméstica1. Así, pues, fue en el
y el desarrollo de ciencias como la pedagogía y la psi- plan de enseñanza secundaria de 1868 cuando apareció
cología experimentales y la sociología, así como de los la Higiene como asignatura, unida a la Fisiología, con
movimientos relacionados con la eugenesia, el naturismo tres lecciones semanales. En el preámbulo del decreto,
o el escultismo serán, entre otros, factores determinantes que promulgó dicho plan, se advertía que en los países
del desarrollo de la corriente higienista y de la configu- más cultos la segunda enseñanza había sido objeto
ración de la llamada “higiene escolar”. Además, durante de ampliación y modificación, según el avance de las
la época de “entresiglos”, se consideró fundamental la ciencias y artes, y que por ello se instaba a las di-
difusión popular de las principales normas higiénicas putaciones provinciales a que organizaran la segunda
como medio de erradicación de enfermedades y sobre enseñanza “introduciendo en ella ciertos estudios sobre
todo de la mortalidad infantil. El higienismo constituyó materias, que habían sido frecuentemente olvidadas y
un movimiento internacional, con diversos orígenes y ra- aún despreciadas en la educación pública”. Entre estas
mificaciones en los ámbitos médico-sanitarios y sociales. materias olvidadas se incluía el Castellano, olvidado por
Pedro Luis Moreno y Antonio Viñao han señalado con el Latín, la Psicología, el Arte, el Derecho, la Agricultura,
precisión las líneas básicas del movimiento, al constatar el Comercio y la Higiene (Corts, 2001, 99). A partir de
sobre el mismo que: ese momento y hasta 1936, la Higiene permaneció en
los planes que tuvieron más vigencia, aunque en los
Tomando como eje de sus preocupaciones la salud física y fugaces o en los que no pasaron de meros proyectos
mental de los seres humanos, planteó nuevas propuestas en unos desapareció y en otros se refundió con otras
de acción y regulación en el campo del urbanismo y de asignaturas.
la vivienda, en los hábitos alimenticios –incluidos sobre
todo el alcohol y el tabaco–, la vestimenta, los modos y En este trabajo será objeto especial de nuestra aten-
ritmos de vida y de trabajo, las costumbres en general y, ción el estudio de la Higiene, a través de los manuales
en especial, la procreación, crianza y educación infantil. De empleados para la enseñanza secundaria. A través del
este modo, a partir de presupuestos higiénicos, se pretendía análisis de contenido de una serie de textos de segunda
regular la vida de los individuos, de las familias y de los enseñanza de los siglos XIX y XX, intentaremos desve-
grupos sociales en toda su amplitud, aunque la escuela y lar algunas características de este tipo de manuales. Se
la familia constituyeran, desde su inicio, dos de los luga- han analizado un total de treinta textos, en los que la
res privilegiados de intervención del higienismo (Moreno y Higiene es materia de estudio, sola o con otra área de
Viñao, 2000, 7). conocimiento. Para la consecución de nuestros objetivos,
hemos fijado una serie de categorías de estudio, que
Tras estas consideraciones, es obvio señalar que la higiene nos han ayudado a obtener una conceptualización de
se introdujo en la escuela, en los distintos niveles de ense- la materia desde distintas perspectivas. En este sentido,
ñanza, como ámbito de conocimiento específico, incardi- hemos considerado los siguientes aspectos a analizar: el
nado en el sistema educativo. Los preceptos higiénicos que, propio concepto de higiene, que subyace en cada uno de
hasta ahora habían sido difundidos a la sociedad a través los textos, la clasificación en función del sujeto y objeto
de diversas vías de educación no formal e informal, se de la higiene, los contenidos y su estructuración, las
introducen en la educación española del siglo XIX también diferencias de género apreciables en el desarrollo de la
por el cauce educativo formal. Así, desde el Reglamento disciplina y las influencias ideológicas o morales, vertidas
General de Instrucción Pública de de 1821, pasando por en los textos. Igualmente se ha aludido, por supuesto a
la Ley Moyano de 1857, la Higiene ocupó un lugar en el los autores de los libros y a las características didácticas
currículum escolar español. de los mismos.
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Autores. Aspectos formales y didácticos de los Historia Natural, Anatomía, Economía doméstica y Medi-
textos cina. En este sentido, el primer libro que se utilizó para
impartir la asignatura de Higiene, según el Plan de 1868,
La mayoría de los autores de los textos estudiados eran fue el titulado Higiene y medicina popular, escrito por el
médicos o doctores en Ciencias, si bien hay algunas ex- doctor Antonio Blanco Fernández. En él se enlazaban la
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la vida del hombre para utilizarlos desde el punto de vista que hemos manejado de los años treinta. Este autor, tras
práctico y, por consiguiente, que debe conocerlos toda per- referirse a los preceptos higiénicos como reglas insertas
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sona de regular instrucción (Mir, 1902, 189). en el acervo de conocimientos populares, transmitidos a
través de generaciones, señala que muchas veces dichas
Con respecto a las características didácticas de los textos, reglas y consejos higiénicos han sido elevados inclu-
SALUD Y EDUCACIÓN. REFLEXIONES EN TORNO A LA HIGIENE EN LOS TEXTOS PARA LA ENSEÑANZA SECUNDARIA
hay que decir que, en general, eran poco atractivos para so a preceptos religiosos y practicados fielmente por
los estudiantes por su densidad, escasas ilustraciones y los pueblos. Como conocimientos empíricos, argumenta
carencia de directrices didácticas. No obstante, en algunos este autor, los preceptos higiénicos populares carecen
de los textos publicados en el siglo XX, aparecen algunas de fundamento. Muchos, producto de buenas observa-
mejoras (Gámbara, s. a.), tales como el uso de un lengua- ciones, pueden estar acertados, pero otros, consecuencia
je más claro, una mayor síntesis en la exposición de los de supersticiones o de creencias erróneas, pueden ser
contenidos, la introducción de algunos grabados en blanco enteramente falsos y a veces perjudiciales para la salud.
y negro, láminas en color (Alvarado, 1934 y Pla Cargol, Y a ello añade:
1920) y algunas fotografías (Cendrero, 1932). Por lo que
concierne al desarrollo de los contenidos, algunos autores En los tiempos actuales la higiene no es un arte, sino una
introducen epígrafes en cada apartado o ejercicios prácti- ciencia que investiga el modo de conservar la salud, de per-
cos, a los que denominan experimentos, como es el caso feccionar el funcionamiento del cuerpo humano, de prevenir
en general de las ediciones de los años treinta, textos en las enfermedades y de prolongar la vida del hombre. No se
los que se aprecia un mayor esfuerzo didáctico. trata pues de un conjunto de reglas empíricas, sino de una
serie metódica de conocimientos adquiridos mediante la
investigación (Alvarado, 1929, 141).
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En otro orden de cosas, sobre el carácter científico de la la estadística médica y la legislación sanitaria. A ello se
Higiene, Adela Riquelme adopta una posición conciliadora, añade que puede ser escolar, rural, naval etc., según la
al señalar que la Higiene puede considerarse como ciencia especialidad a que sus preceptos se refieran.
porque investiga la verdad basándose en hechos reales
y precisos y como arte porque da reglas para poner en Por su parte, se considera como Higiene privada o individual
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causas intrínsecas (sujeto de la Higiene) y a las extrínse- las profesiones y que realiza una aproximación ergonómica
cas, que alteran la salud (objeto de la Higiene). Para ello, a la biomecánica del manejo de las cargas es, sin duda,
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comienzan con una introducción referida a la definición, el del doctor José Monlau, que introduce un concepto de
clasificación y relación de la Higiene con otras ciencias. Higiene pública dirigido a evitar la explotación de la clase
Sin embargo, Jacinto Montells y Nadal introdujo un nuevo obrera, mediante la mejora de las condiciones laborales, de
SALUD Y EDUCACIÓN. REFLEXIONES EN TORNO A LA HIGIENE EN LOS TEXTOS PARA LA ENSEÑANZA SECUNDARIA
modelo al obviar las causas intrínsecas para referirse sólo vida, mediante viviendas y alimentación “sanas” y la crea-
al objeto de la Higiene; esta estructura fue reproducida por ción de sociedades cooperativas (Monlau, 1869, 305).
Serafín Casas Abad, 28 años después. En 1898, Manuel Mir
impone un nuevo modelo estructural, más pragmático, ba- Excepcionalmente, el primer libro que se utilizó en el ins-
sado en capítulos dedicados a la Higiene de los diferentes tituto San Isidro, Higiene y medicina popular, obviaba esas
sistemas u órganos del cuerpo humano. variables del sujeto, y desarrollaba únicamente las enfer-
medades y los accidentes, su tratamiento y prevención en
Por lo que respecta a los contenidos relativos a las causas la infancia, adolescencia, edad adulta y vejez.
intrínsecas que alteran la salud, la mayoría de los autores,
a través de sus textos, explican las variables que inciden El Almanaque higiénico, también utilizado en el instituto
en la salud de los sujetos; coinciden todos ellos en señalar San Isidro, era una obra muy completa, con una finalidad
la influencia de modificadores biológicos y sociológicos: la muy propedéutica, que daba consejos higiénicos para cada
edad, raza, sexo, temperamentos, naturaleza, constitución, año y explicaba los efectos nocivos del abuso de los ba-
idiosincrasia, herencia, hábitos y profesiones. En lo que ños de mar y aguas minero-medicinales. También ofrecía
respecta a las edades su tratamiento es dispar en los dis- información sobre la localización de las casas de socorro
tintos textos, mientras que algunos plantean tres períodos, y médicos madrileños y sus direcciones, incluía también
con un marcado componente androcéntrico: crecimiento, anuncios publicitarios
virilidad o edad madura y vejez o decrecimiento (Sánchez
Casado, 1874 y Rubio Alberto, 1897). Otros autores admi- Como indicábamos en el apartado anterior, la clasificación
ten la división de M. Hallé, que distingue entre infancia, que cada uno de los autores hace de la materia configura
juventud, adolescencia, edad madura, vejez y decrepitud el carácter y estructura de los contenidos desarrollados.
(González Hidalgo, 1883). Los textos que comparten la enseñanza de la Higiene con
la de otra disciplina, lógicamente dedican una parte a
La división de los temperamentos resulta controvertida cada una de ellas. Centrándonos únicamente en los temas
por la ausencia de unanimidad, puesto que algunos auto- de Higiene, para nuestro análisis, consideramos que es
res los dividían en: nervioso, linfático, sanguíneo y mixto muy descriptiva la consideración que hace al respecto L.
(González Hidalgo, 1883); en otros casos eran: bilioso, Gámbara: “La materia de la higiene se compone de todo
nervioso y linfático (Pérez Mínguez, 1871); y, por último, lo que se acerca y rodea al hombre, de lo que entra en su
otros autores argumentaban la existencia de cuatro tipos: cuerpo, de lo que sale, en fin, de todo lo que regula, modera
sanguíneo, nervioso, bilioso y linfático (Pereda, 1869 y o excita la actividad de su físico y de su moral, en relación
Martínez-Vigil, 1883). En lo que respecta a las profesiones, con las diferentes edades, con las diferentes condiciones de
se daban consejos higiénicos en función de sus diferen- vida y con las diferentes profesiones” (Gámbara, s. a., 7).
tes tipos: intelectuales o manuales y mecánicas (Monlau,
1869, Martínez-Vigil, 1883 y Pérez Mínguez, 1873); era En cuanto a los contenidos relativos a las causas extrínse-
normal la alusión que se hacía a las ventajas del trabajo cas que alteran la salud, en todos los textos del siglo XIX se
e inconvenientes de la ociosidad. En el texto de Ribera tratan estas causas, y la mayoría de los autores se ponen
Gómez se contemplan los efectos generales y especiales de acuerdo en agruparlas de la manera siguiente:
de las profesiones y los preceptos higiénicos sobre la pro-
fesión escolar, profesiones intelectuales, militar, marítima, 1.º Los agentes que rodean al hombre. Algunos autores
agrícola y mecánicas con mucho gasto de fuerza, con poco los denominaban circunfusa y otros utilizaban el con-
o sedentarias, además del trabajo en grandes fábricas. Sin cepto de atmosferología, para diferenciar entre modi-
embargo, el texto que más extensión dedica a la Higiene de ficadores físicos y químicos (aire, atmósfera, presión
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atmosférica, sonido, tierra, localidades, agua, suelo, Los consejos sobre higiene bucal resultan especialmente
luz, calor, calefacción, combustibles, electricidad, ha- anecdóticos: “Los dientes quedan muy limpios mascando
bitaciones, ventilación, climas, tipos de enfermedades, después de la comida un pedazo de pan seco y tostado,
etc.). Autores como Albiñana, realizan una amplia ex- con un cepillo se frotarán con carbón de pino bien moli-
posición sobre las habitaciones: su emplazamiento, do y tamizado, son los mejores polvos dentífricos que se
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agua, tierra, alimentos) y 3.º, el conocimiento del mundo alusiones de carácter moral, si bien, tanto un aspecto
biológico, ya que desde fines del pasado siglo se sabe que como el otro son más significativas en algunos de estos
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los agentes de la mayor parte de las enfermedades son seres textos. Especialmente significativo es el tratamiento que se
microscópicos –unos de naturaleza animal, otros de índole concede a las enfermedades de las mujeres en el libro de
vegetal– que invaden el cuerpo humano. Siendo aún muy Blanco y Fernández (1863), referidas fundamentalmente a
SALUD Y EDUCACIÓN. REFLEXIONES EN TORNO A LA HIGIENE EN LOS TEXTOS PARA LA ENSEÑANZA SECUNDARIA
imperfectos, estos tres órdenes de conocimientos, la Higiene disfunciones del aparato reproductor, embarazo, lactancia
es una ciencia que apenas ha salido de su infancia a pesar y psicológicas. También se concede importancia al aspecto
de su remota antigüedad (Alvarado, 1929, 142). alimenticio para evitar la delgadez u obesidad, que supo-
nían un verdadero problema para las mujeres, sometidas
Como vemos, el autor reconoce los últimos descubrimientos a unos designios sociales que las obligaban a mantener
científicos pero también la necesidad de seguir investigan- un buen aspecto físico. En el texto de Sánchez Casado, al
do para descubrir nuevos conocimientos. Estructura los co- hablar del sexo como componente diferencial de la salud,
nocimientos higiénicos agrupados en dos grandes capítulos: se alude a las características fisiológicas, y argumenta
A) factores higiénicos, es decir, caracteres que ha de reunir que: “La especie humana presenta en el más alto grado
el medio físico en que se desenvuelve la vida humana y B) los caracteres de sexualidad individual. Las diferencias que
epidemiología o conocimiento de los agentes patógenos y presentan los dos sexos pueden ser referidas a dos grupos:
de la manera de prevenir las infecciones. No obstante, este 1.º Las que emanan del encéfalo y sus dependencias. 2.º
autor, antes del desarrollo de estos dos capítulos, dedica un Las que provienen de la estructura de los órganos sexuales
apartado a cuestiones demográficas. Lo titula “La estadísti- y de los actos de que están encargados o que se enlazan
ca sanitaria como indicador de los progresos de la higiene con sus funciones” (Sánchez, 1882, 135).
práctica. Idea de la mortalidad y natalidad en España”. En
él explica la interesante aportación de la estadística para la A partir de esa línea argumental, algunos textos del si-
medida higiénica e inserta tres cuadros numéricos, relativos glo XIX inciden en las diferencias no sólo fisiológicas, sino
respectivamente a la natalidad y mortalidad en España de personalidad y capacidad intelectual, hasta llegar a
desde 1900 hasta 1918 y al aumento de la población desde definir a la mujer como un complemento de la especie
1822 hasta 1920 (Alvarado, 1929, 144). humana, pues “predominan en ella las facultades afectivas,
así como en el hombre las intelectuales. Tiene el sueño
Para finalizar este apartado traeremos a colación la “Con- más largo y más frecuente, pero turbado con frecuencia
clusión” que algún autor, como Manuel Mir y Navarro, por ensueños. En vista de estas diferencias, no es fácil
incluye como colofón de su libro: acomodar los preceptos higiénicos a la índole especial de
la mujer que es el complemento de la especie humana”
A las sucintas nociones de Higiene expuestas en este libro, (Pérez Mínguez, 1871, 210).
pondremos punto final con la siguiente conclusión: los in-
dividuos sanos conservarán su salud no abusando del don Martínez-Vigil establecía tres diferencias respecto al sexo:
precioso que poseen y conformándose con los sencillos y físicas, intelectuales y morales. En relación con las físicas,
nada tiránicos preceptos de la Higiene; además todo pue- afirmaba que las mujeres finalizaban su desarrollo antes
blo bien constituido debe tener una legislación higiénica lo que los hombres debido a que eran más pequeñas y de
más perfecta posible y cumplir fielmente cuanto en ésta se constitución menos fuerte. En cuanto a las diferencias
prescriba (Mir, 1902, 358). intelectuales, habla de “la supremacía del hombre”, con-
siderándole más inteligente, razonador y justo que las
mujeres (Martínez-Vigil, 1883, 498). Incluso las diferen-
cias fisiológicas sirven de justificación a algún autor para
Diferencias de género y connotaciones morales considerar a la mujer en un plano inferior al hombre y con
propensión a dejarse llevar por las pasiones:
La primera apreciación general que se podría hacer al
respecto es que en la mayoría de los libros examinados se El encéfalo es mayor en el hombre que en la mujer [...]; indi-
aprecian distinciones relacionadas con el género y también cio cierto de la mayor aptitud del primero para los trabajos
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científicos e intelectuales, y de la segunda para los actos méstica, dirigido a un público femenino (Riquelme y Vi-
referentes a la sensibilidad y motilidad; la imaginación de la llalba, 1913)4, en el que encontramos abundantes huellas
mujer es viva, y a veces exaltada; su lenguaje expresivo; es de las diferencias de género. Nos ha llamado la atención,
ligera en sus apreciaciones, voluble, más clemente que justa, dada la condición intelectual de la autora, profesora de la
apasionada y propensa a la vanidad. El hombre es más razo- Escuela Normal Central de Maestras y participante des-
Significativas son también afirmaciones contenidas en En la pubertad, la diferencia tanto física como moral es ya
algunos libros publicados en el siglo XIX, en los que se marcadísima, y si en las facultades intelectuales hay igual-
dicen cosas tales como que “el sexo exige también que la dad, indudablemente por su musculatura, su vigor y toda su
alimentación sea diferente en cantidad y calidad. Como la constitución el hombre representa la fuerza y la mujer el
mujer no ejecuta trabajos tan rudos ni tan penosos como sentimiento; el primero resiste mejor a la fatiga y al trabajo;
el hombre porque su vida es más sedentaria, ha de bastarle la segunda al dolor, que la encuentra siempre enérgica, y
por consiguiente una alimentación menos abundante que aún cuando esta diferencia pueda achacarse a la distinta
la que necesita el hombre” (González, 1883, 183). Es una educación de cada sexo, debe tomarse por regla general que,
muestra más de la consideración de las mujeres como un aunque pese a las señoras feministas, la igualdad física de
colectivo de idénticas, que asimila el tipo de actividades los dos sexos es un absurdo, al paso que moralmente están
propias de las mujeres de clase media y alta del siglo XIX de su parte todas las ventajas; por eso domina la más débil
con las tareas y actividades desempeñadas por las traba- mujer al fuerte varón.
jadoras tanto rurales como urbanas, quienes, además de
realizar las tareas domésticas, trabajaban en el campo, en Como texto dirigido a las jóvenes de su época, resultan
la fábrica o en el taller. curiosos algunos consejos higiénicos referidos a algunas
prendas de vestir, como el corsé, que según la autora es la
Particular consideración nos ofrece el libro de Adela Ri- prenda femenina contra la que más clamaban los higie-
quelme y Ricardo Villalba sobre Higiene y Economía do- nistas con mucha razón, pues “el afán de llevar hasta la
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exageración la finura del talle y de querer dar al cuerpo Igualmente, son reveladores del sentido moralizador atri-
distinta forma de la que le dio la naturaleza, comprimiendo buido a la higiene las afirmaciones de que por la herencia
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órganos importantísimos, da por resultado deformidades y la lactancia se transmiten las enfermedades; algo similar
permanentes y enfermedades incurables” (Riquelme y Vi- sucedía con las pasiones. En este sentido, este texto enlaza
llalba, 1913, 208). O también sobre los zapatos y, en con- con las opiniones emitidas por otros autores, en los textos
SALUD Y EDUCACIÓN. REFLEXIONES EN TORNO A LA HIGIENE EN LOS TEXTOS PARA LA ENSEÑANZA SECUNDARIA
creto, los tacones altos, cuyo uso critica pues “dificultan que dedican un apartado a la puericultura6, en los que se
el andar, semejando la marcha los saltitos de un pato, y hacen insistentes recomendaciones a las madres sobre la
deforman los dedos, que van comprimidos contra la pun- lactancia directa a sus hijos, en detrimento de la lactancia
tera del calzado. Es necesario que el pie mande al calzado, artificial o la llamada lactancia mercenaria7. Según dice
no la inversa, que siempre será perjudicial y antiestético” Riquelme: “Es pues conveniente que no ignoren las madres
(Riquelme y Villalba, 1913, 209). que la envidia, la pereza, la embriaguez y cualquier otra
pasión puede ser transmitida a sus hijos, teniéndolo muy
La influencia moralizadora de la Higiene se constata en presente al hacer la elección de nodriza, cuando por des-
diversos textos (Martínez Vigil, 1883, Rubio y Alberto, gracia, no puedan ellas ejercer estas funciones por causas
1897 y Riquelme, 1913), en los que se funden la corriente verdaderamente justificables” (Riquelme, 1913, 282).
higienista con la moralidad propia de la religión católica,
mediante la cita de pasajes evangélicos: “Moisés en la ley Otras reflexiones relacionadas con el sentido moralizador
antigua y Jesucristo reformando aquélla con la ley nueva de la higiene las encontramos en los textos que dedican un
del Evangelio, regenerando a la humanidad, condena los espacio a los sentimientos y pasiones, como por ejemplo
vicios y ensalza las virtudes, elevando a preceptos religio- el de Manuel Mir y Navarro, publicado a comienzos del
sos, algunas reglas higiénicas y estableciendo que el bien siglo XX, en el que se habla de “los medios para prevenir
moral es siempre higiénico, que lo que favorece el alma, y curar las pasiones y la división de los mismos en pre-
también favorece el cuerpo, perjudicando a éste lo que ventivos y curativos”, a lo que añadía el autor que unos y
aquélla perjudica” (Rubio, 1897, 530). Concretamente, el otros pueden a su vez dividirse en legislativos, religiosos,
capítulo XL del libro de Riquelme denominado “Medios higiénicos y terapéuticos (Mir, 1902, 214).
para evitar o corregir el desarrollo de las pasiones” es
significativo en este sentido, ya que se hacen afirmaciones
como la siguiente: “La medicina, auxiliada por la religión,
que purifica y eleva el espíritu, puede evitar que las pasio- Conclusiones
nes lleguen a imperar” y termina el libro con la siguiente
recomendación5: “Los consejos higiénicos mantienen las Gran parte de los autores de los textos estudiados eran
necesidades del hombre entre sus debidos límites; las leyes médicos o doctores en ciencias que ejercían como catedrá-
imponen al cuerpo social un justo freno y la religión señala ticos de institutos de segunda enseñanza. En cuanto a los
al ser racional el camino que ha de seguir para que, so- aspectos formales, hay que señalar que tanto la mayoría
breponiéndose a la materia, domine con enérgica voluntad de las portadas como las páginas interiores eran sobrias
sus inmoderados deseos. Querer es poder, si se quiere con y, salvo excepciones, carecían de ilustraciones o gráficos
energía” (Riquelme y Villalba, 1913, 285). que favoreciesen la comprensión de los contenidos. En el
siglo XX, algunos autores intentaron mejorar el aspecto
Dentro de esta vertiente, Martínez-Vigil se atrevió a crear didáctico, de esta forma publicaron algunos textos con un
toda una doctrina sobre las diferentes características mo- contenido menos denso y, por ende, más fácil de asimilar
rales de cada temperamento. En cuanto a la moralidad de por el alumnado, con ilustraciones en color, fotografías y
las mujeres, interpretaba que al ser más débiles y sensibles algunos ejercicios prácticos.
les afectaban más que al hombre las impresiones físicas o
morales que recibían, pero llegaba a la conclusión de que La mayoría de los textos del siglo XX coinciden en definir
había más viudas que viudos y más viejas que viejos, por- a la higiene como el arte o la ciencia de la salud, con lo
que las mujeres estaban dotadas de una mayor resignación que unían ambos conceptos, que en el siglo XIX servían de
moral y de “menor aprensión intelectiva”. definición de manera aislada. Con respecto a la clasifica-
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ción de la Higiene, casi todos los autores se decantan por nuevos modelos estructurales, más pragmáticos. Otros as-
definirla en pública y privada y, dentro de esta última, en pectos de interés en estos últimos son el tratamiento más
general y especial. Sin embargo, hay algunos que utilizan exhaustivo de la estadística y, por tanto, de la demografía,
de manera excepcional, los términos de higiene individual de igual manera que de la Higiene escolar, rural y urbana,
o eugenésica, social, psíquica, sanitaria, internacional, etc. en los que se concedía especial importancia al factor pú-
Por lo que se refiere a la estructuración de los contenidos, Finalmente se constata en el análisis de los manuales de
va en paralelo al concepto y clasificación de la Higiene, Higiene, empleados en la enseñanza secundaria, abundan-
que cada autor tuviera. En aquellos textos, cuya prime- tes connotaciones referidas a las diferencias de género
ra edición es del siglo XIX, los contenidos se estructuran en su tratamiento, así como a la influencia moral, que
atendiendo al sujeto y objeto de la Higiene, mientras que, especialmente algunos autores conceden a la divulgación
en los editados en el primer tercio del siglo XX aparecen y enseñanza de los preceptos higiénicos.
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a quienes separaban algunos años, Casas Abad, S. (1897): Nociones de Fisio- Montells y Nadal, J. (1869): Elementos de
también tenían posturas diferentes. logía e Higiene, Madrid, Imprenta de Fisiología e Higiene, Sevilla, Estab. Tip.
5 Este extremo también se argumenta- Hernando y Compañía. de El Círculo Liberal.
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ba en el programa de Sandalio de Pe- Cendrero Curiel, O. (1932, 6.ª ed.): Curso Moreno, P. L. y Viñao, A. (2000): “Intro-
reda, en 1869, al decir que la religión, elemental de Historia natural: Zoolo- ducción”, Áreas. Revista de Ciencias
SALUD Y EDUCACIÓN. REFLEXIONES EN TORNO A LA HIGIENE EN LOS TEXTOS PARA LA ENSEÑANZA SECUNDARIA
la ley y la medicina se aunaban para gía, Santander, Aldus. sociales, n.º 20.
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524 ARBOR Vol. 187 749 mayo-junio [2011] 513-524 ISSN: 0210-1963 doi: 10.3989/arbor.2011.749n3005