El Monopolio
El Monopolio
El Monopolio
El monopolio es el caso extremo de competencia perfecta, debido a que existe una única
empresa que produce el producto y como consecuencia, no existe ninguna competencia. Esto
implica que, además, el monopolista tenga una gran capacidad para marcar el precio que
mayores beneficios le proporcione.
El grado de poder de mercado de una empresa está dado de manera casi exclusiva por la
forma de la curva de demanda que enfrenta (elasticidad demanda precio). Cuanto más
insensibles sean las cantidades demandadas a los cambios en los precios, mayor será la
capacidad de la empresa de fijar mejores precios sin resignar cantidades.
La regla general es que, para aumentar su precio, el vendedor con poder de mercado debe
estar dispuesto a resignar parte de la cantidad que puede vender, y por lo tanto su decisión
debe ser tomada teniendo en cuenta esa relación, es decir la demanda de su producto. El
monopolista puede decidir la cantidad que ofrece al mercado o el precio que pone al producto
(son precio-oferentes), pero no ambas, pues es la demanda la que da respuesta a cuál es el
precio que están dispuestos a pagar esa cantidad los consumidores.
El ingreso marginal tiene un valor inferior al precio al cual se venden las unidades
comercializadas
Maximización de beneficios
El beneficio de cualquier empresa es igual a la diferencia entre ingresos totales, IT, y costes
totales CT:
Para maximizar sus beneficios, el monopolista elige producir una cantidad Qu para la cual el
1Mg es igual con el CMg de producir su producto.
La diferencia con la competencia perfecta es los ingresos marginales, es decir la demanda que
enfrenta el monopolio.
Los ingresos totales son el producto de la (inversa) demanda y el precio. Entonces, los ingresos
marginales incluyen el efecto de la demanda, que es negativo.
Por tanto, el poder de mercado del monopolista no es ilimitado. La demanda del producto pose
un límite y determina el precio (o la cantidad) cuanto el monopolista controla la cantidad (o el
precio).
Demanda del monopolio
Solo cuando 𝜀 ≥ 1 el ingreso marginal no será negativo (área de color verde). Por tanto, el
monopolista nunca operará en el tramo en el que se < 1 (área de color rojo).
El monopolista elige producir una cantidad Q*, para la cual IMg = CMg. Esto implica cobrar un
precio PM* superior al valor que adopta dicho coste marginal para la cantidad QM*.
El monopolista cobra un precio PM superior al valor que adopta dicho coste marginal para la
cantidad QM, PM > CMg.
Como vemos esto supone una cantidad intercambiada en el mercado inferior a la cantidad de
competencia perfecta y un precio superior. QM < QCP y PM > PCP
Ante la existencia de monopolios, el sector público puede tratar de acabar con ellos o bien
regularlos. En el caso de los monopolios naturales (debidos a economías de escala en la
producción), generalmente, no se restringen, pues como hemos dicho su producción suele ser
eficiente en términos de menores costes. Sin embargo, sí que suelen tomarse medidas como:
a) P = CMg→ Esto lleva a una situación de mayor eficiencia, pues es la regla que utilizan
las empresas precio aceptantes. Sin embargo, si el precio es inferior a los costes medios
el monopolista incurrirá en pérdidas y como consecuencia dejará de producir. Una
posible opción es cubrir la perdida con una subvención que impida el cierre de la
empresa, pero esto tiene un coste público.
b) 1Me = CMe → Esto supone que no haya pérdida para el monopolista. Sin embargo,
pueden surgir algunos problemas de información asimétrica y desfases con la
producción.
2- Imposición: Se somete a la empresa a un impuesto que permita al sector público apropiarse
de parte de sus beneficios, de modo que, el excedente del consumidor obtenido por el
empresario podría serle devuelto, al menos en teoría, a través de la acción del Estado. El
problema surge cuando el monopolista internaliza el impuesto dentro de sus costes y lo
traslada al consumidor. De este modo el consumidor acaba pagando un mayor precio por el
bien y el resultado no mejora. Todo eso depende del tipo de impuesto