Emilio Pradilla Cobos
Emilio Pradilla Cobos
Emilio Pradilla Cobos
www.relateur.org relateur@gmail.com
Observatrio das Metrpoles
www.observatoriodasmetropoles.net
Seminrio Internacional
A Cidade Neoliberal na Amrica Latina: desafios tericos e
polticos.
A la memoria de Emilio Duhau Lpez
La ciudad capitalista en el
acumulacin en Amrica Latina
patrn
neoliberal
de
el desarrollo desigual
particularidades latinoamericanas
del
capitalismo
las
En los distintos grados de desarrollo determinados por la ubicacin de la nacin, la regin y la ciudad en el
patrn de acumulacin vigente en ese momento.
5
En aras del debate terico, podramos incluir a las teoras burguesas que, desde el punto de vista del capital
y los capitalistas, explican su lgica y la de la explotacin de la fuerza de trabajo, desde las clsicas hasta las
neoliberales.
6
Agregaramos, en general, que la modelizacin de los procesos socio-territoriales es un artificio
metodolgico espurio, acientfico, para igualar, generalizar y eternizar estructuras y procesos que solo se
constatan en casos particulares, histricamente datados.
Todo mito ideolgico se asienta sobre algunos hechos de la realidad que se sistematizan, se generalizan, se
magnifican y se convierten en verdad nica e incontestable que no hay que comprobar por que forma parte de
la ideologa social dominante, aceptada por todos independientemente de su lugar en la estructura
econmica, social o poltica, formando parte de la falsa conciencia.
8
Las llamadas economas emergentes, las del grupo BRIC, ejemplifican esta diferenciacin del desarrollo
capitalista entre los pases dominados o atrasados.
como Amrica Latina, esta diferenciacin se acenta, por ejemplo entre Brasil o Mxico y
Hait u Honduras; as, el planeta aparece hoy como una combinacin caleidoscpica, un
mosaico de fragmentos profundamente desiguales en lo econmico, lo social y lo urbano.
La naturaleza capitalista y la vigencia, tambin diferenciada, del patrn neoliberal
de acumulacin impuesto a la mayora de las naciones del mundo por los organismos
multinacionales (FMI, OMC, Banco Mundial) asignan generalidades y rasgos comunes a
nuestras ciudades y las del mundo desarrollado, que son explicadas por las teoras
generales; pero estos rasgos generales tambin se combinan con los heredados del
pasado, de la propia historia particular de las formaciones sociales concretas, y los que
surgen de sus desigualdades de desarrollo, que solo pueden ser explicados por el anlisis
concreto de las realidades concretas y diferenciadas. La presencia histrica en Amrica
Latina de formas y procesos socio-territoriales particulares, ausentes en Europa o los
EUA, como la subsistencia de ncleos indgenas en el campo y la ciudad, las formas de
propiedad colectiva de la tierra periurbana en Mxico 9 (1917 a 1992), la urbanizacin
acelerada entre 1940 y 1980, la autoconstruccin masiva de vivienda popular
generalizada en la regin desde 1940, la formacin y presencia actual de un mercado
informal de suelo urbano, la llamada informalidad10 como actividad laboral de subsistencia
ante el enorme desempleo estructural y la pobreza, la presencia recurrente de dictaduras
militares y regmenes de excepcin en la regin sobre todo en los aos setenta, la actual
diversidad -discursiva o real- de las posturas gubernamentales ante el neoliberalismo, o la
violencia generalizada en las ciudades en la actualidad debida en gran medida al
narcotrfico y su incidencia en la vida cotidiana urbana, nos sirven a la vez para mostrar:
que las teorizaciones y modelos urbanos globales homogeneizantes no tienen validez
9
pata nuestra regin; y que existen rasgos generales propios de la regin, gestados
histricamente y agudizados en el neoliberalismo, que hacen viable la construccin de
explicaciones latinoamericanas de esas particularidades comunes. Tenemos que
entender tambin que an en el contexto regional los procesos entre pases, regiones y
ciudades son desiguales, y que las conceptualizaciones regionales nos explican solo los
rasgos generales y comunes entre ellos y no toda su especificidad.
neoliberal de los subsidios pblicos al campo y la continua expansin urbana sobre las
tierras agrarias. La persistencia de la migracin rural y entre ciudades, que se suma al
crecimiento natural interno, o la integracin de pueblos y pequeas ciudades a las tramas
urbanas, en las nuevas condiciones de la acumulacin de capital, han acelerado los
procesos de metropolizacin y formacin de ciudades-regin11, que se han convertido en
las formas urbanas caractersticas y dominantes del patrn de urbanizacin en el actual
perodo histrico (Pradilla, 2009: 263 y ss.).
Al interior de las metrpolis, asistimos tambin a intensos cambios de la
distribucin territorial de la poblacin derivados de: la periferizacin de la vivienda de
inters social construida por el capital inmobiliario en grandes mega-conjuntos o por los
ocupantes irregulares y autoconstructores; el vaciamiento de poblacin residente de las
reas centrales o los corredores terciarios donde la vivienda es sustituida por actividades
terciarias y por grandes megaproyectos inmobiliarios mixtos destinados a las actividades
empresariales y a vivienda de sectores de altos ingresos (Pradilla, 2010 b). El resultado
son tasas de crecimiento demogrfico muy bajas o negativas en las reas centrales,
mientras en las periferias y en los asentamientos
expansin y re-
Entendemos la ciudad-regin como un gran sistema urbano uni o multi-cntrico, como una trama densa
pero no necesariamente continua, de soportes materiales de infraestructuras y servicios, viviendas,
actividades econmicas, polticas, culturales, administrativas y de gestin, resultante de la expansin
centrfuga de una o varias ciudades o metrpolis cercanas, que articula y/o absorbe a otros asentamientos
humanos en su periferia o a lo largo de las vialidades y transportes que los unen y a las reas rurales
intersticiales; este conjunto est integrado como un todo nico pero contradictorio, por una alta intensidad de
relaciones y flujos permanentes de mercancas, personas, capitales, mensajes e informaciones; en esta
trama, la localizacin de actividades es relativamente indiferente en la medida que sus lugares comparten los
efectos tiles de aglomeracin y las ventajas comparativas (Pradilla, [1998] 2009: 263)
11
El libro de Samuel Jaramillo desarrolla en forma sistemtica, rigurosa y precisa el funcionamiento de las
rentas del suelo agrario, su transformacin en rentas urbanas y las formas que asumen estas en la ciudad
capitalista de hoy, y en particular en la ciudad latinoamericana.
10
11
naturales,
vialidades,
servicios
sociales,
reas
recreativas,
etctera,
Por ejemplo, en la legislacin que define al subsuelo, a las corrientes de agua, o a determinadas tierras
como propiedad de la nacin.
12
La desindustrializacin
metrpolis
la
terciarizacin
informal
de
las
En las ltimas dcadas, los pases latinoamericanos, en particular los de mayor peso
econmico relativo (Brasil, Argentina y Mxico) han sufrido desigualmente lo que Pierre
Salama denomina desindustrializacin relativa prematura, debida a: la baja productividad
del sector fabril; las altas tasas de inters en el mercado especulativo y abierto de
capitales; la apreciacin de sus monedas frente a las divisas internacionales; y la baja
competitividad de sus precios de produccin en el marco del proceso neoliberal de
apertura comercial internacional (Salama, 2012).
Este ha sido el contexto general nacional en el que ha ocurrido una
desindustrializacin
relativa
y/o
absoluta
de
las
metrpolis
latinoamericanas
13
(Portes y Roberts,
2010).
Esta
caracterstica
capital y del trabajo que el industrial; dficit de la balanza comercial del territorio urbano
especfico dada la poca exportabilidad de los servicios; incremento del desempleo urbano;
y cada del nivel de ingresos de los sectores populares al perderse los empleos fabriles
mejor remunerados que los terciarios (Mrquez y Pradilla, 2008).
Los impactos territoriales de ambos procesos combinados han sido: liberacin de
grandes terrenos industriales insertos en la estructura urbana, en muchos casos de alto
precio, y cambio de su uso a terciario o habitacional para sectores de ingresos medios o
altos; terciarizacin de los usos del suelo en reas integradas a la trama urbana donde se
desarrollan los corredores terciarios (ver seccin 2.8.) reemplazando antiguas reas de
vivienda y desplazando a sus habitantes; y multiplicacin de las concentraciones lineales
o zonales de comercio en la va pblica y otras actividades informales, en particular sobre
los ejes viales, los corredores terciarios y reas e inmuebles de gran flujo de peatones y
usuarios como centros comerciales, servicios pblicos, oficinas gubernamentales, lugares
de recreacin, etctera.
2.5.
Desde finales del siglo XIX, el capital financiero resultante de la fusin del capital bancario
y el industrial y comercial, inici su carrera hacia la hegemona como fraccin del capital
en el capitalismo; Amrica Latina no fue la excepcin, gracias sobre todo a la penetracin
del capital bancario extranjero y al crdito internacional solicitado por los sectores pblico
y privado. Desde entonces, ha penetrado profundamente en el funcionamiento de la
economa en su conjunto y en la vida cotidiana urbana a travs del crdito a las personas
y ms recientemente a la proliferacin de las tarjetas de crdito y dbito (Pradilla, 2012).
Su carcter abiertamente especulativo y parasitario ha estado presente en todas las crisis
15
econmicas sincrnicas a nivel mundial de las ltimas tres dcadas, sobre todo en la del
2008 (Rozo, 2010: cap.1).
La fusin entre el capital financiero y el inmobiliario nacional y trasnacional,
determinada por las caractersticas estructurales del sector de la construccin 14, se ha
convertido en la fraccin dominante en la inversin urbana, debido a la disminucin rpida
y la prdida de protagonismo del capital productivo industrial, a que tiende a convertirse
en el nico sector productivo de valor en las metrpolis y al hecho de que crea gran
cantidad de empleo, aunque sea de baja calificacin laboral, de corta duracin, estacional
e inestable y mal remunerado. Por estas razones, los gobiernos urbanos, discursivamente
de distinta ideologa, tienden a otorgar privilegios e incentivar los negocios de esta
fraccin del capital en sus polticas urbanas, lo cual, como veremos en la seccin 2.11,
genera nuevas contradicciones urbanas y una modificacin de los actores en los
movimientos sociales urbanos15.
El capital inmobiliario-financiero expande, casi sin lmites, a las ciudades al adquirir
terrenos baratos y construir viviendas para distintos sectores sociales, incluido ahora el
segmento de viviendas de inters social en mega-conjuntos de micro-viviendas en las
periferias lejanas; al mismo tiempo, re-construye las reas centrales de las ciudades con
sus productos emblemticos: centros comerciales, torres de usos mixtos y
conjuntos
La larga duracin del proceso constructivo de los inmuebles derivada de su ubicacin en un sitio
determinado, como proceso de ensamblaje y el bajo desarrollo de las fuerzas productivas en el sector; y el
largo perodo de recuperacin del precio de produccin del inmueble por su alto costo, lo que implica la
presencia de un agente financiero diferente al promotor inmobiliario: la banca hipotecaria (Pradilla, 2012)
15
Ver el conjunto de trabajos sobre Sao Paulo, Buenos Aires, Ciudad de Mxico, Santiago de Chile y otras
ciudades latinoamericanas incluido en la compilacin de Pereira, 2011.
16
16
17
45 y ss.; Guilln, 1997: 167 y ss.; Pradilla, 2009: cap. II). Estas polticas se han aplicado
desigualmente en el tiempo, la intensidad en los distintos pases19.
En el contexto de una reduccin de la inversin para la formacin bruta de capital
fijo, un bajo crecimiento del Producto Interno Bruto desde 1982 y hasta ahora, y
recesiones recurrentes (CEPAL, 2004 y 2013: 81 a 86; Pradilla, 2009: 312 y ss.), los
impactos sociales ms inmediatos han sido: un reducido crecimiento del PIB per cpita
(CEPAL, 2013: 74), la elevacin de la tasa de desempleo abierto, el crecimiento del sector
informal, la cada del salario real sobre todo en las dcadas iniciales los ochenta y
noventa- cuando imper la hiperinflacin, la prdida de participacin del salario de los
trabajadores frente a la ganancia empresarial en la distribucin de la renta nacional, y una
mnima reduccin de los niveles de pobreza e indigencia urbanas a pesar de los gastos
multimillonarios en programas focalizados en sectores muy vulnerables de corte
fundamentalmente asistencialista (CEPAL, 2013: 78; Tokman, 2007: 294 a 296). La
mejora relativa, desigual segn los pases, del salario real y la distribucin del ingreso
entre salarios y ganancias, registrada en la primera dcada del siglo XXI, parti de niveles
muy bajos, y no ha permitido la recuperacin de lo perdido en las dos dcadas anteriores
(Salama, 2012b: 648). La histrica desigualdad en la distribucin del ingreso y su
concentracin en una minora se han acentuado significativamente en este perodo
(CEPAL, 2013: 78); en este aspecto, deberamos incluir tambin los efectos del
incremento de los flujos de ganancias al extranjero derivados de la trasnacionalizacin del
capital y la liberacin de los flujos de mercancas y capitales (CEPAL, 2013: 97), pues
reducen la reinversin de ganancias y las rentas distribuidas al interior de los pases.
19
La intensidad en su aplicacin fue mucho mayor en las dcadas de los 80 y 90, cuando se aplicaron
simultnea e intensivamente en todos los pases, con frecuencia por gobiernos dictatoriales; disminuy su
intensidad en la primera dcada del siglo XXI en algunos pases gracias en parte a la presencia de gobiernos
democrticos y/o de izquierda, discursivamente anti neoliberales.
18
20
Sobre este tema, en lo terico y factual, ver el trabajo de Francisco Sabatini (2003)
19
desigualdad social, la segregacin territorial y la existencia de barreras fsicas o socioculturales como la violencia, a la movilidad, se ha incrementado a partir de la
multiplicacin de los conjuntos cerrados y cercados para clases medias y altas, el
aislamiento territorial de los mega-conjuntos de inters social, la proliferacin de
vialidades confinadas y segundos pisos viales como barreras fsicas, y las creadas por los
guetos de la violencia urbana (Carrin, 2006).
2.7.
21
Para el caso de la ZMVM, ver: Rubalcava y Schteingart, 2012; y Pradilla (Coord.), 2013).
20
22
Una mayora de automviles privados subutilizados satura las vialidades y el trnsito, circulando o
estacionados, pero transporta a una minora de los viajeros urbanos.
23
En cada ciudad, iniciando en Curitiba, Brasil, se le ha dado una denominacin distinta a este sistema.
21
En las grandes metrpolis y ciudades medias en expansin, emerge una lgica diferente
de estructuracin urbana basada en una trama de corredores terciarios lineales, sobre
grandes ejes de vialidad y de flujos de personas y mercancas, de diversa intensidad de
actividad,
24
Hemos llevado a cabo trabajos empricos sobre la Zona Metropolitana del Valle de Mxico y observaciones
sobre otras ciudades mexicanas que confirman nuestra hiptesis; tambin los recorridos realizados en
algunas metrpolis latinoamericanas nos sugieren que ocurre algo similar en estadios diferentes de desarrollo,
para las que habra que llevar a cabo estudios empricos para confirmarlo.
22
pobres y los empleados formales de bajos ingresos que no pueden acceder a lo vendido
por sus empleadores (Duhau y Giglia, 2008).
2.9.
25
23
24
26
En Mxico, por ejemplo, se mantiene vigente la Ley de Planeacin Democrtica aprobada en 1983, cuando
se iniciaban las reformas neoliberales que la haran ineficaz, la cual contiene la obligacin de cada nuevo
gobierno Federal, Estatal o Municipal de elaborar Programas Generales de Desarrollo y de Desarrollo Urbano.
27
Poco significativas en relacin con los problemas socio-territoriales a enfrentar, o simplemente resultantes
de las modas o mitos del la modernizacin neoliberal.
25
aunque tengan que afectar ms a los sectores mayoritarios o, an, a sectores medios y
altos en sus barrios y colonias.
2.11. Las dinmicas de los movimientos sociales en las metrpolis
A pesar de la agudizacin de las contradicciones sociales urbanas, los movimientos
urbanos populares se han debilitado relativamente, muy desigualmente en el tiempo y el
territorio segn los pases y ciudades, en lo que se refiere a sus reivindicaciones
histricas de tierra, vivienda y servicios, bajo los impactos del cambio de funcin del
Estado, el clientelismo poltico sobre todo de los partidos locales de izquierda, las
nuevas polticas asistencialistas de vivienda, o la presencia y prcticas desmovilizadoras
de muchas ONGs; sin embargo,
movilizacin como la reivindicacin del derecho a la ciudad, o la defensa ante los megaeventos y sus impactos sobre la vivienda popular en Brasil en los aos 2012 y 2013.
La novedad actual es que la articulacin estrecha entre gobiernos locales y capital
inmobiliario-financiero, en los mega-proyectos urbanos pblicos y privados (grandes
conjuntos de usos mltiples y/o cerrados, vialidades confinadas y elevadas, inmuebles y
complejos para los mega-eventos, etctera), o en las intervenciones privadas de reproduccin, renovacin y verticalizacin urbana, afecta crecientemente a sectores medios
y altos en sus lugares de vivienda y ha llevado a la integracin de estos sectores, puntual
y fragmentdamente, a movimientos de oposicin, a la vez, al capital inmobiliario y a los
gobiernos locales (Para la ZMVM, ver Pradilla, Moreno y Mrquez, 2012 b).
En el perodo, se han operado dos desplazamientos significativos en la
reivindicacin y la confrontacin social por razones urbanas o urbanizadas. En primer
lugar, la aparicin de mltiples movimientos interclasistas
movimientos
como
procesos
colectivos,
hacia
la
participacin
ciudadana,
individualizada, controlada y restringida por el Estado y sus regulaciones, sin que este le
otorgue un papel decisorio en la gestin urbana, dominada por burocracias polticas
neoliberalizantes; este desplazamiento
clasistas, al tiempo que evadir la toma de conciencia de una participacin que trasforme a
la sociedad y la ciudad28.
2.12. La violencia y la vida cotidiana en la ciudad
En las tres dcadas transcurridas desde la gran crisis econmica de 1982, las ciudades
latinoamericanas se han hecho cada vez ms violentas, dando lugar a un imaginario
social del miedo, sobre todo urbano, al reconocimiento social de espacios del miedo29 y
a modificaciones sustantivas de las prcticas sociales cotidianas urbanas en funcin de
uno y otros: rutas de desplazamiento, lugares de recreacin, cierre de calles en reas de
vivienda, multiplicacin de inmuebles y unidades de vivienda cerradas y amuralladas,
controles de policas privadas, uso de centros comerciales en lugar de la calle y las plazas
pblicas, etctera (Carrin, 2006).
Aunque no podemos caer en el simplismo lineal de asignar al neoliberalismo como
patrn de acumulacin la causalidad del fenmeno de la agudizacin de la violencia, si
podemos constatar que ella ha ocurrido en este periodo.
28
Sobre estos temas, es muy significativo y til el trabajo crtico de Sergio Tamayo (2010)
Ciudades enteras consideradas violentas, incluidas en rankings mundiales, como Ciudad Jurez o
Monterrey en Mxico, o mbitos territoriales como los Centros Histricos en general, las favelas en las
ciudades brasileas, Tepito o partes de la Delegacin Iztapalapa en la ciudad de Mxico, el bronx bogotano,
por ejemplo.
29
27
30
28
otro, pues an es sostenido por los pases hegemnicos y los empresarios trasnacionales,
grandes beneficiarios de su carcter especulativo y expoliador.
Lo que se mantiene es el imperativo y las determinaciones de las relaciones
tcnicas y sociales del modo de produccin capitalista, el dominio y la explotacin del
trabajo asalariado y otras clases dominadas, por el capital, como la base de la
acumulacin de riqueza; y por lo tanto, el carcter capitalista como lo general de las
formas urbanas en los sucesivos patrones de estructuracin.
Las ciudades capitalistas latinoamericanas que tambin han asumido diferentes
estructuras y morfologas a lo largo de su historia, adquieren ahora las caractersticas, los
rasgos generales del neoliberalismo. Sin embargo, a pesar de que comparten estos
rasgos, no podemos confundirlas con las ciudades de las sociedades de los pases
hegemnicos en el mundo capitalista, porque ellos son formaciones sociales concretas
diferentes, con historias distintas, y porque ocupan una posicin distinta, dominante, en la
cadena de depredacin del mundo capitalista; debemos, tenemos que explicarlas en su
particularidad social e histrica, sin caer en el recurso fcil de utilizar las interpretaciones,
validas o no, que explicaran a las ciudades del capitalismo avanzado, y menos an las
mitologas neoliberales de moda, espuriamente generalizadoras.
A lo largo de este texto, que se sustenta en la investigacin original desarrollada
por muchos investigadores urbanos latinoamericanos, citados algunos, muchos otros no
debido a la dictadura del tiempo y la extensin, hemos tratado solamente de articular
entre s algunas de las formas y procesos econmicos, sociales, ideolgicos y territoriales,
presentes en las realidades urbanas latinoamericanas, resaltando tanto sus rasgos
comunes como sus particularidades y sus diferencias con las formas y procesos urbanos
que se han desarrollado en los pases dominantes del capitalismo y, en algunos casos,
sus propias diferencias.
29
30
31
JARAMILLO GONZLEZ, Samuel, 2009, Hacia una teora de la renta del suelo urbano,
Universidad de los Andes, Bogot, Colombia.
KALMANOVITZ, Salomn, 1977, Ensayos
dependiente, Pluma, Bogot, Colombia.
sobre
el
desarrollo
del
capitalismo
32
PRADILLA COBOS, Emilio, 2009, Los territorios del neoliberalismo en Amrica Latina.
Universidad Autnoma Metropolitana, Xochimilco y Miguel ngel Porra Editor, Mxico
DF, Mxico, 2009
PRADILLA COBOS, Emilio, 2010, Mundializacin neoliberal, cambios urbanos y polticas
estatales en Amrica Latina, Caderrnos Mtropole, nm. 24, 2 semestre 2010,
Observatorio das Metrpoles, Sao Paulo, Brasil.
PRADILLA COBOS, Emilio, 2010b, Teoras y polticas urbanas: Libre mercado mundial o
construccin regional?, Revista Brasileira de Estudos Urbanos e Regionis, vol. 12, nm. 2,
novembro 2010, Sao Paulo, Brasil.
PRADILLA COBOS, Emilio, 2011, Zona Metropolitana del Valle de Mxico: una ciudad
baja, dispersa, porosa y de poca densidad, en Emilio Pradilla Cobos (Comp.), 2011,
Ciudades compactas, dispersas, fragmentadas , Universidad Autnoma Metropolitana,
Xochimilco y Miguel ngel Porra Editor, Mxico DF, Mxico.
PRADILLA COBOS, Emilio, 2012, Formas productivas, fracciones del capital y reconstruccin urbana en Amrica Latina, Universidad Autnoma Metropolitana, Indito,
Mxico DF, Mxico.
PRADILLA COBOS, Emilio y Ricardo A. Pino Hidalgo, [2002] 2004, Ciudad de Mxico: de
la centralidad a la red de corredores urbanos, Anuario de Espacios Urbanos 2004,
Universidad Autnoma Metropolitana, Azcapotzalco, Gernika, Mxico DF, Mxico.
PRADILLA COBOS, Emilio, Felipe Moreno Galvn y Lisett Mrquez Lpez,
2012,Cambios econmicos y morfolgicos en la Zona Metropolitana del Valle de
Mxico, en Emilio Duhau (editor), 2012, Ciudad de Mxico: la construccin permanente
de la metrpoli, OLACCHI, Quito, Ecuador.
PRADILLA COBOS, Emilio, Felipe Moreno Galvn y Lisett Mrquez Lopez, 2012b,
Changements conomiques, sociaux et morfhologiques dans la zone mtropolitaine de la
Vale de Mexico (1980-2010), en Luc-Normand Tellier y Carlos Vainer (Comps.), 2012,
Mtropoles des Ameriques en mutation, Presses de lniversit de Quebec, Quebec,
Canada.
PRADILLA COBOS, Emilio (Coord.), Claudia C. Carpynteiro, Laura O. Daz Flrez, Celia
Hernndez Diego, Frida G. Nemeth Chapa, Felipe de J. Moreno Galvn, Ricardo A. Pino
Hidalgo, Emilio Pradilla Cobos, Carolina Santiago de la Cruz y Carolina Valderrama Ros,
2012, Zona Metropolitana del Valle de Mxico: cambios demogrficos, econmicos y
morfolgicos, Proyecto CONACYT-UAM parte I, indito, Mxico DF, Mxico.
PRADILLA COBOS, Emilio (Coord.), Hernn Barrera Meja, Laura O. Daz Flores, Celia
Hernndez Diego, Fausto Fabrizio Marin Robles, Felipe de Jess Moreno Galvn,
Ricardo A. Pino Hidalgo, Emilio Pradilla Cobos, Carolina Santiago de la Cruz, 2013, Zona
Metropolitana del Valle de Mxico: cambios sociales, Proyecto CONACYT-UAM parte II,
indito, Mxico DF, Mxico.
33
34