Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

epidemiologioa del colera

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

A Datos y cifras

 El cólera es una enfermedad diarreica aguda que puede causar la muerte en


cuestión de horas si no se trata.
 El cólera es una enfermedad de la pobreza que afecta a las personas con un
acceso insuficiente al agua potable y a un sistema de saneamiento básico.
 Los conflictos, la urbanización no planificada y el cambio climático
aumentan el riesgo de cólera.
 Los investigadores calculan que cada año hay en el mundo entre 1,3 y
4 millones de casos de cólera, y entre 21 000 y 143 000 defunciones por esta
causa.(1)
 La mayoría de los infectados no tienen síntomas o tienen síntomas leves y
pueden ser tratados de forma satisfactoria mediante soluciones de
rehidratación oral.
 Los casos graves necesitan ser tratados rápidamente con líquidos por vía
intravenosa y antibióticos.
 El suministro de agua potable y saneamiento básico y las prácticas de
higiene son fundamentales para prevenir y controlar la transmisión del
cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua.
 Las vacunas anticoléricas orales contra el cólera deben utilizarse junto con
mejoras en el agua y el saneamiento para controlar los brotes de cólera y
para prevenir la enfermedad en zonas de alto riesgo.
 En 2017 se puso en marcha una estrategia mundial para el control del cólera,
denominada «Poner fin al cólera: hoja de ruta mundial para 2030» (Ending
Cholera: a global roadmap to 2030), cuyo objetivo es reducir las muertes por
la enfermedad en un 90%.

Panorama general
El cólera es una enfermedad diarreica aguda causada por la ingestión de
alimentos o agua contaminados con el bacilo Vibrio cholerae. El cólera sigue
siendo una amenaza mundial para la salud pública y un indicador de inequidad y
falta de desarrollo social.

Síntomas
El cólera es una enfermedad extremadamente virulenta que se transmite por la
ingestión de alimentos o agua contaminados (2). El cólera puede causar una grave
diarrea líquida aguda y las formas graves de la enfermedad pueden causar la
muerte en cuestión de horas si no se tratan.

La mayoría de las personas infectadas por V. cholerae no presentan síntomas; sin


embargo, la bacteria está presente en sus heces durante los 1 a 10 días
siguientes a la infección y vuelve al medio ambiente, con el consiguiente riesgo de
infección de otras personas.

La mayoría de los casos sintomáticos tienen síntomas leves o moderados. La


aparición de los síntomas puede tardar entre 12 horas y 5 días. Una minoría de los
pacientes presenta diarrea líquida aguda con deshidratación grave, que puede ser
letal si no se trata.

Antecedentes
A lo largo del siglo XIX, el cólera se propagó por el mundo desde su reservorio
original en el delta del Ganges, en la India. Seis pandemias posteriores mataron a
millones de personas en todos los continentes. La actual (séptima) pandemia
comenzó en Asia meridional en 1961 y llegó a África en 1971 y a las Américas en
1991. En la actualidad, el cólera es endémico en muchos países.

Cepas de Vibrio cholerae


Hay muchos serogrupos de V. cholerae, pero solo dos —O1 y O139— causan
brotes. El O1 ha sido el causante de todos los brotes recientes. El O139, que se
identificó por vez primera en Bangladesh en 1992, causó brotes en el pasado,
pero recientemente solo se ha identificado en casos esporádicos y siempre en
Asia. No hay diferencias entre las enfermedades causadas por uno y otro
serogrupo.

Epidemiología, factores de riesgo y carga de


morbilidad
El cólera puede ser endémico o epidémico. Se consideran endémicas las zonas
en que, en los últimos tres años, haya habido casos confirmados de cólera con
evidencia de transmisión local, lo que significa que los casos no son importados de
otros lugares. Los brotes/epidemias de cólera pueden producirse tanto en países
donde la enfermedad es endémica como en países donde habitualmente no haya
cólera.

La transmisión del cólera está estrechamente ligada a un acceso insuficiente a


agua limpia y a instalaciones de saneamiento. Las zonas de riesgo típicas son las
barriadas periurbanas y los campos de desplazados internos o de refugiados.

Las consecuencias de una crisis humanitaria —como la interrupción de los


sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento o el desplazamiento de
poblaciones a campos inadecuados y superpoblados— pueden aumentar el riesgo
de transmisión del cólera si la bacteria ya está presente o se introduce. Nunca se
han producido epidemias a partir de cadáveres no infectados.
El número de casos de cólera notificados a la OMS se ha mantenido elevado en
los últimos años. A lo largo de 2023 se notificaron 535 321 casos en 45 países, de
los que 4007 fueron mortales (3). La discrepancia entre estas cifras y la carga
estimada de morbilidad se debe a que muchos casos no se registran por las
limitaciones de los sistemas de vigilancia y el temor a las repercusiones en el
comercio y el turismo.

Prevención y control
La clave para controlar el cólera y reducir el número de muertes consiste en
adoptar un criterio multidisciplinario basado en la vigilancia, el agua, el
saneamiento y la higiene, la movilización social, el tratamiento y las vacunas
anticoléricas orales.

Vigilancia
La vigilancia del cólera debería formar parte de un sistema de vigilancia integrada
de enfermedades que incluya la recogida de datos en el ámbito local y el
intercambio de información en el ámbito mundial.

La detección de un supuesto caso de cólera se basa en la sospecha clínica en


pacientes a partir de 2 años de edad con diarrea líquida aguda y deshidratación
grave o que fallecen por diarrea líquida aguda.

Las pruebas de diagnóstico rápido pueden ser una herramienta útil para detectar
los brotes de cólera; sin embargo, para confirmar el diagnóstico, se envían
muestras de heces a un laboratorio para confirmar la presencia de V. cholerae O1
u O139 mediante cultivo o mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

El seguimiento de un brote de cólera se realiza mediante la notificación de los


pacientes con diarrea líquida aguda y la realización de pruebas periódicas a un
subconjunto de esos pacientes.

La capacidad local para detectar (diagnosticar) y monitorear los casos de cólera


(recabar, compilar y analizar datos) es fundamental para un sistema de vigilancia
eficaz y para la planificación de las medidas de control.

Se alienta a los países afectados por el cólera a que refuercen la vigilancia de la


enfermedad y la preparación nacional para detectar y responder rápidamente a los
brotes. Con arreglo al Reglamento Sanitario Internacional (RSI), ya no es
obligatorio notificar todos los casos de cólera. Sin embargo, los eventos de salud
pública relacionados con el cólera siempre deben evaluarse en función de los
criterios establecidos en el Reglamento (anexo 2 del RSI, instrumento de decisión)
para determinar si es necesaria una notificación oficial.
La orientación sobre vigilancia

También podría gustarte