Resumen Segundo Parcial
Resumen Segundo Parcial
Resumen Segundo Parcial
El trueque es la forma más simple de intercambio comercial. Para que el mismo pueda ser llevado
a cabo, ambos deben poseer propiedad sobre el bien que desean ofrecer para el intercambio.
Además, ambos deben poseer una disponibilidad excedente de los bienes. A su vez, cada una de
las partes debe estar informada o conocer la existencia de la otra y de los bienes que posee. Los
bienes deben ser valorados en orden inverso por las dos partes o, en otras palabras, debe existir
una doble coincidencia de necesidades.
La moneda cumple la misma función social de facilitar los intercambios, de la misma forma que
sucede en los nodos del trueque. El mercado es social por definición ya que se trata simplemente
de un nodo gigante donde la gente se encuentra en numerosos lugares para intercambiar.
El dinero surge, siguiendo a Mises, “simplemente porque los individuos adquieren un cierto bien
no para consumirlo ni para dedicarlo a ulterior producción, sino pensando que en el futuro se
desprenderán del mismo para realizar otro intercambio. Cuando la gente procede así con respecto
a determinado bien, éste adquiere la categoría de medio de intercambio, y tan pronto comienza a
ser comúnmente utilizado como tal, se transforma en dinero”
1) Uso generalizado
2) Divisibilidad
3) Homogeneidad
4) Transpirabilidad
5) Durabilidad
6) Estabilidad en el precio
7) Dificultad para la falsificación
En el mercado se percibió que resultaría más práctico acuñar el dinero en forma de monedas,
donde se sellaban la pureza y el peso del metal, así como también el nombre de la casa
emisora.
A medida que se perfeccionaron los procedimientos mercantiles, para evitar los riesgos y la
incomodidad de transportar el dinero mercancía, algunos comerciantes instalaron casas de
depósito a los efectos de brindar el servicio de que la clientela pudiera colocar así sus
monedas. Contra dicho depósito el depositario (valga la redundancia) libraba un recibo por el
monto correspondiente. Dicho recibo primero fue nominativo, transfiriéndose por vía de
endoso, pero sólo un tiempo después, se permitió la extensión al portador. El depositario
cobraba comisiones por el referido servicio, sobre la base de distintos arreglos contractuales.
Estas casas de depósitos luego se conocieron con el nombre de bancos, y los recibos se
denominan billetes bancarios.
Definición el dinero podía ser tanto metálico como de papel. En el primer caso hablamos del
dinero mercancía, y en el segundo de billetes bancarios, pero con reserva en metálico. En el
primer caso hablamos de dinero en sentido estricto, y en el segundo caso hablamos de
sustitutos monetarios perfectos o dinero en sentido amplio.
Préstamo, según la real academia española, es la cosa que se entregue para que la persona
use y después lo devuelva.
Muy distinta es la esencia del contrato de depósito, en donde la disponibilidad de la cosa no se
transmite. En efecto, el contrato de depósito es un contrato de buena fe por el que una
persona, depositante, entrega a otra, depositario, una cosa mueble, para que la guarde,
custodie, y se la restituya en cualquier momento. La obligación del depositante es, aparte de
entregar la cosa, retribuir los gastos del depósito el que lo recibe. La obligación del
depositante es la de guardar y custodiar la cosa recibida, y restituirla de inmediato al
depositante tan pronto como éste se la pida.
En la medida que el banco o el “prestario” preste dinero recibido como depósito a la vista, lo
que estará haciendo es generando una “doble disponibilidad del dinero”, ya que el mismo será
propiedad tanto de quien hizo el depósito original como de quien recibió el préstamo por
parte del banco.
Curso forzoso: según la real academia española, es “la obligación impuesta por el gobierno de
aceptar con fuerza liberatoria de pago de monedas sin valor intrínseco apreciable, títulos del
estado o billetes del banco”. En nuestro caso, se refiere a la decisión de un gobierno de obligar
a que todos los intercambios se realicen en la moneda que el gobierno decide, generalmente
la que el mismo gobierno emite.
Convertibilidad: Condición de las monedas susceptibles de ser cambiadas libremente por oro o
por otra moneda más generalmente aceptada en los mercados mundiales.
De esta manera, podemos afirmar que, en ambos casos, es decir, tanto en el dinero mercancía
como en el dinero Fiat, son estas valoraciones las que determinan el precio del dinero o su
capacidad adquisitiva.
El poder adquisitivo del dinero, al igual que los otros precios de todos los demás bienes y
servicios económicos, dependen de la oferta y la demanda.
La demanda de dinero
Hans Sennholz: “Le gente trabaja y posterga el goce de otros bienes económicos con el fin de
adquirir moneda. A veces demanda de moneda y otras las ofrece, y toda esta oferta y
demanda determinan, finalmente, el poder adquisitivo de la moneda de la misma manera que
se determinan las relaciones de cambio entre otros bienes.”
Los individuos desean tener una reserva de moneda que le dé un valor de intercambio en un
futuro incierto. Algunas personas se contentan con tener relativamente poco dinero de rápida
disposición; otros prefieren guardar grandes cantidades.
Definición: atesoramiento no es lo mismo que ahorro. Al atesorar dinero, por un lado, los
individuos tienen liquidez y pierden el costo de oportunidad o la rentabilidad de invertir el
dinero en un proyecto de inversión. Con el ahorro por otra parte se pierde la liquidez, y se
obtiene una tasa de interés o retorno por la inversión, ya sea en un depósito a plazo o en in
proyecto de inversión concreto.
Pero atendamos ahora a los efectos o consecuencias del atesoramiento sobre el precio del
dinero, o su poder adquisitivo. Al atesorar, se tiende a disminuir la compra de bienes y
servicios haciendo que sus precios tiendan a caer. Como consecuencia, el precio del dinero
sube, o, en otras palabras, se incrementa su poder adquisitivo.
Por el contrario, si se disminuye la cantidad de moneda como reserva, esto es, si se desatesora
dinero, esto implica mayor compra de bienes y servicios, o, en otras palabras, que el precio del
dinero baje, lo cual se traduce en un menor poder adquisitivo del dinero.
Definición: Esto significa que en la medida que la producción de bienes y servicios se altere, se
estará modificando la demanda de dinero. Para ser más precisos, cuanto mayor sea la
producción de bienes y servicios, mayor será la demanda de dinero, y viceversa. Esto obedece
a que la mayor oferta de bienes y servicios hace que el precio de los mismos disminuya, es
decir que el precio del dinero se incremente.
Otro factor lo constituye la población: Cuando ésta crece, por ejemplo, con millones de
individuos que ingresan ene l proceso de producción y están deseosos de tener efectivo,
produce nueva demanda, lo cual, a su vez, tiende a aumentar el poder adquisitivo de la
moneda y a reducir los precios de los bienes. Por el contrario, una población declinante con
una producción que disminuye, tendrá el efecto opuesto.
La oferta de dinero
En el caso del dinero mercancía, representado en la historia económica como el Patrón oro,
debemos notar que el suministro de moneda se circunscribía estrictamente al suministro oro.
Por otro lado, en el caso del dinero Fiat, en donde la moneda está en manos del sistema de la
Banca Central, la autoridad monetaria cuenta con plena libertad para ampliar y contraer la
oferta de dinero a discreción.
Dinero Fiat: es el que existe por decisión del gobierno que lo emite, no promete nada a
cambio, no tiene una “resera” de metales u otras.
Mientras se conservó el patrón oro clásico, el mundo contó con una moneda internacional.
Ella surgió sin tratados internacionales, convenciones o instituciones. Nadie tenía que
preocuparse por lograr que patrón oro sirviera como medio de cambio internacional.
El oro, por sus cualidades naturales impedía a los gobiernos expandir la oferta crediticia
exógenamente, puesto que el otro no podía ser creado de la nada. Si la cantidad total de oro
fuera de un determinado stock, o diez veces mayor, en nada cambiaría a los sujetos actuantes.
Simplemente, el nivel de precios sería en promedio diez veces mayor, pero a través del tiempo
ese stock permaneciera relativamente estable, entonces no habría inflación, no casaría graves
problemas en las finanzas de las empresas y las personas.
Definimos oferta monetaria como la cantidad de medios de pago que hay disponibles en la
economía en un momento dado.
Una mercancía es más o menos líquida si podemos, con mayor o menor perspectiva de éxito,
desprendernos de ella a precios compatibles con la situación económica general, a precios
económicos. Depende de que resulte posible desprenderse de él con facilidad y seguridad, en
cualquier momento y a un precio que se corresponda, o que por lo menos no es incompatible,
con la situación económica general, es decir, al precio económico o aproximadamente
económico.
El efectivo en sí mismo, es el activo de mayor liquidez, con respecto al cual se juzgan los otros
activos. El efectivo, cabe aclarar, está compuesto por los billetes y monedas en circulación,
incluyendo el que los bancos posean como reservas de depósitos.
Un segundo medio de pago, pero con menor liquidez, lo constituyen los depósitos bancarios,
es decir, aquellos depósitos en cuenta corriente (a la vista), caja de ahorro a plazo fijo.
Por convención, son designados mediante una letra “M” y un número. Así M0, o de aquí en
adelante base monetaria, está compuesto por los billetes y monedas en poder del público,
más las reservas bancarias. M1 incluye a MO más los depósitos a la vista. M2 incluye a M1 más
los depósitos de caja de ahorro. Y finalmente M3, incluye a M2 más los depósitos a plazo fijo.
Una conclusión que podemos obtener de este análisis es que, bajo un sistema de Banca
Central, aquellos que deseen ejercer el análisis económico deberán atender a la oferta
monetaria y las estadísticas oficiales de emisión de moneda, de tal forma de comprender las
tendencias económicas del momento.
En primer lugar, comprando y vendiendo bonos en el mercado abierto. Una compra de bonos
por autoridad monetaria conduce a un incremento del stock de dinero de alto poder
expansivo en posesión del público, en tanto una venta de bonos resulta en una declinación de
la base monetaria. Generalmente este tipo de operaciones representa la herramienta más
importante de control monetario que poseen los bancos centrales.
Otra variante es mediante préstamos del sector privado. Estos préstamos pueden hacerse
mediante la ventanilla de descuento. En estados Unidos, la reserva federal (FED) establece una
tasa de interés, conocida como la tasa de descuento, a la cual está dispuesto a prestar dinero a
los bancos comerciales. Los bancos comerciales usan este crédito para ajustar sus reservas de
efectivo o para obtener fondos que a su vez ellos pueden dar en préstamos. Las operaciones
de descuento conducen a cambios en la oferta de dinero de alto poder expansivo. Una tasa de
descuento más baja hace más atractivo para los bancos tomar préstamos en la ventanilla de
descuento y, de este modo, incrementa la base monetaria.
Una tercera variante son las operaciones de cambio, esto es, transacciones en las que el banco
central compra o vende activos denominados en monedas extranjeras. En el caso más simple,
esa operación involucra un intercambio de moneda extranjera por moneda local. En otros
casos, el banco central vende activos que devengan interés con denominación en una moneda
extranjera. Estas transacciones también tienen efectos directos sobre la cantidad de dinero de
alto poder expansivo en la economía. Una compra de activos externos incrementa la oferta de
dinero, mientras que su venta reduce la misma. Las operaciones de cambio ocurren bajo tipo
de cambio fijo o bajo flotación sucia, pero no bajo una floración limpia, en cuyo caso el banco
central no interviene en absoluto en el mercado de divisas.
Por su parte, el Banco central estará provocando una expansión secundaria de dinero, cuando
reduzca los requerimientos de reserva o el encaje con el cual los bancos comerciales tienen la
obligación de operar. Es tiempo entonces de profundizar sobre este punto analizando el efecto
multiplicador que producen los depósitos bancarios.
El balance del banco central: El activo del mismo se compone de créditos al sector privado
(entendiendo como privado a los bancos comerciales), créditos al sector público, reservas
internacionales (representado en divisas, oro, etc.) y activos fijos. Por el otro lado del pasivo,
nos encontramos con el efectivo en poder del público © y las reservas obligatorias de los
bancos comerciales © y las reservas obligatorias de los bancos comerciales (r), que dependen
del requerimiento de reserva o encaje.
Así podemos afirmar que la base monetaria M0 es igual al pasivo del banco central o lo que es
lo mismo, que el respaldo de la oferta monetaria constituido en divisas u oro no pertenece a la
autoridad monetaria, sino que es propiedad de los tenedores de dinero. Ahora, previo a la
creación del primer banco de la historia, la cantidad de dinero, representada por M1 y la base
monetaria eran coincidentes además de iguales al metálico (circulante) en poder del público.
CONSIGNAS
¿Qué importancia o significado tiene el comprender qué es una moneda? ¿Cuál es su condición
intrínseca?
¿Por qué sería un problema que el estado emitiera moneda en tasas superiores a la tasa de
crecimiento de bienes y servicios? ¿Qué tipo de impacto tendría esto en la economía?
Cachanosky sostiene que ese impacto se "disimuló con un constante aumento de la colocación de
bonos, letras y otros instrumentos del BCRA". ¿En qué consistió ese "disimulo"? ¿Y por qué el
autor cree que -de no haber sucedido- el problema hubiera sido mucho peor?
¿Cómo se instrumenta la "fuga de capitales"? ¿Y por qué la fuga de capitales evitaba un proceso
inflacionario?
La balanza comercial es el dato macroeconómico que determina los niveles de ingresos (por
exportaciones) y egresos (por importaciones) de divisas. Se considera que la balanza comercial
tiene saldo positivo cuando las exportaciones superan las importaciones. Siendo así, ¿por qué el
saldo positivo de la balanza comercial [como consecuencia de la exorbitante subida del precio de
las commoditties agropecuarias] implicó una baja en el tipo de cambio?
Macroeconomía
La tasa de interés está íntimamente relacionada con el ahorro, la inversión y la formación del
capital. En primer lugar, para invertir es necesario un período de ahorro previo. Sólo si hay ahorro,
hay inversión. El ahorro es la condición necesaria para la inversión. En segundo lugar, que el
ahorro tiende a ser igual (en cuantía) a la inversión. Y, en tercer lugar, que el interés originario es
un fenómeno no monetario, sino que es un valor subjetivo. Es la diferencia entre el valor que el
sujeto actuante asigna a un bien en el presente y el valor que el mismo sujeto asigna al mismo
bien en el futuro. La cuantía de interés originario tiende a ser directamente proporcional a la
preferencia temporal del sujeto actuante. El interés originario es una implicancia de la acción
humana.
El capital es el medio indispensable para elevar el nivel de vida. Las naciones ricas poseen un
mayor entramado de bienes de capital empresarialmente bien invertidos (en forma de máquinas,
herramientas, ordenadores, edificios, productos semielaborados, etc.) Mientras más tiempo
acumulado en forma de bienes de capital se tenga, mayor posibilidad de encontrarse
temporalmente más cerca de la consecución de fines de un valor superior.
Como vimos anteriormente, la tasa de interés debe reflejar la preferencia temporal de los
individuos. A su vez, como se ha dicho es un factor subjetivo, lo cual implica que encontremos en
el mercado individuos con preferencia temporal muy baja, y otros con preferencia temporal muy
alta. Individuos que están dispuestos a renunciar a consumo presente por un valor adicional a
futuro, u otros que preferirán un valor adicional en el futuro a cambio de incrementar el consumo
presente. De esta manera, los individuos, dotados de una preferencia temporal distinta y
cambiante provocarán múltiples oportunidades para efectuar intercambios mutuamente
beneficiosos.
Denominamos tasa de interés al precio de mercado de los bienes presentes en función a los bienes
futuros. Dado que en el mercado muchas acciones se llevan a cabo utilizando dinero, o como
medio de intercambio generalmente aceptado el tipo de interés viene establecido como el precio
que hay que pagar para obtener un número de unidades que habrá que devolver a cambio,
transcurrido el plazo o período fijado de tiempo.
Así, por ejemplo, si se habla de que el tipo de interés es del 9 por ciento, se quiere indicar que las
transacciones en el mercado se efectuarán de tal manera que es posible obtener hoy 100 unidades
monetarias de inmediato (bien presente) a cambio de comprometerse a entregar 109 unidades
monetarias dentro de un año (bien futuro).
La tasa de interés de mercado no sólo refleja la preferencia temporal de los individuos que
interactúan en sociedad sino también otros dos factores: por un lado, la prima de riesgo que
corresponde a la operación en cuestión y, por último, una prima por la inflación o deflación
esperada, es decir, disminución o incremento esperado en el poder adquisitivo de la unidad
monetaria en la que se efectúan y calculan las transacciones entre bienes presentes y futuros.
Conclusión: Una tasa de interés bruta o de mercado baja promueve una mayor inversión dado que
un número más grande de proyectos se vuelven más rentables. Justamente es este análisis el que
llevan adelante una enorme cantidad de economistas cuando proponen disminuir artificialmente
la tasa de interés. La disminución se produce como consecuencia de expandir el crédito con
emisión monetaria, o bien a través del multiplicador bancario que opera en un sistema de reserva
fraccionaria.
El mercado de fondos prestables, o fondos de capitales, forman parte del mismo diversas
instituciones que cumplen el papel de vinculación entre el ahorro y la inversión. Los bancos son
una referencia obvia, también la bolsa, pero no son los únicos. Los fondos de inversión cumplen
una función similar, no dejan de ser el vehículo por el cual el ahorro de algunos se convierte en
inversión.
El ahorro no puede originarse de otro lado que no sea el consumo. Cada paso que el hombre da
hacia un mejor nivel de vida, se apoya invariablemente en el ahorro previo, es decir, en la anterior
acumulación de las provisiones necesarias para ampliar el lapso temporal que media entre el inicio
del proceso productivo y la obtención del bien listo y apara ser empleado o consumido.
Los bienes ahí acumulados representan, o bien varias etapas del proceso productivo, o bien
artículos de consumo que permiten al hombre abandonar sistemas de producción de menor lapso
temporal, pero de inferior productividad, por otro que, si bien exigen mayor inversión de tiempo,
son de superior fecundidad, sin que la ampliación del plazo productivo obligue a quienes en el
mismo participan a desatender sus necesidades. Denominamos bienes de capital a esos bienes
acumulados. Por ello podemos afirmar que el ahorro y la consiguiente acumulación de bienes de
capital constituyen la base de todo progreso material.
Para Mises los bienes de capital son definidos como etapas intermedias del proceso productivo.
“Cada una de las etapas intermedias, subjetivamente consideradas como tal, en las que se plasma
o materializa todo proceso productivo emprendido por el actor”
Definición: En resumen, el concepto de capital puede ser definido como el valor a precios de
mercado de los bienes de capital, valor que es estimado por los actores individuales que compran
y venden bienes de capital en un mercado libre. Vemos, por lo tanto, que el capital es
simplemente un concepto abstracto o instrumento de cálculo económico, es decir, una estimación
de juicio subjetivo sobre el valor de mercado que los empresarios creen que tendrán los bienes de
capital, y en función del cual constantemente los compran y venden intentando lograr en cada
transacción beneficios empresariales.
Podemos observar que la tasa de interés indica a los empresarios qué nuevas etapas productivas o
proyectos de inversión puede y deben emprender y cuáles no, para mantener coordinados, en la
medida de lo humanamente posible, los comportamientos de ahorradores, consumidores, e
inversiones, evitando que las distintas etapas productivas o bien se queden demasiado cortas o se
alarguen indebidamente.
La producción es un proceso que requiere tiempo, lo cual es medio en el eje horizontal, y por otro,
este proceso se define como una secuencia de etapas que configuran la estructura inter-temporal
(y la heterogeneidad) del capital, lo cual se mide en el eje vertical.
Las consecuencias de un incremento en el ahorro voluntario implican una mayor valoración de los
individuos respecto de los bienes futuros versus los presentes. Esto se traduce en el corto plazo en
una baja de la tasa de interés (se reduce la pendiente del triángulo) en una naja en la tasa de
interés (se reduce la pendiente del triángulo) lo cual a su vez representa dos claras consecuencias
en la estructura inter-temporal de la producción.
La disminución en el consumo es sólo un efecto de corto plazo. Sin Embargo, cuando se cumplían
el alargamiento de la estructura productiva, o más precisamente, cuando se utiliza completamente
dicho ahorro en forma de intervención y el mismo impacta en todo el proceso productivo, se
verifica un aumento real en la producción de bienes y servicios de consumo que, al tener que
venderse a una demanda monetaria más reducida, da lugar, por la combinación de estos dos
efectos dirigidos en el mismo sentido, a una disminución muy significativa de los precios de
mercado de los bienes de consumo, que hace posible el crecimiento en términos reales de los
salarios y, en general, de todas las rentas de los factores originarios de producción.
Los tres gráficos en uno:
En conclusión, un aumento del ahorro voluntario, entendido como un cambio de las preferencias
temporales orientadas hacia el futuro, termina generando un alargamiento en la estructura
productiva, mayor inversión, mayor consumo, mayor salario real, un crecimiento económico
sostenido, desarrollo y mayor bienestar. Este es el camino sano que el liberalismo predica para
todos los países: un desarrollo cuya base se fundamente en un aumento de ahorro voluntario y no
es una expansión crediticia artificial.
Keynes: “La teoría general” 1936. Esgrimió una teoría particular, sólo aplicable a aquellas
circunstancias en las que, por existir con carácter generalizado capacidad ociosa en todos los
sectores de la economía, ésta se encontrará en las fases más profundas de una depresión.
Además, la teoría Keynesiana es sólo aplicable a una economía de corto plazo. Solo está destinada
a economías con desempleo de recursos.
Definición: La demanda agregada se define como la cantidad de bienes y servicios que demandan
los residentes internos a un nivel determinado de precios del producto.
La DA puede representarse como la suma de las demandas por consumo ©, inversión (i) u gasto
público (Gp)
DA= C + I + Gp
En el modelo keynesiano que estamos estudiando, el equilibrio de mercado estará dado por la
intersección de la curva de demanda agregada y la oferta agregada. La economía operará a los
niveles de producción y precios dados por el equilibrio de la oferta y la demanda agregadas.
El consumo estable
Yd = Y – T
C = A + B (Y – T)
I = f (i; e)
Mientras en el primer caso tenemos una relación negativa o inversa, en el segundo caso tenemos
una relación positiva o directa. En pocas palabras, cuanto menor (mayor) sea la tasa de interés,
mayor (menor) será la tasa de inversión. Por otra parte, cuanto mayor, (menores) sean las
expectativas empresariales respecto de la rentabilidad de los proyectos de inversión futuros,
mayor (menor) será el nivel de inversión.
Keynes afirma que el inversor se forma las expectativas en un contexto de completa incertidumbre
y guiado por lo que él mismo denominó los “animal spirits”.
Por otro lado, los inversores pueden recurrir al juicio del resto del mundo (mayoría) para tomar
sus decisiones asumiendo que los demás posiblemente estén mejor informados que ellos. Los
inversores se conforman con desarrollar un pensamiento respecto de la mayoría o respecto del
promedio: “comportamiento de rebaño”.
Él decía que el tipo de comportamientos de los inversores es muy volátil.
En una economía de corte keynesiano tanto el gasto como los impuestos son instrumentos de
política económica, con una clara finalidad estabilizadora. El gasto público se convierte entonces
en un instrumento de estabilización a corto plazo de la economía en manos del gobierno. Su
último objetivo es el de corregir la volatilidad que presenta el gasto de inversión privado (que para
Keynes se comporta de manera caprichosa) para aumentar una demanda agregada la más estable
posible.
Pero eso no es todo. Keynes creía que el gasto público llevaba implícito un efecto multiplicador, es
decir, que un gasto público de 200 podía provocar un aumento de la renta de 1000, ya que los
ingresos generados por el gasto van siendo reutilizados por cada perceptor sucesivo.
Definición: El efecto multiplicador del gasto público podría definirse como el aumento de ingresos
generado por un incremento del gasto público.
Los mercantilistas afirmaban que las recesiones se debían a que no había suficiente dinero para
comprar los bienes ofrecidos. Keynes fue un mercantilista. Uno de los economistas clásicos que el
reivindicó fue Jena Baptiste Say. Say había demostrado que la demanda no depende de la cantidad
de dinero, o, en otras palabras, que la expansión no puede reemplazar la producción.
“La oferta crea su propia demanda”. Dicho sintéticamente, resulta bastante lógico afirmar que “la
producción está siempre antes del consumo”.
El error de Keynes podría sintetizarse justamente en su creencia de que es posible consumir, sin
producir. Keynes jamás comprendió esta Ley.
En el argumento crítico de Keynes podemos observar que la tesis de Say sería una declaración de
que el pleno empleo es la regla. Los siguientes tres puntos resumen su argumentación: 1) La ley de
Say declara que “no hay obstáculos” al pleno empleo; 2) el pleno empleo no existe en nuestra
economía, en conclusión; 3) dada la Gran Depresión, la Ley de Say no aplica a los tiempos en que
Keynes escribe.
Una definición por las causas sería la siguiente: una expansión monetaria por encima de la
cantidad de dinero que demanda el mercado. Si la oferta monetaria aumenta más que la demanda
de dinero, la “consecuencia” es un aumento de los precios, o lo que es lo mismo, una pérdida en el
poder adquisitivo del dinero.
Es decir que, en definitiva, la intensidad del aumento de los precios dependerá del tamaño de
demanda agregada y de lo próximo que se encuentra la economía del pleno empleo.
Inflación de costos
Esta teoría sostiene que el aumento de los costos que enfrentan las empresas empuja el nivel
general de precios hacia arriba. Al hablar de costos estamos incluyendo 1) los costos laborales 2)
los costos de los bienes y servicios adquiridos a otras empresas y 3) los impuestos t costos
financieros.
La inflación estructural
De esta forma, vemos como los estructuralistas defienden una inflación no monetaria, la cual es
consistente con el keynesianismo. Concretamente, estructuralistas y keynesianos coinciden en los
precios no son flexibles a la baja. Así, contradiciendo incluso las leyes de oferta y demanda, la
caída en la demanda de un bien no provocaría una disminución en su precio.
Vemos entonces como Keynes muestra una interpretación contraria a la escuela austríaca de la
economía en cuanto al origen de los ciclos económicos. Mientras que los austríacos, según
veremos más adelante, consideran que las fluctuaciones no pueden ser jamás fruto del libre
proceso del mercado y que deben, necesariamente, ser consecuencia de factores exógenos,
Keynes explica lo contrario apuntando a un fenómeno endógeno, como es la “psicología de los
mercados de inversión” o lo que él llamó los “animal spirits”.
Definimos factores endógenos como aquellos que se originan en virtud de causas internas al
sistema. Es un factor exógeno, aquel que se origina en virtud de causas externas al sistema.
De esta manera vemos como Keynes confunde constantemente las relaciones entre variables y la
causalidad entre ellas. Así como malinterpretó la Ley de Say. Como se observó allí es el ahorro lo
que permite la inversión y el alargamiento en la estructura de la producción, No es la producción
lo que provoca el incremento al ahorro.
El objetivo de la política económica recomendada por Keynes iría entonces destinado, a terminar
con la curva de alzas y bajas y transformarla con políticas activas en la línea recta, esto es, un
crecimiento constante.
En la situación de la crisis del 30, donde había desempleo y depresión, y en la cual la inversión y el
consumo se encuentran por debajo de la FPP, Keynes recomendaría políticas activas destinadas a
aumentar el consumo y la inversión simultáneamente.
Sólo el libre proceso de mercado a través del sistema de precios puede conducir al punto sobre la
FPP que alcanza el pleno empleo y a la vez que es eficiente.
Keynes, al observar los stocks no vendidos y acumulados de las distintas empresas, entendía que la
causa de las crisis del 30 era el resultado de una insuficiente demanda agregada. Si había
desempleo de recursos, la causa necesariamente había que buscarla en el bajo consumo, en la
inestable inversión, en el gasto público y en las exportaciones netas, y no en la oferta agregada o
producción.
En otras palabras, el gobierno debía tomar políticas monetarias expansivas (emitir dinero) para
proveer de liquidez tanto al sector privado, representado por individuos y empresas, como al
sector público, representado por el gobierno. De esta manera, lograría estimular un mayor
consumo, una mayor inversión y un mayor gasto público
Que pondrían en actividad distintos sectores de la economía, que en este momento se
encontraban estancados.
Entendían Keynes y sus seguidores, que un incremento del gasto público sería beneficioso para
una economía deprimida, ya que tendría in efecto multiplicador en la demanda agregada,
logrando así retirar una economía de un estado recesivo y colocarla nuevamente en las sendas del
crecimiento económico.
A donde se observa un alto nivel de desempleo y bajo nivel de inflación, si el hacedor de políticas
públicas, quiere reducir el nivel de desempleo, entonces, mediante una política monetaria
expansiva y en el corto plazo, puede pasar a un desempleo bajo, pero con inflación acelerada. El
hacedor de políticas públicas podría reducir el ritmo de inflación, pero deberá aceptar niveles de
desempleo un poco más elevados.
Este paradigma fue reinante entre 1940 y 1970 hasta que la crisis de finales de los años sesenta
sucumbió fuertemente tanto a los hacedores de políticas públicas como a los teóricos que
abalaban la teoría keynesiana. Los años setenta fueron dominados por una profunda presión
altamente inflacionaria. La experiencia demostraba que el método keynesiano para absorber
desempleo había fracasado: los trabajadores habían aprendido a pedir aumentos en los salarios,
mediante los sindicatos, que al menos les compensen la disminución del poder adquisitivo de su
dinero, de manera que la expansión crediticia y de la demanda efectiva que los keynesianos han
promulgado ha perdido paulatinamente su capacidad de generar empleo y todo ello a costa de
crear distorsiones cada vez más graves en la estructura productiva.
La causa de la inflación
Los austríacos sostienen que la inflación es siempre causada por un fenómeno monetario (pero
hay ciertas diferencias)
Mises en “teoría del dinero y el crédito”: Inflacionismo es aquella política monetaria a aumentar la
cantidad de dinero”. En otras palabras, la inflación es causada por la expansión crediticia
(monetización del crédito público), se mediante expansión primaria del crédito, o sea mediante
expansión secundaria del crédito (lo que refleja en las políticas de encaje). Toda política monetaria
que incremente la cantidad de dinero en el mercado estará provocando inflación.
Mises: “Las continuas alzas y bajas de la actividad económica, la inevitable consecuencia de auges
y depresiones, son los insoslayables efectos provocados por los reiterados intentos de rebajar el
interés bruto de mercado mediante la expansión crediticia. No hay forma de evitar el colapso final
de todo auge desatado a base de la expansión crediticia. Tan solo cabe optar entre provocar más
pronto la crisis poniendo fin voluntariamente a la expansión crediticia o dejar que, por sí solos, el
desastre y la ruina total del sistema monetario produzcan algo más tarde”.
Comercio exterior
El comercio internacional en nada se diferencia del comercio que se lleva a cabo dentro de un
mismo país.
Falacias de doctrinas mercantilistas.
El mercantilismo sostenía que la riqueza consiste en la cantidad de dinero (en esa época, metálico)
que acumulara. Así se afirmaba que convenía estimular las exportaciones y, simultáneamente,
limitar las importaciones a través de derecho arancelarios. Se introdujeron controles cambiarios,
se requerían licencias para comerciar, carnets para agremiarse, se otorgaban privilegios para el
establecimiento de monopolios, se incrementaba impuestos para alimentar la creciente
burocracia, se imponían controles de precios, subsidios y controles estatales de toda naturaleza.
El problema con esta lógica, es que nadie puede comprar si no vende, las ventas se realizan para
poder comprar. Todo este proceso se repite en el comercio exterior, las exportaciones pagan las
importaciones y viceversa. Para importar, previamente hay que exportar. Si las compras más las
salidas de capital de un país exceden sus ventas más las entradas de capital, el balance de ajuste
tendrá signo negativo para saldar operaciones. En resumen, en el proceso de mercado las
transacciones comerciales con el exterior hacen que las cuentas se ajusten a través de la relación
de precios internos-precios externos.
Si a cualquiera de nosotros un tercero nos obliga a mantener cierta cantidad y calidad de bienes en
proporción a cierta cantidad de medios de cambio, nuestro balance también se altera (el control
de cambios significa imponer un precio máximo a una divisa infravalorada y un precio mínimo a
otra sobrevaluada).
A pesar de todos estos esfuerzos, las violaciones eran muy frecuentes (…) cuando se fijaban los
salarios por ley, el resultado era generalmente sueldos más bajos que los que podía haber
establecido el mercado libre.
Finalmente, una maraña de monopolios y privilegios especiales concedidos por favor real,
protegían numerosos artículos contra la competencia abierta y ponían el toque complementario a
la coraza que significaban las reglamentaciones internas.
El gobierno
Las ventajas relativas de cada uno para las diversas tareas se ponen en manifiesto a través de los
precios, la división del trabajo ofrece mayores ganancias aun cuando el mismo sujeto tenga la
ventaja absoluta con respecto a otro, es decir que sea más eficiente en ambas tareas.
El balance comercial incluye las llamadas partidas visibles, es decir, compras y ventas de
mercaderías. Si al balance comercial se le agregaban las llamadas partidas invisibles, es decir, los
movimientos de capital, se obtiene el balance de pagos.
El balance comercial favorable, según la teoría, es cuando las exportaciones exceden a las
importaciones, y el balance comercial desfavorable es cuando las importaciones exceden a as
exportaciones.