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Taller de Letras

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TALLER DE LETRAS

1. Como está constituida una canción

Hay 2 modos de componer letras para canción: 1) escribir primeramente la letra, para luego
componer la música: la ventaja que tiene esto estaría dada porque no estamos
condicionados por la métrica, acentuación, etc. que la música nos impone, lo cual veremos
más adelante con detalle. 2) tener la composición musical ya completa y escribir la letra
después.

Primeramente vamos a hablar en general de la estructura de la composición literaria en sí.


Muchas veces hemos visto poemas, que fueron musicalizados, lo cual para el escritor es
una enorme ventaja en cuanto a la difusión, ya que, evidentemente, el mercado musical es
mucho más fluido que el de editorial, de modo que, en el caso de Joan Manuel Serrat, el
haber tomado una obra literaria y musicalizarla, no sólo le significa al autor una ganancia
por derechos, sino que lleva al conocimiento de la gente una poesía que de otro modo tal
vez no se conocería nunca.

Pero no toda poesía puede ser musicalizada y ahora vamos a las razones: primeramente
porque la canción tiene una duración concreta de no más de 3 ó 4 minutos promedio, de
modo que en ese tiempo tiene que estar bien desarrollada toda la idea. También porque, la
canción tiene una estructura bien definida en la cantidad de compases, de modo que cada
estrofa obedece a una música determinada.

Vamos a hacerlo más fácil, tomando una canción cualquiera, para entenderlo: escucha una
canción y trata de distinguir 2 tiempos diferentes. Tiene una melodía, que pueden ser 2, 3
estrofas, con variaciones en la música, o no, y tiene un PUENTE. Ese puente es el centro de
la canción. Une la primera parte de la canción con la segunda. También el puente puede ser
el final de esa canción. Entonces, tanto la primera parte como la segunda tienen melodías,
pero el puente es distinto. Generalmente el puente, desde el punto de vista de la letra como
de la música, es muy definido. Es lo que sostiene, lo que marca la canción. Este puente es
lo que queda grabado en nuestra mente, en los oídos, lo que va a difusión, hasta tal punto
que recordaremos muchas veces una canción a través de él. Pues bien: si vamos a hacer una
letra, hay que tomar en cuenta que el puente debe necesariamente resumir, concretar y
definir totalmente la temática de esa letra. De modo que podemos desarrollar en la poesía
toda la idea que queremos, pero el puente debe extractar la idea. Quiero decirte que hay
excepciones, como veremos luego: canciones que no tienen puente propiamente dicho, pero
de algún modo está sugerido.

Te aconsejo que escuches atentamente el tema “A mi manera” y ésta vez pongas mucha
atención en lo que vine explicando, de modo que vayas entrenando tu oído.
Muchas veces escribimos poesía libre. O sea: prácticamente es una prosa, una narración,
colocada en vertical. No tiene métrica por cada verso y no tiene tima alguna.

Hablamos de esto? Puede que te guste éste estilo, que sea el que te resulte más fácil, más
libre para expresarte y tienes razón, lo es. Pero es imposible para convertirlo en una
canción. Así que, si escuchas esa canción que te sugiero (cualquier otra te dará el mismo
resultado) verás que no fue escrita como poesía libre. Ahora bien: definimos que es verso y
qué es estrofa, por si tienes alguna duda?

VERSO: es cada línea. Simplemente eso y nada más que eso.

ESTROFA: es la agrupación de varias líneas. Por ejemplo, si ahora mismo vas a una
poesía, mía en éste ejemplo, te darás cuenta. Comenzó siendo poesía, y se convirtió en
canción.

LA PIZARRA Y LA TIZA
Andarás un camino muy diferente al mío,

Desplegarás las alas, te miraré de lejos,

Veré cómo equivocas el rumbo tantas veces

Pero no han de servirte de mucho mis consejos.

Cómo me gustaría ser tu mejor almohada,

Desvelarme contigo la noche en que un beso

Te llene de burbujas el corazón de estreno

Y estar para mirarte, no quiero más que eso.

PUENTE

Un día será inútil sacarte del silencio,

Te encerrarás con llave, me quedaré tan fuera,

Mojarás tus mejillas con todo el desconsuelo

Y habrás crecido tanto cuando se abra la puerta.

FIN DE PUENTE

Pasará mucho tiempo antes de que comprendas


Que la vida es pizarra y que es tuya la tiza,

Con la que escribirás la increíble aventura

De aprender a vivir, querida hija

PUENTE

Un día será inútil....etc.

Cuenta las sílabas de cada verso. Notarás que el puente, si bien sigue la métrica inicial de la
primera y segunda estrofa, el músico lo ha tomado como puente, ya que al haber sido
concebida como poema inicial, no lo llevaba. Tomó esa estrofa para crearlo. Y varió la
música para distinguirlo.

La última estrofa tiene variaciones en la métrica, por lo que tuvo que variar también la
música.

Algunas canciones también llevan un pre-puente, que es como una introducción al tema, y
va situado antes de la primera estrofa y puede repetirse.

Escribe la letra de una canción que conozcas y coloca, al lado de cada verso, el número de
sílabas que cuentes. Recuerda que dos vocales juntas son una sola sílaba.

2. Métricas y acentuación.

Comencé con un ejemplo referido a una letra mía, cuyo compositor, el Paz Martinez, es
muy hábil para crear música. Pero lo más simple es generalmente hacer unas estrofas,
puente y estrofas (o sea 3 cuerpos) de modo que el compositor menos práctico tiene que
crear simplemente 2 tipos de música: una para las estrofas y otra para el puente.

Veamos el ejemplo de una canción famosa, que no por simple deja de tener mérito.

A MI MANERA
El fin muy cerca está, lo afrontaré serenamente,

Ya vez, yo he sido así, te lo diré sinceramente,

Viví la intensidad y no encontré jamás fronteras


Jugué sin descansar y a mi manera....

Jamás viví un amor que para mí fuera importante,

Tomé sólo la flor y lo mejor de cada instante,

Viajé y disfruté, no sé si más que otro cualquiera

Si bien todo eso fue a mi manera.

PUENTE

Tal vez llore, tal vez reí,

Tal vez gané, tal vez perdí,

Ahora sé que fui feliz,

Que si lloré, también amé,

Y todo fue, puedo decir,

A mi manera....

Esta es sólo la primera parte de la canción (una de las versiones en español) pero
seguramente tienes a tu alcance el tema completo, para escribir y estudiar.

En éste caso no tengo datos de qué se hizo primero, si la letra ó la música (a veces suelen
hacerse ambas simultáneamente) pero te darás cuenta cuanto más simple fue para el
compositor hacer la música, ya que estaba medida toda la letra, de modo que sólo le
quedaba el puente para crear una melodía distinta, ya que la métrica era diferente.

Como ejercicio, es bueno que, ahora que tienes algunos conocimientos sobre la estructura
de la letra de una canción, repares en algunos temas que conozcas, los escuches
nuevamente y descubras el mecanismo.

Quiero decirte algo muy importante: una poesía puede llegar a ser letra, de hecho, la mía,
comenzó siendo una poesía. Pero una letra no es considerada poesía. Porque al tener puente
ya la condiciona como letra y porque una letra, sin música, no tiene fuerza poética, es como
que le falta algo y es justamente la música.

Ahora quiero hablarte de acentuación: esto es sumamente importante, ya que si está mal
acentuada, cuando se cante, se distorsionará la palabra. No es que no se entenderá, pero por
acción de la música, de pronto una palabra como árbol, quedará como árbol.
Creo que esto es claro: ahora cuando escuches una canción toma en cuenta esto. Cada verso
está acentuado de algún modo como para que la música respete esa acentuación. Y aunque
las palabras que escuches no estén acentuadas de modo “visible” te darás cuenta que sí lo
están dentro de la música.

A veces es necesario sacrificar de algún modo la acentuación en pos de la calidad de la


letra. Quiero decir, que si una palabra es la que buscaste, y encontraste, y da la idea que
quisiste, es difícil reemplazarla por otra palabra que tal vez da justo con la acentuación pero
no con la idea. De modo que, si bien hay ciertas pautas a respetar cuando escribimos,
tambien tiene cierta elasticidad. Si la letra se escribió en primer término, el músico logrará
acentuar usando su técnica. Si la música ya está hecha, será el autor quien deberá adecuar la
acentuación a dicha música.

Todo esto tal vez te parezca complicado y difícil de asimilar, pero es más sencillo en la
medida que se adquiere el oficio. Por supuesto, si estás acostumbrado a escribir poesía
libre, sin métrica ni acentuación, esto será comenzar algo muy distinto y en verdad lo es.

Esto tiene una técnica, mientras que el escribir a medida que tus pensamientos van
fluyendo, no responde a ninguna. De hecho, la poesía clásica podría ser fácilmente
musicalizada porque estaba estructurada de tal manera que si ahora mismo vas a una de
ellas, y te pones a contar sílabas, verás que estaban medidas. De ahí que Joan Manuel Serrat
y Alberto Cortés, por ejemplo, han musicalizado poetas como Almafuerte o Miguel
Hernández, entre otros.

Si te animas, tomando una canción como referencia, intenta cambiar la letra, para
ejercitarte, conservando la misma medida.

Todo es cuestión de querer hacerlo. Al principio tropiezas con obstáculos, pero puedes
preguntarme alguna duda que tengas.

A lo largo de 30 años como autora he aprendido de todos aquellos que tenían mucha
experiencia en esto. Este curso está basado en esos conocimientos aprendidos.

Es un hermoso camino, lleno de aventuras, de sorpresas, donde podrás llegar a concretar


una de las emociones más grandes que hay en la vida: escuchar a un cantante interpretar
una canción tuya.
3. La Creatividad

Vamos a retomar la canción “A mi manera”. Ya has podido observar que tiene todo un
bloque (estrofa) al que le sigue el segundo bloque, y luego aparece el PUENTE. Por
supuesto que, si has escuchado el tema, sabes que allí no termina todo. Hay una música
creada para el “bloque” 1 y 2, y otra distinta para el puente.

La canción es muy simple como tema y sin dudas un éxito internacional. Tal vez,
justamente el éxito radica en que no solamente es una buena idea en cuanto a temática, sino
que posee una música fácil de retener: por repetición de melodía y por la simpleza. Siempre
que algo se escribe con miras a una rápida penetración en el público, debe ser simple y
reiterativa, para que en el corto tiempo que dura una canción, deje su sello.

Con respecto a esto quiero aclarar algo: puede ser un tema de calidad y de rápida
penetración, éste es un ejemplo de ello. El hecho es que si vamos a escribir atados al
objetivo del impacto rápido....vamos mal. Este puede ser el objetivo de algunas personas
que, conociendo la mecánica, fabrican canciones con la sola meta de lo económico. No
discuto el proceder de tales personas, pero no comparto que ese sea el único objetivo.

En esto, entonces, hay 3 variantes: escribir a mi modo, escribir lo que la gente está
queriendo escuchar.... y escribir a mi modo coincidiendo con lo que la gente quiere
escuchar...

Personalmente no desestimo la sencillez, al contrario. Pero siempre tiene que encerrar, en


mi concepto personal, una sencillez creativa. Una calidad de expresión y un lenguaje
cuidado.

Hay muchas razones por las cuales una canción es un éxito: en principio
fundamentalmente, es que en el breve tiempo que dura, la letra sea concisa. Esto es
desarrollar la idea claramente y ser un flash instantáneo. Una película, para entenderla
precisa de más de 90 minutos. Un libro, para leerlo, de varios días. Una canción tiene sólo
apenas 4 minutos como promedio. En esos 4 minutos tengo que contar y cerrar la historia.
Otra de las razones del éxito (dejando a un lado la difusión constante del tema, que es muy
importante) es que la gente se sienta identificada con la temática. El público se conmueve
con lo que primeramente me conmovió a mí como escritor. Aunque lo que cuente no haya
sido precisamente una historia real en mi vida, tiene que ser algo que puede sucederle a
cualquiera.

Cuando escribí “ Canción para mi trompo”, cuya letra vas a leer casi al final de éste Taller,
no lo hice pensando en la repercusión, puesto que como era una poesía, yo no estaba
proyectando convertirla en canción en ese momento. Pero lo que me sucedía a mí como
madre ( extensible a un padre ) le podía suceder a cualquiera. De hecho, cuando se cantó en
el teatro, la gente, hombres y mujeres, no podían contener el llanto: esa historia tocaba un
tema que cualquiera de ellos podía sentir como propio, sólo que ellos no sabían expresarlo.
En general las personas dicen del escritor que envidian la facilidad con que pueden
expresarse con palabras.

Si tienes esa necesidad de volcar en un papel tus sentimientos, ya tienes parte del camino
hecho. Luego vendrá el oficio de ir modelando, puliendo, hasta manejar de manera suelta y
placentera ese precioso trabajo. Hablarás por lo que los otros no hablan, dirás lo que otros
no pueden y serás intérprete del sentimiento de esos “otros”.

Volviendo a “A mi manera”, ya puedes comprobar que esto es así: cualquiera de nosotros


vive la vida a su manera y todo cuanto expresa la letra es lo que cualquiera quiere decir y
no puede. Porque es fácil expresar desacuerdos, ira, quejas...pero expresar sentimientos, a
muchas personas, a la mayoría, le levanta una barrera de inhibición.

La idea que desarrollarás en tu primer trabajo dependerá de ti: puedes contar una historia
personal, puedes inventarla, hablar de problemas sociales, hacer una protesta y muchas
cosas más. Dependerá de tu edad y de tu madurez. No es lo mismo escribir a los 20 que a
los 50, porque uno no es la misma persona con el transcurso del tiempo. Y cada escritor
tiene su sistema propio, un modo de empezar.

Puede que tengas una frase que esté dando vueltas por tu cabeza y a partir de eso
desarrolles un tema. Puede que no se ocurra nada y escribas palabras sueltas y no
encuentres la punta de la madeja. Puede que comiences y que a mitad de camino no te
queden recursos para seguir. Todo es válido. Hay que sentirse libre, fundamentalmente. Y
eliminar toda idea juzgadora que viene diciendo “esto no va a funcionar” ó “esto no lo
entenderá nadie”. Es un ejercicio: tiene un precalentamiento y de eso se trata. Hay días en
que uno está más predispuesto, ó como dirían algunos “más inspirado” y también puede ser.
Pero lo seguro es que no tendrás ideas creativas eligiendo algo en la góndola del
supermercado o viendo un noticioso por TV. O mejor dicho: puede que venga a ti una frase,
pero nada más. Todo lo que puedes hacer es anotarla, para desarrollarla luego, para no
olvidarla. Esto es un trabajo que precisa tiempo y dedicación, mucho esfuerzo y hasta cierto
ostracismo. Un clima apropiado para dejar ir la fantasía, para meterse dentro de uno a
pescar. Y el oficio es el duro trabajo de encontrar cómo. Cómo empezar, cómo decirlo.

Si la temática que más tiene que ver contigo es el amor, y tienes algo ya escrito, no lo
deseches porque no concuerda con las pautas que hemos visto, guárdala y rescata de eso
algunas frases que te parezcan interesantes. Intenta sobre eso ensayar una letra para
canción. No importa que te parezca rescatable o no, porque lo que importa es que vayas
practicando. En el mundo hay millones de canciones de amor que si les quitas la música se
empobrecen totalmente. Porque la música da un sentido más alto a la letra, y al ser el 50 por
ciento de la canción, la letra, aunque no sea muy rica, casi pasa a un segundo plano. Esa es
la diferencia sustancial con la poesía: la poesía se sostiene sola, es la primera figura. La
letra, sin la música, está vacía por la mitad.

Ahora bien: hay un tema del cual no hemos hablado. Hablamos de acentuación y métrica,
tema sobre el que volveremos luego detalladamente, pero no hablamos de rima.
Te dejo el concepto, para que lo desarrollemos juntos la próxima clase. No sin antes darte
un consejo: imprime las clases, tenlas a mano cuando trabajes en esto y medita sobre cada
punto. Si todo va a quedar en teoría, si todo se va a reducir a que has leído las clases del
Taller de Titina Castro, no sirve. Absolutamente. Las clases no son demasiado largas para
que no te fatigues con tantos conceptos, para que los repases y ejercites cada punto.

Y ahora, termino ésta tercera clase con el concepto de rima: diría que son palabras en
sintonía, que no necesariamente terminan iguales, pero suenan de ese modo. Ejemplo:
colgar = llamarán. Mira bien éste sencillo ejemplo y fíjate lo que te dije: parecen terminar
igual, pero no es así. Sin embargo...riman.

4. Rimas y Algo más.

Habíamos dejado pendiente el concepto de rima. Ahora voy a transcribir una de las poesías
del poeta sevillano Gustavo A. Bécquer.

ALGUNA VEZ LA ENCUENTRO POR EL MUNDO

Y PASA JUNTO A MÍ

Y PASA SONRIÉNDOSE Y YO DIGO

CÓMO PUEDE REIR?

LUEGO ASOMA A MI LABIO OTRA SONRISA,

MÁSCARA DEL DOLOR,

Y ENTONCES PIENSO: ACASO ELLA SE RÍE

COMO ME RIO YO.

Como vemos el segundo verso de cada estrofa, rima con el cuarto, a pesar de no ser
idénticas las terminaciones. Esto es lo que le da musicalidad al poema. También se lo da la
métrica, que tiene cierta cadencia, característica de los escritores clásicos románticos. Para
una canción, ésta sería una letra absolutamente fácil de musicalizar. Y tomando esto como
ejemplo, casi no habría más qué agregar.

Ahora puedes ver que algo tan sencillo, es un trabajo laborioso. Porque al escribir, hay que
tratar de que haya rima, en el caso de las canciones. Y también que exista una medida. Pero
no es imposible!
Hace muchos años escribí una poesía libre, que dio luego lugar al título de un libro de
poemas, editado posteriormente: La señora del hombre de la música.

Era tan libre, que parecía imposible encuadrar dentro del mecanismo de la letra. Sin
embargo, como el músico tenía interés en ese trabajo, me pidió que lo rehiciera...y lo hice!
Lleva mucho más trabajo, hay que sacrificar algunas palabras que son difíciles de
reemplazar a veces y hay muchos borradores antes de llegar al trabajo final, pero valió la
pena. Como poesía es muy difícil difundir un trabajo. Bécquer es un clásico que ha
sobrevivido a todas las épocas porque pertenece a un tiempo en que las personas devoraban
libros. Neruda, Nervo y cientos de poetas, han logrado que sus obras estén en las escuelas,
en las librerías, en los diarios y en otros medios de comunicación. Hoy, el lector de poesía
es un porcentaje pequeño, de modo que la canción es el método más veloz para darse a
conocer la obra de un escritor. Mucha gente ha conocido a Miguel Hernández o Alma
fuerte, por citar un ejemplo, gracias a la musicalización de la obra.

Dependerá del compositor encontrar el apoyo musical para cada letra. El sabrá qué clima
darle según el argumento, la temática, etc.

Hay diccionarios de sinónimos que son de gran ayuda a la hora de encontrar sustitutos a
una palabra: por Internet puedes encontrarlos. Al igual que las rimas.

Un tema muy importante es encontrar el modo de que la letra tenga un desarrollo que
culmine con un broche. El broche final de una letra es de un impacto trascendental. Porque
toda la atención del oyente estará puesta en ese desarrollo, pero lo que lo dejará conmovido
es el final. Por eso, en el momento de escribir, hay que guardarse esa carta, para jugarla de
lleno en la frase final. Una letra que queda débilmente terminada, desluce todo lo anterior,
por más que haya sido perfecto. Lo mismo sucede en la narrativa, y en la poesía en general.

A veces sucede, bastante a menudo, que uno se sienta frente al papel, o a la computadora, y
no hay nada qué decir. Y a veces, aun los que hemos trabajado en esto durante mucho
tiempo, nos pasa que nos piden una letra con una temática predeterminada, o no, y no hay
de dónde sostenerse. Cómo empezar.

Todos los comienzos, en todas las tareas, son difíciles. Y escribir no escapa de eso. Pero yo
recuerdo a una gran autora argentina, Eladia Velázquez, que fue quien me tomó el examen
de ingreso como autora a la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC) . Y
ese consejo te lo comparto, porque me ayudó siempre y siempre te dará resultado.

Esa mañana yo estaba sentada en mi banco, como todos quienes ansiábamos entrar al
mundo de la canción, esperando mi turno para el examen. Nos repartieron una hoja en
blanco y una pieza musical, en éste caso un tango: San José de Flores. El examen consistía
en escribir con la misma acentuación y métrica, otro tango.

A pesar de que me dedicaba a escribir, nunca había incursionado en eso; era necesario
respetar las pautas dadas y además...tenía un tiempo estipulado para hacerlo!
No me animaba a poner ninguna palabra. No tenía nada creativo para exponer y mi hoja en
blanco llamó la atención de la poeta, que se detuvo un instante a mi lado y me susurró:

- Empiece. Luego va solo...-

El primer verso del tango decía algo así como “Me da pena verte, San José de Flores...” Yo
escribí “Aquí estoy de nuevo ciudad sumergida...”

Si observas, tienen la misma cadencia, la misma métrica. Y sólo fue comenzar. Por
supuesto que luego fueron mis nervios luchando por sobreponerme al hecho de que una de
las autoras más brillantes leería mi trabajo y sentirme juzgada por ella, a quien admiraba
muchísimo. Mi nota fue un 10. Y sólo fue un desafío que comenzó esa mañana. Y no
termina más, porque cada vez es distinto, cada vez hay una hoja en blanco que parece
retarnos a éste duelo de inspirar y transpirar. Bien dicen que el porcentaje mayor es de
transpiración, porque realmente uno queda agotado. Se ha abstraído de todo, se ha
concentrado en eso y no quiere levantarse hasta darlo por terminado.

Algunas veces el cansancio es tanto, que ya no produce nada rescatable: entonces es mejor
suspender y dejarlo para otro momento. Si es posible, hay que seguir insistiendo una vez
comenzada la letra, porque esa idea que anda soltando frases en la mente, tal vez en otro
momento sea difícil de atrapar. Por lo tanto, creo que es bueno, al menos, escribir algunas
palabras sueltas que contengan la idea y luego de un descanso, seguir.

Este es el fin de la clase 5 y no quiero cerrarla sin decirte que es una hermosa aventura.

Es un camino de sorpresa en sorpresa, donde aparecen sentimientos, vivencias y palabras


de las que no teníamos conciencia. Es destapar un baúl que habíamos olvidado y encontrar
cosas de cuya existencia no teníamos noticia.

Un hermoso camino, absolutamente propio, libre, único. Un espacio que nos pertenece, que
nos muestra facetas de nuestro interior casi irreconocibles. Es un proyecto, no importa a
qué puerto irá a parar. Es un viaje, cuyo destino puede ser la canción. Es un placer
indefinible, que comienza con una hoja en blanco.

5. Signos de puntuación.

Ya hemos hecho un recorrido por algunos puntos importantes en cuanto a letras


concretamente y has entendido la diferencia que hay entre letra y poesía.

Ahora bien: es preciso que luego de cada clase hagas una pequeña práctica del tema que
acabas de leer. Si encuentras alguna dificultad, no dudes en escribirme.
Los tiempos los manejas tú, así que de ti dependerá que éstas 12 clases tengan una
extensión determinada. No corras, madura cada lección, lento pero seguro.

Te sugiero que tengas a mano un diccionario, ya que si bien las faltas de ortografía se
pueden sortear con la computadora, no es bueno depender de ella para tener un correcto
manejo ortográfico del idioma.

A ésta altura, teniendo en cuenta algunos de los puntos que hemos visto, te propongo que
hagas un pequeño ejercicio, que voy a darte al término de ésta clase.

Como esto es un Taller de Letras, y tal vez tus objetivos no estén necesariamente
concentrados en lo musical, o en la poética, vamos a hablar un poco sobre signos de
puntuación, tema que tiene muchísima importancia, en narrativa especialmente.

Generalmente no se le asigna la importancia que tiene, porque la rapidez con la que


hablamos y escribimos le han quitado su lugar. Estamos viendo que en radio y televisión, el
hablar sin pausas, de corrido, como si fuera una competencia donde hay que poner la mayor
cantidad de palabras por minuto, es moneda corriente. La velocidad es signo de nuestros
tiempos, pero si lo que estás diciendo verbalmente lo llevas al papel, sólo será un enjambre
difícil de entender.

Yo puedo escribir usando el recorrido que hace el lenguaje verbal: pienso-digo. Y puedo
escribir utilizando las mismas palabras también. Porque tal vez, como en mi caso como
escritora, me gusta el leguaje directo, sin rodeos, sin acartonamientos ni rebusques. Lo que
escribo, podría decirlo verbalmente y sería lo mismo.

Habría una diferencia sustancial: la puntuación. Que la uso también y la solemos usar la
mayoría al hablar, pero volcada al papel tiene ya una precisión imposible de ignorar.
Inconscientemente nosotros usamos al hablar: puntos, comas, paréntesis, comillas, etc. Al
menos es así como regla general, aunque ya sabes por lo que te he dicho, que no se lo
aplica en los medios.

Será tu sello personal que hagas frases largas o cortas, pero para que en la escritura existan
los matices, las intenciones, los claro-oscuros, y toda una sinfonía de palabras que sean
conceptos claros, tendrás que usar los signos de puntuación.

Vamos a ellos:

PUNTO: en una oración redondea el concepto y lo afirma.

PUNTO APARTE: con él, aunque sigamos con el mismo tema, hacemos un giro necesario,
como para romper en cierta medida el hilo de lo transmitido y dirigirnos hacia otro ángulo
del relato.
COMA: es una pequeña pausa, que establece variaciones de tono en el lenguaje escrito y
muchas veces representa de algún modo, la ausencia de paréntesis. Aclara, avanza, retoma,
levanta y establece prioridades entre concepto y concepto, dentro de la frase.

Aquí quisiera que busques a Gabriel García Márquez, en Cien años de soledad, por
ejemplo, y veas cómo construye sus larguísimas frases sin un solo punto, valiéndose
simplemente de las comas. Por supuesto que él es un maestro de las letras y es difícil
alcanzar ese nivel, pero te servirá para ver en la práctica lo que te explico: sin sus famosas
comas, la idea sería imposible de seguir.

PUNTO Y COMA: es una pausa intermedia entre el punto y la coma. Nitan pequeña como
ésta, ni tan larga como aquél. Ni tan contundente, ni tan ligera.

PARÉNTESIS: acotan el concepto, lo aclaran, lo profundizan. Es una segunda voz.

LAS COMILLAS: las usamos para determinar muchas cosas: nombres, apodos, dejar al
descubierto ciertas características de humor, y todo lo que resulte en cierta manera
distintivo de algo o de alguien.

SIGNOS DE ADMIRACIÓN Y DE PREGUNTA: le dan a la frase las mismas intenciones


que les conferimos en el lenguaje hablado. Preguntamos, exclamamos, afirmamos, nos
asombramos y todo lo que tenga que ver con la exteriorización de una emoción.

PUNTOS SUSPENSIVOS: así como en el lenguaje hablado prácticamente pasan


desapercibidos, aquí son muy importantes, porque dejan el hilo del pensamiento casi en un
interrogante con final abierto. Establecen mucha pausa y dejan un poco a la deriva la
oración, intencionalmente por supuesto. Si los puntos suspensivos preceden a la oración,
dejan un comienzo abierto a nuestra propia subjetividad, a imaginarnos cómo debió
comenzar. Por ejemplo: ....y era tarde ya.

Los signos de puntuación en poesía tienen su significado, como en la narrativa. No así en


las letras de canciones. Aquí las pausas se las da la música y la intención también.

Antes de terminar ésta clase voy a decirte que LEAS. Que leas y que leas. Si no te gustan
las largas novelas, están los cuentos cortos, pero lee. Porque no es posible escribir bien sin
haber leído.

He tenido la gran fortuna de contar en mi escuela primaria con una directora que era poeta
de niños. Amaba la lectura, me inculcó el placer de ella y en los actos escolares regalaba
libros. Mi madre siempre solía llegar de la calle con alguno. Por ese entonces, al no existir
televisión como esparcimiento, los libros eran mis compañeros de la infancia. Más tarde,
como adolescente, comencé a leer también poesía. Amado Nervo fue mi maestro. Sus
Obras Completas iban conmigo a todos lados, hasta el punto de quedar tan ajadas, y rotas,
que fueron perdiendo las hojas con el tiempo. Por supuesto que existen en los escritores
cierta “pasta”, cierto don, pero con eso solamente no se llega a escribir correctamente.
Irás descubriendo tus propias capacidades, y como decía el poeta “haciendo camino al
andar”.

El ejercicio para la clase de hoy es que escribas tu opinión sobre todo lo que te he hablado a
lo largo de éstas páginas, utilizando tu propio lenguaje y todo lo que fuiste incorporando.
Hazlo a tu manera, no te sientas observado. Utiliza los recursos que quieras: narrativa o
poética. Y no deseches nada de lo que escribas, porque con el transcurso del tiempo, lo que
hagas hoy, te servirá para ver tus avances y será un patrón comparativo de significativa
importancia.

Una carta de amor? Un comentario a una noticia que leíste en los diarios? Una carta a
correo de lectores? Todo vale y todo sirva para éste curso.

6. La Metáfora.

Hay un tema que ésta vez quiero abordar y sobre el cal hay muchísimas opiniones, todas
respetables y nunca coincidentes, o al menos pocas veces. Es la metáfora.

Una moda nunca se discute, porque se instala, tiene sus adeptos y mientras no se consideren
poseedores de verdades absolutas, todo está bien. Es más: aunque se consideraran
depositarios de esas verdades, los que están del otro lado, no tendrían por qué oponerse a
que piensen de distinto modo.

He aquí que la metáfora se incorporó a la poesía de un modo especial. No así en la


narrativa, El por qué, a mi modo de ver, es muy sencillo: en la narrativa puedo usar
metáforas, pero siempre están sujetas a una realidad inexcusable, que tiene que ver con que
el texto intenta comunicar una historia, real o no, pero necesariamente clara. Si leemos un
cuento o una novela donde hay metáforas, que desde luego las hay, éstas son parte de una
historia y a nadie se le ocurriría escribir valiéndose de metáfora más metáfora.

Definimos bien qué es la metáfora? Es un recurso poético para representar una realidad,
vista desde el poeta. Es en cierta manera una comparación, una sustitución.

Ej: sus manos eran dos palomas aleteando sobre el tejido.

Hay ciertos autores, poetas especialmente, que utilizan la metáfora con cuidadoso trato,
colocándola en el sitio justo y nunca gratuitamente. Pero hay otros, que se valen de ella
para crear un clima pseudointelectual, que produce cierto impacto en el lector, pues las
imágenes suelen serlo, pero en definitiva, no se entiende de qué se trata.

Esto ha hecho que la poesía sea un género que ha perdido muchos adeptos. Si el fin de una
expresión literaria es comunicar, está perdido. Entonces...cuál es el objetivo? Es sensato
leer un poema y tener que pedir explicación para entenderlo? Creo que ciertas metáforas
incomprensibles son en los libros, lo que ciertos pintores abstractos son en la pintura. Puede
haber, de hecho los hay, buenos pintores abstractos, pero suelen filtrarse entre ellos quienes
usan la abstracción sin sentido. No se sabe, en como en letras, dónde comienza la
representación y dónde la mentira.

He leído poetas que han hecho de la metáfora un recurso maravilloso para expresar una
realidad de modo alto y profundo. Y he leído algunos que, estoy convencida utilizan
palabras impactantes, que no responden ni sustituyen nada, y ni ellos mismos saben de qué
se trata.

Este abuso en poesía es común. Son modas que aparecen, como la de la poesía erótica.
Muchas personas se ven atraídas hacia ella y tiene su mercado y lo saben bien quienes se
especializan en ella. Es el mismo mercado que también acude a la narrativa erótica. No
quiero de ningún modo profundizar en éste tema, puesto que no es el objetivo del curso.
Tengo mi postura frente a él y no quisiera confrontarla, ni sirve que lo haga.

Asi que a la hora de emplear metáforas, hay que ser honesto. No buscar el impacto de las
palabras preciosas, lo cual es un golpe bajo, sino entregar una obra sincera.

En una reunión literaria leí un poema de mi libro, referido a la metáfora y lo trascribo


porque encierra todo esto que te comento, haciendo la aclaración que encierra mi punto de
vista personal. Que podrá diferir del tuyo, pero considero que todo, absolutamente todo en
la vida está dicho desde uno, aún las verdades comprobadas. Nada es eterno ni inmutable:
toda teoría será rebatida por otra, toda comprobación será suplantada por la siguiente y así
sucesivamente.

Como te decía, he aquí el poema que leí esa tarde, que me valió ver al descubierto el
autoritarismo de ciertos círculos de escritores que consideran que la verdad les pertenece.
Y, tocados en su amor propio, sintiéndose señalados por mí, decidieron que no podía seguir
estando entre ellos. Yo no mencioné a nadie en particular, pero no admitieron que pensara
diferente y se definieron como juzgados por mi poema. Que es éste:

PALABRAS MÁS PALABRAS


Palabras más palabras, puntos, comas,

Signos de admiración, de interrogante,

Sofisticadas redes literarias,

Enjambres de metáforas perdidas

En un largo poema inexplicable.

Llamar a todo eso: poesía.


Subestimar la sencillez, lo llano,

Las pequeñas palabras cotidianas,

El corazón hablando por la pluma,

El llamarle mañana a la mañana.

Ay, Fernández Moreno, fue contigo

Que aprendí lo que vale en éste oficio

Ser sincero, honesto y transparente.

Te declaro mi amor, por lo sencillo.

Que ésta moda de poema inexplicable

Es confundir la música con ruido

Y de tantas palabras, me conmueven

Uno que otro punto suspensivo.

Siempre consideré que escribir no es “vestirse para la ocasión” como dice mi admirado
Joan Manuel Serrat, de quien te recomiendo que escuches todo lo que puedas, para ver con
cuánta calidad y talento se pueden hacer letras de canciones, poéticas en el sentido más
puro. Sin palabras inexplicables, ahorrando frases huecas y transmitiendo una originalidad
que pocos pueden encontrar. Creo que hay cientos de temas a desarrollar y soy admiradora
de aquellos que encuentran esa originalidad donde otros pasaron de largo. Alrededor de
uno, arriba, abajo, a los costados, dentro de uno, hay cientos y cientos temas para crear.

Para mí, Baldomero Fernández Moreno fue un ejemplo, lo cual no quiere decir que le vale
una copia. Un maestro es un modelo, simplemente. Uno lo lee y aprende, aunque no esté
desentrañando su mecánica. Cuando murió, yo necesitaba prologar mi libro y me dirigí a su
hijo, Manrique, también escritor. Me sentí muy honrada cuando aceptó el ofrecimiento, ya
que me había anticipado que sólo haría ese prólogo después de considerar la calidad de la
obra. Esa tarde con Manrique saqué una definición propia sobre el escritor y su obra. A ver
si la compartes: me contó que su padre hacía tertulias literarias en su casa. Allí estaban
reunidos los mejores poetas de la época y Baldomero, como anfitrión, le daba su sello. La
esposa, a quien llamaba “la Negrita”, era quien iba y venía atendiendo a los invitados y a la
vez, participaba como oyente. A ella le gustaba escribir. En un determinado momento de la
reunión, viendo ella que todos leían sus trabajos (época machista) le preguntó al esposo si
ella también podía hacer lo mismo con los suyos. Baldomero, entonces, le contestó:

-Mujer...cómo vas a desnudarte en público?-


Las épocas han cambiado, gracias a Dios. Pero vale la comparación que Baldomero hace.
No es al fin y al cabo una metáfora? Escribir es desnudarse, es poner el alma al descubierto,
o al menos hacerlo creer, porque desde luego que puedo escribir en primera persona algo
que jamás ocurrió en mi vida. Como los actores, mentimos. Ese es un gran logro del
escritor.

Es cierto? Lograr que alguien crea que realmente estamos haciendo un relato autobiográfico
es sensacional. Por supuesto, también aplicado no sólo a la narrativa sino a las letras en
general.

7. Como escribir un cuento.

En ésta clase, vamos a entrar de lleno en la narrativa. Tal vez tengas algo escrito y si no es
así, voy a inducirte a que lo hagas, porque va a servirte. Y de mucho.

Narra una historia, por ejemplo. Yo te doy la primera oración y tú sigues adelante. Eso en el
caso de que te cueste comenzar un relato. Si no lo precisas, pasa por alto lo que yo te doy
como iniciación y haz tu propia creación.

ELLA ESTABA DEMASIADO OCUPADA COMO PARA ESCUCHARLO.

A partir de allí...deja volar la imaginación. No hagas un relato muy extenso, fíjate un límite
de unas 20 líneas.

Allí, como verás, el autor se sitúa como espectador de alguien. Ese autor puede hacer un
relato puramente objetivo, describir una escena determinada, o bien puede simultáneamente
hacerlo colocándose él también como protagonista. La narrativa permite eso: que escribas
en primera persona del singular (yo) en la primera del plural (nosotros) o que pongas en
escena los personajes que elijas, para que ellos hablen, se muevan y definan la historia. Tu
pensamiento puede quedar excluido del desarrollo y ser solamente un relator, o puedes
introducirte, deslizarte entre ellos, adoptando la posición que quieras dentro del relato. En
muchas piezas literarias se ve claramente la presencia del pensamiento del autor y sucede
de tal manera que hay que internarse mucho en la lectura como para verlo. Otras veces, la
descripción lo deja afuera y es como que el escritor no interviene más que para objetivar lo
narrado.

Ten en cuento esto cuando elijas qué vas a escribir. En éste ejercicio, al no estar en primera
persona, puedes optar por intervenir o no en la escena. Los personajes están allí para que tú
hagas de ellos lo que quieras.

La misma oración que te di como inicio, luego puedes pasarla a primera persona
ELLA ESTABA DEMASIADO OCUPADA COMO PARA ESCUCHARME.

Y luego puedes jugar con otro ángulo:

YO ESTABA DEMASIADO OCUPADO COMO PARA ESCUCHARLA.

No son más que ejercicios, no es más que una consigna. Pero trabaja en esto; te será muy
útil como disparador.

Quiero agregar algo más y es importante: los personajes salen de ti, pero ya se mueven
solos. Puedes hablar con ellos, sin que en ningún momento aparezca diálogo, ó puedes
darles la libertad de que se expresen por sí mismos.

-Estoy demasiado ocupada como para escucharte-

Para que la lectura sea clara y sepamos quién habla, tú como autor apareces de ésta manera:

-Estoy demasiado ocupada como para escucharte- dijo ella, mirándolo fijamente.

No es difícil. Es más: resulta divertido.

A dónde arribarás? No te preocupes, lo importante es que hagas el ejercicio. Luego verás.

Antes de finalizar quiero agregar que el final puede ser cerrado o abierto. Cerrado como
para que no haya más por agregar, o dejar un cierto lugar para que sea el lector quien
termine la historia. La intención de dejar un final abierto, crea un clima misterioso, que deja
espacio al pensamiento.

La diferencia entre cuento y novela está dada porque el cuento es un segmento, una
circunstancia. Puede ser breve, o un poco más extenso, pero no atraviesa por todos los
caminos de la novela, donde los personajes y todo el entorno tienen un desarrollo en tiempo
y espacio. Para comenzar, el cuento es un buen método de entrenamiento.
8. La libertad poética

A ésta altura ya podemos volver a la poesía, partiendo de la base que has hecho alguna
narrativa corta, lo cual resulta más simple de llevar a cabo que el género poético. De alguna
manera, en el relato podemos dejar fluir el pensamiento de manera más libre.

La poesía también es libre cuando no está sujeta a rima, métrica, acentuación y sobre todo
cuando no nos fijamos un objetivo musical. Entonces...por qué le llamamos poesía a un
trabajo que si lo pusiéramos sin separación de versos sería una prosa? Es prosa? Es poesía?

La diferencia la marca (siempre hablo desde mí) el hecho de que un poema libre no tiene
siquiera que contar un segmento, un hecho, una pequeña historia, moviendo personajes y
escenarios. Fluye, atraviesa, derrama y entrega emociones y pensamientos, sin barreras y
sin consignas. Que existe un lenguaje poético es algo que podemos afirmar, pero también
no utilizar. Que la metáfora la levanta y la viste, de acuerdo. Y tampoco es un mandato.
Puede o no incluirse. En definitiva, la poesía es libre de toda libertad. Al escritor, no es mi
caso, le place que tenga estructura de frases en versos. Si colocara todos esos versos uno a
continuación de otro, tendría una prosa, no hay dudas. Así que optar por poesía libre es
simplemente tomarse la libertad de darle a cada verso la extensión que se quiera: una
palabra, diez, veinte?

Te decía que no es mi caso no porque la considere excluída, sino porque hay en cada uno
cierta disposición a buscar la medida. Y desde muy chica, tal vez por la influencia de los
poetas románticos clásicos que tanto amaba, yo escribía con una métrica cuidada y una
rima por demás obsesiva. El Diccionario de la Rima fue mi compañero de ese tiempo, su
autor era un tal Landa, y lamentablemente lo perdí y nunca más pude volver a encontrarlo
en las librerías. Tenía un cuaderno, donde pasaba en limpio mis trabajos y aún lo conservo
como recuerdo. Alrededor de los 13 años lo dejé olvidado en algún lugar y después de
muchos años alguien me llamó para decirme que lo había encontrado. Se había tomado el
trabajo de corregir en rojo mis faltas de ortografía!

Me costaba apartarme de la rima; supongo que tiene que ver con quiénes han sido tus
maestros. Siempre estarás imitándolos, hasta que adquieras tu personalidad y te definas.
Voy a transcribirte una poesía libre, perteneciente a mi libro. Fíjate algo: el hecho de que
sea libre no excluye que tenga ritmo, cadencia. Que atraviese por cierta métrica a veces,
cierta rima otras tantas.

TURNO MAÑANA
Nunca te he escrito nada, Normal Nº 5.

Te quedaste en Barracas,
Al sur de la nostalgia

Mientras todo crecía alrededor de ti.

Escribí tus paredes, eso sí,

Y tus puertas y tus bancos

Y todo lo que quise escribir

Me dejaste escribirlo.

Yo tuve una adolescencia

Novelesca y fantástica

Que adoleció de toda realidad.

Como el Quijote la cabeza poblada

Por duendes y más duendes.

Y mientras en las heladas horas

Del Turno de Mañana

Todo el mundo allí hablaba

De fórmulas de ´Química, de Historia, de Gramática,

Yo volaba.

Volaba.

Yo fui quien en la mustia hora de Geografía

Navegó por los ríos del mapa que colgaba,

Se subió al Himalaya

Y bebió en los desiertos del Sahara.

Quien acarició el lomo de toda Zoología

Y regó las flores de toda la Botánica.


Quien conversó con el cráneo

Que dio por muerto el profesor de Anatomía.

Quien en la hora de Dibujo

Se comió la manzana.

Nunca tuve 10 puntos,

Ni en el Normal ni en nada.

Me la pasé volando todo el Turno Mañana.

Y no perdí el tiempo.

Sólo perdí

El mañana.

Qué te parece si analizamos juntos éste poema, que podría ser una prosa. Por qué no. Que
además podría separarlo de modo diferente y no perdería el sentido. Que es libre, porque no
podría ser de otro modo y absolutamente imposible de musicalizar porque expresa una serie
de sentimientos que no estoy dispuesta a sacrificar en pos de encontrar una medida y una
rima. Porque ésta es la ventaja que para mí resume el por qué de escribir poesía libre:
expresarse porque sí, de un modo genuino, sin ningún tipo de condicionamientos. Claro que
la poesía tiene más musicalidad con rima y métrica! Pero es otra cosa. Absolutamente otra
cosa.

9. Poesía libre y…poesía ajustada

CUNA (poeta argentino: José Pedroni)

Haz con tus propias manos

La cuna de tu hijo.

Que tu mujer te vea

Cortar el paraíso.

Para colgar del techo,


Como en los tiempos idos

Que volverán un día.

Hazla como te digo.

Trabajarás de noche.

Que se oiga tu martillo.

“ Está haciendo la cuna”

que diga tu vecino.

Alguna vez la sangre

Te manchará el anillo.

Que tu mujer la enjuague.

Que manche su vestido.

Las noches serán blancas,

De columpiado pino.

Harás según el árbol

La cuna de tu niño.

Para que tenga el sueño

En su oquedad de nido.

Para que tenga el ángel

En un oculto grillo.

La obra será tuya.

Verás que no es lo mismo.

Será como tus brazos

La cuna de tu hijo.
Se mecerá en el aire.

Te acordarás del pino.

Dirás: “Duerme en la cuna”

Verás que no es lo mismo.

He querido iniciar ésta clase con José Pedroni, no solamente porque es uno de los brillantes
poetas argentinos, sino porque éste poema fue musicalizado. De modo que no solamente
disfrutarás de una obra poética (sencilla, transparente) sino que tienes una muestra de lo
que sucede cuando se escribe poesía, con una medida y una rima, que no están sujetas en
ese momento a ninguna especulación musical (eso dicho en el buen sentido) pero que da
lugar a ese vuelo de la canción, lo cual es un valor agregado, ya que todo lo bello que
encierra de por sí el poema, puede ser aún más elevado.

DESPABÍLATE, AMOR (Mario Benedetti, poeta uruguayo)

Bonjour buon giorno guten morgen

Despabílate amor y toma nota

Sólo en el tercer mundo

Mueren cuarenta mil niños por día

En el plácido cielo despejado

Flotan los bombarderos y los

Buitres

Cuatro millones tienen sida

La codicia depila la amazonia

Buenos días good morning

Despabílate

En los ordenadores de la abuela

Onu

No caben más cadáveres de


Ruanda

Los fundamentalistas degüellan a

Extranjeros

Predica el papa contra los

Condones

Havelange estrangula a Maradona

Bonjour monsieur le maire

Forza Italia buon giorno

Guten morgen ernst junger

Opus dei Buenos días

Good morning hiroshima

Despabílate amor

Que el horror amanece.

Este poema pertenece, como cité antes, a Mario Benedetti, mostrando una cara de su
maestría: la libertad de la que hablábamos, a pesar de lo cual, no pierde su cadencia.
Maestro de la palabra, claro multifacético Benedetti. Ha sido musicalizado, por supuesto en
ese otro ángulo: la poesía con métrica. De modo que queda claro que un mismo autor puede
incursionar por distintos senderos, con la misma calidad.

Quisiera que repararas en la metáfora : la codicia depila la amazonia. Pocas veces la


metáfora es tan clara, tan concisa. U derroche de originalidad, de genio.

Ahora bien: qué pasaría si a éste poema lo convertimos en prosa? Le cabe? Qué opinas?

Así como en la narrativa decía que el autor puede verse o no, que sus personajes no lo
necesitan aparentemente pare expresarse, aquí fíjate que su presencia es bien clara. Su
pensamiento domina la escena: opina, se burla, denuncia, satiriza. Resulta prácticamente
imposible que el poeta se quede al margen de la poesía: ella lo compromete siempre, le abre
las puertas a su pensamiento y él simplemente usa el género para decir.

Quisiera que, tomando en cuenta el ejemplo de estos dos poetas maravillosos, distintos y a
la vez similares en muchos puntos, sean analizados por ti, con los recursos de los que
dispones como simple lector. A partir de allí, tienes un tiempo, el que tú decidas, para ir
madurando tu proyecto. Escribir es una aventura y toda aventura está abierta a la sorpresa.
Uno no elige un camino porque sí. Ese camino tiene que ver con uno, a la derecha o a la
izquierda.

En mi caso, tengo un espíritu romántico y sin embargo, a pesar de haber comenzado con
poemas de amor (como todo el mundo) me fui acercando a otros lugares del pensamiento,
como la denuncia, el cuento humorístico, el cuento duro, la poesía de humor y la poesía
irónica. Porque si en la vida cabe todo, si en nuestra mente y nuestros ojos hay espacio para
todas las variantes...por qué cerrarme y flotar alrededor de lo mismo?

La vida se mueve, sube, baja, se esconde y aparece, fluye y se detiene y todos los verbos
caben en ella.

Todo esto para que, desde tu escritorio, mires la infinita gama de expresiones que tienes a
tu alcance, los inagotables temas para abordar.

Pero es tu elección: usa tu libertad como quieras.

Ahora sabes, porque ya hace un tiempo que estamos en contacto, que puedo decirte cómo
hay que ir a pescar, qué elementos precisos.

Pero tuya es la elección del lugar donde está ese pez.

10. Poesías que fueron canciones.

En ésta clase quiero que analices conmigo las poesías de la clase anterior, para que veamos
por qué pudo ser musicalizada una y la otra no.

Si yo colocara la primera estrofa (por tomar una, pero puede ser cualquiera de ellas) del
poema CUNA sobre la pizarra, y se me ocurriera probar si puedo convertirlo en prosa, qué
pasaría?

Pasaría esto:

Haz con tus propias manos la cuna de tu hijo. Que tu mujer te vea cortar el paraíso.

Seguimos...

Para colgar del techo, como en los tiempos idos que volverán un día. Hazla como te digo.
Trabajarás de noche. Que se oiga tu martillo. “Está haciendo la cuna” que diga tu vecino.
Alguna vez la sangre te manchará el anillo. Que tu mujer lo enjuague. Que manche su
vestido...

Aún en el caso de que no existieran los puntos como finalización del concepto, como
separaciones pensadas para darle más contundencia y fuerza a las pequeñas oraciones, aún
así la obra tendría una cadencia, un compás ineludible ( un compás musical ausente, pero
tácito)

Probamos?

Indudablemente no hay modo de leerla en voz alta sin darle ritmo, que está marcado por
una cadena de versos de 7 sílabas y una rima que se aprecia a lo largo de toda la obra, en
cada segundo y cuarto verso de cada estrofa. Fíjate: hijo, paraíso, idos, digo....

Esto es lo que, si tu intención es escribir letras de canciones, tienes que entender como
concepto general. Por supuesto que esto es sólo un ejemplo, puesto que podría tener distinta
métrica y rima y estar agrupada en estrofas de diferente cantidad de versos. Algo más: la
rima podría no llegar a coincidir siempre, en pos de no sacrificar una palabra que se ajusta a
lo que quieres escribir, pero la métrica será ineludible, excepto que quieras variarla en un
pre puente ó puente. En ésta nueva métrica, el compositor hará una música ajustada a ella.

Observa bien la obra y verás que no tiene puente. Al nacer como poesía no lo tenía; el
músico tomará una de las estrofas, le drá una música diferente (a pesar de tener la misma
métrica) y podrá reiterar esa estrofa al cantarse. O tal vez no tenga puente ni prepuente, ( ya
te daré un ejemplo) y a lo largo de la canción se encuentren distintas músicas simplemente,
siendo una de ellas la que más quede en la memoria, por reiteración.

Hablemos del PRE-PUENTE: toda canción puede tenerlo: se sitúa ante de comenzar la
canción en sí, y puede llevarlo en medio de ella.

Aquí cabe agregar que en la canción folklórica argentina al puente se le llama “estribillo”.
Y vuelvo sobre esto: muchas veces la gente no recuerda una canción pero sí el puente. De
ahí que sea tan importante crear uno.

Si tuvieras que escribir un pre-puente a una poesía que tiene todas las características como
para llegar a ser canción...cómo lo harías? Simplemente introduciendo el tema con pocas
palabras.

Voy a ponerte un ejemplo, con una poesía mía que luego fue canción:

CANCIÓN PARA MI TROMPO


Era un trompo que giraba y giraba dentro de mí, hasta que una mañana de primavera, salió
a la luz, para hacerme mamá....

De qué color va a pintarme tu recuerdo


Cuando dejes de ser el trompo que ahora gira

Con la capa del Zorro Justiciero

Persiguiendo bandidos por tu cuarto

O de pronto jinete y policía

Deteniendo a tu hermana por sorpresa

Quien conoce de siempre la injusticia

De ser tú el ladrón y ella la presa.

Píntame de amarillo en tus recuerdos,

Que aunque nunca fui el sol me gustó serlo,

Con la sonrisa pronta que no tengo

Y los ojos felices que no llevo.

Píntame con la voz llena de flores

Como en los cuentos que jamás te cuento,

Y el corazón azul como esta noche

En que me desvelé por tu recuerdo.

Píntame jamás cansada ni absorbida

Por éste rol de ser ama de casa,

Imagina que tuve todo el tiempo

Para hamacarme contigo en una plaza.

Píntame en la vereda del colegio

Diciéndote hasta luego con un beso

Y no imagines que me duele el alma

Porque te vas, porque no es por eso.


Y trata de poner mucha indulgencia

Para pintarme tanto desacierto,

Y siéntete feliz cuando recuerdes

A la mamá que fui en éstos versos.

Ahora bien, puse ésta poesía sobre el final, porque ya tienes ejemplos más sencillos de los
cuales partir. Ahora vas a éste que es más complejo, porque como verás, los versos tienen
algunas sílabas más en muchas estrofas. El compositor entra aquí a jugar su papel, su
maestría.

Esta canción fue musicalizada por uno de los compositores más talentosos de mi país,
Argentina. Se trata del Paz Martínez, también intérprete. En éste caso, sólo ha puesto la
música (posterior a la letra)

Esta canción no tiene puente, tiene variaciones musicales constantes y no se grabó con pre-
puente. La grabación estuvo a cargo de Valeria Lynch y te lo aclaro porque puedes
encontrar el disco en algún lugar, y escucharlo. Allí verás cómo el músico elevó el poema,
cómo encontró el modo de salvar los inconvenientes de la métrica, et.

El tema aparece dentro del CD “Cada día más”.

En la próxima clase, vamos a analizar la obra de Benedetti. Ahora, me gustaría que, en base
a todo lo que te presenté hoy , hagas tus trabajos. Y me digas tus inconvenientes.

11. El adiós.

El ser humano construye un puente entre él y el otro: la palabra. Cada una es parte de ese
puente y donde faltan, donde sobran, donde se enciman, donde están por estar, ese puente
deja de cumplir el objetivo. Las palabras nos sacuden, nos hieren, nos levantan, nos
persiguen, nos iluminan y hay tanto poder en ellas que deberíamos usarlas no sin antes leer
los efectos secundarios que producen. Deberían extenderse bajo receta.

Voy a transcribir un cuento mío, no sin antes cumplir con la promesa de comentar el poema
de Benedetti, desde mí.

Me maravilla leer a alguien que se desembarazó de la medida, de las comas, de los puntos,
para establecer su propio sistema, sobrevolando la verdad sin caer en la queja estéril. El
broche final, el verso final es como una síntesis perfecta de todo lo que puntualizó
anteriormente: el horror amanece.
Un poeta es alguien que puede ver lo mismo que vé cualquiera y decirlo de un modo único,
usando la palabra como puente para ir de él hacia el otro. Y sacudirlo.

Si no entiendes lo que alguien escribe, si no te mueve nada, si te quedas preguntándote qué


quiso decir, tal vez te hayas encontrado con alguien que sólo construye puentes que van
desde él hacia él mismo.

“ El fusilamiento “ tiene que ver con esto.

-No vuelvas a decirlo-le amenacé- No vuelvas a decirlo-

Se quedó mirándome, hizo una mueca insignificante, absolutamente indescifrable y antes


de que pudiera responderme nada, volví sobre el asunto:

-No vuelvas a decirlo nunca más-

Hubo un silencio que yo aproveché para llenar de humo y él aprovechó para llenar de nada.
Hubo un montón de tiempo hueco: él sentado frente a mí y yo sentada frente al desafío.

En el bar, no sé, a mí me pareció que las horas no pasaban por allí. Pero comenzaron a
apagar las luces y el camarero a acercarse con la cuenta, así que pudo haber pasado media
hora o toda la noche. Pude haber encendido 3 cigarrillos o fumar un paquete entero. Entré
en el destiempo, en un no saber ni querer saber. Sólo permanecer. Y quedé fotografíada.

Hubo que irse. Dios mío...hacia dónde y hacia qué!

Lo había acorralado, evidentemente. Lo había despojado de las palabras: al menos de las


que tenía amontonadas para fusilarme. Y yo allí, asesinada por las palabras. Si no hubiera
tenido la genial idea de desarmarlo de ellas. Habría caído en un interminable abismo que
iba desde la cima de la esperanza hasta la destrucción fatal. Planeando como un avión,
envuelta en llamas.

Íbamos mirando las baldosas de la vereda, como si pensáramos que debajo de ellas había un
buen lugar donde meterse esa noche.

No sé cuántas calles anduvimos así, a la deriva. Es increíble cómo una deja de medir el
tiempo y la distancia cuando el corazón se vuelve loco.

Yo al fin me detuve, le dí un beso en la mejilla, llamé un taxi y le dije hasta mañana.

Lo dejé inmóvil, clavado en una esquina, que se volvió nada desde la ventanilla del auto.

Llegué a casa, me desplomé en la cama y desperté al amanecer, con la ropa puesta y la


cartera colgada del hombro.

Había sobrevivido.
Eso creí, hasta que de camino a la cocina, ví una carta asomando debajo de la puerta.

Sólo decía HE DEJADO DE AMARTE.

Si. Fui fusilada al amanecer.

No quiero terminar éste curso sin decirte lo que Amado Nervo escribió como introducción a
uno de sus libros, aquellos que llenaron de poesía mi adolescencia: “ Si la sinceridad vale
de algo en el arte, que ella me escude”.

Y Dios quiera que éste tiempo que pasamos juntos, haya sido el inicio de ese puente
maravilloso que está hecho de palabras.

El mundo comenzó con una. Y éste fue un Taller que intentó entregarte algunas
herramientas sencillas y nobles, para que construyas tu propio puente.

Áma las palabras. Trátalas con cuidado, mira tu corazón, derrama tu alma y prueba tus alas.

Yo, Titina Castro, estaré aquí, en mi Taller, imaginando tu vuelo.

Y diciendo adios.

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