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La Metamorfosis de La Iglesia

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SERMÓN: IGLESIA NECESITAS CAMBIAR

1. Rom 12,1-2

2. Introducción: Martin Lutero- Cambió de carrera, de escuela, de


teología, de liturgia, de pensamiento, cambió a una Biblia en alemán,
cambió su vida y la de el mundo occidental.

3. Desarrollo: ¿Porqué las iglesias se resisten a cambiar?


A) por comodidad B) por miedo C) por la tradición D) por intereses
personales E) por intereses económicos

4. Los reformadores buscaban cambiar las cosas adentro de su iglesia,


no se imaginaron transformar tanto e ir hacia afuera más allá de su
iglesia.

5. Los cambios que propusieron en su Iglesia de origen no fueron bien


recibidos, ni entendidos como una búsqueda de fidelidad a la Palabra de
Dios. Por el contrario, como en el caso de Lutero, terminan provocando
que éste reciba la bula de excomunión, quedando fuera de la Iglesia.

6. Un lema de las Iglesias herederas de la Reforma Protestante del 1516


es “iglesia reformada siempre reformándose”. La frase original en latín
parece ser “Ecclesia reformata semper reformanda est secundum
verbum Dei”. La frase completa en latín nos recuerda las últimas
palabras que suelen ser olvidadas. La Iglesia reformada que siempre
debe reformarse, debe hacerlo siguiendo la Palabra de Dios, o en la
búsqueda de fidelidad a la Palabra de Dios. De esta manera, queda claro
que no es reformarse por el sólo hecho de reformarse, sino en la
búsqueda de entender lo que el Espíritu nos quiere hacer entender en la
Palabra en el tiempo que nos toca vivir.

7. La famosa frase fue esgrimida por el pastor reformado de los Países


Bajos, Jodocus van Lodenstein, en 1674. Él también se refería a cambios
en el corazón.

8. Metamorfosis en griego - Pablo- Transformación - Romanos: Escrito


más teológico y mas desarrollado - Cf. Gal 1,7;2,4;11ss. Pablo se
enfrenta así a aquellas personas o grupos que pretendían que los
creyentes gentiles adquirieran las prácticas judías - falsos hermanos.
9. Mundo presente = Mundo interno de la comunidad cristiana y no el
mundo externo. Pablo cuestiona la existencia de personas que buscan
esclavizar a la iglesia -judaizantes.

10. Pablo se apasiona v.16. En este caso en particular, recoge algo de la


tradición religiosa de los atenienses y lo conecta con el evangelio, lo
incorpora a su visión de Dios. Tan radical es esta apertura al otro, esta
inclusividad del evangelio, esta inclinación al diálogo, que tal vez
algunos de nosotros lo consideraríamos demasiado riesgoso, porque
llega a poner en juego la “pureza” del evangelio. Precisamente ése era
el temor que tenían los cristianos judaizantes con la evangelización de
los gentiles, y por eso trataron de imponer la práctica de la circuncisión
a todo gentil que se convirtiera”.

11. Ahora bien, como venimos afirmando, este no era el temor del
Apóstol. Era el temor de aquellas personas que no estaban dispuestas a
dialogar con los diferentes. Que no estaban dispuestas a incorporar
elementos ajenos a la tradición y religiosidad judía. Pablo anuncia el
Evangelio buscando dialogar con estas realidades diferentes para que el
Evangelio tenga llegada, para que pueda ser recibido y las personas
puedan encontrar al Señor. A los Gálatas les dice que no vuelvan a caer
en la esclavitud, que permanezcan en la libertad que tienen en Cristo
Jesús. De esta manera, se advierte el desafío de anunciar un Evangelio
contextual y pertinente al tiempo y a las personas que lo escucharán.

12. Las Iglesias herederas de la Reforma Protestante nos hemos


encargado de fosilizar ideas, de fijar criterios teológicos inamovibles, de
postular doctrinas inmutables, de encerrarnos en una manera de pensar.
Cada Iglesia, según su tradición, en mayor o menor medida, ha hecho
esto.

13. Aquel lema que invocábamos al comienzo es una linda frase que no
ha vuelto a hacerse realidad. No hemos asumido el desafío del Apóstol
Pablo, de no acomodarnos al mundo presente (a nuestras seguridades, a
lo conocido, a lo instituido, a lo permitido), y de aceptar transformarnos
por la renovación de nuestra mente para distinguir la buena voluntad de
Dios.

14. Alguno, quizás, podrá afirmar que han habido muchísimos cambios.
Que hemos dejado de ser tan serios en nuestros cultos. Que hemos
permitido que otros instrumentos participen de la música en nuestros
servicios. Que hemos aceptado cantar canciones y no sólo himnos. En
algunos casos hasta proyectamos letras para cantar en pantallas.
15. Si bien es verdad que estos son cambios reales, son cambios
superficiales, estéticos, y temporales. No son cambios profundos. He
escuchado personas que quieren que la Iglesia se “modernice”, y creen
hacerlo incorporando canciones cristianas que han escuchado de
artistas evangélicos (Marcos Witt, Jesús Adrián Romero, Marcos Vidal,
Marcela Gándara, Hillsong, etc.). Pero, cuando se propone –por ejemplo-
repensar un postulado teológico tradicional, aparecen las mayores
resistencias.

16. Parecen grandes innovadores, pero a la hora de repensar la teología,


la forma de ser comunidad, los alcances del Evangelio en este tiempo, la
lectura de la realidad que rompe esquemas tradicionales de la Iglesia, la
pertinencia de ciertas verdades “incuestionables” en este tiempo, no
están dispuestos ni siquiera a conversarlas.

17. Estas personas deciden quedarse con los cambios estéticos,


superficiales, temporarios, aparentes. Son cambios para realmente no
cambiar y que para mucha gente tradicional son cambios perturbadores
y muy fuertes. Estas personas pueden ser hoy, aquellas a las que se
refiere el Apóstol Pablo en su carta a los Gálatas. Quienes siendo parte
de la comunidad no están dispuestas a transformarse mediante la
renovación de la mente, buscando distinguir la buena voluntad de Dios
(Romanos 12:2). Prefieren permanecer y acomodarse al “mundo
presente” interno de la Iglesia, en el sentido anteriormente expuesto, sin
dejar que soplen vientos de cambio, apertura, transformación y libertad.

18. El desafío que tenemos las Iglesias, es animarnos a repensar


aquellos postulados teológicos que consideramos indubitables.
Repensarlos no significa bastardearlos, sino ponerlos en diálogo.
Especialmente, animarnos en ese ejercicio dialógico con los ajenos a
nuestras Iglesias, como hizo el Apóstol Pablo con los atenienses,
poniendo en diálogo nuestra fe y creencias con los aportes y puntos de
vista que pueden enriquecer nuestra mirada.

19. Ser Iglesias herederas de la reforma en este tiempo, implica


animarnos a pensar diferente, a reconocer nuestros errores y temores y
a seguir en la búsqueda de fidelidad a la Palabra de Dios. Buscando
discernir lo que Dios nos quiere decir en este tiempo, que seguramente
va a ser pertinente y necesario.

20. Es mi deseo y oración, que el mismo Espíritu que inspiró e iluminó a


los reformadores, y a los pre refromadores antes de ellos, nos inspire e
ilumine a nosotros hoy también, para que nosotros y nuestras iglesias
sigamos en la búsqueda de fidelidad a nuestro Dios.

21. Conclusión: Video

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