La Metamorfosis de La Iglesia
La Metamorfosis de La Iglesia
La Metamorfosis de La Iglesia
1. Rom 12,1-2
11. Ahora bien, como venimos afirmando, este no era el temor del
Apóstol. Era el temor de aquellas personas que no estaban dispuestas a
dialogar con los diferentes. Que no estaban dispuestas a incorporar
elementos ajenos a la tradición y religiosidad judía. Pablo anuncia el
Evangelio buscando dialogar con estas realidades diferentes para que el
Evangelio tenga llegada, para que pueda ser recibido y las personas
puedan encontrar al Señor. A los Gálatas les dice que no vuelvan a caer
en la esclavitud, que permanezcan en la libertad que tienen en Cristo
Jesús. De esta manera, se advierte el desafío de anunciar un Evangelio
contextual y pertinente al tiempo y a las personas que lo escucharán.
13. Aquel lema que invocábamos al comienzo es una linda frase que no
ha vuelto a hacerse realidad. No hemos asumido el desafío del Apóstol
Pablo, de no acomodarnos al mundo presente (a nuestras seguridades, a
lo conocido, a lo instituido, a lo permitido), y de aceptar transformarnos
por la renovación de nuestra mente para distinguir la buena voluntad de
Dios.
14. Alguno, quizás, podrá afirmar que han habido muchísimos cambios.
Que hemos dejado de ser tan serios en nuestros cultos. Que hemos
permitido que otros instrumentos participen de la música en nuestros
servicios. Que hemos aceptado cantar canciones y no sólo himnos. En
algunos casos hasta proyectamos letras para cantar en pantallas.
15. Si bien es verdad que estos son cambios reales, son cambios
superficiales, estéticos, y temporales. No son cambios profundos. He
escuchado personas que quieren que la Iglesia se “modernice”, y creen
hacerlo incorporando canciones cristianas que han escuchado de
artistas evangélicos (Marcos Witt, Jesús Adrián Romero, Marcos Vidal,
Marcela Gándara, Hillsong, etc.). Pero, cuando se propone –por ejemplo-
repensar un postulado teológico tradicional, aparecen las mayores
resistencias.