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TOMA DE DECISIONES
La toma de decisiones forma parte de nuestro diario vivir, En nuestra vida
profesional también tomamos diariamente decisiones que pueden marcar nuestro futuro en la empresa y el éxito o fracaso de una idea o proyecto. Considero que en muchas ocasiones nos apresuramos a tomar algunas decisiones, nos dejamos presionar por el momento o circunstancia, evitamos la participación de otro, (siendo está muy importante el consultar otros puntos de vistas), entre otras situaciones de las cuales no medimos el impacto en nuestras vidas (negativo y positivo) y nuestro alrededor y por esta razón donde quiera que se nos presente la oportunidad de tomar una decisión debemos ser críticos con la misma y a la vez muy hábiles. Hay que tomar en cuenta que nuestras decisiones involucran una serie de factores que debemos considerar, pueden ser factores humanos, financieros, entre otros que finalmente pueden ser fuente principal de un futuro más exitoso. A continuación, les presento 6 pasos que la puesta en marcha de ellos nos ayudara mucho a lograr el éxito en nuestras decisiones y más cuando esta está en manos de la alta dirección de una empresa u organización: 1. Describir el problema o el objetivo al que queremos llegar. Definiendo claramente los objetivos que queremos alcanzar podremos tener más claro qué decisiones van a ayudarnos. 2. Análisis del problema o la decisión a tomar. Una vez hemos definido el problema al que nos enfrentamos hemos de recopilar la información necesaria para analizarlo de la forma más objetiva y completa posible. Para ello debemos ser objetivos al plantear las situaciones, sin opiniones ni juicios de valor, sino únicamente las circunstancias de la forma más objetiva posible. Para esta definición y recopilación de información nos puede ayudar elaborar un cheklist. Es importante recabar toda la información que sea posible sin obsesionarnos con este paso, ya que podemos llegar a la parálisis por análisis, dedicando tanto tiempo a esta fase que resulta demasiado tarde para tomar decisiones. Debemos atender a la información relevante, y desechar la que no nos aporta valor. 3. Generar alternativas. En esta fase debemos generar todas las alternativas que nos sea posible. Analizaremos todas las posibilidades y las consecuencias de las mismas. Debemos valorar si estas alternativas realmente nos permitirán llevar a cabo los objetivos que nos hemos planteado. Existen técnicas de solución de problemas que pueden ayudarnos a generar alternativas. Cuantas más personas participen en el proceso más aspectos se tendrán en cuenta y más ideas podremos obtener. 4. Selección de la alternativa que finalmente llevaremos a cabo. Hemos de valorar que la decisión que tomemos tendrá unas determinadas consecuencias. Debemos asumir que el error es posible y hemos de tomarlo como una forma de mejorar en nuestros procesos futuros. 5. Pasar de la decisión a la acción. De nada sirve elaborar este proceso y llegar a la conclusión si posteriormente no ponemos en práctica la decisión tomada. Es importante no tomar decisiones en base a emociones. Es preferible esperar y hacerlo de forma meditada. 6. Valorar las consecuencias y el éxito de la decisión adoptada. Debemos saber rectificar si detectamos que estamos tomando una decisión errónea. La valoración de las consecuencias y del alcance de los objetivos nos permitirán ajustar futuras decisiones y nos enseñarán a mejorar los procesos. Tan importante es tomar la decisión y llevarla a la práctica, como valorar los resultados de la misma. Sin este paso nos quedamos en un proceso incompleto.
MODELOS GERENCIALES PARA LA TOMA DE DECISIONES
Un modelo representa a una estructura o estrategia que existe en nuestro mundo. Es decir, cada realidad puede convertirse en un conjunto de elementos interrelacionados en nuestras mentes. En el caso del mundo de las organizaciones, cada sección, al margen de si es simple o compleja, no se escapa de poder ser explicada a través de modelos. Los modelos gerenciales para la toma de decisiones son conjuntos de elementos vinculados entre sí por relaciones. La diferencia que existe entre modelos se debe a sus diferentes naturalezas, a la diferente cantidad de elementos y relaciones entre ellos, a sus diferentes propósitos generales, funciones y estructuras. La toma de decisiones en las empresas es definida en muchas ocasiones por el estilo de liderazgo, la cultura de la alta dirección y el modelo gerencial que existe en la organización. Los modelos gerenciales simplifican la realidad de las organizaciones, con la finalidad de realizar mejores juicios de valor al momento de la toma de decisiones. Los modelos gerenciales para la toma de decisiones son estrategias de gestión organizacionales que se usan en la dirección y desarrollo del sistema y procesos de la misma. Todo modelo es una representación de la realidad que trata de reflejar, por lo que cuando hablamos en gerencia hablaremos de modelos que determinarán una pauta, una base de sustento que a la larga permite el desarrollo orientado de la empresa u organización en general que lo utiliza. Hoy en día podemos decir que estos modelos gerenciales para la toma de decisiones permiten a las compañías alcanzar sus objetivos estratégicos, satisfacer a los clientes y destacarse por encima de la competencia. Cabe decir, no obstante, que ningún modelo por sí mismo sirve para direccionar a una empresa por sí solo, lo que marca la diferencia es una aplicación creativa, que es ahí donde radica la clave del éxito.
PROCESOS DE TOMA DE DECISIONES
Los 7 pasos del proceso de toma de decisiones Aunque puede haber muchas variaciones leves en el marco de toma de decisiones que circula en Internet, en los manuales de negocio y en las presentaciones de liderazgo, los profesionales suelen usar estos siete pasos. 1. Identificar la decisión Para tomar una decisión, primero debes identificar el problema que necesitas solucionar o la pregunta que quieres responder. Define tu decisión con claridad. Si no identificas el problema que quieres solucionar correctamente, o si el problema que elegiste es demasiado amplio, descarrilarás el tren de decisiones antes de que parta de la estación. Si necesitas lograr una meta específica con tu decisión, haz que sea mensurable y oportuna para que puedas determinar con certeza si lograste el objetivo al final del proceso. 2. Reunir la información pertinente Una vez que hayas identificado tu decisión, es momento de reunir la información pertinente para la elección. Haz una evaluación interna para ver en qué ha tenido éxito tu organización, y en qué ha fallado, en las áreas relacionadas con tu decisión. Además, busca información de fuentes externas, como estudios, investigaciones de mercado y, en algunos casos, evaluaciones de consultores. Ten presente que puedes sentirte paralizado por un exceso de información; los datos y las estadísticas que parecen aplicables a tu situación podrían complicar el proceso. 3. Identificar las alternativas Con la información pertinente a mano, identifica las posibles soluciones para tu problema. Suele haber más de una opción para considerar cuando intentas lograr una meta; por ejemplo, si tu compañía está intentando obtener más interacciones en las redes sociales, tus alternativas podrían incluir publicidades pagas, un cambio en tu estrategia orgánica de redes sociales, o una combinación de ambas. 4. Analiza la evidencia Una vez que hayas identificado las alternativas, pondera los datos a favor y en contra de estas alternativas. Ve qué han hecho otras compañías para tener éxito en estas áreas, y analiza exhaustivamente los éxitos y los fracasos de tu compañía. Identifica los posibles inconvenientes de cada una de tus alternativas, y pondéralos respecto de las posibles recompensas. 5. Elegir entre las alternativas Esta es la parte del proceso de toma de decisiones en la que tú, efectivamente, tomas la decisión. Con suerte, habrás identificado y tienes claro qué decisión debe tomarse, habrás reunido toda la información pertinente y desarrollado y analizado los posibles cursos que puedes tomar. Estás perfectamente listo para elegir. 6. Actuar Una vez que has tomado una decisión, ¡actúa! Elabora un plan para hacer que tu decisión sea tangible y alcanzable. Desarrolla un plan de proyecto relacionado con tu decisión, y luego asigna las tareas a tu equipo una vez que se haya implementado el plan. 7. Revisar tu decisión Una vez transcurrido un plazo predeterminado (que tú definiste en el paso uno del proceso de toma de decisiones) revisa tu decisión con una mirada honesta. ¿Solucionaste el problema? ¿Respondiste la pregunta? ¿Alcanzaste tus metas?
ESTILOS PARA LA TOMA DE DECISIONES
Es importante tener en cuenta que los líderes pueden modificar su enfoque de la toma de decisiones para adaptarse a las demandas de diversas situaciones comerciales. Practicar una buena toma de decisiones puede mejorar sus cualidades de liderazgo. Esto explica por qué todo líder necesita conocer y comprender su estilo de toma de decisiones. Cuando identifica su estilo decisivo, puede aprender a gestionar los resultados de una situación en la que necesita proporcionar una solución.