Resumen de Realidad Nacional
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REBELION XXIV
El año 1799, una carta dirigida a los españoles americanos instándolos a rebelarse contra la
Corona española. A pesar de los esfuerzos de los ministros españoles para lograr la unión entre
la Península y sus colonias, se observa una falta de comprensión hacia las realidades y
necesidades de las colonias americanas, la importancia de las colonias americanas para la
economía y el enriquecimiento de España, así como la lucha de las colonias por su
independencia, la influencia de figuras como Juan Pablo Vizcardo y Guzmán en la promoción
de la independencia de América Latina.
los disturbios ocurridos en 1780, donde Juan Pablo Vizcardo y Guzmán estaba viendo cómo los
mestizos y criollos se amotinaron contra los españoles europeos en 1730 y en Quito en 1764.
Estos movimientos fueron sofocados gracias a la intervención de los criollos. En 1780, durante
los disturbios en la Audiencia de Charcas, se observa una rebelión similar liderada por los
mestizos y criollos. También la influencia de Túpac Amaru II en los movimientos de resistencia.
En 1810, durante el levantamiento en Buenos Aires, se destaca la participación de los criollos
en la lucha por la independencia. En 1812, en Caracas, se observa otro levantamiento liderado
por los criollos. Estos eventos muestran la creciente participación de los criollos en la lucha por
la independencia y su deseo de emanciparse del dominio español.
Durante el reinado de Carlos III, en el siglo XVIII, muchos criollos habían sido nombrados
oidores y síndicos en las audiencias y colegios de la América española, lo que muestra cierta
apertura hacia ellos. Sin embargo, la exclusión de los criollos de los altos cargos había causado
tensiones. La importancia de la lealtad de los criollos en la lucha contra las rebeliones. En 1805,
Juan Pablo Vizcardo y Guzmán propuso un proyecto para llevar a cabo una expedición desde
América a España con el fin de liberarla del régimen tiránico de los primeros Habsburgo. Sin
embargo, no recibió el apoyo necesario para llevar a cabo su proyecto. La exclusión de los
criollos de los altos cargos y oportunidades comerciales contribuyó a la inestabilidad y a las
tensiones en la América española.
Juan Pablo Vizcardo y Guzmán fue un destacado defensor de la libertad y los derechos de los
criollos en América. Vizcardo y Guzmán escribió una carta en 1791 en la que denunciaba la
discriminación y la opresión de los criollos por parte de la monarquía española. En la carta,
Viscardo y Guzmán critica a figuras como Salinas, Arzans de Orsúa y Vela, quienes promovían la
discriminación contra los criollos y favorecían a los peninsulares en los altos cargos. Además,
que Viscardo y Guzmán fue un firme defensor de la independencia de América y denunció la
tiranía española en sus escritos.
Vizcardo y Guzmán fue un firme defensor de la libertad y la igualdad para América, pero no
recibió apoyo de la Corona española. Su influencia fue comparada con la de Montesquieu o
Rousseau en Europa. A pesar de no lograr convencer a la Corona de aceptar los reclamos de
América, su legado ideológico fue fundamental en la conciencia y la lucha por la independencia
en la región. Su influencia se compara tanto con la de Montesquieu como con la de Rousseau
en Europa, y se considera esencial en la formación del pensamiento independentista en
América durante los siglos XVIII y XIX.
La situación en España durante la invasión de las tropas francesas y la llegada de la familia real
al país. Se menciona la formación de la Junta Central en 1808, presidida por Cisneros, en
respuesta a la abdicación de Fernando VII. Se destaca el papel de Manuel Godoy y la influencia
de los diputados como Melchor Jovellanos en las deliberaciones de la Junta Central. Se resalta
la importancia de la resistencia local en diversas provincias y la formación de juntas locales en
ciudades como Sevilla y Cádiz. Además, se menciona la abdicación de la dinastía borbónica y la
crisis constitucional que esto provocó. En resumen, el texto ofrece un panorama de los
acontecimientos políticos en España durante la invasión francesa y la formación de órganos de
gobierno alternativos como la Junta Central.
En los años 1810-1814, Lorenzana publicó un manuscrito inicial de El Español, inspirado por
José María Blanco y Crespo, con quien había trabajado en Lovaina en 1809, junto con
investigaciones a los precedentes medievales de las Cortes y abogados de Manuel Quintana en
su Seminario Patriótico. La constitución moderada de la mayoría llevó a las Cortes a redactar
un nuevo plan de gobierno. Los motivos directos eran imperativos: "Yo sé que las colonias
españolas han sido cruelmente tratadas por la madre patria, pero entienden deseo legislar por
sí mismas". Lorenzana comparó las soluciones liberales modernas con las de la antigua España:
"No soy ni un tío malo ni un loco". Además de profundizar en la historia medieval, profundizó
en las instituciones medievales de Aragón, recomendando leer a Jeremy Bentham. Además,
ofreció un comentario crítico sobre el curso de la rebelión americana, basándose en datos
producidos por fuentes insurgentes y británicas. Concluyó reconociendo el papel de Napoleón.
Aquí se hace una crítica contundente a los jacobinos por sus principios metafísicos de libertad
e igualdad, los cuales se consideraban el medio por el cual demagogos sin escrúpulos habían
llegado al poder y precipitaron una caída en la anarquía. Se distingue la libertad abstracta
universal propugnada por Rousseau de la libertad derivada de las leyes de países en particular
y la configuración de sus sociedades respectivas.
En cuanto a José María Blanco White, se destaca su análisis sobre la configuración de las
sociedades americanas y su reconocimiento a la autoridad de las juntas insurgentes que se
habían formado en nombre de Fernando VII. Además, su crítica a las Cortes de Cádiz y su
enfoque en la independencia de América, argumentando que esta guerra civil y
derramamiento de sangre era necesaria para alcanzar la libertad. También se destaca su visión
de que las Cortes necesitaban representación equitativa de las diversas provincias de España y
de América.
Se hace una crítica a la llamada "República Boba", que fue derogada por una reacción de
desilusión del pueblo, que se había comprometido con el ideal de gobierno central y observó
que, a pesar de sus principios liberales, la realidad política seguía siendo la misma. El papel de
los diputados peninsulares en la defensa de los derechos del hombre y la oposición a las
medidas impopulares del gobierno central. Además, la exclusión de las zonas electorales
americanas en la elección de representantes, lo que generó protestas por parte de los criollos
y contribuyó a la inestabilidad política y a la abolición del tráfico de esclavos en el Imperio
Británico como un ejemplo a seguir en la lucha contra la esclavitud en América.
La intervención de Blanco White en la política londinense, donde su principal causa fue su vida
dominada por un bisoñé, la cual lo llevó a abandonar el cargo de canónigo en la catedral de
Sevilla, por una difícil subsistencia en Londres, intervención en la prensa, donde influyó,
ordenando noticia positiva, aunque aseguraba no asumir su sacerdocio. Luego su posterior
desilusión por su papel como sacerdote y su retorno a la fe anglicana.
En sus "Cartas de España" (1820), Blanco White critica la intolerancia religiosa en España
durante la Inquisición, mencionando la supresión de la Inquisición y la prohibición de la
religión católica en algunos casos, señala que los líderes religiosos han establecido una especie
de dictadura sobre la Iglesia, mientras que los combatientes de las Guerras Santas llevan una
cruz extremadamente grande. Blanco White confiesa su rechazo a la intolerancia religiosa y
defiende la libertad de conciencia y critica la cultura religiosa en España, particularmente la
práctica de la confesión y la excesiva influencia de la Iglesia en la sociedad. Blanco White aboga
por una separación total entre la religión y el gobierno, y promueve la difusión del
racionalismo y el liberalismo en el mundo hispano.
En su revista "La moda" (1823-1825), Blanco White critica a la sociedad española por su
tendencia hacia el oscurantismo y la intolerancia religiosa. Argumenta que la España
contemporánea no ha aprendido de la experiencia histórica y se encuentra atrapada en la
rigidez dogmática. Además, señala la falta de libertad de expresión y la censura en España,
comparando la situación con la de otros países europeos más progresistas. Blanco White
aboga por una España más liberal y abierta, donde se respeten los derechos individuales y se
fomente el pensamiento crítico.
En su libro "El puerto de Buenos Aires" (1776-1801), José Ignacio García Hamilton analiza el
impacto de las invasiones británicas en América del Sur, particularmente en Buenos Aires.
Destaca la importancia estratégica de la región y la resistencia local contra los invasores.
García Hamilton también aborda el tema de la soberanía y los derechos coloniales,
argumentando que la soberanía debe residir en el pueblo y no en la metrópoli. Además,
examina el legado de las invasiones británicas en la región y su influencia en el pensamiento
político local.
Aboga por una mayor autonomía política y económica para América Latina, argumentando que
los intereses locales deben primar sobre los de la metrópoli. Propone la creación de un
gobierno local y el fomento del comercio interno y externo como medidas para mejorar la
situación económica y política de la región.
Mariano Moreno (1778-1811) reflexiona sobre la situación política y social en América Latina
durante la época colonial y los primeros años de la independencia. Destaca que la Revolución
Francesa, aunque influyó en las ideas políticas de la región, no tuvo un impacto directo en la
lucha por la independencia.
Moreno menciona la crisis política que enfrentaron los criollos, descendientes de europeos
nacidos en América, durante el gobierno colonial. Se refiere a José de la Monarquía como un
virrey moderado, pero que finalmente optó por reprimir las protestas y convertir Lima en el
epicentro del abuso de poder. Destaca el papel de los líderes locales, como Manuel de la
Matilla y Mateo Pumacahua, en la resistencia contra el régimen opresivo.
El autor menciona también la lucha de Túpac Amaru II (1738-1781), líder indígena que
encabezó una rebelión contra el dominio español en el Virreinato del Perú. Aunque la rebelión
fue sofocada, su legado inspiró a futuros líderes en la lucha por la independencia.
La lealtad de los criollos al régimen colonial, a pesar de las crisis y tensiones políticas que
enfrentaban. Aunque algunos líderes criollos se levantaron en armas contra el gobierno
español, como Túpac Amaru II y Mateo Pumacahua, la mayoría de los criollos preferían
mantener el statu quo colonial.
La figura del arzobispo de Cuzco, Juan Manuel Moscoso, quien representaba los intereses
criollos y tenía una postura conciliadora. Aunque Moscoso fue nombrado por el rey de España,
se destacan sus esfuerzos por proteger los intereses locales y mantener la estabilidad.
La resistencia del alto Perú (actual Bolivia) contra el gobierno central en Lima, liderada por el
arzobispo de La Paz, Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela (1746-1816), quien representaba los
intereses de los criollos locales.
Gabriel Aguilar, quien sirvió como consejero jurídico del intendente español en la región de
Charcas. Aguilar, representante de los estratos sociales más bajos, se destacó por su astucia y
ambición política. Se describe su influencia en la toma de decisiones clave, como la elección
del rey y la aceptación del gobierno español en la región. También su participación en eventos
políticos importantes, como la proclamación de la independencia de Charcas en 1812.
La lealtad del rey Fernando VII fue una pieza fundamental para mantener el dominio colonial
español en América Latina, cómo la monarquía española reconoció la importancia de
mantener la lealtad del ejército y cómo se consideraba a este como el principal sostén del
poder colonial. Los esfuerzos del gobierno español por mantener el control sobre las colonias
americanas, incluyendo la represión de revueltas y la aplicación de medidas políticas y
militares para sofocar cualquier intento de rebelión.
Fin y a mimir