Fantası Asiro Nicaseironı As Fanta Sticas: Sobre Amado Nervo y El Lenguaje Modernista
Fantası Asiro Nicaseironı As Fanta Sticas: Sobre Amado Nervo y El Lenguaje Modernista
Fantası Asiro Nicaseironı As Fanta Sticas: Sobre Amado Nervo y El Lenguaje Modernista
fant á sticas
sobre Amado Nervo y el lenguaje modernista
. Cfr. Todorov y Barrenechea; cfr. además Morillas –, donde Barrenechea hace una lectura
actualizada del problema.
. Acerca de la ironı́a, cfr. entre otros Muecke y Booth.
. Cfr. por ejemplo Naharro, Fraser y, en otro sentido, Rivera Rodas. Mi propuesta es en parte
deudora de lecturas del Modernismo como la de Jrade y de cuestionamientos a la autosuficiencia
del lenguaje como los de Frege, Gilson o Steiner.
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. Cfr. Darı́o (Poesı́as completas ). Recordar esta ambivalencia sirve también para matizar las
propuestas que apuntan en dirección contraria, como la de Mery Erdal Jordan, cuando identifica
el lenguaje modernista con el lenguaje mimético-simbólico del Romanticismo, capaz por su cali-
dad globalizante de expresar la totalidad de lo real y de asegurar el conocimiento del mundo
natural y el sobrenatural. Aunque Erdal justifica su propuesta reproduciendo textos románticos
originales, creo que basta recordar las frustraciones artı́sticas del Bécquer de ‘‘Yo sé un himno’’ o
de ‘‘El miserere’’ para mostrar que el Romanticismo también tuvo su parte escéptica y que ası́ la
doble concepción modernista del lenguaje habrı́a acabado también por recoger la del Romanti-
cismo, como en tantas otras cosas.
. Cfr. entre otros Hahn (: ), Meléndez (), Schaffer () y Chirinos. A éstos y a otros
ejemplos citados hasta el presente (‘‘La serpiente que se muerde la cola’’ frente a ‘‘Las ruinas
circulares’’ y ‘‘La doctrina de los ciclos’’) podrı́an añadirse otros nuevos, como ‘‘La alegrı́a de los
ciegos’’ que recuerda a los relatos de Borges donde el visionario es un ser sensorialmente impe-
dido, como ocurre en ‘‘El aleph’’, ‘‘Funes el memorioso’’ o ‘‘Las ruinas circulares’’.
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. Cfr. entre otros los trabajos clásicos de Barrenechea, Bessière, Campra, Dehennin, Jackson y
Todorov, y también el más reciente de Erdal y las recopilaciones de Risco y Morillas.
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progreso puede llevarse a cabo sin contar con las inquietudes estéticas y espi-
rituales del ser humano. En esta dialéctica se insertan también los modernis-
tas hispanoamericanos, en quienes los valores y matices de ambos
discursos—espı́ritu y materia, eternidad e historia, razón y vitalismo—tienen
un momento de difı́cil convivencia y no siempre reciben una solución ho-
mogénea. Gran parte de la literatura fantástica modernista se explica princi-
palmente en esas coordenadas, pues el periodo finisecular corresponderı́a al
momento intermedio entre la etapa final de la modernidad y la llegada de la
posmodernidad. De esta forma, lo fantástico del Modernismo se ubica a
medio camino entre la fantası́a del Romanticismo, caracterizada principal-
mente por su reivindicación inmediata de lo irracional frente al estrecho
racionalismo de la Ilustración, y la fantası́a posmoderna, orientada no tanto
hacia la afirmación de lo sobrenatural como a la deconstrucción de lo real,
al cuestionamiento de su consistencia.8 Entre esos dos polos, la fantası́a mo-
dernista se caracteriza por una primera liberación del género de la tendencia
monotemática del Romanticismo, ya que empieza a admitir en sus narracio-
nes fantásticas discursos diferentes al de la simple reivindicación de lo so-
brenatural y a convertir frecuentemente esos discursos en la verdadera
intención del relato. Ası́ es como podrı́a incluso decirse que es en el Mo-
dernismo cuando lo fantástico empieza a dejar de ser un ‘‘género’’ para pasar
a convertirse en ‘‘modo’’ narrativo.9 Si esto no puede atribuı́rsele de forma
definitiva es porque en su producción fantástica son numerosos todavı́a los
relatos que, como ‘‘El escuerzo’’ de Lugones o ‘‘La larva’’ de Darı́o, siguen
conservando esa primera intención romántica, la de constatar lo misterioso
y lo sobrenatural como niveles inexplicables para la lógica humana. Aunque
se trata, pues, de una separación tı́mida e incompleta de las maneras románti-
cas de lo fantástico, resulta lo suficientemente amplia como para acoger ya
a los mecanismos inherentes a esa actitud de distanciamiento de lo primal
fantastic,10 mecanismos que van a concretarse principalmente en la desmiti-
ficación del propio relato, en la perspectiva de superioridad con que la voz
narrativa asiste al desarrollo de la anécdota a través de la ironı́a, la parodia o
. Sobre esta trayectoria y evolución de las finalidades de la literatura fantástica cfr. entre otros,
Campra (), Dehenim (), Morillas () y Erdal.
. Sigo aquı́ las propuestas de Jackson y Bessière, que proponen que lo fantástico no serı́a propia-
mente un género sino más bien un modo o incluso una muy concreta sintaxis o lógica narrativa.
. Tomo esta expresión de Carter Wheelock cuyo artı́culo, sin embargo, contiene chocantes in-
terpretaciones de algunos relatos y también una superficial evaluación de las fantası́as modernistas.
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. Donde más plásticamente queda registrado ese proceso es quizá en la figuración de los persona-
jes sobrenaturales, y en especial de los demonios de ‘‘La diablesa’’ y ‘‘El diablo desinteresado’’.
Esos personajes ya no son los seres caprı́pedos y subterráneos que se asomaban en las Tradiciones
de Ricardo Palma y también en algún cuento de Darı́o (‘‘La extraña muerte de fray Pedro’’); ahora
son caballeros urbanos, unos gentlemen que reflejan la alteración de las referencias morales de la
secularización cuando se convierten en portavoces de los discursos personales de Nervo y, entre
éstos, de los de carácter más ético y positivo (cfr. Nervo Obras completas I: y ).
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. Sobre los particulares del discurso nerviano de la felicidad me he extendido ya en mi introduc-
ción a En voz baja y La amada inmóvil.
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. Que yo recuerde, sólo el dariano ‘‘Cuento de Pascuas’’ puede considerarse un relato apocalı́p-
tico ‘‘globalizante’’ pero, en cualquier caso, ajeno a la ciencia-ficción. Lo mismo cabrı́a decir tal
vez de ‘‘La lluvia de fuego’’ de Lugones. El ‘‘Ensayo de una cosmogonı́a en diez lecciones’’ de
Lugones, aunque globalizante, tiene como referencias las doctrinas esotéricas y el evolucionismo,
más que los avances de la técnica, pero está sobre todo enfocado hacia el pasado y no hacia el
futuro, como suele ser preceptivo en los relatos de ciencia-ficción.
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nes son las tı́picas de este género, y sobre todo se distancian de las presenta-
ciones brutas e inmediatas de lo extraordinario que suelen caracterizar al
Romanticismo; las de Nervo tienden a diversificarse y a hacerse más refinadas
e intelectuales. Este distanciamiento se nota ya en sus primeros relatos fantás-
ticos, con el humorismo de ‘‘Cuento de Reyes’’, o con el final de ‘‘El cosco-
rrón’’, donde la voz narrativa se encarga en una irónica coda, que no creo
que esté dirigida a un lector femenino por casualidad, de asegurar que la
duda y la suspensión del juicio se conviertan en la única actitud posible del
receptor de la historia.14 En otras ocasiones, como ocurre en el capı́tulo ‘‘El
regalo del elefante’’ de El donador, es la voz demiúrgica del propio narrador
la que afirma autoritariamente la discontinuidad de los dos mundos pero al
mismo tiempo la posibilidad de su intercomunicación. A veces son los perso-
najes verosı́miles quienes aparecen caracterizados como escépticos y explici-
tando sus dudas sobre el hecho o los seres enigmáticos de la diégesis, como
ocurre en ‘‘El colmo’’, donde el conjunto de los personajes se mueve en dos
o incluso tres planos diferentes (el de la aceptación, el de la duda y el de la
incredulidad), y también en ‘‘La diablesa’’ y en El donador, cuyo escéptico
protagonista aparece en cierto momento de la narración ‘‘[empezando] a
creer en el conjuro’’ (Obras completas I: ). En otros relatos es el personaje
extraordinario quien se encarga de perpetuar el enigma en sus conversacio-
nes con los personajes ordinarios, como ocurre en ‘‘El diablo interesado’’
cuando el probable demonio decide mantener oculta su verdadera identidad.
En otros momentos el narrador recoge el hecho fantástico desde una pers-
pectiva neutra, presentándose como simple reproductor de documentos his-
tóricos fidedignos (‘‘La novia de Corinto’’), o como protagonista y/o testigo
de hechos o percepciones paranormales (‘‘El sexto sentido’’, ‘‘Los congela-
dos’’). A veces se pretende una explicación cientı́fica para el hecho extraordi-
nario (‘‘El paı́s en que la lluvia era luminosa’’) y otras veces simplemente se
inserta ese acontecimiento en el momento contemporáneo y coetáneo al
autor (‘‘El ángel caı́do’’). Hay casos en que el hecho se presenta frı́amente y
sin aclaraciones posteriores, para que únicamente sea el lector quien resuelva
la incógnita, si puede. Ası́ la anécdota de ‘‘El del espejo’’, ¿es un accidente o
un hecho inexplicable? O lo que se cuenta en ‘‘Las Casas’’, ¿se trata de una
reencarnación, una metempsı́cosis o es el producto de una autosugestión?
. También ‘‘Kábala práctica’’ y ‘‘El escuerzo’’ de Lugones cuentan con receptores femeninos,
aunque en ambos casos son intradiegéticos.
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. Cfr. sus afirmaciones de ‘‘El estilo exuberante’’: ‘‘La palabra dice y quiere decir. El autor dice
con ella esto o aquello, pero no logrará apoderarse del ritmo ı́ntimo de las cosas sino cuando
quiere decir esto o aquello, cuando intenta expresar lo que no se expresa de por sı́, cogiendo
simplemente las palabras necesarias, sino lo que sólo acierta a expresarse después de mirar muchas
palabras al trasluz, a fin de ir descubriendo su significación escondida [. . .] Y este Don Juan
(Valera) jamás se asomó al mundo interior del léxico, a lo que está en lo hondo de la palabra, a lo
que conserva aún el sello enigmático y lejano de su origen celeste: ‘En el principio el Verbo era
Dios y el Verbo estaba en Dios, y por el fueron todas las cosas y sin Él no fue hecha cosa alguna
[. . .]’ Este Don Juan no penetró jamás a uno de esos callados claustros, donde las palabras nunca
dichas son como invioladas monjas, a fin de robarse a Doña Inés, a ese incontaminado vocablo
que expresa hasta lo inefable y que suele prenderse como gota de luz a los puntos de la pluma y
caer sobre las cuartillas como un diamante, a condición de que la pluma esté sostenida por la
mano de un genio’’ (Nervo, Obras completas –; cursivas de Nervo).
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Rubén Darı́o(, ) as well as two critical editions of this author (, ). He is
also author of a critical edition of Amado Nervo () and several articles on the female
readers of Latin American Modernism. He is currently working on a critical edition of
Gutiérrez Nájera and preparing a study on the idea of secularization in Contemporary
Latin American Literature.
Works Cited