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INFORME 8 CASO CLINICO Trastornos de Conducta Alimentaria

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ASIGNATURA PSIQUIATRÍA

IV Ciclo de Estudios Semestre Académico 2022 -II

TEMA: CASO CLÍNICO:


TRASTORNOS DE CONDUCTA ALIMENTARIA.
Docente:
Dra. Flor Torres

ALUMNOS
▪ Amenero Delgado, Joaquín…………………………………..…. EP028
▪ Arrascue Limo Antonio Sebastián……….……….…….………. EP028
▪ Cadenillas Montalvo, Leslie Jazmine…………………….…...... EP028
▪ Delgado Chumioque, Santiago Eduardo………………….…... EP028
▪ Delgado Rojas, Paulo Roberto…………………………….……. EP028
▪ Delgado Vásquez, Henry Juan David…………………….…..... EP028
▪ Jara Chafloque, Itza Lucero……………………………….……. EP028
▪ Gutiérrez Cieza, Lucero Saraí…………………………….……. EP028
▪ Ruiz Vásquez, Marcelo Alonzo……………………….……….... EP028
▪ Adrianzén Acaro Alisson Nichol……………………….………... EP029
▪ Delgado Villena Marcia Belen……………………..….……….... EP029
▪ Chupillón Torres Esteban Samuel…………………………….... EP029
▪ Guerrero Estela Paola Lisseth……………………….………..... EP029
▪ Noriega Garcia Lesly Adela……………………….……..…….... EP029
▪ Vásquez Pando Jesus Eduardo……………………….……….... EP029
▪ Vega Reyes Keyko Yurico……………………….………….….... EP029
▪ Verastegui Bezzolo Luis Angelo……………………….…...….... EP029
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 3
MARCO TEÓRICO: .................................................................................................. 4
DESARROLLO DE CASO CLÍNICO: ..................................................................... 10
ESFERAS: .......................................................................................................... 14
EXAMEN FISICO: ............................................................................................... 15
DIAGNOSTICO PRESUNTIVO ........................................................................... 16
PLAN DE TRABAJO .......................................................................................... 17
CONCLUSIONES ................................................................................................... 19
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ....................................................................... 20

2022
INTRODUCCIÓN

El potencial de influencia de los medios de comunicación, sobre gran parte de la


población, ha sido discutido por muchas instancias, concluyendo que éste es
innegable y contundente.
“Los adolescentes y el sector femenino son las víctimas más directas, por lo
relacionado a la moda”
En los últimos tiempos la televisión y los medios impresos, instauran un patrón de
belleza, basado en la delgadez extrema, las dietas y un sin fin de “normas”, trayendo
como consecuencia, que las personas deseen parecerse a ese patrón ideal que
muestran los medios, lo que desencadena la aparición de técnicas, tendencias y hasta
trastornos psicológicos para llegar a estar a la moda.
Trastornos alimenticios como la bulimia y otros, son en la actualidad motivo de
consulta para muchos psicólogos y comienzan a aparecer entre los antecedentes
dentro de las historias clínicas.
Se piensa que esta enfermedad es una suma de influencias biológicas, psicológicas
y sociales; bajo el punto de vista biológico hay una alteración del funcionamiento del
hipotálamo, ausencia de la (cck) que maneja el mecanismo de la saciedad en el
cerebro; a nivel psiquiátrico como una respuesta a relaciones interpersonales
inadecuadas o destructivas, depresiones, estrés, etc.; y a nivel social por la búsqueda
de la delgadez como patrón de belleza, miedo a engordar, excesiva promoción de
dietas mágicas, productos y equipos para adelgazar, la exhibición de cuerpos
ultradelgados en los medios de comunicación.
MARCO TEÓRICO:

Se define como un síndrome psiquiátrico multifactorial, que se manifiesta por


la pérdida de peso voluntaria que condiciona una serie de alteraciones
orgánicas. La causa inmediata es el intenso miedo a ganar peso a pesar de
encontrarse en un peso normal, y es ese miedo el que va a generar una
conducta alterada ante la ingesta alimentaria y/o la aparición de
comportamientos encaminados a controlar el peso. Esta alteración ocasiona
problemas físicos (alteración de su imagen corporal) y del funcionamiento
psicosocial. Su incidencia es superior en el sexo femenino, especialmente en
la edad pre o puberal.

Epidemiología:
En cuanto a la epidemiología, existe una mayor vulnerabilidad de las mujeres
jóvenes a padecerlos, particularmente en la adolescencia o la adultez
temprana.
Debemos tener en cuenta que la presencia de insatisfacción corporal o de
conductas alimentarias anómalas es común entre la adultez media. La
incidencia máxima se da entre los 15-25 años. Los pacientes con TCA poseen
mayor incidencia de trastornos afectivos que la población general, con una
mayor prevalencia de depresión mayor.

Etiopatogenia:
➢ Factores Biológicos: Anormalidad en la función del hipotálamo,
alteración del sistema de neurotransmisores (disminución de
noradrenalina, serotonina, dopamina), disminución del metabolismo
basal.
➢ Factores Genéticos: Los factores genéticos son fundamentales en el
desarrollo de estas entidades, principalmente la anorexia nerviosa.
➢ Factores Psicológicos: Tipos de personalidad o rasgos, factores
cognitivos y emocionales. En el caso de los adolescentes se ha descrito
que éstos suelen dirigir sus preocupaciones hacia la y el aumento de
peso y suelen perder el sentido de autonomía y autoconfianza.
Se describen 3 áreas afectadas:
a) Un trastorno de proporciones delirantes en la imagen y concepto
corporales,
b) Percepción e interpretación cognoscitivas inadecuadas y
confusas de los estímulos que se inician en el cuerpo, que lo
llevaría a no darse cuenta de la sensación de hambre,
c) Una sensación paralizante de inefectividad que produce la
convicción de que actúa solamente en respuesta a las demandas
de los otros y no por su propia iniciativa.
➢ Factores Socioculturales: Predisposición familiar, interacción padre-
hijos, funcionamiento familiar, mayor o menor conflictividad. La
sobrevaloración de la delgadez que hace nuestra cultura, es un factor
de innegable importancia para la generación de éstos cuadros. Las
influencias socioculturales y “el anhelo de delgadez”, constituyen el
principal factor de predisposición y de mantenimiento de éstos
trastornos.
➢ Factores Desencadenantes: Cambios corporales, enfermedad
adelgazante, traumatismo desfigurador, ruptura conyugal de los padres,
contactos sexuales, aumento rápido de peso, críticas sobre el cuerpo,
aumento de la actividad física e inicio de dieta.
➢ Factores Mantenedores: Consecuencias físicas y psíquicas de
inanición, cogniciones anoréxicas, interacción familiar y aislamiento
social.

Diagnóstico:
Cuando se sospeche la presencia de un TCA se debe proceder a realizar una
historia clínica completa, descartando patología orgánica y/o psiquiátrica
asociada al mismo o como consecuencia de éste. La actitud del clínico hacia
el paciente es fundamental para conseguir información fiable y garantizar la
continuidad del proceso terapéutico. Los datos específicos que deben
recogerse van desde el conocimiento de la génesis de la enfermedad, las
oscilaciones de peso, hasta el conocimiento de la ingesta y el tipo de alimentos
que consume o evita, así como sus horarios de comida, métodos utilizados
para perder peso, etc. Es necesario evaluar el estado mental del paciente para
precisar la gravedad psiquiátrica del cuadro y los diagnósticos asociados. Se
debe realizar una exploración física que incluya peso, talla, presión arterial,
pulso, índice de masa corporal y exámenes de sangre; y psicopatológica que
indague sobre la alteración de la imagen corporal, el deseo de adelgazar, los
mecanismos empleados para conseguirlo y repercusiones en el ámbito
personal y sociofamiliar.

ANOREXIA NERVIOSA:
La etiología, como ya mencionamos anteriormente, es multifactorial, existiendo
componentes de tipo genético, sociales, metabólicos, de personalidad,
hormonales, sexuales, de modo de expresar las emociones, de aprendizaje,
de historia de abuso, maltrato o perfeccionismo y la coexistencia con otros
trastornos psiquiátricos, como el componente depresivo, obsesivo-compulsivo,
los trastornos de ansiedad y la pérdida del control del impulso.
La cuarta edición del Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales (DSM-
IV), define a esta entidad como un trastorno en el que la persona se niega
a mantener un peso mínimo dentro de la normalidad, tiene un miedo
intenso a ganar peso y una significativa mala interpretación de su cuerpo
y su forma. Esta misma entidad resalta también, que el término anorexia (falta
de apetito) es erróneo, ya que ésta rara vez aparece en los estadios tempranos
de la enfermedad.
Estos pacientes ponen en práctica voluntariamente diferentes medidas para
conseguir la pérdida de peso deseada, como una dieta restrictiva muy estricta
y conductas purgativas (vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, uso de
diuréticos, etc.). A pesar de la progresiva e intensa pérdida de peso, las
personas afectadas presentan una distorsión de la imagen corporal y se ven
gordas, por lo que persisten con las conductas de evitación de la comida junto
con acciones compensatorias para contrarrestar el aporte calórico de la que
ingieren (actividad física desmesurada, conductas de purga, etc.).
Habitualmente no tienen conciencia de enfermedad ni del riesgo que corren
con su conducta. Todo su interés está centrado en perder peso, y para
conseguirlo no les importa caer en estados nutricionales carenciales que
pueden acarrear un serio riesgo vital. Con frecuencia estas personas tienen
una personalidad con excesiva necesidad de aprobación, alto sentido de la
responsabilidad, perfeccionismo y sentimiento de ineficacia personal.
Es una enfermedad típica de las mujeres (90-95%) que se presenta
principalmente en la adolescencia y afecta a un 1% de la población. Las edades
de inicio más frecuentes suelen estar entre los 14-18 años, en los últimos años
se ha observado que la incidencia tiende a aumentar en los varones

BULIMIA NERVIOSA:
Se define como episodios recurrentes de atracones (ingesta voraz,
incontrolada), en los cuales se ingiere una gran cantidad de alimento en un
corto espacio de tiempo, generalmente en secreto, seguidos de conductas
compensatorias inapropiadas (vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, uso
de diuréticos, hiperactividad física,) junto con alteración de la percepción de la
forma y del peso corporal. En la BN no se producen necesariamente
alteraciones en el peso, pueden tener peso normal, bajo o sobrepeso, por lo
que pasa fácilmente desapercibido. Los cuadros bulímicos se dividen en
purgativos y no purgativos.

TRASTORNO DE CONDUCTA ALIMENTARIA NO ESPECIFICADO:


Los TCA no especificados suelen ser cuadros de AN O BN incompletos, ya sea
por su inicio o porque están en vías de resolución. Por lo tanto, en ellos
veremos síntomas similares, pero sin llegar a configurar un cuadro completo,
aunque no por ello menos grave. Dentro de este grupo de trastornos, se
incluyen trastornos tales como el empleo habitual de conductas
compensatorias inapropiadas (después de ingerir pequeñas cantidades de
alimento, masticarlas y expulsar la comida) y episodios compulsivos y
recurrentes de ingesta, pero sin conductas compensatorias.

El trastorno por atracón es una entidad en fase de estudio para poder


determinar si nos hallamos ante un trastorno diferente al resto de los TCA no
especificados o simplemente ante una forma leve de BN. La diferencia principal
con la BN es la ausencia de mecanismos compensatorios de los atracones, por
lo que con el tiempo el paciente se encamina inexorablemente hacia un
problema de sobrepeso u obesidad.

TRATAMIENTO:
La elección del tratamiento dependerá de las características de la persona que
lo padece, su gravedad y tipo de enfermedad. Los TCA son enfermedades
complejas con un curso crónico. Suelen requerir tratamiento a largo plazo, con
un promedio de 5-6 años. La intervención temprana es esencial, para evitar
daños físicos permanentes causados por la enfermedad durante las etapas del
crecimiento y desarrollo. Por la complejidad de su manejo, el tratamiento debe
ser cuidadosamente coordinado por un grupo multidisciplinario que, de
acuerdo a cada caso y a la disponibilidad, podría incluir al médico, psiquiatra,
psicólogo, trabajador social y nutricionista. Hay casos que requieren la
evaluación del ginecólogo, del endocrinólogo y del gastroenterólogo, entre
otros.
La meta principal del tratamiento debe ser promover un estado de vida
saludable:
✓ Restaurar el peso apropiado de acuerdo al índice de masa corporal y el
metabolismo normal del cuerpo
✓ Normalizar los patones de alimentación y revertir el proceso de inanición
✓ Tratar cualquier complicación médica resultante
✓ Eliminar conductas compensatorias maladaptativa.

PREVENCION:
En lo que se refiere a la prevención primaria, se actúa sobre los factores de
riesgo, las principales estrategias son de carácter educativo y se han centrado
básicamente en los siguientes aspectos:

➢ Información a la población general y en particular a la población de


riesgo.
➢ Identificación de grupos de riesgo
➢ Actuaciones dirigidas a modificar aquellas conductas que podrían
favorecer el comienzo de la enfermedad, en particular en relación con
la dieta
➢ Intervenciones sobre los estereotipos culturales, adelgazamiento y
belleza

FACTORES DE RIESGO:
Las variables que sobre todo alertan sobre un mayor riesgo de
desarrollar un TCA son la influencia de la alimentación, el peso y la figura
corporal en el estado de ánimo, la baja autoestima y las variables de
afrontamiento denominadas expresión emocional y acción impulsiva.
DESARROLLO DE CASO CLÍNICO:

1. ANAMNESIS:
FILIACIÓN
• Nombre: M.R.
• Edad: 20 años.
• Sexo: Femenino.
• Estado civil: Soltera.
• Lugar y fecha de nac.: Lima.
• Lugar de procedencia: Lima.
• Grado de instrucción: Cursa el 2do. Año de enfermería.
• Religión: católica.
EPISODIO ACTUAL
• Tiempo de enfermedad: 3 años.
• Forma de inicio: Insidioso.
• Curso: Progresivo.
• Síntomas y signos principales: Episodios de tristeza reactiva, trastorno de
control de impulsos, ansiedad y depresión, atracones, conductas purgativas:
vómitos, conductas de evitación a situaciones sociales y autolesiones (heridas
cutáneas)
Episodio Actual y Relato Cronológico.
La paciente hace interconsulta del área de Cirugía Plástica. Refiere que desde hace
3 años ha tenido múltiples intentos fallidos para adelgazar (dietas sin prescripción
médica, ingesta de sustancias no prescritas por el médico, nutricionista y ejercicio
programado). Desde hace 1 mes considera que la operación es su única salida y su
motivación intrínseca es prácticamente nula. Asegura tener hábitos de vida poco
saludables en cuanto a alimentación y ejercicio físico.
Hace 12 meses, come únicamente dos veces al día en la mañana desayuna a las 11
frutas, quinua y tiene una segunda comida a las 8 de la noche en forma de atracón
(come en abundante cantidad sobre todo golosinas como galletas, cereales, en
ocasiones todo lo que encuentra en la cocina y si no encuentra nada prepara 3 tazas
de arroz y lo come), posterior a esto se siente muy culpable y 4 veces a la semana
presenta conductas purgativas en forma de vómitos.
Estos atracones los realiza en su habitación en solitario o en la cocina de pie.
Refiere “picoteos” antes de cenar en alguna ocasión. Desde hace 2 años no coincide
con el resto de la familia a la hora de comer por temas académicos, además ve que
sus familiares no comen de forma saludable, y asegura que su familia no se preocupa
de ella y cuidan su alimentación. Relata episodios de tristeza reactiva respecto a su
peso desde hace 4 años. A los 13 años acudió a un psicólogo por un trastorno del
control de impulsos (pellizcos en brazos y cara), con mejoría por 2 años, pero volvió
a aparecer hace 5 años.
Historia del problema.
Según informa su problema de peso y sus hábitos alimentarios inadecuados existen
desde hace 5 años, desde que se cambió de colegio y sus compañeros le ponían
apodos por su apariencia. Su peso ha aumentado gradualmente desde los siete años,
produciéndose hace dos años un mayor incremento. Asegura que en su casa se
ingieren muchos hidratos de carbono, fritos, cenas copiosas y comida rápida. Hace 3
años, coincidiendo con el final de la secundaria, comienzan los atracones, pero eran
una vez al mes, en alguna ocasión, vómitos como conducta compensatoria.
Actualmente asegura que los vómitos y los atracones son de forma casi diaria. La
falta de control de impulsos se inicia a los 11 años, cuando empieza a pellizcar en
brazos y cara para aliviar la ansiedad. Este hecho coincide con un episodio puntual
de agresión física reiterativa por parte de su madre. Según relata, en alguna ocasión
recuerda que su madre en esa etapa estaba muy irritable y agresiva con ella y con su
hermano, posterior a esto la madre recibió tratamiento psiquiátrico por una aparente
depresión según lo que su padre le ha contado. Refiere que la conducta de pellizcarse
cuando está nerviosa la realiza desde entonces sin darse cuenta, normalmente por la
noche cuando está sola en su cuarto y llegando a provocarse heridas leves en la piel.
Por ello, con 13 años se puso en tratamiento psicológico durante seis meses con
remisión parcial.
En cuanto a la sintomatología depresiva, la paciente refiere sentimientos de tristeza
reactiva, vergüenza, inferioridad incluso culpa por no poder bajar de peso, niega haber
tenido ideas suicidas o autolesivas. Desde la niñez siempre ha tenido un poco de
vergüenza por su peso. Además, estos sentimientos los maneja comiendo y
pellizcando, por lo que finalmente aumentan. Asegura que han ido oscilando en
intensidad según la época, pero nunca ha llegado a sentirse completamente bien.
Refiere conductas de evitación ante la exposición de su cuerpo desde el colegio
sobre todo, cuando practicaba natación y tenía que ponerse su ropa de baño,
habiéndose incrementado notablemente desde su entrada en la universidad hace dos
años. Esta exposición de su cuerpo en situaciones sociales ha llegado a provocar
ataques de ansiedad.
En el momento actual la paciente ha alcanzado su peso máximo (72 kg), a causa de
los atracones y los hábitos de vida desadaptativos. Muestra ligeras heridas cutáneas
como consecuencia del impulso de pellizcar. También refiere que todos sus
problemas son a causa de su sobrepeso, que la gente juzga por eso y todos sus
problemas se solucionarían si ella bajara de peso “alcanzaría la felicidad”. Presenta
sintomatología ansioso-depresiva, con conductas de evitación de situaciones sociales
que están interfiriendo en su rutina diaria, aumentando su aislamiento social. Todo
ello en el contexto de unas relaciones familiares disfuncionales.
Respecto a la motivación de cambio, la adolescente refiere ser consciente de la
existencia del problema, sin embargo, muestra una motivación centrada en la
consecución de metas ajenas al cambio personal (ha pensado en hacerse liposucción
incluso en una operación de cirugía bariátrica). Además, se muestra algo reticente al
posible tratamiento.
Funciones Biológicas:
• Sueño: Duerme bien en ocasiones (1 vez cada dos semanas) demora 20
minutos en conciliar el sueño.
• Sed: Toma 3 litros de agua diaria para bajar de peso.
• Sudoración normal.
• Deposiciones: estreñimiento raras veces (1 vez al mes).
• Peso: 72 Kg.
2. ANTECEDENTES:
ANTECEDENTES FISIOLÓGICOS Y DEL DESARROLLO.
A. Prenatales, perinatales y postnatales: Nacida de parto eutócico, hospitalario.
Paciente es producto de segunda gestación, deseada y aceptada por ambos padres,
madre trabajaba como cocinera cuando se embarazó, durante este presentaba
ocasionalmente náuseas y cefaleas, que se aliviaban cuando comía hielo, aumento
de peso (13 kg. Aprox.), se realizó controles prenatales con regularidad en una clínica,
no presentó infecciones, amenaza de aborto, ni consumió drogas o fármacos durante
la gestación. Lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, posterior a este inicia
ablactancia.
B. Desarrollo psicomotor: Su desarrollo psicomotor fue adecuado, camino a los 12
meses, habló a los 13 meses, enuresis hasta los 3 años.
C. Desarrollo sexual:
Parejas sexuales: Ninguna. Fecha de última relación sexual: Nunca.
Ha tenido un enamorado hace 4 años una relación que duró un mes, hacían las tareas
juntos, ella reconoce que desconfiaba constantemente de él por esa razón él decidió
terminar la relación.
Cabe resaltar que, su desarrollo evolutivo ha ido ligado desde el sobrepeso en la
primera infancia hasta el actual sobrepeso.
ANTECEDENTES GINECO-OBSTETRICOS:
Menarquia: 13 años. FUR: hace 3 semanas. MAC: Ninguna.
Régimen catamenial: cada 29 días con duración de 4 días.
ANTECEDENTES PATOLÓGICOS:
Enfermedades personales previas: Cuadros repetitivos de infecciones de vías
respiratorias altas.
- Niega HTA, Diabetes, TBC.
- No tiene alergias. No accidentes, ni hospitalizaciones.
- Inmunizaciones completas a la fecha.
Hábitos nocivos: No presenta hábitos nocivos. Paciente refiere que “No consume ni
ha consumido ninguna Sustancia psicoactiva”
ANTECEDENTES FAMILIARES:
- Padre (57 años, sobrepeso, administrador).
- Madre (54 años, obesidad, cocinera) → Hiperglucemia gestacional, aparente
episodio depresivo cuando la paciente tenía 11 años.
Ambos padres poseen estudios primarios.
- Hermano (25 años, perdió 60 kg mediante dieta y ejercicio, anteriormente obeso
mórbido).
ANTECEDENTES GENERALES:
Entre sus aficiones destacan el baile o la natación, la música, los animales y el cine.
Vivienda: Nivel socioeconómico medio. Departamento en la ciudad con 6 ambientes
y servicios básicos. El principal sustento de la familia es el padre.
ESFERAS:

A. PERSONALIDAD PREVIA: Era una niña colaboradora, ordenada en casa y con


su habitación, no ocasiona problemas, ayudaba en todo lo que se le pedía,
siempre trataba de hacer las cosas bien, probablemente describe la madre para
que no la regañara.
B. ESCOLARIDAD: En el ámbito académico siempre ha presentado un elevado
rendimiento. La relación con sus iguales siempre ha sido adecuada, pese a referir
episodios aislados de burlas de compañeros en el colegio e instituto, pero ella se
describe como una persona sociable.
C. SEXUALIDAD: La paciente notó la diferencia entre varones y mujeres a los 5
años. se identifica con el sexo femenino. Se siente atraída por los varones. No ha
tenido ninguna pareja sexual hasta el momento.
D. FAMILIARES: La relación familiar ha sido siempre conflictiva, refiriendo burlas de
varios familiares en torno a su peso.
E. RELIGION: Toda la familia de la paciente profesa la religión católica, padres
asisten a misa y al coro de la iglesia dos veces a la semana, paciente ha recibido
los sacramentos católicos del bautismo, y primera comunión, pero no asiste con
regularidad a misa, pero declara creer en Dios.
F. PROBLEMAS LEGALES: Niega tener algún problema legal.
G. DINÁMICA FAMILIAR: Relación del Paciente con cada uno de sus familiares
Destaca la carencia de afecto de su madre, problemas de comunicación y la alta
emoción expresada en forma de comentarios críticos. Su madre verbaliza no
estar de acuerdo con la decisión de la paciente de operarse y hace comentarios
como que ella tiene que aceptarse como es y no pensar en esas cosas, relata
que a la hora de la cena ella sí está en casa y tampoco la ayuda a controlarse, es
su madre quien cocina y hace la compra en casa. A los 11 años la paciente refiere
episodios de agresión física reiterativa por parte de su madre. Según relata, en
alguna ocasión recuerda que su madre en esa etapa estaba muy irritable y
agresiva con ella y con su hermano, posterior a esto la madre recibió tratamiento
psiquiátrico por una aparente depresión. Respecto, su papá siente más confianza
de contarle cosas a él y siente que la entiende, pero como la mayor parte del
tiempo trabaja no tienen mucho tiempo para compartir. Su hermano vive de forma
independiente, pero se comunican por teléfono y tienen una relación cercana.

EXAMEN FISICO:

EXAMEN FÍSICO GENERAL:


FC: 80x’ FR: 16x’ PA: 100/50 mmHg Peso: 72 Kg. Talla: 1.60 IMC: 28 mm3.
EXAMEN MENTAL:
Examen por aparatos y sistemas: A la evaluación paciente en aparente regular estado
general, se evidencia pequeñas cicatrices en los brazos y debajo de la oreja piel
con elasticidad y turgencia conservadas, tibia uñas sin alteraciones, sistema
piloso sin alteraciones, mucosas hidratadas, no edemas. - Ojos con conjuntivas
rosadas, pupilas isocóricas, fotorreactivas.
- Oídos con pabellones auriculares con una implantación adecuada, CAE permeable,
audición conservada.
- Mucosa oral húmeda, piezas dentarias en regular estado de conservación.
- No adenopatías.
- Cuello, cilíndrico, central, simétrico, no se palpan masas.
- Tórax simétrico, el murmullo vesicular pasa bien por ambos campos pulmonares.
- Ruidos cardiacos rítmicos regulares, normofonéticos no se auscultan ruidos
sobreagregados.
- Abdomen blando, depresible, no doloroso a la palpación superficial ni profunda, no
visceromegalias, ruidos hidroaéreos se encuentran conservados.
- Puño percusión negativa. - Actualmente no se evidencian signos meníngeos ni de
focalización somatosensorial.
EXAMEN MENTAL Durante la entrevista la paciente luce preocupada, mueve
frecuentemente los brazos y las piernas, ansiosa. Responde a todas las
preguntas que se le realizan, al responder algunas preguntas se torna llorosa,
manifiesta estar preocupada. Tenía respuestas emocionales adecuadas.
Inicialmente habla poco y está bastante preocupada, posteriormente da muchos
detalles en algunas preguntas, con un volumen de voz y tono normal, al igual que
las inflexiones. Hace contacto visual con el entrevistador, responde dónde está y
la fecha en la que estamos, durante algunas pruebas adicionales, abstrae de
forma adecuada los refranes, no se desconcentra, se mantiene atenta a todas las
preguntas, pero si manifiesta su preocupación constante por su peso y porque no
será capaz de nada si no baja de peso.

DIAGNOSTICO PRESUNTIVO

Bulimia nerviosa
• Preocupación continua por la comida, con deseos irresistibles de comer, de
modo que el enfermo termina por sucumbir a ellos, presentándose episodios
de polifagia durante los cuales consume grandes cantidades de comida en
períodos cortos de tiempo.
• El enfermo intenta contrarrestar el aumento de peso así producido mediante
uno o más de uno de los siguientes métodos: vómitos autoprovocados, abuso
de laxantes, períodos intervalares de ayuno, consumo de fármacos tales como
supresores del apetito, extractos tiroideos o diuréticos. Cuando la bulimia se
presenta en un enfermo diabético, éste puede abandonar su tratamiento con
insulina.
• La psicopatología consiste en un miedo morboso a engordar, y el enfermo se
fija de forma estricta un dintel de peso muy inferior al que tenía antes de la
enfermedad, o al de su peso óptimo o sano. Con frecuencia, pero no siempre,
existen antecedentes previos de AN con un intervalo entre ambos trastornos
de varios meses o años. Este episodio precoz puede manifestarse de una
forma florida o por el contrario adoptar una forma menor o larvada, con una
moderada pérdida de peso o una fase transitoria de amenorrea.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
• El médico no se va a encontrar con este cuadro tan claro y puede ser difícil
llevar a cabo el diagnóstico. Especialmente en las primeras etapas, el paciente
puede negar la sintomatología y el miedo al incremento de peso, las razones
de no querer comer y aceptar calladamente todo tipo de exploraciones
complementarias, e incluso puede expresar a sus familiares y al médico su
disgusto ante la pérdida de peso. Otro hecho que puede confundir a la hora
de formular el diagnóstico es la existencia real de un trastorno somático (p. ej.,
un proceso infeccioso intestinal) o de un acontecimiento vital estresante (p. ej.,
estancia fuera del hogar o muerte de un familiar) en el inicio y como causa
probable de la primera pérdida de peso.
• También puede inducir a error, incluso a psiquiatras experimentados, la
presencia de sintomatología depresiva más o menos acusada. Muchos de
estos pacientes la presentan y por sí misma no puede ser motivo para
descartar el diagnóstico de anorexia. De todas formas, es obvio que se deberá
realizar el diagnóstico diferencial, lo que en algunas etapas del proceso pueden
ser realmente difícil, ya que algunos pacientes en algún momento de su
evolución son tributarios de un doble diagnóstico.
• Dado que dos de los síntomas principales de la anorexia nerviosa son la
pérdida de peso y la amenorrea, el diagnóstico se hace más difícil en niñas en
edad prepuberal, especialmente entre los 8 y los 12 años. En estas edades la
amenorrea no puede ser considerada sintomática y además la pérdida de peso
puede ser mínima e incluso nula.
• También puede llevar a confusión la anorexia que se caracteriza básicamente
por la práctica intensiva de ejercicio físico, es decir, que el paciente no realiza
una dieta muy restrictiva, pero se vuelve progresivamente esclavo de un
ejercicio físico compulsivo, practicado durante largas horas, y fijándose
objetivos cada vez más altos.
JUSTIFICACIÓN DE DIAGNÓSTICO

Criterios clínicos
Los criterios clínicos para el diagnóstico de la bulimia nerviosa incluyen los siguientes:
• Episodios recurrentes de atracón (consumo incontrolado de cantidades
extraordinariamente grandes de alimentos) que están acompañados de
sensaciones de pérdida de control sobre la alimentación y que por lo menos
ocurren, en promedio, 1 vez por semana durante 3 meses.
• Conducta compensatoria inapropiada recurrente para influir en el peso corporal
(en promedio, por lo menos 1 vez por semana durante 3 meses).
• Autoevaluación que es excesivamente influida por preocupaciones sobre la
forma corporal y el peso.
PLAN DE TRABAJO

• Terapia cognitivo-conductual: es el tratamiento de elección para la bulimia


nerviosa. Suele comprender 16 a 20 sesiones individuales durante 4 a 5
meses, aunque también pueden realizarse como terapia grupal.
• Psicoterapia interpersonal.
• Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

El tratamiento tiene como objetivo

• Aumente la motivación para el cambio


• Reemplace la alimentación disfuncional por un patrón regular y flexible
• Disminuya la preocupación excesiva por la forma del cuerpo y el peso
• Prevenga las recaídas

▪ La terapia cognitivo-conductual elimina los atracones y la purga en


alrededor del 30 a 50% de los pacientes. Muchos otros muestran mejoría;
algunos abandonan el tratamiento o no responden. La mejoría suele
mantenerse bien a largo plazo.
▪ En la psicoterapia interpersonal, el énfasis es en ayudar a los pacientes a
identificar y alterar los problemas interpersonales actuales que pueden estar
manteniendo el trastorno de la conducta alimentaria. El tratamiento es tanto no
directivo como no interpretativo y no se enfoca directamente en los síntomas
de los trastornos de la conducta alimentaria. La psicoterapia interpersonal
puede ser considerada alternativa cuando no se cuenta con terapia cognitivo-
conductual.
▪ Los ISRS utilizados solos reducen la frecuencia de los atracones y los vómitos,
aunque se desconocen los resultados a largo plazo. Los ISRS también son
efectivos para tratar la ansiedad y la depresión asociadas. La fluoxetina está
aprobada para el tratamiento de la bulimia nerviosa: una dosis de 60 mg por
vía oral 1 vez al día (esta dosis es mayor que la normalmente utilizada para la
depresión).
CONCLUSIONES

• Los trastornos de conducta alimentaria son de origen multifactorial. Existen


factores de tipo genético, psicológico, sociocultural, familiar y personal. De entre
estos factores encontramos factores precipitantes y predisponentes. La
interacción entre ambos suele generar una insatisfacción corporal que
desemboca en un deseo de adelgazar. Se considera que ser mujer, adolescente
y practicar un deporte con altas exigencias estéticas, pueden ser los perfiles de
mayor riesgo para desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria.
• Es verdad que este tipo de padecimientos son sumamente graves y todo aquello
que pueda ayudar a prevenirlos es muy positivo, se han conocido un par de
campañas al respecto evaluando sus ventajas y desventajas y toda la
experiencia e información han ayudado a proponer una estrategia como se ha
demostrado.
• Es en la infancia, a través de la educación donde se puede afrontar el reto de
educar en el consumo consciente y responsable del individuo; Debido a que en
la gran mayoría de casos, los TCA son desarrollados por personas que imitan
los patrones estética imperantes, es decir los que están en tendencia en la
sociedad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• Hudson JI, Hiripi E, Pope HG Jr, Kessler RC. La prevalencia y los correlatos
de los trastornos alimentarios en la Replicación de la Encuesta Nacional de
Comorbilidad. Psiquiatría Biol. 2007; 61 (3): págs. 348-58.
• Guerro Prado D, Barjau Romero JM. Epidemiología de los trastornos de la
conducta alimentaria. En: Chinchilla Moreno A, editor. Trastornos de la
conducta alimentaria. Barcelona: Masson; 2003. p. 15-9.
• Vargas M. Trastornos de la Conducta Alimentaria. Rev. Medica De Costa Rica
y Centroamerica. [Internet]. pp: 475 – 482. [citado el 23 de septiembre de
2022]. Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/revmedcoscen/rmc-
2013/rmc133q.pdf
ANEXO

Actividad: Alumno:
Carátula. CHUPILLÓN TORRES ESTEBAN
SAMUEL.
Formato de informe y exposición
Introducción
Marco teórico
Anamnesis DELGADO VILLENA MARCIA
BELÉN.
Antecedentes
Esferas
Examen físico GUERRERO ESTELA PAOLA
LISSETH.
Correlato fisiopatológico.
Diagnóstico presuntivo. NORIEGA GARCÍA LESLIE ADELA.
Plan de trabajo.
Conclusiones TODOS

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