Hisotira Latinoamericana y Argentina
Hisotira Latinoamericana y Argentina
Hisotira Latinoamericana y Argentina
El subdesarrollo nacional
En las situaciones de dependencia de las naciones subdesarrolladas hay una
doble vinculación del proceso histórico que crea una situación de ambigüedad,
donde el centro político de la acción de las fuerzas sociales intenta ganar cierta
autonomía, mientras que las vinculaciones económicas continúan siendo
definidas objetivamente en función del mercado externo, limitando la acción
autónoma.
La situación de subdesarrollo nacional supone la dependencia de vinculaciones
de subordinación al exterior y la reorientación de los comportamientos sociales,
políticos y económicos.
Análisis de la dependencia: no se la considera como una variable externa, sino
que se analiza a partir de la configuración del sistema de relaciones entre las
distintas clases sociales en el ámbito mismo de las naciones dependientes.
Se llego a suponer que para lograr el desarrollo de los países de la periferia era
necesario repetir la fase evolutiva de las economías de los países centrales. Pero
los distintos momentos históricos del capitalismo no deben estudiarse con el
afán de encontrar su repetición retrasada en los países de la periferia, sino para
saber como se produjo la relación entre periferia y centro. Para esto se deben
analizar diferentes aspectos:
(1) Caracteres del capitalismo como sistema económico internacional.
(2) Establecer que significó en términos de estructuras de la economía y
estructura social la relación de dependencia para los países
latinoamericanos durante los diferentes momentos del capitalismo.
(3) Las connotaciones históricas: los países latinoamericanos se ligan en las
diferentes fases del proceso capitalista a diferentes países, cuyas
estructuras económicas inciden significativamente en el carácter que
adopta la relación.
Es importante aclarar que no es licito suponer que en los países en desarrollo se
este repitiendo la historia de los países desarrollados, ya que las condiciones
históricas son diferentes. Tampoco basta considerar las diferencias como
desviaciones respecto de un patrón general de desarrollo
La batalla de Pavón (1861) acabó con la etapa de las guerras civiles e inauguró
un nuevo período caracterizado por la nacionalización de algunas instituciones
de la provincia de Buenos Aires al transformarse el ejército porteño en el núcleo
del Ejército Nacional, y la Aduana de la ciudad en Aduana Nacional, que fueron
los fundamentos con los cuales Mitre y sus sucesores construyeron el Estado
Nacional Argentino.
La constitución del Estado Nacional fue indispensable para insertar a la
Argentina en el mercado internacional. Esto permitió atraer los capitales
necesarios para desarrollar su infraestructura ferroviaria y realizar la llamada
conquista del desierto. A partir de ese momento millares de inmigrantes se
incorporaron anualmente a la población nacional, acabando con la escasez de
mano de obra.
Así se inauguraba una etapa en la cual la economía argentina, basada en la
exportación de cereales y carne, desarrollaron el sistema de transporte, el
sistema bancario y el comercio exterior.
La mayoría de los inmigrantes permanecieron en las ciudades como Buenos aires
y Rosario para desempeñar tareas urbanas.
En cuanto al desarrollo de las actividades industriales, se puede mencionar el
temprano surgimiento de empresas de la rama alimenticia como lácteos y
molinos barineros. En la década de 1920 se integrarían al país subsidiarias de
empresas extranjeras en las ramas farmacéuticas, de maquinarias y de
electricidad.
Esta estructura económica particular originó una sociedad caracterizada por la
urbanización y la presencia de población extranjera. Se fue conformando una
estructura social caracterizada de la siguiente manera:
Ganaderos con granes
extensiones de tierras (1)
Comerciantes, empleados
públivos y profesionales (2)
Pequeños y medianos
arrendatarios (3)
Peones (4)
Inmigrantes (5)
Políticas desarrollistas:
Consistieron en fomentar la radicación de subsidiarias de las empresas
multinacionales, que aportarían capitales y tecnologías inexistentes en otros
países.
Estos capitales fueron creando establecimientos con capacidad que excedía las
posibilidades de consumo del mercado local, y como además se trataba de
industrias intensivas en el uso de capital, crearon una demanda de mano de obra
inferior a la oferta. Sus intereses demandaron la apertura económica, que les
permitiera colocar sus superávits en terceros mercados.
Roosevelt inicio una nueva política, conocida como la del Buen Vecino, tratando
de mejorar la imagen estadounidense desprestigiada por su constante injerencia
en los asuntos de la región.
El proyecto de Perón:
El único que estaba encaminado a superar el conflicto del aislamiento de los
militares respecto de la sociedad argentina en que habían caído fue el coronel
Juan Domingo Perón. En 1946, tras haber estado preso en la isla Martin García y
después de la manifestación popular protagonizada por el partido obrero para su
liberación, fue proclamada su candidatura para las elecciones del mes de febrero
y, contra todos los pronósticos, triunfo derrotando a los partidos políticos
preexistentes.
Una nueva victoria electoral en 1948 alentó la Reforma de la Constitución
Nacional y, en 1949, redactó la Constitución Peronista, permitiendo la reelección
presidencial y proclamando la función social de la propiedad y el monopolio
estatal de los servicios públicos.
El rol de la industria:
Las principales características de las medidas económicas que se tomaron
fueron:
• Barreras arancelarias para proteger la industria nacional.
• Política redistributiva de los ingresos que permitió ampliar el mercado
interno incorporando a los trabajadores como consumidores de la
producción.
• Política de incentivos a la industria (créditos baratos y a largo plazo).
• Nacionalización de los transportes y los servicios públicos.
• Movilización del ahorro nacional a través de la nacionalización del Banco
Central.
• Creación del IAPI, por el cual el Estado era el único comprador de los
productos exportables e importables, y el único vendedor de ellos en el
exterior y el interior.
Los instrumentos para realizar estas transformaciones fueron las clásicas
medidas proteccionistas de la política de sustitución de importaciones. Los
Planes Quinquenales (1947-1951 y 1953-1957) establecieron las metas que
debían cumplirse en áreas económicas y sociales.
Nuevas funciones del Estado Argentino:
• Promover el bienestar social de la población.
• Ser arbitro en los conflictos entre el capital y el trabajo.
El gobierno mantuvo una cuidada relación con las Fuerzas Armadas en un
intento de neutralizarlas políticamente a cambio de una serie de concesiones,
pero los grupos de oficiales descontentos se ampliaron a partir de la crisis
económica y el recrudecimiento de la propaganda oficial. Perón intentó medidas
de control y la peronización de las Fuerzas Armadas, lo cual ensanchó la brecha
abierta entre el presidente y el cuerpo de oficiales.
Rasgo de ambigüedad:
(1) Relación entre el concepto y aquellos que lo construyen: los estudios
sobre el pasado revelan mas sobre los autores y su presente que sobre ese
pasado investigado. Las interpretaciones del populismo han estado
fuertemente influenciadas por los resquemores de algunos intelectuales
hacia lo popular y toda su progenie repulsiva.
(2) El populismo no es parte de una tradición compartida más amplia a lo
cual se relaciona el uso del termino (como el comunismo y socialismo), su
status tipológico es solo analítico. Al no haber nadie que autodefina el
termino, lo definen los de afuera.
(3) La heterogénea realidad histórica a la que se refiere.
El populismo en la historia
Por la misma época en Estados Unidos, los agricultores del Middle West unieron
sus voces para protestar contra los políticos y los banqueros de la Costa Este. El
apoyo del movimiento populista estaba integrado en su mayoría por farmers que
demandaban intervenciones socializantes más amplias por parte del gobierno.
El endeudamiento y la experiencia de sometimiento y humillación que implicaba
el endeudamiento constituía una vivencia frecuente para los farmers, quienes
formaron la espina dorsal del movimiento populista.
El intento de obligar al gobierno a hacer por ellos lo que no podían hacer por si
mismos, los forzó a entrar en la política a la ve que convirtió a su movimiento en
populista.
Existen distintas formas de clasificar los enfoques con los que se ha abordado al
populismo:
Según Di Tella el populismo es: un movimiento político con fuerte apoyo popular,
con la participación de sectores de clases no obreras con importante influencia
en el partido.
Las transiciones son momentos de tensión estructural que llevan a la emergencia
de fenómenos como el populismo. Estas tensiones generan dos actores
importantes: las masas y las elites.
Ianni no tiene dudas de que las experiencias nacionales son diferentes unas de
otras pues en cada caso las masas revelaron madurez política especial, pero
afirma que las experiencias populistas también tienen elementos en común. Así,
el populismo latinoamericano corresponde a una etapa determinada en la
evolución de las contradicciones entre la sociedad nacional y la economía
dependiente. El gobierno populista es entonces el reflejo de una nueva economía
entre las tendencias del sistema social y las imposiciones de la dependencia
económica.
Además, según este autor, el populismo corresponde a la etapa final del proceso
de disociación entre los trabajadores y los medios de producción. Las masas
trabajadoras abandonan los esquemas sociales y culturales creados durante el
estado oligárquico y adoptan valores creados en el ámbito urbano industrial.
Introducción
Desde el punto de vista político, en esta primer etapa el gobierno ejerció presión
sobre los sectores opositores con el objetivo de subordinarlos a sus intenciones.
Así, inició el juicio político a los miembros de la Corte Suprema que redujo la
autonomía del Poder Judicial y el sometimiento del Poder Legislativo, el que fue
perdiendo independencia respecto al Poder Ejecutivo. En efecto, desde 1949 los
debates parlamentarios van adquiriendo un neto corte partidita, y el “cierre del
debate” fue un recurso usual para silenciar a la oposición o alas disidencias
internas.
Perón ordenó disolver todos los partidos y crear con sus dirigentes una única
organización política. El único partido preexistente que presentó oposiciones fue
el Laborista.
Para someterlos fue dictada la Ley orgánica de los Partidos Políticos, que
prohibía expresamente las coaliciones como las que lo habían ungido presidente,
y obligaba a sus partidarios a fusionarse en un partido único.
Pero los problemas no terminaron con la creación del Partido Peronista. Al
provenir sus dirigentes de orígenes tan diversos, los conflictos entre los distintos
grupos se multiplicaron debido a las viejas rivalidades y a la carencia de una
solida estructura política capaz de disciplinarla.
La crisis económica
El incremento de las importaciones desde los Estados Unidos agotó las reservas
de divisas al tiempo que el país encontraba dificultades para ubicar sus
exportaciones en los mercados europeos. La situación propició la caída de la
participación argentina en el comercio internacional, agravando el déficit del
Plan Quinquenal en la materia.
El aumento del salario real produjo un incremento del consumo local de carne,
que unido a un descenso internacional de los precios de la misma, redujo los
saldos exportables, tanto como para que el país no pudiera cumplir con las
cuotas ofrecidas a Inglaterra.
El auge industrial produjo una crisis de combustibles. Esta situación redundó en
una crisis de la balanza de pagos que provocó la contracción industrial e inició el
eclipse de la sustitución de importaciones.
Todo ello obligó a tomar medidas que significaron un cambio en la política oficial
que consistió básicamente en priorizar las importaciones indispensables como el
petróleo y los repuestos de maquinarias, y destinar más fondos a la agricultura.
El IAPI desempeñó un papel importante: para alentar la producción
agropecuaria, empezó a pagar precios superiores a los internacionales.
Tras superar los momentos más críticos después del plan de estabilidad de 1952,
el gobierno lanza el Segundo Plan Quinquenal para el periodo 1953-1957, cuyos
objetivos fueron:
Conclusiones
Muchas de las decisiones tomadas por el gobierno peronista durante los más de
9 años de gobierno tuvieron origen en la necesidad de mantener el apoyo de los
sectores obreros. la necesidad de mantener este apoyo puso un limite a la
reversión de la política económica iniciada en 1951, que estuvo condicionada por
la necesidad de mantener las políticas sociales.
El gobierno peronista logró cumplir con uno de sus objetivos: integrar a los
obreros al sistema capitalista y hacer posible una política de conciliación de
clases.
La caída del peronismo no es obra de la situación económica, sino de la
profundización de la crisis política que fue incapaz de evitar.
8- El impacto de la Guerra Fría en América Latina (1950-1970) – Gaggero
La Revolución Cubana
1. La nacionalización de la economía.
2. El giro hacia el bloque soviético.
3. El establecimiento de un régimen autoritario.
4. El lanzamiento de una política socioeconómica igualitaria.
El giro hacia la URSS fue parte del mismo proceso de enfrentamiento con USA. El
acuerdo con los soviéticos ofreció a Fidel una fuente alternativa de tecnología y
equipamiento. Los soviéticos añadieron armas y llegaron misiones técnicas. A
fines del año 60 el giro era decisivo.
Las dos razones principales para que la década de 1960 se anunciase como una
de decisiones radicales para América Latina fueron:
A lo largo de la década que se abría iba a parecer cada vez más claro a muchos
que sería imposible superar la amenaza de estancamiento sin quebrar el marco
del sistema político y económico internacional.
Esa convicción vino a dar popularidad a las distintas versiones de la llamad
teoría de la dependencia, que aseguraba que lo que impedía a Latinoamérica
superar el subdesarrollo era su integración subordinada en el orden capitalista
mundial.
Así, se ve que viene un nuevo clima económico, tan cortante como el de 1960.
El marco para seguir las transformaciones de la época en LA es NACIONAL.
Excepto Cuba, que pasó a lo INTERNACIONAL, a pesar de los intentos de JFK de
la Bahía de los Cochinos y de no regresar a Cuba al dominio norteamericano.
En esta etapa hay una excepción para ello, que es Cuba, cuya revolución sigue
siendo un hecho que excede resueltamente el marco nacional, gracias a sus
vastas repercusiones.
CASO CUBANO
En abril de 1961 los exiliados apoyados por USA alcanzaron establecer una
cabecera de puente en Playa Girón, aunque se encontraron con una
impresionante movilización política y militar de los vastos apoyos con que seguía
contando la revolución. Los incursores fueron derrotados en los combates que
llamaron de Bahía de Cochinos.
El fracaso del ataque militar contra Cuba no impidió a Washington desquitarse
en enero del año siguiente en el territorio diplomático, imponiendo en la reunión
de la OEA la separación de Cuba del organismo y la creación de un Comité
Consultivo de Seguridad destinado a afrontar a la Revolución cubana y sus
eventuales ecos continentales.
1962 fue un año de penuria. A más de las dificultades creadas por la ruptura del
vinculo con USA, y todavía las causadas por la vertiginosa integración en otro
bloque económico, pesaba la herencia de las efímeras políticas económicas
introducidas por la Cuba revolucionaria durante su brevísima transición al
socialismo. Estas se habían orientado hacia la diversificación económica con
acento en la industria y apoyo en la expansión del mercado interno, asegurada
por la ampliación y redistribución del ingreso impulsada por el Estado.
La enorme concentración del poder político creada por la revolución hizo posible
a Cuba llegar más lejos que ninguna otra nación latinoamericana en la aplicación
de esas políticas, pero que en un año agotaron las reservas de divisas y en dos
desembocaron en una crisis en la producción azucarera.
Pero el deterioro era demasiado intenso para no requerir alivios mas inmediatos.
Esto trajo a primer plano los dilemas básicos de la implantación del socialismo,
que iban a dar tema a mediado de la década a un debate decisivo:
Castro apoyó a Guevara, pero los resultados no fueron halagüeños. Los esfuerzos
por aumentar la productividad fueron perdiendo intensidad, y pronto fue preciso
recurrir a una disciplina más estricta para frenar la propagación del ausentismo.
El fracaso fue un veredicto que imponía renunciar al camino alternativo al
socialismo que Cuba se había prometido inaugurar. La URSS y el bloque del Este
se transformarían en el modelo económico e institucional que Cuba se resigna a
aplicar disciplinariamente. Los resultados son:
CASO CHILENO
En 1958, Alessandri había obtenido una leve ventaja sobre el candidato del
frente de izquierda (FRAP), Salvador Allende.
Con una base ampliada, el presidente buscó romper el estancamiento de la
economía chilena mediante una apertura que no podía ir muy lejos sin herir los
intereses de los vastos sectores de las clases propietarias rurales y urbanas, y
que no logró atraer las esperadas inversiones extranjeras.
La segunda etapa de su presidencia estuvo marcada por un retorno ya ineludible
a la austeridad y el estancamiento.
El 1963 el control del voto campesino por los partidos identificados con las
clases terratenientes, que ha sido la base del equilibrio sociopolítico chileno, se
desvanece muy rápidamente. Los partidos de derecha retiran su apoyo a Durán
(continuador de Alessandri) y lo transfieren a Frei, abanderado de la Democracia
Cristiana.
Era preciso que los organizadores sindicales demócrata-cristianos reemplazasen
a los terratenientes en la orientación política de las masas rurales.
La Democracia Cristiana debía pintar el dilema planteado al electorado chileno
en los tonos del anticomunismo mas tosco y primario. La campaña cavó una fosa
de hostilidad entre su partido y los de izquierda, pero le aseguró la mayoría del
electorado.
Tanto en las ciudades como en el campo, los nuevos sectores sociales eran
disputados a la democracia cristiana por la izquierda, y dentro de ésta, más bien
por el comunismo, demasiado ligado a su base sindical, por la izquierda socialista
y sus prolongaciones guevaristas.
Esa reacción encontraba eco considerable entre las clases medias, cuyos
intereses, tradicionalmente protegidos, habían sido más bien tutelados en
cambio por una Democracia Cristiana que prefirió cultivar la adhesión de otros
sectores sociales hasta entonces más equivocados a su prédica.
Con algo más del 36% de los votos, el margen de Allende era en verdad exiguo,
pero suficiente para darle oportunidad de introducir a su país en la que se dio a
llamar la vía chilena al socialismo, que prometía llevar adelante la transición a
éste sin abandonar el cauce constitucional.
Los tres años durante los cuales le tocó guiar a Chile en esa áspera navegación
iban a marcar la etapa resolutiva de la crisis que la década de las decisiones no
había alcanzado a decidir.
10- Integración y Desarrollo (1955-1966) - Fernández y Rossi
El Ejército
El frente opositor que terminó con la presidencia de Perón era demasiado amplio
y heterogéneo. A los tres meses del golpe, Leonardi (nacionalista católico) fue
desplazado por Aramburu (representaba a los sectores más liberales y
antiperonistas dentro del arma).
Entre 1955 y 1958 fueron separados de las fuerzas todos los oficiales y
suboficiales sospechosos de oposición a la línea libreempreista y antiperonista.
Debía evitarse una medida que favoreciera el retorno del peronismo.
El golpe que depuso a Frondizi (1962) precipitó una serie de luchas internas en
el Ejército que amenazó con hundir el país en una guerra civil.
La clave del problema político residía en las diferencias entre distintos sectores
de las FFAA, donde se perfilaron dos grupos:
Estos roces internos en las FFAA dieron el giro hacia el golpismo, instalándose la
llamada “Revolución Argentina” en 1966.
Los Sindicatos
El movimiento sindical emergió del período peronista imbuido de un profundo
espíritu reformista. A partir de la caída del gobierno de Perón, los militantes de
base ofrecieron resistencia a los regímenes posteriores.
Con el decreto 7107 adquirieron importancia los activistas que se destacaron en
la acción diaria en fábricas y talleres, generando tensiones entre los viejos y
nuevos líderes sindicales.
La Iglesia
Para Frondizi era fundamental restablecer los vínculos con la Institución (rotos
durante el peronismo), lo que hizo que se eliminase el monopolio Estatal sobre la
enseñanza superior. De aquí surgió la necesidad de abrir nuevas instituciones
educativas privadas, lo que llevó a discusiones conocidas como la lucha por la
enseñanza “libre o laica”.
La Iglesia Católica se “aggiornaría” al incluir una revalorización de la ciencia y la
democracia. El clero asumía el compromiso social, que se sintetizaba en la
“teología de la liberación”, como fiel reflejo del clima latinoamericano.
Los Empresarios
En el seno de la UIA había diferencias:
El Gobierno Militar
En 1955, después del golpe militar al gobierno de Perón, los militares se
presentaban como un gobierno provisional y se autoproclamaban Revolución
Libertadora, cuyo objetivo era reinstaurar las instituciones democráticas y
devolver el gobierno a los civiles.
Pocos días transcurrieron para poner al descubierto los cambios que había
dejado el gobierno saliente. En primer lugar, un Estado mucho más importante y
activo que el de 1946, que había tomado a su cargo, casi monopolicamente,
servicios de transportes, medios de comunicación y la intermediación comercial.
Este peso del Estado se fundaba en una compleja red de subsidios, permisos de
importación y actividades especialmente fomentadas, que otorgaban al Estado
una vigorosa intromisión en la vida económica. Además dejaba “las masas
populares” que habían crecido en experiencia política y como grupo social fuerte.
El peronismo había traído cambios demasiado vastos. Los vencedores no sabían
demasiado bien cómo harían compatible la perdurabilidad de esos rasgos nuevos
con la eliminación del movimiento político que los había creado. Ello explicaría
las dificultades que debieron afrontar.
Ese mismo año el gobierno convocó a una Convención Constituyente como paso
previo a las elecciones nacionales. La elección presidencial de 1958 quedó
reducida en la práctica a una confrontación entre los dos sectores en que se
había dividido el radicalismo.
Unos días antes de los comicios había llegado la orden de Perón de votar a la
UCRI, quien en 1958 triunfaría por sobre la UCRP.
El desarrollismo
El proyecto político del gobierno de Frondizi (1958-1962) se resume con los
conceptos integración (haciendo referencia a su estrategia política) y
desarrollo (haciendo referencia a su proyecto económico).
Frigerio: “Cerrar las puertas al producto foráneo, para abrir de par en par la
puerta a la fabrica que lo producirá aquí”.
Las circunstancias por las que atravesaba el país cuando asumió Frondizi eran
criticas:
Planteos militares
Continuas negociaciones implicaron la renuncia de importantes y fieles
colaboradores ante las presiones golpistas que denunciaban la filiación
comunista o pro-imperialista del presidente, especialmente el blanco de todos
los ataques era Frigerio.
Frondizi comenzó pagando sus deudas con los peronistas: el Congreso sancionó
la Ley de Asociaciones Profesionales, que restablecía el sindicato único por rama
de actividad, aumentó los salarios un 60% y congeló los precios.
Política Internacional
El gobierno desarrollista prestó especial atención y dedicó sus esfuerzos a
mantener la unidad de Latinoamérica, a respetar la autodeterminación de los
pueblos, a defender el principio de no intervención.
Gobierno de Guido
Tras el derrocamiento de Frondizi, se vieron nuevamente las diferentes
posiciones existentes dentro de la coalición antiperonista:
El conflicto más grave era el potencial enfrentamiento entre las dos facciones del
ejercito:
Gobierno de Illia
Frente a las elecciones de 1963, Perón apoyó como candidato a Solano Lima
buscando generar condiciones para una participación del justicialismo en la
arena electoral. Sin embargo se decidió mantener la proscripción del peronismo,
generando incertidumbre acerca de cuál era la posición que el líder en el exilio
iba a tomar ante el proceso electoral.
Otro desafío fue su difícil relación con el sector militar. Desde el inicio, la
intención de desplazar a Onganía fue un factor de permanentes fricciones. La
politización de los uniformados planteaba crecientes peligros.
Las FFAA atravesaban dificultades financieras impuestas por la restricción
presupuestaria, por lo que en 1964 firmaron un tratado de asistencia militar con
USA.
En 1965 se retiró al general Onganía, y el gobierno creyó que ganaba un mayor
nivel de autonomía. Pero se retiraba el único militar que había podido frenar a
los grupos mas proclives a un golpe de Estado.
Conclusiones
Los militares llegaron al poder una vez más en 1976 contando con la simpatía de
muchos civiles que creían que ellos solucionarían los problemas económicos y
políticos.
Pero los militares planeaban cambiar de raíz al país, pretendían la “reeducación”
de los argentinos, y no tenían miedo a acudir al terrorismo de Estado para
lograrlo.
En marzo de 1976 una Junta Militar integrada por los comandantes de las tres
fuerzas, Videla (Ejercito), Massera (Armada) y Agosti (F. Aérea) asumió el poder.
Videla fue designado al frente del Ejecutivo, y en cuestión de días puso en
marcha su gabinete. Todo esto dejó en claro el grado de planificación y el perfil
institucional que se buscaba darle al régimen.
Esto se reflejó también en la llamada “guerra antisubversiva”, la instrumentación
del terrorismo de Estado y las reformas económicas.
La principal diferencia con el caso chileno es que en Argentina cada fuerza actuó
en forma cohesionada, y en conjunto preservaron la cohesión de la
administración y colaboración en la gestión del gobierno.
Como resultado de los mecanismos establecidos, las diferencias penetraron toda
la gestión de gobierno. La presidencia quedó en manos del Ejército, pero las
carteras del gabinete se repartieron igualitariamente (dos para cada fuerza). Lo
mismo pasó en la intervención de los canales de televisión y radio, sindicatos y
directorios de empresas publicas. En cuanto a las gobernaciones, la mitad quedó
en manos del ejercito y la otra mitad se dividió entre la Armada y la Aeronáutica.
2. El terrorismo de Estado.
El plan represivo tuvo dos rostros, uno ajustado a la legalidad del régimen
(visible) y otro ilegal, aunque no del todo invisible.
El primero correspondió a la administración de castigos a opositores potenciales,
corregibles o poco peligrosos. La pena de muerte nunca se aplicó.
Estas numerosas detenciones, acompañados por la intervención y prohibición de
diferentes agrupaciones, mostraron en los hechos los alcances que las proclamas
golpistas le atribuyeron al nuevo régimen: la sociedad sería puesta en vereda, la
vida publica permanecería congelada hasta ser depurada de sus elementos
populistas y demagógicos, y los dirigentes del viejo orden serían excluidos de
modo definitivo de la vida publica.
A través de estos métodos, las FFAA habían logrado desarticular no solo a los
grupos armados y sus periferias, sino también a los partidos de izquierda
revolucionaria, la izquierda peronista y los sindicatos combativos.
Fue entonces cuando se decidió vaciar los campos y desactivar progresivamente
el aparato de represión clandestino. Esto fue debido a:
La Iglesia:
Los militares la consideraban puntal fundamental del orden social y aliada
imprescindible en su regeneración, por lo que su infiltración por la subversión
fue especialmente alarmante.
El colaborativo silencio de la jerarquía fue alterado momentáneamente por una
sucesión de hechos de sangre que involucionaron a sacerdotes y monjas. El
Episcopado solicitó moderar el afán represivo, y tras una ronda de reuniones
entre la Confederación Episcopal Argentina (CEA) y Videla en 1978, la Iglesia
aclaró públicamente que las relaciones con el régimen seguían siendo cordiales.
A partir de entonces volverían a ignorar la cuestión, refiriéndose a ella en
términos de pacificación, reconciliación, perdón y olvido.
Los Sindicatos:
La dirigencia y las estructuras de los gremios fueron en un comienzo víctimas de
la represión legal. A las redadas simultaneas al golpe les siguió la sistemática
persecución de los delegados de base y de las comisiones internas. La
colaboración patronal en esta terea llegó a ser muy activa: muchos empresarios
dieron información para que fueran secuestrados sus empleados subversivos.
Las empresas encontraron en esto una forma simple de resolver sus problemas
gremiales.
La dirigencia nacional de los sindicatos tendió a dividirse en dos grandes
campos: