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Respuestas TERCER PARCIAL
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TEÓRICOS
1. Explique los tres referentes clínicos que llevan a Freud a formular el tercer modelo
pulsional en el texto “Más allá del principio de placer”.
Respuesta:
Freud da un giro en su teoría psicoanalítica en 1920. Se encuentra con un obstáculo en la
clínica que lo hace reveer su teoría: todos los procesos psíquicos están comandados por el
Principio de placer pero hay ciertas otras fuerzas que lo contrarían, es decir que no siempre
se llegaría a una ganancia de placer.
Dos excepciones: -El principio de que no cuestiona al principio de placer, sólo pospone la
satisfacción inmediata en un largo rodeo hacia el placer.
-El destino de la pulsión: es la represión que no cuestiona al ppio de placer porque hay
placer en el Icc, es decir hay placer en un sistema y displacer para el otro, este displacer
que está el prcc-cc no obedece al ideal del yo.
Pero en Más allá del ppio del placer Freud dice que encuentra tres referentes clínicos que sí
cuestionan al ppio de placer porque el displacer se encuentra en ambos sistemas; icc y
prcc-cc-
-Sueños de las neurosis traumáticas o neurosis de guerra: en 1920, luego de la primera
guerra mundial, ubica que hay pacientes (soldados) que tienen sueños repetitivos,
recurrentes, los cuales vivencian una y otra vez: la bomba que estalla o situaciones muy
dificultosas, crueles en tiempo de guerra. Estos sueños no responden a la teoría de los
sueños en 1900 (que implica el componente alucinatorio del deseo). en estos sueños no
hay deseos por cumplir. En estos sueños los pacientes se encuentran psíquicamente fijados
al trauma. Los pacientes se presentan sin lesión física y si la hubo ya fué curada, es decir
no es una histeria de reminiscencia de algo. Sobrevivieron a la guerra y repiten una y otra
vez en el sueño la escena del accidente: la bomba que estalla, ver compañeros heridos,
muertos, etc. Al despertar tiene renovado terror. El sueño intenta renovar el estímulo (ligarlo
psíquicamente a representaciones) mediante la angustia previa, pero no hay ligadura de
representaciones: es algo que no se puede decir, nombrar o pensar, no se desprende de la
cadena asociativa.
-El juego incompleto. El FORT-DA. Freud observa a su nieto jugar, un juego que consta de
arrojar un carrete (Fort), y lo arroja mucha más veces de las que lo acerca, cuando vuelve
es Da. Freud plantea que el niño hace activo lo vivido pasivamente, que en su caso sería la
partida de su madre. El fort da es la constitución subjetiva del niño , que pasa de ser objeto
a ser sujeto, ya no están los otros de los primeros cuidados todo el tiempo, por lo tanto el
niño a partir de este juego repite algo indeseado, hay una ganancia de placer de otra índole
-Fort (corresponde a más allá…) el juego completo Fort Da corresponde al ppio de placer.
-La compulsión a la repetición; esos fragmentos de vida que siempre fueron penosos, icc
que no pueden ser recordados: agieren. En lo que resiste hay algo que insiste, es parte del
ello, que empuja para poder satisfacerse de un modo particular, sin ligadura. Hay una
compulsión a la repetición que no obedece al ppio de placer, Freud dice: “el hecho nuevo y
asombroso en el cual se repiten situaciones indeseadas que en ningún momento pueden
haber sido placenteras” Los neuróticos repiten en dolorosas reanimando las con gran
habilidad.
2. Desarrolle la segunda tópica que Freud introduce en “El yo y el ello”. Caracterice cada
una de las instancias psíquicas.
Respuesta:
Freud reformula su originaria concepción de aparato anímico. La primera tópica concibió al
aparato psíquico compuesto por tres sistemas relacionados entre sí, inconsciente,
preconsciente y consciente. En la segunda tópica, no excluye al inconsciente reprimido, sino
que da cuenta de nuevos obstáculos. El aparato psíquico se presenta entonces constituido
por tres instancias íntimamente relacionadas: el yo, el ello y el superyó.
El yo: Freud dará a lo largo de su obra distintas concepciones de yo; primero era
una masa de representaciones,después fue un reservorio de libido y ahora es el almácigo
de la angustia. Por ende ahora adopta una concepción de un yo escindido,desgarrado , a
‘’El yo como una pobre cosa’’ y como genuino almácigo de la angustia. Integra lo
Inconsciente (Mecanismos de Defensa) y lo Preconsciente-Consciente (Procesos
Intelectuales). Clínicamente se expresa como una respuesta estereotipada de los
mecanismos de defensa y dirá que las resistencias de analizado provienen de yo.
Freud dirá que obedece al principio de realidad y encontrará el núcleo del yo, dirá que ese
núcleo es inconsciente, pero un inconciente no reprimido al que llamará ello, sede de las
pulsiones icc , donde el yo hace de intermediario con la realidad disimulando conflictos.El
yo, como ser fronterizo quiere mediar entre el mundo y el ello, hacer que el ello obedezca al
mundo, y hacer que el mundo haga justicia al deseo del ello.
Además de distinguir esta instancia, se reconocerá un segundo desgarramiento que llamara
superyó, el heredero del complejo de Edipo y representa la autoridad parental introyectada.
Cuando hablamos de vasallajes del yo, estamos diciendo que el yo: se encuentra sometido
y se ve amenazado por 3 clases de peligros; el ello, el superyó y la realidad exterior.
El ello es la instancia más originaria en la que se sostienen las pulsiones de muerte, Eros y
pulsión de muerte luchan en el ello,es icc y se rige por el principio de placer. Es un límite a
la interpretación y constituye un lugar diferenciado del yo desde el que se sostiene la
compulsión del síntoma. Como ya dijimos el ello es el inconsciente no reprimido, es la sede
de las pulsiones y se presentará durante la cura como una resistencia estructural y se
expresara como una <<Compulsión a la repetición>>resistencia de lo icc .El superyó es la
instancia criticadora.Devino de una identificación con el arquetipo paterno. Surge a partir del
sepultamiento del complejo de edipo, como causa de la introyección de los primeros objetos
de amor, ahora desexualizados, que conservarán los caracteres de severidad y prohibición.
El superyo adviene conciencia moral, se vuelve exigente contra el yo, mortificando; ya que
de los padres devino el ideal de yo y prendió una amenaza de castración , y esa angustia
de castración es el núcleo en torno al cual se depositó la posterior angustia de la conciencia
moral. Esto es porque hay una satisfacción en la mortificación misma. No se trata de un
superyó que castiga por ser culpable por un deseo incestuoso sino que además, ese
castigo, la prohibición, es un modo de satisfacción. El superyó también se presentara como
una resistencia estructural durante la cura y clínicamente se expresara como la reacción
terapéutica negativa
3. En “Pegan a un niño” Freud sostiene que la segunda fase es “la más importante y
grávida en consecuencias”. A partir de esta afirmación desarrolle las tres fases de esta
fantasía.
Respuesta:
La fantasía de paliza solo aparece hacia el final o después del periodo de la infancia que va
de los 2 a los 4 o 5 años. Pero ellas tienen una prehistoria, recorren un desarrollo y
corresponden a un resultado final y no a una exteriorización inicial. La historia evolutiva de
la fantasía no es nada simple, en el transcurso su mayor parte cambia más de una vez, su
vínculo con la persona fantaseadora, su objeto, contenido y significado. Para poder describir
las 3 fases de la fantasía en la que un niño es golpeado se utiliza material de pacientes del
sexo femenino.
La primera fase de las fantasías de paliza en niñas corresponde a una época muy temprana
de la infancia. El niño azotado nunca es el fantaseador, lo más común es que sea otro niño,
casi siempre un hermanito si lo tiene. Esta fantasía no es masoquista, se la llamaría sádica,
pero el que fantasea tampoco es el que pega. En cuanto a este, lo que se puede saber es
que tampoco es otro niño, sino un adulto indeterminado, que más tarde es reconocible
claramente como el padre de la niña. Es una representación agradable en la que el padre le
pega a un niño odiado, eso quiere decir “el padre no ama a ese otro niño, me ama
solamente a mi”, es evidente que la fantasía satisface los celos del niño y que depende de
la vida amorosa así como también recibe vigoroso apoyo de sus intereses egoístas, por eso
es dudoso que se la pueda calificar puramente sexual, pero tampoco llamarla sádica. Esta
primera fase se formula mediante el enunciado “el padre pega al niño”. Entre la primera y
segunda fase se consuman grandes cambios. La persona que pega sigue siendo la misma
pero el niño azotado ha devenido otro, por lo regular el niño fantaseador mismo, la fantasía
se ha teñido de placer en alto grado.
En la segunda fase el enunciado sería “yo soy azotado por el padre”. Esta es la fase más
importante y grávida en consecuencias de todas, pero en cierto sentido puede decirse que
nunca ha existido realmente. En ningún caso es recordada, nunca ha llegado a devenir
consciente. Se trata de una construcción del análisis, pero necesaria. Las mociones
incestuosas de la primera fase se reprimen y junto a este proceso aparece una conciencia
de culpa inequívocamente anudada a esos deseos incestuosos. Esa conciencia de culpa no
sabe sobre el castigo más duro que la inversión de papeles del niño azotado, “no, no te ama
a ti, pues te pega”. Entonces la fantasía de esta segunda fase pasaría a ser la expresión
directa de la conciencia de culpa ante la cual ahora sucumbe el amor por el padre. Así la
fantasía ha devenido masoquista. Esta es la de ser uno mismo azotado por el padre, y por
regla general permanece inconsciente, probablemente a consecuencia de la intensa
represión.
La tercera fase se acerca más a la primera, tiene el texto conocido por la comunicación de
las pacientes. La persona que pega nunca es la del padre, o se la deja indeterminada como
en la primera fase o es investida por un subrogado del padre como por ejemplo un maestro.
La persona del niño fantaseador ya no sale a la luz en la fantasía de paliza, solo si se les
pregunta con insistencia las pacientes dirán “probablemente yo estoy mirando”. Con mucha
frecuencia los azotados en las fantasías de las niñas son varones, pero ninguno le resulta
familiar. La fantasía es ahora la portadora de una excitación intensa, inequívocamente
sexual, y como tal procura una satisfacción onanista. La configuración definitiva de la
fantasía en esta fase es que el niño fantaseador sigue apareciendo a lo sumo como
espectador, y el padre se conserva en la figura del maestro u otra autoridad. Ahora la
fantasía parece haberse vuelto al sadismo, “el padre pega al otro niño, solo me ama a mi”.
Sin embargo solo la forma de esta fantasía es sádica, la satisfacción que se gana con ella
es masoquista, los muchos niños a quienes el maestro azota son sólo sustituciones de la
propia persona. Que los niños azotados sean varones es común tanto en niñas como en
niños.
2da rta posible: síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es
un resultado del proceso represivo. La represión parte del yo, quien, eventualmente por
encargo del superyó, no quiere acatar una investidura pulsional incitada en el ello, Mediante
la represión, el yo consigue como formación inconsciente. Freud se pregunta ¿Cómo una
satisfacción pulsional tendría por resultado un displacer? A consecuencia de la represión, el
decurso excitatorio intentado en el ello no se produce; el yo consigue inhibir o desviarlo.
Con esto se disipa el enigma de la “mudanza de afecto” a raíz de la represión. Surge la
interrogación por la vía que le permite alcanzar este poder del yo sobre el Ello. El yo
adquiere este influjo a consecuencia de sus íntimos vínculos con el sistema percepción. La
función de este sistema PCc, se conecta con la conciencia; recibe excitaciones de afuera y
de adentro, y, por medio de sensaciones de placer y displacer, que le llegan desde ahí,
intenta guiar todos los decursos del acontecer anímico en el sentido del principio de placer.
5. Explique la siguiente afirmación freudiana de su texto “Inhibición, síntoma y angustia”:
“El síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada”.
Respuesta:
La represión parte del yo quien, por una exigencia del superyó no quiere acatar las
demandas de ello. Lo que se logra con este proceso es la detención del devenir consciente
de esa demanda de satisfacción, con la consecuente aparición de la formación sustitutiva.
La cuestión es tratar de localizar el destino de la pulsión del ello que no fue satisfecha. Lo
que notamos es que el yo logra cambiar el placer que ella supone en displacer a través de
esa represión. Para enfrentarse a esa pulsión del ello, el yo sólo tiene que emitir una señal
de displacer (tercera teoría de la angustia) que lo ayuda a poner esa pulsión bajo el imperio
del principio del placer. Ahora bien, la energía utilizada para esa señal la obtiene de la
investidura de la pulsión a reprimir. Es decir, toma la libido de esa pulsión y la emplea para
generar displacer. Así, logra la mudanza de esa moción y su represión.
Ahora bien, este proceso represivo puede realizarse contra un estímulo externo o interno.
En el primer caso, la barrera anti estímulos cumple un rol fundamental, pues impide el
ingreso de las grandes cantidades de excitación al sistema. En el caso de las pulsiones, que
son estímulos internos, no podemos hablar de represión exitosa. Siempre hay fracaso, que
se figura en la formación sustitutiva, en el síntoma. La pulsión no genera ya placer, pero
sigue actuando como compulsión en esa formación.
9. Caracterice los tres problemas para la finalización de la cura que Freud encuentra en
“Análisis terminable e interminable”
Respuesta:
Por último, la alteración del yo se presenta como una resistencia al levantamiento de las
resistencias
10. Desarrolle cómo fundamenta Freud que los mecanismos de defensa se constituyen en
resistencias contra el análisis, tal como lo refiere en “Análisis terminable e interminable”.
Respuesta:
Respuesta alternativa:
La situación analítica consiste en que el analista se alíe con el yo de la persona objeto a fin
de someter sectores no gobernados de su ello, es decir, de integrarlos en la síntesis del yo.
La alteración del yo se refiere a que tan cerca o tan lejos se encuentra el yo de una persona
a un yo norma o un yo anormal, dejando en claro que no existe un yo normal
completamente. La alteración del yo es originaria y es adquirida, en el sentido de que si se
la adquiere, es sin duda en el curso del desarrollo de las primeras épocas de la vida. La
alteración del yo es adquirida, ya que se defiende de un peligro, y es no constitutiva. El yo
se altera por el modo que se enfrenta con el ELLO, el S.YO y la realidad exterior. Su
posición de defensa ante ellos lo vuelve esclavo. El yo tiene que cumplir con la tarea de
mediar entre su ello y el mundo exterior al servicio del principio de placer, precaver al ELLO
de los peligros del mundo exterior. El yo se vale de diversos procedimientos para cumplir su
tarea que consiste en evitar el peligro, la angustia y el displacer. Estos son los mecanismos
de defensa. Estos mecanismos sirven al propósito de apartar peligros, es incuestionable
que lo consigue, pero el yo, durante el desarrollo, puede no renunciar por completo a ellos,
sino que estos mismos se convierten en peligros. El resultado es que el yo a pagado un
precio muy alto. La manera de defenderse del peligro luego se fija, como modo
esteriotipado de defensa. Es decir, estos mecanismos se fijan en el interior del yo, devienen
unos modos regulares de reacción de carácter, que durante toda la vida se repiten tan
pronto como retorna una situación parecida a la originaria. A esos mecanismos de defensa
fijados se los llama infantilismos, se fijan como reacciones de carácter, con un costo para el
yo, este es limitado. El yo fortalecido del adulto sigue defendiéndose de unos peligros que
ya no existen en la realidad objetiva, y aún se ve esforzado a rebuscar aquellas situaciones
de la realidad que puedan servir como sustitutas aproximados de ese peligro originario, a fin
de justificar su aferramiento a los modos habituales de reacción. Al fijarse los mecanismos
de defensa ya no actúan frente a un peligro real, se vuelven en si mismos peligros y buscan
defenderse de peligros que no existen para explicar esa fijación, es decir, para poder
justificar esa fijación, los mecanismos de defensa buscan sustitutos del peligro real. En esto
juega un papel la satisfacción masoquista, ya que ese modo de defenderse provoca
satisfacción. Los mecanismos de defensa frente a antiguos peligros retornan en la cura
como resistencias al restablecimiento. La curación misma es tratada por el yo como un
nuevo peligro.
SEMINARIOS
1. Desarrolle la compulsión a la repetición en transferencia como referente del “Más allá
del principio de placer”.
Lo fundamental son las enigmáticas tendencias masoquistas del yo.
Respuesta:
La compulsión de repetición en transferencia hace vivenciar al sujeto situaciones que
provocan displacer al yo, pero a su vez estas pulsiones estaban destinadas a conducir a la
satisfacción , pero en su momento no la produjo, sino que conllevaron únicamente displacer.
se puede vivenciar de forma activa o pasiva. esta compulsión de repetición esta al servicio
de la resistencia del yo.
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Respuesta alternativa:
El enfermo no puede recordar todo lo que en él hay reprimido, más bien se ve forzado a
repetir lo reprimido como vivencia presente, en vez de recordarlo. El paciente en la
transferencia no recuerda nada de lo reprimido y olvidado sino que lo actúa, lo reproduce
como acción en torno a la neurosis de transferencia alrededor de la figura del medico.
Cuando esto ocurre puede decirse que la neurosis se ha transformado en neurosis de
transferencia. Lo que la compulsión de repetición hace vivenciar no puede menos que
provocar displacer al yo, puesto que saca a la luz operaciones de mociones pulsionales
reprimidas, y de lo que trata el principio de placer es de ahorrar el displacer que provocaría
por la liberación de lo reprimido. Lo que esta compulsión a la repetición hace revivenciar son
vivencias pasadas que no contienen posibilidad alguna de placer, ni siquiera en aquel
momento pudieron ser satisfacciones, ni siquiera de las mociones pulsionales reprimidas
desde entonces. Por lo tanto no se trata del mismo displacer del principio de placer, ya que
ese es displacentero para un sistema mientras que es satisfacción para el otro. Los
neuróticos reviven en la transferencia ocasiones indeseadas y situaciones afectivas
dolorosas de la infancia, reanimándolas con gran habilidad. Se trata de la acción de
pulsiones que estaban destinadas a conducir a la satisfacción, pero que ya desde aquel
momento no la produjeron, sino que conllevaron únicamente al displacer. En la vida anímica
existe realmente una compulsión de repetición que se ubica más allá del principio de placer.
La compulsión de repetición aparece como más originaria, más elemental, más pulsional
que el principio de placer que ella destrona.
2. Explique las diferencias entre interpretación y construcción.
Respuesta:
[Pag.262-263]
en “Construcciones en el análisis” Freud enuncia que la interpretación en el análisis refiere a
trabajar con un elemento singular (una ocurrencia, operación fallida,etc). por otra parte, la
construcción tiene valor de pieza de la prehistoria olvidada que se inscribe con la represión
primaria y apunta a producir efectos en el modo de satisfacción pulsional.
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Respuesta alternativa:
La interpretación esta del lado del inconciente dinámico, la asociación libre, la verdad
inconciente y el retorno de lo reprimido, es lo que se puede descifrar, interpretar es
descifrar, el paciente es llevado a recordar lo que estaba reprimido. Interpretación se refiere
a lo que se emprende con un elemento singular del material, a saber, una ocurrencia, una
operación fallida, etc. Construcción es cuando al analizado se le presenta una pieza de su
prehistoria olvidada. El analista tiene que colegir lo olvidado desde indicios, es decir, tiene
que construir desde los restos que no entran en la cadena asociativa.
El trabajo de construcción muestra similitudes con el trabajo del arqueólogo, ya que tiene
que exhumar piezas destruidas y sepultadas. Pero el analista dispone de más material
auxiliar, ya que trabaja con restos vivos y no con un objeto destruido. La construcción se
realiza a partir de jirones de recuerdo, unas asociaciones y exteriorizaciones activas del
analizado. Para el análisis la construcción es solo una labor preliminar. La construcción
como herramienta da cuenta de un inconsciente libidinal que se ubica en el límite entre lo
que se puede y no se puede recordar. Lo más importante de la construcción no es que el
paciente recuerde la escena que se le presenta, ni siquiera que sea verdadera, lo que
realmente importa es el efecto que esa construcción provoca en el analizado. Es decir, la
construcción no es armar un recuerdo que el paciente no recuerda, sino que el efecto que
de ella se desprenda, que aparezca una frase en particular, ese es el valor de la
construcción. Equivocarse en la construcción no produce daño alguno, solo pérdida de
tiempo y que el paciente no se sienta tocado por ella. Luego de presentar la construcción
Freud dice que puede haber una apertura del inconciente y que regresarían las
asociaciones libres, pero esto no tendría diferencia alguna con la interpretación, lo que
actuaría en ese caso sería la represión ya que lo que se afecta es el inconciente dinámico y
no el inconciente libidinal. Si la construcción es falsa no modifica en nada al paciente, pero
si es correcta o se aproxima a la verdad, él reacciona frente a ella con un inequívoco
empeoramiento de sus síntomas y de su estado general, esto sería la reacción terapéutica
negativa, el empeoramiento en la cura, y es el indicador de que se está acercando a la
verdad. Pero si bien se acerca al núcleo de la verdad no es de manera positiva, sino que es
lo contrario, el intento es negativo ya que hay un reforzamiento de los síntomas. La
construcción eficaz afecta al punto de fijación mismo, los recuerdos hipernítidos son los que
aparecen, se afecta el núcleo del síntoma, que es la necesidad de castigo, porque se da
una conmoción de las fijaciones, es decir, se afectan las fijaciones y cambian el síntoma.
3. Explique cómo constata Freud que una construcción es certera. Ejemplifica con el
Hombre de los Lobos.“en Construcciones en el analisis”
Respuesta:
Freud estima que gracias a la corroboración indirecta es posible saber si la construcción es
acertada o no, es decir que las reacciones del paciente son las que indican si el camino de
la construcicon es el correcto. en el caso del hombre de los lobos, Freud comienza a
construir a partir de la escena primaria de los 1/ 2 años, donde aparece un recuerdo
encubridor.
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Respuesta alternativa:
El primer efecto en la cura, se articula con la reacción terapéutica negativa
El tercer efecto ante la construcción “a todas luces certera” según Freud lleva a la
emergencia de lo hipernítido “de algo que el niño vió u oyó en la época en que apenas era
capaz de lenguaje”. Restos visuales y auditivos. “[...] Les acudían unos vividos recuerdos,
calificados de «hipertinídos» por ellos mismos, pero tales que no recordaban el episodio que
era el contenido de la construcción, sino detalles próximos a ese contenido; por ejemplo, los
rostros –hipermercados– de las personas allí nombradas, los lugares donde algo semejante
habría podido ocurrir o, un paso más allá, los objetos que amoblaban tales lugares, de los
cuales, como es natural, la construcción nuestra no habría podido saber nada [...]. Nada
seguía luego a estos recuerdos [...].” (“Construcciones...”, p. 267). Estos recuerdos se
vinculan a episodios o detalles cercanos, desplazados, como rostros de personas u otras
imágenes de lugares u objetos Freud lo relaciona con la movilización de una pulsión al ser
comunicada la construcción.
El hombre de los lobos tenía 23 años cuando fue a ver a Freud, ya había pasado por
muchos tratamientos, el paciente cuenta que sufrió una neurosis grave. A partir de una
enfermedad de transmisión sexual que sufrió de más joven Freud va a decir que se
desmorona su narcisismo y que esto reactiva su posición frente a la castración. Lo que
primero va a aparecer, a lo largo de la historia es la formación de la familia del hombre de
los lobos;el padre, la madre, el hermano mayor, una gobernanta inglesa, el abuelo, una
niñera: chacha y más adelante aparecerá Gruscha.
A los 4 años tiene un sueño: el famoso sueño de los lobos donde despierta angustiado,
teme que el lobo lo devore, Freud interpreta a la angustia de ser devorado como angustia
de castración, y lo interpreta como que el lobo es el padre. con ese sueño empezó su
neurosis, pero hay una escena primordial que es anterior al sueño: esa escena está referida
al coito entre los padres, un coito a las cinco de la tarde cuando él sólo tenía 18 meses. Con
esta construcción devuelve una pieza de la prehistoria olvidada, de aquello que no puede
retornar como recuerdo. Lo que Freud se propone con las construcciones es que la
conjetura se mude en convencimiento del paciente.
Aparece otro recuerdo encubridor: en un momento perseguía una bella mariposa grande
veteada en amarillo, de pronto la mariposa se posó en una flor y a él le dió muchísima
angustia, ahí Freud hace una serie de ineterpretaciones y asociasiones y da con que la
mariposa le recordó con la forma de V a la escena del coito entre los padres, ahí Freud
produce una construcción.
Pero hay más, resulta que antes de la ñaña hubo otra niñera a la que él había estado muy
apegado, con eso Freud construye que algo había ocurrido de importancia con esa joven:
en un galpón donde vivía el niño recuerda que había peras amarillas y ahí recuerda que
pera es Gruscha y que ese era el nombre de la niñera, tras una línea de trabajo el paciente
recuerda a Grulscha en cuatro patas limpiando y gritando porque él hacía sus travesuras.
El hombre de los lobos tenía la compulsión de enamorarse de una mujer cuando las veía en
esa posición, Freud construye que esa era la posición en la que había visto a su madre en
la escena primordial, y lo que el niño había hecho con grulla es comportarse lo más
virilmente que podía a esa edad: orinar, a lo que la joven contesta con una amenaza de
castración, que se relaciona con el sueño de castración, el sueño de los lobos .
4. ¿Cuál es la relación de la construcción que Freud establece con el hombre de las Ratas
respecto del “complejo paterno”?
Respuesta:
Freud estableció dos construcciones con respecto al hombre de las ratas, una era que el
hombre de las ratas de niño recibió una reprimenda del padre ante el onanismo, la
masturbación infantil, y que a partir de ahí dejó de hacerlo, la otra construcción es que el
padre se fijó para todos los tiempos como el perturbador del goce sexual del hombre de las
ratas.
El hombre de las ratas en su neurosis obsesiva siempre tuvo temores de que a su padre le
pasara algo y se le aplique el castigo de las ratas comentado por el capitán checo, aún a
pesar de que su padre ya estaba muerto. El padre en este complejo paterno apareció como
“castrador” del niño ante el onanismo y eso repercute luego en su vida adulta y en toda su
sintomatología.
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Respuesta alternativa:
En "Construcciones en análisis", texto escrito por Sigmund Freud en 1937, se presenta una
nueva herramienta analítica que sirve para profundizar el análisis y provocar un efecto
alterador en el sujeto. Como antecedente de este texto, se encuentra "Recordar, Repetir,
Reelaborar" (1914). Así, el concepto de reelaboración es retomado por el psicólogo y, junto
con la teoría de más allá del principio de placer, se reconceptualiza en la técnica de la
construcción. Cuando el análisis se encuentra estancado y el analizante no puede asociar
más libremente, se utilizan las construcciones. Se denominan así porque, justamente,
construyen una pieza de la prehistoria del sujeto a partir de los indicios que se dan a medida
que va transcurriendo el análisis. Además, se utilizan los restos de lo oído y lo visto en la
infancia del individuo (marcas en el aparato) para construir .Si la construcción posee un
valor de verdad para el mismo, puede provocar un cambio alterador. Esta se considera una
labor preliminar porque tiene la finalidad de producir un efecto en el analizante.
El texto del caso del hombre de las ratas fue escrito por Freud en 1909. Sin embargo,
teniendo en cuenta el concepto de construcción de 1937, se puede concluir que su frase
escrita en la espalda es una pieza construida de su prehistoria. Esta frase, según el
analizante, fue dicha por su padre y es la siguiente: "serás un gran hombre o un criminal".
Que el padre sea el protagonista de la construcción no es casualidad; por lo contrario,
demuestra lo que en el texto del caso se denomina como "complejo paterno". Entonces, el
padre del hombre de las ratas es considerado el perturbador de la satisfacción sexual de su
hijo. Esto significa que impone una prohibición del placer del sujeto, lo cual provoca un
placer ignorado. En el escrito del caso de 1909, Freud plantea que su paciente experimentó
una amenaza de castración en su infancia por parte de su padre, ya que este último le
prohibió el acto onanista de la masturbación. Por otro lado, uno de los principales síntomas
que tiene este paciente cuando inicia el análisis es el temor por que le pase algo malo a su
padre (estando muerto hacía unos nueve años) cuando siente placer al ver mujeres
desnudas. E
Cabe aclarar que el complejo paterno no corresponde sólo a este caso particular sino que,
con los años de análisis, Freud determina que es un complejo común a todas las neurosis.
El padre como perturbador sexual pasa a ser una premisa dentro del cuadro neurótico y el
complejo paterno pasa a denominarse el complejo de edipo. La construcción "serás un gran
hombre o un criminal" es la base del desencadenamiento de la neurosis del sujeto y, al
mismo tiempo, posiciona a la figura del padre en una posición perturbadora de su
sexualidad
5. A partir del historial del Hombre de las Ratas, desarrolle la operación de construcción
que Freud produce y sus consecuencias en la cura.
Respuesta:
Los efectos de la construcción certera
Respecto de los efectos de la construcción tomamos las referencias freudianas siguiendo
las operaciones de lectura de Osvaldo Delgado:
1. El primer efecto, como empeoramiento en la cura, se articula con la R.T.N.
2. El segundo, refiere a la emergencia de formaciones del inconciente que
confirman la justeza de la intervención analítica.
3. El tercer efecto ante la construcción “a todas luces certera” según Freud lleva a
la emergencia de lo hipernítido “de algo que el niño vio u oyó en la época en que
apenas era capaz de lenguaje”. Restos visuales y auditivos.
“[...] Les acudían unos vividos recuerdos, calificados de «hipertinídos» por ellos mismos,
pero tales que no recordaban el episodio que era el contenido de la construcción, sino
detalles próximos a ese contenido; por ejemplo, los rostros –hipermercados– de las
personas allí nombradas, los lugares donde algo semejante habría podido ocurrir o, un
paso más allá, los objetos que amoblaban tales lugares, de los cuales, como es natural,
la construcción nuestra no habría podido saber nada [...]. Nada seguía luego a estos
recuerdos [...].” (“Construcciones...”, p. 267)
Estos recuerdos se vinculan a episodios o detalles cercanos, desplazados, como rostros
de personas u otras imágenes de lugares u objetos
Freud lo relaciona con la movilización de una pulsión al ser comunicada la construcción.
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Freud comienza su análisis, con una producción, que es recopilada de jirones de un
recuerdo, del cual su conciencia no tiene noticia, pero fue repetido en reiteradas ocasiones
por su madre.
El ha cometido un acto entramado de onanismo, el cual, ha sido severamente castigado
por su padre, este castigo por un lado puso fin a la práctica de onanismo, pero además dejó
como secuela un rencor hacia el padre, fijando a esta figura como perturbador del goce
sexual.
Más tarde por una renovada averiguación, su madre le explica que el castigo aplicado por
su padre ha sido merecido, pues había mordido a alguien, muy probablemente a su nana.
este descubrimiento permite que en el apogeo de la cura el paciente se vuelva disponible
para establecer un nexo entre la ira y la representación de las ratas, había que descubrir por
qué la reclamación del dinero al teniente A y y los dichos del capitán checo en cuanto a las
ratas le provocaba tanto afecto
la historia del capitán checo sobre las ratas hizo que la NO se volviera más transparente, ya
que la representación del castigo con las ratas había estimulado cierto número de
pulsiones, alborotando en el sujeto toda clase de misiones de una crueldad egoísta y sexual
sofocadas desde la la primera construcción señalada anteriormente.
Cuando el capitán contó la escena de las ratas primero, solo lo sobrecogió el carácter cruel
de la situación representada, pero enseguida establece la conexión con aquella escena
infantil en que él mismo habría mordido, el capitán, capaz de propiciar semejante castigo se
le figuró en lugar del padre y atrajo sobre sí una parte del conflicto retornante que se había
arrojado sobre el padre cruel, la idea que afloro tras esa asociación fue “a ti habria que
hacerte algo así “
La siguiente construcción se da cuando el Capitán cruel le exige que devuelva el dinero al
teniente primero A, desde el complejo paterno y desde el recuerdo de aquella escena
infantil se plasma la respuesta “si devolveré el dinero a A, si mi padre y mi amada tienen
hijos”, (sabemos que esto no era posible, ya que su amada no podía tener hijos por una
operación ginecológica y su padre ya se encontraba fallecido), esta fue una afirmación
solemne anudada a una condición absurda..
Tiempo después, en una visita al cementerio, descubre una rata, la cual cree, se ha dado un
festín con el cuerpo del padre, entonces se plantea que las ratas no son animales sucios e
inmundos que roen y muerden, en cambio el si lo es podría hallar en la rata la imagen de sí
mismo
Este acrecentamiento libidinal produjo un retorno del paciente a la antigua y primordial
lucha contra la autoridad del padre y oso además, pensar en satisfacción sexual con otras
mujeres, castigándose luego por estos actos, ya que si el no hacia caso a su padre y era fiel
a su amada, la sanción seria “se consumara en ambas personas el castigo de las ratas”.
10. Desarrolle las consideraciones de Freud sobre lo que llama la “la roca de base”: el
límite fálico y la desautorización de lo femenino como problemática de la finalización de
los análisis.
Respuesta:
Más allá de las modificaciones que podamos impartir tanto en lo reprimido recuperable
como en la dimensión pulsional, siempre hay un algo que nos sale al paso en el análisis
como lo irreductible. Hablamos de una roca de base que, tanto en la mujer como en el
hombre, se figura como un tema reiterativo y destacado.
En la mujer, aparece la envidia del pene. Hay una tendencia a la posición masculina, un
“querer ser” o “querer alcanzar”. Durante la fase fálica, esta tendencia es clara, es marcada.
A partir de la falta surgirá la necesidad de reprimir y devendrá la salida del complejo de
castración que lleva a la femineidad. El caso del varón viene asociado a una especie de
protesta masculina. Hablamos de que el sujeto se revuelve contra su actitud femenina para
con otro hombre. Es como si se revelara contra su yo femenino.
Lo que es común a ambos es la desautorización de lo femenino, que viene enlazada con un
supuesto: convivirían en todo sujeto ambos sexos. Uno, el contrario al expresado, sería
objeto de la represión. Pero se vuelve reprimido e inalcanzable. Cuando el analista busca
mover a la mujer a resignar su deseo del pene o pretende convencer al hombre de que una
actitud pasiva no es semejante a la castración, se encuentra predicando en el vacío. Es un
núcleo intocable, inalcanzable. El análisis no puede, siquiera, aspirar a conmover esa roca
de base. Sus intentos de ello son infructuosos.
PRÁCTICOS
1. Explique las tres figuras del masoquismo situando sus índices clínicos.
Respuesta:
Las 3 figuras del masoquismo son; el masoquismo erógeno, masoquismo femenino y
masoquismo moral. El masoquismo erógeno es base de los otros dos y se encuentra
presente en ambos, el mismo es el placer de recibir dolor…
Freud introduce el principio de nirvana que es conducido por la pulsión de muerte, cuya
meta es conducir la inquietud de la vida a lo inorgánico; a diferencia de este, el principio de
placer está conducido por la libido y el principio de realidad por el influjo del mundo exterior.
El aparato no está regido por el principio de placer, sino que hay un “Más allá” evidenciado
con el masoquismo, cuya meta es el dolor y el placer de recibirlo. Freud distingue tres tipos
de masoquismo:
- Masoquismo erógeno: Placer en el dolor como condición de excitación sexual. Cae por
completo la idea de que el sadismo es originario, ya que lo primario es el placer en el dolor
contra sí mismo, el sujeto es tomado como objeto. El fundamento de este es la mezcla entre
la pulsión de vida y la pulsión de muerte. Freud supone que en la constitución del sujeto, se
produce una expulsión hacia el exterior de grandes cantidades de pulsión de muerte y lo
que resta de esta operación es la ligadura, por lo tanto esa mezcla es el fundamento.
Podemos agregar que el masoquismo erógeno es el que “crea” a los otros dos
masoquismos.
- Masoquismo Femenino: Lo nombra femenino debido a que su modo de satisfacción es de
meta pasiva, en donde el sujeto se pone en posición de objeto (ser atado, amordazado,
etc.), está ligado a las fantasías inconscientes y masoquistas. En relación con "Pegan a un
niño".
- Masoquismo Moral: Este tipo de masoquismo es mudo en comparación con el femenino,
por otro lado, muchas veces se lo confunde con un rasgo de carácter, por ejemplo los que
delinquen por conciencia de culpa (debido a la necesidad de castigo). Es una instancia
híper-moral, y se la describe como sentimiento inconsciente de culpa que se ubica
clínicamente como reacción 9 terapéutica negativa (RTN), en donde el paciente no quiere
abandonar su condición de enfermo. Este masoquismo está ubicado en el yo, la moral es
resexualizada, lo que implica una reanimación del complejo de Edipo y la distinguimos de la
conciencia moral debido a que es consciente, la cual produce la desexualización del
complejo de Edipo.
4. Desarrolle las dos técnicas auxiliares a la represión que Freud introduce cuando amplía
el concepto de defensa en la neurosis obsesiva.
Respuesta:
5. Explique la ampliación del concepto de defensa a partir del desarrollo que hace Freudde
la neurosis obsesiva en “Inhibición, síntoma y angustia”
Respuesta:
Previo a la publicación de “Inhibición síntoma y angustia”, Freud creía que la angustia era
producto de la represión. En esta obra, y con el desarrollo de su segunda tópica (yo, ello y
superyó), descarta su idea previa e indica que para defenderse ante amenazas, el yo pone
en marcha diversos mecanismos de defensa y uno de ellos es la represión. Ahora la
represión no es la defensa en si misma, sino que es uno de los tantos mecanismos de
defensa con los que cuenta el yo. Freud se preocupa por estudiar el proceso de formación
de síntomas y la lucha de yo contra el síntoma. En el caso de las neurosis obsesivas se
encontró con que el superyó es hipersevero y el paciente sufrió una regresión libidinal en la
pubertad hacia mociones infantiles sádicas agresivas, lo que provocó la aparición de
prohibiciones, medidas precautorias, penitencias; o por el contrario satisfacciones
sustitutivas (Hans). Así se genera un conflicto entre el yo y el superyó deviene en la
formación de síntomas que cargan con satisfacciones de mociones pulsionales masoquistas
y el yo puede verse paralizado.
10. Explique y desarrolle la siguiente afirmación freudiana: “los síntomas son creados
para evitar la situación de peligro que es señalada mediante el desarrollo de angustia”.
Respuesta:
Para poder explicar la génesis de los síntomas Freud toma como referencia la fobia en
Hans, en la que desarrolla que ante el peligro de castración el yo da la señal de angustia e
inhibe el proceso de investidura amenazador en el ello, al mismo tiempo se consuma la
formación de la fobia. La angustia de castración recibe otro objeto y una expresión
expresión desfigurada: ser mordido por el caballo en vez de ser castrado por el padre. La
formación sustitutiva, el síntoma, tiene dos manifiestas ventajas; la primera es que esquiva
un conflicto de ambivalencia, pues el padre es simultáneamente un objeto amado; dos,
permite al yo suspender el desarrollo de angustia. En efecto, la angustia de la fobia es
facultativa, sólo emerge cuando su objeto es asunto de la percepción. No se puede remover
al padre, aparece siempre, pero si se lo sustituye por un animal no hace falta más que evitar
la visión, para quedar exento del peligro y de angustia. Por lo tanto, el pequeño Hans
impone a su yo una limitación, produce la inhibición de salir para no encontrarse con
caballos.
La exigencia pulsional no es un peligro en sí misma, lo es porque conlleva un auténtico
peligro exterior, el de castración. En la fobia, tiene un carácter de proyección, sustituye un
peligro pulsional del interior por un peligro de concepción exterior. El hecho de que el yo
pueda sustraerse de la angustia por medio de una evitación o de un síntoma-inhibición ( el
yo puede protegerse del peligro exterior mediante la huida y la evitación) armoniza con la
concepción de que esa angustia es solo una señal afecto y de que nada ha cambiado en la
situación económica. La angustia de las zoofobias es entonces una reacción afectiva del yo
frente al peligro de castración; he aquí la única diferencia respecto de la angustia realista
que el yo exterioriza normalmente en situaciones de peligro. El contenido de la angustia
permanece inconsciente y solo deviene consciente en una desfiguración a raíz de este
desarrollo.
Freud llega a la conclusión de que la angustia es la reacción frente a la situación de peligro,
se se ahorra si el yo hace algo para evitar la situación, aclara que es correcto decir que los
síntomas son creados para evitar la situación de peligro, que es señalada mediante el
desarrollo de angustia, ese peligro era el de la castración o el de algo derivado de ella.
Como en la neurosis obsesiva que tiene relación con el superyó
El sujeto en su desarrollo libidinal experimenta en sus distintas fases distintas pérdidas o
separaciones ,por ejemplo, en la fase oral pérdida del pecho materno por el destete; en la
fase sadico anal separación del contenido del intestino, mediante esta última puntualización
el yo se pondría sobre aviso de la castración por repetidas pérdidas de objeto. Sin dejar de
mencionar la primer vivencia de angustia al menos del ser humano es la del nacimiento la
separación de la madre podría compararse una castración de la madre (si tenemos en
cuenta la ecuación hijo = pene) está primer vivencia angustia está en relación a lo que
Freud habla en el texto proyecto de psicología para neurólogos la experiencia de dolor.
Está angustia constituye el núcleo Genuino del peligro de desvalimiento psíquico, irrupción
de cantidades, hay un desplazamiento del contenido del peligro a la condición, es decir el
bebé aprende que la mamá puede calmar Entonces se pasa de la reacción automática de
angustia frente a un desvalimiento a la expectativa frente a la situación de peligro.
RELACIÓN
1. Articule la resistencia del ello con el fantasma “pegan a un niño” y el masoquismo
femenino.
Respuesta:
El fantasma pegan a un niño es una fantasía masoquista neurótica con la que Freud se
encuentra en la clínica. Consta de tres fases:
la primer fase ocurre bajo el enunciado “Padre pega a un niño odiado por mi”, donde hay
una satisfaccion sadica en el sujeto, y que por una regresion a la fase sadico-anal esa frase
deviene en “soy golpeado por el padre” y se encuentra con una satisfaccion en el hacerse
pegar, lo que daria cuenta del masoquismo femenino ya que el niño se presenta de forma
pasiva en el enunciado. Por último, la tercera fase se da bajo el enunciado “niños son
golpeados por sustitutos del padre” donde el niño ve esa escena como un espectador, pero
se ve a sí mismo representado en los otros niños por lo tanto se puede apreciar una
satisfacción masoquista.
2. Desarrolle el masoquismo femenino y el masoquismo moral y relacione con las
resistencias estructurales.
Respuesta:
el sujeto está escindido en tres instancias: yo, ello y superyo. el yo es el representante de la
razón, y en su núcleo se encuentra el ello que es la sede de las pulsiones de muerte y
donde yace la compulsión de repetición, de la cual nace la enigmática tendencia masoquista
del yo. Por su parte, el superyó es el heredero del complejo de Edipo, hunde sus raíces en
el ello, es hipermoral y muy severo con el yo. Gracias a la enigmática tendencia masoquista
del yo y la compulsión de repetición se concluyó en que hay satisfacción en el
padecimiento. El masoquismo moral (resistencia del superyó) y el masoquismo femenino
(resistencia del ello) derivan del masoquismo erógeno (satisfacción en el dolor), que a su
vez es producto de la mezcla y desmezcla de las pulsiones de vida y de muerte. Ambas
resistencias se anudan en la fantasía “pegan a un niño”
3. Defina y articule la resistencia del superyó con el masoquismo moral tal como Freud lo
define en “El problema económico del masoquismo” y su problemática con el fin de
análisis.
Respuesta:
En “El problema económico del masoquismo” Freud advierte que el superyó es el heredero
del complejo de Edipo y le atribuyó la función de conciencia moral, una conciencia moral
que es muy cruel y eficaz para con el yo. Mientras el yo siente culpa, el superyó encuentra
satisfacción en eso. Así el sadismo del superyó y el yo se complementan ya que la
enigmática tendencia masoquista del yo refiere a que el yo quiere ser golpeado, y el
superyó es quien le pega. A la hora del fin de análisis esto representa un problema porque
el yo se rehúsa a abandonar ese padecimiento por la satisfacción inconsciente que le
brinda, y a la hora de acercarnos a la cura el paciente recae (reacción terapéutica negativa)