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Articulo Neuroecobioetica Margarita Acomoddo
Articulo Neuroecobioetica Margarita Acomoddo
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RESUMEN
La Bioética es una ciencia, cuyo eje central de estudio es el ser humano que en así
mismo es una ciencia. A partir del libro Bioética: Un puente hacia el Futuro,
publicado por el Dr Van Rosselaer Potter en 1971, se marco un antes y un después en
el campo de la ciencia; donde la bioética permitió unir las ciencias tradicionales con
las humanidades y las ciencias sociales, reorientando el conocimiento, a nuevos
saberes; donde el ser humano y el medio ambiente son los principales protagonistas.
El propósito de esta investigación; es identificar los principios de la bioética, su
derivación en la Eco-bioética y su complementariedad con las Neurociencias o
Neuroética; y de que manera esta ciencia puede ser aplicada en el campo de la
Gerencia, donde la organización es vista como un ser vivo, en el cual conviven
personas cuyo principal objetivo debe ser la suprema felicidad social.
ABSTRAC
Bioethics is a science, the focus of study is the human being that so it is a science.
From the book Bioethics: Bridge to the Future, published by Dr Van Rosselaer Potter
in 1971, it marked a before and after in the field of science; where bioethics allowed
unite the traditional sciences to the humanities and social sciences, redirecting
knowledge, new knowledge; where the human being and the environment are the
main protagonists. The purpose of this research; is to identify the principles of
bioethics, its derivation in the Eco-Bioethics and its complementarity with Neuro
ethics or Neuroscience; and how this knowledge can be applied in the field of
Management, where the organization is seen as a living being, in which people live
whose main goal should be the supreme social happiness.
Definición de Bioética
La bioética toma como base fundamental la ética. De acuerdo con Aristóteles el
hombre, construye su ethos o forma de ser a partir de las repeticiones progresivas de
actos, los cuales dan lugar a la formación de hábitos y son precisamente éstos los que
permiten la conducta humana. Para muchos filósofos la ética es una reflexión de la
moral porque investiga lo específico del comportamiento moral y crea un estudio
logístico sobre las teorías que establezcan y justifiquen las pautas que dirigen el
comportamiento (Morales, Nava, Esquivel, Díaz, 2011).
Para Sapag Hagar (2009) la ética es una disciplina que estudia de manera
sistemática lo que es bueno y correcto respecto de la conducta o comportamiento libre
y el carácter.
Para Cortina (1998) (Citada por Márquez, 2012), la ética se considera una
cualidad moral que puede ser referida a distintos sujetos en su capacidad de juzgar en
cada momento lo que es justo y lo que no es.
Para Sapag Hagar (ob.cit) la ética se preocupa no sólo por la adopción de las
decisiones más apropiadas en cuanto a lo que corresponde y debe hacerse, sino que
además de la justificación de dichas decisiones, de dos maneras: Un acto es
moralmente justificable si está de acuerdo con principios o deberes preestablecidos.
También puede juzgarse la moralidad de un acto según sus futuros o consecuencias.
Otro aspecto, que tiene mucha relación con la ética, son los valores. Se dice que
una persona posee valores cuando su comportamiento está consistentemente guiado
por determinados principios. Ahora bien no se puede ser inconsistente, en el sentido
que una persona que posea valores no sabe ser ético. Estos valores son inculcados
desde la niñez a través de los padres, se fortalecen en la escuela con los maestros y se
terminan de formar en la Universidad o en la experiencia laboral; por ello el mayor
reto es formar a una persona que al momento de actuar lo haga en conformidad con
los valores que lo sustentan.
Por otra parte está la conducta humana, que se recoge en la moral; y la cual se
tiende a confundir con la ética. La moral es la ciencia que trata del bien en general y
de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia. La conducta del ser humano
va de acuerdo a lo que la sociedad ha establecido como moralmente correcto; por lo
que al salirse de estas normas; la misma sociedad reacciona y participa bien para
señalar o criticar esta conducta o para aceptarla como parte de sus normas. La moral
dice que debe hacerse y la ética se pregunta por qué se debe hacer.
Van Rosselaer Potter (citado en Pautassi, 2013) en su obra Bioética: Un puente
hacia el futuro, dice: La bioética como yo la considero, se esforzará por engendrar
una sabiduría, un saber relacionado con la manera de utilizar el conocimiento para el
bien social, sobre la base de un conocimiento realista de la naturaleza biológica del
hombre y del mundo biológico (p. 57).
A Potter le preocupaba la supervivencia de la especie humana, consideraba que
estaba seriamente amenazada; por ello hace una propuesta de estudio del
conocimiento que nos haga capaces de realizar juicios adecuados en relación a lo que
podría constituir un progreso físico, cultural o filosófico para una supervivencia
humana valiosa (Ciccone, 2003). Potter escogió bio para indicar un conocimiento
biológico, la ciencia sobre los sistemas vivos y eligió ética para indicar el
conocimiento sobre los sistemas de valores humanos.
Según Wilches (2011), la idea original de Potter fue crear una nueva disciplina
que permitiera reunir el ámbito de los hechos y de los valores, el dominio de las
ciencias y el de las humanidades, a fin de buscar alternativas que pudieran servir de
guía en el complejo laberinto formado por la sociedad contemporánea, producto de
los avances científicos y tecnológicos. Asimismo, señala que se debe tener en cuenta
que la bioética surge en un momento en el que la distancia entre las ciencias de la
naturaleza y ciencias del espíritu todavía parecía insalvable, pero que surge como un
llamado a superar estas distancias para la preservación de la raza humana y el medio
ambiente.
La bioética descrita por Potter debía ser una disciplina que partiera y se erigiera
sobre lo que él definió como la “crisis de hoy” una crisis generalizada, de claro
carácter global que afecta tanto al individuo como a la sociedad y al medio ambiente
(Wilches, 2011).
Según Quintanas (2009) (citado en Wilches, 2011) La bioética según Potter
debía tener el papel de brújula que guiara las políticas públicas para conseguir el bien
social. Tenía claro que la bioética como ciencia de la supervivencia debía ser algo
más que una ciencia y por eso quiso llamarla bioética para destacar dos pilares
básicos sobre los que debía fundamentarse: conocimiento científico (dirigido por la
biología) y los elementos de las ciencias sociales y humanidades; también dio un peso
importante a la filosofía como “amor a la sabiduría”. No obstante, esta propuesta de
Potter fue contra puesta por el médico obstetra holándes Andres Helleger, al debatir
que no era una nueva materia, sino que forma parte de una antigua materia que es la
ética aplicada clásica. Su tarea es resolver los problemas morales en el campo
biomédico a través de la aplicación valida de principios éticos ya existentes y
universales (Ciccone, 2003).
Este fue el concepto que más se desarrollo a lo lardo de 20 años. El Dr Helleger
fue el primero en dirigir el primer Instituto para el estudio de Reproducción Humana
y Bioética del mundo.
En 1988 Potter, público un segundo libro titulado Bioética global, basándose en
el legado de Leopold, en este mostraba una concepción más amplia de la ética;
bioética combinada con diversos conocimientos humanistas que originan una ciencia
que establece un sistema de prioridades médicas ambientales para una supervivencia
aceptable. En la relación del individuo con la sociedad Potter cree que, como ya
apuntaba en el primer libro, que hay que superar la ética de carácter interpersonal
para conectarla con la bioética que contempla la relación del individuo con el resto de
la comunidad biológica. Según este autor, la ética debe ir más allá, debe encaminarse
hacia la supervivencia del planeta, en una ética global, unificada y holística, que
posea un enfoque mundial.
Después de 1970, vinieron nuevas definiciones de la bioética, según la
Enciclopedia de Bioética, la define como el estudio sistemático de la conducta
humana en el área de las ciencias de la vida y el cuidado sanitario, en cuanto a que tal
conducta se examina a la luz de los valores y principios morales.
Para Sagar Hagar (ob.cit) se trata de una dialógica, secular y procedimientos en
la cual en el fondo, no hay problemas propiamente tales sino más bien dilemas, lo que
significa que no existe una solución única.
Según Márquez (2012) la bioética es una pluridisciplina emergente que busca
potenciar una nueva consciencia gerencial, con el único fin de preservar la raza
humana y el medio ambiente.
La bioética según los autores consultados la señalan como ciencia, disciplina,
pluridisciplina y transdisciplina, lo que denota que no hay una definición
conceptuada; sin embargo después de revisar algunas referencias bibliográficas,
podemos concluir que es una ciencia, cuyo eje central es el ser humano y el medio
ambiente, donde el ser humano en si mismo es una ciencia; que busca una
convergencia de relación ética de todos los saberes para preservar la vida del planeta.
La aplicación de la bioética en otros campos del saber se conoce como
Ecobioética, donde la palabra Eco de origen griego se incorpora para ampliar los
principios de la bioética a otras ciencias como la economía, ciencias políticas,
sociología, psicología, entre otras.
Principios de la Bioética
En 1979 Tom L. Beauchamp y James F. Childress (B&Ch) publicaron
conjuntamente la primera edición de los Principios de la ética biomédica; y hasta el
presente se han hecho seis ediciones: 1979, 1983, 1989, 1994,2001 y 2009, con la
particularidad que las últimas ediciones han venido mejoradas en función a las
críticas y sugerencias realizadas a las ediciones anteriores. Tom L. Beauchamp es
profesor de filosofía y trabaja como investigador en el Instituto Kennedy de Ética, en
la Universidad de Gorgetown y James F. Childress es profesor en el Departamento de
estudios religiosos en la Universidad de Virginia.
Según el Institut Borja de Bioética (2011), estos autores han conseguido
construir un sistema teórico-práctico que permite dar respuesta fundamentadas a los
múltiples y difíciles problemas concretos que plantea el desarrollo y aplicación de las
ciencias de la vida y la salud. Esta obra es referencia en el campo de la bioética
norteamericana y europea.
Potter, consideraba indispensable mantener y promover la bioética sino se
quería poner en peligro la supervivencia de la humanidad, y proponía una bioética
global centrada en la supervivencia de la humanidad, en el medio ambiente y en los
problemas de crecimiento de la población, bioética ecológica; esto no se entendió de
esta manera. Potter para el 1975 se lamentaba que la bioética quedara reducida
solamente a ser una rama de la ética aplicada, a ser bioética clínica (Institut Borja de
Bioética 2011).
La propuesta de B&Ch, es una metodología de un camino que hay que seguir
para llegar a un determinado fin. Esta metodología tiene un objetivo principal que es
ayudar a resolver los problemas éticos que se plantean en la práctica médica y en el
ámbito de la biomedicina. Estos autores toman como base el aporte del Informe de
Belmont (1978), que proponían tres principios básicos, respeto, beneficencia, y
justicia para la investigación con seres humanos. Inspirándose en las obras de D. Ross
y de W. Frankena, elaboran una cierta mezcla de fundamentación de deontología y
utilitarismo, con la que proponen y justifican cuatro principios. Asimismo, según
B&Ch, es necesario sopesar las demandas de cada uno de los principios y será el
contexto el que determine qué principio debe prevalecer, porque entre estos principios
no es posible establecer ninguna jerarquía, todos ellos son del mismo nivel (Institut
Borja de Bioética, 2011).
Sapag Hagar (2009) los describe de la siguiente manera:
Autonomía
Todo ser humano es agente moral autónomo, libre y responsable de todas sus
acciones, con derecho a decidir sobre su propia vida, en tanto no produzca desmedro
propio o social. Actuar con autonomía implica que la persona posee independencia
con relación a posibles controles externos y, además, capacidad para proceder en
consonancia con una elección propia.
Beneficencia
Es deber del profesional promover la acción benéfica, protectora y solidaria
hacia los demás, sin dañar a otros, acción a la que debe sumarse un balance favorable
entre riesgo y beneficio. Igualmente, se beneficia alguien si al recibir algo da algo en
retribución. La utilidad viene siendo la diferencia añadida que recibe.
No Maleficencia
No dañar intencionalmente. Su versión más antigua se encontraría en el
precepto hipocrático ya mencionado: primum non nocere. Este principio podría
considerarse como un aspecto de la beneficencia.
Justicia
Se trata de abordar los problemas con equidad entre los diferentes grupos
sociales, de modo que los casos análogos sean tratados en forma similar. Lo que está
en juego no es que todos deban recibir lo mismo, sino que cada uno debe recibir lo
proporcionado a lo que es, a lo que merece, a lo que tiene “Derecho”.
Otra obra que también de referencia es Fundamentos de la Bioética, publicada
por el médico psiquiatra Diego Gracia en 1989, este libro supuso un hito en la
bioética, tanto por la importancia de su aportación como por la novedad de su
planteamiento. El método propuesto por Gracia toma la forma de un “principialismo
jerarquizado”; teniendo en cuenta la necesidad de observar, por una parte una serie de
principios que sirven para salvaguardar los valores que recogen los demás. También
propone introducir algunas modificaciones a lo planteado por B&Ch (Feito, 2011).
En la propuesta de B&Ch, los principios tienen el mismo nivel; para Gracia este
esquema resulta poco aceptable, porque vuelve a caer en el casuismo; a pesar de los
principios obligatorios, en el caso de conflictos serán las circunstancias las que deban
decidir en cada caso, pudiendo haber desacuerdo en la definición de lo que resulte
correcto en cada ocasión (Feito, 2011).
Gracia propone un principialismo jerarquizado, según esta aproximación, los
cuatro principios de la bioética se organizan de modo que algunos quedan dentro de
una ética de máximos o privada o dentro de una ética de mínimos. Según lo anterior
la beneficencia y la autonomía son principios que se explican desde la referencia del
sujeto por lo que entra dentro de la ética privada. Por su parte, los principios de
justicia y maleficencia se refiere a aquellos elementos que aseguran la supervivencia.
Es importante señalar que el ser humano no se restringe al ámbito de lo privado, tiene
una dimensión pública, de convivencia con otros seres humanos. En este nivel
mínimo es donde se sitúa los principios de justicia y maleficencia.
Con esta jerarquía Gracia proponía un método en el que los principios
jerarquizados se sitúan en un primer momento del análisis, siendo necesaria una
segunda etapa en la que se ponderan las consecuencias derivadas del seguimiento de
un curso de acción, a fin de buscar una coherencia entre el respeto a unos principios y
la evaluación prudente de los resultados de la misma.
Eco-bioética
La Ecobioética es un concepto propuesto por el Dr Moty Benyakar a la Red
Internacional de Bioética de la UNESCO, el cual está basado en los lineamientos de
la Complejidad propuesto por Edgar Morin, desarrollando la real transdisciplina
como una nueva actitud que viene a reemplazar a la interdisciplina, la cual está
basada en la complementariedad del conocimiento, de esta manera en el 2006 se crea
la Red Iberoamericana de Ecobioética en la Cátedra UNESCO de Bioética (Red
Iberoamericana de Ecobioética, 2014).
Según el Dr Benyakar lo que postula la Ecobioética es una visión más amplia
donde se incluye también la parte psíquica, donde se considera el entorno; es decir
que todo el entorno eco, es donde el hombre habita, tiene su impacto fundante, con
consecuencias (Cueto, 2010). En la actualidad, la bioética ha alcanzando mayores
desarrollo, sin embargo su mayor aplicación ha sido en el campo de la biomedicina;
no ha sido posible introducir el concepto a otras ciencias, como la economía,
sociología, psicología, entre otros. Este fue el motivo por el cual el Dr Benyakar
propuso este concepto para que la bioética se ponga en práctica en otros campos de la
ciencia y cambiar paradigmas.
Según la Red Iberoamericana de Ecobioética (2014), la bioética tiene los
siguientes principios:
Es un área relacionada a las relaciones entre los hombres en diferentes
aspectos de la salud, en su amplio aspecto de la palabra.
Esta basada en los principios de la ‘Complejidad’, postulados por Edgar
Morín.
Desarrolla la ‘Transdisciplina’, a diferencia de la ‘Interdisciplina’.
Se la debe enseñar y formar en las diferentes Facultades, no sólo por medio de
conceptos teóricos, sino promoviendo acciones reales para desarrollar
actitudes éticas entre los seres humanos, y también con el ambiente.
Se deben desarrollar programas desde el Jardín de infancia hasta los títulos de
Doctorado.
Se debe basar en los principios generales propuestos por la UNESCO.
Se debe incluir principios de las diferentes culturas, creencias, costumbres,
entre otros.
Se debe incluir no sólo la atención individual, sino también las situaciones
especiales de desastres y catástrofes.
Neuro-Eco-Bioética
Hay una continuidad de la bioética a la Ecobioética y hacia la neuroética;
donde esta última por medio de las tecnologías, muestra las bases neurológicas que
posibilitan la dimensión moral del ser humano.
El Dr. R. Llinás fue el primero en mencionar públicamente la relación entre el
cerebro y la ética; esto lo hizo en el Congreso de Bioética realizado por CENALDE
en 1999, para que el momento dijo: “Desde mi punto de vista la ética es una
propiedad fundamental del sistema nervioso con la cual nacimos todos los humanos”
(Pautassi, 2013, p. 3). El sistema nervioso es por naturaleza ético, es necesario
modernizar y poner en contexto ese sistema con el cual hemos nacido para que se le
añada la estructura educacional suficiente para que una persona pueda vivir bien en
sociedad.
Según Pautassi (ob. cit) el término neuro-ética se formaliza e institucionaliza en
el año 2002 en la conferencia de San Francisco, patrocinada por la Dana Fundation,
en donde participaron unos 150 científicos de diversas disciplinas. Pero ya antes
neurólogos como Damasio, Edelman, Changeux, Churchland y otros, además de
filósofos como Ricoeuer y Dussel abordaron el tema. El término neuroética no es el
más exacto pues no puede haber cerebro sin cuerpo, además el cuerpo-cerebro es una
parte del todo, la persona humana.
Safire (2002) (Citado por Canabal, 2012) la define como “El examen de lo que
es correcto e incorrecto, bueno y malo, en el tratamiento, bien clínico, quirúrgico o
ambos, del cerebro humano. También la invasión no deseada de forma alarmante y la
manipulación del cerebro humano".
Para Bird (2002) (Citado por Canabal, 2012) “Es una disciplina que estudia las
implicaciones políticas, éticas, legales y sociales de la neurociencia y sus avances en
investigación”.
Damasco (2010) (Citado por Pautassi, 2012), “la consciencia moral está
influenciada por los valores, deberes, expectativas, prejuicios y creencias sociales.
Hay una cierta dependencia o influencia social que desde la infancia, niñez y
adolescencia se guarda en la memoria neuronal”.
Para Morín (2001) (Citado por Pautassi, 2012) la complejidad del cerebro tiene
aquí una causalidad retroactiva en cuanto que el sujeto creado en el existir puede
dirigir la vida, “yo soy lo que me voy haciendo”, es decir, se da un bucle retroactivo y
un bucle recursivo.
Según Pautassi (ob. cit) la consciencia moral está influenciada por los valores,
deberes, expectativas, prejuicios y creencias sociales. Hay una influencia social, la
infancia, niñez y adolescencia se guarda en la memoria neuronal. También hay que
tener en cuenta los aspectos morales y las experiencias vividas. Las influencias que
interactúan en la conducta moral como son la socialización del pasado, los contextos
culturales y sociales presentes, los proyectos futuros, las emociones, los sentimientos
y los razonamientos de todo tipo no facilitan el juicio imparcial sobre la persona, pero
sí sobre lo objetivo de la conducta moral.
El origen y desarrollo de la moralidad se da desde lo biológico (cuerpo-
cerebro), lo psicológico (lo social, sentimientos.) y lo espiritual (la inteligencia
racional, la creatividad, la decisión de la voluntad). Estas tres dimensiones se integran
en el cuerpo-cerebro de cada su sujeto, su contexto psico-social y su dimensión
espiritual.
Estos avances han proporcionado en los últimos años nuevas perspectivas del
“yo” y la relación del individuo con la sociedad, no solo han tenido implicaciones en
aspectos clínicos sociales, filosóficos, sino en la misma naturaleza y forma de
entender al individuo y su comportamiento, con su enfermar, con sus funciones
cognitivas y emocionales (Canabal, 2012).
PRINCIPIO DE LA PRINCIPIO
CARACTERÍSTICAS DEL GERENTE
COMPLEJIDAD BIOÉTICO
La acción gerencial debe estar consciente de
dialógica permanente en la toma de decisiones.