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Marcadores Tumorales Fiorela Muñante

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MARCADORES TUMORALES

Los marcadores tumorales son sustancias que se encuentran en las células cancerosas o
normales del cuerpo o que se producen en respuesta al cáncer o algunas afecciones benignas
(no cancerosas).

Se usa para saber más sobre el cáncer, como cuán rápido se disemina, si es posible tratarlo con
terapia dirigida o si el tratamiento es eficaz.

Las pruebas incluyen pruebas de imágenes, marcadores tumorales séricos, y la biopsia; una o
más puede estar indicada en pacientes con una anamnesis o hallazgos físicos o de laboratorio
sugerentes.

Los estudios de imágenes suelen incluir radiografías, ecografía, TC, PET y RM. Estos estudios
ayudan a detectar anormalidades, determinar la cualidad de una masa (sólida o quística),
suministrar dimensiones y establecer la relación con estructuras circundantes, que puede ser
importante si se considera biopsia o cirugía.

Los marcadores tumorales séricos pueden aportar evidencia que corrobora los hallazgos


sugestivos de un determinado cáncer. La mayoría no se utilizan como pruebas de detección de
rutina, excepto en pacientes de alto riesgo. Los ejemplos útiles son

 Alfa-fetoproteína
 Antígeno carcinoembrionario
 Gonadotropina coriónica humana beta
 Inmunoglobulinas séricas
 Pruebas moleculares como BCR-ABL1 
 CA 125
 CA 27-29
 Antígeno prostático-específico

Algunos de estos marcadores tumorales en suero pueden ser más útiles en el seguimiento de
la respuesta al tratamiento en lugar de en la detección de tumores.

Casi siempre se requiere biopsia para confirmar el diagnóstico y el tejido de origen cuando se


sospecha de cáncer.
Si hay linfadenopatías, la biopsia con aguja fina o gruesa a veces permite conocer el tipo de
tumor. Las biopsias de núcleo o el vaciamiento ganglionar se recomiendan para el diagnóstico
de los linfomas, porque la preservación de la estructura ganglionar es importante para arribar
a un diagnóstico preciso. En ocasiones se requiere una biopsia a cielo abierto. Otras vías de
biopsia son broncoscopia para tumores mediastínicos o pulmonares centrales de fácil acceso,
biopsia hepática percutánea si hay lesiones hepáticas, y biopsia guiada por TC o ecografía si
hay imágenes sospechosas en pulmón o tejidos blandos.

La determinación del grado del tumor es un parámetro histológico de la agresividad del tumor
y aporta información pronóstica importante. Se determina por examen del espécimen de
tejido. El grado se basa en el aspecto morfológico de las células tumorales, incluido el aspecto
de los núcleos, el citoplasma y los nucléolos, la frecuencia de mitosis y el grado de necrosis. En
muchos cánceres, se han desarrollado escalas de clasificación en grados.
Las pruebas moleculares, como análisis cromosómicos, hibridación in situ fluorescente (FISH),
PCR [reacción en cadena de la polimerasa] y pruebas de antígeno de la superficie celular
(linfomas, leucemias, cánceres de pulmón y tubo digestivo) ayudan a delinear el origen de los
cánceres metastásicos, sobre todo en los cánceres de origen desconocido, y pueden ser útiles
para seleccionar el tratamiento.

ANTIGENOS TUMORALES

Las células tumorales producen antígenos, que pueden ser liberados al torrente sanguíneo o
permanecer en la superficie celular. Cualquier molécula capaz de ser reconocida por el sistema
inmunitario se considera un antígeno. Se han identificado antígenos en la mayoría de los
cánceres humanos, como el linfoma de Burkitt, el neuroblastoma, el melanoma,
el osteosarcoma, el carcinoma de células renales, el cáncer de mama, el cáncer de próstata,
los carcinomas de pulmón y el cáncer de colon.

Una función clave del sistema inmunitario es la detección de estos antígenos para permitir
una acción posterior dirigida a su erradicación. Sin embargo, pese a su estructura extraña, la
respuesta inmunitaria a los antígenos tumorales varía y a menudo es insuficiente para prevenir
el crecimiento tumoral.

Los antígenos asociados a tumores (AAT) están relativamente limitados a las células tumorales.

Los antígenos tumorales específicos (TSA) son exclusivos de las células tumorales.

Por lo general, los AAT y los AET son porciones de moléculas intracelulares que se expresan en
la superficie celular como parte del complejo mayor de histocompatibilidad.

Los mecanismos sugeridos de origen para los antígenos tumorales son

 Introducción de nueva información genética de un virus (proteínas E6 y E7 del


papilomavirus humano en el cáncer de cuello uterino)
 Alteración de oncogenes o genes supresores de tumores por carcinógenos, que
conducen a la formación de neoantígenos (una secuencia proteica nueva o la
acumulación de proteínas que normalmente no se expresan o que se expresan en muy
bajas concentraciones, como ras o p53), sea mediante la generación directa de una
nueva secuencia de proteínas o la inducción de la acumulación de estas proteínas
 Desarrollo de mutaciones de sentido alterado en varios genes no asociados
directamente con un supresor tumoral o con oncogenes y que causa la aparición de
neoantígenos específicos del tumor en la superficie celular
 Desarrollo de concentraciones anormalmente altas de proteínas que, en condiciones
normales, están presentes en concentraciones mucho más bajas (antígeno prostático
específico, antígenos asociados a melanoma) o que se expresan sólo durante el
desarrollo embrionario (antígenos carcinoembrionarios)
 Exposición de antígenos normalmente enterrados en la membrana celular debido a
homeostasis defectuosa de la membrana de las células tumorales
 Liberación de antígenos normalmente secuestrados dentro de la célula o sus orgánulos
cuando mueren las células tumorales

INMUNO DIAGNOSTICO TUMORAL


Los antígenos asociados a tumores (AAT) pueden ayudar a diagnosticar diversos tumores y, en
ocasiones, determinan la respuesta al tratamiento o la recurrencia. Un marcador tumoral ideal
debería:

 Ser liberado solo del tejido tumoral


 Ser específico para un tipo de tumor dado
 Ser detectable a bajos niveles de carga de células tumorales
 Tener una relación directa con la carga de células tumorales
 Estar presente en todos los pacientes con tumor

Aunque la mayoría de los tumores liberan macromoléculas antigénicas detectables a la


circulación, ningún marcador tumoral reúne todos los requisitos para tener especificidad o
sensibilidad suficientes para ser usado en el diagnóstico temprano o en programas masivos de
detección sistemática de cáncer.

Estos marcadores son:

 El antígeno carcinoembrionario (CEA)

Es un complejo proteína-polisacárido presente en los carcinomas de colon y en el intestino


fetal normal, el páncreas y el hígado. Las concentraciones sanguíneas son altas en pacientes
con carcinoma de colon, pero la especificidad es relativamente baja, porque se observan
resultados positivos en grandes fumadores y en pacientes con cirrosis, colitis ulcerosa y otros
cánceres (p. ej., mama, páncreas, vejiga, ovarios, cuello uterino). El control de las
concentraciones de CEA puede ser útil para detectar la recurrencia del cáncer después de la
resección del tumor si el paciente tenía, inicialmente, un CEA elevado y para refinar las
estimaciones de pronóstico según el estadio.

 La alfa-fetoproteín

Un producto normal de las células hepáticas fetales, también está presente en el suero de
pacientes con carcinoma hepatocelular primario, tumores de células germinativas no
seminomatosos y, con frecuencia, carcinoma embrionario ovárico o testicular. En ocasiones,
las concentraciones son útiles para estimar el pronóstico o, menos a menudo, para el
diagnóstico.

 La subunidad beta de la gonadotropina coriónica humana (beta-hCG)

Esta medida por inmunoanálisis, es el principal marcador clínico en mujeres con neoplasia


trofoblástica gestacional (NTG), un espectro de enfermedades que incluye la mola hidatiforme,
la NTG no metastásica y la metastásica, y en alrededor de dos tercios de los hombres con
carcinomas embrionarios o coriocarcinomas testiculares. Se mide la subunidad beta porque es
específica de la hCG. Este marcador está presente en bajas concentraciones en individuos
sanos. Las concentraciones aumentan durante el embarazo.

 El antígeno prostático específico (PSA)

Es una glucoproteína localizada en las células del epitelio de los conductos de la glándula
prostática, puede detectarse en bajas concentraciones en el suero de hombres sanos.
Utilizando un límite superior normal apropiado, los análisis con anticuerpos monoclonales
detectan concentraciones séricas elevadas de PSA en alrededor del 90% de los pacientes
con cáncer de próstata avanzado, aun en ausencia de enfermedad metastásica definida. Es
más sensible que la fosfatasa ácida prostática. Sin embargo, como el PSA está elevado en otras
enfermedades (p. ej., hipertrofia prostática benigna, prostatitis, instrumentación reciente del
aparato urogenital), es menos específico. Puede utilizarse el PSA para confirmar las recidivas
después del diagnóstico y el tratamiento del carcinoma de próstata.

 El CA 125 

Es clínicamente útil para detectar, diagnosticar y controlar el tratamiento del cáncer de ovario,


aunque cualquier proceso inflamatorio peritoneal y algunos otros cánceres pueden aumentar
su concentración.

La beta-2 microglobulina suele estar aumentada en el mieloma múltiple y algunos linfomas. Su


principal aplicación es para el pronóstico.

 El estudio del CA 19-9 

Se desarrolló originalmente para detectar cáncer colorrectal, pero probó ser más sensible para
el cáncer de páncreas. Se lo utiliza principalmente para valorar la respuesta al tratamiento en
pacientes con cáncer de páncreas avanzado. El CA 19-9 también puede estar aumentado en
otros cánceres digestivos, en particular cáncer de las vías biliares y algunos trastornos
benignos de las vías biliares y colestásicos.

 El CA 15-3 y el CA 27-29

 Están aumentados en la mayoría de los casos de cáncer de mama metastásico. Las


concentraciones también pueden ser altas en otras enfermedades. Estos marcadores se
utilizan, fundamentalmente, para controlar la respuesta al tratamiento.

 La cromogranina A 

Se utiliza como marcador de tumores carcinoides y otros tumores neuroendocrinos. La


sensibilidad y la especificidad para tumores neuroendocrinos pueden superar el 75%, y la
exactitud diagnóstica es más alta en tumores difusos que localizados. Puede haber aumento de
las concentraciones en otros cánceres, como pulmón y próstata, y en algunos trastornos
benignos (p. ej., hipertensión primaria, nefropatía crónica, gastritis atrófica crónica).

 La tiroglobulina 

Es producida por la tiroides y puede estar aumentada en diversos trastornos tiroideos. Se la


utiliza principalmente como marcador después de la tiroidectomía completa para
detectar cáncer de tiroides recurrente y controlar la respuesta al tratamiento en el cáncer de
tiroides metastásico.

 La TA-90 

Es una subunidad muy inmunógena de un antígeno asociado a tumores urinarios, que está
presente en el 70% de los melanomas;sarcomas de partes blandas; y carcinomas de mama,
colon y pulmón. Algunos estudios han mostrado que las concentraciones de TA-90 pueden
predecir con exactitud la supervivencia y la presencia de enfermedad subclínica después del
tratamiento quirúrgico del melanoma.

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