La desigualdad afecta negativamente a Guatemala al impedir el acceso al empleo y otras oportunidades para la población, lo que mantiene al país en un estado de pobreza y subdesarrollo. La desigualdad extrema perjudica la salud, educación y vivienda de las personas con menos recursos y fomenta la pobreza, la emigración y la economía ilegal. Guatemala sufre uno de los niveles más altos de desigualdad en el mundo, lo que impide el progreso económico y social.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
15 vistas6 páginas
La desigualdad afecta negativamente a Guatemala al impedir el acceso al empleo y otras oportunidades para la población, lo que mantiene al país en un estado de pobreza y subdesarrollo. La desigualdad extrema perjudica la salud, educación y vivienda de las personas con menos recursos y fomenta la pobreza, la emigración y la economía ilegal. Guatemala sufre uno de los niveles más altos de desigualdad en el mundo, lo que impide el progreso económico y social.
La desigualdad afecta negativamente a Guatemala al impedir el acceso al empleo y otras oportunidades para la población, lo que mantiene al país en un estado de pobreza y subdesarrollo. La desigualdad extrema perjudica la salud, educación y vivienda de las personas con menos recursos y fomenta la pobreza, la emigración y la economía ilegal. Guatemala sufre uno de los niveles más altos de desigualdad en el mundo, lo que impide el progreso económico y social.
La desigualdad afecta negativamente a Guatemala al impedir el acceso al empleo y otras oportunidades para la población, lo que mantiene al país en un estado de pobreza y subdesarrollo. La desigualdad extrema perjudica la salud, educación y vivienda de las personas con menos recursos y fomenta la pobreza, la emigración y la economía ilegal. Guatemala sufre uno de los niveles más altos de desigualdad en el mundo, lo que impide el progreso económico y social.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6
Justificación del tema
Tener en cuenta que la desigualdad afecta al país ya que al no dar la
oportunidad de empleo u otras oportunidades a nuestra población en general hace que nuestro país este en donde este hoy en día, todos los que han tenido el privilegio de estar en la presidencia o estar en un puesto privilegiado son los mismos que están dejando caer en pedazos la economía del país y dejar que la pobreza se adueñe de los niños que son el futuro del país, vivimos en una época en donde los hijos de los presidentes, diputados, etc. Serán los mismos que estarán en ese puesto privilegiado al no dar oportunidad a otras personas nos hace pertenecer como un país tercermundista y no crecer económicamente. Importancia La desigualdad extrema cuesta vidas y afecta a la salud de las personas con menos recursos; impide la mejora profesional y económica a través de una educación de calidad porque los jóvenes, principalmente las mujeres, pobres e indígenas quedan excluidos; fomenta la pobreza, la emigración y la economía ilícita a causa de las malas condiciones o las pocas oportunidades laborales; y convierte el derecho a una vivienda digna y segura en un privilegio que solo unos pocos pueden pagar. La pobreza y la desigualdad Guatemala padece uno de los niveles de desigualdad más altos del planeta. El crecimiento económico no ayuda a reducir la pobreza, porque detrás hay un problema estructural de gran magnitud: "la creciente desigualdad económica y social". Los imaginarios racistas y sexistas, y el papel del Estado en perpetuar los privilegios para una minoría han contribuido a preservar un sistema de concentración de la riqueza y el poder. Además, la captura del Estado por parte de las élites solo alimenta esta desigualdad, y evita que haya cambios políticos, sociales y económicos que contribuyan al bienestar de toda la población. La desigualdad va mucho más allá de ser rico o pobre. La desigualdad extrema cuesta vidas y afecta a la salud de las personas con menos recursos; impide la mejora profesional y económica a través de una educación de calidad porque los jóvenes, principalmente las mujeres, pobres e indígenas quedan excluidos; fomenta la pobreza, la emigración y la economía ilícita a causa de las malas condiciones o las pocas oportunidades laborales; y convierte el derecho a una vivienda digna y segura en un privilegio que solo unos pocos pueden pagar.
En definitiva, en Guatemala – como en la mayoría de países con
grandes índices de desigualdad- el futuro de las personas depende más del lugar donde se nace que del esfuerzo y méritos propios. Estamos llamados para poner fin a las desigualdades de ingresos, sexo, edad, estado de salud, ocupación, discapacidad, orientación sexual, uso de drogas, identidad de género, raza, clase, etnia y religión que siguen existiendo en todo el mundo. La desigualdad está aumentando para más del 70% de la población mundial, lo que agrava el riesgo de división y obstaculiza el desarrollo económico y social COMO AFECTA EL MISMO A LA ECONOMIA DEL PAIS Afrontar las desigualdades y acabar con la discriminación es fundamental para acabar con el sida. El mundo está lejos de cumplir el compromiso compartido de acabar con el sida para 2030, no por falta de conocimientos, capacidad o medios para vencer al sida, sino por las desigualdades estructurales que obstaculizan las soluciones probadas en la prevención y el tratamiento del VIH. Por ejemplo, investigaciones recientes muestran que los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres tienen el doble de probabilidades de contraer el VIH si viven en un país con enfoques punitivos sobre la orientación sexual que si viven en un país con una legislación favorable. La Alianza Mundial de Acción para la Eliminación de Todas las Formas de Estigma y Discriminación Relacionadas con el VIH ha identificado seis entornos principales en los que se producen el estigma y la discriminación y que crean o refuerzan la desigualdad: el sector sanitario, el sector educativo, el lugar de trabajo, el sistema judicial, las familias y las comunidades, y los entornos de emergencia y humanitarios. Pero para lograr la dignidad para todas las personas, las políticas económicas y sociales deben proteger los derechos de todas las personas y prestar atención a las necesidades de las comunidades desfavorecidas y marginadas. Acabar con la desigualdad requiere un cambio transformador. Hay que redoblar los esfuerzos para erradicar la pobreza extrema y el hambre y es necesario invertir más en sanidad, educación, protección social y empleos dignos. SOLUCIÓN Para lograr la dignidad para todas las personas, las políticas económicas y sociales deben proteger los derechos de todas las personas y prestar atención a las necesidades de las comunidades desfavorecidas y marginadas. Acabar con la desigualdad requiere un cambio transformador. Hay que redoblar los esfuerzos para erradicar la pobreza extrema y el hambre y es necesario invertir más en sanidad, educación, protección social y empleos dignos. Los gobiernos deben promover un crecimiento social y económico inclusivo deben eliminar las leyes, políticas y prácticas discriminatorias para garantizar la igualdad de oportunidades y reducir las desigualdades, Pero todos podemos desempeñar nuestro papel denunciando la discriminación allí donde la vemos, dando ejemplo o defendiendo cambios en las leyes. Todos tenemos un papel que desempeñar para acabar con la discriminación y reducir así las desigualdades, no podemos lograr un desarrollo sostenible y hacer que el planeta sea mejor para todos si se excluye a las personas de la posibilidad de una vida mejor. En el mundo actual, todos estamos interconectados. La desigualdad global nos afecta a todos, sin importar quiénes somos o de dónde venimos y exigir a los gobiernos que cumplan con sus compromisos y obligaciones para acabar con todas las formas de discriminación. CONCLUSIÓN Este tema es muy amplio de discutir, pero para concluir, es que La situación de pobreza, hambre y desigualdad es reforzada por un Estado débil que reproducen la desigualdad en la medida que no impulsa ningún mecanismo redistributivo; la tributación es baja e injusta, el gasto, la inversión social y las políticas de desarrollo rural insuficientes, los salarios son bajos y la cobertura en educación, salud y seguridad social limitada. Este esquema concentra los beneficios del crecimiento económico en los monopolios nacionales y las empresas transnacionales, que cuentan con los recursos materiales, tecnológicos y financieros, así como con los privilegios que el Estado les otorga para incrementar sus ganancias.