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Republica Restaurada y Porfiriato

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República restaurada y porfiriato (1867-1908)

Humberto Domínguez Chávez y Rafael Alfonso Carrillo Aguilar

El inicio del porfiriato y la puesta en operación de la gran modernización liberal


Durante su primer período de gobierno Porfirio Díaz entendió que políticamente el país requería del mantenimiento de la
paz, por lo que se dedicó a unir las diversas fuerzas políticas, dispersas y dispares, en beneficio de la estabilidad de la
nación. Por otra parte, era indispensable asegurar, como principio constitucional, la no reelección; esta estabilización
política permitiría que el Estado se consolidara, la economía se fortaleciera y fuera posible que el país adelantara en
progreso material y espiritual.1
Por su parte, el derrotado Sebastián Lerdo de Tejada trató de provocar revueltas, aprovechando desaciertos
gubernamentales, la mala situación económica y la pobre estabilidad del régimen; como consecuencia de estas tácticas
políticas que condujeron a insurrecciones locales, el cacique norteño Julián Quiroga fue detenido, procesado y ejecutado en
Monterrey en 1877.
Mariano Escobedo ocupó Paso del Norte (la actual ciudad Juárez), siendo obligado por los
norteamericanos a volver a los EUA; repitió la intentona en 1878 y fue detenido y
procesado. Por último, en junio de 1879 se sublevó en Tlacotalpan un destacamento en
Alvarado y el guardacostas “La Libertad”; la represión de la insurrección se ejecutó
siguiendo la orden presidencial: “mátelos en caliente”.2
Reprimidos los lerdistas, los moderados comenzaron a sumarse al grupo tuxtepecano, el
cambio más significativo lo representó Manuel Romero Rubio, quién calificó de demente a
Lerdo, estableciendo una alianza con Díaz hasta convertirlo en yerno. En política exterior
Díaz logró el reconocimiento norteamericano al reconocer sus reclamaciones sobre daños
a sus ciudadanos y sus propiedades, como resultado de las revueltas de La Noria y
Tuxtepec.
Lo que condujo al compromiso nacional de que los norteamericanos no serían nuevamente
afectados por préstamos forzosos, que podrían adquirir bienes raíces en la frontera y a la
abolición de la zona libre en los estados mexicanos Matías Romero http://portal.sre.gob.mx/imr/index.php?optio
fronterizos, que era la fuente de contrabando hacia los EUA n=displaypage&Itemid=71&op=page&SubM enu=

y, por último, el compromiso nacional de impulsar la


pacificación de la frontera al reprimir abigeos e indígenas,
principalmente apaches.3
En cuanto a las relaciones con Europa, Ignacio Luis Vallarta, Ministro de Relaciones Exteriores porfirista, logró el
reconocimiento de Alemania, Italia, España y Francia; además de El Salvador y Guatemala.
Mientras que el Ministro de Economía, Matías Romero, había logrado en 1873 una nueva ley hacendaria, concentrando en
la Secretaría de Hacienda las tareas recaudatorias. 4 La principal tarea en el primer gobierno de Díaz, el de su sucesor
Manuel González y los subsecuentes del mismo Don Porfirio, sería lograr equilibrar los gastos con la recaudación.5

1
A partir de 1867 se incorporaron diversas formaciones precapitalistas al sistema dominante y un interés de las potencias colonialistas por
los recursos naturales mexicanos. Hasta esta fecha, la economía no actuaba en conjunto, sino desarticulada, impulsado por el federalismo,
dando por resultado una consistencia más débil que la lograda con las Intendencias borbónicas.
2
Enterado el gobierno de la sublevación del cañonero Libertad, dispuso que el jefe del Departamento de Marina, Angel Ortiz
Monasterio, se pusiera de acuerdo con el gobernador del estado, general Luis Mier y Terán, a fin de practicar todas las operaciones que
fueran necesarias para perseguir al buque. Para esto tomó el mando del vapor Independencia. Lo alcanzó en los bajos de Veracruz y, al
estar a la vista ambas unidades, el Libertad hizo bandera blanca, pues ya los tripulantes habían hecho una contrarrevolución, volviendo el
buque a la obediencia del gobierno. Se fusilaron nueve presos de los sublevados, sin formación de proceso la noche del 25 de junio de
1879, por orden del gobernador Mier y Terán. Se dice que Mier y Terán sólo cumplió la orden de Porfirio Díaz: “ mátalos en caliente”.
Secretaría de Marina, Barcos Históricos de la Armada de México, http://www.semar.gob.mx/historia/barcos.htm
3
Martha Rodríguez García, “Los Tratados de Paz en la Guerra entre "Bárbaros" y "Civilizados" (Coahuila 1840-1880)”, en: Historia y
Grafía, Enero-Junio de 1998, México, Universidad Iberoamericana
4
La deuda pesaba sobre el país y los intereses a pagar representaban una quinta parte de los ingresos de la federación. El presupuesto se
niveló por primera vez en 1894.

1
El desarrollo material tuvo un gran impulso con Vicente Rivapalacio, Secretario de Fomento, quien favoreció la construcción
de vías férreas por el propio gobierno federal, por contrato con los estados y por concesión a particulares. Así, 28
concesiones se otorgaron a los estados entre 1876 y 1880, construyéndose 226.5 Km. de vía angosta. En 1880 se otorgó la
concesión del ferrocarril central, que unió las vías férreas norteamericanas con las mexicanas; con lo que para 1884 la red
ferroviaria nacional pasó de 640.3 a 1,073.5 Km.

El camino de Mitla, Oaxaca


Estación del Ferrocarril http://archives.getty.edu:30008/getty_images/digitalresources/mexico/jpegs/mex251.jpg
Mexicano
http://www.estaciontorreon.galeon.com/
productos627821.html
Las comunicaciones modernas eslabonaron los mercados locales, integrándose en regionales y luego en un gran mercado
nacional. Se logró incrementar los capitales nacionales y extranjeros en el comercio y la industria. La minería se vio
favorecida6 y la exportación cambió de dirección: en 1877 el 57% de la producción se dirigía a Europa, con 42% a EUA;
mientras que, en 1910 sólo el 22% se exportaba a Europa y el 77% a EUA. Este cambio en el destino de las exportaciones
nacionales se manifestó en un impresionante incremento de la producción agropecuaria, 7 sobre todo con los ranchos
ganaderos del norte. Su producción se incrementó entre 1877 a 1907 en un 21.3%, mostrando altas y bajas, como el maíz
que de 2,730 toneladas al inicio del porfiriato, alcanzó su mínimo en 1884 con 1,383; debiéndose importar en 1893, 1897 y
1911.
La exportación de frutas creció de 732 toneladas en 1877, a 9,053 en 1896. Los productos agrícolas industrializables fueron
el algodón, henequén, tabaco, oleaginosas, cacao, chicle, café, vainilla, garbanzo y hule. Se incrementó el consumo de
carne y lácteos, y se exportó ganado por 341 mil cabezas anuales, como resultado del avance económico, que posibilitó la
importación de pies de cría y sementales.
El desarrollo no se puede entender sin la importación de capitales, la tecnificación y los obreros especializados. El comercio
exterior creció de 40 millones exportados en 1877 a 280 en 1910; mientras que las importaciones ascendieron de 49 a 214
millones en maquinaria y equipo y químicos. En otro renglón de le economía, se elaboró en 1884 el Código de Minería, que
otorgó la propiedad del subsuelo a particulares, y creció la producción entre 1887 y 1910: de 607 a 2,305 toneladas de
plata, mientras que las de oro crecieron de 1.1 a 37.1.8
Las inversiones extranjeras
Los primeros capitales fueron los ingleses en 1823, que se invirtieron en la minería y los ferrocarriles. El capital francés llegó
en 1876 con gran ascenso hasta 1889 en ferrocarriles, bancos y cobre, alcanzando en 1910 el 6% del total invertido
por ese país en el exterior. Por otra parte, Alemania invirtió, a partir de 1884, en la banca y la importación de maquinaria.
Para 1911 un 53 a 64% del capital exterior invertido en México provenía de EUA, el 35% era inglés, el 5% francés, el 4%
alemán y de España el 0.37%. El capital inglés invertido en México ascendió a 140 millones de libras, el de EUA a 200 y el
de Francia, Holanda, Alemania, Bélgica y España ascendía a 60 millones de libras. México ocupó el tercer lugar en cuanto

5
El Estado vivía de los impuestos exteriores, lo que imponía altos aranceles. El sistema fiscal era anárquico, que se agravaba por los
impuestos estatales, por lo que se suprimieron las alcabalas -en 1884, 1886 y finalmente en 1896 se planteó la necesidad de una reforma
constitucional para eliminarlas- y se fomentó la creación de bancos emisores e instituciones de crédito, hipotecarias y refaccionarias para
impulsar la inversión. La minería soportaba al Estado y causaba que la extracción de minerales costara ocho veces más que en Alemania e
Inglaterra.
6
Los recursos minerales significaban el renglón económico más atractivo. Desde la conquista se mantuvo un reconocimiento por la
producción de plata de las minas de: Hidalgo, Guanajuato, Durango, Zacatecas, Sinaloa, Chihuahua, Sonora, Oaxaca, México y
Guerrero.
7
Tradicionalmente se hallaba vinculada al consumo de los propios habitantes o a mercados locales limitados, pero con el porfiriato y el
desarrollo de las comunicaciones, el cultivo del café empezó a tener auge, así como los de plátano, cítricos y palmares; en las tierras
calientes de Nayarit, Veracruz y Oaxaca se cultivó el tabaco; en la vertiente del Pacífico el ajonjolí, y en las zonas boscosas de Veracruz
la vainilla. En las selvas de Chiapas y Tabasco el chicle, y en Yucatán el henequén tuvo gran desarrollo.
8
El oro se extraía de Sonora, Sinaloa, Oaxaca y Nayarit y los metales industrializados comenzaron a explotarse; el cobre en Baja
California, Sonora, Chihuahua y Coahuila; el plomo en Chihuahua, Hidalgo, Guanajuato y México. El hierro en Durango, Michoacán,
Hidalgo, Colima y Jalisco. El carbón de piedra en Coahuila y Durango; mientras que el petróleo se empezó a explotar en 1901 en la
Huasteca.

2
al capital invertido -sobrepasado por Argentina y Brasil; en rendimiento, fue el 11o con un 3.5% anual -el primer lugar
correspondió a Chile con 5.9%.
Los telégrafos, teléfonos y la energía eléctrica eran suministrados por compañías extranjeras; lo mismo sucedió con la
minería del norte de la Baja California y de Nuevo León. Se entregaron los recursos naturales a norteamericanos y otros
extranjeros: la producción agropecuaria de Baja California a Luis Huller; la ganadería de Chihuahua a los Hearst, el cobre
de Sonora a los Green, el hule a los Rockefeller, el carbón de Coahuila a los Huntington, la siderurgia a los Guggenheim y la
agricultura de Durango a Lord Cowdray y Henry Taft.

Fábrica de Río Blanco, Veracruz Ofi


http://biblioteca.redescolar.ilce.edu.mx/sites/colibri/cuentos/indepen/htm/sec_4.htm
cin
La sociedad ist
as
http://biblioteca.redescolar.ilce.edu.mx/sites/colibri/cuentos/indepen/htm/
sec_4.htm
El censo de 1910 mostró una población de 15,160,369 habitantes, integrada por una gran cantidad de indios y mestizos;
mostrando las diferencias coloniales de ricos muy ricos y pobres muy pobres. Una mayoría rural, con una población urbana
con una clase media de grandes ambiciones de mejoría social y económica.
Frente a grandes masas analfabetas existió un círculo cultivado liberal, afrancesado y que se expresaba en la corriente
filosófica positivista. El radicalismo anticlerical tendió a disminuir con la paz profiriana y logró enfrentar a extremistas de
ambos bandos: clericales y liberales.

El Paseo de Plateros (Calle de Madero en el D.F.)


http://biblioteca.redescolar.ilce.edu.mx/sites/colibri/cuentos/inde pen/htm/sec_4.htm Canal de la Viga en la
Ciudad de México
http://archives.getty.edu:30008/getty_images/digitalresources/
mexico/jpegs/mex232.jpg
Las ideas socialistas de Pierre Joseph Proudhon, junto con las de los radicales anarquistas Nicolás Bakunin y Piotr
Kropotkin llegaron con los inmigrantes europeos, como el profesor Plotino Rhodakanaty, en 1861, que formó a varios
discípulos.
Francisco Zalacosta y Julio López Chávez impulsaron el movimiento campesino en plena intervención francesa; Santiago
Villanueva y Hermenegildo Villavicencio formaron las primeras organizaciones de obreros y las primeras huelgas y
periódicos de ideas anarquistas (La Internacional y El Socialista), en el tránsito del artesanado al desarrollo industrial.

3
La lucha gremial mexicana partió de organizaciones mutualistas, para llegar a formar sindicatos a partir del Gran Círculo
Obrero de México en 1870, la Gran Confederación de la Asociación de Trabajadores Mexicanos en 1875 y el Partido Liberal
Mexicano en 1906.
En 1878 se inició la transición política en la Presidencia de la República, para lo cual Manuel González ocupó la Secretaría
de Guerra, Vallarta renunció a Relaciones y quedo como Presidente de la Suprema Corte de Justicia y Protasio Tagle y
Justo Benítez controlaron el Congreso, sin ocultar todos ellos sus intereses sobre la presidencia. Benítez renunció
públicamente a cualquier postulación, solicitando licencia al Senado y abandonando el país en 1879; al mismo tiempo que
Díaz anunciaba su respeto al Plan de Tuxtepec y renunciaba a la reelección.
El primer precandidato fue el zacatecano Trinidad
García de la Cadena, Benítez regresó de Europa y
desencadenó una larga lista de nombres que
terminaron en Manuel González, quien renunció a la
Secretaría de Guerra. Manuel González resultó
triunfador en 1880, con un total de 11,526 votos, en
medio de escándalos y acusaciones de fraudes. Su
gobierno continuó la labor de Díaz de consolidar la
paz, conciliar a todos los grupos e impulsar el
progreso material de la nación. Díaz continuó en el
gobierno en la Secretaría de Fomento y luego se
retiró a Oaxaca como Gobernador, puesto que
abandonó al iniciarse la campaña para suceder a
González.
El gobierno de Manuel González
El primer problema que enfrentó su gobierno fue un
nuevo intento imperial de adquirir territorios
nacionales; así, Guatemala reclamó, con el apoyo
norteamericano, la devolución del Soconusco y
Chiapas; al mismo tiempo que Inglaterra, adueñada
de Belice, desestabilizaba la Península de Yucatán,
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/politica/cartilla/cartilla.html
impulsando una rebelión indígena en la zona maya.
Para 1881 se incrementó la deuda pública, al desequilibrarse el presupuesto de egresos, debido fundamentalmente a
despilfarros. La corrupción marcaría la administración gonzalista, al mismo tiempo que se fortalecía en México la operación
de instituciones bancarias.
El Banco de Londres y México había iniciado operaciones en 1864, en 1879 se autorizó al Monte de Piedad a emitir
certificados impresos reembolsables a la vista y al portador, en 1881 se estableció con capital francés el Banco Nacional
Mexicano y, en 1882, comenzó a operar con capital español el Banco Mercantil, Agrícola e Hipotecario.
En las comunicaciones se amplió la red
ferroviaria en forma impresionante;9 primero,
con la conexión de las vías norteamericanas en
El Paso, Texas y Nogales, Sonora en 1881 y
1882, con el Ferrocarril Central; el cual, entre
1880-1884 se extendió en 1,970 Km.; después
con la construcción del Nacional de 1,164 Km. y
el de Sonora de 442 Km. de extensión, con lo
que se podía viajar en tren de México a
Chicago; sumándose en el cuatrienio una obra
de 4,658 Km. a los 1,073 existentes al inicio del
10 Ferrocarril Central Mexicano
gobierno http://www.estaciontorreon.galeon.com/productos627821.html
González se vería afectado, al finalizar su gobierno en 1884, por una crisis económica internacional, debido a lo cual
numerosas casas comerciales quebraron y, ante la carencia de moneda de plata en circulación, se autorizó la emisión de
moneda de níquel con un valor de 2 millones; al venderse a comerciantes, para que fuera aceptada, con descuentos del 10
y 30%, su valor real se depreció y condujo a un motín a fines de 1883, debido a las dificultades que enfrentaba el abasto de
productos de primera necesidad. Al mismo tiempo que, al negociarse la deuda inglesa buscando el reconocimiento
británico, se emitieron bonos por 89 millones, con un exceso no comprobado de 23.5 millones pagados a funcionarios.

9
Al mismo tiempo que se incrementaron las comunicaciones nacionales con la construcción de los ferrocarriles y telégrafos, también se
impulsaron las comunicaciones internacionales, con la modernización de los puertos y la puesta en operación de líneas marítimas, ligando
al país con los EUA, Europa y Asia
10
La construcción de los ferrocarriles generó las condiciones para la explotación de muchos productos de exportación. La problemática se
derivaba de la falta de comunicaciones, de un mercado nacional y el aislamiento de los centros productores y sus consumidores.

4
Los campesinos
La propiedad agraria comunal, civil y eclesiástica se mantuvo igual que en el virreinato hasta 1856, en que se expidió la Ley
de Desamortización; a la que se adicionó, en 1863, la ley de ocupación y enajenación de baldíos. Con el fraccionamiento de
la propiedad eclesiástica y de comunidades de indios, los extranjeros se sumaron a los latifundistas civiles. Para 1883 se
promulgó la ley de colonización y deslinde de terrenos baldíos, creándose para su operación las compañías deslindadotas,
que señalarían y deslindarían los baldíos existentes para ponerlos a la venta, adjudicándose una tercera parte de la tierra
deslindada.
Con la mala fe, la ambición y la corrupción se incorporaron como baldías múltiples tierras comunales; así, se deslindaron
38.25 millones de hectáreas en nueve años; quedando en manos del Estado 12 millones y el resto en poder de
particulares: 4 personas y/o compañías agropecuarias (Luis Huller, Flores y Hale, Adolfo Bulle y socios y Pablo Macedo)
obtuvieron 12 millones. Los deslindes terminaron en 1904, dejando un país en manos de un puñado de hacendados que
adicionaban al poder económico el civil y militar.
Repercusiones del mal gobierno
Los campesinos y grupos indígenas iniciaron revueltas que demandaban restituciones y repartos agrarios; las más graves
en Yucatán, Sonora y Morelos, adicionando a las demandas de tierras un rechazo a las condiciones de vida de los peones
asalariados en las haciendas. Además de los motines, se adicionó la oposición parlamentaria de Salvador Díaz Mirón,
Alberto García Granados y Guillermo Prieto, a los que se sumaron Justo Sierra, Francisco Bulnes y otros legisladores.
Al finalizar 1883, y con la crisis existente, todos se preguntaban sobre la sucesión, surgiendo a la lucha por la presidencia el
propio Díaz, García de la Cadena, Ignacio Vallarta y Vicente Rivapalacio; mientras que el grupo gonzalista no podía ofrecer
candidato alguno, por lo que Díaz aparecía como el salvador, tanto del movimiento tuxtepecano reformado, en momentos
en que ya nadie se acordaba de la no reelección. Díaz fue electo para un nuevo período presidencial por 15,776 votos,
contra 289 de otros candidatos, con lo que la suerte del país, hacia una nueva dictadura, estaba echada.11
Las sucesivas reelecciones de Díaz y el establecimiento de la dictadura
Integró su gabinete para el período presidencial de 1884-1888 con antiguos gonzalistas y dio cabida, además de Romero
Rubio, al lerdista Mariano Escobedo y al iglesista Felipe Berriozabal e, incluso, a imperialistas que habían apoyado a
Maximiliano, como Manuel Dublán en la Secretaría de Hacienda. La alianza era desmedida y descarada, sin ningún recato o
fidelidad, salvo la de todos los políticos, y todas las corrientes, hacia Porfirio Díaz.
Para su segundo período postuló como tesis de su gobierno un mayor impulso a la economía12 y gobernó al margen de la
Constitución, como lo hiciera en otro tiempo Juárez, sirviéndose de un Congreso dócil y sumiso, que modificaba las leyes al
ritmo del dictador. Para los pocos opositores se aplicaron todos los recursos; García de la Cadena sufrió la ley fuga13 en
1886, estableciéndose la máxima porfirista: poca política y mucha administración. Los porfiristas usufructuaron privilegios
económicos, políticos y sociales por décadas, lo que condujo en 1910 a contar con una gerontocracia: Díaz tenía 79 años,
Ignacio Mariscal y Justino Fernández 83, Justo Sierra 64, etc.
Mientras que la oposición se manifestó en 1886 en grupos de diputados independientes como Eduardo Viñas, Fernando
Duret, Salvador Díaz Mirón, Francisco Villanueva, Alberto García Granados, Joaquín Verástegui, Fernando Andrade
Párraga, Manuel Urquiza y Agustín y Guillermo Rivera del Río, que en los diarios El Tiempo y El Hijo del Ahuizote, buscaron
impulsar la libertad del sufragio.
La reelección legalizada
En 1888 Díaz fue reelecto una vez más, ratificándose constitucionalmente esta medida dictatorial en mayo de 1890, con lo
que el Plan de Tuxtepec quedaba en el olvido. Para 1893 un grupo de diputados porfiristas, dirigidos por Justo Sierra,
presentó al Congreso una iniciativa para asegurar la inamovilidad del poder judicial, buscar una fórmula para sustituir al
presidente en su ausencia temporal o total, dar al Distrito Federal una organización más acorde con los principios
democráticos y asegurar el principio de la libertad de imprenta; apoyando su argumentación en los principios y doctrinas de
la ciencia positiva, lo que acarreó que estos intelectuales recibieran el sobrenombre de Científicos. Sin embargo, el tiempo
comenzó a hacer estragos entre los porfiristas, ya que en 1895, al morir Manuel Romero Rubio, el grupo científico fue
dirigido por Rosendo Pineda y José Ives Limantour, lo que fortaleció la tendencia administrativa del gobierno hacia la

11
Juárez gobernó con facultades extraordinarias, primero por la guerra civil, luego por la intervención y finalmente por que sí. Con el
triunfo liberal se mantuvo un celo extremo y desconfianza de que el ejecutivo tomara atribuciones excesivas, lo que acarreó un freno a la
actuación del gobierno.
12
La política se abocó a recuperar el crédito, reducir los gastos y aumentar los impuestos; para 1885 se comenzó a cerrar con excedentes
que integraron una reserva; utilizada a partir de 1899 en obras públicas. Para 1910 ascendió a 86 millones de pesos. Para impulsar el
desarrollo se generaron obras de infraestructura: ferrocarriles, cable, telégrafo, obras portuarias, líneas marítimas; en obras públicas:
drenaje, agua potable, edificios gubernamentales y de servicio social como esc uelas, hospitales y de ornato.
13
Consistía en sentenciar a muerte al reo, al liberarlo de las ataduras y darle la oportunidad de huir, si las balas del pelotón de
fusilamiento no lo alcanzan durante la huida, era hombre libre.

5
modernización de México,14 sin importar los costos sociales y económicos para la gran mayoría de la población, al apoyarse
aún más la intervención extranjera en la economía.15
Díaz fue reelecto para el período 1886-1900, bajo un ambiente servil de la gran mayoría de los políticos de la época;
señalándose de él, al finalizar el período presidencial:
...está condenado a vivir siempre bajo el peso del amor agradecido de su pueblo. Es una aureola y él no puede apagar su reflejo
con que la gloria lo ilumina…16
En 1900 se sucedieron nuevos cambios en la dirigencia porfirista: Bernardo Reyes es nombrado ministro de Guerra, al
mismo tiempo que se fortalecían políticamente los científicos que favorecían, sin ningún recato, a los inversionistas
extranjeros, que tenían su mejor apoyo desde la Secretaría de Hacienda, que era controlada por José Ives Limantour,
desde 1893.
Inicios del siglo XX
En 1901 Justino Fernández, antiguo lerdista, sustituyó a Joaquín Baranda en el
ministerio de Justicia e Instrucción Pública, al mismo tiempo que se pacificó la
insurrección indígena en Yucatán, por la intervención militar de Ignacio Bravo, J.M. De
la Vega y Victoriano Huerta, con lo que el porfiriato dio por terminada la guerra de
castas y la sublevación Maya.
La cercana sucesión presidencial tomó nuevo rumbo cuando Bernardo Reyes
abandonó el ministerio de Guerra y se convirtió en Gobernador de Nuevo León y
Limantour, hijo de extranjero, logró ser reconocido como mexicano por nacimiento, con
lo que Díaz impulsó una nueva reforma constitucional para suplir la ausencia del
presidente, con la creación de la vicepresidencia y la ampliación del período de
gobierno a seis años.
El nuevo siglo también trajo nuevo impulso a la oposición, con agrupaciones políticas
que se oponían a la reelección, que bajo la dirección de Joaquín Baranda http://www.academia.org.mx/Academicos/AcaSe
Camilo Arriaga harían un llamado a formar Clubes Liberales mblanza/Baranda.htm
y un Congreso en San Luis Potosí, en febrero de
1901,.
Para la sucesión de 1904, Díaz informó a los gobernadores que Limantour le había expresado su deseo de no participar en
el proceso, con lo que eligió al Secretario de Gobernación, Ramón Corral como su vicepresidente.
En esta nueva etapa de renacimiento de la oposición al porfiriato, se contó con la incorporación de líderes de tendencia
anarquista, como Ricardo y Enrique Flores Magón, Librado Rivera, Antonio I. Villareal, Juan Sarabia y Antonio Díaz Soto y
Gama, quienes formarían el Partido Liberal Mexicano en 1906, organizarían las grandes huelgas obreras de 1906-1908 y
sentarían las bases de la reforma social de la próxima revolución.
El inicio del fin
Para 1908, en una entrevista a la revista norteamericana Pearson’s Magazine, Díaz declaraba:
…He tratado de dejar muchas veces el poder, pero siempre que lo he intentado se me ha hecho desistir de mi propósito…He
aguardado durante muchos años pacientemente a que el pueblo de la República estuviera preparado para elegir y cambiar el
personal de su gobierno…y hoy presumo que ese tiempo ha llegado ya…Vería con gusto la formación de un partido
oposicionista...17
La entrevista Díaz-Creelman desató una fiebre por la sucesión de 1910 dentro de la clase política educada. El político y
militar Bernardo Reyes seria enviado a Europa a estudiar estrategia, mientras que los diferentes grupos de porfiristas
buscaban no la presidencia, sino la vicepresidencia, seguros de que Díaz no terminaría un nuevo período presidencial.18
La oposición se organizó en la figura de Francisco I. Madero, en un Partido Antirreeleccionista que aglutinó a Emilio
Vázquez Gómez, Toribio Esquivel Obregón, Filomeno Mata, Paulino Martínez, Félix F. Palaviccini, Roque Estrada, Luis
Cabrera y José Vasconcelos, entre otros. Su consigna era clara Sufragio Efectivo, No Reelección; se apoyaban en las
libertades democráticas y manifestaban preocupación por la defensa de la economía nacional amenazada por el
imperialismo y buscaban la independencia de los poderes de la unión.

14
La industria, que se desarrolló en los ramos: textil, de peletería y calzado, producción de azúcar y alimentos, destilerías, cigarros,
aceites, cemento, siderurgia, jabón y de loza y vidrio, debió su desarrollo al capital nacional; a partir de 1889 ingresaron los capitales
extranjeros al país y se logró incrementar la capacidad de producción en un 80%, para 1911.
15
Las inversiones extranjeras tuvieron un auge extraordinario, sobre todo en la minería. El interés hasta 1892 sobre los metales preciosos
se amplió hacia los metales industriales: cobre, plomo y hierro, que sobrepasó la explotación del oro y la plata a partir de 1905.
16
Periódico La Patria, Ver De la Torre Villar Ernesto, “Segundo Período Presidencial de Díaz e Inicio de su Reelección hasta 1910” en:
Historia de México Vol. 10, México, Salvat, 1978, pp. 2277-2302
17
Parson’s Magazine del 3 de marzo de 1908. En: Mabry Donald J., Historical Text Archive,
http://historicaltextarchive.com/sections.php?op=viewarticle&artid=138
18
Moriría, autoexiliado, en Paris, en 1

6
7
8

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