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Trabajo Lectura

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Unidad I

El lector el texto y el contexto elementos de una situación de lectura:


Son elementos de una situación de lectura dónde deriva todo acto de lectura
probé un texto que da sentido el acto de leer, se actualiza en textos muy diversos
(persuasivos, propagandísticos, informativos, de reflexión, expositivos, literarios,
periodísticos institucionales. Algunas situaciones de lectura son: cómo se define el
concepto de la situación de lectura, son circunstancias que influyen en el modo de
leer y comprender. Son finalidades de una situación de lectura con fines privados,
son finalidades de una situación de lectura para fines públicos, es la finalidad de
una situación de lectura para fines profesionales: es la finalidad de una situación
de lectura para fines educativos. Los géneros contextuales característicos de
estas situaciones de lectura son los impresos oficiales, los estatutos y reglamentos
cómo las convocatorias y órdenes del día coma las actas, la carta de solicitud y los
folletos informativos etcétera. En la actualidad hablar de las fuentes de información
necesarias para la construcción de los conocimientos en el ámbito escolar hoy es
hablar fundamentalmente de las 2 características que pisa señala de los medios
de comunicación y los textos disponibles en la red ¿Qué se necesita para realizar
una lectura en internet? Término que ha adquirido un nuevo significado a causa de
la lectura en internet.
Algunas situaciones de lectura son: Exploración, búsqueda, organización y/o selección
de información; ampliación o profundización de conocimiento; identificación de puntos de
vista y opiniones sobre objetos y sujetos del mundo. Son circunstancias que influyen en el
modo de leer y de comprender.
El docente introduce la temática a través de una plenaria para recuperar las experiencias
de los estudiantes como lectores

Administrarun Receta médica, Familiar


medicamento instrucciones de uso en un Personal
medicamento

Comunicar datos sobre una Guion de presentación Escolar


investigación aun auditorio
( lectura en voz alta)
Los que haceres del lector
El quehacer del lector es hacer anticipaciones sobre el sentido del texto verificar la
informaciones, es indagar en la realidad para comprender mejor, es distanciarse
en la realidad para comprender el texto y asumir una postura critica frente a lo que
se dice y lo que se dice hacer.
Los que haceres del lector y los que haceres del escritor son contenidos y no
actividades porque son aspectos de lo que se espera que los estudiantes
aprendan, porque se hacen presentes en el aula precisamente para que los
estudiantes se apropian de ellos y puedan ponerlos en acción en el futuro.
¿Qué son los quehaceres del lector Delia Lerner?
Delia Lerner sostiene: «Los quehaceres del lector y del escritor son contenidos –y
no actividades–, porque son aspectos de lo que se espera que los estudiantes
aprendan, porque se hacen presentes en el aula precisamente para que los
estudiantes se apropien de ellos y puedan ponerlos en acción en el futuro, como

¿Qué dice Delia Lerner de la lectura?


Delia Lerner* Leer es adentrarse en otros mundos posibles. Es indagar en la
realidad para comprenderla mejor, es distanciarse del texto y asumir una postura
crítica frente a lo que se dice y lo que se quiere decir, es sacar carta de ciudadanía
en el mundo de la cultura escrita…
Comprensión y competencia lectora, ¿son lo mismo?
La comprensión lectora y la competencia lectora son términos que se emplean en
el ámbito educativo en diversas circunstancias y en ocasiones de manera
sinónima. Lo cierto es que estos dos términos, aunque son complementarios, son
en esencia distintos. La competencia lectora incluye los
conocimientos, destrezas y estrategias que los seres humanos desarrollamos a lo
largo de nuestra vida y la capacidad de aplicar estos en los distintos contextos en
los que se presenta la cotidianidad. Por lo tanto, la competencia es de carácter
social. Mientras que la comprensión lectora es la capacidad que poseen los
individuos para aplicar estrategias de pensamiento de carácter cognitivo y
metacognitivo cuando se enfrenta a un texto escrito para entenderlo. Es decir, es
de carácter individual. Estos dos factores son claves para la construcción integral
de un lector contemporáneo pues representan no solo la comprensión del texto
sino cómo el ser humano puede aplicar estos elementos lectores para benefi cio
de la sociedad. La escuela debe fortalecer la comprensión y competencia lectora,
desarrollarlos en procesos áulicos para que los estudiantes estén conscientes de
la importancia de la lectura tanto en su formación como en su vida fuera de la
escolaridad
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),
entidad responsable de los Informes PISA, la competencia lectora es:
La capacidad individual para comprender, utilizar y analizar textos escritos
con el fin de lograr sus objetivos personales, desarrollar sus conocimientos
y posibilidades y participar plenamente en la sociedad (OCDE, 2009).
Por lo tanto, se pone de manifiesto la importancia de cinco procesos: la obtención
de información, el desarrollo de una comprensión general, la elaboración de una
interpretación, la reflexión y valoración sobre el contenido del texto y la reflexión y
valoración sobre la forma del texto. Para los responsables del Estudio
Internacional del Progreso en Competencia Lectora (PIRLS) la competencia
lectora es:
La capacidad de comprender y usar aquellas formas del lenguaje escrito
requeridas por la sociedad o valoradas por la persona
La lectura con sentido y su antítesis escolar

Las investigaciones pedagógicas recientes permiten afirmar que no existe una


política coherente que sirva de fundamentación para una pedagogía de la lengua
eficaz. Sin embargo, la escuela puede hacer algo para mejorar la comunicación
educativa, dentro de la cual la lectura tiene prioridad, por muchas razones.

Estudiar significa ante todo leer, pero la lectura no constituye tema de un curso.
Todas las disciplinas la presuponen y bajo muy distintas formas utilizan la escritura
como herramienta de las actividades desarrolladas en la escuela, ya sea para
realizar ejercicios, pruebas de control o de evaluación, o bien como instrumento de
conceptualización, de referencias, por lo que se puede afirmar que la lectura se
encuentra implícita en el programa de todas las disciplinas. Tanto si se trata del
aprendizaje o de la evaluación, la lectura se halla en el centro del trabajo escolar
y, más aún, cuando se intenta favorecer la autonomía de los estudiantes en su
formación, mayor es el encuentro con lo escrito y por lo tanto más decisivo y
necesario será el dominio de la lectura.

El éxito escolar no es el objetivo final ni único de la lectura, tal vez el propósito


fundamental del acto lector sea establecer relaciones entre lo que está escrito, lo
que se sabe y lo que hay que hacer. Sin embargo, hay que admitir que no existe
una relación intrínseca entre el hecho de comprender un texto y el hecho de
servirse de lo escrito para hacer con él otra cosa distinta que no sea responder a
las preguntas de los docentes. La auténtica dificultad de la lectura radica ahí. La
lectura no ha sido un objetivo en sí misma, sino una herramienta al servicio de un
proyecto, cuyo empleo depende de otros proyectos .
Unidad II
Los textos y los contextos lingüísticos
Es sabido que en la lingüística moderna, la LT  y el AD se instituyen como dos tendencias
que, al contrario de las corrientes formalistas,  se han centrado más en el estudio de las
características extrínsecas del texto, en la medida en que ha abogado por relacionar el
texto con su contexto de producción. El AD tiene su fundamentación teórica, sobre todo,
en la sociolingüística y la antropología. Este modo, en muchos casos, y según la
perspectiva de estudio adoptada, (Calsamiglia y Tusón 1999 ) se recurre a los
presupuestos de las teorías sociolingüísticas  de la interacción y de la variación, o también
a las premisas de la etnografía de la comunicación o al análisis de la conversación 
procedente del área de los estudios sociológicos. Se han desarrollado, del mismo modo,
otras orientaciones  basadas en los aspectos ideológicos del texto y, por ende, en el 
análisis crítico del discurso que supone que cualquier discurso implica, forzosamente,
una toma de posición- explícita o implícita- sobre un estado de cosas del mundo, con un
argumento ineludible  que defiende esta posición respecto a otras ideologías y a unas
determinadas estructuras sociales de poder que están presentes en todas las sociedades.
Esta tendencia se manifiesta sobre todo en estudios y tratados como los de Laborda
La interacción ente el texto y el lector

En la literatura especializada parece haber un acuerdo general sobre el hecho de


que es el lector quien, en última instancia, provee significado a los textos a partir
de una serie de operaciones mentales. El problema central reside en esclarecer
cómo el sujeto relaciona todos los elementos del texto. Los trabajos de Van Dijk
(1983, 1988), De Beaugrande (1980) y De Beaugrande y Dressler (1981) ofrecen
una visión de cómo se da este intercambio entre texto y lector desde el enfoque
del procesamiento humano de la información. Sus modelos son jerárquicos y
establecen una serie de niveles de procesamiento a través de los cuales se
comprenden las secuencias de oraciones y el contenido global del texto. Así, para
Van Dijk, la comprensión implica el establecimiento de “hechos” a partir de las
proposiciones del texto, “marcos”, “macroestructuras”, “macrorreglas”, etc. El lector
usa una serie de estrategias y reglas que le permiten estructurar y organizar el
discurso de tal manera que el resultado final es una transformación del texto
original. Aunque estas teorías dan una explicación de la manera en que el sujeto
relaciona los elementos del texto en un todo, están basadas en un modelo de
procesamiento adulto. Es decir, suponen que el lector/oyente tiene un razonable
conocimiento del mundo social, de los textos posibles y una cierta estructuración
lógica que le permite establecer relaciones pertinentes entre proposiciones
individuales, y entre estructuras amplias: aplicar cierto tipo de reglas, y hacer
inferencias pertinentes. Es por esto que nos parece importante y valioso
cuestionar qué pasa en la edad escolar, cuando los niños aún están construyendo
su conocimiento lógico, su conocimiento del mundo social y su conocimiento
acerca de la estructura de la lengua oral y escrita.
Los niños como lectores en el desarrollo

En todas las edades la lectura es un vehículo de comunicación que implica una


serie de ventajas en el desarrollo del menor, incluso antes de que aprendan a
hablar, la lectura se puede presentar mediante dibujos e ilustraciones.
La lectura ayuda a expandir la capacidad de atención de los niños/as y a mejorar
su capacidad de pensar con claridad, ya que las historias y su estructura de
“principio, nudo y desenlace” ayudan a sus cerebros a pensar en orden y a
vincular causas, efectos y significados.
Asimismo, disfrutar de un libro desde pequeños favorece el aprendizaje de
palabras – complejas y no complejas- con mayor rapidez, mejora su comprensión,
la ortografía, la expresión, la redacción, ejercitan su cerebro y estimulan
enormemente su creatividad e imaginación. Esto les permite leer en voz alta con
mayor seguridad y tener un excelente desempeño escolar.
Igualmente, si un niño/a se adentra en las aventuras que un libro le proporciona,
aumenta, sin duda, los niveles de atención, de memoria y concentración,
adquiriendo la capacidad de escuchar y entender lo que se les dice con mayor
eficacia.
Además, es evidente que la lectura permite dejar volar la imaginación, transportar
al pequeño a nuevos mundos, escalando evolutivamente en la capacidad creativa,
haciéndolo, al mismo tiempo, más consciente de sus propias emociones y
mejorando la empatía hacia los demás.
 Predicando con el ejemplo: Los niños aprenden por imitación y viendo a
los adultos leyendo puede alimentar su curiosidad.
 Incluir en sus regalos de navidad o cumpleaños al menos un libro.
 Establecer un momento para compartir una lectura con ellos/as. Basta
con leer unos 15 minutos al día.
 Crea un ambiente propicio. Es recomendable adaptar un rinconcito
especialmente destinado a la lectura, por ejemplo, en el sofá junto a una
lamparita, sobre una manta o incluso algo que ellos mismos elijan.
 Presentar la lectura como una acción divertida y no por obligación.
 Trata de que el niño y la niña participe en la lectura para animarles a
prestar atención: hazle preguntas sobre qué le parece cierta parte de la
historia o sobre cómo podría haber terminado. Es importante que nos den
su opinión respecto a las cuestiones más complejas que involucran a los
personajes de las historias, de sus decisiones y sobre cómo deberían
actuar en función de propios los valores que le inculcamos en casa.

Unidad III
Situaciones fundamentales de lectura y de las
intervenciones
En el marco de esta comunidad de lectores y para seleccionar materiales
bibliográficos, muchas veces el maestro propone la lectura de contratapas
de libros, reseñas o recomendaciones de circulación social a la vez que
escribir en el aula -para publicar- recomendaciones de obras literarias para
interesar a otros lectores.
Algunas situaciones didácticas en torno a los libros de la biblioteca Para
comenzar, veamos algunas de las propuestas que suceden en el contexto
escolar a distintas edades, en distintos grupos sociales. Tomaremos como
espacio privilegiado el de la biblioteca del aula y/o la institucional e
ilustraremos algunas situaciones didácticas de intercambio entre lectores y
actividades habituales en torno a la organización-circulación de materiales
de la biblioteca. • La escuela es un lugar de interacción entre libros y
lectores de literatura, donde la cultura escrita circula en esta pequeña
comunidad institucional.
Como se advierte, ya no enseñamos solo las letras en momentos de la
alfabetización inicial. Si bien es un contenido central, el sistema de escritura
funciona en el contexto de prácticas sociales de lectura y escritura,
prácticas que se ejercen cuando se lee y escribe con distintos propósitos en
diversidad de géneros discursivos atravesados por la historia. Se trata por
lo tanto de prácticas culturales realizadas en un espacio intersubjetivo,
conformado históricamente y en el cual los lectores y escritores comparten
dispositivos, comportamientos, actitudes y significados culturales en torno al
acto de leer y escribir. No son acciones aisladas pues presuponen
continuidad cultural en las maneras de leer y escribir, de relacionarse con lo
escrito, de otorgarle sentido a los textos
Planificación de situaciones de lectura y de las
intervenciones didácticas

En diversas investigaciones didácticas se afirma que la lectura y la escritura


son prácticas situadas y herramientas epistémicas, pues permiten a los
alumnos discutir los contenidos, relacionarlos y elaborarlos, y así aprender.
Por otro lado, el acompañamiento docente resulta clave para que los
alumnos puedan ejercer dichas prácticas. En ese sentido, a fines de
posibilitar el aprendizaje en las disciplinas, no resulta suficiente desarrollar
propuestas didácticas con lectura y escritura, sino que son clave las
acciones que llevan adelante los docentes en el aula. En este trabajo
describimos y analizamos las intervenciones de una profesora en clases
acerca de la unidad temática Adaptaciones de los seres vivos
correspondiente a la asignatura Ecología del cuarto año de un profesorado
en Biología. Dichas clases forman parte de una secuencia didáctica
diseñada en conjunto por el investigador y la docente del curso, que se
desarrolló en un Instituto de Formación Docente de la Provincia de Buenos
Aires en 2013.

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