Economics">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

La Educaciónn en El Sistema Capitalista

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 13

LA EDUCACIÓN EN EL SISTEMA

CAPITALISTA (COMO MERCANCÍA E


IDEOLOGÍA)
mayo 10, 2017Tendencia Estudiantil RevolucionariaAmérica del Sur, Artículos, Chile
Por: Tendencia Estudiantil Revolucionaria

Como sabemos, todo proceso histórico tiene sus transformaciones en


lo político, social, cultural, etc. Por supuesto, la Educación no queda
exenta de esto, si tomamos en cuenta que el sistema educativo (en
este caso la universidad) es un claro reflejo de la sociedad y de sus
contradicciones.
La educación en el capitalismo siempre se ha encontrado en manos de
la burguesía, con el objetivo de seguir preservando el sistema y
reproduciendo la ideología dominante.El periódo manufacturero del
capital trajo consigo la destrucción de las formas de estudio que se
habían dado en el feudalismo, paralelamente y, como en la sociedad se
estaba dando la división del trabajo –separación entre el trabajo manual
y el trabajo intelectual-, con la industrialización, la Educación también
se volvió parcelada y sectorial.(código)
Así como el desarrollo de la gran industria iba necesitando mano de
obra calificada, el estado burgués fue necesitando profesionales que
estuvieran al servicio de éstos para desarrollar la tecnología y la
industrialización, apoyada en esto, la burguesía fue formando las capas
medias y educando a las clases populares, quienes al adquirir un grado
más elevado de educación pudieron observar el mundo con otros ojos,
transformándose en un peligro para la clase dominante, la educación se
transformaba en una contradicción, como lo decía Tomas Vasconi:
“La burguesía no puede sino sustentar una actitud contradictoria
respecto a la educación masiva. Por una parte requiere cada vez más
que ésta se desarrolle y difunda como condición del desarrollo y
explotación más provechosa de la fuerza de trabajo (…) pero por otro
lado, necesita evitar los efectos negativos que -desde el punto de vista
de sus intereses objetivos de clase- tendría una elevación demasiado
grande de los niveles educativos del proletariado”.En chile con la
elección de los gobiernos demócrata cristianos (Eduardo Freí M1964-
1970) y principalmente con la elección de la unidad popular (Salvador
Allende G. 1970-1973), la educación se visualizo como una de las
reformas democráticas mas importantes.
A partir de 1968, desde la universidad católica de Valparaíso,
extendiéndose por todo el sistema universitario nacional, se produjo
una mayor participación democrática de estas (participación de los
estudiantes en la elección de los docentes de la universidad), aumentó
el ingreso de estudiantes a la universidad, orientó las investigaciones y
las guiaron hacia las necesidades y cambios de la sociedad. Estos
procesos se dieron bajo los movimientos universitarios de la década
(mayo francés, y principalmente bajo la reforma universitaria de
Córdoba en la década de los 30).

Bajo el gobierno de la unidad popular se diseño la propuesta de la


escuela nacional unificada, esta propuesta trataba principalmente
acabar la inmensa brecha económica que había en la educación, sin
embargo esta trajo mucha polémica en los sectores opositores, ya que
no defendía los intereses de los poderosos y ricos del país, no tuvo
tiempo de ser rebatida ni implementada a causa del golpe militar.

Ya con el gobierno militar, se termina por privatizar completamente la


educación, y se vuelve completamente mercantil, ya que esta tenía que
estar acorde con el neoliberalismo implantado por la dictadura. Con la
constitución de 1980, Augusto Pinochet Ugarte legitima la privatización
de la educación, ya que pasa todo a manos de privados y hace que el
estado sea solo un mero subsidiario de la educación, municipalizando
la educación primaria y secundaria, con una serie de leyes que rigen al
alero de su constitución, como la LOCE ( fue implantada un día antes
de que asumiera el presidente de la democracia cristiana 10-03-1990),
en la cual está estimula un cambio total en las mallas educativas, sus
planes, programas, etc.

Actualmente » expresó Kremerman (economicista) que, un 6,8% del


Producto Interno Bruto está destinado al gasto en educación, del cual
un 2,1% es para la Educación Superior. De este último porcentaje, sólo
un 15,8% proviene de fuentes públicas, mientras que un 84,2% lo hace
desde fuentes privadas, es decir, «el bolsillo de las familias).

La educación Universitaria, por un lado, reproduce la ideología


dominante, creando profesionales al servicio del capitalismo, y por otro
lado, se ha convertido en una mercancía, ósea que es susceptible a ser
cambiada por otra mercancía (dinero). El sistema educacional genera
profesionales no en proporción de cuantos necesita la sociedad, si no
según cuantos millones necesitan los bolsillos de los dueños de las
universidades (empresarios). La universidad funciona como una
industria que sólo genera mercancía en beneficio del bolsillo del
empresario.

Al acceder a la educación superior, el estudiante aumenta el valor de su


fuerza de trabajo, esto quiere decir que en el mercado su trabajo tiene
mayor precio. Pero a causa de la sobreproducción de profesionales,
consecuencia de la facilidad que existe para crear universidades, y la
flexibilidad con que los bancos dan créditos a los estudiantes, ha
provocado para el mercado laboral una enorme oferta de profesionales,
mayor de la que el sistema capitalista necesita realmente, generando
un aumento en la tasa de desocupación del país, dispuestos a vender
su fuerza de trabajo cada vez más barata, disminuyendo su precio real.
Fuente:http://tendenciaestudiantil.blogspot.com/2009/05/la-educacion-
en-el-sistema-capitalista.html

CAPITALISMO EN MÉXICO

La incorporación al proceso capitalista de producción significó el ingreso de México al


Capitalismo dependiente pues, dada la carencia de recursos financieros y tecnológicos en
esa  época fue necesario basarse en la inversión de capital y tecnología  que los empresarios
de países industrializados hicieron en México.
La etapa de crecimiento hacia adentro presenta en México tres momentos a) la fase  inicial
(1938-1954), b) la fase de desarrollo estabilizador (1955-1970 y c) la fase de agotamiento y
crisis (1970-1988).
El modelo neoliberal se fundamenta en el postulado de que la economía de mercado es el
camino más efectivo para promover el desarrollo económico de un país y el bienestar de su
población. El papel del Estado consiste en promover la creación de un ambiente económico
que conduzca a la operación eficiente de mercados competitivos.

BIBLIOGRAFÍA.
Gloria M. Delgado de Cantú         Estructura Política, Económica y Social de México.  Pearson
Prentice Hall.  Tercera edición

¿Qué es el Capitalismo?
El capitalismo es un sistema económico y social que se basa en
la propiedad privada de los medios de producción y en el capital (dinero)
como generador de riqueza, a través del comercio en el libre mercado.

Es el sistema dominante surgido luego de la derrota


del feudalismo europeo tras la Revolución francesa e influenciado por
la Revolución Industrial de fines del siglo XVIII. El filósofo escocés Adam
Smith redactó los principios del valor del trabajo, como la especialización y
división de tareas en favor de la capacidad productiva.
Sin embargo, el capitalismo ha llegado a promover la explotación y el
trabajo infantil, por el afán de los capitalistas en su búsqueda de obtener la
máxima ganancia del trabajo de sus empleados.

La mayor parte de los países capitalistas de la actualidad se desarrollan


mediante un sistema denominado “economía mixta” en el que existe cierta
intervención del Estado para regular los impuestos, los precios y la
competencia en el mercado.

Ver además: Economía de mercado

Características del capitalismo

En el capitalismo todas las personas tienen derecho a comprar o vender.

Las principales características del capitalismo son:

 Propiedad privada de los medios de producción. Consiste en las tierras,


fábricas, herramientas y demás sistemas productivos que pertenecen a
capitales privados, no al Estado ni a las comunidades.
 Libertad de mercado. Consiste en que cualquier persona tiene derecho a
comprar o vender, incluso su trabajo como servicio, y a negociar el precio
que le convenga.
 La mano invisible del mercado. Consiste en que las acciones e intereses
económicos individuales contribuyen al bienestar de la sociedad en su
conjunto y que el Estado debe intervenir lo menos posible en el mercado.
 Libertad de empresa. Consiste en que cualquier persona puede iniciar un
negocio, siempre y cuando asuma los riesgos, y obtener beneficios. Esto
propicia la competencia y la mejora en la calidad de la producción y de
precios.
 El mercado. Consiste en un espacio donde se comercializan y negocian
productos y servicios por la libre competencia, que se rige por la ley de la
oferta y la demanda.

La intervención del Estado

En el capitalismo es necesario que el Estado intervenga de manera moderada.

La intervención del Estado en el sistema capitalista es necesaria para


gestionar la defensa nacional y regular el comercio exterior, siempre y
cuando intervenga de manera moderada.

El Estado legisla para evitar la formación de monopolios, en especial,


de empresas que brindan servicios básicos de agua, energía y
telecomunicaciones, y para fomentar la producción nacional a fin de
mantener una economía estable y competente con otros países.

En los casos en los que el Estado interviene en la mayoría de las decisiones


del mercado a fin de tener en su poder la mayor parte de los medios de
producción y su consecuente ganancia, se considera un sistema comunista.

Existen muchas variantes de sistemas económicos y políticos como


cantidad de países en el mundo. Ni el comunismo ni el capitalismo han
logrado implementar sus ideologías puras, debido a la corrupción de la
política partidaria que deriva en monopolios que absorben todo el control y
poder.
Ventajas y desventajas del capitalismo

El capitalismo promueve el desarrollo de emprendimientos.

El sistema capitalista presenta ventajas como:

 Promover el desarrollo de emprendimientos.


 Permitir el respeto de los derechos individuales.
 Generar mucha riqueza con la inversión de capital privado.
 Acceder a la propiedad privada.
 Fomentar la libertad de compra y venta de bienes y servicios.
 Aumentar la capacidad de ahorro y de inversión.

El sistema capitalista presenta desventajas como:

 Ignorar los costos consecuentes del sistema productivo, como


la contaminación y el abuso de recursos naturales.
 Promover la igualdad de condiciones, pero no de oportunidades para
ancianos o discapacitados.
 Limitar la diversidad y la innovación como consecuencia de la desigualdad
social.
 Aumentar la competencia por el dinero debido a que es el único motor de
interés.
 Inducir al monopolio en sistemas de gobiernos corruptos.
Plusvalía del sistema capitalista

El desempleo puede ser una ventaja para el capitalista que da trabajo.

La plusvalía es la ganancia que el capitalista espera obtener por su


inversión. El problema radica en que esa ganancia de la venta retorna al
capitalista y no al trabajador que puso su mano de obra.

Según el economista y pensador Karl Marx, la plusvalía es un robo


enmascarado que contribuye a la explotación laboral y al enriquecimiento
del capitalista, que podría desencadenar en monopolios y sistemas
oligárquicos.

Sin embargo, para el economista Adam Smith el trabajador es libre de elegir


un empleo donde le paguen un mejor sueldo: a mayor oferta de puestos de
trabajo, mayores pueden ser los sueldos para los trabajadores.

La realidad ha demostrado que, si hay muchas personas sin trabajo, la


demanda de empleos aumenta y la oferta de salarios disminuye, lo cual
resulta ventajoso para el capitalista.

A fin de refutar esa realidad, el capitalismo sostiene un crecimiento


ilimitado de las corporaciones, a pesar de que los recursos del planeta
son limitados y no pueden proveerse de manera infinita, como tampoco
puede procesarse tanta contaminación consecuente del sistema de
producción y de consumo masivo.
Ejemplos de países capitalistas
Algunos ejemplos de países que aplican el sistema capitalista de la manera
más pura son:

 Alemania
 Australia
 Canadá
 Emiratos Árabes Unidos
 Estados Unidos
 Francia
 Japón
 Hong Kong
 Irlanda
 Nueva Zelanda
 Reino Unido
 Singapur

Referencias:

 “¿Capitalismo o socialismo?” (video) en Curiosamente.


 “Capitalism” en Britannica.
• “Capitalism: characteristics, pros and cons” en The balance.
 “Top 10 examples of capitalism worldwide” en Capitalism.
 “Capitalismo” en Economipedia.

¿Cómo citar?

"Capitalismo". Autor: Julia Máxima Uriarte. Para: Caracteristicas.co. Última edición: 17 de


noviembre de 2020. Disponible en: https://www.caracteristicas.co/capitalismo/.
Consultado: 26 de octubre de 2021.

Fuente: https://www.caracteristicas.co/capitalismo/#ixzz7DIV4KXAg
 
La identidad mexicana Ahora que conocemos al menos en parte el panorama del
capitalismo en el mundo, tratemos de encontrarle un lugar a México. Para ello habrá que
revisar brevemente la complicada naturaleza del mexicano; con ese fin me remito a un
atinado texto de Luis Xavier López Farjeat sobre este problema. Más que de identidad
debe hablarse de volkgeist o espíritu de un pueblo. La historia de nuestra identidad
empieza con la fusión entre cristianismo e in digenismo propia de la Colonia. Quiero
resaltar dos elementos que describen acertadamente el espíritu del mexicano, el
simbolismo y la pluralidad cultural, y luego analizar sus repercusiones en su forma de
ser. El mexicano es simbolista de origen. Durante la evangelización se le dio rienda
suelta a la metáfora como recurso pedagógico. Ese modo de entender la realidad fue
definiendo nuestra sensibilidad hasta que lo hicimos propio. López Farjeat señala: “el
barroco criollo fue vitalmente simbolista. Y tal parece que nos gustó la metáfora
exagerada y la ornamentación recargada. El castellano que hablamos es metafórico. Este
espíritu metafórico va más allá de lo lingüístico y lo pictórico. Es festivo y vital”.
Además de este espíritu, en México conviven distintas culturas que se reflejan en la
esfera individual. “El mexicano reúne una inmensa pluralidad de sensibilidades. Desde
nuestros orígenes conservamos de manera notable costumbres y modos de ser de
nuestros antepasados indígenas. (…) Somos un pueblo que si bien vive en la inmediatez
de los sentidos, también suele pensar que las cosas mejorarán, junto a nuestro pasado
indígena hemos sabido sintetizar de manera 53 admirable cualquier cultura que nos
llegue. Desde el cristianismo hasta la Ilustración, desde el barroco hasta el yanquismo,
desde el marxismo al neoliberalismo. Siempre hemos sido un pueblo que mezcla
infinidad de sensibilidades. México ha pasado por etapas de afrancesamiento, de
españolamiento y, sobre todo, de norteamericanismo. Pero todas esas culturas las hemos
modificado”. Somos sincréticos: hacemos uno lo diverso. Esta realidad se traduce en
muchos Méxicos. Apunto dos: el “europeo” y el mestizo, el del norte y el del sur. En la
tipología que analiza Ernesto Bolio, el primero encuadra más con el hombre nórdico o
práctico-ético (“aquí hay que hacer A y B y éstas son las reglas”): toma el trabajo como
una necesidad; trabaja en solidaridad con otros (comunitarista versus individualista), y
tiene un concepto objetivo del tiempo: prevé y planea (sincrónico en la tipología de Las
siete culturas). El hombre mediterráneo –propio del México mestizo– concibe el trabajo
como algo que debe hacerse para poder disfrutar del descanso; considera al ocio como
condición normal y meta de la vida. Tiene un concepto subjetivo del tiempo: prevé y
planea poco, y no tiene más necesidad de colaboración y solidaridad con la gente que
aquella con los miembros de la familia o el clan. El hombre tropical –ubicado en el Sur
del país– no distingue entre trabajo y ocio; vive en un perpetuo presente, carente de
previsión y planeación, además de que tiene poco sentido de solidaridad familiar y
grupal. Consideramos –con todos los peligros a los que lleva una excesiva generalidad–
que el mexicano es una mezcla de hombre tropical y mediterráneo, con ciertos tintes de
hombre nórdico al norte del país

Xavier Ginebra Serrabou25 de febrero de 2016, 20:58


CAPITALISMO Y CULTURA EN MÉXICO

Ahora que conocemos en parte el panorama del capitalismo en


el mundo, tratemos de encontrarle un lugar a México; y para
ello revisaremos de manera breve la complicada naturaleza del
mexicano. Con este fin me remito a un atinado texto de Luis
Xavier López Farjeat.
Los factores fundamentales de producción son el trabajo y el
capital. El capitalismo propone que el trabajo se proporcione a
cambio de salarios monetarios y debe ser aceptado libremente por
parte de los empleados. La actividad económica se organiza de
manera que las personas que organizan los medios de producción
puedan obtener un beneficio económico y aumentar su capital.
Los bienes y servicios se distribuyen mediante mecanismos de
mercado, promoviendo la competencia entre empresas. El
aumento de capital, por medio de la inversión ayuda a la
generación de riqueza. Si los individuos persiguen el beneficio
económico y la competencia en el mercado, aumentará la riqueza. Y
con el aumento de riqueza, aumentarán los recursos disponibles.

Más que de identidad, debe hablarse de Volksgeist o espíritu de


un pueblo. La historia de nuestra identidad empieza con la
fusión entre cristianismo e indigenismo propio de la Colonia.

Quiero destacar dos elementos que describen acertadamente el


espíritu del mexicano, el simbolismo y la pluralidad cultural y
luego analizar sus repercusiones en su forma de ser.

El mexicano es simbolista de origen. Durante la evangelización


se le dio rienda suelta a la metáfora como recurso pedagógico.
Ese modo de entender la realidad fue definiendo nuestra
sensibilidad hasta que lo hicimos propio. López Farjeat indica:
«El barroco criollo fue vitalmente simbolista. Y tal parece que
nos gustó la metáfora exagerada y la ornamentación recargada.
El castellano que hablamos es metafórico. Este espíritu
metafórico va más allá de lo lingüístico y lo pictórico. Es festivo
y vital».

Además de este espíritu, en México conviven distintas culturas


que se reflejan en la esfera individual. «El mexicano reúne una
inmensa pluralidad de sensibilidades. Desde nuestros orígenes
conservamos de manera notable costumbres y modos de ser de
nuestros antepasados indígenas. (...) Somos un pueblo que si
bien vive en la inmediatez de los sentidos, también suele pensar
que las cosas mejorarán, junto a nuestro pasado indígena
hemos sabido sintetizar de manera admirable cualquier cultura
que nos llegue. Desde el cristianismo hasta la ilustración, desde
el barroco hasta el yanquismo, desde el marxismo al
neoliberalismo. Siempre hemos sido un pueblo que mezcla
infinidad de sensibilidades. México ha pasado por etapas de
afrancesamiento, de españolamiento y, sobre todo, de
norteamericanismo. Esta realidad se traduce en muchos
Méxicos. Apunto dos: el «europeo» y el mestizo, el del norte y
el del sur. En la tipología que analiza Ernesto Bolio, el primero
encuadra más con el hombre nórdico o práctico-ético («aquí
hay que hacer A y B y éstas son las reglas»): toma el trabajo
como una necesidad; trabaja en solidaridad con otros
(comunitarista versus individualista), y tiene un concepto
objetivo del tiempo: prevé y planea (sincrónico en la tipología
de Las siete culturas).

En busca del modelo mexicano

Aplicando las distinciones de Hampden-Turner y Trompenaars,


el capitalismo mexicano es individualista salvo en lo que
respecta a la empresa familiar, muestra de lo cual tenemos la
tremenda desigualdad que ha caracterizado por siglos al país.
El mexicano es más integracionista que analista, su concepción
del tiempo es sincrónica, trabaja más bien enfocado hacia
adentro, es más emotivo que ético, no selecciona a sus
individuos entre aquellos que han logrado progresos en
beneficio de la compañía. Del mismo modo, nos parece que la
empresa mexicana no promueve la igualdad de oportunidades,
de ahí la importancia del compadre y del factor de la amistad en
la toma de decisiones.

Esto daría como resultado un enfoque capitalista distinto al que


ha pretendido implantar, o con el que ha pretendido contar, la
generación tecnócrata que ascendió al poder en 1988. No se
pueden utilizar parámetros de capitalismo desarrollado o
posindustrial (Daniel Bell) en sociedades que no funcionan bajo
esas premisas.

Ya en 1950 Frank Tannenbaum había llamado la atención sobre


un crecimiento económico basado en el progreso como un fin
en sí mismo. México, sostenía, necesitaba «una filosofía de
cosas pequeñas». A la suya se sumaron voces más conocidas,
como la de Octavio Paz en El ogro filantrópico: «Nuestro país
se modernizaba al costo de perderse a sí mismo».

*Máster y doctor en Derecho de la Competencia, profesor


investigador de la UAEM y socio del área de Competencia,
Protección de Datos y Consumidores del despacho Jalife&
Caballero

INTRODUCCIÓN

El período en estudio es sumamente importante para todo estudioso de la historia


económica mexicana y para los economistas debido a encontrarse ubicado entre
dosmovimientos socio-políticos que han mar-cado la vida económica de México, la guerra
de independencia y la revolución.Asimismo, es la etapa de formación y con-solidación de
un Estado-Nación cuyo for-talecimiento derivó en la aparición de unadictadura de
“orden y progreso” establecon cohesión política y económica relati-vamente limitada,
pero impulsora del cre-cimiento económico1.Además de ser un país independiente y con-tar
con un Estado confiable, demandante decrédito, capaz de lograr y mantener un con-
venio entre las diferentes fuerzas socio-po-lítico-económicas existentes en el
ámbitonacional, y promotor del régimen de acumu-lación capitalista, diversos eran los
requeri-mientos externos e internos imprescindiblespara que México alcanzara un
crecimientoeconómico sostenido y relevante en la segun-da mitad del siglo XIX.La
participación de México en la división in-ternacional del trabajo, tardía y drástica,
laconformación de un mercado interno, la crea-ción de infraestructura, la modificación
enlas relaciones laborales, el establecimiento deempresas basadas en complejos sistemas
deproducción y organización, el atraer a la in-versión extranjera inglesa, francesa, alema-
na, canadiense y estadounidense de acuerdo a la reglas de la expansión imperialista con-
ducentes a la intensificación del intercambiomercantil con el exterior, así como la aplica-
ción de una política fiscal flexible, eran algu-nas de las necesidades propias de undesarrollo
capitalista que a la postre gene-raría una gran sensibilidad de la economía alos circuitos
financieros y comerciales inter-nacionales.Tratando de seguir respetuosamente losaportes
hechos por investigadores que du-rante años se han dedicado a desentrañarlos cambios
políticos y socioeconómicos ocu-rridos en el México del “porfiriato”, el objeti-vo central de
este ensayo gira alrededor deanalizar los avances alcanzados en las acti-vidades
productivas, comerciales, de servi-cios públicos, transportes, bancarias yfinanzas públicas
por México en su transi-ción hacia una transformación económica querespondiera a la
norma de la ganancia, y con-secuentemente al patrón de acumulación ca-pitalista. De igual
manera, se prestaráatención a la orientación seguida por los flu-jos masivos de capital
extranjero quecoadyuvaron a la inserción de México en laesfera capitalista mundial, y a su
articulacióncon los mercados de capital y de mercancías,como un espacio primario
exportador.El procedimiento a seguir consiste en prime-ra instancia en recurrir a los
antecedentes in-mediatos para percibir qué hizo posible elestablecimiento de una paz
porfiriana y el de-sarrollo económico –visto desde la perspec-tiva macroeconómica–, al que
en un segundomomento daremos seguimiento con el fin dereconocer un conjunto de
elementos funda-mentales relacionados con la hipótesis de quela competencia capitalista
entre los principa-les países europeos (Inglaterra, Francia y Ale-mania), y los Estados Unidos
impulsó suasociación con inversionistas mexicanos paraestablecer empresas en México con
el apoyodel Estado.

También podría gustarte