Régulo Franco Jordán, 2021, QUINGNAM, Vol. 7 - Cambios Ideológicos y Procesos Ambientales Durante La Ocupación Mochica Tardío en La Huaca Cao Viejo
Régulo Franco Jordán, 2021, QUINGNAM, Vol. 7 - Cambios Ideológicos y Procesos Ambientales Durante La Ocupación Mochica Tardío en La Huaca Cao Viejo
Régulo Franco Jordán, 2021, QUINGNAM, Vol. 7 - Cambios Ideológicos y Procesos Ambientales Durante La Ocupación Mochica Tardío en La Huaca Cao Viejo
impresa)
http://doi.org/10.22497/quingnam.07.0705 ISSN 2414-8768 (ed. electrónica)
Resumen
En los estudios clásicos de la arqueología Mochica se ha afirmado que hacia finales de
siglo VI d.C. hubo transformaciones políticas, socioeconómicas y religiosas, debido a la
incidencia de oscilaciones climáticas por la presencia del fenómeno El Niño, que ha causado
el abandono de los centros de poder de la sociedad Mochica. Con los aportes de las investi-
gaciones arqueológicas en las últimas tres décadas, especialmente en el territorio del Sur, se
da como válido muchos sucesos causados por estos fenómenos, cuando la sociedad Mochica
supuestamente había colapsado en este tiempo. Sin embargo, las evidencias arqueológicas
recuperadas en las Huacas de Cao Viejo y de la Luna dicen todo lo contrario, debido a que,
los fechados radio carbónicos obtenidos confirman la continuidad de la ocupación Mochica
hasta por lo menos mediados del siglo IX d.C.
En este artículo, se pretende demostrar en qué medida estas incidencias climáticas afecta-
ron a la sociedad Mochica y cuáles fueron los cambios ideológicos y arquitectónicos ocurri-
dos en las Huacas Cao Viejo y la Luna, en el primer caso a partir del tercer edificio, donde se
registran gruesos sedimentos producidos por lluvias torrenciales y luego evidencias de una
sequía durante el funcionamiento del cuarto edificio. En efecto, a partir del ultimo edificio,
por correlación, las fachadas escalonadas de las Huacas Cao Viejo y de la Luna muestran un
nuevo discurso mágico religioso basadas en representaciones del mundo real y sobrenatural,
así como la presencia de un calendario mítico ceremonial ubicado en el recinto esquinero
de la plaza ceremonial y la representación de la figura de la divinidad de la montaña en el
patio ceremonial superior.
Palabras Claves: Fenómeno El Niño, Restauración del orden, Calendario mítico cere-
monial.
103
Franco: Cambios ideológicos y procesos ambientales durante la ocupación Mochica Tardío
Abstract
In classical studies of Mochica archeology it has been stated that towards the end of the
6th century AD There were political, socioeconomic, and religious transformations, due to
the incidence of climatic oscillations due to the presence of the El Niño phenomenon, which
has caused the abandonment of the power centers of Moche society. With the contributions
of archaeological research in the last three decades, especially in the South territory, many
events caused by these phenomena are considered valid, when the Mochica society had
supposedly collapsed at this time. However, the archaeological evidence recovered in the
Huacas de Cao Viejo and de la Luna say the opposite, because the radiocarbon dates ob-
tained confirm the continuity of the Mochica occupation until at least the middle of the 9th
century AD.
In this article, it is intended to demonstrate to what extent this climatic incidence has
affected Mochica society and what were the ideological and architectural changes that oc-
curred in the Huacas Cao Viejo and La Luna, in the first case from the third building,
where they are recorded thick sediments produced by torrential rains and then evidence of a
drought during the operation of the fourth building. Indeed, starting from the last building,
by correlation, the staggered facades of the Huacas Cao Viejo and de la Luna show a new
magical religious discourse based on representations of the real and supernatural world, as
well as the presence of a mythical ceremonial calendar located in the corner enclosure of the
ceremonial plaza and the representation of the figure of the mountain divinity in the upper
ceremonial patio.
Keywords: El Niño phenomenon, Restoration of order, Mythical ceremonial calendar.
Citación: Franco, R. 2021. Cambios ideológicos y procesos ambientales durante la ocu-
pación Mochica Tardío en la Huaca Cao Viejo, complejo El Brujo, costa norte del Perú.
Quingnam, volumen 7: 103-127. DOI: http://doi.org/10.22497/ quingnam.07.0705
el cuarto edificio, donde se han hallado hacia arriba. La parte superior o platafor-
trazos realizados sobre el piso de la plaza ma se compone de los siguientes sectores:
ceremonial y graffitis en los muros que, a un patio ceremonial superior con recinto
mi juicio, representa una época de “vivir esquinero, ornamentado y rodeado al ex-
en crisis” vinculado con una larga sequía. terior de recintos ceremoniales con horna-
El quinto edificio o última ocupación del cinas y pilastras pintadas de color blanco.
templo mayor, representa la reinstaura- Sobre el patio ceremonial superior, hacia
ción del orden, sustentado por la presen- el Norte, se erige una plataforma pequeña
cia de una fachada principal espectacular, de lados escalonados que tiene como par-
con siete escalones, cada uno con repre- ticularidad la presencia de una rampa lar-
sentaciones en alto relieve y polícromos, ga para acceder a la plataforma principal
con motivos y escenas de la vida natural y o máxima altura.
sobrenatural (Franco, 2021; Uceda et al.,
Las etapas constructivas o niveles ar-
1994:274).
quitectónicos de la Huaca Cao Viejo, du-
En realidad, una parte de la informa- rante el período Mochica, fueron replan-
ción que presento en esta oportunidad es teadas con el tiempo. Ahora, se conoce
una revisión de nuestros informes presen- cinco niveles arquitectónicos superpues-
tados al Instituto Nacional de Cultura, tos (Franco,2021:75-87). Esta secuencia
ahora Ministerio de Cultura, y de algunas arquitectónica se valida particularmente
publicaciones que he presentado con mis en la superposición del patio ceremonial
colegas César Gálvez y Segundo Vásquez superior del edificio principal (considera-
sobre el complejo arqueológico El Brujo da secuencia maestra), debido a que este
a partir de la década de los noventa. De sector ha sido de suma importancia para la
modo que, como advertiremos, la infor- ejecución de las actividades ceremoniales
mación de campo contribuye a confirmar a partir de la ocupación del primer edificio
los eventos climáticos que ocurrieron ha- hasta el quinto edificio (fig.4).
cia los siglos VI y VII d.C., (Moseley et
La Huaca Cao Viejo tuvo serias modi-
al., 1981; 2008; Shimada et al., 1991), con
ficaciones a causa de impactos de fenó-
la intención de reforzar o desmentir la in-
menos naturales sobre los edificios, por
formación proporcionada por los investi-
ejemplo, al final del uso del primer edifi-
gadores señalados. Asimismo, se trata de
cio hay una lluvia sobre las superficies po-
correlacionar las evidencias de la Huaca
licromadas del patio superior; al final del
Cao Viejo con algunos sitios de ocupación
uso del segundo edificio se registra muros
Mochica en el valle de Chicama y con la
rajados y abiertos como consecuencias de
Huaca de la Luna en el valle de Moche
un sismo muy intenso que, por la estrati-
(fig.1).
grafía estructural del edificio mayor, nun-
ca se había registrado durante el Interme-
Niveles constructivos e incidencias dio Temprano; y después, hubieron fuertes
climáticas en la Huaca Cao Viejo precipitaciones pluviales al final del tercer
La Huaca Cao Viejo es una plataforma edificio, hacia el siglo VII d.C. aproxi-
alta, con cuatro frentes escalonados, con madamente. Este fenómeno climático ha
una fachada principal orientada al Nores- sido de gran envergadura en la historia de
te, así como ocurre en la Huaca de la Luna la sociedad Mochica- de acuerdo con las
(fig.3). La fachada principal aparece orna- evidencias- se ha producido hacia el siglo
mentada, en todos sus escalones, de abajo VII d.C. y que ha sido confirmado por mu-
Fig. 1. Vista aérea del Complejo Arqueológico El Brujo y la ubicación de los sitios de
ocupación más importantes, especialmente la Huaca Cao Viejo (Google Earth, 2015).
chos investigadores (Moseley et al., 1981; La fachada del templo mayor, durante
2008; Shimada et al., 1991). y, finalmente, la vigencia del tercer edificio, estaba orna-
se registran lluvias sobre las superficies mentada con escenas de sacrificios huma-
policromadas de los prisioneros de la te- nos y asociada a un escalón superior con
rraza inferior del frontis principal de la un muro con representaciones del pez life
Huaca Cao Viejo y que, además, coincide estilizado, y, a la vez, un escalón inferior
con el abandono del templo mayor. con la representación de oficiantes toma-
dos de la mano en alto relieve que fueron
Asimismo, se deduce también que, los
encontradas deterioradas por las lluvias
niveles arquitectónicos de la Huaca Cao
intensas al que fueron sometidos, y prue-
Viejo tienen en su estructura interna en-
ba de esta incidencia son el hallazgo de
tierros de personajes de la más alta jerar-
sedimentos gruesos sobre el piso de las te-
quía de la sociedad Mochica, asociado a
rrazas y luego la introducción de un gran
estilos de cerámica que se convalida con
cambio arquitectónico estructural segura-
la secuencia planteada por Rafael Larco
mente levantado con la participación de
Hoyle en 1948; por esa razón, es necesario
un gran contingente de hombres (Franco
que pongamos nuestra atención en la ico-
et al.,1994a y b; Franco et al., 2001:146-
nografía de la cerámica vinculada a con-
167; Franco et al., 2003a:155-157) (figs. 5
textos funerarios que se registran en cada
y 6).
nivel arquitectónico que, sin lugar a dudas,
ayuda a tener un criterio cronológico rela- La otra evidencia se encuentra en el
tivo con relación al crecimiento del edifi- frente Este de la plaza ceremonial, que,
cio principal (véase Kutscher, 1954, 1983, en su momento, tenía también personajes
Hocquenghem, 1987; Franco, 2008, 2021, de frente asidos de la mano, y sobre cuyo
Franco et al., 1999, 2001; Uceda, 2004; piso se registraron gruesas capas de sedi-
Uceda & Mujica, 1994 y 2003; Donnan & mentos acumulados producto de lluvias
McClellan, 1999; Castillo, 1989; De Bock, intensas que, al parecer, corresponde a
1988; Kaulicke, 2000). un tiempo de varias incidencias pluviales
debido a que se registra capas laminares
Evidencias de sedimentos de lluvias superpuestas que se acumularon sobre el
durante la ocupación del tercer edificio piso (Franco et al., 1993, fotos 10 y 11).
El tercer edificio comprende uno de los En la Huaca Cao Viejo, tenemos pocos
grandes cambios estructurales realiza- fechados radio carbónicos asociados a los
do a partir de la introducción de grandes niveles arquitectónicos, por ejemplo, hay
volúmenes de bloques de adobe tramado un fechado de una muestra de una plan-
(BAT), con juntas de dilatación y celdas ta vegetal (Beta 230125), calibrada entre
de adobe rellenadas con tierra. Esta obra los 418-631 d.C. que corresponde al tercer
masiva se dio en respuesta a la crisis que edificio (antes denominado fase C) y una
originó un sismo muy fuerte y ocasional- muestra de caña brava (OxA-6896) para
mente una lluvia al final de la ocupación el quinto edificio (antes denominada fase
del segundo edificio. Para ello, se enterró A) entre los 556-667 d.C. (Franco et al.,
por completo el nivel arquitectónico del 2003: 170; Quilter et al., 2012: 112, Table
segundo edificio, de la misma manera 4). Como se puede advertir, la data abso-
como lo hicieron para enterrar el primer luta no tiene precisión en el tiempo, pero
edificio (Franco et al., 2003: 137-138, si tiene un rango que no necesariamente
Franco 2021: 75-87). ubica exactamente los fenómenos natu-
a b
Fig.5. Vista general (a) y detalle (b) de las capas de sedimentos sobre el piso de la terraza Este
de la plaza ceremonial del tercer edificio de la Huaca Cao Viejo (Régulo Franco).
Fig.6. Corte estratigráfico Norte-Sur de la terraza del lado Este de la plaza ceremonial.
Se ubica la capa de sedimentos acumulados (Franco et al., 1994).
rales discutidos; sin embargo, podemos Los rituales como respuesta a la crisis
postular, en términos generales, que el fe- climática durante la ocupación del
chado para el tercer edificio cae bien, por cuarto edificio
lo menos para el tiempo de su uso, pero
El cuarto edificio fue una construcción
no ubica exactamente la alteración climá-
de emergencia en respuesta a la crisis
tica ocurrida en el siglo VII d.C. Mientras
climática ocasionada por el fenómeno El
que, la data del quinto edificio, extraído de
Niño. Las consecuencias de esta crisis se
un elemento constructivo tiene una mayor
dieron como resultado de una transición y
confianza, debido a que se ubica en la se-
emergencia prolongada en el tiempo, que
gunda mitad del siglo VII d.C., que posi-
se traduce en la arquitectura del templo
blemente esté calculando el momento de
mayor. Se inicia una masiva construcción
construcción del quinto edificio, aunque
de grandes volúmenes de relleno construc-
esto todavía no es nada seguro, porque el
tivo de adobe para sepultar por completo
madero pudo reutilizarse nuevamente en
el tercer edificio y crece el mismo en for-
una última construcción.
ma vertical y horizontal. Esta actividad de
emergencia demandó un gran despliegue de la base del frontis principal con relie-
humano y promovió el desmantelamiento ves, el arqueólogo Denis Vargas, registró
casi por completo de los escalones y sus en sus excavaciones una canaleta de pie-
consecuentes representaciones murales, dras pómez de 3.50 m. de largo por 0.35
dejando únicamente las terrazas inferio- m. de ancho, sin evidencias de sedimentos
res como base de la nueva construcción en su interior, construido en el relleno de
que constituye el cuarto edificio. soporte del piso del cuarto edificio. Esta
evidencia, al parecer, ha tenido mucho
En los perfiles del frente Oeste, se ob-
significado y valor simbólico, realizado
serva la introducción de adobes grandes y
por sus constructores cuando estaban pre-
altos con marcas de fabricante. Además,
parando el relleno que soportaría el piso
existen en la fachada principal, rellenos
de la plaza ceremonial del cuarto edificio
masivos con este mismo adobe sobre la
(Franco et al., 1993:32-33, figs. 10 y 11)
estructura desmantelada. Lo llamativo de
(fig.7). Por las evidencias obtenidas, asu-
esta nueva construcción masiva de emer-
mo que esta canaleta posiblemente tuvo
gencia es que no se tuvieron los cuida-
una función ritual de carácter simbólico
dos necesarios en su construcción y en el
asociado a ciertos ritos vinculados con la
acabado de los muros y pisos. En muchos
propiciación del agua frente a una crisis
casos, se advierte que los adobes de los
ambiental.
muros fueron colocados de costado, a ve-
ces de frente, y con marcas de fabricante En el mismo sector, cuando el piso de
(Gálvez et al., 2003:94). la plaza ceremonial todavía estaba fresco,
se hicieron trazos incisos rectos con orien-
Por lo tanto, se puede deducir que,
taciones Este-Oste y Norte-Sur, con divi-
frente a la emergencia, hay posiblemente
siones cortas y un doble círculo perfecto
una convocatoria masiva de trabajado-
con un diámetro mayor de 5.12 m. y un
res de distintas comunidades del valle de
diámetro menor de 4.03 m. El doble círcu-
Chicama para elaborar los adobes y cons-
lo y los trazos asociados también respon-
truir el edificio, de ahí la relación con el
derían a la realización de ritos en respues-
mayor número de marcas de sus produc-
ta a la crisis, en momentos que el edificio
tores. Durante la etapa posterior (quinto
estaba funcionando por algún tiempo, con
edificio), que cubre el cuarto edificio, se
la finalidad de mantener el poder de las
utilizaron un mayor porcentaje de adobes
divinidades (Franco et al., 1994b: 87-92)
con marcas; se registraron más de 200
(fig.8).
marcas distintas y no necesariamente to-
dos los adobes tienen la misma marca para Sobre la superficie del piso y de los tra-
conformar un bloque de adobe tramado zos, no hay ninguna evidencia de lluvias,
(BAT). Algunos investigadores conside- lo que sugiere que estos ritos se realizaron
ran que las marcas corresponderían a de- en un tiempo de ausencia de lluvias. ¿qué
terminados productores o ciertos grupos significado tiene esta figura de doble cír-
humanos que participaron comunalmente culo perfecto?, La hipótesis es que el trazo
a modo de tributo como fuerza de trabajo geométrico tiene relación con el cielo, se-
para la edificación de los edificios (Has- ría una forma simbólica ejecutado sobre
ting & Moseley, 1975; Ramírez & Herre- el piso para propiciar las lluvias, debido a
ra, 1994; Tsai, 2012). que La Luna tiene mucho que ver con el
fenómeno de las sequias. Actualmente, los
Durante las excavaciones en el sector
campesinos de la costa norte afirman que
Sur de la plaza ceremonial, a unos metros
a b
b
a
Gran parte de los muros del cuarto edi- Cambio ideológico e Instauración de
ficio están pintados de color blanco sobre un nuevo orden durante la ocupación
el enlucido gris claro. En los muros de la del quinto edificio
primera terraza y en muchos sectores de
En el territorio Mochica del Sur, es sor-
este edificio se registraron más de una
prendente la analogía arquitectónica que
docena de graffitis de orden naturalista
existe entre las Huacas Cao Viejo (valle
y estilizados que aluden a formas esque-
de Chicama) y la Huaca de la Luna (valle
matizadas, ornitomorfas, antropomorfas
de Moche) especialmente durante la últi-
e ictiomorfas (formas de seres humanos,
ma etapa de ocupación. Ambos edificios
plantas, animales, lechuzas, serpientes,
comparten el mismo modelo, los mismos
peces, redes, entre otros). Estas represen-
espacios ceremoniales (edificio princi-
taciones son consideradas como expresio-
pal, plaza ceremonial, patio ceremonial
nes simbólicas de fácil elaboración, con
superior y anexos laterales a la plaza ce-
mucho sentido de fe religiosa. En efecto,
remonial) y, sobre todo, hay analogía in-
estos graffitis expresados en la superficie
discutible en las representaciones murales
de los muros pintados de blanco, estarían
de la fachada principal, siendo las de la
de algún modo asociados a un tiempo
Huaca de la Luna las que actualmente se
difícil relacionadas con actividades pro-
encuentran en extraordinario estado de
piciatorias y que, desde luego, tendrían
conservación, a diferencia de la Huaca
asociación temporal con el evento de los
Cao Viejo que tiene, más bien, una fuerte
trazos sobre el piso de la plaza ceremonial
destrucción a partir del segundo nivel, que
(véase Franco et al., 2001; Franco et al.,
considero fue un gran desmantelamiento
2003:133).
planificado.
Los Temas Complejos son una narrati- de la cerámica Mochica IV, entre otros
va mítica que se compone de tres campos elementos figurativos que forman parte
divididos por sogas, con diversas escenas del imaginario asociados al cambio ideo-
que refieren a una directa conexión del lógico. Estos nuevos elementos me hacen
mundo “real” con el mundo “fabuloso” o sospechar en la presencia de imágenes
“mítico” (Franco, 2016c; 2021: 180-185) míticas con una influencia muy marca-
(fig.11). Es necesario advertir que algunos da de una ideología foránea, que, con el
motivos de los Temas Complejos, como tiempo, después del colapso final de los
ya comenté anteriormente, no aparecen en Mochicas, aparecerían mejor consolida-
la iconografía de la cerámica moche IV, das en el Periodo Transicional, donde las
hay motivos con cierta influencia aparen- representaciones de divinidades, tanto
temente del norte y del sur, por ejemplo: femenina como masculina, entre otros,
El perro peruano sin pelo está totalmente se hacen más evidentes y profusas en la
ausente en las fases anteriores, solo apa- iconografía de la cerámica Transicional;
rece en este tiempo con más prolijidad éstas divinidades telúricas aparecen de
(ver Cordy-Collins, 2003: 231-234); otra frente y portando en ambas manos bácu-
imagen es la divinidad femenina de frente los convertidos en plantas (véase Carrión
con dos báculos convertidos en alimentos, Cachot, 1959).
o la divinidad masculina fertilizadora que
Desde luego, existen todavía muchas
aparece de frente en el árbol de la vida,
preguntas por hacer, por ejemplo: ¿a ins-
entendiendo que la otra versión en la Ico-
tancias de qué aparece esta nueva ideolo-
nografía Mochica es la presencia de perfil
gía y por qué? Últimamente se está mane-
de la divinidad en un acoplamiento sexual
jando una hipótesis que demuestra nuevas
con una mujer debajo del árbol del ullu-
condiciones políticas durante el Horizonte
chu (ver Donnan & Mac Clelland, 1999:
Medio “[…] que contribuyeron a romper
127, fig.4.95). Aparece también el perso-
las barreras de la idiosincrasia y promo-
naje con corona de tipo estelar, ausente
vieron el diálogo entre tradiciones y es-
como ícono importante en la Iconografía
tilos” (Giersz & Makowski, 2016:28-32; d.C. que convulsionó la sociedad Mochica
Castillo et al., 2007:33). Otra interrogante en la costa norte del Perú (véase Moseley
es ¿A qué se debe el colapso de la socie- et al., 1981; 2008; Shimada et al., 1991).
dad Mochica? Ahora es obvio entender los efectos que
causa el fenómeno El Niño con lluvias in-
Presumo que Wari, inicialmente, pro-
tensas que provocaron crisis en cualquier
mueve una política de alianza estratégica
sociedad del Perú antiguo y en la actua-
con la sociedad Mochica, respetando la
lidad. La información histórica es muy
tradición cultural nativa, en la medida que
contundente sobre los diluvios en la costa
su dominio ideológico y administrativo
norte del Perú en varios tiempos, como
fue muy lento, paulatino y eficaz, tanto
aquella que se originó en 1578 en el va-
que después su hegemonía fue absoluta
lle de Chicama y que, al parecer, ocasionó
en un periodo de tiempo no muy largo,
la desaparición total del pueblo nativo de
promoviendo la desocupación total de los
Caup ubicado en la margen derecha del
centros ceremoniales Mochicas más im-
rio Chicama, cerca al litoral, que entonces
portantes de la costa norte. Esta centra-
tenía casi 3,000 habitantes y que tuvo su
lización del poder Wari habría permitido
efecto en el desplazamiento de la pobla-
la destrucción planificada de las imágenes
ción a muchos sectores del valle y en espe-
religiosas más importantes que exornaban
cial a la terraza geológica del complejo El
la fachada principal de la Huaca Cao Vie-
Brujo, frente al antiguo templo Mochica
jo, debido a la ausencia de fragmentos de
(véase Herrera, 1988). llama también la
los relieves policromados en los escom-
atención las lluvias de 1726, de cuarenta
bros. En fin, hay todavía mucho por inves-
días continuos, registrado por Antonio de
tigar y correlacionar las evidencias.
Ulloa (Raimondi, 1874). En verdad, tene-
En efecto, pareciera que hay una re- mos mucha información sobre el fenóme-
organización del sistema político-social no de El Niño desde el Precerámico hasta
durante la vigencia de la última etapa la actualidad que no es necesario ahondar
de los Mochicas que, de algún modo, la en esta oportunidad.
cultura foránea a través del tiempo, dejó
rastros significativos que se refleja en los Las evidencias materiales en la Huaca
asentamientos y en los artefactos y que da Cao Viejo y en el complejo El Brujo
paso finalmente a la aparición del “Perio-
do Transicional”, con una producción de Las capas de sedimentos sobre el piso
cerámica local y con cambios radicales y murales que corresponden al tercer edi-
en muchos patrones culturales y la apari- ficio de la Huaca Cao Viejo expresan la
ción de nuevos estilos cerámicos locales presencia de una gran lluvia generada por
y foráneos en los enterramientos (véase el fenómeno El Niño y después la cons-
Castillo, 2008). trucción de emergencia de un nuevo edifi-
cio registrado como el cuarto, y después,
a juzgar por las evidencias en Cao Viejo,
Breve discusión acerca de las
sobreviene una sequía expresada en ritua-
evidencias
les significativos realizados en la plaza ce-
La discusión central de este artículo, remonial y seguramente en otros espacios
sin perder el contexto general, son los sagrados.
efectos que ha causado la crisis climática
Se ha definido una gran sequía para la
o perturbaciones ambientales producidos
costa norte, con una duración de más de
por el fenómeno El Niño hacia el 603-635
tres décadas y que comenzó en el año 562 cogidos de la mano, cuyos pies descansan
d.C. (Shimada, 1994: 345). Seguramente, sobre el piso de la primera terraza. Aquí
a raíz de esta sequía, la sociedad Mochi- se registraron chorreras de lluvias en las
ca ya estaba debilitada económicamente, superficies y capas de sedimentos sobre
y no duró mucho este suceso hasta que, los pisos, que, incluso, impactaron en los
algunas décadas después, las poblaciones pies de las representaciones de oficiantes
fueron impactadas por un gran “diluvio” en el lado Este de la plaza ceremonial.
con evidencias registradas en la arquitec-
Sobre el tercer nivel había inicialmen-
tura de los templos, especialmente en la
te un gran segmento de escaques grandes
Huaca Cao Viejo. Este fenómeno de au-
con una escena de sacrificio, que, al pare-
sencia de agua ocurre, al parecer, cuando
cer, hacia escalón con una representación
el tercer edificio estaba en uso en su fase
del pez life estilizado y que, además, el
final y luego se produce una gran remo-
piso de la terraza estaba pintado de color
delación del templo mayor registrada en
blanco. Mientras tanto, en el extremo Oes-
el frente principal y en la plataforma su-
te de la fachada principal de este nivel, se
perior. En realidad, el tercer edificio es el
encontró un motivo zoomorfo que corres-
que ha tenido más remodelaciones a dife-
ponde a un felino rampante representado
rencia de los otros edificios.
al interior de paneles cuadrangulares. Hay
El tercer edificio en Cao Viejo se corre- evidencias de que estos muros ornamenta-
laciona con el estilo de cerámica Mochica dos fueron re-enlucidos y que hubo tam-
Medio o cuando los estilos de cerámica bién cambios de motivos. Sin embargo,
Moche II-III, de acuerdo con la secuen- es necesario remarcar que al pie de estas
cia de Larco, estaban vigentes, debido a representaciones se han registrado sedi-
que en las tumbas de las sacerdotisas en el mentos ocasionados por un evento pluvial
lado Oeste del patio ceremonial superior que considero está asociado al mega niño
de la Huaca Cao Viejo se encontraron pie- del siglo VII d.C. (Franco et al., 2003: 137-
zas de este estilo (Franco & Gálvez, 2010). 138; Franco, 2021: 121-126).
Tenemos registrado aparentemente dos Por otro lado, una de las evidencias que
fachadas una detrás de otra, cuando el ter- justifica el estado de emergencia durante la
cer edificio estaba funcionando hasta su ocupación del cuarto edificio, es la mayor
cambio. La primera fachada (fase C-1) fue presencia de graffitis en los muros pintados
terminada de manera simple, sin figuras de blanco de los templos mayores y meno-
en alto o bajos relieves, y los muros de las res de los dos valles contiguos, Moche y
terrazas del frente principal están pinta- Chicama, que considero son señales de la
dos de colores rojo, blanco y ocre ama- mayor actividad ceremonial de los ofician-
rillo. Seguramente esta fachada, al igual tes que han propiciado rituales para animar
que la fachada del cuarto edificio fue un simbólicamente la productividad o propi-
frente de presentación construido frente ciar las subsistencias (Franco et al., 2001).
a una emergencia con el motivo de darle
En el complejo El Brujo se descubrie-
valor religioso y continuidad funcional al
ron dos fuentes de aguas subterráneas,
templo mayor. La segunda fachada (fase
alimentadas por la capa freática, construi-
C-2) es un frontis con representaciones en
das y en funcionamiento al parecer, por lo
alto relieve cuyos restos arquitectónicos
menos una, durante la ocupación Mochica
sólo quedaron en las terrazas inferiores;
Temprano. Una de las fuentes tiene la for-
sólo se registraron personajes de frente
ma de espiral y estuvo destinada exclusi-
co, con colinas, que tiene relación con el ticos”. Entonces, la hipótesis que planteo
paisaje litoral del lado Oeste del Cerro es que, a raíz de los desastres climáticos
Campana, con tres picos, que muestra su que causó el desorden de la vida de las co-
relación con las escenas de montaña en munidades de los valles norteños, existe
la cerámica. En la cima de esta montaña, la posibilidad de fuertes conflictos entre
en el pico central, he tenido la fortuna de los señores del valle de Chicama con los
hallar un altar de piedra escalonado que señores del valle de Moche por la centra-
posiblemente fue el escenario cumbre de lización del poder y en consecuencia el
los sacrificios humanos que aparecen des- manejo del territorio sureño.
cabezados y con torrentes de sangre en las
Al parecer, los señores de Chicama, se
representaciones de montaña (Franco et
impusieron a los señores del valle de Mo-
al., 2013).
che, creando un nuevo centro de poder en
Durante Moche IV-V (Moche Tardío) el complejo arqueológico El Brujo, cuya
se reflejaría también en la rivalidad y la ideología religiosa de fuerte tradición en
relación cambiante de poder entre las en- los tiempos anteriores, tuvo por primera
tidades del Mochica sureño con el Mochi- vez, antes que en la Huaca de la Luna, un
ca norteño, y a mi parecer, la coyuntura gran cambio en su fachada principal con
en el territorio Mochica sureño cambió la instauración de imágenes vinculadas a
considerablemente y merece discutirse un nuevo orden ideológico; se trata de un
con mayores evidencias (véase Shimada, nuevo discurso demiurgo en la fachada
1994: 347). Berezkin (1980) considera principal y en los Temas Complejos, don-
“un cambio en los modos de producción de la divinidad de la montaña era el ser
y una consolidación y competencias cre- supremo del panteón Mochica, muy bien
cientes entre dos o tres grupos sociopolí- manifestado en la Iconografía mural de
las Huacas de La Luna y Huaca Cao Vie- senta un cambio sustancial en la ideolo-
jo (Franco, 2016 a y b; ver Franco, 2017; gía de esta sociedad, porque al parecer
Franco, 2021: 165-167; Uceda & Morales, coexiste con la cerámica Mochica IV. En
2010; Tufinio, 2006). cambio, en el valle de Jequetepeque, se da
otro fenómeno diferente, aparece el estilo
Durante la introducción del estilo de
Mochica Tardío de línea fina que se ori-
cerámica Mochica V se ha indicado que
gina posiblemente en este valle y que se
desaparecieron muchas figuras claves de
confunde a menudo con el estilo pictórico
la iconografía ritual temprana, las que
de la cerámica Mochica V de la secuencia
fueron reemplazadas por otras nuevas que
de Larco en el valle de Chicama. Sobre
representan una forma de reconstituir el
este tema, Luis Jaime Castillo y sus co-
orden social, lo que tendría relación con
laboradores han indicado que, si en el Sur
“una respuesta ideológica al estrés” (Baw-
aparecen con frecuencia seres humanos
den, 1994:403) y cambios en los patrones
actuando como corredores, sacerdotes y
de asentamiento (Bawden, 1982, 1996;
guerreros, en cambio en el estilo de cerá-
Lockard, 2009). Esta proposición habría
mica Mochica Tardío aparecen seres mito-
que mirarla con mucho cuidado, en tan-
lógicos o animales antropomorfos (Casti-
to no se tengan evidencias materiales más
llo et al., 2007:8-10; ver también Donnan
convincentes que permita interrelacionar
& Mcclelland, 1999). De modo que, en
la información de contextos arqueológi-
este caso particular, hay una inclinación
cos. Hay que tener muy en cuenta que en
por los temas mitológicos que aludirían
el sitio de Licapa II del valle de Chicama,
también a cambios ideológicos que se ob-
los estilos de cerámica Moche IV y V fue-
serva también en los Temas Complejos
ron encontrados entremezclados (véase
de las Huacas de Cao Viejo y de la Luna.
Koons, 2015:483).
Con respecto a los cambios iconográficos
En el complejo El Brujo no hay muchas registrados en esa época, algunos análisis
evidencias de cerámica del estilo Moche V de la iconografía de la cerámica Mochica
de Chicama, salvo en muy pocos entierros ayudarán a entender el porqué de la mate-
humanos. Lo mismo ocurre en la Huaca rialización del simbolismo de los Temas
de la Luna, donde el estilo de cerámica del Complejos como respuesta a un nuevo or-
estilo Mochica V es escasa, algunas veces den después de la crisis.
aparece dentro de tumbas con cerámica
del estilo Mochica IV, pero no existe una Evidencias materiales del fenómeno El
ocupación bien definida asociada al estilo Niño en los valles de Chicama y Moche
Mochica V (Uceda y Morales, 2005).
Ahora veamos si en otros sitios de ocu-
Sobre la base de la información dispo- pación Mochica en el valle de Chicama
nible, la recuperación científica de eviden- encontramos evidencias materiales con-
cias del estilo Mochica V corresponden a textualizadas del diluvio ocurrido hacia
cerámica que muy posiblemente fue pro- los años 603-635 d.C. Por ejemplo, en el
ducida en el valle de Chicama, algunas sitio de Mocollope, ubicado en la margen
importadas de Jequetepeque (ver Paulin- derecha del rio Chicama, reconocido como
yi, 1998; Franco et al., 2003: 126). Tengo un gran centro cívico-ceremonial y que ha
la impresión de que la escasa aparición de tenido mucho auge durante la ocupación
cerámica Mochica V en el valle de Chica- Mochica. En el año 2013, se realizaron ex-
ma, obedece a un nuevo estilo innovador cavaciones en el edificio denominado El
de la época, que no necesariamente repre-
Castillo que ha permitido establecer la se- et al., 1994:186). Considero que hay que
cuencia arquitectónica de esta estructura tomar en cuenta esta información para
cuadrangular y que coincidentemente tie- futuras intervenciones y poner una mayor
ne una secuencia arquitectónica análoga a atención a las evidencias del aluvión que
la Huaca Cao Viejo. impactó en el valle de Chicama.
El Castillo de Mocollope es una cons- En Licapa II, valle de Chicama, al pa-
trucción cuadrangular con muros perimé- recer a partir de la crisis pluvial, el asenta-
tricos bien altos, en cuyo interior se des- miento se hace más complejo con nuevas
cubrió un mural con escenas de guerreros construcciones como la Huaca B, cuyos
con porra y escudo, encaminados con di- habitantes estaban utilizando vasijas de ce-
rección a la montaña y pintados en colores rámica de los estilos Mochica IV y V, debi-
gris, púrpura, rojo indio u ocre, amarillo do a que los fechados radio carbónicos que
mostaza, negro, naranja y blanco (fig.13). se obtuvieron son posteriores a la primera
El muro superior ubicado sobre la terra- mitad del siglo VII d.C. (Koons, 2015: 480).
za estuvo pintado en color blanco. Al pie Hay algo interesante en los trabajos de ex-
del muro inferior policromado (lado Este) cavación de Licapa II, es que los fechados
hay restos de sedimentos y chorreras en radio carbónicos que se hicieron a partir
las superficies de la pintura y en los pisos de materiales encontrados en arena estéril,
correspondientes. Este nivel arquitectóni- por debajo de la plataforma B, alcanzan
co corresponde al segundo edificio de la entre 431 a 649 d.C. (Ibid: 480), entonces,
estructura de El Castillo, pero, al parecer, nace la siguiente interrogante ¿será posible
se correlaciona con el funcionamiento del que la capa de arena estéril que Michelle
tercer edificio de la Huaca Cao Viejo (ver Koons indica tenga relación con una capa
Franco, 2019b:198-199). de arenamiento extendido en el sitio como
prueba de un fenómeno asociado a una se-
Asimismo, en Cerro Mayal, sitio ve-
quía?
cino de Mocollope, se ha registrado una
marcada deposición aluvial de hasta 30 Huaca de la Luna en el valle de Moche
cm. de espesor que se derivarían de un proporciona nuevos datos. La verdad es que
evento de El Niño, sin embargo, no hay estuve buscando una mayor información
seguridad si este acontecimiento tiene re- sobre la existencia de evidencias del evento
lación con el abandono del sitio (Russell pluvial y la sequía en este sitio y poder co-
vez Mora y a Segundo Vásquez Sánchez, el antiguo Perú. Lima: Talleres Gráfi-
con quienes hemos dirigido las investiga- cos de Tipografía Peruana.
ciones en la década de los noventa, y fi-
Castillo, L., & Donnan, C. (1994). Los
nalmente mi gratitud a todos mis colegas
mochicas del norte y los mochicas del
y trabajadores que participaron en el desa-
sur, una perspectiva desde el valle de
rrollo del proyecto El Brujo.
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