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La Dualidad en La Definición Del Anime

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126 MAP | REVISTA MUNDO ASIA PACÍFICO | Vol. 9, No. 16

ACTUALIDAD EN ASIA 2020-1

La dualidad en la definición
del anime

S-F / Shutterstock.com

Muchos podrán pensar que el término anime no encierra destellos de


Jhenny Álvarez ambigüedad, que su definición está bien establecida por los consumidores
Universidad EAFIT
esporádicos y frecuentes, y que siendo así, existen unas convenciones preci-
jmalvarezg@eafit.edu.co
sas para reconocer a un anime como tal.
Lo cierto es que parte de la audiencia se ha percatado, en especial, de la
Yesenia Melguizo siguiente dualidad: el anime, ¿es una cuestión de estilo o de origen?
Universidad de Antioquia
Esta reseña se propone indagar y dar su opinión sobre el imaginario
yesenia.melguizo@udea.edu.co
colectivo que se ha construido en torno al anime como medio de entrete-
nimiento y difusión de la cultura japonesa, partiendo de su etimología, del
análisis de sus orígenes, pasando luego por el proceso de acogida en la
nación y su establecimiento como un ícono cultural del país del sol naciente;
posteriormente, su recibimiento en Colombia y así, proponer una definición
contextualizada.
La raíz proviene del verbo animar, del latín animare que significa dar vida.
Si tenemos en cuenta tal procedencia, podría decirse que cualquier caricatura
puede designarse como anime, esto incluye la occidental. No obstante, es per-
tinente resaltar que hay contenido que no se considera parte de esta corriente
como, por ejemplo, el de un autor independiente que se llama Koji Yamamura,
e incluso otras producciones dirigidas a mercados extranjeros (López, 2012).
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Existen distintas referencias sobre la primera producción de animación ja-


ponesa. En 1907 se crea Katsudō Shashin, un corto fragmento de animación
considerado la primera manifestación del género; posteriormente a cargo
de la compañía Tennenshoku Katsudō Shashin, se produjo en 1917 el filme
Imokawa Mukuzō Genkanban no Maki, que fue realizado de forma rudimenta-
ria utilizando una pizarra y una tiza repitiendo múltiples veces las figuras para
crear el efecto de animación. En este mismo año se lanzaron animaciones
como Namakura Gatana, creado por Junichi Kouchi; Saru Kani Gassen por
Seitaro Kitayama y Hanawa Hekonai, por Sumikazu Kouchi. A partir de allí, se
empiezan los avances respecto a las técnicas, destacándose la productora
Estudios Toei, que a partir de 1957 produjo múltiples cortos de calidad media,
y posteriormente producciones de gran alcance como Dragon Ball, El viaje de
Chihiro, Los caballeros del zodiaco, entre otros.

Influencia en la cultura japonesa


En su país de origen, este estilo de entretenimiento se ha convertido en un
ícono nacional a través del tiempo, y cabe resaltar que en sus primeros años
el consumo en Japón fue cada vez más popular a partir de la década de los
80, en la que, según Lorena Meo (2016), inicia su consumo a través del libro:
¡Manga! ¡Manga!, y diez años después, empieza a extenderse a otros países
como Estados Unidos, Inglaterra, Italia y Argentina. Hasta ahora el anime ha
logrado crear un sentimiento de comunidad con los lectores de manga o
espectadores de anime, pues se han desarrollado los llamados fandom, en
los que se interactúa en torno a las series y películas y se crea contenido in-
formativo sobre ellas; también, se ha creado una jerga inherente a este mun-
do, que engloba palabras como otaku, tsundere, entre otros extranjerismos
japoneses, utilizados para designar situaciones o personas.
Haciendo un examen de la animación japonesa desde sus primeras pro-
ducciones, puede vislumbrarse que es un lienzo de la cultura oriental, no
solo proveniente de Japón sino incluso del pensamiento zen y la mitología
de varias regiones asiáticas. Dentro de los argumentos de múltiples produc-
ciones de anime, puede encontrarse contenido del folclore propio de Japón,
figuras mitológicas, conceptos moldeados por el pensamiento colectivo de
esta nación, como el honor, la batalla, la moraleja, las reflexiones y búsqueda
de equilibrio con la naturaleza. Un vívido ejemplo actual que el mundo con-
templó es la película Your Name, dirigida por Makoto Shinkai, en la cual se
transmitió la simbiosis entre el mundo moderno, urbano y tecnológico con la
tradición, la naturaleza y la contemplación; en otras palabras, la esencia de
lo que es este país oriental actualmente, una nación líder en industria y tec-
nología, pero que alberga de forma especial su acervo cultural y tradicional.
El anime se ha vuelto un ala de Japón, no solo por la función que ha
cumplido de extensión cultural, sino también por lo clave que ha sido para
el dinamismo de la economía al atraer turistas y buena cantidad de divisas,
en consecuencia al consumo mundial de filmografía, videojuegos, series de
animación y por su uso en campañas publicitarias de empresas. Según la
revista Nippon Una ventana a Japón, tan solo en 2017 los ingresos totales
de las 255 productoras de anime superaron los 200.000 millones de yenes, lo
equivalente a más de 1.896 millones de dólares.

Influencia en la cultura colombiana


Para nadie es un secreto que el anime ha tenido una fuerte incursión en
Colombia, su acogida por parte de este mercado ha sido considerable y mu-
chos, aunque no sean consumidores frecuentes, lo consideran una parte que
marcó su infancia. Esta forma audiovisual de entretenimiento se involucró
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masivamente en la vida de muchos colombianos debido a la adquisición de


la televisión a color en la segunda mitad del siglo XX (Jáuregui, 2019).
También hay un punto interesante que es necesario mencionar para di-
mensionar la relación que se dio entre las dos culturas por medio del anime:
la llegada de Súper Campeones. Según el fundador del foro DZ, Juan Camilo
Rodríguez, este anime llegó justo en un momento de furor futbolístico, as-
pecto muy marcado de la cultura colombiana, que lo llevó a tener una fuerte
acogida porque se encontraba la identificación como punto de partida, por
medio del contenido que estaba siendo emitido. Hablando sobre lo que con-
tinuó a este hecho, Juan Camilo (2019) afirmó lo siguiente:

Después de la acogida a los jugadores de fútbol en anime, llegaron los canales


privados y la necesidad de contenido los puso a transmitir más y más series
de anime como Dragon Ball, Dragon Ball Z, Ranma ½, Caballeros del Zodíaco o
Sailor Moon, que hicieron boom en Colombia. Desde allí empezaron a aparecer
las primeras comunidades interesadas en la animación y la cultura japonesa, las
primeras tiendas, etc.

Ya luego con ayuda del internet, del fácil acceso que se tiene a otras
culturas por este medio, las personas tuvieron la oportunidad de sumergirse
más en este tipo de entretenimiento y conocer mejor esta parte de la cultura
japonesa y así, crear lazos dentro del país como una comunidad que com-
parte un mismo interés con la sociedad japonesa.
Entonces, ¿cómo podemos realmente definir el anime?, ¿es realmente
necesario que sea un material producido en Japón para considerarse como
tal?, ¿es pertinente clasificar en esta categoría a cualquier tipo de caricatura,
tomando en cuenta que muchas personas lo hacen?
Es pertinente destacar lo que el anime representa; como se expresó ante-
riormente, este es un ícono de su país de origen, representa una cultura y en
él se pueden identificar comportamientos propios de ella. Es necesario tener
en cuenta que independientemente de su lugar de producción, es legítimo
tomar la postura de que el anime es un tipo de animación de origen japonés
que emplea su propio estilo, esto si no queremos mezclarlo con otro tipo de
animación como la de Koji Yamamura, y nombrarlo le hace tomar un lugar
propio, lo separa de otros tipos de animación como una caricatura que tiene
unas características diferentes que representan a una cultura específica, pero
que partiendo de estos puntos anteriores, puede ser elaborada en cualquier
lugar del mundo, en donde incluya estas características propias afines a su
esencia, su cultura, sin la necesidad de rechazar una serie como anime por-
que aunque cumple con su estilo, no está producida en Japón. Esta postura
frente a cómo definir un anime es más abierta, por eso mismo permite que
otras industrias que no pertenecen al país del sol naciente puedan elaborar
un buen contenido, de calidad, y libremente incluirlo en esta categoría si cum-
ple sus parámetros de estilo.

Referencias
• Jáuregui, D. (2019). ¿Por qué el anime es tan popular en Colombia? Recuperado de: https://www.
senalcolombia.tv/cultura/anime-manga-otaku-japon-influencia
• López, A. H. (2012). Controversia sobre el origen del anime. Una nueva perspectiva sobre el primer dibujo
animado japonés. Con A de animación, (2), 106-118.
• Meo L.A (2016) Aproximaciones al anime: producción, circulación y consumo en el siglo XXI. Recuperado
de: https://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/question/article/view/3416/2874
• Nippon.com. (2018). La industria del anime hizo en 2017 más de 200.000 millones de yenes. Recuperado
de: https:/www.nippon.com/es/features/h00279/

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