C Michel Maffesoli Anomia y Tragedia en
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4 Biblioteca
la E".2
~I I~ I ~ 111111111
LA TAJADA DEL DIABLO
Compendio de subversión posmoderna
por
MICHEL MAFFESOLI
siglo
veintiuno
editores
siglo xxi editol'es, s.a. de c.v.
CERRO DEL AGUA 248, DELEGACiÓN COYOACÁN, 04310, MÉXICO, D.F.
061492
[9]
la ANOrvllA YTRACEDlA EN EL MUNDO HISPANO
2 Bárbara Brandli y Guillermo Dávila, .. .Así con las monos, Caracas, Fundación
Neumann, 1979.
14 aMIA YTRAGEDIA EN EL MU. 00 HISPANO
g Jacques Galinier, La milad del mundo, cuerpo y cosmos en los ?iluaies olomíes, presen-
'1 Cf. los siempre eruditos y estupendos trabajos sobre la conceptualización del dia-
blo en las sociedades indígenas de Félix Báez. Véase también del mismo autor, "La
satanización de las deidades mesoamericanas (perversiones y fantasías en el imagina-
rio colonial) ", en Rilas y C11!lmcias del nuevo milenio, Una pcrs/Jecliva lra1lScullumL Revista
Académica para el esludio de las 11!ligiones, t. 11I, México, ALER, 2000.
16 ANOMIA YTRAGEDlA EN EL MUNDO f·iI ~ O
5 cr.
las interesantes reflexiones en torno a la anomia en América Latina de Lidia
Girola, Anomia e individualismo. Del diagnóstico de la mademidad de Du,.kheim al pensa-
miento contemporáneo, tesis de doctorado, U AM, l\léxico, Facultad de Ciencia Politicas
y Sociales, 2001.
ANOMIA YTRACEDIA E EL MU DO HISPANO 17
(Eslructum de la acción social) -que planteaban la anomia como un
desajuste respecto del orden social y económico, resultado de una
sensación de confusión y pérdida de orientación respecto de los
medios y fines-, tienen una fuerte relación, desde el punto de vi ta
sociológico, con la concepción moderna del bien y del mal, del
mejor comporlamiento para llevar al mundo al paraíso del progreso,
a la felicidad, y por lo tanto acusan de comportamiento maligno a
todos aquellos que están fuera de la norma, que merecen ser erradi-
cados por el bien de la humanidad. Sin duda esta concepción anó-
mica de los desajustes en los grupos o individuos ha sido la concep-
ción o interpretación negativa de la anomia, que ha justificado los
más impactan tes colonialismos modernos, sean económicos, políti-
cos o culturales. Más aún, no ha faltado quien haya calificado estas for-
mas de comportamiento de "primitivas", bárbaras, análogas a la de
los pueblos originarios y la poblaciones llamadas "autóctonas", y
finalmente al mal que la modernidad debe erradicar.
En América Latina, el advenimiento del pensamiento de la moder-
nidad junto con la interpretación de la sociología clásica llevaron a
desaprobar los comportamientos anómicos, más aún, el ideal del
hombre universal ha llevado a desdeñar la potencia de formas de
actuar diferentes del orden establecido provenientes de una tradi-
ción cultural autóctona, del terruño, de lo popular, al punto de adje-
tivar la torpeza, la falta de "finura", con el vocablo de indio.
Sin embargo es evidente que la actualidad y la historia de la vida
cotidiana se han encargado de mostrar que la percepción y la con-
cepción de un comportamiento anómico no siempre están ligadas al
logro del bien y del progreso. Para dar una imagen ilustrativa habría
que mencionar la situación vivida desde mediados de los años noven-
ta por los países llamados desarrollados (Suecia, Francia, Japón, por
nombrar algunos) con sus elevados índices de suicidios y comparar-
la con la de los países en vías de desarrollo, incluidos los de América
Latina. Si comparamos estos altos índices con los altos niveles de
modernización (elecu-ificación, agua potable, grado de alfabetiza-
ción, autopistas, etc.) encontramos sin duda que existe un lazo e tre-
cho entre los dos fenómenos. Esta concomitancia entre los modos
modernos de vida productiva y los índices de uicidio es fuertemen-
te dependiente de lo que podríamos denominar el "índice de socia-
lidad", definido como el grado de asociación, complicidad, solidari-
dad colectiva, compromisos acordados en un grupo o colectividad
(simbólicos, virtuales o concretos) de manera informal. Para decirlo
18 ANOMlA YTRAGEDlA EN EL MUNDO HISPANO
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ANOMLo\ YTRAGEDIA E EL MUNDO HISPANO 21
la sociología latinoamericana continuar marchando en términos
dualistas, cuyo concepto de anomia fue su punta de lanza para desig-
nar el bien y el mal, el deber ser y los contrastes de la existencia
misma? ¿Qué decir aun de la asociación anomia-sociedad-trágica y
sociedades latinoamericanas?
Efectivamente, el término de anomia se puede analizar desde otro
punto de vista, incluso dentro de la misma sociología europea. Una
referencia precisa de ello es la propuesta de J.-M. Guyau, quien ve en
la anomia, más allá de la desestructuración del cuerpo social, un
medio para reafirmarlo, entendiendo bien que este cuerpo social no
es una entidad abstracta, universal, sino lo contrario, es el pequeño
cuerpo particular que se crea y se vuelve a crear sin cesar a través de
una duplicidad compartida. Es este secreto el que crea, de manera
más cercana, la sociedad. Sociedad concreta que difunde o bien
detiene (de una manera mucho más eficaz que las fuentes oficiales
de información) las maneras de ser, los modos y costumbres de con-
sumo, sin olvidar, por supuesto, las diversas visiones del mundo,
características todas ellas de una época dada. En este sentido se in is-
te en que para comprender bien una época no está de más enfocar
la mirada sobre lo informal y el innegable elhos que éste ecreta. Jean-
Marie Guyau fue un sociólogo que tuvo la mala o buena fortuna de
morir muy joven, pero incluso Durkheim no tuvo problemas en reco-
nocer que de él tomó prestado el término en cuestión. Ahora bien,
dentro de la perspectiva de Guyau, la anomia nunca contuvo un
punto de vista peyorativo y es dentro de esta perspectiva dentro de la
que hay que situar la reflexión, es decir, mirar todo aquello que está
del oU'O lado de la ley, la norma o la moral. Anomia, desde la pers-
pectiva de u etimología, contiene la a privativa, es decir, más allá o a
pesar de la ley. Por lo tanto, es innegable que el término esboza el
hecho de que en todas las sociedades existe siempre una necesidad
de desorden fecundo; es ésta la idea de la violencia fundadora.
Otro sociólogo francés que ha hecho un interesante texto al res-
pecto (1972) esJean Duvignaud, quien mueSlTa que el orden funda-
cional de las diferentes épocas históricas, por ejemplo el Rena-
cimiento, descansa en primera instancia en un desorden. Y es
precisamente esta lógica y dinámica la que es importante subrayar, en
la medida en que muestra claramente, en los diferentes ejemplos
esbozados, que la sociedad europea y occidental es una sociedad obs-
tinada en la búsqueda de la securización, sea ésta social, política, cul-
tural, económica o existencial. En Francia, esta obstinación se ha
f r F~elfOTECA 061~92
~&f. tRNANoO ~ 5 0 R
22 ANOMLA YTRAGEDLA EN EL MUNDO HISPANO
ANOMIA y PIRATERÍA
ANüt>IlA y RESISTENCIA
m.llA y MESTIZAJE
10 Cf. para el caso de México el atinado libro de Lourdes Arizpe, Los ,.e/os culturales
de México, México, CRlM /Manuel Porrúa/Cámara de Diputados, 2004.
ANO~IL>\ y TRAGEDIA EN EL MUNDO HISPA O 39
condenables, primero por la inquisición, luego por la medicina ofi-
cial republicana) representan en la actualidad una de las atracciones
más emblemáticas del mundo posmoderno, no nada más para los
turistas, sino para las empresas de la farmacéutica, de la alimentación
y la bioquímica. Sin mencionar la voluminosa publicación de revistas,
los programas de cable, los productos y ventas por televisión de tipo
homeopático, productos con una plusvalía étnica que no dejan de ser
una muestra palpable de que en la cotidianeidad siempre se llega a
superar, a rodear, a contornear, a evadir y a esquivar las reglas for-
males que pretenden sentar las bases del deber ser y del deber hacer.
Es notoria igualmente, para el caso concreto del turismo en
América Latina, la enorme frecuencia con que los turistas europeos
tienen como destino estos países con plusvalía étnicamente agregada
(Perú, BoLivia, Ecuador, Guatemala, México, yen este último el sures-
te: Chiapas, Oaxaca, la península de Yucatán), todos ellos sin duda en
busca de lo étnico, lo exótico, digámoslo en palabras llanas: en busca
de lo bárbaro y lo salvaje que revista de encanto la saturación de un
racionalismo poco prometedor. En este sentido, las múltiples mono-
grafías referentes a Dionisos (al extranjero) en la cultura de la Grecia
clásica es un dato que no hay que desdeñar. Sin duda sería anodino
y ocioso para algunos sociólogos integrantes de la inteliguentsia inte-
resarse por estos aspectos y preguntarse acerca de la proveniencia de
dicha atracción por la mezcla. Cabe decir que, en todo caso, todo
esto no nada más tiene que ver con una etnografía de los destinos
turÍ ticos de moda, sino con una visión posmoderna del mundo que
va permeando sistemáticamente las sociedades y las poblaciones en la
actualidad. ¿ 10 vemos aquÍ algo que se relaciona con el pa o del anti-
guo colonialismo territorial al coloniali mo turístico posmoderno de
las imágenes exóticas, que va a la par asimismo con la superación del
miedo al Otro y el arribo de la atracción por los Otros?
Esta dinámica procedente de la saturación del mundo ilustrado y
racionalista ha logrado dar una nueva significación a las culturas étni-
cas y a sus reivindicaciones, incluso en el seno mismo de las culturas,
pues si bien dichas reivindicaciones siempre han existido pocos han
sido los momentos de gloria en un mundo industrioso y proyectista.
¿ o será acaso que esta saturación racionalista en el mundo occi-
dental, bien conocida por todos, permite ahora que exi ta un auge y
una legitimación de dichas reivindicaciones originaria? Ciertamente
esto no significa que el racismo desaparezca, pue se trata más bien
de una constante antropológica que la intención moralista de la polí-
ANO (lA YTRAGEDlA EN EL MUNDO HISI'ANO 39
condenables, primero por la inqui ición, luego por la medicina ofi-
cial republicana) representan en la actualidad una de las atracciones
más emblemáticas del mundo posmoderno, no nada más para los
turistas, ino para las empresas de la farmacéutica, de la alimentación
y la bioquímica. Sin mencionar la voluminosa publicación de revistas,
los programas de cable, los productos y ventas por televisión de tipo
homeopático, productos con una plusvalía étnica que no dejan de ser
una muestra palpable de que en la cotidianeidad siempre se llega a
superar, a rodear, a contornear, a evadir y a esquivar las reglas for-
males que pretenden sentar las bases del deber ser y del deber hacer.
Es notoria igualmente, para el caso concreto del turismo en
Amélica Latina, la enorme frecuencia con que los turistas europeos
tienen como destino estos países con plusvalía étnicamente agregada
(Perú, Bolivia, Ecuador, Guatemala, México, yen este último el sures-
te: Chiapas, Oaxaca, la península de Yucatán), todos ellos sin duda en
busca de lo étnico, lo exótico, digámoslo en palabras llanas: en busca
de lo bárbaro y lo salvaje que revista de encanto la saturación de un
racionalismo poco prometedor. En este sentido, las múltiples mono-
grafías referentes a Dionisos (al extranjero) en la cultura de la Grecia
clásica es un dato que no hay que desdeñar. Sin duda sería anodino
y ocioso para algunos sociólogos integrantes de la inteliguentsia inte-
resarse por estos aspectos y preguntarse acerca de la proveniencia de
dicha atracción por la mezcla. Cabe decir que, en todo caso, todo
esto no nada más tiene que ver con una etnografía de los destinos
turísticos de moda, sino con una visión posmoderna del mundo que
va permeando sistemáticamente las sociedade la poblaciones en la
actualidad. ¿No vemos aquí algo que se relaciona con el paso del anti-
guo colonialismo territorial al colonialismo turístico posmoderno de
las imágenes exóticas, que va a la par asimismo con la uperación del
miedo al Otro y el arribo de la atracción por los Otros?
Esta dinámica procedente de la saturación del mundo ilustrado y
racionalista ha logrado dar una nueva significación a las culturas étni-
cas y a sus reivindicaciones, incluso en el seno mismo de las culturas,
pues si bien dichas reivindicaciones siempre han exi tido pocos han
sido los momentos de gloria en un mundo industrioso y proyectista.
¿ o será acaso que esta saturación racionalista en el mundo occi-
dental, bien conocida por todos, permite ahora que exista un auge y
una legitimación de dichas reivindicaciones originarias? Ciertamente
esto no significa que el racismo desaparezca, pues se trata más bien
de una constante antropológica que la intención moralista de la polí-
40 ANOMlA YTRAGEDlA EN EL M DO HISPANO
tica quiere tomar como punta de lanza. Sin duda en América Latina
todavía existen los fenómenos de clases (descritos tan acuciosamen-
te por los servidores del marxismo), provenientes de un mundo colo-
nial y modernista, y una fuerte impregnación imaginaria de un pa-
raíso blanco (particularmente en las poblaciones mestizas del
continente), pero eso no ha borrado, sin embargo, la intensa creati-
vidad que va más allá de todas estas muletillas históricas. El imagina-
rio también tiene su campo de fuerza que se expresa sin duda con
mayor claridad en las instancias de la creatividad; sean éstas econó-
micas, políticas, visuales, estéticas, etc. He aquí el meollo del asunto
que queremos invitar a tomar en cuenta.
MICHEL MAFFESOLI
DA! IEL GUTIÉRREZ M.
Ciudad de México-Paris
abril de 2004
compendio de subversión posmodema
P
ara OO"ltIlUar su anafisis de la sociedad contemporánea,
pomendo atenaóo al presente, a sus diversas tribus, al
desarrolo del nomadismo, a la enslS de la poiilica, como lo
VIene haciendo desde hace lretnla años, M'1CheI Maffesoi
acomete, en esta 00", el delicado problema de la parte de
sombra de nuestro mundo: el tugar del mal.
Silenoosa o ruidosa, la revuelta gruñe. Pasividad con
relación al trabajo, abstención polltica. contracción de la vida
social en general, o también rodeos automovillsticos. aglorne--
raciones festivas y musicales y otras formas de efervecencia
son síntomas de ello.
Pero la parte destructiva, la del exceso, ¿no es la Que
precede una nueva armonia?
Como no fallan abogados de un Dios bienhechor con dis-
tinlos nombres -Estado, Contrato, Instituciones, Individuo-,
ni siquiera de representantes de los distintos conformismos
de pensamiento. ¿no es tiempo de observar serenamente, y
quizá de integrar, esta extraña "tajada del diablo"?
sociedades posmademas
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