Bible">
Lectura Semana 1
Lectura Semana 1
Lectura Semana 1
Introducción
El presente curso aborda la temática de la consejería bíblica y cristiana
dando prioridad fundamental a la Palabra de Dios, reconociendo que este es un
ministerio que debe ser desarrollado por toda la iglesia, algo que se comprueba
más adelante en las páginas del curso.
Por otro lado, hago notar que la consejería es un ministerio que es parte
del hacer discípulos, es decir, es parte de la missio dei. Por medio de la consejería
estamos discipulando en forma individual a los creyentes para que estos puedan
aplicar las Escrituras en los problemas que les surgen en el diario vivir.
Así que este manual es útil para todos los que trabajan en el ministerio,
pastores, evangelistas, misioneros, pastores de jóvenes, maestros de escuela
dominical, líderes de ministerios (damas, varones, niños, jóvenes, matrimonios
jóvenes, etc.), profesores guías, maestros, consejeros y demás personal de
escuelas cristianas. En general, para toda la iglesia. Así como la Gran Comisión
de hacer discípulos es un llamado para toda la congregación, las labores de
aconsejamiento es un llamado que ningún creyente puede eludir.
Capítulo 1
Principios Bíblicos en el Aconsejar
Objetivos
1. Comprender que la consejería bíblica debe basarse en una visión de
mundo según las Escrituras.
2. Comprender que las Escrituras son las que fundamentan nuestro
consejo y vida cristiana.
Introducción
Los términos consejería y aconsejamiento no pertenecen al español
según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), por lo menos no
en la connotación que nosotros les damos. Estos vocablos más bien son una
traducción de la jerga evangélica de la palabra inglesa counseling, una palabra
que
describe una de las funciones más importantes del ministerio pastoral y de todos
los miembros de una iglesia.
Con la expresión “consejería bíblica” me refiero a aquella que tiene
como fundamento las Sagradas Escrituras. Con esto quiero decir que la Biblia es
la que define las motivaciones, los objetivos y las estrategias de la consejería.
Son las Escrituras las que nos dan el fundamento teórico para la práctica de
aconsejar.
Con esto me refiero no solamente a la parte espiritual sino todas las
partes del ser humano porque somos seres integrales. A veces creemos que
como cristianos podemos aconsejar sólo en el campo de las cosas espirituales,
pero según la Escritura todas las cosas son espirituales, todas están
interrelacionadas. Un problema de ira es espiritual, un problema matrimonial es
espiritual, etc. La Biblia es suficiente para cambiar vidas, no solo los problemas
"espirituales" (Salmo 119).
El consejero bíblico
Hoy en día existe la idea generalizada de que los únicos que pueden dar
la consejería son los psicólogos, psiquiatras, orientadores u otros profesionales
de las ciencias sociales. Pero la Biblia dice otra cosa, ella afirma que la consejería
no es exclusiva para los expertos o profesionales. La consejería no es una ciencia
es una cuestión espiritual.
La Biblia dice que la consejería puede ser dada por parte de toda la
iglesia (Ro 15:1, 14; Ga 6:1-2; Col 3:16; 1 Ts 4:18; 5:11; Hb 3:13; Stg
7
5:16). Adams, lo expresa de la siguiente manera: “Dios llama a cada aconsejar a
otros en algún punto, algún tiempo, sobre algo.1” Con respecto a Galatas 6:1,
Adams continúa diciendo: “La orden es clara: todos tenemos que restaurar a
cualquier hermano o hermana a quién Dios haya colocado providencialmente en
nuestro camino cada día”2.
La Consejería Bíblica es parte del discipulado cristiano que Dios nos
llama a hacer en la Gran Comisión (Mt 28:19-20) como parte de la missio dei, este
nos dice que debemos hacer “discípulos” en todas las naciones. Y parte del
discipulado cristiano es ayudar a los creyentes a que se conduzcan según la
Palabra de Dios, y una forma de hacer esto es mediante la consejería bíblica.
Así, que si el mandato de la Gran Comisión es para todos los creyentes, la
consejería también es un mandato para todos los creyentes.
John McArthur por su parte lo describe de la siguiente manera “desde
los tiempos apostólicos, la consejería se ha realizado en la iglesia como una
función natural de la vida espiritual del cuerpo de Cristo. Después de todo, el
nuevo testamento manda a los creyentes: "amonestaros los unos a los otros";
“exhortaos los unos a nosotros”; "animaos unos a otros, edificaos unos a
otros"; "confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para
que seáis sanados”3. Todos en un momento u otro necesitamos consejo del
otro, o damos consejo a otros. Esto es un ministerio mutuo entre los creyentes.
Por supuesto, el cristiano laico no debe andar buscando problemas que
resolver entre los hermanos, esto es ser un entrometido, lo que lo vuelve un
pecado (2 Tes 3:11), más bien, debe dar consejería cuando Dios ha colocado a
otro en su camino4.
Es una necesidad que cada ministerio de la iglesia realice consejería, los
pastores, misioneros, maestros de escuela dominical, pastores de jóvenes, líderes
de varones o mujeres, etc. Cada uno de estos ministerios tiene bajo su cargo la
responsabilidad de una parte del Cuerpo de Cristo, y estos tienen la necesidad
de recibir consejo bíblico.
Por supuesto, tampoco niego que puede haber especialistas en
consejería bíblica5, y que en algunos casos podrían resultar necesarios, pero
1 Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 13.
2 Ibíd., p. 14.
3 MacArthur, J. Una nueva mirada a la consejería bíblica, p.17
4 Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 16.
5 Con esto me refiero a pastores que conocen lo suficiente la escritura como para
poder aplicarla
en diversos casos prácticos. No me refiero en ninguna manera a expertos en
psicología.
tampoco hay que pensar que la consejería es exclusiva de estos últimos, la iglesia
en sí es una comunidad terapéutica6.
Atkinson y Field7 y nos dicen “La iglesia debería constituir la mejor
comunidad terapéutica del mundo. A diferencia de cualquier otra, centrada en
un consejero psicológico y sus clientes, la iglesia no es una comunidad artificial.
Enfatiza la aceptación (Ro 15:7); el perdón (Ef. 4:32), la compasión (Fil 2:1; Col
3:12) y la gracia; es decir, un amor incondicional y divino (Jn 13:34, 35; Ro 12:9,
10; 1 Co 13; Gá 5:13). Estás cualidades nacen del hecho de que han recibido la
aceptación, el perdón, la compasión y la gracia de Cristo. Por tanto, se crea una
verdadera comunión… La verdadera comunión debería ofrecer seguridad, y ser
el terreno perfecto para sanar las heridas y alcanzar la madurez”.
Ahora, como lo dije anteriormente considero que puede haber
especialistas en consejería bíblica y uno que es llamado a esto, es el pastor de la
iglesia. El pastor es esencialmente llamado a la tarea de aconsejar, el ha sido
llamado a pastorear la grey, y esto incluye la labor de la consejería. Adams
menciona “si bien todo cristiano tiene que ser un consejero para su hermano
cristiano, la obra de aconsejar, como una vocación especial es asignada
particularmente al pastor”8. El pastor ha sido llamado a la consejería como su
función u oficio dentro de la iglesia, además, de la labor de la predicación.
Al pastor Dios le ha dado la carga y la autoridad para ejercer el
aconsejamiento. Adams, nos menciona que los pastores si son llamados a
“buscar los problemas entre los miembros de la iglesia, con miras a cortarlos de
raíz. Como pastores, no se les requiere sólo que se hagan cargo de los
problemas con los cuáles tropiezan en su camino, sino que han de vigilar sobre
las almas (vidas) de cada miembro”9 (Hb 13:17).
Por otra parte, hay personas con dones especiales dentro de la iglesia
que pueden apoyar al pastor en situaciones específicas. Por ejemplo, puede que
hayan personas que Dios los ha dotado de una mayordomía excelente de sus
finanzas, por tanto, el pastor puede recurrir a ellos cuando se busca dar consejo
a una persona que tiene problemas en esa área.
La consejería y la Biblia
En la consejería bíblica la revelación especial de Dios en las Escrituras
tiene preponderancia. Dios se ha revelado a nosotros a través de la Biblia, esto
es lo que los teólogos han llamado “revelación especial”. Así, Dios en las
6 No importa si la persona es una experta o no, lo que realmente es importante es
si el consejo fue
bíblico o no lo fue.
7 Atkison y Field. Ética Cristiana y Teología Pastoral, p. 80.
8 Adams, J. Manual del Consejero Cristiano, p. 23.
9 Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 16.
Escrituras nos revela en forma especial las verdades sobre si mismo, y sobre la
relación del hombre en cuatro dimensiones: su relación con Dios, su relación
consigo mismo, su relación con su prójimo y su relación con la creación.
No hay nadie que conozca mejor el ser humano que el Dios que lo
creo, y este se ha revelado en las Santas Escrituras para guiarnos en los asuntos
prácticos de las Escrituras. Así, las Escrituras son la única fuente de autoridad
para resolver nuestros problemas espirituales (Sal 119:9; 24, 98-100; Jn 6:63; 2
Ti 3:16-17). La consejería sin las Escrituras es una consejería sin el Espíritu
Santo. 2 Timoteo 3:16 nos dice que las Escrituras son útiles para perfeccionar a
lo santos, mediante lo que podemos considerar los medios de la consejería
bíblica: enseñanza, reprensión, corrección e instrucción. Dios es el verdadero y
único consejero, nosotros solamente somos sus voceros.
Adams nos dice: “Sólo la palabra de Dios mismo puede decirnos
propiamente como hemos de cambiar. Sólo en la Biblia puede hallarse la
descripción veraz del hombre, su situación apurada y difícil y la solución que da
Dios en Cristo. Sólo las escrituras pueden decirnos qué clase de personas hemos
de llegar a ser. Sólo Dios puede mandar, dirigir, y dar poder para efectuar los
cambios apropiados que van a permitir a los hombres, a los cuales él redime, a
que renueven su propia imagen corrompida por la caída.”10
La Palabra de Dios es suficiente para conducirnos en la vida
piadosamente. La Palabra trata todo lo que necesitamos. No hay un versículo
para cada tema, eso sería demasiado simplista, pero habla sobre todos los temas.
Podemos resumirlo en la expresión "En la Biblia no esta todo, pero habla de
todo". La Biblia no es una enciclopedia, e ir a ella con la actitud enciclopedista
de la era de la información es incorrecto. Ella no está acomodada así. Por
supuesto, hay temas que en la Palabra de Dios que si tiene versículos concretos,
pero, en muchos otros casos solo contamos con principios bíblicos, y estos hay
que explicarlos a las personas.
Lo que nos dice la Biblia es que pensemos bíblicamente y visualicemos
las cosas desde la perspectiva de la Escritura. Por ello, la consejería cristiana
debe hacerse desde una verdadera cosmovisión bíblica. Por tanto, sus conceptos
sobre Dios, Jesucristo, el hombre, el pecado, los medios de la gracia, la vida y
del mundo en general; deben partir de las Sagradas Escrituras.
La consejería y el ser humano
La consejería bíblica debe de partir de una antropología bíblica y no de
una humanista o de otro tipo. Recomiendo que un consejero cristiano haya
leído libros y tomado cursos de antropología bíblica, ya que es esencial el
10 Adams, J. La práctica de la consejería, pp. 31-32.
La consejería y la santificación
El único tratamiento para el pecado es la justificación por la fe y la
santificación progresiva por medio del Espíritu Santo. El hombre debe confesar
su pecado, arrepentirse y aceptar el perdón de Dios. En el fondo la consejería
bíblica es una aplicación de los medios de santificación. R.C. Sproul nos
menciona sobre el papel santificador del Espíritu Santo “Es tarea del Espíritu
Santo hacernos santos. Él nos consagra. El Espíritu Santo cumple el papel de
santificador. Ser santificado es ser hecho santo o justo. La santificación es un
proceso que comienza en el instante en que nos convertimos en cristianos. El
proceso continúa hasta nuestra muerte cuando el creyente es hecho justo por
última vez, completamente y para siempre”14.
La santificación en las Escrituras es un estado pero también es un
proceso. De cierta manera somos santos e igualmente Dios nos está
santificando. Ningún cristiano puede afirmar “es que yo soy así”, eso es negar el
proceso de santificación. Nosotros como creyentes estamos siendo santificados,
14 Sproul, R.C. Las Grandes Doctrinas de la Biblia, p. 135
Conclusión
Hemos visto como las Sagradas Escrituras son el fundamento de la
obra de consejería. Ellas son indispensables para la tarea del aconsejamiento que
debe ser realizada por toda la iglesia, especialmente por aquellos que Dios ha
llamado al servicio pastoral. Estudiemos y meditemos en la Palabra para que
conduzca nuestras vidas y nos ayude a conducir a otros.
Capítulo 2
Consejería y los problemas humanos
Objetivos
1. Conocer los tipos de problema que habla la Escritura.
2. Comprender lo que la Biblia nos dice acerca de los problemas
humanos.
3. Conocer tres tipos diferentes de consejería que el autor considera que
pueden ser usados en diversas circunstancias.
Tipos de Consejería
En mi caso voy a plantear que hay tres tipos de consejería cristiana que
se pueden utilizar en diversas ocasiones con problemas no orgánicos:
Consejería noutética o de amonestación
La consejería noutética es un término acuñado por el Dr. Jay Adams,
viene del griego nouteteo o nouthesia que significa: amonestar, advertir, instruir.
La palabra noutheteo o nouthesia se refiere a la “instrucción de
palabra”, tanto si es de aliento como, en caso necesario, de reprensión o
reproche. Significa poner en mente, amonestar (Hch 20.31; Ro 15.14; 1 Co 4.14;
Col 1.28; Col 3.16: “exhortándoos” en la Reina Valera 1960; «amonestándoos»
en la VM; 1 Ts 5.12,14; 2 Ts 3.15). Se traduce «exhortándoos» en Col 3.1638.
Con consejería noutética o de amonestación me refiero a aquella en la
cual se debe exhortar a un hermano por un pecado cometido. Lo que buscamos
con la misma es que la persona norme su vida con respecto a las Escrituras. Se
incluye en este caso las personas que necesitan ser restauradas.
Consejería paraklética o de consuelo
El termino consejería paraklética lo acuñe basándome en el termino
griego “parakaleo” que significa “llamar al lado de uno”. Se traduce con el verbo
consolar en Mt 2.18; 5.4; Lc 16.25; Hch 15.32; 16.40; 20.12; 2 Co 1.4, dos veces;
v. 6; 2.7; 7.6,7,13; 13.11; Ef 6.22; Col 2.2; 1 Ts 3.7.Es traducido “alentar” en 1
37 Adams, J. Manual del Consejero Cristiano, p.36.
38 Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento, W.
E. Vine (versión digital)
20
Ts. 4:18, aparece como animar en 1 Ts 5.11, “animaos unos a otros”,
“confortar” en Col 4.8 y 2 Ts 2: 17.
Es importante que el termino “Parakletos” es el mismo que traduce
como “Consolador” y se usa para Jesucristo y luego para el Espíritu Santo.
Significa literalmente “llamado al lado de uno, en ayuda de uno”, y sugiere la
capacidad o adaptabilidad para prestar ayuda. Se usaba en las cortes de justicia
para denotar a un asistente legal, un defensor, un abogado; de ahí, generalmente,
el que aboga por la causa de otro, un intercesor, abogado, como en 1 Jn 2.1, del
Señor Jesús. En su sentido más amplio, significa uno que socorre, que consuela.
Cristo fue esto para sus discípulos, por la implicación de sus palabras “otro”
Consolador, es decir, de la misma clase, al hablar el Espíritu Santo (Jn 14.16).
En 14.26; 15.26; 16.7 le llama el Consolador39.
Con este término me refiero a aquella consejería que consiste en dar
aliento y apoyo en medio de las situaciones difíciles de la vida, que son parte de
la misma. Por ejemplo, las diferentes situaciones de perdida como la muerte de
un ser querido, un hermano enfermo en el hospital, entre otros.
Consejería jodegotica o de guía
Este termino también es de mi autoría, y me baso en la palabra griega
“jodegos” que significa “guía en el camino” (jodos, camino; jegeomai, conducir,
guiar). Este termino se usa en forma literal en Hch 1.16, de guiar a los ciegos
(Mt 15.14; Lc 6.39); de guiar a fuentes de agua de vida (Ap 7.17). También se
usa figurativamente en (Mt 15.14; Mt 23.16, 24; Jn 16.13; Ro 2.19)40.
Con este tipo de consejería me refiero a aquellos casos donde se ayuda
a tomar una decisión a la persona conforme a las Escrituras. También es
aplicable cuando la persona ocupa algún tipo de asesoría para resolver un
problema de un tercero, o sobre un asunto de otra índole.
Como ejemplos de ellos podemos citar aquellos que tienen que ver con
cuestiones de decisiones vocacionales o ocupacionales acerca de su proyecto de
vida y cuestiones académicas, por ejemplo, la persona que no sabe que
profesión seguir, la persona que tiene problemas con selección de empleo, la
decisión sobre a cual universidad asistir, la persona que no tiene claro cuál es su
llamado para el ministerio cristiano. Cuando un consejero tiene que dar consejo
acerca de estos casos vocacionales-ocupacionales, llamo esto “Pastoral
Académica” o “Pastoral Vocacional”. Si quiere más información sobre este
tema puede ver el texto de MINTS escrito por su servidor llamado “Pastoral
Académica y Vocacional”.
39 Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento, W.
E. Vine
(versión digital)
40 Ídem.
Conclusión
En este capítulo hemos podido observar lo que la Escritura dice acerca
de los problemas humanos. Hemos visto que los problemas humanos tienen
diferentes causas y por tanto, diferentes formas de afrontar los problemas.
Como consejeros debemos tener sabiduría para poder discernir cómo debemos
abordar cada caso. Está sabiduría sólo Dios puede darla a través de su Palabra y
por medio de su Espíritu Santo. Apoyémonos siempre en Dios, la Biblia y el
Espíritu, Él es quién nos hace competentes para la obra.