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Historia de La Aguja de Coser
Historia de La Aguja de Coser
Historia de La Aguja de Coser
Sería obvio decir, que utilizamos la aguja de coser desde que nos vestimos, pero
es cierto. Su invención es tan antigua como la civilización humana. Se han
hallado agujas de hueso de reno, de colmillo de morsa o marfil de mamut en
cuevas habitadas por el hombre del Paleolítico hace 40.000 años. En CurioSfera-
Historia.com, te explicamos la historia de la aguja de coser, su origen y
evolución.
Aquellas agujas alcanzaban un alto grado de perfección: hace 20.000 años se cosía
en las cuevas prehistóricas del sur de Francia con agujas de hueso que podrían
usarse hoy dado el grado de perfeccionamiento alcanzado. Así confeccionó el
hombre primitivo las capas y mantos que le protegían del frío.
Además de la aguja se necesitaba hilo y dedal. Como hilo se utilizó fibras vegetales
y tendones finos de animales, generalmente el ciervo y el toro; también se recurrió
a otro tipo de fibra: hay que tener en cuenta que el hilado y el tejido son artes muy
antiguas.
De hecho la aguja de hueso era más resistente que la aguja de cobre, por eso la
aguja egipcia, que era muy larga, se rompía con facilidad, por lo que se
aprovechaban los fragmentos para confeccionar agujas más pequeñas.
Para competir con Alemania e Inglaterra los franceses inventaron la aguja inglesa,
es decir: utilizaron las mismas técnicas y materiales que los ingleses, y la
competencia se trasladó a los precios que estuvieron a punto de hundirse. Los
alemanes vendían sus agujas de doce francos el millar, a siete francos. Los
franceses no pudieron aguantar el empujón y sus fábricas de Lyon y París
desaparecieron.
Los alemanes continuaron bajando los precios, de cinco francos el millar pasaron a
tres, y luego a un franco y medio y se hicieron con el mercado. Hasta el primer
tercio del XIX, en que comenzó a introducirse la máquina de coser, la aguja fue el
único útil para confeccionar vestidos.
Algo tan simple como ella ha perdurado desde la Prehistoria hasta hoy sin grandes
cambios. Es uno de los ejemplos de invento nacido en estado de perfección.