Clase 45. Homiletica Clase 2
Clase 45. Homiletica Clase 2
Clase 45. Homiletica Clase 2
Clase 45
Homilética Clase 2
Homiletica Clase 2
Una vez que el predicador ha concretado el asunto y el objeto de su sermón en una frase que se
llama tema, la cuestión inmediata es cómo debe tratar el asunto para lograr el objeto que se
propone.
En la clase anterior, ya ustedes practicaron como buscar un tema, como ponerle un título
interesante, y como escribir tres puntos relacionados con el tema.
Ahora vamos al próximo paso. Vamos aprender a darle mayor cuerpo al mensaje. Pero hijos, no se
me asusten. Todo se trata de ir como el que construye una casa, paso a paso. No se trata de hacer
todo el mensaje del primer intento. Al contrario, si lo hace así, entonces lo estaría haciendo mal. Y en
este estudio le explico el por qué.
Antes de poner los pensamientos en orden, un plan relampaguea en la mente como una inspiración,
y el sermón se formula en pocos instantes, por lo menos en forma de bosquejo o esqueleto. Y está
bien hacer un esqueleto de nuestros pensamientos sin preocuparnos muchos del orden. Pero esto es
solo el principio, no podemos usar un bosquejo así para una enseñanza, pues no tendría la misma
efectividad y solo sería la mayoría de la veces, un estudio mediocre pues no hubo preparación. ¿Qué
podemos dar si no recibimos primero? Recuerden que mientras preparamos el mensaje, nosotros
mismos estamos recibiendo del Espíritu Santo.
Tal vez el predicador se sienta inclinado en alguna ocasión a renunciar al uso de un plan, por razón de
la dificultad en prepararlo. Parece tanto más sencillo seguir adelante diciendo buenas cosas,
formulando argumentos y lanzando exhortaciones que no tienen mucha relación entre sí, que da
origen a otro párrafo con ideas totalmente diferentes. Esto puede admitirse en la conversación,
cuando nos dedicamos a «anunciar el Evangelio» a otras personas. Pero en el púlpito nunca.
Si predica de una forma espontánea, sin una adecuada preparación, puede ser que también sea de
bendición, pues la Palabra de Dios no vuelve vacía. Pero la verdad que no se puede negar es que los
oyentes no recibirán una impresión tan profunda y perdurable del sermón si éste no sigue un plan
mejor que un simple conjunto de buenas ideas.
Es verdad que Dios se ha servido a veces de los medios más humildes para realizar su gran obra de
salvación de almas, y sermones sin orden lógico no han sido siempre sin fruto, pero tal modo de
proceder no es aconsejable en modo alguno cuando puede haber un propósito y una ordenación
clara del sermón. Una aglomeración de pensamientos buenos puede compararse a una turba que
trata de apoderarse de cierta fortaleza; puede tener éxito en algunas ocasiones, pero no podrá obrar
jamás con la eficacia de un ejército en el que cada hombre ocupa su lugar.
¿Saben por qué les sigo insistiendo tanto en este punto? Porque aunque lo que estoy diciendo es una
verdad absoluta y no solo una opinión, existe un gran porcentaje de cristianos que no valoran ni
creen en la educación del cristiano ni en el orden de un buen mensaje. Esto es inconcebible ya que es
como darle sobras a Dios y no lo mejor. Si leemos en el Antiguo Testamento las exigencias de Dios en
lo que se a él se le presentaba como ofrenda, entenderemos que a Dios no se le da lo que aparezca
sino lo mejor de lo mejor.
Un plan es necesario en todas las cosas: un arquitecto no principia a edificar sin antes haber trazado
un plano; un ingeniero civil no lanza sus brigadas al azar sobre las montañas sin haber antes ideado
por dónde debe pasar el camino que se propone construir. El predicador no debe lanzarse a trazar el
camino que se propone hacer llegar hasta el mismo corazón de sus oyentes, sin plan, excepto en
casos especiales en que tal preparación haya sido de todo punto imposible, y la inspiración del
Espíritu suple la imposibilidad del predicador; pero aun en tales casos de improvisación, los
predicadores convenientemente educados o experimentados suelen recibir la inspiración en forma
de un plan rápidamente concebido y en cuyo desarrollo puede notarse el poder de lo Alto. La misma
ayuda y poder puede notarse en el desarrollo de un sermón formulado con más tiempo y oración.
¿De qué maneras puede formularse el plan de un sermón una vez decidido el asunto o tema que se
va a tratar?
La sencilla figura de un trompo dibujado en la pizarra nos ha servido muchas veces para ilustrar a
estudiantes de Homilética el desarrollo que conviene dar a cualquier sermón. La cabeza del trompo
representa el tema, del cual parte la introducción; y el desarrollo consiguiente va ampliando y
robusteciendo el argumento hasta llegar a la conclusión, la cual es presionada por cada pensamiento
del sermón. Todos ellos pesan sobre la punta que deseamos clavar en las conciencias de nuestros
oyentes, determinando su decisión por Cristo o su resolución de poner en práctica la amonestación
del predicador sobre el tema que sea.
El tema o asunto lo representamos por una nube que se forma como consecuencia de la necesidad
espiritual que el predicador apercibe, como ensombreciendo la vida de sus oyentes. Dicha nube
produce un rayo que ilumina la mente del predicador: Es el texto apropiado a tal necesidad, el cual
origina un título adecuado e interesante. Del mismo modo que antes de la caída de un chaparrón se
producen muchos relámpagos innocuos, así surgen en la mente del predicador temas y textos que no
llegan a satisfacerle. Aparece, por fin, el más acertado de todos, el cual, rompiendo la nube, da lugar
a una lluvia de pensamientos.
Por ejemplo, usted se encuentra orando y pidiéndole a Dios que le muestre el mensaje. Al hacerlo, le
trae a su mente el pasaje de los amigos ayudando al paralítico acercarse a Jesús cuando el estaba
predicando en la casa de Pedro. De inmediato, usted hace una nota al respecto. Usted va a su Biblia y
buscando en la concordancia, encuentra el pasaje bíblico. Mientras lo lee, el Espíritu Santo le
muestra que el tema debe ser sobre los paralíticos espirituales, ahí esta su tema.
Luego empezamos a escribir las ideas que nos vienen a la mente sobre el mensaje. Esas ideas las
escribimos en forma de oraciones por separado. Por ejemplo:
Los amigos entendieron lo urgente que era poder legar hasta Jesús y ni una multitud de personas ni
un techo lograron impedirles lograr su objetivo.
La Conclusión viene al final, y esta será un resumen de toda la predica en una forma breve, haciendo
énfasis en los puntos que el predicador quiere dejar en el corazón del oyente. Pero sin insistir mucho
ni volver a predicar el mensaje. Recordemos siempre que cada cosa tiene su lugar, y esta es solo la
conclusión, que no se convierte en un segundo mensaje.
VERSÍCULO BIBLICO
TITUTLO
TEMA
INTRODUCCIÓN
I.
1.
2.
II.
1.
2.
III.
1.
2.
CONCLUSIÓN
Así, los puntos principales son indicados por números romanos: I, II, III, IV. Las subdivisiones, por
cifras: 1., 2,, 3., 4.
TEMÁTICO, el que se basa sobre un tema o asunto desarrollando varios versículos a través de la Biblia
pero con un SOLO tema. Por favor de tener cuidado de predicar varias predicaciones en un solo
mensaje. El mensaje temático tiende a ser persuasivo. Es como tener un pensamiento y buscar los
versículos que apoyen ese pensamiento.
Estas tres clases se subdividen en muchas otras según el carácter o procedimiento que se adopte
para el arreglo del sermón, pero por ahora, mantendremos la enseñanza lo más sencillo posible. Así
que olvide que existe más de lo que le acabo de explicar aquí.
Quiero hacer un comentario personal en este momento. Yo quisiera que ustedes pudieran ver la
belleza que es el prepararse educacionalmente en las cosas de Dios, como ustedes están haciendo.
No es para sentirnos superiores a nadie. Es que la educación nos pule, nos saca brillo, y hace que
podamos dar lo mejor de nosotros.
Imagínense que nosotros nunca hubiésemos ido a la escuela. No sabríamos leer, ni contar, ni tantas
otras cosas tan importantes en la vida. Entonces, ¿cómo es posible que tantos cristianos no valoren
la educación cristiana especialmente si ejercen algún ministerio?
Hoy día, la mayoría de los mensajes se vuelven exhortaciones repetitivas (regaños y condenaciones),
o mensajes persuasivos de como convencer a la gente en regalar dinero al predicador, o profecías
falsas, sacadas del aire, para manipular y dominar a las personas a hacer la voluntad de quien esta
diciendo tales profecías.
Por favor, noten que dije la mayoría de los mensajes y no todos los mensajes. Porque si es cierto que
existen muchos predicadores que se preparan bien, como Dios ordena.
Pero aparte de eso, en cuanto a la predicación y enseñanza en forma general, estamos en una crisis.
Escasean los buenos maestros de la Santa Palabra. Y gran parte de esta crisis es debido a que los
cristianos no estudian, lo quieren todo fácil sin sacrificar ni tiempo ni dinero. Y si uno quiere lograr
algo bueno en esta vida, solo se logra si uno esta dispuesto a pagar el precio.
Y esto, aunque a muchos les moleste, es una verdad que solo se puede corregir si la reconocemos y
hacemos algo al respecto.
Empezaremos hablando del sermón textual por ser el más fácil, sobre todo en su forma simple.
La costumbre de basar el sermón evangélico sobre un texto bíblico es muy antigua y en gran modo
recomendable.
Primero, necesitamos observar el mal uso que se le da a este tipo de mensaje, el cual es precioso,
pero cuando se le da un mal uso pierde esa belleza divina. Los textos bíblicos suelen ser usados
erróneamente en dos formas por los predicadores:
a) Como punto de partida para el sermón. Algunos predicadores hacen uso del texto como de una
especie de plataforma desde la cual se lanzan a hablar sin acordarse del lugar de donde vinieron. Los
que usan así su texto como excusa y no como base del sermón muestran tener poco respeto a la
Palabra de Dios y no serán estimados por una congregación de creyentes espirituales y fervorosos.
b) Como punto de socorro o apoyo. Otros predicadores dicen su texto y predican sin orden de
pensamientos más o menos buenos, pero que por lo general no tienen mucha relación con su texto.
Cuando el predicador se ve perdido, regresa al texto, lo repite y vuelve a lanzarse al mar de su
palabrería, en otra dirección muy diferente que la primera vez, usando como excusa de su nueva
disertación alguna otra palabra del mismo texto, pero el oyente que piensa lógicamente no puede
ver ninguna relación ni conexión entre esta segunda parte del sermón y la primera. Las
congregaciones sometidas a la tortura de esta clase de sermones nunca tienen una idea clara de lo
que se propone decirles el predicador y les es muy difícil recordar otra cosa que sus frases sueltas del
sermón.
SERMÓN TEXTUAL
El método más sencillo para preparar un sermón textual es el de comentar el texto palabra por
palabra. Hay textos muy buenos para esta clase de sermones, pero no todos sirven para tal
desarrollo, y muchos textos no pueden ser tratados de modo alguno en esta forma simple, pues
darían como resultado un galimatías de ideas sin orden lógico.
EJEMPLO 1
Verso Bíblico
Tema: Después de formular un tema que concrete el mensaje del texto, como: «EL FIEL MENSAJE» o
«NOTICIA SIN IGUAL», puede desarrollarse diciendo:
Introducción. — La necesidad de verdad que tiene el mundo habiendo habido tantas enseñanzas de
error. Afortunadamente hay un mensaje de parte de Dios que puede con razón ser llamado:
I.Palabra fiel. —
1.Expónganse los motivos que tenemos para creer en la fidelidad de la Sagrada Escritura, como son
su enseñanza inigualable, profecías cumplidas, fidelidad y pertinacia de los primeros propagadores
del Cristianismo, etc.
1.Puntualícese la necesidad que todos los hombres tienen de salvación y, por tanto, de hacer caso
del llamamiento de Dios. (Resístase la inclinación que pueda sentir el predicador novato a explicar en
este segundo punto el plan de salvación, pues esto ha de venir después. Hasta aquí no hay que
hablar más que de la veracidad y necesidad del mensaje.)
Pásese luego al tercer punto diciendo: ¿En qué consiste tan gloriosa noticia que todo hombre
necesita conocer?
2.Jesús significa «Salvador». Háblese de las repetidas promesas que Dios hizo de enviar a un Ser de
tal naturaleza a través de los tiempos desde que el primer hombre pecó. (Resista también aquí la
tentación de explicar cómo Cristo nos salva, reservándolo para el punto que sigue.)
1.Su venida habría sido de poco provecho a la Humanidad si no hubiera llegado a realizar el objeto de
ella, si se hubiera limitado a ser un Maestro y no llegara a efectuar la salvación por su muerte
redentora.
2.Ilústrese con alguna anécdota de alguien que se haya sacrificado por un prójimo.
1.Esta confesión de parte de cada hombre es indispensable para poder recibir el beneficio inmenso
de este glorioso mensaje de indulto.
Conclusión
Quizás nosotros diremos que no somos el más grande pecador del mundo, pero hoy te predico a un
Cristo dispuesto a perdonarte. Y tú eres el primero, por cuanto ninguno hay más cercano y que se
interese tanto en que su propia alma se salve, es tu decisión, ven, acércate, recibe el perdón del
Señor.
Nótese el orden lógico de este texto, que empieza con un preámbulo acreditando la certeza de la fe
cristiana y termina con una aplicación personal. Otro texto notable que viene lógicamente ordenado
es Juan 10:27 y 28, el cual, por referirse a una metáfora —la del Buen Pastor—, requerirá una
explicación y aplicación especial.
EJEMPLO 2º.
Verso Biblico:
Introducción. — Referirse a la adecuada figura del Pastor que con frecuencia ocurre en la Biblia.
III. «Y me siguen». —
1.Hágase observar la seguridad y consuelo que esta frase del Salvador ofrece en horas de tentación.
Conclusion
Si somos ovejas, oímos su voz y vamos en pos de él. ¿Cuantos hoy deciden ir tras él?
No deben ser tratados en forma expositiva simple sino aquellos textos que contienen en sí mismos
un orden lógico y progresivo, es decir, que van de lo general a lo particular y de lo menos importante
a lo más apremiante. Obsérvese este mismo orden en Juan 3:16 y Lucas 19:10.
Es el que toma una idea o doctrina bíblica y la sintetiza o resume, aportando en su apoyo diversos
textos bíblicos, pero no todos los textos que hablan sobre tal asunto, ni un número excesivo de ellos.
Cuando estamos enseñando, la idea no es impresionar a la gente con cuanto nosotros sabemos. Ni
bombardearlos con muchos versículos bíblicos para ahogarlos. La idea es transmitir conocimiento y
dar espacio a la revelación de Dios que es transmitida no por uno sino por el Espíritu Santo.
En un Sermón Temático se deben de traer los versículos bíblicos necesarios para transmitir la
enseñanza, ni más ni menos.
Siempre recordemos el consejo de Juan el Bautista: “Es necesario que yo mengüe para que el
crezca.” Esto no se trata de nosotros ser famoso como otro predicador ni se trata de ser
considerados grandes. Se trata de hacer el trabajo que Dios mismo nos ha encomendado. Esa es
nuestra alegría.
Hay sermones que apenas son otra cosa que una serie de textos bíblicos engarzados. A la gente le
gusta ver que los pensamientos del predicador están bien fundados en la Palabra de Dios. Puede
observarse cómo el apóstol Pablo cita una vez y otra las Escrituras del Antiguo Testamento; por
ejemplo, en apoyo de la tesis sobre la salvación por la fe, que desarrolla en las cartas a los Romanos y
a los Gálatas, pero hay allí pensamientos originales que forman la carne de la disertación.
Alguien ha dicho que antes que escuchar sermones que son meros esqueletos de textos preferirán
los oyentes comprarse un diccionario bíblico de paralelos, evitando a un predicador que no se toma
la molestia de pensar y fía su discurso en la memorización de textos bíblicos.
En ningún discurso deben emplearse más de dos o tres textos bíblicos, como máximo, en apoyo de
cada una de las partes. Puede usarse más de un texto para cada parte o división cuando el segundo y
el tercero contienen alguna idea nueva que completa la idea de los otros, pero en la mayoría de los
casos un solo texto bien escogido será suficiente. De nuevo, se trata de llevar la enseñanza en una
fluidez que sea entendida por el oyente y que le sea de bendición. No se trata de impresionar.
EJEMPLO.
Introducción. —
La promesa de un Redentor fue hecha a nuestros primeros padres desde el momento de la caída; la
Biblia va definiendo el carácter de este enviado sin igual que vendría a efectuar la liberación espiritual
de la Humanidad.
1.Génesis 3:15.
(NOTE COMO EN UN MENSAJE TEMATICO, VIENE PRIMERO EL TEMA Y LUEGO LOS VERSICULOS
BIBLICOS LE SIGUEN PARA RESPALDAR).
1.Génesis 22:18.
IV.Nacería en Belen
1.Miqueas 5:2.
1.Salmo 22:16.
Conclusión. —
Cristo ha demostrado ser el Mesías prometido y como tal debe ser aceptado.
Llamamos este mensaje doctrinal, o de síntesis bíblica, porque desarrolla, no una idea, motivo,
apelación o exhortación, sino una doctrina, la del Mesías. Así que es un Mensaje Temático de índole
Doctrinal.
Algunos llaman a los sermones sintéticos sobre alguna enseñanza o doctrina espiritual, simplemente:
Estudio Bíblico. Con la ayuda de un buen diccionario de paralelos, o aun con la mera ayuda de las
notas marginales de la Biblia, es fácil componer buenos mensajes tópicos, de síntesis doctrinal. Otras
veces el bosquejo sigue una serie de consideraciones acerca de un tema, algunas apoyadas con texto
y otras sacadas de la experiencia. Véase:
SERMON EXPOSITIVO
En un sermón textual, el predicador usa un texto particular para expresar un punto sin examinar el
intento original de ese texto. Por ejemplo, alguien podría usar Isaías 66: 7-13 para predicar acerca de
la maternidad, aunque la maternidad es solo periférica en ese texto, siendo meramente una
ilustración del verdadero tema, que es la restauración de Israel durante el Reino Milenial.
En los sermones tanto tópicos (temáticos) como textuales, el pasaje de la Biblia se usa como material
de apoyo para el tema. En los sermones expositivos, el tema de la Biblia es el tema, y los materiales
de apoyo se usan para explicarlo y aclararlo.
Para preparar un sermón expositivo, el predicador comienza con un pasaje de las Escrituras y luego
estudia la gramática, el contexto y el contexto histórico de ese pasaje para comprender la intención
del autor. En otras palabras, el expositor también es un exégeta: uno que analiza el texto cuidadosa y
objetivamente. Una vez que el predicador entiende el significado del pasaje, luego elabora un
sermón para explicarlo y aplicarlo. El resultado es la predicación expositiva.
G. Campbell Morgan, pastor de la Capilla de Westminster de Londres y conocido como "el príncipe
de los expositores", enseñó que un sermón está limitado por el texto que está cubriendo. Cada
palabra del púlpito debe ampliar, elaborar o ilustrar el texto en cuestión, con miras a la claridad. Él
escribió: "El sermón es el texto que se repite más plenamente". La función principal de un sermón es
presentar el texto.
1) La Biblia es la Palabra de Dios. Si cada palabra de Dios es pura y verdadera (Salmo 12: 6; 19: 9; 119:
140), entonces cada palabra merece ser examinada y entendida.
2) Los hombres necesitan la sabiduría divina para comprender la Palabra (1 Corintios 2: 12-16).
3) El predicador está sujeto al texto, no al revés. La Escritura es la autoridad, y su mensaje debe ser
presentado honestamente, aparte del prejuicio personal.
4) El trabajo del predicador es aclarar el texto y pedir una respuesta correspondiente de sus oyentes.
A un expositor le importa poco si su audiencia dice: "Qué gran sermón" o "Qué orador entretenido".
Lo que realmente quiere que digan es: "Ahora sé lo que significa ese pasaje" o "Mejor entiendo quién
es Dios". y lo que Él requiere de mí ".
EJEMPLO:
Versículo Central:
1.Es buscar el conocimiento de El: Juan 1:18, 2 Corintios 4:6, Juan 17:25-26 y Mateo 11:27.
2.Es buscar su favor: Efesios 2:3 y 1:6.
3.Es buscar su imagen: Génesis 1:27, Efesios 4:22-24.
4.Es buscar su comunión: Colosenses 1:21, 2 Corintios 6:16 y Juan 14:23.
5. Es buscar su presencia y goce por la eternidad: Mateo 5:8, 1.a Juan 3:2, Apocalipsis 21:3-7 y 22:3-
4.
1 Mientras vivimos.
2.Mientras gozamos de salud.
3 En nuestra juventud.
4.Mientras dura el día de la gracia.
1 Tendrá misericordia.
2.Dará abundante perdón: Isaías 55:7.
3.Nos renovará: Vers. 10 y 11.
Conclusión
La Biblia misma se ocupa de enseñarnos como buscar del Señor. Es nuestro deber aprender tal
enseñanza estudiando esos versículos y poniéndolos en práctica.
¿Notaron la diferencia entre el Sermón Temático y el Sermón Expositivo? Este último se concentró
no en persuadir sobre un tema, sino ex exponer (explicar) lo que la Biblia dice y por qué lo dice. Pero
por supuesto, manteniendo el enfoque en una sola área.
TAREA
Por favor de usar esta clase y su Biblia para poder contestar estas preguntas. Tiene 4 días a partir de
hoy para contestar las preguntas y enviar sus respuestas a este correo para recibir crédito por su
trabajo:
itso.tareas@outlook.com
1. Por favor, explica en tus propias palabras ¿Por qué razones el enseñar o predicar sin primero tener
un buen bosquejo preparado sería irresponsable de nuestra parte?
2. Por favor, explica en tus propias palabras las formas incorrectas de predicar un Mensaje Textual.
7. Por favor, resume en un párrafo de 5 oraciones, lo que debemos tener presente al preparar un
Mensaje Expositivo.
8. Por favor, de explicar sobre tres profesiones aquí no mencionadas que requieren de tener un plan
para poder hacer un trabajo de alto rendimiento. Así como el Arquitecto necesita un plano antes de
construir una casa. O un médico necesita repasar su libro de referencia antes de recetar un
medicamento con contraindicaciones. Y por favor, explica sobre esas tres profesiones que tipo de plan
necesitan hacer.
9. ¿Qué mecanismo debemos de usar durante el mensaje para no predicar varios mensajes en uno?
10-12. Siguiendo los ejemplo presentado aquí, prepara un bosquejo TEXTUAL basado en Juan 3:16.
(Cuenta por 3 preguntas)
13-15 Siguiendo los ejemplos presentados aquí, prepara un bosquejo TEMATICO basado en EL AMOR
DE DIOS POR EL SER HUMANO. (Cuenta por 3 preguntas)
16-18 Siguiendo los ejemplos presentados aquí, prepara un bosquejo EXPOSITIVO basado en ISAIAS 53.
(Cuenta por 3 preguntas)
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Hemos preparado esta clase con el deseo de que tu vida crezca, en sabiduria, conocimiento, pero
tambien en dicernimiento y revelacion. Sabiendo que aunque no vas a un aula directamente, obtendra
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