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2º Parcial Agrario - Juan Ignacio Bertoni

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La distribución de la tierra como política pública.

La agricultura
familiar como modelo de producción agropecuaria
Alumno: Juan Ignacio BERTONI (Com 9).
Temas: Acceso y tenencia de la tierra. Políticas agrarias.
En el terreno de la disputa de intereses políticos de los distintos actores de la
vida de un país, la cuestión de la tierra y su relación con la producción agropecuaria
encuentra uno de los principales nodos en donde se miden las fuerza y se disputan los
símbolos de poder que irán transformando la realidad de una nación.1 2.
Desde los orígenes de las Provincias Unidas del Rio de la Plata, y a lo largo de
los años, la distribución de la tierra marca un problema que se mantiene a lo largo de
205 años de Independencia. El modelo adoptado por la Argentina se basa
principalmente en latifundios, grandes extensiones de tierra en manos de pocos
propietarios. Estos últimos fueron cambiando a lo largo de los años y su distribución se
da en la actualidad entre distintos tenedores i, a saber, empresas, grandes productores,
familias campesinas, comunidades indígenas y otros pobladores del campo3.
Hoy esta problemática se da principalmente con la concentración de tierras en
manos de empresas – en algunos casos extrajeras ii- , la compra de grandes extensiones
de tierra por parte de inversores urbanos y externos, el desalojo de pequeños
productores en algunas áreas agrícolas y los nuevos modelos de gestión agrícola en los
que predomina la figura del arrendamiento como mecanismo de aumento de escalas
productivas4.
A modo de conceptualización, por acceso a la tierra debemos entender como la
capacidad de aprovechar la tierra y otros recursos naturales, controlar dichos recursos y
traspasar los derechos sobre la tierra para sacar partido de otras oportunidades5.
Las repercusiones que tiene el acceso y distribución de la tierra en argentina se
ven reflejado íntimamente con el derecho a la alimentación, en su adecuada
disponibilidad y accesibilidad tanto económica como física 6 de bienes esenciales para el
desarrollo de la vida.
Los vínculos entre la tenencia de la tierra y el derecho a la alimentación han
sido reivindicados durante muchos años y consagrados en la normativa internacional
actualiii, siendo plasmado la importancia que existe entre las políticas de tierras y el
derecho a la alimentación.

i
El concepto de tenencia viene de la palabra tener: tenencia de la tierra entonces es la forma como
quienes viven en el campo tienen o poseen la tierra: por ej.: si son propietarios, si alquilan o si son
ocupantes.
ii
De acuerdo con datos del Registro Nacional de Tierras Rurales (RNTR) -dependiente del Ministerio de
Justicia de la Nación-, un 5,57% de ese territorio rural argentino hoy está en manos de extranjeros. Son
12.520.826 hectáreas, equivalentes, por ejemplo, a casi la mitad de la provincia de Misiones o a 622 veces
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
iii
Ver: Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (art. 11).
En la República Argentina, la agricultura familiar aporta a la producción total, el
26% de las oleaginosas, el 13% de las legumbres, el 36% de las hortalizas, el 42% de
las aromáticas, el 19% de los frutales, el 18% de los bovinos, el 42% de los porcinos
y el 49% de los caprinos7.
Respecto de la tierra y la agricultura familiar encontramos diversos problemas
jurídicos vinculados al acceso, tenencia (garantía de la tenencia actual y regularización
dominial) y distribución de la tierra, como así también los conflictos que estos generan.
Si nos enfocamos en la cuestión jurídica de los agricultores familiares involucrados en
situaciones problemáticas, se observa que: el 87,6% de los problemas se registran en los
poseedores; el 8,5% en los propietarios; el 4% en los tenedores8.
Es dable mencionar las divergentes políticas agropecuarias a lo largo de la
historia de nuestro país, ello, con el afán de poder contextualizar la actual problemática
que venimos haciendo mención en el presente escrito. Para empezar la Etapa colonial,
la cual se organiza a fines del siglo XVIII, el actual territorio de la República Argentina
se extendía dentro del Virreinato del Río de la Plata, se ponía el acento en el fomento
económico y el progreso material, protegiendo la agricultura y la ganadería, la industria,
la minería y el comercio9. En una segunda Etapa de Valorización de la Pampa y
consolidación de Buenos Aires, entre mediados del siglo XIX y principios del siglo
XX y coincide plenamente con la puesta en valor de la Pampa Argentina, desde un
punto de vista agropecuario. Se incorporan tierras quitadas a los pueblos originarios, la
distribución de las tierras se da entre grupos oligárquicos involucrados en la Guerra del
Desierto. El proceso inmigratorioiv se vio favorecido a partir de la Ley 817 de
Inmigración y Colonización conocida como “Ley Avellaneda”. Denota una dualidad en
el sector agropecuario argentino. Por un lado, los estancieros dueños de la tierra, en su
inmensa mayoría dedicados a la cría de ganado vacuno. Por el otro, los pequeños y
medianos agricultores que producían cereales y vivían en las colonias (en algunos casos
con tierras propias) o arrendaban parcelas en las grandes estancias10.
La tercera Etapa de concentración territorial y anclaje rural, se da luego de
la crisis de 1930, con una política de intervencionismo estatal, que marca el fin del
período liberal y la emergencia de un período signado por políticas agropecuarias y de
desarrollo rural muy ambivalentes. Estas políticas ocasionaron, por un lado, un
estancamiento en la producción agrícola y ganadera, pero desde otro punto de vista,
consolidaron el arraigo rural, gracias al el congelamiento y la prórroga de los contratos

iv
Muchos pudieron adquirir una porción de tierra en las colonias agrícolas recientemente creadas, tales
como Olavarría, Chacabuco, San Javier, Cerro Corá, Corpus, Apóstoles, Conesa, Frías, Choele Choel y
General Acha, entre otras. Fueron 13.016 habitantes (10.269 eran extranjeros) en un total de 295.485
has. Para finales del S. XIX, las colonias de inmigrantes sobre el vasto territorio en la región pampeana
se habían multiplicado por miles, constituyéndose una clase media rural compuesta en su mayor parte
por inmigrantes italianos, españoles, franceses y alemanes, entre otros. Muchos otros inmigrantes se
vieron obligados a arrendar parcelas dentro de las grandes estancias ganaderas, como única posibilidad
de empleo. Así, entre 1895 y 1914, el porcentaje de explotaciones trabajadas por arrendatarios, en la
provincia de Santa Fe pasó del 37,59% al 69%, en Buenos Aires del 40,64% al 56,54%, en Córdoba del
13,14% al 56,86%, y en Entre Ríos del 20,91% al 43,06%. ( Federación Agraria Argentina, “La Tierra,
para qué, para quiénes, para cuántos”, I Congreso Nacional y Latinoamericano sobre Uso y Tenencia de
la Tierra)
de arrendamiento de los chacareros a partir de dos leyes: la 11627 del año 1932 ( plazo
mínimo del arrendamiento de cuatro a cinco años), y la de Arrendamiento y Aparcerías
rurales de 1948, que favoreció la compra de tierras a los arrendatarios11.
La Etapa de modernización y desarrollo rural (1955 – 1976) se da en
Argentina un modelo de modernización y desarrollo rural que se consolidó en la región
pampeana pero que no alcanzó a madurar en el resto de las regiones. Mediante una
política económica favorable al sector a través de la liberación del precio de la carne, la
fijación de un precio mínimo para los cereales y una fuerte política crediticia que
permitió la capitalización de los agricultores en maquinarias, herramientas y en
infraestructura predial.
La Etapa de modernización excluyente (1976-2001), signada por un proceso
de apertura económica y de reformas que terminó de disolver las herramientas para el
desarrollo rural construidas en las décadas anteriores. Así, se suprime el CAN, la Junta
Nacional de Granos, y se modifican o derogan leyes vinculadas a los arrendamientos y
las aparcerías rurales. Cuestiones que repercutieron negativamente en los productores
familiares medianos y pequeños, en tanto se consolidó una situación favorable para los
sectores vinculados directamente a la exportación.
La Etapa de valorización total del territorio y crisis rural, donde se produce
un proceso de ajuste estructural que se consolidó definitivamente en el año 1991, con el
Plan de Convertibilidad. Las reformas implementadas durante la década de los 90,
caracterizadas por la desregulación de los mercados, las privatizaciones y la inserción
en los mercados mundiales, subordinó las políticas sectoriales a los equilibrios
macroeconómicos, desapareciendo gran parte de los tradicionales instrumentos de
política pública sectorial, como subsidios, tipos de cambio diferenciados, franquicias,
poderes de compra de las empresas estatales, y fijaciones de precios a productos
básicos12.
A modo de síntesis superadora me hago eco de lo propuesto por la Unión de
Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT) v, que reclaman desde 2016 la Ley
del Acceso a la Tierra YA vi. Esta es una iniciativa que busca crear un Procrear Rural vii
para que los pequeños productores puedan acceder a una vivienda digna y a una parcela
donde producir alimentos. Además, la ley busca impulsar un desarrollo rural ambiental,
social y económicamente sustentable. Para así poder demostrar que con el acceso a la
tierra para las y los productores de alimentos se solucionarían muchos de los problemas
que hoy acarrea la industria agroalimentaria: hiperconcentración viii, especulación de
precios, contaminación y trabajo informal o esclavo.

v
https://uniondetrabajadoresdelatierra.com.ar/quienes_somos/
vi
https://uniondetrabajadoresdelatierra.com.ar/2020/11/28/nuestro-proyecto-de-ley-de-acceso-a-la-tierra/
vii
https://uniondetrabajadoresdelatierra.com.ar/wp-content/uploads/2020/11/Proyecto-de-Ley-Fondo-
Agricultura-Familiar-Procrear-Rural.pdf
viii
Según los datos de la Unión de Trabajadores de la Tierra, el 87% de las familias de agricultores tienen
que arrendar las tierras en las que trabajan y producen porque no pueden comprar una parcela propia.
BIBLIOGRAFIA
1
Oszlak, O. (2006). Burocracia estatal: política y políticas públicas. En Revista de Reflexión
Análisis Político.
2
Díaz, C. (1998). “El ciclo de las políticas públicas locales. Notas para su abordaje y
reconstrucción”. En J. Venesia (Coord.). Políticas Públicas y desarrollo local (67-107). Rosario:
FLACSO-Fundación Instituto de Desarrollo Regional.
3
Daniel Slutzky, Agosto /2008.
4
Teubal, M. y Rodríguez, J. (2001) “Neoliberalismo y crisis agraria” en Giarracca, N. y colaboradores,
La protesta social en Argentina; Teubal, M. et al. (2005) “Transformaciones agrarias en la Argentina”,
en Giarracca, N. y Teubal, M. (coords.). El campo en la encrucijada. Estrategias y resistencias sociales,
ecos en la ciudad, Buenos
Aires, Ed. Alianza.
5
FAO. 2006. Herrera, A y Guglielma da Passano, M, Manejo alternativo de conflictos de tenencia de la
tierra, Manuales sobre tenencia de la tierra, No. 2, Roma
6
Cfr. Sen, Amartya, El Derecho a no tener hambre, Universidad Externado de Colombia, Bogotá,
2002, p. 15.
7
Pengue El rol de la Agricultura Familiar, 2005.
8
Relevamiento y sistematización de problemas de tierra de los agricultores.
familiares en la Argentina / Andrea Gigena... [et.al.] ; dirigido por Karina Bidaseca.
1ª ed. Buenos Aires: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, 2013.
9
Petrocelli, Héctor, Historia Constitucional Argentina, Tomo I, p. 46.
10
Gallo, Ezequiel, y Cortes Conde, Roberto, Historia Argentina, T. V, “Paldos”
11
La Problemática de la Tierra en Argentina. Conflictos y dinámicas de uso, tenencia y concentración.
Marcelo Sili y Luciana Soumoulou, ©IFAD 2011.
12
Sili, M., (2005). La Argentina Rural. De la crisis de la modernización agraria a la construcción de un
nuevo modelo de desarrollo territorial rural. Ed. INTA, Buenos Aires, Argentina.

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