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Gadamer-Significacion de La Tradicion Humanística para Las Ciencias Del Espiritu

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Hans-Georg Gadamer

Significacin de la tradicin humanstica para las ciencias del espritu


El problema del mtodo Hans-Georg Gadamer

Verdad y Mtodo

La autorreflexin lgica de las ciencias del espritu, que en el siglo xix acompaa a su configuracin y desarrollo, est dominada enteramente por el modelo de las ciencias naturales. Un indicio de ello es la misma historia de la palabra ciencia del espritu, la cual slo obtiene el significado habitual para nosotros en su forma de plural. Las ciencias del espritu se comprenden a s mismas tan evidentemente por analoga con las naturales que incluso la resonancia idealista que conllevan el concepto de espritu y la ciencia del espritu retrocede a un segundo plano. La palabra ciencias del espritu se introdujo fundamentalmente con la traduccin de la lgica de J. S. Mill. Mill intenta esbozar, en un apndice a su obra, las posibilidades de aplicar la lgica de la induccin a la moral sciences. El traductor propone el trmino Geisteswissenschaften 1 . El contexto de la lgica de Mill permite comprender que no se trata de reconocer una lgica propia de las ciencias del espritu, sino al contrario, de mostrar que tambin en este mbito tiene validez nica el mtodo inductivo que subyace a toda ciencia emprica. En esto Mill forma parte de una tradicin inglesa cuya formulacin ms operante est dada por Hume en su introduccin al Treatise2 Tambin en las ciencias morales se tratara de reconocer analogas, regularidades y legalidades que hacen predecibles los fenmenos y decursos individuales. Tampoco este objetivo podra alcanzarse por igual en todos los mbitos de fenmenos naturales; sin embargo la razn de ello estribara exclusivamente en que no siempre pueden elucidarse satisfactoriamente los datos que permitan reconocer las analogas. As por ejemplo la meteorologa trabajara por su mtodo igual que la fsica, slo que sus datos seran ms fragmentarios y en consecuencia sus predicciones menos seguras. Y lo mismo valdra para el mbito de los fenmenos morales y sociales. La aplicacin del mtodo inductivo estara tambin en ellos libre de todo supuesto

espritu Segn numerosas doctrinas y creencias, parte inmaterial racional que, junto con el cuerpo, forma el hombre y gracias a la cual ste piensa, siente y quiere

John Stuart Mill (Londres 1806 - Avin 1873) Economista y filsofo britnico. Afirm que la induccin es el nico mtodo de conocimiento cientfico. Vase su Sistema de lgica inductiva y deductiva (1843). ciencia emprica, que se funda en la experiencia y en la observacin de los hechos: conocimiento emprico, experimental, inductivo, el cual permite llegar a conclusiones ms generales que los enunciados de los que parte, el nexo existente entre premisas y conclusin no es nunca de necesidad, sino todo lo ms de probabilidad. David Hume (Edimburgo 1711 - d. 1776) Filsofo britnico. Representante del empirismo, corriente que sostiene que la nica fuente de conocimiento humano cientficamente vlida es la experiencia sensible. La experiencia es el nico campo en el que los conceptos y leyes generales tienen validez. Nociones como sustancia, trascendencia o yo, no son, segn l, ms que representaciones y sentimientos en constante cambio, creados por la imaginacin a partir de datos procedentes de la experiencia, pero sin correspondencia demostrable en la realidad. Vase Tratado sobre la naturaleza humana (1739-1740).

Hans-Georg Gadamer 2 metafsico, y permanecera completamente independiente de cmo se piense la gnesis de los fenmenos que se observan. No se aducen por ejemplo causas para determinados efectos, sino que simplemente se constatan regularidades. Es completamente indiferente que se crea por ejemplo en el libre albedro o no; en el mbito de la vida social pueden hacerse en cualquier caso predicciones. El concluir expectativas de nuevos fenmenos a partir de las regularidades no implica presuposiciones sobre el tipo de nexo cuya regularidad hace posible la prediccin. La aparicin de decisiones libres, si es que las hay, no interrumpe el decurso regular, sino que forma parte de la generalidad y regularidad que se gana mediante la induccin. Lo que aqu se desarrolla es el ideal de una ciencia natural de la sociedad, y en ciertos mbitos esto ha dado lugar a una investigacin con resultados. Pinsese por ejemplo en la psicologa de masas. Sin embargo el verdadero problema que plantean las ciencias del espritu al pensamiento es que su esencia no queda correctamente aprehendida si se las mide segn el patrn del conocimiento progresivo de leyes. La experiencia del mundo sociohistrico no se eleva a ciencia por el procedimiento inductivo de las ciencias naturales. Signifique aqu ciencia lo que signifique, y aunque en todo conocimiento histrico est implicada la aplicacin de la experiencia general al objeto de investigacin en cada caso, el conocimiento histrico no obstante no busca ni pretende tomar el fenmeno concreto como caso de una regla general. Lo individual no se limita a servir de confirmacin a una legalidad a partir de la cual pudieran en sentido prctico hacerse predicciones. Su idea es ms bien comprender el fenmeno mismo en su concrecin histrica y nica. Por mucho que opere en esto la experiencia general, el objetivo no es confirmar y ampliar las experiencias generales para alcanzar el conocimiento de una ley del tipo de cmo se desarrollan los hombres, los pueblos, los estados, sino comprender cmo es tal hombre, tal pueblo, tal estado, qu se ha hecho de l, o formulado muy generalmente, cmo ha podido ocurrir que sea as. Qu clase de conocimiento es ste que comprende que algo sea como es porque comprende que as ha llegado a ser? Qu quiere decir aqu ciencia? Aunque se reconozca que el ideal de este conocimiento difiere fundamentalmente del modo e intenciones de las ciencias naturales, queda la tentacin de caracterizarlos en forma slo privativa, como ciencias inexactas. Incluso cuando en su conocido discurso de 1862 Hermann Helmholtz realiz su justsima ponderacin de las ciencias naturales y las del espritu, poniendo tanto nfasis en el superior significado humano de las segundas, la caracterizacin lgica de stas sigui siendo negativa, teniendo como punto de partida el ideal metdico de las ciencias naturales 3 . Helmholtz distingua dos tipos de induccin: induccin lgica e induccin artstico-instintiva. Pero esto significa que no estaba distinguiendo estos mtodos en forma realmente lgica sino psicolgica.

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Fue tal el papel de la metafsica que se le identific con la filosofa hasta el siglo XVIII. Se ocupa del ser en cuanto ser y de sus propiedades, principios y causas primeras, por oposicin a sus aspectos particulares, que son estudiados por las ciencias. En el mundo moderno, sin embargo, ese papel lo ocup la teora del conocimiento; los empiristas, como Hume, negaron la posibilidad de la metafsica, a la que consideraban simple ilusin, y Kant afirm que los temas metafsicos rebasaban los lmites de la razn pura. En los s. XIX y XX, las filosofas de influencia empirista y positivista la rechazaron por considerarla mera especulacin infundada.

Hans-Georg Gadamer 3 Ambas ciencias se serviran de la conclusin inductiva, pero el procedimiento de conclusin de las ciencias del espritu sera el de la conclusin inconsciente. Por eso el ejercicio de la induccin espiritual-cientfica estara vinculado a condiciones psicolgicas especiales. Requerira un cierto tacto, y adems otras capacidades espirituales como riqueza de memoria y reconocimiento de autoridades, mientras que la conclusin autoconsciente del cientfico natural reposara ntegramente sobre el ejercicio de la propia razn. Aunque se reconozca que este gran cientfico natural ha resistido a la tentacin de hacer de su tipo de trabajo cientfico una norma universal, l no dispona evidentemente de ninguna otra posibilidad lgica de caracterizar el procedimiento de las ciencias naturales que el concepto de induccin que le era familiar por la lgica de Mill. La efectiva ejemplaridad que tuvieron la nueva mecnica y su triunfo en la mecnica celeste newtoniana para las ciencias del xviii segua siendo para Helrnholtz tan natural que le hubiera sido muy extraa la cuestin de qu presupuestos filosficos hicieron posible la gnesis de esta nueva ciencia en el xvii. Hoy sabemos cunto signific en este sentido la escuela parisina de los occamistas 4 . Para Helmholtz el ideal metdico de las ciencias naturales no necesitaba ni derivacin histrica ni restriccin epistemolgica, y por eso no poda comprender lgicamente de otro modo el trabajo de las ciencias del espritu. Y sin embargo la tarea de elevar a la autoconciencia lgica una investigacin tan floreciente como la de la escuela histrica era ya ms que urgente. Ya en 1843 J. G. Droysen, el autor y descubridor de la historia del helenismo, haba escrito: No hay ningn mbito cientfico tan alejado de una justificacin, delimitacin y articulacin tericas como la historia. Ya Droysen haba requerido un Kant que mostrase en un imperativo categrico de la historia el manantial vivo del que fluye la vida histrica de la humanidad. Droysen expresa su esperanza de que un concepto ms profundamente aprehendido de la historia llegue a ser el centro de gravedad en que la ciega oscilacin de las ciencias del espritu alcance estabilidad y la posibilidad de un nuevo progreso 5 . El que Droysen invoque aqu el modelo de las ciencias naturales no es un postulado de contenido, ni implica que las ciencias del espritu deban asimilarse a la teora de la ciencia natural, sino que significa como un grupo cientfico igualmente autnomo. La Historik de Droysen es un intento de dar cumplimiento a esta tarea. Tambin Dilthey, en el que la influencia del mtodo natural-cientfico y del empirismo de la lgica de Mill es an mucho ms intensa, mantiene sin embargo la herencia romntico-idealista en el concepto del espritu. El siempre se consider por encima del empirismo ingls, ya que viva en la viva contemplacin de lo que destac a la escuela histrica frente a todo pensamiento natural-cientfico y iusnatutalista. En su ejemplar de la Lgica de Mill, Dilthey escribi la siguiente nota. Slo de Alemania puede venir el procedimiento emprico autntico en sustitucin de un empirismo dogmtico lleno de prejuicios. Mill es dogmtico por falta de formacin

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Hans-Georg Gadamer 4 histrica6 . De hecho todo el largo y laborioso trabajo que Dilthey dedic a la fundamentacin de las ciencias del espritu es una continuada confrontacin con la exigencia lgica que plante a las ciencias del espritu el conocimiento eplogo de Mill. Sin embargo Dilthey se dej influir muy ampliamente por el modelo de las ciencias naturales, a pesar de su empeo en justificar la autonoma metdica de las ciencias del espritu. Pueden confirmarlo dos testimonios que servirn a la par para mostrar el camino a las consideraciones que siguen. En su respuesta a W. Scherer, Dilthey destaca que fue el espritu de las ciencias naturales el que gui el procedimiento de ste, e intenta fundamentar por qu Scherer se situ tan de lleno bajo le influencia del empirismo ingls: Era un hombre moderno, y ya el mundo de nuestros predecesores no era la patria de su espritu ni de su corazn, sino su objeto histrico7 . En este giro se aprecia cmo para Dilthey el conocimiento cientfico implica la disolucin de ataduras vitales, la obtencin de una distancia respecto a la propia historia que haga posible convertirla en objeto. Puede reconocerse que el dominio de los mtodos inductivo y comparativo tanto en Scherer como en Dilthey estaba guiado por un genuino tacto individual, y que semejante tacto presupone en ambos una cultura espiritual que verdaderamente demuestra una pervivencia del mundo de la formacin clsica y de la fe romntica en la individualidad. No obstante el modelo de las ciencias naturales sigue siendo el que anima su autoconcepcin cientfica. Esto se hace particularmente evidente en un segundo testimonio en que Dilthey apela a la autonoma de los mtodos espiritual-cientficos y fundamenta sta por referencia a su objeto8 . Esta apelacin suena a primera vista aristotlica, y podra atestiguar un autntico distanciamiento respecto al modelo natural-cientfico. Sin embargo Dilthey aduce para esta autonoma de los mtodos espiritualescientificos el viejo Natura parendo vincitur de Bacon 9 , postulado que se da de bofetadas con la herencia clsico romntica que Dilthey pretende administrar. Y hay que decir que el propio Dilthey, cuya formacin histrica es la razn de su superioridad frente al neokantismo de su tiempo, no llega en el fondo en sus esfuerzos lgicos mucho ms all de las escuetas constataciones de Helmholtz. Por mucho que Dilthey defendiera la autonornia epistemolgica de las ciencias del espritu, lo que se llama mtodo en la ciencia moderna es en todas partes una sola cosa, y tan slo se acua de una manera particularmente ejemplar en las ciencias naturales. No existe un mtodo propio de las ciencias del espritu. Pero cabe desde luego preguntarse con Helmholtz qu peso tiene aqu el mtodo, y si las otras condiciones que afectan a las ciencias del espritu no sern para su trabajo tal vez ms importantes que la lgica inductiva. Helmholtz haba apuntado esto correctamente cuando, para hacer justicia a las ciencias del espritu, destacaba la memoria y la autoridad y hablaba del tacto psicolgico que aparece aqu en lugar de la con-

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Hans-Georg Gadamer 5 clusin consciente. En qu se basa este tacto? Cmo se llega a l? Estar lo cientfico de las ciencias del espritu, a fin de cuentas, ms en l que en su mtodo? En la medida en que las ciencias del espritu motivan esta pregunta y se resisten con ella a su inclusin en el concepto de ciencia de la edad moderna, ellas son y siguen siendo un problema filosfico. Las respuestas de Helmholtz y de su siglo no pueden bastar. Siguen a Kant en cuanto que orientan el concepto de la ciencia y del conocimiento segn el modelo de las ciencias naturales y buscan la particularidad especfica de las ciencias del espritu en el momento artstico (sentimiento artstico, induccin artstica). Y la imagen que da Helmholtz del trabajo en las ciencias naturales es muy unilateral cuando tiene en tan poco las sbitas chispas del espritu (lo que se llama ocurrencias) y no valora en ellas ms que el frreo trabajo de la conclusin autoconsciente. Apela para ello al testimonio de J. S. Mill, segn el cual las ciencias inductivas de los ltimos tiempos habran hecho ms por el progreso de los mtodos lgicos que todos los filsofos de oficio 10 Para l estas ciencias son el modelo de todo mtodo cientfico. Ahora bien, Helmholtz sabe que para el conocimiento histrico es determinante una experiencia muy distinta de la que sirve a la investigacin de las leyes de la naturaleza. Por eso intenta fundamentar por qu en el conocimiento histrico el mtodo inductivo aparece bajo condiciones distintas de las que le afectan en la investigacin de la naturaleza. Para este objetivo se remite a la distincin de naturaleza y libertad que subyace a la filosofa kantiana. El conocimiento histrico sera diferente porque en su mbito no hay leyes naturales sino sumisin voluntaria a leyes prcticas, es decir, a imperativos. El mundo de la libertad humana no conocera la falta de excepciones de las leyes naturales. Sin embargo este razonamiento es poco convincente. Ni responde a la intencin de Kant fundamentar una investigacin inductiva del mundo de la libertad humana en su distincin de naturaleza y libertad, ni ello es enteramente acorde con las ideas propias de la lgica de la induccin. En esto era ms consecuente Mill cuando exclua metodolgicamente el problema de la libertad. La inconsecuencia con la que Helmholtz se remite a Kant para hacer justicia a las ciencias del espritu no da mayores frutos. Pues tambin para Helmholtz el empirismo de las ciencias del espritu tendra que ser enjuiciado como el de la meteorologa: como renuncia y resignacin. Pero en realidad las ciencias del espritu estn muy lejos de sentirse simplemente inferiores a las ciencias naturales. En la herencia espiritual del clasicismo alemn desarrollaron ms bien una orgullosa conciencia de ser los verdaderos administradores del humanismo. La poca del clasicismo alemn no slo haba aportado una renovacin de la literatura y de la crtica, esttica, con la que haba superado el obsoleto ideal del gusto barroco y del racionalismo de la Ilustracin, sino que al mismo tiempo haba dado al concepto de humanidad, a este ideal de la razn ilustrada, un con-

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Hans-Georg Gadamer 6 tenido enteramente nuevo. Fue sobre todo Herder el que intent vencer el perfeccionismo de la Ilustracin mediante el nuevo ideal de una formacin del hombre, preparando as el suelo sobre el que podran desarrollarse en el siglo xix las ciencias del espritu histricas. El concepto de la formacin que entonces adquiri su preponderante validez fue sin duda el ms grande pensamiento del siglo XVIII, y es este concepto el que designa el elemento en el que viven las ciencias del espritu en el xix, aunque ellas no acierten a justificar esto epistemolgicamente. notas 1 J. St. Mill, System der deduktien und induktiven Logik, traducido por Schiel, 21863, libro VI: Von der Logik der Geisteswissenschaften. 2 D. Hume, Treatise on human natur, Introduction. 3 H. Helmholtz, Vortrge und Reden 1, 4. ed. 167 s. 4 Sobre todo desde los estudios de P. Duhem, cuya gran obra Etudes Sur Lonard de Vinci, en 3 vols. (1.907 s), entre tanto ha sido completado con la obra pstuma que cuenta ya con 10 volmenes, Le systeme du monde. Histoire des doctrines cosmologiques de Platon Copernic, 1913 s. 5 J. G. Droysen, Historik, reimpresin de 1925, ed. por E. Rothacker, 97. 6 W. Dilthey, Gesammelte Schriften V, LXXIV. 7 Ibid. XI, 244. 8 Ibid. I, 4. 9 Ibid. I, 20. 10 H. Helmho1tz, o. c., 178.

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