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Esta obra considera los objetivos educativos propuestos por grandes maestros de
Occidente a lo largo de la historia. La periodización adoptada es la tradicional:
1) Etapa antigua: Las raices de nuestra cultura
2) Etapa medieval: Cristianismo, la inteligencia al servicio de la fe
3) Etapa moderna: Cultura y educación en el Renacimiento
4) Etapa contemporánea: Desorientación del hombre contemporáneo
Con este estudio, deseamos haber contribuido a demostrar la vigencia de la pedagogía
cristiana a través del tiempo. Lejos de la incertidumbre y de la confusión de muchos
intelectuales, los universitarios cristianos sabemos que la salvación y la felicidad de los
hombres sólo pueden cumplirse totalmente si somos fieles a la sabiduría heredada desde
la antigüedad
LA INTELIGENCIA AL SERVICIO DE LA FE
1
Se puede afirmar que Sto. Tomás, superando cierto sobrenaturalismo exagerado,
arraigado en las escuelas medievales, y al mismo tiempo haciendo frente al secularismo
que cundía en las escuelas europeas merced a la interpretación naturalista del
aristotelismo, supo mostrar (tanto en el plano de la teoría como en la práctica, o sea, con
el ejemplo de su trabajo científico) cómo se compaginan en su pensamiento y en su vida
la fidelidad total y absoluta a la palabra de Dios y la máxima apertura de mente al
mundo y a sus valores auténticos, el afán de renovación y de progreso y la resolución
de levantar todo el edificio doctrinal sobre el cimiento firme de la tradición... Desde sus
primeros años de magisterio en la Universidad de París explicó no sólo la filosofía de
Aristóteles sino también la platónica, romana, cristiana, árabe y judía sin pretender
efectuar una ruptura con el pasado y buscando responder los nuevos problemas que la
razón planteaba a la fe (SS. Pablo VI, 1974, Carta Lumen Ecclesiae, al Maestro General
de la Orden de Predicadores con ocasión del VII centenario de la muerte de Santo
Tomás)
contra el celibato, el purgatorio, la Eucaristía, la Virginidad de María... Quemó la bula de
excomunión que el Papa lanzó contra él.
- San Ignacio de Loyola (1491-1556): Sacerdote español fundador de la Compañía de
Jesús (aprobada en 1540). Antes de ser sacerdote, San Ignacio fue militar por eso en su
Orden resaltan las virtudes de la obediencia y de la disciplina. Los "jesuitas” fueron
puestos al servicio del Papa para convertir a los herejes y sostener a los cristianos
vacilantes.
Vemos, pues, que en medio de los ideales paganos, en el desarrollo del Humanismo y del
Renacimiento florecieron personas e instituciones que buscaron alcanzar una superior
armonía entre los libros de la antigüedad, reveladores del hombre, y el libro de la
naturaleza, revelador de Dios.
- Juan Calvino (1509-1564): Teólogo y predicador francés, propagador del protestantismo
en Francia y en Suiza. En 1553 hizo ejecutar en Ginebra al sabio español Miguel Servet
(médico que descubrió el mecanismo de circulación de la sangre en el cuerpo humano)
porque polemizó contra el calvinismo en su obra Christianismi Restituta.
- Concilio de Trento (1545-1563): la Reforma protestante, gracias a su aporte para la
educación elemental de los niños, se extendió por vastos territorios. El Papa y los
católicos emprendieron un trabajo de reconquista de la fe por medio de la educación. El
Concilio de Trento dispuso que los sacerdotes se ocuparan de la educación elemental y
superior y que en todas las iglesias se crearan escuelas dirigidas por maestros piadosos e
instruidos para enseñar el catecismo, la gramática y los rudimentos de las ciencias.
Para reformar la fe católica, uno de los decretos del Concilio disponía: "las iglesias, cuyas
rentas son escasas, o donde sea tan corto el número de sacerdotes, que no pueda
sostenerse cómodamente en ellas la lección de Teología, tendrán a lo menos un maestro,
que designará el obispo, para enseñar gratuitamente la gramática a los clérigos y a los
demás estudiantes pobres ... y por este trabajo se han de asignar al maestro los frutos de
algún beneficio simple, los cuales percibirá sólo mientras esté enseñando... o se le
señalará alguna retribución proporcionada de los fondos del cabildo o del obispo" (Cfr.
Larroyo, F., Historia general de la Pedagogía, 1981, p.333).
- San José de Calasanz (1556-1648): Sacerdote aragonés que fundó en Roma las
"Escuelas pías" (escolapios). Una de las primeras congregaciones dedicadas a la
enseñanza de la educación primaria. Será obligación de nuestro instituto, enseñar a los
niños con la posible facilidad, desde los primeros elementos, el modo de leer bien, la
aritmética, la gramática y principalmente la piedad y la doctrina cristiana… Se debe
proveer de maestros hábiles a los niños pobres, para que los pongan pronto en
disposición de ganarse más fácilmente lo necesario para vivir. (Id., p.333)
- Galileo Galilei (1564-1642): Físico, astrónomo y matemático italiano. Pensaba que en las
matemáticas se encontraba el conocimiento de las leyes de la naturaleza. Entre sus
logros científicos podemos mencionar: el descubrimiento de las leyes del péndulo; el
procedimiento para determinar el peso específico de los cuerpos; las agrupaciones
estelares de la Vía Láctea; el movimiento de los astros y la inmovilidad del sol. Enseñaba
que en el estudio de las ciencias no es válido el argumento de autoridad sino que
es necesaria la experiencia personal y el razonamiento llevado sobre el libro de la
naturaleza.
- Juan Amós Comenio (1592-1671): Educador de Moravia, escritor del Orbis pictus rerum
sensualium, primer ejemplo de libro escolar ilustrado para niños. Su propuesta
pedagógica se encuentra en la Didáctica Magna de la que él mismo afirma que es un
tratado del arte universal de enseñar todo a todos, o sea un modo seguro y excelente de
fundar en todas las municipalidades, ciudades y pueblos de un reino cristiano escuelas
tales que toda la juventud de uno y otro sexo, sin excepción de nadie en ningún lugar,
pueda ser formada en los estudios, instruida en las costumbres y poseída de devoción...
En esta obra las razones de todas las cosas que se aconsejan han sido extraídas
precisamente de la naturaleza de las cosas mismas… y por último se indica un camino
fácil y seguro de poner en práctica las reglas didácticas. La didáctica de Comenio se
propone encontrar el modo de que los que enseñan enseñen menos y los que estudian
aprendan más; que en las escuelas haya menos alboroto, menos desgana, menos
trabajo inútil y más recogimiento, más diversión y más sólido provecho. (Cit. por
Morando, 1968, p. 176).
- René Descartes (1596-1650): Nació en Francia y murió en Estocolmo (Suecia). Su obra
más conocida es el Discurso del Método (1637). Julián Marías dice que... intenta construir
la filosofía entera apoyándose en la realidad humana; más aún, en el yo pensante. La
consecuencia de este punto de partida ha sido el gran hallazgo que se llama idealismo
(Cfr. El tema del hombre, p. 152).
- John Locke (1632-1704): Filósofo empirista que nació en Wrington. Sus obras
principales dedicadas a la educación son Conducta del intelecto y Pensamientos sobre la
educación. Es aquí donde afirma que un espíritu sano en un cuerpo sano es una
descripción breve pero completa de un estado feliz en este mundo... La felicidad y la
desgracia del hombre son, en gran parte, su propia obra. El que no dirige su espíritu
sabiamente no tomará nunca el camino del derecho y aquél cuyo cuerpo sea enfermizo y
débil nunca podrá avanzar... Pero os ruego que recordéis que no se instruye a los niños
con reglas que siempre se borran de la memoria. Lo que creáis necesario que hagan,
debéis enseñarles a hacerlo mediante una práctica constante, siempre que la
ocasión se presente. Esto les proporcionará hábitos que, una vez establecidos, actuarán
por sí mismos, fácil y espontáneamente, sin el socorro de la memoria" (Trad. de Lasaleta,
Madrid, Akal, 1986).
Las bases de la didáctica de Locke son el ejercicio y la disciplina del sentido y de la razón.
La educación moral tiene por fin a la virtud, para conseguirla es necesario acostumbrar al
hombre, desde niño, a la disciplina de la obediencia a fin de que cuando sea grande tenga
el dominio de su propia voluntad.
- Isaac Newton (1642-1727): Físico y matemático inglés de la Universidad de Cambridge.
Descubrió la ley de gravitación, clave de la mecánica y de la astronomía. Se le atribuye la
invención del cálculo infinitesimal. En su obra: Philosophiae naturalis principia
mathematica (1687) explica las leyes sobre el movimiento de los planetas. También
escribió libros sobre Historia de la Iglesia y Teología.
- David Hume (1711-1776): Nació y murió en Edimburgo (Escocia). Su obra Investigación
sobre el entendimiento humano (1748) influyó sobre el pensamiento de Kant. Cierra la
serie de empiristas ingleses que inició Bacon. Critica la idea de sustancia aplicada al yo
pensante; la identidad del yo desaparece, sólo queda un conjunto de fenómenos
psíquicos que no se sostienen en ninguna realidad permanente.
- Juan Jacobo Rousseau (1712-1778): Nació en Ginebra y murió en un asilo de ancianos
en Francia. De sus obras, destacamos El Emilio que es una novela pedagógica (1762) y
El contrato social en el que se exponen ideas que sirven de antecedente a la Revolución
Francesa. Es un escritor que niega el valor del progreso y propone la vuelta a la
naturaleza. Su lirismo y sentimentalismo lo convierten en precursor del romanticismo.
- Adam Smith (1723-1790): Economista y filósofo nacido en Escocia. Fue profesor en la
Universidad de Glasgow. Su obra básica: Investigaciones sobre la naturaleza y las causas
de la riqueza de las naciones (1776) ejerció gran influencia en la política económica
inglesa y fue la primera en aplicar los principios de la investigación científica a los estudios
económicos.
- Manuel Kant (1724-1804): Nació y murió en Konigsberg. Este gran filósofo inicia el
idealismo en Alemania; es una de las claves de la época moderna. Su especulación tiene
un carácter crítico puesto que intenta determinar los límites, las posibilidades y la
justificación del conocimiento. Por eso afirma que la filosofía puede limitarse a responder:
¿Qué puedo saber?; ¿Qué debo hacer?; ¿Qué puedo esperar? y ¿Qué es el hombre? A
estas cuestiones responden: la Metafísica, la Moral, la Religión y la Antropología. Aunque,
en realidad, todo podría reducirse a la Antropología puesto que abarca las preguntas
anteriores.
- Revolución Francesa (1789): “Libertad, Igualdad, Fraternidad”. Fruto de las ideas de los
"ilustrados" que critican la monarquía absolutista fundada en el Poder de Dios. Proponen
el modelo de la monarquía parlamentaria y una organización económica fundada en el
libre comercio. Rousseau afirma que el poder reside en el pueblo y que los gobernantes
son funcionarios de éste.
Conclusiones de la tercera parte
1. La Reforma y el Renacimiento produjeron un profundo quebranto religioso y metafísico.
El naturalismo tratará de explicar la realidad desde un inmanentismo excluyente de toda
referencia a Dios. Las actividades fundamentales del espíritu: ciencia, arte, economía,
política y las diversas actividades en las que el hombre manifiesta su racionalidad se
transformarán en absolutos, independientes de toda relación con el orden sobrenatural.
Es que el mundo mismo, desde Galileo Galilei (1564-1642) y, antes, con Leonardo Da
Vinci (1452-1519), lejos de ser un signo o un sacramento que mostraba los
designios de la inteligencia y la voluntad creadora de Dios, es un sistema, un
mecanismo... De esta manera, desde la autosuficiencia de la razón podía explicarse todo
y, superando las leyes de la geometría, podía producirse todo y transformarse todo
(Fósbery; La Cultura Católica, p.432).
2. El predominio del yo, del sujeto, se hace cada vez más evidente. El hombre quiere
afirmarse como árbitro del mundo y de su propio destino. Es una revolución cultural que
se funda en el deseo de nuevas experiencias de vida, de nuevos descubrimientos
científicos y de nuevos ideales de belleza. La exaltación del individuo que, confiado en
sus fuerzas, trata de emprender el camino de la fama y de la gloria en cualquier campo
también se hace evidente en la doctrina maquiavélica del Estado (1513), creación del
príncipe. El encanto por la belleza clásica y por la armonía humana que eran el centro de
la cultura grecorromana daba la posibilidad a los burgueses, y a las nuevas clases
aristocráticas, de desarrollar un ideal ético fundado en los valores del individuo, de la
libertad y de la naturaleza.
3. Es indudable que esa nueva concepción del hombre, de la vida y de la sociedad debía
tener repercusión inmediata sobre la educación y sobre las doctrinas pedagógicas. Así
como el hombre ideal es el perfecto señor de sí mismo: versátil artista, docto literato,
capaz de sublimes pensamientos y de nobles hechos; la educación se propuso el objetivo
de formar personalidades completas y libres, desarrollando todas las facultades del
hombre: físicas, intelectuales y morales. A los humanistas auténticos les interesaba que
los modelos a imitar: griegos, latinos o cristianos, fuesen tipos perfectos de humanidad,
dignos maestros capaces de enseñar a todos su esencial oficio de hombre.
4. El ideal de un desarrollo completo y armonioso de la personalidad impulsó a Guarino
Guarini de Verona (1374-1460) y a Vittorino Rambaldoni de Feltre (1378-1446) a dedicar
una particular atención a la educación física. Guarini aconsejaba el ejercicio de la caza, de
la pelota y de la natación; exhortaba a dar paseos y cultivar la danza. Vittorino daba a sus
alumnos un alimento sencillo y frugal y les recomendaba la práctica de la danza, de la
natación y de la caza. La educación física perseguía, en primer lugar, la salud, la gracia,
la agilidad y la ligereza del cuerpo; pero, en definitiva, era un medio eficaz para potenciar
las energías espirituales y morales porque contribuía a acrecentar el sentido de la
autodisciplina, a adquirir confianza en los propios recursos, a acostumbrar la voluntad a
persistir en el esfuerzo y a formar un carácter firme y seguro. Las escuelas de Guarini y
de Vittorino proporcionaron el modelo práctico en el que se inspiraron muchas escuelas
de otros lugares.
5. En los humanistas del siglo XV se vislumbran algunas ideas pedagógicas comunes: el
respeto por la personalidad del educador, la necesidad de prestar atención a la situación
particular de cada alumno, la gradualidad de la instrucción, el destierro de los castigos
corporales y el uso, cada vez más frecuente, de la reconvención para mejorar la disciplina
escolar, la exaltación del sentido del honor y la aspiración a la gloria como virtudes por
excelencia; la importancia del valor moral, de la educación religiosa, el cultivo de la
educación física para la formación integral; el desarrollo del gusto estético a través de la
música, el dibujo, la pintura y el arte y el dominio de la realidad natural por el aprendizaje
de nociones prácticas a través del aprendizaje de la Historia, las Ciencias y las
Matemáticas.
6. Es probable que uno de los defectos más grandes de la educación humanista haya sido
la preferencia que se otorgó a la enseñanza de las nociones lingüísticas y a las normas
estéticas antes que a las éticas y religiosas. De alguna manera, se confundió la erudición
con la sabiduría. Ese defecto se hizo evidente en el fenómeno llamado "ciceronianismo",
movimiento que buscaba imitar a Cicerón en la perfección estilística, retórica y oratoria. La
reacción contra el saber libresco, vacío de pensamiento y de sentimiento, fue grande en
los escritos de Rabelais (1494-1553) que afirmaba la necesidad de no separar la escuela
de la vida y que proponía la enseñanza de nociones agradables para los alumnos, útiles
para su desempeño en la vida económica, social y ética. También Montaigne (1533-1592)
participó de estas ideas y escribió contra una educación que sólo se preocupaba por
amueblar el cerebro y rellenar la memoria. Consideró inútiles las sutilezas dialécticas y los
estudios puramente lingüísticos. Aconsejó al preceptor que se preocupara por formar
cabezas bien hechas, antes que cabezas bien llenas y que no hablara siempre él solo
sino que también escuchara a los discípulos.
Afirmaba que la ineptitud de muchos falsos sabios era la prueba de que se habían
convertido en custodios de un saber de los demás, sin haber aumentado su propio
discernimiento. Se pavoneaban de lo que existía en la superficie de su cerebro pero se
estrellaban contra la realidad; sabían muchas cosas teóricas, pero no sabían
desempeñarse en ningún negocio de la vida práctica. En cambio, una escuela humanista
debía realizar su obra adaptándose a la genialidad de los alumnos y fundarse no sólo en
los preceptos o en las palabras sino en los ejemplos y en las obras, en el interés de los
discípulos, en la lengua materna, en la conversación con los otros hombres y en la
observación de la naturaleza. Los nuevos métodos educativos debían tener en cuenta
la espontaneidad de los alumnos y debían lograr una mayor vinculación entre los
contenidos teóricos y la vida práctica.
7. Los educadores del Renacimiento; Comenio (Moravia, 1592-1671) y Locke, en su
polémica contra el abuso de abstraccionismo y del verbalismo, fijaron las bases del
método intuitivo que de Rousseau a Pestalozzi e, incluso, para muchos seguidores de las
escuelas nuevas, fue considerado como el método ideal de enseñanza. Este consiste en
proponer a los niños, antes que las palabras y los pensamientos abstractos, las
cosas y la observación de la realidad concreta. La enseñanza debe iniciarse en lo
concreto y tangible para elevarse poco a poco a las relaciones más genéricas; se
piensa que las imágenes producidas por la experiencia se graban y fijan más
profundamente en la memoria. No obstante, el valor del método intuitivo no consiste
tanto en los objetos y en los datos que se presentan cuanto en su correspondencia a las
necesidades e intereses mentales de los niños y en el esfuerzo que ellos realizan para
apropiarse de esas "cosas". En eso radica el éxito de las llamadas lecciones de cosas.
8. El uso de una disciplina firme y continua fue entendido por Locke como el método
necesario para habituar a los jóvenes al dominio de sí mismos, a la resistencia contra la
adversidad y a la afirmación de la propia voluntad. Ese disciplinarismo sirvió para preparar
a los gentlemen, un reducido grupo de dirigentes de la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX,
cuando el país se abría a la conquista del mundo económico. Sin embargo, en la medida
que el ingreso a la educación se fue democratizando y todos los niños tuvieron acceso
libre a las escuelas, ese individualismo aristocrático reveló su insuficiencia.
Un disciplinarismo exageradamente confiado en los propios esquemas es condenable
porque reduce la educación a un sistema de reglas y de ejercicios extrínsecos, a gestos y
a ritos que ponen en evidencia la autoridad, más aparente que real, del maestro pero que
hacen de la educación un formalismo sin alma. El verdadero valor de la disciplina
consiste en la formación de la libertad espiritual, intelectual y moral del educando.
Heterónoma mientras el niño es pequeño, la disciplina debe encarnarse en la interioridad
del sujeto hasta que alcance la madurez y la responsabilidad que les permitan conducir
sus propios actos.
9. El naturalismo del siglo XVIII en Francia se presentó como una corriente de rechazo de
la naturaleza racional del hombre a los prejuicios tradicionales, es decir, a las
orientaciones político-sociales, morales y religiosas. Los "enciclopedistas" (Diderot;
D'Alembert; Voltaire...) proponían un nuevo plan pedagógico apoyado en los siguientes
principios: 1) Eliminación de toda referencia al orden sobrenatural y reducción de la
enseñanza religiosa a un significado meramente natural, terreno y racional. 2) Aprendizaje
de las lenguas modernas en sustitución de las antiguas y de las disciplinas técnico-
científicas en sustitución de las literarias y las retóricas. 3) Necesidad de una escuela
estatal, laica, aconfesional, que sustituyera definitivamente la acción educativa del clero y
de las congregaciones religiosas.
10. Rousseau estaba en contra de una educación naturalista que se fundara princi-
palmente en el racionalismo. La educación debía adaptarse a la naturaleza del educando
que, como se observa en el Emilio, está primeramente dominado por el sentido, luego por
la fantasía y, sólo en último término, por la razón. Rousseau estaba convencido de que
la educación natural debe rebelarse contra la presión que ejerce la sociedad imponiendo a
cada uno pautas culturales de una organización política artificial. Volver a la naturaleza
significa liberar al hombre de todo artificialismo y devolverlo a la simplicidad y sinceridad
de las actividades que lo constituyen esencialmente.
A este proceso de educación natural, que es proceso de autoformación y apertura del
ánimo hacia las cosas útiles que interesan a los niños, está vinculado el concepto de
educación negativa que descarta del educando toda influencia externa susceptible de
hacerlo desviar de la línea normal de su desarrollo. La misión del maestro hasta los doce
años debe reducirse a proteger al niño de toda influencia que perturbe el desarrollo de su
libertad. El hombre adulto no debe actuar arbitrariamente sobre el educando para
conseguir objetivos sociales o religiosos sino que debe hablar al niño, con el mismo
lenguaje de la naturaleza, respetando su grado de madurez psicológica, para que poco a
poco desarrolle su capacidad de ser razonable.
Por otra parte, Rousseau también adhiere a la corriente del aprendizaje activo. Emilio no
"aprende" pasivamente la ciencia sino que la "inventa" porque la descubre por sí mismo.
El fabrica sus herramientas didácticas, útiles para aprender la Geografía y la Geometría,
y, de esa manera, compromete el uso de sus manos, de sus sentidos y del pensamiento.
11. El defecto fundamental de la propuesta rousseauniana es el que padece la educación
renacentista en general: confundir la educación de la naturaleza con la educación de la
persona. La educación natural, entendida como educación negativa, como el simple
despliegue del desarrollo dinámico del ser, no resuelve el problema que supone la
educación de la persona humana. Esta implica la formación de la libertad, el
desarrollo de la capacidad de elegir y, muchas veces, la necesidad de disciplinar
los instintos y las tendencias naturales que, dejados en su libre expansión, sólo
podrían conducir a la destrucción del sujeto. La aspiración a la verdad, al bien y a la
belleza no es fruto de la evolución espontánea sino consecuencia de una educación que
pone al alumno en contacto con los valores superiores del espíritu y le ayuda a vencer
sobre las tendencias menos nobles de su naturaleza como, por ej., la lucha por la existen-
cia, el instinto combativo y el deseo de destacar sobre los demás.
El proceso educativo, por ser educación de la persona, supone siempre la naturaleza
racional del sujeto en el cual se realiza pero no tiene la misión de secundarlo en todas sus
manifestaciones, incluso en las desordenadas.
12. Del propio Rousseau, a través de Kant y de los idealistas postkantianos, deriva la
pedagogía idealista que acentúa el concepto de la autonomía y de la libertad del sujeto y
llega a la idea de la educación como desarrollo pero en el sentido de una creación
absolutamente libre que el espíritu hace de sí mismo. El problema educativo no se agota
en la investigación sobre las distintas técnicas de enseñanza o de preparación para las
distintas profesiones. No es una añadidura o un acopio de fragmentos de otras ciencias
sino que es el problema del hombre mismo en sus características universales, el
problema de la realidad espiritual. Por eso la Pedagogía no puede ser reducida a una
mera técnica aplicada sino que debe superar los límites del saber científico y construir una
teoría general de la educación humana.
En esa corriente se coloca Kant con su austera concepción moral, con la condena del
hedonismo en nombre de una consagración incondicionada al deber, con la afirmación de
la dignidad y de la libertad humanas, con la exaltación de la buena voluntad contra los
instintos y el respeto hacia la persona de los demás. La educación no puede tener otro
propósito que hacer que el hombre se convierta en un ser moral, que transforme su
"animalidad" en "humanidad". Esto ocurre cuando acepta libremente una disciplina que es
la de las leyes de la humanidad y que son, también, las leyes que él siente en sí mismo.
El "deber por el deber" libera al individuo de la subjetividad mudable de los sentimientos y
del egoísmo de los intereses particulares y lo hace obediente sólo a la ley sentida
íntimamente en el interior de la conciencia.
La enseñanza kantiana de que el hombre tiene en sí mismo el principio unificador de la
experiencia múltiple y de que todo lo que dice y opera es en función del "yo", abre camino
al concepto de la absoluta inmanencia en la única realidad verdaderamente cognoscible:
el sujeto o el espíritu. El tema principal de la educación ya no será el "conócete a tí
mismo" sino el llamamiento a la autonomía viril, a la acción, a la lucha, al esfuerzo que
supone la conquista de sí mismo.
- 1922: Benito Mussolini tomó el poder en Italia y marcó el comienzo del régimen fascista.
Inicialmente Mussolini fue el jefe del gobierno constitucional pero el asesinato del líder
socialista Giacomo Matteotti y la prohibición de partidos de la oposición promovió la
dictadura.
- 1929: El 24 de octubre (Jueves Negro) se produjo una profunda crisis del capitalismo.
Todo empezó con la caída del precio de los valores que se cotizaban en la Bolsa de Wall
Street en Nueva York. Debido a ello muchos inversionistas se vieron arruinados,
empresas y bancos tuvieron que cerrar, muchas personas perdieron sus trabajos y otros
países también se vieron afectados. Europa, que aún se estaba recuperando de la
Guerra, conoció una nueva etapa de miseria. Se produjo el ascenso de movimientos
políticos de extrema izquierda y de derecha.
- 1936-1939: Guerra Civil Española. Un levantamiento militar, liderado por el general
nacionalista Francisco Franco produjo la caída del sistema republicano.
- 1939: Segunda Guerra Mundial: La paz firmada en el Tratado de Versalles que intentó
perpetuar la Sociedad de las Naciones con el pacto de Kellog (1928) y la Conferencia del
Desarme (1932) sólo duró poco más de veinte anos. En Alemania, el mariscal Hindenburg
nombró canciller del Reich a Adolfo Hitler, jefe del partido nacional socialista. A la muerte
del mariscal (1934), Hitler asumió el poder absoluto y día a día se transformó en un
dictador: organizó el país bajo un régimen ultranacionalista de tipo militar; retiró la
representación ante la Sociedad de las Naciones; implantó el servicio militar obligatorio e
inició el rearme a gran escala. Paralelamente desarrolló una ofensiva ideológica contra el
comunismo, contra la democracia y contra el judaísmo. Esta política tuvo su adhesión en
Italia y Japón, se formó el eje Roma-Berlin-Tokio.
La política expansionista de los alemanes alertó a Inglaterra y Francia. En septiembre de
1939 Alemania invadió Polonia y ese fue el motivo de declaración de la guerra.
En diciembre de 1941, Japón, enemistado con las potencias occidentales por la ayuda
que prestaban a China, atacó por sorpresa la base naval de Pearl-Harbor lo que precipitó
el ingreso de los EE.UU. en la guerra y con ello se produjo la solidaridad de los pueblos
americanos en contra del Eje.
En julio de 1943, los aliados invadieron Sicilia y con ello se derrumbó el poder de
Mussolini. En junio de 1944 se produjo la ocupación de Roma. En septiembre del mismo
año, bajo el mando del general Eisenhower, las tropas de las Naciones Unidas liberaron
París, Amberes y Bruselas. Alemania se debilitaba aceleradamente. En mayo de 1945 los
alemanes anunciaron la muerte de Hitler a quien sucedió el almirante Doenitz que apuró
la rendición. El 8 de mayo de 1945 se produjo la capitulación final sin condiciones. En
agosto del mismo año, a consecuencia de varias derrotas militares y de la bomba atómica
arrojada sobre Hiroshima, se produjo la rendición de Japón.
- 1957: Era espacial: La Unión Soviética lanzó el primer satélite artificial de la tierra,
Sputnik I. En 1961 envió la primera misión tripulada al espacio. El comandante Yuri
Gagarin se convirtió en el primer ser humano que viajó al espacio. Por su parte, en julio
de 1969, EE.UU. envió a la luna la nave Apolo XI y el hombre, por primera vez, pisó el
satélite natural de la tierra.
- 1959: Revolución cubana: Desde comienzos de la década, el pueblo cubano decidió
levantarse contra la dictadura de Fulgencio Batista. Un grupo de revolucionarios al mando
de Fidel Castro, después de años de lucha, pudo vencer la resistencia del ejército y entrar
en La Habana en enero de 1959. De ese modo, progresivamente, Cuba se convirtió en un
Estado socialista.
- 1962: En octubre se realizó la apertura solemne del Concilio Ecuménico Vaticano II,
convocado por el Papa Juan XXIII. En la Constitución Apostólica de convocatoria, decía el
Pontífice: La Iglesia asiste en nuestros días a una grave crisis de la humanidad que traerá
consigo profundas mutaciones. Un orden nuevo se esta gestando y la Iglesia tiene ante sí
misiones inmensas, como en las épocas más trágicas de la historia. Porque lo que se
exige hoy de la Iglesia es que infunda en las venas de la humanidad actual la virtud
perenne, vital y divina del Evangelio. La humanidad alardea de sus recientes
conquistas en el campo científico y técnico pero sufre también las consecuencias de un
orden temporal que algunos han querido organizar prescindiendo de Dios... Nos, creemos
vislumbrar, en medio de tantas tinieblas, no pocos indicios que nos hacen concebir
esperanzas de tiempos mejores para la Iglesia y la humanidad (Nro. 2).
- 1963: Fue asesinado en Dallas (Texas) el presidente de los EE. UU., John F. Kennedy.
Fue el presidente mas joven del país y el primero de religión católica. Asumió su cargo a
comienzos de 1961 y, en poco tiempo, concretó notables realizaciones políticas y sociales
como la Ley sobre Derechos Civiles y el programa de la Alianza para el Progreso. Su
muerte, atribuida a Lee Oswald llenó de sorpresa y consternación al mundo.
- 1967: Encíclica de SS. Pablo VI: Populorum Progressio sobre el desarrollo de los
pueblos: Hoy el hecho mas importante del que todos deben tomar conciencia es el de que
la cuestión social ha tomado una dimensión mundial… Los pueblos hambrientos
interpelan hoy con acento dramático a los pueblos opulentos. La Iglesia sufre ante
esta crisis de angustia y llama a todos para que respondan con amor al llamamiento de
sus hermanos (Introducción, Nro. 3).
- 1971: Informe de la UNESCO: Aprender a ser: La tesis central es que la educación del
futuro no podrá circunscribirse a sectores sociales privilegiados, ni limitarse a
determinados grupos de edad, ni ser confiada a las instituciones pedagógicas
tradicionales, ni ser impartida de forma segmentada y especializada… Si realmente se
desea que los hombres se enraícen en la revolución científico-técnica y gobiernen en
común su destino es preciso organizar la formación permanente y global mediante la
transformación de toda la sociedad en una ciudad educativa que permita el pleno
florecimiento de las facultades de cada individuo y sepa extraer de las masas su potencial
creador.
- 1975: El Príncipe Juan Carlos de Borbón asume interinamente la jefatura del Estado
español debido a la enfermedad del Gral. Francisco Franco. A su muerte (noviembre de
1975), el Rey Juan Carlos se hace cargo de la conducción y expresa la intención
integradora de la monarquía. Nombra a Adolfo Suarez como Presidente del Gobierno en
la etapa de la transición.
- 1989: Después de la muerte del premier Chernenko (1985), M. Gorbachov fue elegido
presidente del Partido Comunista de la URSS. Tras la reorganización del Partido y del
sistema electoral, fue elegido Jefe de Estado y primer presidente de la URSS por el
Congreso de los Diputados del Pueblo (1990). Sus reformas estructurales a la vida
política y económica de la URSS, minaron el monopolio ejercido por el comunismo en los
países de Europa Oriental y pusieron fin a la Guerra Fría. En el mismo año, la República
Democrática Alemana decidió la apertura de sus fronteras a Occidente. Cayó el muro de
Berlin (levantado en 1961 para que los alemanes del Este no se escaparan hacia la
República Federal).
- 1991: Encíclica de SS. Juan Pablo II: Centesimus Annus en el centenario de la "Rerum
Novarum": Fue el yugo casi servil, al comienzo de la sociedad industrial lo que obligó a mi
Predecesor a tomar la palabra en defensa del hombre. La Iglesia ha permanecido fiel a
este compromiso en los pasados cien años. Efectivamente, ha intervenido en el periodo
turbulento de la lucha de clases, después de la Primera Guerra Mundial, para defender al
hombre de la explotación económica y de la tiranía de los sistemas totalitarios. Después
de la Segunda Guerra Mundial, ha puesto la dignidad de la persona en el centro de sus
mensajes sociales, insistiendo en el destino universal de los bienes materiales, sobre un
orden social sin opresión basado en el espíritu de colaboración y solidaridad. Luego, ha
afirmado continuamente que la persona y la sociedad no tienen necesidad solamente de
estos bienes, sino también de los valores espirituales y religiosos. Además, dándose
cuenta cada vez mejor de que demasiados hombres viven no en el bienestar del mundo
occidental sino en la miseria de los países en vías de desarrollo, la Iglesia ha sentido y
sigue sintiendo la obligación de denunciar tal realidad con toda libertad y franqueza,
aunque sepa que su grito no siempre será acogido favorablemente por todos... (Nro. 61).
Conclusiones de la cuarta etapa
1. En esta época se adhiere al naturalismo pedagógico: teoría que tiene por objeto la
formación de la persona dejando de lado realidades que tienen que ver con la dimensión
trascendente del hombre, como que ha sido creado por Dios y que el fin último de la vida
humana es de orden sobrenatural. El fundamento filosófico de ese naturalismo se
encuentra en la antropología desarrollada en la época de la Ilustración. El naturalismo
pedagógico se caracteriza por contemplar el desarrollo del hombre como mera
evolución de la naturaleza, sin ninguna referencia a finalidad objetiva fuera de la
misma evolución.
El naturalismo pedagógico no se puede entender sin vincularlo a la disolución del
pensamiento filosófico y al auge del empirismo mecanicista. Propone una escuela
destinada a explicar los fenómenos de la naturaleza pero no tiene conciencia de sus
limitaciones por eso su teoría educativa reduce lo inteligible a lo físico-matemático, a la
determinación existencial de los fenómenos empíricos y a las leyes de su organización
interna. Como es indiferente a las verdades que enseña la religión, no puede dar solución
al problema moral en tanto realización de valores absolutos.
2. Una de las tendencias del naturalismo es la pedagogía del positivismo intelectualista: el
desarrollo de la personalidad se reduce al acopio de informaciones.
El conocimiento es válido en tanto contribuye al progreso de los pueblos y a la
mejora de las condiciones de la vida humana (pragmatismo). El mayor desarrollo
del hábito científico debe tener sus consecuencias no sólo en el dominio de la
técnica y en la mayor abundancia de riquezas sino también en el orden moral. Existe
la idea de que el hombre bueno será el resultado de la herencia y la evolución; ésta se
encargará de recoger los sentimientos altruistas de los progenitores y de transmitirlos a
las generaciones más jóvenes. Esos sentimientos, radicados en la naturaleza por la
herencia, se transformarán en buenos instintos irresistibles. Es decir que la educación de
la libertad no escapa al determinismo de la naturaleza.
3. Otra de las tendencias del naturalismo es la "pedagogía del interés" que tiene como
principio fundamental la promoción de la espontaneidad de los niños. Las "escuelas
activas" insisten en que la función del maestro debe reducirse a ser sólo testigo de las
actividades de los niños. María Montessori (médica italiana dedicada a la educación de
niños débiles mentales) afirmaba (1909) que los objetos y las "lecciones de cosas" no
deben ser el punto de partida para la explicación de los maestros sino una ayuda para
que el niño que los escoja se los apropie, los use y se ejercite con ellos según sus propias
tendencias y necesidades, conforme a los impulsos del interés que le despierten (El
Método de la Pedagogía Científica, p. 176). La clave de su sistema consistía en la
autoeducación, en la necesidad de la actividad personal de los niños.
Ferrière y Dewey, por su parte, postulaban la organización de escuelas activas en las que
los niños eligieran el género de actividades que deseaban realizar; que se acostumbrasen
a trabajar y a convivir. Escuelas cuyo elemento organizador fuese el interés al servicio
del bien útil de los alumnos. Escuelas que desarrollaran las tendencias vocacionales de
los niños aunque, a veces, ese interés no fuera un ingrediente motivador del esfuerzo sino
sólo un motivo para procurar lo fácil y lo agradable.
El gran problema, olvidado por la generalidad de las llamadas “escuelas modernas”, es
que la aplicación de la voluntad del educando a una técnica cualquiera no es sólo una
cuestión psicológica, vinculada al desarrollo de las habilidades del alumno; es también
una cuestión moral que tiene que ver con el uso que haga el sujeto de esas habilidades.
Por ejemplo, en la “escuela del trabajo” no es suficiente la formación técnica; una
educación integral implica que esa técnica aprendida se utilice para el mejoramiento de la
persona y de la comunidad.
Es decir, la acción humana, por sí sola, no representa un valor sino por el contenido de
intencionalidad que alimenta sus raíces en el seno de la persona que libremente la
ejecuta. En efecto, si no se admite que el hombre puede conocer la verdad, también
la verdad moral, y que ese conocimiento es capaz de orientar las acciones
humanas, es probable que los actos humanos no procedan de la inteligencia sino
de impulsos o de afirmaciones apriorísticamente aceptadas.
4. Algunos autores presentan una oposición entre la "Pedagogía Tradicional" y la "Nueva
Pedagogía". La antigua pedagogía sería una teoría que desconoce la psicología de los
niños y, por eso, formula preceptos que se deben cumplir con esfuerzo; nos habla de una
regla de conducta a seguir, de obligaciones, de orden, de disciplina... En cambio, la
Nueva Pedagogía postula cosas agradables, habla de libertad y de independencia; la
obediencia debe desaparecer y debe rechazarse toda obligación que no provenga de la
autodeterminación del mismo sujeto.
El error del naturalismo ha sido descuidar las exigencias legítimas del ser racional, la
naturaleza espiritual del hombre. Por eso, su Pedagogía no puede reconocer una
disciplina que supone orden racional de la conducta y no puede solucionar el problema
autoridad-obediencia; libertad-responsabilidad. El concepto de "disciplina" aplicado desde
la antigüedad a la educación de los niños y de los jóvenes es un ejercicio que tiende a
restaurar el orden debido en las acciones humanas. Es un ejercicio de formación de
hábitos morales, intelectuales o técnicos que supone obediencia a leyes que no surgen de
la espontaneidad del sujeto y que, muchas veces, su cumplimiento implica mortificación y
esfuerzo. La disciplina prepara para la sabiduría, es un orden de las acciones
humanas destinado a la purificación del espíritu y dispositivo para la
contemplación.
La disciplina es un conjunto de normas extrínsecas al educando pero no arbitrarias,
normas impuestas por aquellos profesionales de la educación que atienden las leyes de
desarrollo de los niños y de los jóvenes y que los ayudan a superar su obrar caprichoso y
egoísta. La escuela, en cuanto institución que prepara para la vida social tiene ese
carácter normativo que regula la vida en comunidad y organiza un sistema objetivo de
exigencias que se imponen a los educandos. Debe existir una articulación entre los
valores apreciados por una comunidad, sus fines políticos y la estructura disciplinaria de
las escuelas.
5. ¿Cuál es la fuente filosófica que sirve de fundamento a los protagonistas de las
pedagogías libertarias?, ¿cuál es la razón por la cual debe dejarse la educación librada
enteramente a la espontaneidad del sujeto?. El autonomismo moral deriva de la
separación entre moral y metafísica. Para Kant no es posible el conocimiento científico
sino de los fenómenos sensibles y de las matemáticas. Es decir, como el hombre no
puede conocer su esencia, no puede fundar sus acciones en su naturaleza (se niega el
principio de la filosofía clásica: el obrar sigue al ser y el modo de obrar al modo de ser).
Para el kantismo, el obrar del sujeto tiene en sí mismo su razón de ser (subjetivismo), la
conducta moral se justifica en sí misma, en la “buena voluntad” del sujeto. Los valores en
general y los valores morales en particular son fenómenos subjetivos de la conciencia y
no existen fuera de ella.
En consecuencia, esa persona autónoma, sin posibilidad de conocerse a sí misma como
realidad objetiva, ni de conocer a otras personalidades ni la trascendencia de su acción,
no admite ninguna ley moral objetiva que oriente su conducta. El principio autonomista
nos enfrenta al hecho del encuentro de dos autonomías (maestro-alumno) en la que
ninguna de las dos tiene derecho de intervenir sobre la otra.
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Parece que en el mismo sentido, se ha pronunciado el gremio de los trabajadores de la
educación argentinos: Si por una parte se considera a la niñez como el primer período de
la vida humana, que se extiende desde el nacimiento a la pubertad, no puede dejar de
agregarse que, en este primer momento de construcción de la subjetividad, se
requieren ciertas condiciones para que la cria humana se humanice, para que el
cachorro devenga niño. Dada su indefensión inicial es necesaria la presencia de otro
significativo, alguien que ejerza la función materna.(3er. Congreso Educativo Nacional de
CTERA, Bs.As., 2005. El destacado es nuestro).