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Qué Es La Antropología y Cuál Es El Trabajo Del Antropólogo +++++

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¿Qué es la antropología y cuál es el trabajo del

antropólogo?
La siguiente es una adaptación abreviada de un texto del Doctor Jaime Litvak (arqueólogo) que nos muestra las
características con que frecuentemente se identifica al antropólogo. (Adaptación realizada por Carlos Hernández Muñoz,
Biólogo y Antropólogo)
(Nota: El Doctor Litvak se refiere concretamente al arqueólogo –que también es un antropólogo−, pero no es nada difícil extrapolar sus
afirmaciones a los antropólogos en general, lo que me tomé la libertad de hacer).

Litvak, Jaime. (1986). “Para hacerse arqueólogo”. En: Todas las piedras tienen 2000 años.
México: pp. 187 – 188.

Para mucha gente los antropólogos son de dos tipos: el primero, como Indiana Jones, de buena
edad pero no joven, atractivo pero no guapo, de exterior rudo y alma de oro, tenaz, sabe de
todo y es capaz de resistir tortura y cansancio con su indestructible buen humor. El otro es un
viejito de barba blanca, de pantalón corto, casco de corcho y carga siempre una descomunal
lupa con la que observa, un poco miopemente, las inscripciones o huesos que encuentra en el
interior de una pirámide, en una tumba o en un profundo agujero. Tiene una bellísima y rubia
hija que siempre está en peligro. El primer estereotipo se casará, irremisiblemente, con la hija
del segundo en el episodio final. Los han fabricado las películas, las novelas y las caricaturas.

No he conocido, en muchos años de antropólogo, a ninguno de los dos. Aún peor, no he conocido a la hija. Los antropólogos vienen

La antropología es fascinante y mucha gente quisiera dedicarse a ella. No cabe duda de su


atractivo. Es, sin duda, una de las ciencias que ofrece las posibilidades más maravillosas de
ocupar todo el tiempo de alguien. No es para cualquiera, pues no es una profesión fácil ni
incluye impresionantes incentivos económicos, y tampoco es frecuente, desafortunadamente,
conocer rubias guapísimas. Requiere además, para practicarla adecuadamente, de algunas
condiciones que no se presentan en mucha gente.

¿Cómo debe ser el antropólogo? Su profesión es una de las pocas disciplinas que combinan la
aventura de la exploración de campo, la sistemática del análisis de laboratorio, la precisión en
el manejo de la estadística y el placer puro de trabajar en una biblioteca, además de la
necesidad de ser un buen administrador. El antropólogo, por lo tanto, debe desde el principio
estar dispuesto a trabajar bajo los estándares de cada disciplina. No en alguna o algunas sino
en todas. Es, al mismo tiempo, ratón de biblioteca, boy scout, matemático, biólogo, químico,
físico, geólogo, geógrafo, psicólogo, sociólogo, científico de alta tecnología y gerente. Si no
está dispuesto a ser todo eso no será un antropólogo completo.

¿Por qué? Porque la antropología incluye elementos de todas ellas que le son indispensables.
Empieza por la consulta de archivos y bibliotecas, obtiene sus datos en el campo trabajando
con grupos bastante complicados y sus recursos y tiempos requieren de manejo gerencial. Los
examina, mediante una variedad de disciplinas científicas y los maneja estadísticamente para
llegar a conclusiones.

Ratón de biblioteca: El antropólogo debe poder encontrar, examinar y evaluar los trabajos que
hay sobre el tema de su investigación. Esto implica el uso de bibliotecas y archivos y la lectura
y fichado de innumerables libros, artículos y otros documentos que le dan la base del
conocimiento previo. Debe además ser un buen cartógrafo que entiende los mapas y las fotos
aéreas y sabe extraer de ellas la información que puede necesitar.

Boy scout: Al salir al campo, el antropólogo vive durante tiempos prolongados en condiciones
relativamente primitivas. Debe procurar hacerlo con comodidad y por lo tanto, al mismo tiempo
que no debe temer a los alacranes, habrá de mejorar su campamento y hacerlo agradable:
dotarlo de agua, corriente eléctrica y otras cosas, no sólo para vivir mejor, sino para facilitar
su trabajo.

Gerente: A través de su actividad, el antropólogo estará manejando procesos complicados.


Distintas fuentes de información y distintos ritmos de análisis son sólo dos de ellos. Pero es en
el campo, en condiciones elementales, donde estará a cargo de muchos factores: transporte,
peones en distintos frentes, registro de observaciones, clasificación, logística de campamento,
comunicación con la base, financiamiento, comprobación de gastos y otros que deberá manejar
con claridad y eficiencia.

Biólogo, químico, físico, geólogo, geógrafo, psicólogo, sociólogo, y científico de alta


tecnología: Al regresar a su base el antropólogo analizará sus observaciones (sus datos de
campo). Además de la larga y, honradamente, bastante tediosa labor de examinar en la mesa de
trabajo varios kilómetros de páginas de su diario de campo y que le darán la base de todo lo
que siga, debe saber hacer y sobre todo entender lo que otros hacen, los exámenes físicos,
químicos y biológicos de las personas a las que estudia, datos sanguíneos, metabólicos,
somatométricos, genéticos, conductuales, alimentarios, de indumentarias, y muchos más,
aparte del análisis del medio ambiente de la comunidad a la que estudia: datos geológicos,
edafológicos, botánicos, zoológicos, meteorológicos, etc. Todo esto sin contar que debe estar
al tanto en lo que se refiere a costumbres y tradiciones, organización de las familias, religión,
arquitectura, política, mitología, historia, música y literatura, arte en general, artesanías,
gastronomía, etc. etc.

Matemático: Respecto a sus datos cuantitativos, deberá agruparlos en clases y tipos y a su


vez, relacionarlos con otras agrupaciones. Todo este proceso se hace sometiendo los datos a
pruebas estadísticas. El resultado mismo del trabajo del antropólogo dependerá de que sea
capaz de llevarlo a cabo y que lo entienda bien.

La conclusión necesaria es que el antropólogo debe poseer una amplia cultura, una gran
capacidad de trabajo, mucha paciencia, tolerancia y un buen sentido del humor. A través de ese
largo proceso necesitará de todos ellos. No sólo para el trabajo mismo, sino para convivir
durante meses con su comunidad bajo estudio y, sobre todo, para improvisar cuando falle algún
elemento del proceso, lo que ocurrirá infaliblemente en el peor momento posible. Los prejuicios
tampoco son bienvenidos en una profesión donde participa gente de todas las etnias, religiones,
nacionalidades, ideologías y sexos en completa igualdad.

Los aspectos de la personalidad se entienden solos. Las condiciones de vida en el trabajo de


campo sólo hacen más clara su definición. Si usted está siempre de mal humor, se enoja cuando
las cosas no salen, cree que los indígenas son inferiores, que los judíos son perversos, que sólo
sus ideas políticas contienen la verdad o que las mujeres no son capaces de dirigir, acabe de
leer (este texto) y goce la antropología … desde lejos, pero no se meta a ser antropólogo. No lo
va a soportar. Los antropólogos tampoco lo podrán soportar a usted.

(Anexo 1)
La identidad de la antropología
Gemma Celigueta y Mikel Aramburu

Profesores de la Carrera en Antropología Social y Cultural de UNIBA.

20/06/2016

Como indica su etimología, la antropología es el conocimiento del ser humano. En concreto, la pregunta que
subyace en la antropología es ¿en qué consiste la condición humana? O, ¿qué significa ser humano? El
problema es, como nos explica el antropólogo francés Claude Lévi-Strauss en su célebre ensayo Raza e
Historia, que la idea de humanidad no se presenta a nuestros ojos como una evidencia empírica, sino de
formas muy diversas tanto en su aspecto físico como en las maneras de organizarse y comportarse. Por ello,
si tuviéramos que destacar una particularidad de la antropología respecto a otras disciplinas que también
han hecho del ser humano su objeto de estudio, ésta sería probablemente su reflexión sobre esta variedad.

Otra particularidad de la antropología es que no trata de aproximarse a estas diferencias humanas desde
una perspectiva evaluadora, es decir para juzgar y establecer qué formas de ser humano son más adecuadas
o mejores, sino desde una mirada abierta y relativista que busca comprender las casi infinitas maneras que
han tenido y tienen los seres humanos de vivir, de organizarse, de creer y de relacionarse.

Los “otros” en la antropología

Los sujetos de estudio de la antropología han sido, tradicionalmente, aquellos clasificados como “otros”. No
podemos olvidar que la disciplina surge en un contexto colonial donde son aquellos que se quieren
“civilizar”, los llamados salvajes o primitivos, los que se convierten en el objeto de estudio privilegiado de la
antropología. No obstante, las fronteras de la alteridad han ido cambiando con el paso del tiempo hasta
desdibujarse a medida que el capitalismo, el Estado, las migraciones, la globalización o la urbanización
generalizada transformaban cada vez más amplios sectores de la población humana. En efecto, con el paso
del tiempo, la antropología ha ido ampliando su objeto de estudio hasta abarcar a sociedades occidentales,
urbanas, con estado y en el mercado.

Frente a esta ampliación, ¿cuál continúa siendo su particularidad? Una frase citada con frecuencia en la
comunidad antropológica parece resumirla bastante bien: la antropología vuelve familiar lo exótico y
exótico lo familiar. Es decir, que por un lado nos acerca a aquellas realidades que nos son extrañas
facilitando su comprensión, mientras que por el otro cuestiona aquellas categorías que nos parecen
naturales y obvias mostrándonos finalmente que la nuestra es únicamente una más de las casi infinitas
maneras posibles de vivir.

La orientación empírica de la antropología

Por último, es característico de la antropología su orientación empírica, es decir, reflexionar sobre la


diversidad no desde la razón abstracta sino a partir de la inmersión en particularidades empíricas. De hecho,
desde que Bronislaw Malinowski (1884-1942) en Europa y Franz Boas en los EEUU instauraran el trabajo de
campo etnográfico como condición para la reflexión antropológica; la comunidad (el grupo social) ha sido,
en cierta manera, el laboratorio de la antropología, la etnografía su método de investigación por excelencia,
y la observación participante su técnica más representativa. Su principal característica consiste en compartir
la cotidianidad de cierto grupo de personas durante un período de tiempo, observando, preguntando,
escuchando y conversando con ellas. El objetivo es comprender los fenómenos sociales desde el punto de
vista de sus protagonistas y poner sus perspectivas en diálogo con los problemas teóricos que emanan del
análisis de la diversidad humana.

La Antropología Social y Cultural se ha convertido en muchos países en una disciplina popular que se mueve
entre las Ciencias Humanas y Sociales y que resulta útil para afrontar los temas derivados de la diversidad
cultural y otros muchos que son candentes desde un punto de vista social, económico y político
(inmigración, género, derechos humanos, identidades, etc.).

Su carácter transversal hace que sea una disciplina que cuente con unas elevadas posibilidades de
profesionalización, especialmente en campos como la diversidad cultural, el patrimonio etnológico, el
desarrollo territorial y la cooperación internacional, la docencia y la investigación social básica y aplicada.

(Anexo 2)
¿Te interesa la antropología?, estas habilidades necesitas

La antropología muchas veces se sirve de las herramientas y conocimiento de otras disciplinas, como las
ciencias sociales y naturales. (Foto: Pixabay)
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Redacción Peru.com04.05.2017 / 22:56 PM

La antropología es una ciencia social que estudia al ser humano y al hombre en sus aspectos sociales y
biológicos. Muchas veces se sirve de las herramientas y conocimiento de otras disciplinas, como las ciencias
sociales y naturales.

Su objetivo es producir conocimiento sobre el ser humano en diversas esferas, tanto desde las estructuras
sociales de la actualidad a la evolución biológica de la especie, el desarrollo de las sociedades y los modos de
vida de pueblos que han desaparecido, así como también la diversidad cultural y lingüística características
de cada sociedad.

De acuerdo a la American Anthropological Association (AAA) existen cuatro áreas bien definidas de la
antropología: la Antropología biológica, la Antropología cultural, la Arqueología y la Antropología lingüística,
cada una con respectivas subramas.

En cuanto al campo laboral en el que se puede desempeñar un antropólogo, los dos que más sobresalen son
la investigación y la enseñanza; aunque también podrán hacerlo como escritores de libros y ensayos,
asesores o conferencistas expertos sobre el tema,

Además, al existir ramas y subramas en esta carrera, se puede abrir campos de trabajo e investigaciones
muy diversas para cada profesional conformando equipos interdisciplinarios, según el objetivo de cada
proyecto en el que esté.

Las habilidades necesarias para estudiar Antropología

Como requisito esencial para realizar la carrera de Antropología el estudiante debe tener un gran interés y
curiosidad por las sociedades en general, gusto por la lectura y la investigación, capacidad de observación y
análisis, espíritu crítico y receptividad para poder intercambiar, estudiar y entender la lógica de diversas
sociedades y comunidades y poder considerar y repensar los fenómenos sociales desde otros puntos de
vista diferentes a aquellos de la realidad cotidiana en la que está inmerso.

Además, el antropólogo debe ser una persona con gran paciencia y perseverancia, ya que puede pasar años
(o incluso toda la vida) estudiando un mismo hecho o situación sin llegar a obtener las respuestas de la
pregunta inicial que disparó la investigación, de acuerdo al portal Universia.

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