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CASO CLÍNICO de La GOTA
CASO CLÍNICO de La GOTA
CASO CLÍNICO de La GOTA
Examen dermatológico
El paciente presentaba lesiones nodulares diseminadas en la cara y los miembros superiores e inferiores.
El nódulo de mayor tamaño estaba localizado en el codo derecho; tenía 8 cm de longitud, forma
redondeada, color amarillo, duro, móvil, no adherido a planos profundos, de superficie lisa y doloroso a
la palpación profunda. El más pequeño se encontraba en el pabellón auricular derecho; medía 2 cm de
diámetro y presentaba características similares a las antes descritas. Este cuadro clínico se acompañaba
de dolor moderado e intermitente en las articulaciones metacarpo falángicas y se exacerbaba con el
movimiento de los dedos.
Lesión nodular de mayor tamaño localizada en codo derecho
Exámenes complementarios: positivos
- Urato: 950 mmol/L
- Biopsia: fragmento de piel con depósito de urato y células gigantes a cuerpo extraño (gota).
El paciente llevaba tratamiento medicamentoso diario con prednisona (tabletas de 10 mg por vía oral),
colchicina cada 12 horas (tabletas de 0,5 mg por vía oral) y metrotexate 1 CC semanal. Luego de discutir
el caso con los especialistas en medicina interna y reumatología se decidió cambiar la colchicina por el
alopurinol 400 mg/día.
Comentarios
-La gota es una enfermedad metabólica crónica causada por un trastorno del metabolismo de las purinas
y se presenta en pacientes con concentraciones séricas superiores a 7 mg/dL de ácido úrico. Está
determinada por el depósito de cristales de urato monosódico en las articulaciones y otros tejidos, lo
cual provoca una respuesta inflamatoria, que puede, además, inducir daño tisular permanente. Como se
refirió anteriormente esta enfermedad se puede manifestar de 4 formas; en este caso el paciente
presentó una gota tofácea crónica.
Resulta importante señalar que los tofos son agregados de cristales de urato monosódico rodeados por
una reacción granulomatosa que presentan con mayor frecuencia en los tejidos con pobre suministro de
sangre y baja temperatura, tales como hélix auricular y articulación del primer metatarso. Son nódulos
de color blanco-amarillento y varían en tamaño de 1mm a 7cm. La localización intradérmica de los tofos
es infrecuente, puesto que es común encontrarlos en piernas y antebrazos; con menor frecuencia, en
nalgas, muslos y pared abdominal. El desarrollo de tofos intradérmicos se correlaciona con el tiempo de
evolución de la enfermedad, un tratamiento inadecuado de esta, la severidad de la hiperuricemia y
además, se asocian al uso prolongado de glucocorticoides.
En este paciente la lesión inicial se localizó en un sitio frecuente; sin embargo, las que surgieron
posteriormente se hallaron en lugares atípicos, lo cual se correlaciona con los 6 años de diagnóstico de
gota, los altos niveles de ácido úrico y el consumo de esteroides para combatir la artritis reumatoidea.
La gota tofácea crónica es una enfermedad cuyo estándar de oro diagnóstico es la presencia de cristales
de urato monosódico en el aspirado del tofo o líquido articular; no obstante, en este caso, el estudio
histopatológico permitió demostrar que la causa de las lesiones nodulares no fue la artritis reumatoidea
sino los granulomas en empalizada.
Por otra parte, los tofos responden al tratamiento de la hiperuricemia, durante el cual disminuirán
gradualmente de tamaño; sin embargo, un nódulo grande que cause gran deformidad y alteraciones
estructurales de las articulaciones puede que requiera ser removido quirúrgicamente.
Actualmente, el afectado tiene tratamiento farmacológico prescito por los especialistas en medicina
interna y reumatología. Se realizan controles periódicos y, a pesar de ser candidato a intervención
quirúrgica, el gran número de lesiones promueve inicialmente un tratamiento conservador y meramente
farmacológico. Los autores concuerdan en que, si bien la presencia de tofos gotosos por sí mismos no
pone en peligro la vida del paciente, conllevan a una importante limitación funcional aun en ausencia de
inflamación aparente, lo cual provoca afectación en su calidad de vida.
Según MEDISAN 2019; 23(1):119 El paciente fue diagnosticado con una gota tofácea crónica, pero se
señala que esta no debe considerarse una forma clínica peculiar; simplemente es un indicador de
diagnóstico tardío o de un tratamiento incorrecto y/o insuficiente de esta enfermedad.
Referencias bibliográficas
1. Junco Gelpi DA, Moreno Navarro JT, Pérez Jané ÁO. Tofo gotoso en la mano. MEDISAN. 2015 [citado:
http://scielo.sld.cu/pdf/san/v19n9/san11199.pdf
2. Seletti M, Slullitel G, Calvi JP, Pinton G, Bartolucci C, López V. Traumatol. 2015 [citado 26/02/2018];
http://www.scielo.org.ar/pdf/raaot/v81n3/v81n3a11.pdf
3.CASO CLINICO 3
RESUMEN
Se presenta el caso clínico de un paciente de 57 años de edad, mestizo, con antecedentes de artritis
reumatoidea y gota, quien acude a la consulta especializada de Dermatología del Hospital
Clinicoquirúrgico Docente “Celia Sánchez Manduley” de Manzanillo, provincia de Granma, por presentar
lesiones nodulares dolorosas diseminadas. Se realizaron estudios complementarios y biopsia de piel,
cuyos resultados permitieron diagnosticar una gota tofácea crónica. El paciente llevaba tratamiento
medicamentoso con prednisona, colchicina y metrotexate, pero luego de discutir el caso con los
especialistas en medicina interna y reumatología se decidió sustituir la colchicina por el alopurinol.
CASO CLÍNICO
Se describe el caso clínico de un paciente de 57 años de edad, mestizo, con antecedentes de gota y
artritis reumatoidea. En consulta dermatológica refiere que desde hace aproximadamente 6 años ha
notado la aparición repentina de un “tumorcito” en el pabellón auricular derecho, pequeño, duro,
redondo, del mismo color de la piel, no doloroso y sin ninguna sintomatología; razón por la cual no
acudió a consulta para valoración médica. Decide asistir, pues hace un año notó que aparecieron nuevos
tumores con similares características, pero de mayor tamaño en miembros superiores e inferiores,
acompañados de dolor moderado e intermitente en los “nudillos de las manos”, lo que le dificultaba la
realización de tareas cotidianas.
Examen dermatológico
El paciente presentaba lesiones nodulares diseminadas en la cara y los miembros superiores e inferiores.
El nódulo de mayor tamaño estaba localizado en el codo derecho; tenía 8 cm de longitud, forma
redondeada, color amarillo, duro, móvil, no adherido a planos profundos, de superficie lisa y doloroso a
la palpación profunda. El más pequeño se encontraba en el pabellón auricular derecho; medía 2 cm de
diámetro y presentaba características similares a las antes descritas. Este cuadro clínico se acompañaba
de dolor moderado e intermitente en las articulaciones metacarpo falángicas y se exacerbaba con el
movimiento de los dedos.
Exámenes complementarios
- Biopsia: fragmento de piel con depósito de urato y células gigantes a cuerpo extraño (gota).
El paciente llevaba tratamiento medicamentoso diario con prednisona (tabletas de 10 mg por vía oral),
colchicina cada 12 horas (tabletas de 0,5 mg por vía oral) y metrotexate 1 CC semanal. Luego de discutir
el caso con los especialistas en medicina interna y reumatología se decidió cambiar la colchicina por el
alopurinol 400 mg/día.
COMENTARIOS
La gota es una enfermedad metabólica crónica causada por un trastorno del metabolismo de las purinas
y se presenta en pacientes con concentraciones séricas superiores a 7 mg/dL de ácido úrico. Está
determinada por el depósito de cristales de urato monosódico en las articulaciones y otros tejidos, lo
cual provoca una respuesta inflamatoria, que puede, además, inducir daño tisular permanente, en este
caso el paciente presentó una gota tofácea crónica.
Resulta importante señalar que los tofos son agregados de cristales de urato monosódico rodeados por
una reacción granulomatosa que presentan con mayor frecuencia en los tejidos con pobre suministro de
sangre y baja temperatura, tales como hélix auricular y articulación del primer metatarso. Son nódulos
de color blanco-amarillento y varían en tamaño de 1mm a 7cm. La localización intradérmica de los tofos
es infrecuente, puesto que es común encontrarlos en piernas y antebrazos; con menor frecuencia, en
nalgas, muslos y pared abdominal. El desarrollo de tofos intradérmicos se correlaciona con el tiempo de
evolución de la enfermedad, un tratamiento inadecuado de esta, la severidad de la hiperuricemia y
además, se asocian al uso prolongado de glucocorticoides.
En este paciente la lesión inicial se localizó en un sitio frecuente; sin embargo, las que surgieron
posteriormente se hallaron en lugares atípicos, lo cual se correlaciona con los 6 años de diagnóstico de
gota, los altos niveles de ácido úrico y el consumo de esteroides para combatir la artritis reumatoidea.
La gota tofácea crónica es una enfermedad cuyo estándar de oro diagnóstico es la presencia de cristales
de urato monosódico en el aspirado del tofo o líquido articular; 6 no obstante, en este caso, el estudio
histopatológico permitió demostrar que la causa de las lesiones nodulares no fue la artritis reumatoidea
sino los granulomas en empalizada.
Por otra parte, los tofos responden al tratamiento de la hiperuricemia, durante el cual disminuirán
gradualmente de tamaño; sin embargo, un nódulo grande que cause gran deformidad y alteraciones
estructurales de las articulaciones puede que requiera ser removido quirúrgicamente.
Últimamente, el paciente afectado se le dio tratamiento farmacológico prescito por los especialistas en
medicina interna y reumatología. Se realizaron controles periódicos y, a pesar de ser candidato a
intervención quirúrgica, el gran número de lesiones promueve inicialmente un tratamiento conservador
y meramente farmacológico. Los autores concuerdan en que, si bien la presencia de tofos gotosos por sí
mismos no pone en peligro la vida del paciente, conllevan a una importante limitación funcional aun en
ausencia de inflamación aparente, lo cual provoca afectación en su calidad de vida.
El paciente fue diagnosticado con una gota tofácea crónica, pero se señala que esta no debe
considerarse una forma clínica peculiar; simplemente es un indicador de diagnóstico tardío o de un
tratamiento incorrecto y/o insuficiente de esta enfermedad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Junco Gelpi DA, Moreno Navarro JT, Pérez Jané ÁO. Tofo gotoso en la mano. MEDISAN. 2015 [citado
26/02/2018]; 18 (9): 1145-8. Disponible en: http://scielo.sld.cu/pdf/san/v19n9/san11199.pdf [ Links ]