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Debate Ética

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INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR DE CALKINÍ,

EN EL ESTADO DE CAMPECHE

CARRERA:
INGENIERÍA EN SISTEMAS COMPUTACIONALES

ASIGNATURA:
TALLER DE ÉTICA

PRÁCTICA NO. 2
ORGANIZACIÓN DEBATES SOBRE TEMAS DE INTERÉS Y ACTUALIDAD, PARA PROPICIAR
EL ANÁLISIS AL CONTRASTAR IDEAS DE JUICIOS ÉTICOS Y MORALES, VALORES, Y
DERECHOS HUMANOS Y OTROS ASPECTOS ÉTICOS.

DOCENTE: MILDRED
INTEGRANTES: MATRICULA:
JUAN PABLO MOO UC 8959
BRAYAN MIGUEL RODRÍGUEZ TZAB 8958
EMILY GUADALUPE CHAN CEH 9004
WILBERTH ALBERTO CANUL PECH 8973
CARLOS ADONLFO CEN IC 9013
EMANUEL ANTONIO CAUICH CANUL 8971
RAÙL NATANAEL OJEDA MARTIN 8975

PRIMERO B

FECHA ENTREGA: 21/09/2023


INTRODUCCIÓN

En este trabajo plantearemos la perspectiva de cada persona sobre un tema que ha


estado en mucha controversia durante mucho tiempo, la legalización de las drogas,
exponiendo de manera resumida la problemática de la prohibición de estas sustancias así
como su legalización y las ventajas que esta podría llegar a tener en la sociedad actual
debido a que estos ha causado durante años un “quebradero” de cabeza para varios países
imponiendo de manera regular normas/leyes así como promoviendo la creación de
unidades policiales.
No obstante, varios países han estado hablando sobre la legalización de estas a
raíz de esto es necesario una reflexión sobre, si la persecución de las drogas es justificada,
o sin embargo se tiene que legalizar dichas sustancias para dichas acciones o
enfermedades, todo esto se responde dentro del debate sobre los límites y oportunidades
que estas sustancias podrían causar destacando algunos aspectos éticos, morales y
científicos
Se puede decir que va afectando estás adicciones nuestros valores éticos ya que
genera dependencia, atentando contra el valor de la personalización y contra el valor de la
comunicación humana, o estando a favor que ciertos gramos de la mariguana ayudan a la
salud de algunas personas.
El presente análisis tiene como objetivo desmitificar algunas acusaciones falaces en contra
de la legalización de las drogas, desenmascarar argumentos erróneos y plantear por qué
la legalización de las drogas es una mejor opción. No una solución perfecta, pero sí menos
costosa que su prohibición.
DEBATE SOBRE LA LEGALIZACIÓN DE LAS DROGAS

El presente se analiza el grave problema que ha estado en controversia durante


mucho tiempo, la legalización de las drogas; del cual se menciona los inconvenientes que
se desprenden: primeramente el aumento del consumo de drogas, la adicción, problemas
físicos psicológicos y familiares presentados en las familias de los adictos; además
accidentes automovilísticos, abuso sexual, maltrato a menores, robo, violencia y el aumento
de la criminalidad por lo cual la legalización sería un grave error.

Los últimos días se viene dando un debate sobre la legalización de las drogas, más
concretamente sobre la marihuana y se tumbó por tanto la parte del decreto donde se podía
decomisar la dosis mínima, entonces quedó aprobado que se puede decomisar la dosis
que es para la venta y también la prohibición del consumo en sitios públicos donde se afecte
a los demás.

Actualmente las drogas se encuentran divididas dicotómicamente según el nivel


lesivo e invasivo que estas producen en el organismo humano tras una ingesta abusiva,
hablamos pues de las “drogas blandas” anteriormente mencionadas, que estarían
constituidas por la nicotina, el alcohol y el cannabis; y “drogas duras” que estarían
integradas por la heroína, la cocaína y la anfetamina, entre otros. A pesar de esta
clasificación, muchas son las investigaciones que ponen de relieve que las “drogas blandas”
producen más muertes anuales, así como más problemas de origen social, provocadas por
la ingesta de estas sustancias.

El alcohol, y por consiguiente el alcoholismo, se encuentran entre las causas más


comunes de delincuencia en la actualidad, como pueden ser los delitos relacionados con la
seguridad vial, así como, los delitos de lesiones, maltrato o violación. El alcohol (como droga
depresora que es), produce una merma en las facultades cognitivas de la persona
afectando a su capacidad de autocontrol, lo que puede dar lugar conductas delictivas. Sin
embargo, hoy en día, la ingesta de esta sustancia se encuentra totalmente legalizada y
normalizada en nuestra la sociedad.

Precisamente, creo que este caso es bien particular, porque el mismo cigarrillo y el
alcohol suelen ocasionar más problemas que la marihuana y sin embargo se comercializan
libremente a sabiendas de los índices de cáncer que anualmente ocasionan y en el caso
del alcohol, las muertes por riñas, por conducir en estado de embriaguez y por deterioro de
la misma salud del consumidor. Estoy seguro de que legalizarla, reduciría sustancialmente
muchos problemas que tenemos por el lado de la delincuencia y que regulándola podemos,
además, sustraer beneficios económicos que pudieran invertirse en programas de
prevención con miras a erradicar su consumo en el futuro.

Teniendo en cuenta la realidad de nuestro país, la razón más importante por la que
me opongo a la legalización, es porque esto aumentará sustancialmente el número de
personas que se hacen adictos y es lógico que, si las drogas adictivas están más accesibles
y a menor precio, más personas y sobre todo jóvenes y hasta niños se sientan tentados a
probarlas o a consumirlas, pues lo van viendo muy normal y no debemos olvidar todos los
daños que representa el consumo de drogas, empezando por la salud. De acá nos debe
surgir la pregunta: ¿queremos una sociedad de drogadictos?

En primer lugar, debo comenzar diciendo que estando a favor de la legalización,


precisamente, porque estoy en contra del consumo de drogas pues sé que son dañinas
para la salud. No es el caso de quien quiere que la legalicen por “beneficio” propio de su
adicción y que alude a argumentos rebuscados con el fin de justificarse. Entonces, surge el
interrogante ¿cómo hacemos para prevenir esto? Y hay que tener en cuenta que la guerra
contra el narcotráfico está perdida y que las actuales medidas que se han implementado
para combatirlas no están dando resultado.

Aunque no podemos disfrazar la realidad de las drogas dentro del marco de la


legalidad, las drogas son dañinas para el ser humano, tanto para el consumidor como para
las personas que rodean a los adictos pues se ven afectados porque los que las consumen
les ocasionan angustias severas a sus seres queridos y muchas veces bajo los efectos de
estas drogas cometen también actos, algunas veces trágicos, que perjudican a la sociedad,
y que de ser legalizadas cualquiera va a acceder libremente a ellas y hasta vamos a ver
toda una oleada propagandística, de una u otra manera, para incentivar su uso como es la
tendencia de una sociedad de consumo.

Así lo vemos por ejemplo con el cigarrillo y el alcohol que, si con este último, vemos
las nefastas consecuencias por los comportamientos desatados por su consumo, ¿qué
pudiéramos esperar entonces, si adicional a esta problemática del alcoholismo le sumamos
el de la drogadicción legalizada?

De igual manera, sí hay una regulación de este y también hay unas campañas para
evitar su exceso, generando conciencia sobre el alcoholismo y sus consecuencias, y es lo
que queremos lograr con la legalización, que el estado participe activamente en su
regulación, producción y distribución.

Sobre lo que se dice de hacerle propaganda a las drogas, más bien seria que la
reducción del gasto para combatir la droga y la recaudación de los impuestos aplicados a
estas sustancias podrían destinarse a programas y campañas de concientización y
prevención del consumo, así como a educar a nuestros jóvenes en valores y en habilidades
que le sirvan como herramientas para decidir por sí mismos. Todo esto en un contexto en
el que la familia tomase un papel fundamental en la educación.

Creo que para educar a la juventud sobre lo nocivas que son las drogas no tenemos
la necesidad de legalizarlas. Es una tarea que hay que hacer ahora en conjunto con los
padres, igual hay que educar a nuestros jóvenes sin necesidad de exponerlos; además, por
más herramientas que les demos, decidir por sí mismos sobre ser adictos o no, es algo
absurdo. Sobre esto deben saber que es una trampa en la que no deben caer, no algo
sobre lo que deben decidir. Aquí no se trata de una decisión qué afrontar como si fuera una
carrera profesional. Quienes han caído en la trampa de las drogas, en algún momento de
su vida llegan a desear para sí, una vida totalmente diferente y saben que esto es
sumamente difícil.

No debemos subestimar a la marihuana tanto como lo están haciendo quienes están


a favor de su legalización, no debemos olvidar que tenemos un problema en cuanto al
tabaquismo y el alcoholismo y precisamente por eso. Ahora que vemos gente fumando y
bebiendo en las reuniones, sabiendo el daño que provoca, no conviene añadir una cosa
más, porque también hay estudios que resaltan los daños ocasionados por la marihuana.
Además, está comprobado que un gran porcentaje de quienes terminan adictos a la
marihuana, suelen probar otras sustancias, más altamente adictivas. De lo anterior, al
legalizar la marihuana, se abre una nueva problemática generacional la cual es abrirles la
puerta a los jóvenes, para el consumo de nuevas sustancias sumamente dañinas para su
salud.

Otro problema que se ha observado es que restar beneficios económicos no sugiere


una extinción futura, sino un aumento por participación en beneficios económicos que
definitivamente benefician a los corruptos.
CONCLUSIÓN

Como hemos observado, el debate fue sumamente tenso y lamentablemente no se


alcanzó un acuerdo definitivo, sin embargo, los puntos más destacados que surgieron nos
brindan motivos para la reflexión. El derecho moral de los individuos a consumir drogas
parece arraigarse en la defensa de su libre albedrío para tomar decisiones sobre su propia
vida, ya sea optando por una sobriedad moral o por un estilo de vida más relajado. En este
sentido, la intervención del Estado y la legislación en decisiones de orden privado plantean
interrogantes importantes.

Por un lado, quienes abogan por la legalización de ciertas drogas argumentan que
esto podría conducir a un control más efectivo, reducir el mercado negro y sus
consecuencias negativas, así como proporcionar una vía para la educación y la ayuda a
personas con problemas de adicción. Por otro lado, aquellos que se oponen a esta idea
temen un aumento en el consumo y sus posibles repercusiones en la salud pública y la
sociedad en general. También es relevante mencionar que la percepción cultural y la
legislación varían ampliamente en diferentes partes del mundo.

Cada individuo toma decisiones que pueden dejar una huella en el uso de sustancias
psicoactivas, lo que nos lleva a considerar la responsabilidad personal y social. En este
contexto, me gustaría conocer tu opinión: ¿Te inclinaste a favor de alguno de los puntos
discutidos en el debate? ¿O tal vez tienes una perspectiva diferente que agregar?
Referencias
M.a Teresa Martín Palomo. (2002). Google Academico. Obtenido de https://e-
archivo.uc3m.es/bitstream/handle/10016/14614/nuevos_martin_PS_2002.pdf
Rodríguez, J. C. (05 de 07 de 2001). Google Academico. Obtenido de
http://www.liberaddictus.org/Pdf/0696-62.pdf

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