Cannabis (Drug)">
Debate Ética
Debate Ética
Debate Ética
EN EL ESTADO DE CAMPECHE
CARRERA:
INGENIERÍA EN SISTEMAS COMPUTACIONALES
ASIGNATURA:
TALLER DE ÉTICA
PRÁCTICA NO. 2
ORGANIZACIÓN DEBATES SOBRE TEMAS DE INTERÉS Y ACTUALIDAD, PARA PROPICIAR
EL ANÁLISIS AL CONTRASTAR IDEAS DE JUICIOS ÉTICOS Y MORALES, VALORES, Y
DERECHOS HUMANOS Y OTROS ASPECTOS ÉTICOS.
DOCENTE: MILDRED
INTEGRANTES: MATRICULA:
JUAN PABLO MOO UC 8959
BRAYAN MIGUEL RODRÍGUEZ TZAB 8958
EMILY GUADALUPE CHAN CEH 9004
WILBERTH ALBERTO CANUL PECH 8973
CARLOS ADONLFO CEN IC 9013
EMANUEL ANTONIO CAUICH CANUL 8971
RAÙL NATANAEL OJEDA MARTIN 8975
PRIMERO B
Los últimos días se viene dando un debate sobre la legalización de las drogas, más
concretamente sobre la marihuana y se tumbó por tanto la parte del decreto donde se podía
decomisar la dosis mínima, entonces quedó aprobado que se puede decomisar la dosis
que es para la venta y también la prohibición del consumo en sitios públicos donde se afecte
a los demás.
Precisamente, creo que este caso es bien particular, porque el mismo cigarrillo y el
alcohol suelen ocasionar más problemas que la marihuana y sin embargo se comercializan
libremente a sabiendas de los índices de cáncer que anualmente ocasionan y en el caso
del alcohol, las muertes por riñas, por conducir en estado de embriaguez y por deterioro de
la misma salud del consumidor. Estoy seguro de que legalizarla, reduciría sustancialmente
muchos problemas que tenemos por el lado de la delincuencia y que regulándola podemos,
además, sustraer beneficios económicos que pudieran invertirse en programas de
prevención con miras a erradicar su consumo en el futuro.
Teniendo en cuenta la realidad de nuestro país, la razón más importante por la que
me opongo a la legalización, es porque esto aumentará sustancialmente el número de
personas que se hacen adictos y es lógico que, si las drogas adictivas están más accesibles
y a menor precio, más personas y sobre todo jóvenes y hasta niños se sientan tentados a
probarlas o a consumirlas, pues lo van viendo muy normal y no debemos olvidar todos los
daños que representa el consumo de drogas, empezando por la salud. De acá nos debe
surgir la pregunta: ¿queremos una sociedad de drogadictos?
Así lo vemos por ejemplo con el cigarrillo y el alcohol que, si con este último, vemos
las nefastas consecuencias por los comportamientos desatados por su consumo, ¿qué
pudiéramos esperar entonces, si adicional a esta problemática del alcoholismo le sumamos
el de la drogadicción legalizada?
De igual manera, sí hay una regulación de este y también hay unas campañas para
evitar su exceso, generando conciencia sobre el alcoholismo y sus consecuencias, y es lo
que queremos lograr con la legalización, que el estado participe activamente en su
regulación, producción y distribución.
Sobre lo que se dice de hacerle propaganda a las drogas, más bien seria que la
reducción del gasto para combatir la droga y la recaudación de los impuestos aplicados a
estas sustancias podrían destinarse a programas y campañas de concientización y
prevención del consumo, así como a educar a nuestros jóvenes en valores y en habilidades
que le sirvan como herramientas para decidir por sí mismos. Todo esto en un contexto en
el que la familia tomase un papel fundamental en la educación.
Creo que para educar a la juventud sobre lo nocivas que son las drogas no tenemos
la necesidad de legalizarlas. Es una tarea que hay que hacer ahora en conjunto con los
padres, igual hay que educar a nuestros jóvenes sin necesidad de exponerlos; además, por
más herramientas que les demos, decidir por sí mismos sobre ser adictos o no, es algo
absurdo. Sobre esto deben saber que es una trampa en la que no deben caer, no algo
sobre lo que deben decidir. Aquí no se trata de una decisión qué afrontar como si fuera una
carrera profesional. Quienes han caído en la trampa de las drogas, en algún momento de
su vida llegan a desear para sí, una vida totalmente diferente y saben que esto es
sumamente difícil.
Por un lado, quienes abogan por la legalización de ciertas drogas argumentan que
esto podría conducir a un control más efectivo, reducir el mercado negro y sus
consecuencias negativas, así como proporcionar una vía para la educación y la ayuda a
personas con problemas de adicción. Por otro lado, aquellos que se oponen a esta idea
temen un aumento en el consumo y sus posibles repercusiones en la salud pública y la
sociedad en general. También es relevante mencionar que la percepción cultural y la
legislación varían ampliamente en diferentes partes del mundo.
Cada individuo toma decisiones que pueden dejar una huella en el uso de sustancias
psicoactivas, lo que nos lleva a considerar la responsabilidad personal y social. En este
contexto, me gustaría conocer tu opinión: ¿Te inclinaste a favor de alguno de los puntos
discutidos en el debate? ¿O tal vez tienes una perspectiva diferente que agregar?
Referencias
M.a Teresa Martín Palomo. (2002). Google Academico. Obtenido de https://e-
archivo.uc3m.es/bitstream/handle/10016/14614/nuevos_martin_PS_2002.pdf
Rodríguez, J. C. (05 de 07 de 2001). Google Academico. Obtenido de
http://www.liberaddictus.org/Pdf/0696-62.pdf