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Saber Decir, Saber Escuchar
Saber Decir, Saber Escuchar
Saber Decir, Saber Escuchar
Prestar Atención
Sin atender al mensaje del otro es imposible escuchar. Por consiguiente,
poner atención en lo que nos dicen es el primer punto a considerar.
La comunicación humana es compleja, los mensajes que se pretenden trasmitir se
enfrentan a una serie de barreras de la comunicación que alteran el intercambio
de los mensajes, tanto desde el punto de vista del receptor como del emisor.
Por tanto, preste toda la atención a su interlocutor, esforzándose por
reconocer el mensaje.
Céntrese en lo que le dicen. No se deje distraer por otros estímulos del entorno o
por sus propios pensamientos.
Esfuércese por comprender la línea argumental de su interlocutor. Tenga en
cuenta el contexto del mensaje. Céntrese en las ideas, no en hechos aislados.
Preste atención a la comunicación no verbal. El lenguaje no verbal comunica
fuertemente; observe la entonación, gestos y postura de la otra persona, ya que
también forman parte del mensaje.
No interrumpa. Atienda entonces a las señales que indiquen que su interlocutor
ha dejado de hablar.
Escuche pacientemente. La paciencia es un factor clave para saber escuchar.
Transmitir interés
No basta con escuchar. Además, se ha de transmitir que se está escuchando a
la otra persona. Se traslada así un mensaje de atención e interés. De que
verdaderamente nos importa lo que nos dicen.
la comunicación asertiva comentamos diferentes técnicas de
comunicación que pueden resultar útiles en estas y otras situaciones. En este
artículo nos centraremos en cómo poner límites y cómo decir que no de forma
asertiva.
¿Por qué nos cuesta decir que No algunas veces?
Hay diversos factores que influyen en nuestra capacidad para poner límites o a
negarnos a peticiones de los demás, normalmente hay algunas ideas irracionales
que sostienen este problema y hacen que nos resulte más complicado:
El Banco de Niebla: Esta estrategia puede ser útil ante insistencias, cuando ya
hemos probado otra estrategia, o cuando la persona nos presiona de forma muy
explícita. Se trata de dar una parte de razón al argumento de la otra persona pero
manteniéndonos en nuestra postura.
Ejemplo:
– Sería de tontos rechazar esta oferta, si firma con nuestra compañía telefónica
hoy se ahorrará mucho dinero y además le regalamos un móvil nuevo ¿se lo
tramito ahora?
– Es verdad, puede que sea una muy buena oferta, pero no quiero tomar esa
decisión ahora, no es un buen momento.
Relacionado con esta estrategia, muchas veces sucede que decimos que SI muy
rápido cuando nos hacen una petición, sin valorar realmente las implicaciones de
la misma. Una recomendación es: Aplaza tu “si”, reflexiona primero, utiliza
condicionales o dí que estudiarás el tema antes de dar una respuesta. Evita dar
un sí inmediato, y reflexiona siempre antes la respuesta.
Técnica del acuerdo asertivo: Esta técnica resulta útil cuando tememos que
nuestra negativa pueda dar lugar a interpretaciones erróneas sobre nuestras
intenciones, nuestra personalidad, cuando la otra persona nos juzga en
consecuencia, o cuando hay un intento de chantaje emocional. Se trata de
exponer nuestra negativa aclarando que ésta no tiene nada que ver con el hecho
de ser buena o mala persona, cobarde o valiente, querer o no querer, etc.
Ejemplo:
– Si me quisieras me acompañarías a la fiesta.
– No puedo acompañarte porque tengo que terminar un trabajo, no tiene nada que
ver con el amor que siento por ti.
—-
-Eres un aburrido por no querer venir de fiesta con nosotros.
-Esta noche no me apetece salir, estoy cansado, el que no vaya no quiere decir
que sea un aburrido, simplemente no me apetece.
—