MASVIDAL Resumen

CRISTINA MASVIDAL
LA IMAGEN LAS MUJERES EN LA PREHISTORIA A TRAVÉS DE LAS FIGURITAS

FEMENINAS PALEOLÍTICAS Y NEOLÍTICAS
El texto habla sobre la representación de la mujer en las figuritas de la Prehistoria y

cómo ha sido interpretada a lo largo de la historia.
La mirada predominante ha sido la masculina y ha atribuido a las figuras femeninas

un papel subordinado, vinculándolas a la religión y la sexualidad. Sin embargo, desde
una perspectiva feminista, se puede entender a las mujeres como protagonistas de
la historia y creadoras de cultura desde la prehistoria. Se critica el uso del término
"Venus" para referirse a estas figuritas por su connotación religiosa y por atribuirles
el ideal de belleza de los hombres prehistóricos, algo que no se puede conocer.
En definitiva, se propone una mirada más igualitaria y contextualizada de la imagen

de las mujeres en la Prehistoria. Continuando con el resumen, se habla de las figuras
femeninas paleolíticas y su significado. Se menciona que estas estatuillas son las
representaciones humanas más antiguas y abundantes, elaboradas hace más de
30.000 años y que continuaron siendo creadas durante milenios.
La mayoría de estas figuras son pequeñas y esculpidas en diversas piedras, huesos

y marfil, aunque también hay algunas modeladas en loess cocido. Estas figuras
representan la primera cultura paneuropea y se han encontrado en diferentes lugares
de Europa, desde Francia hasta Rusia, con un gran parecido entre ellas. El modelo
clásico de figurita femenina paleolítica es de estilo naturalista y representa a
mujeres obesas, sin rostro y con brazos delgados que a menudo acaban o
desaparecen debajo de los senos voluminosos, aunque a veces están cruzados
encima de ellos, un torso superior delgado, caderas elevadas y abdomen
prominente, en algunos casos claramente mostrando un estado de gestación
avanzado. En torno al 70% de los ejemplares franceses muestran este estado de
gestación avanzado. Además, algunos ejemplares tienen pedúnculos y agujeros en
las extremidades inferiores y acaban en punta. En algunos casos, estas figuras
llevan prendas ornamentales como gorros tejidos con fibras vegetales o de conchas,
redes de cabello, cinturones, faldones o chales, o piezas de adorno personal como
brazaletes y collares. En algunos ejemplares se han encontrado restos de pigmentos
minerales, en concreto de ocre rojo, lo que sugiere que estuvieron coloreadas
originalmente.
Algunos investigadores han propuesto interpretaciones que requieren de un cierto

sentido del humor pero sobre todo de un espíritu crítico constante que denuncie la
proyección continua de ideas actuales hacia el pasado. Por ejemplo, se ha dicho que
las figuritas paleolíticas son representaciones del ideal estético o erótico de mujer u
objetos pornográficos prehistóricos realizados por y para los hombres. Sin embargo,
estas interpretaciones no son respaldadas por ninguna evidencia arqueológica y
deben ser consideradas con precaución.
Durante la segunda fase del Paleolítico Superior, las representaciones femeninas

experimentaron un cambio significativo en su estilo y técnica. Las figuras femeninas
ya no eran representaciones obesas o exageradamente sexualizadas, sino que se
volvieron mucho más estilizadas y esquemáticas. Además, se representaban
principalmente de perfil, y se distinguían por la presencia de senos o el triángulo
púbico, o ambos. Estas representaciones se encuentran en diversas formas,
incluyendo estatuillas talladas en piedras, dientes de animales, astas de reno y marfil
de mamut, así como grabados y relieves en hueso y piedra.
En general, la diversificación de soportes y la regionalización de las culturas

materiales del último período paleolítico o magdaleniense se asociaron con una
mayor variedad de representaciones femeninas, ya sean grabadas o pintadas, y una
mayor abundancia de ellas. Sin embargo, en la península Ibérica, hay pocas
representaciones femeninas paleolíticas conocidas, y todas ellas pertenecen a la
última fase del Paleolítico.
Las figuritas femeninas se encuentran en diversos contextos, y aunque en la fase

antigua estaban estrechamente vinculadas al ámbito doméstico y a las actividades
cotidianas, su contexto y significado cambiaron con el tiempo. En la fase reciente, se
desdibuja su asociación con lo doméstico, aunque sigue presente de manera
codificada y menos visible.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de estas representaciones son

femeninas y están vinculadas al contexto doméstico, pero su interpretación debe
evitarse la atribución de explicaciones esencialistas. En lugar de ello, cualquier
interpretación debe tener en cuenta la diversidad de formas y contextos en los que
aparecen estas figuritas femeninas paleolíticas, y debe basarse en evidencias
arqueológicas sólidas.
Durante el Neolítico, se crearon figuras femeninas en varias culturas mediterráneas,

desde el Próximo Oriente hasta Francia. Sin embargo, en la península Ibérica, solo se
conoce la llamada "Venus de Gavá". En el área griega y balcánica, aparecieron dos
tipos de figuras: naturalistas y esquemáticas, algunas relacionadas con la
reproducción del grupo. Las figurillas pueden ser de arcilla, piedra, hueso y concha y
están adornadas con bruñido, incisión, engobe, relieves, pintura, grabado,
incrustaciones, entre otros. Las figurillas femeninas generalmente se encontraban
dentro o cerca de las casas, junto a objetos en miniatura como vasijas de cerámica y
maquetas de casas. La casa era el centro de la actividad humana en el Neolítico y se
utilizaba para la manufactura de instrumentos y objetos simbólicos, tejidos,
preparación e ingestión de alimentos, almacenamiento y cobijo. Las figurillas
femeninas se relacionan con las actividades realizadas alrededor de los hornos,
donde se moldeaban las vasijas de cerámica, se tallaban instrumentos o se
fabricaban molinos. En algunas casas, se encontraron ejemplares de arcilla a medio
hacer, lo que sugiere que la producción de las figurillas era de tipo doméstico. El
texto habla sobre la representación femenina en el arte levantino, una manifestación
artística prehistórica. La representación femenina es menor que la masculina y su
interpretación ha sido criticada por sesgos androcéntricos. A pesar de que las
representaciones femeninas son parietales y descontextualizadas, se han
encontrado representaciones de mujeres en escenas donde actúan y no son
imágenes estáticas. Las actividades de las figuras femeninas se han debatido, pero
se cree que algunas de ellas son recolectoras y productivas, otras de mantenimiento
y creación de la vida, y otras lúdicas. Además, se destacan las actividades
habituales de las mujeres, como la comunicación y la ayuda entre ellas, que
contribuyen a la cohesión del grupo. La figura femenina es estilizada y se representa
con senos y caderas para identificación sexual. También se han encontrado
representaciones de mujeres embarazadas vestidas con largas faldas acampanadas
y adornadas con diseños.

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El texto habla sobre la representación de la mujer en las figuritas de la Prehistoria y

La mirada predominante ha sido la masculina y ha atribuido a las figuras femeninas

En definitiva, se propone una mirada más igualitaria y contextualizada de la imagen

La mayoría de estas figuras son pequeñas y esculpidas en diversas piedras, huesos

Algunos investigadores han propuesto interpretaciones que requieren de un cierto

Durante la segunda fase del Paleolítico Superior, las representaciones femeninas

En general, la diversificación de soportes y la regionalización de las culturas

Las figuritas femeninas se encuentran en diversos contextos, y aunque en la fase

Es importante tener en cuenta que la mayoría de estas representaciones son

Durante el Neolítico, se crearon figuras femeninas en varias culturas mediterráneas,

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